Cada persona responde de manera diferente a los medicamentos. Factores como la edad, el estrés o el entorno pueden influir en esta variedad de respuestas, pero también influyen en gran medida nuestras diferencias genéticas.
La farmacogenómica surge con el objetivo de estudiar esta relación entre nuestro perfil genético y nuestras diferentes reacciones a los fármacos. Conocer nuestras variaciones genéticas, conocidas como polimorfismos, nos ayudará, entre otras cosas, a predecir la respuesta de cada persona a un tratamiento, seleccionar el mejor fármaco de manera personalizada o ajustar las dosis de cada medicamento según las características de cada persona.
En este episodio de "Anticipando la Medicina del Futuro”, vamos a descubrir, de la mano de la Dra. María Isidoro, las claves hacia la personalización de los tratamientos.