Hola, acá Hernán en un domingo pacífico de abril en Buenos Aires. Si alguien lee o escucha esto dentro de muchos años, quizás deba aclararse que estamos en tiempos de pandemia. Es decir, que la totalidad de escritores, músicos y periodistas que colaboran en esta edición de Orsai están encerrados en sus casas desde hace más de dos semanas. ¿El resultado? Aunque parezca increíble, son trabajos muchísimo mejores que cuando estaban sueltos.
Empezamos con una crónica íntima de nuestra editora Josefina Licitra, que desde hace ya dos semanas vive encerrada con un hijo adolescente. El texto se llama Somos agentes sanitarios de nuestra pequeña existencia y hay en él una mezcla de poesía, de actualidad y de sarcasmo maternal que lo convierte en una crónica que da gusto leer (aunque recomiendo que la escuchen). Finalmente, Josefina no hace más que confirmar lo que todos pensamos: necesitamos nuestra libertad y no sabemos qué hacer sin abrir la puerta de calle.
Seguimos con nuestro poeta pandémico Zambayonny, que se zambulle de nuevo en este tiempo dormido que nos envuelve. El poeta, casi ahogado de cuarentena, de alcohol en gel y de jabones, pone la lupa en contar cómo empiezan a crujir todas las estructuras. Los versos se llaman Respiración artesanal y responden preguntas: «¿Qué está haciendo hoy un agente inmobiliario, un cura, una sexóloga, un mago, un narco, un biólogo? Zambayonny, de alguna extraña manera, lo sabe.
Seguimos con un cuento de Carolina Martínez que, por suerte, no tiene nada que ver con el virus. La historia se llama Los cimientos y nos cuenta que las marquesinas de todos los negocios del pueblo de Solís tienen la misma imagen: la foto de un hombre en la playa, y una leyenda acompañada de un teléfono que pregunta su paradero. ¿Qué fue de la vida de Ariel? Es un misterio que nadie puede resolver.
¿Quieren más ficción? Tenemos más ficción. Hoy debuta con nosotros la autora venezolana Luisana Cartay con una historia que empieza así, escuchen. En el momento más importante de su vida, una chica distingue que lo que viene será trágico: está a punto de morir ahogada en una playa del Caribe y necesita afrontarlo con la valentía propia de la adolescencia. El cuento se llama Una vez me morí ahogada y es trepidante. Tomen aire por la nariz, aguanten la respiración, y escuchen.
Y cerramos con un viejo cuento mío, que tiene la novedad de una voz maravillosa que lo lee, y unos efectos de sonido. El admirado Lalo Mir leyó El móvil de Hansel y Gretel, un relato en el que me pregunto qué espantosa resultaría la literatura si el teléfono celular hubiera existido siempre, cuántos clásicos habrían perdido su nudo dramático, y qué fácil se habrían solucionado las grandes tramas de ficción. Escuchen la historia en la voz de Lalo.
Amigos y amigas, desde nuestro encierro al vuestro, sean bienvenidos a la actualización semanal de contenidos en audio de la Revista Orsai. Como saben, podemos subir estos contenidos de manera gratuita gracias a los que compran la revista Orsai en papel. A los fetichistas, a los que todavía se empecinan en tener crónica literaria y periodismo de calidad. Actualmente, está en vigencia la preventa de la nueva Orsai número seis que saldrá en junio. Pueden conseguirla en la Tienda.
Ojalá lo hagan. Y ojalá que, cuando la revista llegue a sus manos, ya estemos otra vez fuera de casa.
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