Desde hace unos años, la Tierra parece estar girando más rápido de lo que solía, lo cual se traduce en días más cortos. El fenómeno ha llegado al extremo de que, sólo en los últimos dos meses, ya se han medido varios días con una duración inferior a las 24 horas, y todo sin que los científicos consigan explicar por qué. Según la opinión más extendida, la velocidad de rotación de la Tierra debería ser cada vez más lenta. Y en realidad así es, si consideramos periodos de tiempo largos. A cada siglo que pasa, por ejemplo, la Tierra tarda cerca de un par de milisegundos más en completar cada rotación. Pero dentro de este patrón general, la velocidad de giro de la Tierra fluctúa, y desde 2020 los récords de velocidad se han ido sucediendo uno detrás de otro.