Hace ya más de 150 años que los biólogos describieron por primera vez las esporas bacterianas (bacterias durmientes, inertes y encerradas en una cápsula protectora) y desde entonces se han preguntado cómo consiguen, incluso después de varias décadas en ese estado, volver de nuevo a la vida. Y ahora, un equipo de investigadores de la Escuela de Medicina de Harvard ha descubierto el 'truco': se trata de un 'sensor celular' que permite a las bacterias detectar la presencia de nutrientes en su entorno y, con el sustento garantizado, hacer que vuelvan rápidamente a la vida. El trabajo se publica esta misma semana en 'Science'.