Existe un planeta a 260 años luz de aquí donde llueven gotas de titanio que reflejan tanto la luz que este mundo brilla al mismo nivel que Venus, el objeto más luminoso en nuestro firmamento solo superado por la Luna. Sin embargo, este mundo 'espejo' no debería de existir: está tan cerca de su estrella que la teoría dice que no se deberían formar nubes ni tener atmósfera. Pero así es, según los datos recabados por el telescopio espacial Cheops. Los científicos están desconcertados ante el hallazgo, del que dan más datos en una publicación en la revista 'Astronomy and Astrophysics'.
Este extraño exoplaneta refleja el 80% de la luz de la estrella alrededor de la cual orbita, una cantidad increíble sin tenemos en cuenta que la Tierra solo lo consigue en un 30%. Descubierto en 2020, este planeta del tamaño de Neptuno se llama LTT9779b y orbita su estrella en solo 19 horas. Debido a esta proximidad, la temperatura de su cara iluminada se eleva hasta los 2.000 grados, una temperatura considerada demasiado elevada para que se formen nubes. Sin embargo, la reflectividad de LTT9779b indica su presencia. «Era realmente un enigma», según Vivien Parmentier, investigador del Observatorio de la Costa Azul (Francia) y coautor del estudio.