En 1951, un equipo de investigadores que cartografiaban la zona descubrió en una remota región de Brasil un excepcional yacimiento de fósiles del Pérmico. Según informaron entonces, las condiciones geológicas únicas del lugar habían permitido que allí se preservaran auténticos tesoros de incalculable valor científico. El yacimiento, dijeron, tenía el potencial de aclarar lo que sucedió durante uno de los mayores eventos de extinción en la historia de la Tierra. Pero en 2019, después de más de setenta años, un equipo de investigadores brasileños tuvo éxito donde ellos fracasaron y consiguió 'redescubrir' el tesoro extraviado. Y ahora están empezando a recoger los frutos.