No es sólo una de las expresiones más recordadas de Guardiola, sino un pasatiempo un poco tonto que nos hemos inventado. ¿A qué futbolista elegiríamos para correr los 100 metros lisos? ¿Y la maratón? ¿Quién lo haría bien con la pértiga? Nadie mejor para iluminarnos que un futbolero que además fue olímpico en Moscú 80, Martí Perarnau.