Hace ya demasiados años, en una época en la que interconexión del universo DC se potenció al máximo y donde los personajes y las series nos demostraban mes a mes que vivían más que nunca en un universo cohesionado y compartido, la excelencia era la norma en el catálogo de DC Comics. Tras la revolución surgida con la llegada de Geoff Johns y el contagio masivo en las grandes estrellas de la editorial, se sucedían los grandes acontecimientos a velocidad de vértigo. A Crisis de Identidad le sucedieron Countdown, OMAC Project, Villanos Unidos, Sacrificio, JSA Clasificado y muchos más, sin olvidarnos de series regulares en un excelente momento de forma como Teen Titans, Outsiders, JSA, Green Arrow y muchísimas más.
En ese momento, 2005, DC Comics publicó un gran evento que puso punto y final a una escalada de violencia y oscuridad que se adueñó de su universo de ficción, en forma de la maxiserie Crisis Infinita, a cargo de Geoff Johns y Phil Jimenez. En las páginas de este evento, importante en su momento pero diluido a posteriori, ocurría lo que podría considerarse el día más oscuro del universo DC, con la destrucción de la Roca de la Eternidad, Atlantis, Themyscira, Bludhaven... y mucho más. Y en el día de más oscuridad, hacían falta los héroes más que nunca. El resto, es historia. Hoy, la recordamos.