Los milagros existen. Y más todavía en fechas navideñas. En medio del fragor de una Europa que ardía durante la Segunda Guerra Mundial, la Nochebuena de 1944 abrió una grieta luminosa en la oscuridad. Mientras aliados y alemanes se debatían entre el frío y la barbarie, el espíritu de la Navidad logró colarse entre los árboles de los bosques belgas, y propició un prodigio que pocas veces se ha visto en la historia.
Aquel día, cuando la muerte regía los combates durante la 'Operación Greif' -el loco asalto de Adolf Hitler sobre la región de las Árdenas- un gesto sencillo devolvió a unos soldados perdidos la certeza de que había esperanzas en la humanidad. En mitad de la noche, alemanes y norteamericanos dejaron a un lado sus diferencias para sentarse juntos a la mesa. Una noche que el divulgador José Luis Hernández Garvi, autor de 'El Blitz' y 'La invasión de Polonia', define como mágica.
Publicado: 19 diciembre 2025