Una estatua le recuerda en mitad de la playa de Sword, en el extremo oriental del frente de Normandía. Es un monumento gigante que muestra a un tipo armado con una gaita y una falda escocesa que ondea al viento. A sus pies, en la peana, luce su nombre para el recuerdo: Piper Bill Millin.
El 6 de junio de 1944, este canadiense se ganó un hueco en la historia militar cuando recorrió la costa mientras tocaba su gaita para animar a las tropas. Lo hizo bajo una lluvia de balas disparadas desde los búnkers alemanes, en uno de los episodios históricos más recordados de la Segunda Guerra Mundial, el desembarco de Normandía. Durante el ochenta aniversario del Día D, recordamos su historia.