Una novela es nuestro pasaporte para viajar en el tiempo. A través de sus páginas llegamos hasta una madrugada en las últimas fechas del invierno del año 453. Estamos en el valle del río Tizsa, en las tierras de lo que hoy es conocido como Hungría. Es la última noche de la vida del personaje al que la Historia recordará como Atila.