José Soto Chica estuvo destinado en la Misión de Paz de la ONU en el territorio de Bosnia-Herzegovina. Allí vivió los horrores de un conflicto que le marcó para siempre. Y la pesadilla continuó a su vuelta a España. Durante unas prácticas con los artificieros del Ejército, un explosión le dejó en “estado muy grave”. Tras catorce días en coma, y después de estar a punto de ser desenchufado por los médicos, despertó ciego y sin una pierna