Mikel López Iturriaga, el cerebro detrás de "El Comidista, repasa su infancia inquieta hasta convertirse en un referente en el mundo culinario. Mikel, un niño que disfrutaba de sus juegos y aventuras, nos revela cómo desarrolló su imaginación y creatividad a través del juego. Desde construir mundos imaginarios con su hermano y amigos hasta crear ingeniosos juegos con chapas de botellas y garbanzos, su infancia fue un festín de diversión y aprendizaje.
La pasión por los juegos de imaginación, construcción, estrategia y tablero de Mikel López Iturriaga forjó un espíritu audaz y astuto, que hoy en día se refleja en su trabajo. Su receta para el éxito es simple: la diversión. Su humor y enfoque payasete se convierten en un ingrediente esencial en su receta para la vida, donde estimular la creatividad es el plato principal.
Desde el niño "repipi" con un amor por la política hasta el experto en cocina de hoy, Mikel nos demuestra que el juego es la llave del aprendizaje y del desarrollo de la creatividad, y que la diversión es un ingrediente esencial en la receta de la vida. ¿Qué podríamos aprender de su historia? Que, independientemente de la edad, el juego y la diversión son las chispas que encienden la llama de la creatividad. Así que, ¿por qué no seguir jugando, explorando y disfrutando de la vida?