Los ensayos clínicos son el último paso en la investigación médica, el momento en el que los tratamientos se someten a una evaluación profunda. Ofrecen a las personas la oportunidad de participar en el desarrollo de medicamentos que tienen el potencial de mejorar los resultados para tratar una enfermedad, pero, para no introducir sesgos en estas pruebas, es clave una selección diversa e inclusiva de los pacientes que participan en ellas. La intención es beneficiar a todas las personas por igual, por lo que siempre hay que tener en cuenta todo tipo de variables: raciales, étnicas, de género, socioeconómicas, etc.
Abordamos el tema conversando con tres expertos: Alberto Borobia, responsable de la Unidad de ensayos clínicos del Hospital Universitario La Paz; Santiago Escrivá de Romaní, oncólogo médico en la Unidad de cáncer de mama del Hospital Vall d’Hebrón, y María Valdivia, enfermera en Fundación Madrid contra la Esclerosis Múltiple.