El mundo vio con expectación cómo la nave espacial DART (siglas de Double Asteroid Redirection Test) de la NASA se estrellaba intencionalmente el pasado lunes 26 de septiembre contra Dimorphos, la pequeña luna del sistema de dos asteroides.
La primera misión de defensa planetaria fue todo un éxito. O, al menos, cumplió su objetivo de hacer diana contra un objetivo comparable a intentar alcanzar un mosquito a 70 kilómetros de distancia.