Desde hace casi tres años, los astrónomos han venido detectando en el espacio profundo una serie de gigantescos objetos de radio, casi perfectamente circulares y cuya naturaleza es por completo desconocida
Desde hace casi tres años, los astrónomos han venido detectando en el espacio profundo una serie de gigantescos objetos de radio, casi perfectamente circulares y cuya naturaleza es por completo desconocida