Fabuloso el episodio 8 de Andor, porque vamos avanzando con las tramas conocidas, se nos presentan otras nuevas y, sobre todo, porque vemos al Imperio más enfadado que nunca tras lo ocurrido en episodios anteriores.
La atmósfera opresiva de este episodio es tremenda, sea cual sea el lugar que nos estén mostrando. Incluso cuanto más blanco, luminoso y limpio para un sitio, más consiguen que nos sintamos desesperanzados.
Además, mención especial a la banda sonora de Nicholas Britell (ya disponible el álbum de los episodios 1 a 4), que nos ha encantado. Como curiosidad, el tema que aparece junto con el título de la serie es diferente cada semana.
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