Hace un año, un equipo internacional de astrónomos descubrió una 'enana blanca' a solo 90 años luz de distancia de la Tierra. Dicho así, no parece que sea una gran noticia, pero es que esta enana blanca en concreto tenía algo muy especial. Las enanas blancas son auténticos 'cadáveres estelares', lo que queda de lo que una vez fue una estrella brillante tras liberarse violentamente de sus capas externas. Estrellas muertas, extremadamente densas y pequeñas que ya no fusionan materia en sus núcleos, pero que siguen ardiendo durante miles de millones de años como las ascuas en una chimenea, cada vez más frías hasta que se apagan por completo.