Antes de Watchmen. Antes de las Crisis en Tierras Infinitas. Antes del Dark Knight o de la Broma Asesina. Mucho antes de la línea Vértigo y sus grandes éxitos. Antes de todo ello, en 1982, Mike W. Barr y Brian Bolland pusieron su talento al servicio de una maxiserie de doce números (la primera maxiserie de la historia de DC Comics) que sorprendió a propios y extraños. Aprovechándose de las características singulares de esta publicación (primer producto dirigido directamente al mercado directo, extento de las restricciones del Comics Code Authority), el tándem creativo realizó una revisitación de los mitos artúricos recuperando a Merlín, Arturo y los Caballeros de la Mesa Redonda en el año 3000, justo a tiempo para salvar a Inglaterra y a toda la humanidad de una invasión extraterrestre. En las páginas de Camelot 3000 los lectores y la propia DC Comics se dieron cuenta que se podían publicar cómics más maduros y que dando libertad al talento creativo, se podía hacer historia. Por contexto y calidad, esta maxiserie es uno de los cómics más importantes de la historia de DC Comics... y uno de nuestros favoritos. Hoy, movidos por la nostalgia, lo analizamos en profundidad.