Episodio de HOY
Se va a acercando nuestro final de temporada del podcast. Pero antes de nuestro próximo y último episodio...
Hoy tenemos un episodio especial aprovechando que tenemos las elecciones generales en España a la vuelta de la esquina. Viene nuestro amigo y colaborador Edu Parra para hablarnos de los entresijos de la fotografía polítca y de esta camapaña electoral.
Vamos a conocer muchos aspectos de las fotografías electorales de los candidatos, cómo trabajan los fotógrafos con los represantantes políticos o los proyectos personales de Edu en las fotografía electoral (aunque sus jefes de Europa Press se los pongan en dudas).
Y ya que estamos con votaciones... recordad que podéis votarnos en todas las plataformas de podcast, y suscribiros. Estas cosas son las que nos hacen seguir adelante con toda la aventura de Photolari.
Enlaces del Podcast
Instagram Edu Parra https://www.instagram.com/nividhia
Twitter de Photolari https://twitter.com/Photolari
Twitter Iker https://twitter.com/IkerMoran_
Twitter Rodrigo https://twitter.com/RodrigoRivasPH
Instagram Rodrigo https://www.instagram.com/rodrigorivasph/
Transcripción
Fotolary Podcast. Fotografía, vídeo y lo que surja. Con Rodrigo, Iker y Álvaro. Pues sí, amigos, amigas, ha ocurrido lo que sabemos que un día iba a pasar. Rodrigo ha bajado a comprar pan y ¿qué es lo que ha pasado? Que le hemos ocupado el podcast. Hemos ocupado Fotolary Podcast y lo hemos reconvertido en la mesa política, no sé si del hormiguero o de Ana Rosa, pero tenemos tertulianos.
Así que un fuerte aplauso para nuestro querido amigo Álvaro Méndez, que está aquí, director de cine, conocidísimo. Y como invitado estrella, porque Álvaro y yo somos simplemente unos entrevistadores más. Tenemos al mejor fotoperiodista político, en realidad es el único al que hemos tenido acceso en estos días de campaña. Nos acompaña, ni más ni menos, que Eduardo Parra con su camisa electoral.
Fuerte aplauso, fuerte aplauso Álvaro. La camisa de las grandes. Hablamos de esta camisa. Estamos a pocos días de las elecciones, posiblemente, bueno, si nos estáis escuchando desde fuera de España y no os habéis enterado, bueno, pues en España este domingo 23 hay elecciones. Es dominio internacional, ¿no? Supongo que sí, pero bueno, por aquí voy a contextualizar un poco unas elecciones que son bastante calentitas y no solamente porque estamos en julio, en pleno verano.
Y queríamos hablar de las elecciones, de la campaña electoral, desde un punto de vista fotográfico, con una persona, con Edu, que las está cubriendo día a día. Y por eso se nos ha ocurrido hacer este podcast especial. Rodrigo no lo hemos ocupado nada, es que está malito y hoy no nos puede acompañar. O sea que esperemos que pronto se recupere.
Y encima estamos probando, por aquí voy a hacer ya el podcast especial, estamos probando a grabarlo en vídeo. Ya veremos. Si estáis viendo esto en vídeo es que ha salido bien. Si no lo habéis visto en vídeo es que ha sido un tuñazo, pero bueno, lo vamos a intentar. Joder, me siento así un poco de entrevista política, Edu. Necesitas una taza. Sí, tengo un vaso, pero del café con hielo.
Bueno, tengo una taza de Pentax. Tengo la taza de Fotolary del café que me tomé hace un rato, no lo voy a enseñar porque está un poco asqueroso. Es complicado molar más que la taza de Fotolary, pero una taza de Pentax, ojito con esto. Edu, ¿cómo ves la campaña fotográficamente hablando? ¿Estás contento con lo que estás viendo, con los resultados, con las fotos que estás haciendo? Bueno, dejando al margen que como yo, como el 99% de los fotógrafos, tenemos el ego por aquí y todas nuestras
fotos son prácticamente sublimes, auténticas obras de arte. Dejando eso al margen, la verdad es que está siendo una campaña bastante pobre. La gente está muy, muy harta de la política de una campaña, venimos de unas elecciones municipales y es cierto que los partidos políticos están haciendo una campaña de baja intensidad, mucha tele, mucha entrevista, mucho programa y los mítines que están haciendo desde luego ya no son como antes, que eran mítines multitudinarios, quitando uno que
hubo en las elecciones pasadas en las municipales del PP, que llenó la Plaza de Toros de Valencia, prácticamente los mítines todos de ahora, ninguno desde luego llega a las mil personas, son varios cientos, son espacios muy pequeñitos y nos está faltando y bueno, lo podéis ver vosotros mismos o mejor dicho, no lo vais a poder ver porque nos está faltando políticos subidos en tractores, políticos con bancas y excepto una foto que le hice a Yolanda Díaz el domingo, pensaba que iba a
terminar esta campaña también sin la foto de un político con niño, así que un poco... Porque exactamente cómo funciona, tú trabajas para Europa Press, a ti cada día te llega un encargo en la agenda, en plan de hoy te toca cubrir este acto, mañana este... ¿Cómo se organiza esto desde alguien que no trabaja para un partido, sino que trabaja para una agencia que tiene que cubrir pues diferentes actos, diferentes partidos? Bueno, hay dos formas de cubrirlo, uno está
empotrarte en lo que se llama comúnmente la caravana, que es básicamente el partido como ya sabe dónde va a ir, pues te vas con él en su autobús, el partido te gestiona los billetes de tren, los billetes de avión, te gestiona los hoteles, todo previo pago de un buen dinero. Actualmente no sé lo que cuesta para un periodista hacer una campaña, pero yo recuerdo que la primera que fui a hacer, que al final no, costaba un millón de pesetas, seis mil euros, te estoy
hablando del año 2006-2007. Que el periodista o el medio paga al partido. Exacto, en concepto de, o sea, no es que pague al partido, es que es los billetes de tren, las noches de hotel, el desplazamiento y todo, entonces no sé cómo estar ahora de precio, pero en su día es lo que más o menos costaba estar 15 días o un poquito más siguiendo al político.
Eso los fotógrafos no lo han hecho nunca, de hecho creo recordar que en su día el diario El Mundo lo intentó hacer, pero al final prácticamente bajó al fotógrafo a mitad de la campaña, porque la gracia de ir empotrado con el candidato es que tienes como más acceso a él, como que puedes estar con él pues en los viajes, cuando no está todo el mundo.
¿Qué ocurre? Que eso ya prácticamente no se hace, el candidato termina el acto y se va a donde considere pero por su lado, entonces no tiene sentido meter a un fotógrafo en una caravana, máxime cuando tienes otros fotógrafos o bien de plantilla, bien colaboradores, en todas las provincias, sale más barato y es más eficiente avisar al fotógrafo de allí, oye pasado mañana va Feijo a tal sitio, cúbreme tú ese acto.
Entonces, eso es lo que implica pues que todas esas fotos un poquito más humanas se han perdido y se han perdido entre otras cosas porque desde hace ya muchos años los gabinetes de comunicación, los equipos de los candidatos tienen mucho miedo a ver qué tipo de foto vas a hacer, a ver si me vas a pillar con la guardia baja en un renuncio y tal, siempre piensan en lo mal en lugar de pensar en lo bien, siempre dicen pues mira aquí en este viaje igual puedo sacar a mi candidato de forma
más cercana, no, piensan a ver si el candidato se va a sacar un moco y el fotógrafo pues le va a pillar. Entonces, eso en las caravanas ya no se hace, a mí ya lo que se me avisa pues dependiendo la antelación que haya convocado el partido, oye Edu, el miércoles te toca este meeting o el jueves te toca este acto de campaña, lo que sea y ya está, igual que a mí pues a mis compañeros de toda España.
Pues muy mal eso, no, porque entonces da la sensación, si ya la gente tiene esa sensación de normal, da la sensación aún más de que tienen cosas que ocultar, ¿no? Es que las tienen posiblemente. Claro, o sea, pues no, pues un político de verdad honrado se tendría que dejar fotografiar cagándose, hace falta. Mira, hace, yo siempre recuerdo cuando en la primera campaña de Zapatero hubo un reportaje del país semanal que fue de estas que cuando yo estaba empezando y tal, pues lo lees todo y lo ves todo, hubo un reportaje donde el fotógrafo y un redactor se empotraron
con el presidente 24, 48 horas o incluso más y había fotos curiosas. Pero claro, ¿qué ocurre? Que ha habido a lo largo de la historia, de la historia reciente de nuestro país, ha habido muchas fotos incómodas. Desde este Javier Arenas limpiándose las botas con un limpiabotas, una foto que en su día no pasaba nada pero hoy pues destila tremendo clasismo y sería imposible. ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Quién no se limpia las botas? Antes de coger el TNM pasa por
un limpiabotas. ¿Qué pasa? Los limpiabotas también tienen derecho a trabajar, ¿sabes? También, también. Luego está la foto famosa de Durán Lleida que hizo Gorka Legarcegui para el país desayunando en su suite del Palace, que eso no era una foto electoral pero todas estas fotos, los gabinetes de comunicación han aprendido que una mala foto te puede hundir y entonces van con van con pies de plomo.
Y luego, por supuesto, no podemos olvidar que tenemos una precariedad galopante y sólo hay que ver la cantidad de fotografías y de portadas que se publican con fotos facilitadas por los fotógrafos oficiales de los partidos. Que para colmo, muchas veces, muchísimas más veces de las que yo considero algo sano, no se especifica que es el fotógrafo del partido.
Firma la foto con el nombre pero no pone fulanito de tal barra PP, fulanito de tal barra PSOE. Entonces tú ves la foto y dices, bueno, pues es una foto de su fotógrafo y no, es una foto suministrada por el partido. El otro día compartiste en tus medios y también nos enviaste un vídeo de un acto político, creo que era de sumar, donde se te veía a ti currando porque habías puesto una cámara encima de la cámara y me sorprendió porque realmente tú piensas en un mitin y dices, a ver, joder, es un escenario, gente hablando y gente viendo.
O sea, tampoco da mucho juego, no es un concierto, no va... pero realmente tú sacabas, te veía como sacar muchas fotos, buscar diferentes situaciones, diferentes escenas. ¿Cuántas fotos haces más o menos en un acto de este tipo de estándar? Y de esas fotos, ¿cuántas luego salvas y dices, bueno, esto las puedo enviar? Yo soy una persona que tira muchísimas fotos, pero estamos hablando de cantidades ridículamente absurdas de fotografías.
En un mitin te puedo hacer 1.500 fotos perfectamente, que viene siendo el triple de lo que te haría una persona normal. Bien, una cosa, de esas 1.500, o sea, el 99,9% son ráfagas de siete fotos iguales. Yo estoy ya acostumbrado a tirar en ráfaga porque yo me acostumbro a tirar en ráfaga igual que el que se acostumbra a tirar en RAW, para cuando haga falta.
O sea, yo no quiero que un día me haga falta la ráfaga y tenga que ir al menú de la cámara a cambiar. Entonces yo tiro a todo lo que me da, a tope de resolución, a tope de velocidad, por si acaso. Entonces sí que me ocurre que tengo un montón de fotos que son iguales. En un mitin la verdad es que no hay, la mayoría de los mitines no hay una foto buena, entonces nos movemos mucho precisamente para ver si encontramos alguna foto que merezca la pena, porque bueno, quitando la foto frontal de la
persona hablando, si tienes suerte que es una persona muy expresiva o algo por el estilo, pues bueno, puedes tener una foto de un tío hablando que no deja de ser una foto muy insípida, pero al menos la expresión de la cara, el movimiento de los brazos y tal, pues puede ser fotográficamente muy agradable.
Pero el problema es que eso casi nunca sucede. Entonces sí que te mueves mucho para ver si desde aquí hay una sombra, si desde aquí a lo mejor le da un poquito de luz, si desde aquí puedo hacer un desenfoque de alguien, pero lo cierto y verdadero es que en el 90% de los casos las fotos buenas son al principio y al final, cuando llega y saluda y cuando se va y saluda o la gente le pide un selfie o lo que sea.
Entonces sí, te mueves mucho, pero no. Y al final de un acto de estos, ¿cuántas fotos salvas? Depende. El otro día, por ejemplo, en el acto de sumar, la cosa es que hablaban seis personas. Entonces, si quieres tener al menos dos o tres fotos mínimo de cada una de la gente que habla, pues enseguida se te va. Pero, por ejemplo, de Yolanda Díaz, que sería la protagonista principal, me parece que salve igual ocho fotos y juraría que de lo que es la intervención de ella solo hay una y la tengo de
por si acaso la piden. Pero no es de ella haciéndose fotos con la gente, abrazando a otras personas, algún gestito que ha hecho al subir al escenario, la foto de grupo, que se vea todo el mundo, esas cosas. Los mitines, ciertamente, el problema es que son muy aburridos. Y esos detallitos, ¿los medios los compran? Es decir, ¿esa parte más artística, ese contaluz, esa sombra, ese detallito, ese gesto, o realmente es una cosa más de ego propio,
de mira qué foto más guay he hecho y te la comes? Eso queda para Twitter y para Instagram, porque tú luego ves las fotos y, salvo casos muy puntuales, no sé, los medios no las quieren. Sí que es verdad que, gracias a Internet, pues ahora, yo especialmente, que trabajo para una agencia, mi trabajo prácticamente es como despiezar un cerdo.
Al final todo se usa. Tú le mandas una foto de Yolanda Díaz de perfil y al final alguien la va a utilizar. Se la envías de espaldas y alguien la va a utilizar. Le envías un detalle de una mano o de una oreja y al final alguien lo va a utilizar. Entonces, en ese sentido, bueno, sí que es verdad que al final se usa, pero en el sentido más periodístico, más de lo que estás preguntando, más de portada del país o del mundo, la verdad es que no.
Como mucho, algún gesto así muy de victoria, pero el resto no suele. Oye, estás haciendo un concursillo en Twitter, ¿no?, para ver qué foto es la menos mediocre, no, qué foto es la más guay, ¿no?, de las que has hecho estos días. Pues sí, y esto en realidad surgió, por lo que comentaba Iker antes, que hay un montón de fotos que se quedan en el tintero, que son fotos curiosonas.
Tampoco vamos aquí a pensar que vamos a ganar un World Press Photo todos. Son fotos curiosonas y un día, pues hablando con un compañero, dije, oye, pues voy a rescatar las fotos más chulas de los Twitter, de los Instagram, de los fotógrafos y tal. Voy a preguntar a la gente a ver qué fotos ha visto y hacemos un concursillo para, al menos, para ponernos un poco en valor.
Y, oye, la verdad es que, primero, consigues encontrar fotos bastante chulas que han pasado desapercibidas, porque, bueno, aunque estás viendo todo el día internet, pues hay algunas veces que pues el tuit en concreto de el fotógrafo de Rufián, que ha puesto las fotos, pues igual se me ha escapado. Entonces, te tomas unos minutos en ir a su Twitter, mirar en los Flickr de los partidos a ver qué se ha publicado y, oye, quieras que no, se sacan algunas fotos curiosas.
Lo que pasa es que, una vez más, o sea, tú ves las fotos que hay ahora y las fotos son buenas, o buenas, por el buen hacer de los fotógrafos, no porque te lo pongan fácil, porque la mayoría de las cosas son muy insulsas. ¿Participas tú también en el concurso, como, aparte de organizarlo? Para, no, no, o sea, no abrir tongo de, oh, casualmente ha ganado una foto mía, ¿no? No, y, de hecho, me escribió un compañero y me dijo, oye, esta foto que has puesto la metes en
el concurso en la próxima semifinal y tal, y le dije, digo, no, no, no, o sea, yo no quiero ser humillantemente derrotado y sacar un 2% de votos, yo prefiero decir que no participo porque yo lo organizo y ya está, y así no me pasan la manita por la cara y quedó muy bien. No, no, yo no participo, yo podría ganar perfectamente, no, y la verdad es que sería una humillación terrible y prefiero no pasar por eso.
Lo que pasa es que debe ser muy complicado votar una foto de un político que te caiga como el culo, ¿no? O sea... Sí, y de hecho, de hecho... A no ser que la foto lo humille de alguna manera, o... No, a ver, yo reconozco que tengo un Twitter bastante sesgado, a mí, por lo que sea, no me sigue gente de extrema derecha y entonces hace poquito hubo una foto de Vox que no estaba mal porque, de hecho, o sea, yo selecciono las fotos pero yo no las elijo, yo cada semana se las
pido a un fotógrafo ajeno, le digo, oye, estas son las fotos que... Ojo, ojo con el concurso que hay curators, aquí hay editores, ¿eh? O sea, golpes foto, ojito, ojito, que te están pisando. Claro, yo le mando las fotos y le digo, oye, esto es lo que se ha seleccionado, digo, quédate con cuatro, entonces me da cuatro.
Y sí que es verdad que hay gente que me ha dicho, literalmente, me ha mandado un mensaje o gente a la que conozco me ha dicho, joder, la de esta está bien pero no pienso votar a ese. Pero por la razón que sea, sí que es verdad que están ganando fotos más de políticos de izquierdas y una de las cosas que sí que se nota mucho es cuando algún político, especialmente si es alguna de las personas que participa en la foto, se ve y entonces yo veo, claro, yo al organizar yo la votación, yo veo cómo van progresando los votos
y entonces se nota muchísimo cuando llega Yolanda Díaz y comenta algo y automáticamente las dos siguientes horas hay 200 votos más para Yolanda Díaz o cosas así. Hay muchas veces que dice, bueno, aquí no está ganando la mejor foto, de momento sí, pero hay algunas veces que piensas, igual no está ganando la mejor foto, está ganando la que más amigos tiene.
Pero bueno, yo de momento estoy satisfecho con el resultado. Dices que, por lo que sea, no te sigue mucha gente de extrema derecha en Twitter. Igual si ponemos de portada del vídeo el fondo que tienes aquí en la habitación, a lo mejor te empieza a seguir gente de extrema derecha. Me ha pasado en Twitch de gente que a lo mejor está en Twitch, te recomienda el canal, tú entras a Twitch y te recomienda el canal y la gente que viene y, a ver, por lo que sea,
se hace una idea equivocada de mí y entonces la gente se queda un rato ahí. Claro, y hasta que me ven decir ciertas cosas que no voy a reproducir aquí. Yo veo como la gente comenta cosas y está mucho rato comentando y luego de repente te suelta una barbaridad como, oye Edu, ¿tú qué opinas de los putos progresos? Había que pegarlos un tiro en la nuca.
Entonces, ya dices, oye, igual creo que no es este tú. Yo no le voy a banear ni nada, digo, igual estás en un directo que te has equivocado un poco. Es que la combinación esa de camisa hawaiana y armas es muy de asalto de Capitolio. A ver, yo me estoy preparando por lo que pueda venir.
O sea, yo igual es que yo a Alexa le pido las cosas por favor y a... Madre mía, se me acaba... Alexa, Alexa, Alexa para. Yo a Alexa le pido las cosas por favor y al Roomba le doy las gracias cuando me limpia el salón por lo que pueda pasar. Pues en esto es igual. Por si hay rebelión de las máquinas, pues esto es igual. A mí cuando me vea la gente yo diré, oye, a ver, que yo decía muchas cosas, pero tú ya sabes que yo era de los tuyos.
Sí, sí, ahora que has dicho, Álvaro, lo del look es maravilloso. No había pensado en esta camisa. Oye, antes de empezar a grabar hemos tenido una conversación de chicos, nos vamos a pedir el voto. Ya sabemos todos de qué rollo vamos cada uno. Así que voy a intentar yo desviar un poco el tema para acabar en lo de siempre.
¿Hay fotos de izquierdas y de derechas, Edu? ¿Tú crees que hay... Tú viendo una foto, ¿crees que serías capaz de saber si quien la ha hecho va a tirar más hacia un lado o hacia otro? Hay algunas que sí, muy claramente, muy claramente. Sobre todo más que a favor, en contra. Porque hay algunas fotos que se ve claramente que dices, hostia, aquí has ido con mala leche porque esta persona te cae mal.
Cosa que yo evito. Yo evito o al menos intento evitarlo. Una cosa es que tengas una foto que el político te quede excepcionalmente bien, excepcionalmente humano, que te puede dar un poco más rabia de decir, joder, qué bien le he sacado a este tío y no quiero. Bueno, pues ahí es lo que hay. Pero sacar a una persona mal aposta, eso indica claramente que no te cae nada bien.
La verdad es que esas fotos hace mucho, mucho, mucho, mucho que no las veo. Algunas con un poquito más de mala leche, pero bueno, mala leche. Jugando con, sobre todo somos muy capullos cuando tienen un cartel detrás con letras que enseguida vas buscando y dices, uy, si uso su cabeza para tapar esto y justo corto por aquí puedo poner una palabra y tal. Entonces, eso sí, pero eso es un poquito de diablillo y ya está.
Pero más allá de eso, confío en que no. Yo te digo que hoy en día, si aterrizaras aquí desde un planeta lejano, sabiendo lo que es, digamos, izquierda y derecha conceptualmente, pero sin conocer de nada los candidatos y te ponen una detrás de otra todas las fotos de, las fotos de los carteles, digamos, la foto principal, la foto de la campaña, la grande, y te la ponen una detrás de otro, lo tendrías muy difícil a la vista para saber qué candidato es de derechas o qué candidato es de izquierdas, porque la foto de
Yolanda Díaz con la manica puesta aquí detrás de la nuca. Yolanda Díaz tiene dos fotos. Bueno, pues yo digo esta, ¿sabes? La de la manica. Es que las dos tiene la mano. Hay una que es foto de estudio, que va de traje, y hay otra que es también con la manica aquí, pero foto de calle, de un evento normal.
Yo digo la de estudio, la que lleva el peinado ahí con 800 kilos de laca y el trajecito blanco de fondo. O sea, no me digáis, podría ser Rita Barberá. Mira, esa foto, por lo que sea, está en la milla de oro de Madrid, pero en Móstoles no está. Hostia, es que es absurda esa foto, no tiene ningún sentido. Es como en plan, pero, pero, pero... Bueno, yo creo que detrás habrá unos asesores, unas asesoras, que con esa foto quieren trasladar un mensaje, quieren trasladar a cierta gente.
Hostia, sí, sí. Es la vicepresidenta de España, que además esto lo comentamos en la entrevista que Edu le ha hecho a Pedro Ruiz, que es uno de los fotógrafos de Sumar, y lo comentabais vosotros, oye, que aparte de una candidata es la vicepresidenta de España. Pero ¿y qué? ¿Tiene que llevar laca y posar como una señora? Yo, yo esa foto, yo esa foto la vi y consulté a la gente y hubo quien me dijo, está muy presidencial.
Y claro, yo insisto, y me decían, esa foto tú la has visto en el Cinturón Rojo de Madrid o en los barrios de Madrid, en Carabanchel. No, esa foto está en Rubén Darío y en la calle Serrano. No se trata de ir bien vestido, ¿eh? Se puede ir bien vestido sin llevar un traje blanco de chaqué y sin llevar 400 kilos de laca y poner eso. En eso estoy de acuerdo. La pose, la pose es como de señora de 80 años del barrio de Salamanca que va a la peluquería, ¿no? Es que luego no tienes más que leer los análisis que han hecho gente que en teoría,
en teoría entiende de comunicación política, donde te explican por qué lleva la mano aquí o por qué Feijóo mira a cámara. Yo hace poco hablé con el fotógrafo de Feijóo acerca de su foto porque yo para esto, o sea, tengo siempre mucha curiosidad y le cogí un día y le dije, oye, tú has hecho la foto del cartel, ¿no? Cuéntame cómo lo has hecho.
Y me explicó cómo lo había hecho, que básicamente un día le dijeron, oye, vete a hacer la foto ahora. Y salían de un acto político que dijo el fotógrafo, no podemos hacer esta foto aquí. Y al final, bueno, con sus triquiñuelas y tal consiguió la foto que él quería, pero, o sea, la gente hace unas películas en plan de, no es que la mano que es el símbolo del trabajo, no es que mira a cámara porque está interpelando directamente al electorado y tal.
Hay mucha gente que yo creo que le dicen, oye, escríbeme 3.000 palabras sobre esto y como el resto no sabemos, pues si cuela, cuela y si no me la pela. Y en cambio la foto de Abascal, de John Wayne Abascal, la foto de campaña, tú lo ves recién llegado con un poco de background de la Revolución Rusa y tal y piensas, joder, este es el nuevo Lenin, guiando a las masas. Ahora mismo están siendo despedidos algún fotógrafo, no sé si el fotógrafo había sido aquel del chapote, ¿no?
Ese medio con la barba, ese medio perfil, rollo cartel futurista soviético, ¿sabes lo que te digo? Con el fondo totalmente liso, verde, o sea, parece muchísimo más de izquierdas Abascal que Yolanda Díaz en esa foto, pero vamos, mil veces, o sea, te lo digo. En absoluto, o sea, en absoluto, no te lo compro... Yo cuando vi la foto de Abascal, de hecho, a mí me pareció que se quedaba corta, porque la foto de Abascal, esa chulería que se le ve, ese macho español, digo, sí, pero poco.
O sea, un votante de Vox lo que quiere es que coja a un rojo piojoso de la pechera y que le esté pegando así. O sea, esa foto, la mirada, pero mira, si os sirve de dato, tanto la foto de Abascal como la de Pedro Sánchez son fotos de mítines y la de Yolanda Díaz, la que no es de estudio, también son fotos de mítines, porque yo les pregunté, digo, oye, yo de hecho quería hacer un reportaje del making of de cómo se hacían las fotos
y al final no se pudo hacer porque se cogieron fotos que ya estaban hechas de días anteriores. O sea, la foto de Abascal es del día de las elecciones municipales de cuando fue a votar, literalmente. Está en el flicker de Vox, o sea, la puedes encontrar. No me quería meter en el charco este, pero ahora que acabo de decir, me acabo de acordar que la mierda esta de infame del que te vote Chapote, la primera vez que lo escuchamos,
se lo escuchamos a un fotógrafo, un fotógrafo que es muy vinculado a la estema derecha. Yo por eso preguntaba, que no sé si tiene alguna vinculación directa con Vox o que le había hecho el retrato, pero me he acordado ahora que esto, no creo que lo inventara un fotógrafo, Edu está poniendo cara de... No, es que claro, el fotógrafo Chema de la Cierva es el que lo popularizó al meterse en la conexión esta en Televisión Española,
pero antes que él, el grito este viene de un mítin de enero del año pasado, creo que fue, viene de un mítin, no, de enero de este año, que luego reprodujo a su vez Isabel Díaz Ayuso en un pleno de la Asamblea de Madrid y a partir de ahí ya como que explotó todo y fue este tío, el Chema de la Cierva, que está como unas maracas, el señor... Que pase Chema de la Cierva, no, no, o sea, Chema de la Cierva para los que nos movemos en estas cosas
y es un viejo conocido, ha sido siempre el fotógrafo de la fachasfera, como se gusta autodenominar y ha hecho fotos a todos los personajes más turbios que te puedes encontrar, desde la persona de Desocupa hasta todos los youtubers tremendamente rancios y pasando también por actos de Vox. Lo que pasa es que este tío ha adelantado a Vox por la derecha y la gente de Vox, claro, ya reniega de él. ¿Tiene algo que ver con Juan de la Cierva?
Que yo sepa, no. Y si lo tiene algo que ver, no quiero saberlo. ¿Te cae bien Juan de la Cierva o qué? Inventa el autogiro, tío. Claro, o sea, es un... Vamos a tener que separar la OVEA del personaje. Claro, claro, exacto, exacto. Yo no quiero saberlo. Bueno, vamos a intentar reconducir esto, pero bueno, vamos a seguir con lo mismo. Tú cubres actos del PSOE, de Costa Conjijón, estás con Sumar, estás en alguna cosa de Vox.
¿Tienes partidos o actos que son más fáciles, que te ponen las cosas más fáciles para fotografiar y otros, que es todo un poquito más incómodo o no? Generalmente, no por el partido en sí, todos lo suelen hacer bastante mal en general. O sea, bastante mal.
Todo está pensado para la tele. O sea, para los fotógrafos no está nada pensado. El otro día, por ejemplo, había un acto del acto de Sumar, había un cartel muy bonito que ponía, me parece que era, por ti o algo así, pero estaba colocado de tal forma que era prácticamente imposible sacar a la persona con el cartel, porque el cartel estaba demasiado lateral. Sin embargo, si vosotros os fijáis en los mítines normales, os fijáis, siempre hay un logotipillo por aquí del partido.
Cuando tú haces una foto, ese logotipo está totalmente descentrado la mayoría de las veces. O sea, tú te pones de frente y dices, ¿por qué hay un logotipo como por aquí? ¿Qué pinta ahí? Bueno, ese logotipo está porque la televisión, la cámara que van a utilizar para el directo está ahí con un encuadre para que el logotipo quede perfecto. Está todo pensado para la tele.
La luz está pensada para la tele. De hecho, cuando llegan los candidatos, llega con su tele por delante. Entonces, el hecho de trabajar mal, se trabaja mal con todos. O al menos, no se trabaja todo lo bien que se podría. El problema suele ser la gente y depende el cargo. No es lo mismo ir con Feijó, por ejemplo, que no dejar de ser un simple senador, que cuando vas con Pedro Sánchez o Yolanda Díaz, pues hay un despliegue de seguridad
porque son presidente y vicepresidenta. Aquello es mucho más difícil que alguien se pueda acercar a darle un abrazo, que tú te puedas poner literalmente pegado. Es mucho más complicado. Y luego, pues la gente depende. Hay algunos que son más reacios. Es que igual va a sonar un poco, pero sí que es cierto que los de Vox son más vehementes a la hora de, yo quiero mi foto y si tengo que pisarte la traquea
para hacerme una foto con Santiago Abascal, te la voy a pisar. Hay otros que no tanto. Especialmente porque hay otros que son señoras mayores. Una señora mayor de Vox te revienta también, si quieres. ¿Y tú estás más cómodo? Porque en la entrevista, ya hemos comentado antes, la entrevista que le has hecho a Pedro Ruiz, que era un fotógrafo oficial de Ciudadanos y ahora está con Sumar, y una de las cosas que le preguntabas y que comentamos
es si hace falta ser de un partido para hacer fotos de ese partido. Es decir, si el factor ideológico influye en cómo haces las fotos, cómo retratas. Le daba a entender que no necesariamente, aunque puede afectar. ¿Tú te sientes más cómodo? Ya has dicho que no haces fotos para pillar si no te caen bien. ¿Pero te sientes más cómodo en un mítin de un partido que ideológicamente esté más cerca tuyo?
¿O, como dicen los fotógrafos o las fotógrafas de guerra, tú miras detrás del visor y eso es como una trinchera y no te afecta? Pues la verdad es que es así. Tú estás preocupado en que tienes que enviar a la agencia 12 fotos y ves que se te va acabando el mítin y que tienes 4 y de esas 4 igual te tiran 2. Entonces estás más preocupado de hacer un buen trabajo que de cualquier otra cosa. Porque, de hecho, en un mítin tú no escuchas el mítin.
No tienes la capacidad de estar pendiente del mítin, de lo que está diciendo, salvo que digan alguna barbaridad, tú estás a lo tuyo. De hecho, a mí me pasa de estar en un mítin y cuando salgo algún amigo me pregunta ¿qué ha dicho? No sé tío, míratelo en YouTube porque yo no he visto nada. Entonces estás más pensando en la foto y que la foto te salga bien porque, a fin de cuentas, primero por profesionalidad es lo que tienes que hacer.
O sea, yo me puedo a lo mejor creer que un chaval, una chavala más novato, pues sí tenga ciertos problemas a la hora de retratar a una persona que es radicalmente opuesta a su creencia política. Pero, por lo general, los que llevamos ya un tiempo estamos un poquito de vuelta de todo eso y yo me voy a centrar en lo mío, que es sacar lo que hay, si hay gesto hay gesto, si hay expresividad hay expresividad, si hay conflicto hay conflicto.
Claro, pero siendo fotógrafo oficial de un partido se presupone que convives como más activamente con ese partido, ¿no? Que supongo que si te parecen el demonio debe ser complicado, ¿no? Es que depende, a ver, yo no estoy para dar lecciones a nadie porque yo, cuando era autónomo, he trabajado para el PSOE y para el PP. O sea, yo soy la última persona que podría dar lecciones morales a nadie de lo que tiene que hacer.
Y yo cuando trabajé, yo trabajé para el PP valenciano y mi única preocupación, y esto es cierto, es que Camps saliera lo menos calvo posible porque odiaba las fotos en las que se le veía la calva y yo decía, si le saco mal y no le gusta, no me van a volver a llamar y yo lo que quiero es dinerito. Entonces, hay algún momento que estás ahí pensando solo en tu cuenta bancaria. Tu única preocupación era no sacarlos con las bolsas de la basura
y en las de dinero. Edu, has dejado una pelota botando, o sea, hay que rematarla. ¿Cobabas con sobres o cómo? Yo estoy seguro y, o sea, de esto tengo que... Yo no sabía esto tuyo con el PP de Valencia. Un día que tomármelo en serio, yo estoy seguro que mi nombre sale en el sumario de la Gürtel. Yo cobré con factura. Es que, además, estuve muy, muy, muy enfadado porque les hice dos cosas. En la tercera me pidieron rebajar la tarifa y les dije que no
y luego explotó todo esto de la Gürtel y yo dije, digo, me cago en todo. Digo, me estabais pidiendo que rebajase 50 pavos mi tarifa, digo, de 200 euros de mierda. Con todo lo que ha salido aquí, o sea, eso me ofendió, más que me hubieran dicho, vaya mierda de fotos, eso me habría ofendido, pero el hecho de decir, digo, que era el más tonto de todos ahí el que le dijisteis, no, no, venga, rebaja, rebaja.
Y luego os estabais gastando un dineral. La gente no se hace rica pagando bien en general. Exacto, por eso se hacen ricos. Este giro de Edu, PP y Valenciano no me lo esperaba. Edu en los papeles de la Gürtel. Claro, es que esto hay, ¿cómo se dice? En la película de Malditos Bastardos, cuando sale el oficial nazi al principio, hay una frase que yo recuerdo mucho que dice, la gente hace más o menos así, dice,
tú no sabes de lo que es capaz de hacer la gente cuando pierde su dignidad. Cuando yo era autónomo y veía que no tenía dinero para pagar el recibo de autónomo, yo aceptaba lo que fuera, entre otras cosas, el trabajar para el Partido Popular. Me arrepiento, no me arrepiento, porque era una situación muy complicada, pero tampoco estoy orgulloso. Yo no veo nada criticable en trabajar para cualquier partido de fotógrafos.
Lo que sí que digo es que, hostia, igual ser el fotógrafo oficial de Vox, si te parece que Vox son el demonio, pues tiene que ser complejo, claro. Esto lo hemos comentado, esta conversación la hemos tenido muchos y muchas veces y tal, y todo el mundo dice, bueno, hay un límite. Hasta ahora más o menos siempre te decían, hombre, si me llama la falange o España 2000, pues no, no voy a aceptar, yo qué sé,
prefiero irme a fregar escaleras, con todo mi respeto para las personas que limpian nuestras escaleras, pero sí que es verdad que hay ciertos límites. Ahora también te digo que si me das a elegir entre trabajar para el partido político más opuesto a mis ideales y poderle dar comida a mi hijo, pues igual elijo darle comida a mi hijo. Sí, sí, por supuesto, por supuesto. Lo que pasa que, insisto, tiene que ser complicado, ¿no?
Hacer tu trabajo más o menos bien y a gusto si estás ahí pensando todo el rato. Es que no le haría una foto, le tiraría la cámara a la cabeza, ¿sabes? Pero es que al final, yo creo que el Roce hace el cariño porque yo he conocido casos de fotógrafos militantes y también casos de fotógrafos de partido que no eran militantes del partido, ni simpatizantes, ni votantes. Y al final, prácticamente por osmosis,
al final te va calando, te va calando y no es que se vuelvan de una forma o de otra, pero si acabas, si no simpatizando, al menos tolerando. Eso es un tema también, ¿eh? Estar todo el día rodeado del mensaje machaca, machaca. Y sobre todo, si tú tienes, el hecho de tú tener alguna duda o algo así y decirle al político de turno joder, esto que has dicho y que él te lo explique con sus palabras de político y tal,
al final yo creo que te acaban convenciendo. ¿Te imaginas preguntarle a Rajoy algo? En plan, oye, perdona Mariano, no te he entendido esto, me lo puedes explicar, ¿no? Que te lo explique con su estilo, ¿no? Ah, vale, vale. Rajoy diría, pero ¿quién eres? Pues hay la leyenda urbana por ahí que ya... Te iba a preguntar eso, ¿eso es verdad? Eso que ponías en la entrevista, que no sabía quién era su fotógrafo.
Mira, esto viene de lejos. Rajoy tenía tres fotógrafos y de una conversación que tuve con uno de ellos que directamente yo, o sea, yo por curiosidad le dije, digo, pero Rajoy, digo, ¿Rajoy sabe quién eres? ¿Tú cómo le llamas? Y tal, digo, ¿sabe quién eres tú? ¿Cómo te llamas? Y básicamente, o sea, me dijo como lo de mira, vamos a dejarlo. Rajoy era muy particular con las fotos. Es el alcalde el que elige al, ¿cómo era?
Es el vecino el que elige al alcalde. Es que la relación de los presidentes y de los políticos en general con su fotógrafo en los últimos seis años ha cambiado, que es una barbaridad. O sea, una barbaridad. Esta mañana he estado cubriendo un acto de Vox. ¿Para bien o para mal? Para bien, para bien, o sea, para bien de la importancia.
Esta mañana el equipo de vídeo que llevaba la gente de Vox, o sea, de hecho me pareció espectacular. No sé, llevaba un teleobjetivo Sony de un tele enorme. Era un 300, no sé si tiene Sony un 200, 400 o algo así, con una cámara de vídeo gigantesca ahí grabando. Otro fotógrafo, o sea, otro operador de cámara con una sin espejo por ahí, su fotógrafo.
El presidente del gobierno conoce a su fotógrafo, son amigos, se llaman. El presidente del Partido Popular me dijo, habla con su fotógrafo y se dicen cosas. Eso en la época de Rajoy era impensable. Eso de que el fotógrafo va a llamar al presidente o le va a mandar un mensaje al presidente para decirle oye esto, o discutir, como yo he visto. Bueno, más que ver. Me han contado los protagonistas discusiones entre cargo político muy alto
y el fotógrafo de llegar al punto casi de decir, vete a tomar por culo. Tú decirle eso a un tío que es presidente o que puede ser presidente, hay que tener una relación muy sólida para decirle eso. Para decirle, oye, tú de gobernar sabrás mucho, pero de imagen no, déjame a mí.
Hay que tener mucha confianza para hacer eso. Claro, tú de los años que llevas en el Congreso con muchos políticos, tienes digamos cierta relación, cierta confianza. De hecho, yo confiaba que como eres amiguete de Pedro Sánchez, te lo ibas a traer al podcast. Creo que es el único podcast al que no ha venido el presidente. Has fracasado estepitosamente. En Bruselas. Podríamos haber hecho una conexión. Como está con la presidencia de turno
de la Unión Europea, le ha pillado en Bruselas. Si no es por eso, estaba aquí en Móstoles. ¿Sabe tu nombre? Sí, sabe que soy Edu, pero ya está. Tampoco exageremos. Hay con algunos políticos que sí que tengo más relación que tengo su móvil personal y cosas así. ¿Con quién? No te estoy pidiendo el móvil, te estoy diciendo con Yolanda. Con Yolanda Díaz hay muy buena relación. Hay más intercambio de mensajes.
Álvaro está posando como un gilipollas. Yolanda Díaz me sigue en Twitter, me sigue en Instagram. Es cierto que tiene una persona que lleva sus redes sociales junto a ella. A veces me manda mensajes también cuando una foto le ha gustado mucho. Se agradece. ¿Le has pasado ya la entrevista que hemos publicado con su fotógrafo? Ya la he visto. La he puesto esta mañana. No, pero le ha dado un me gusta. Lo de twittear igual todavía es demasiado,
pero si los me gusta y eso sí suele dar. ¿Y con quién más así tienes? No sé si de mandaros WhatsApp de buenas noches y tal, pero sí de cierta confianza como para... ¿Con alguien chungo? Bueno, con alguien chungo... Por alguna razón extraña le caigo muy bien al Macaren Orón. Toma ya, el otro girito que no esperábamos. Igual por las armas, Edu. Es que, a ver... Cuando estás trabajando hay una cosa que yo siempre explico.
El respeto es al cargo. A mí me da igual quién sea el señor diputado o el señor ministro. Es el máximo respeto institucional al ministro, que luego dirás yo que le tengo y tal, pero en tanto en cuanto es ministro o es diputado respeto máximo.
Entonces, siempre con educación y con corrección. Pero a Macaren Orón le caigo muy bien. De hecho, recuerdo una vez que me dice, me has hecho una foto que me ha encantado, no sé qué. Déjame tu Instagram que te voy a etiquetar. Y a mí se me debió de ver en la cara. Y me dijo, te meto en un problema si te etiqueto. Y me salió del alma y le dije, si me etiqueta, a lo mejor el problema lo va a tener usted. Pues le caigo muy bien y, de hecho, ahora que se ha ido
de Vox, me sigue también en Twitter y comenta cosas. Y hay algunos políticos, Guillermo Mariscal, que es del Partido Popular, ese de vez en cuando me viene joder, esto que dijiste en Twitter ayer, anda, qué menudo eres. Hay gente muy afable.
Oscar Matutes, un tío con el que da gusto hablar. Don Gómez Reino, que era diputado, ya no se presenta también, era de Podemos. También muy majete. Por Twitter te dan cosas y tal. También te digo, hace no mucho me pasó con un diputado, que esto lo vais a permitir que no diga el nombre, comentaba mucho mis tweets y tal. Y el otro día, por casualidad, me lo encontré. Iba yo con la moto, paré y dije, algo que no he hecho en mi vida jamás
de decir, hostia, voy a ir a decirle hola. No hemos hablado nunca así esto, pero encantado. Fui a saludarle y le digo, soy Eduardo Paz, hemos hablado mucho por Twitter, no tenía ni puta idea de quién era yo. Ibas con esa camisa, se asustó un poco.
Yo la conclusión que saqué es que dije, hostia, tienes un community manager. Y ya está. Es la conclusión que yo saqué. Yo hablé, intenté zafarme de ahí como pude, sin quedar demasiado en ridículo, pero yo dije, para una vez que me bajo a saludar a alguien, a decirle, hemos hablado mucho por redes, pero nunca nos habíamos presentado formalmente.
Igual tendrías que haber dicho, soy Eduardo Parra, ocasional colaborador de Fotolari. Igual por ahí alguien te hubiera dicho, ¡ah, vale, joder! Es que no llevo mi camiseta de Fotolari, que por cierto ya no se lee lo de Fotolari, pero bueno. Hombre, es que las da mucho uso.
Oye, cuéntanos lo de la camisa esta, que le llamo yo la camisa electoral, por si alguien no ha leído tu crónica del primer debate. Esta camisa tiene historia. Esta camisa empezó porque yo en una de mis múltiples discusiones por Twitter, de las miles que he tenido y con todos mis archienemigos, tuve una discusión con el que creo que es el superjefe de la gente del protocolo.
Creo que hay como una asociación de protocolo de España y algo así, pues con el jefazo máximo, básicamente lo que vino a decir es que los fotógrafos dábamos puto asco porque dábamos como unos walltrappers y que éramos unos guarros y que probablemente olíamos mal. Y entonces, claro, yo le dije, digo, oiga, señor. Que igual en algunos casos es verdad. Pero yo dije, oiga, señor, yo voy a trabajar, digo, es que, joder, hace
dos semanas tuve que hacer una foto a la reina y es ahí lo ridículo que es ir con el traje, la corbata, todo esto y luego toda la bolsa ahí llena de cacharros, llena de mierda de... Amigo, pero ahí sí te pones el traje. Sí, porque obligan. Ahí no tengo huevo. Es que la gente de Casa Real no se corta un pelo. O sea, hay otros sitios donde te dicen, jo, tío, es que cómo va a estar. La gente de Casa Real dice, no llevas corbata,
ahí tienes la puerta. De hecho, te dicen, ahí tienes la puerta y aléjate, por favor. Lárgate muy lejos. Y a Iker le parece bien eso. A Iker en general le parece bien banear a la gente por cómo va vestida. Es que Álvaro... No, no, es que Álvaro... Algún día publicaré los WhatsApp cuando Álvaro me pregunta si tenemos algún evento, puedo ir en pantalón corto. Me lo pregunta sobre todo si son cosas en Madrid.
Porque Álvaro en Madrid se tensa mucho, piensa que nunca vais en pantalón corto y que está muy mal visto. Entonces me pregunta, ¿puedo ir en pantalón corto? A ver, yo de hecho siempre voy en pantalón... O sea, yo pantalón corto no porque no me gusta, pero yo voy en pantalón vaquero a todas partes. De hecho, a ver, una cosa que por suerte no sucedió, pero una vez mis compañeras me gastaron una broma y me dijeron
oye, que has ganado el premio Mingote. El premio Mingote es el premio de fotografía que da el ABC que el discurso, o sea, lo da el rey y tal. Y yo lo primero que dije es, ah no, yo no me pienso poner en Mocking para recibir el premio. O sea, menos mal que rápidamente dijeron flipado, ¿de qué vas a ganar con el Mingote? Flipado.
Pero yo, o sea, yo por un lado estaba pensando los 10.000 euros, pero lo que primero que salió del alma es, ah no, no, no, a mí que me den el dinero pero digo, yo no me pongo en Mocking, no me jodas. Bueno, que no he terminado de contar esto. La camisa, pues toda la historia fue por esto, por el tío este de protocolo. Y, claro, a mí me sentó tan mal que al día siguiente había un pleno y dije, digo, sí, digo, pues mañana me voy con mi camisa de Hawaiiana
al Congreso, digo, pónganse a los cojones. Y la verdad fue un tremendo éxito. Porque yo sí que es verdad que siempre llevo camisetas muy llamativas, llamativas de colores, amarilla, naranja, roja, azul, lo que sea, pero de colores vivos hay veces que las llevo negras o blancas, pero bueno, pero siempre las llevo muy de colores vivos y sobre todo cuando vas a un acto donde va a haber mucha gente, porque es mucho más fácil con una camiseta
llamativa que te miren. De hecho, si tú tienes una cámara, lo estás haciendo fotos y dices, aquí, por favor, míreme aquí, por favor, la gente te dice dónde es aquí, no te ven, no te ven la cara, no saben quién grita. Pero si tú le dices, tú dices, a la camisa Hawaiiana, a la camisa horrible, a la no sé qué, pues te miran. Y las cosas como son. Esta camisa ya se ha quedado como el inicio del verano.
Hay un acto que hace el presidente del gobierno, más o menos cuando empieza el verano, me hace que haya más rendición de cuentas o algo así como en plan de, oye, esto es lo que hemos hecho y tal, y hace una rueda de prensa especial en Moncloa. Entonces, el primer año que me la puse en plan de esto es el inicio del verano, yo me pongo esta camisa, el presidente me vio y cuando se iba hizo así, y entonces ya le he dicho a la gente, digo,
si el señor presidente ha aprobado mi camisa, digo ya, el resto podéis decir lo que queráis. Ahora solo me falta la reina, que la reina me diga alright, y a partir de ahí ya todo cuesta abajo. Te tienes que poner unos cuernos de esos de búfalos, ¿sabes? Como el de...
O una cabeza de toro, en España está el que lleva la cabeza de toro este. Oye, esta camisa, cuando estamos grabando esto, el último debate es mañana, cuando la gente lo vea o lo esté escuchando, ya ha pasado, ¿cuento con que vas a llevar también esta camisa? Sí, en principio sí, en principio sí.
De hecho, está sin planchar porque la usé en el anterior debate, la lavé, la saqué de la cuerda y se me olvidó plancharla, la verdad. No soy buen planchista, planchero, planchador, planchador. Planchista es otra cosa, diría. No soy buen planchador, pero yo creo que como la he dejado ahí colgada de una pecha y esto, yo creo que cuela.
O sea, la puedo llevar mañana así al debate sin plancharla. El aprobado de Fotolari lo tienes para la camisa. El debate que va a ser a Tess, ya este segundo debate, que no sé si decir que es descafinado porque en realidad hay más gente, pero bueno, con la ausencia...
¿Cómo a Tess? No va a Feijo. Feijo no va. Es que te ves muy desconectado del día a día electoral. Sí, pero ¿para qué? ¿Es que para qué vas a estar conectado? Es que, o sea, si hay un año en la vida en la que la campaña es inútil... Hombre, no te creas.
Hay indecisos, ¿eh? No es inútil. Hay muchos, de verdad, o sea, hay mucha gente indecisa. Me parece fascinante. Los indecisos no se ven, pero hay mucha gente que no tiene claro todavía y de hecho, las campañas... Sí, pero hay indecisos entre bueno y malo o entre malo y peor. Hay de todo.
A mí me ha sorprendido. Es que, claro, no quiero ofender a la gente, pero hay algunas personas que tienen un nivel cognitivo pues muy limitado. Título para tu Twitter, ¿no? Edu, no quiero ofender a la gente. No quiero ofender. Hay gente que tiene un nivel cognitivo que dices, hosti, aquí seguro que te tienen que recordar que respires de vez en cuando porque hay gente que está diciendo, es que no sé si...
O sea, yo puedo entender que digas, no sé si votar a sumar o al PSOE, si a Vox o al PP y podría en un caso así decir, no sé si dudas entre PSOE y PP, pero hay gente que es que no sé si votar a Vox o al PSOE y tal. Pero porque... El otro día leí un mensaje que me hizo mucha gracia y me imagino que se puede extrapolar a todos los partidos, pero en este caso era sobre Vox, que decía he conocido a una persona que es musulmán que va a votar a Vox porque él como musulmán
radical es anti-gay y Vox es un partido anti-gay y he conocido a un gay que va a votar a Vox porque es anti-musulmán y la conclusión era, odies a quien odies, vota a Vox. Entonces, quiero decir, hay gente, o sea, somos 50 millones de personas, hay gente con un modo de pensar muy particular y cuando esto se sigue haciendo es porque al final al final algo se puede rascar y es como el mail-in electoral. Vengo hace dos horas, he estado haciendo un reportaje
de mail-in electoral y dices, oiga, se están gastando una morterada de dinero en enviar porque es lo que más con diferencia a lo que más cuesta de la campaña electoral y se está usted gastando dinero en unas cartas que por lo que cualquiera podemos ver en nuestros barrios según las sacas del buzón va a la papelera aunque sea de tu propio partido va a la papelera.
Yo creo que hay un punto en el que nadie se atreve a probar qué pasaría si no se hace. No, no, no, exacto, exacto. No creo que haya tampoco grandes evidencias de que sea útil. Lo que pasa que dicen, hostia, no vamos a ser nosotros el único partido de cinco que no mande... No se atreven porque porque no se hace de todos.
O sea, si alguien, es como si alguien dijera, oye, vamos a hacer una campaña de una semana, con una semana es suficiente. Si todo el mundo dijera, ah, vamos a hacerlo, pero no. Entonces esto hasta que no llegue alguien por ley y que diga, señores, se acabó el mail-in electoral, que estamos, no estamos sobrados de árboles, vamos a parar de enviar papel que va directamente a reciclar. Vamos a ir terminando ya porque al final va a ser esto más largo que un podcast normal.
Última, bueno, penúltima pregunta, no sé si Álvaro tiene algo más que decir. Yo he visto que estás haciendo, y que lo haces cada año, una serie de carteles, pero de carteles pegados, arrancados, destrozados que no reconoceré públicamente haber dicho esto, pero me gusta. O sea, me gusta la idea, me gusta el concepto y he visto alguna foto, una que muy tópico, ¿no? De Feijóo arrancado y que detrás estaba Abascal, que tiene su gracia.
¿Cuántos años llevas haciendo esto? ¿En todas las campañas lo haces? No, empecé, si no recuerdo mal, en las elecciones municipales y autonómicas de las de antes de 2020, me parece que fue, y fue por pura casualidad porque estaba haciendo otra cosa y encontré un cartel ahí roto que dije, joder, digo, qué fácil es componer aquí porque es un cartel cuadrado con arrancado y sin comerlo ni beberlo, la foto se publicó un montón y dije,
oye, aquí puede haber... Aquí puede haber palante. Entonces, sí que es verdad, hay una foto que se viralizó en su día en las elecciones municipales de 2000, no sé si fue 2020, es que ya ni me acuerdo cuándo fue, que era, o sea, la foto estaba genial porque era la foto electoral de Abascal, bueno, era Rocío Monasterio y Abascal, pero solo se le veía Abascal, alguien había rajado ese cartel y debajo se veía el cartel de Ayuso
y era una foto que la hizo una mujer con su móvil por ahí, que yo, de hecho, cogí la foto, la edité, la reencuadré, le di un poquito de negros, de saturación y digo, tú haz esta foto, digo, según te la he enviado yo, digo, esta foto es portada de libro y dije, joder, igual se puede hacer algo y entonces sí que llevo ya dos o tres campañas haciéndolo, lo que pasa es que carteles de papel que se peguen en paredes hay
muy pocos ya, hay muy pocos. Entonces, hay que irse pues fuera de las grandes ciudades, eso es lo primero y encontrar ayuntamientos que tengan espacios públicos o bien postes o tablones municipales donde dejan colgarlos y luego hay que darte un paseo, mirar cuáles hay y luego irte al día siguiente a ver si los han arrancado, porque este que decías tú de Feijo, ese cartel yo lo había hecho ya hace cuatro o cinco días,
estaba solo el de Abascal, no había Feijo. Y el otro día pasé, dije, a ver si lo han arrancado ya y el de Abascal habían arrancado uno, seguía el de abajo y el de Feijo lo habían puesto y lo habían quitado. No hiciste eso así un poco la puntita, como dejando ahí en plan de, yo no lo arranco pero os dejo aquí la idea, de hecho, este me ocurre y lo haría, porque cuando se lo planteé a mi jefa la primera vez,
llegó a la redacción y estaba mi jefa y la segunda al mando, viendo las fotos, y me dijo la segunda, dice, los has arrancado tú, ¿verdad? Por una dije, mira, llevo como 140 kilómetros en scooter, dándome vueltas por toda la comunidad de Madrid ¿Estáis cuestionando mi no sé qué? Sí. Te prometo que lo he pensado, digo, pero no ha habido lugar.
Y, de hecho, ahora, el reportaje que acabo de hacer ahora de propaganda electoral es muy parecido, solo que con papeletas. Buscar papeletas que estuvieran rotas y para hacerlas. En mi pueblo hubo uno, en unas elecciones, que se dedicó a untar mierdas de perro, en los carteles de los candidatos y candidatas independentistas. ¿Lo ves? Y es que hay gente muy rara. El pueblo de Álvaro es muy... Explica que tienes que recoger una mierda de perro.
Sí, sí, exacto, eso lo primero. Para extenderla, ojo. Bueno, el domingo entiendo que te toca currar, ¿no, Edu? Sí, me toca currar. El recuento, o sea, la noche electoral me toca sumar porque creo que las últimas elecciones creo que me he hecho 3 o 4 PP seguidos y una que me tocó Ciudadanos y ya he pedido que, por favor, PP otra vez, ¿no? Y me han asignado sumar. Y lo que no sé todavía es si tendré que
hacer votaciones. Otro momento fascinante para buscar gente votando en chanclas. Este año en chanclas, ¿sabes? Claro, monjas en chanclas sería la foto. Este año lo que hay que es gente que venga directamente de la playa, de la piscina y que venga con el bañador y los manguitos.
Claro, el voto con una mano y con el otro un ventilador de esos así, ¿no? O la foto, la foto. Ya está. Hacerla ya con inteligencia artificial ya lo tenéis hecho tú. Sí, como el domingo curras, ¿has votado ya o vas a el mismo domingo...? No, yo voto el domingo, yo hago las votaciones por la mañana, me vuelvo a casa, como y después de comer me voy a votar y luego... Joder, ya lo tienes todo pensado, ¿no? O sea, lo tienes
ahí la agenda... Sí, son muchos años ya haciendo lo mismo. La fiesta de la democracia. Sí, o sea, tenemos que estar en la sede del partido aproximadamente a las 8 de la tarde, o sea, que hay tiempo de sobra de comer y de echarte una siesta si quieres.
¿Tú, Álvaro, has votado? No, ¿tú votas...? Yo voto in situ o más que ya debajo casa. Yo he votado ya. Es la primera vez que he votado por correo. En las últimas elecciones me tocó presidente de mesa, pero como estaba con la cámara, me libré. Ah, o sea, sirve como...
Bueno, claro, que te toca currar. Claro. Si estás currando para... O sea, no te sirve si eres... Oye, es que yo soy periodista y... ¡Ah! Me toca ir a cubrir el Madrid. No. Si eres periodista y estás cubriendo... Soy de fotolario, oiga, no puedo... Si estás cubriendo las elecciones te liberan de eso.
Oye, pues te hemos dejado hablar mucho, ¿no? Igual incluso demasiado, ¿no? Demasiado, demasiado. Sí, ¿no? Álvaro dice que sí, sí, sí. Álvaro, cuando te voy a soltar chapa no me dejas hablar tanto. A ver, Rodrigo, me ha dado encargos que va a haber un capítulo más de podcast para intentar remontar un poco el nivel. Claro.
No, a ver, no se puede terminar. Acabar temporada así, así que la semana que viene haremos un especial... Con Lua Riveira, espero. Ojalá, ojalá, porque tiene cosas muy interesantes que decir, como lo demostró en la entrevista que le hicimos.
No, será con... Que interesante no significa que sea nada bueno, yo os lo digo. No, no. Con cosas interesantes. Muy maja chica y cuenta con cosas muy interesantes. No me líes, Edu, no me líes. Personalmente no la conozco, ¿eh? No sé si es maja o no.
Pues deberías, porque es maja y es... Yo creo que es muy buena fotógrafa. Y cuanto más fotos veo, más eso. Y Álvaro está de acuerdo conmigo. Álvaro, defiende un poco ahí, un poco. No, es que me parece absurdo, me parece absurdo... No hay debate, Edu, no hay debate.
O sea, no tienes razón. Pues eso, que haremos un especial de despedida de temporada y tal ya hasta septiembre. Y nada, estaremos atentos a tus fotos estos días, Edu, y el domingo no sé... ¿Qué se dice en estos casos? Que ganen mejor, ¿no? Son 11 contra 11.
No, no... Bueno, sí. En realidad, sí. Ojalá ganen... Es que no, Edu, aquí, mira, vamos a... Que ganen los buenos. Es que no ganen los malos. Me conformo con eso. Que no ganen los malos. Con eso ya, con eso me conformo. O sea, hemos llegado a ese nivel. Cuando te dicen, oye, ¿susto o muerte? Dices, venga, un susto muy gordo, pero que sea el susto.
Y ya está. Pues veremos, veremos a ver qué pasa el domingo. Y desocupamos el podcast para que la semana que viene ya vuelva Rodrigo, ponga orden y a ver qué sale. Y lo dicho, si esto lo estáis viendo en vídeo, es que ha salido guay. O sea, que igual la temporada que viene podemos hacer muchos capítulos en vídeo.
No sé si es bueno o malo, pero bueno, lo veremos. Un saludo a todos. Venga, adiós, adiós, chao, chao. Chao, chao. Chao, chao.