Adolf Hitler murió con el juicio nublado y la barriga llena. El ‘Führer’, ese asesino de masas que anhelaba ensanchar el ‘espacio vital’ de Alemania en los territorios de la Unión Soviética, comió espaguetis con tomate junto a su secretaria poco antes de paladear un postre a base de cianuro y acero de pistola.
Fue el 30 de abril cuando se suicidó en el corazón del búnker de la Cancillería. Y lo hizo de la mano de su esposa, Eva Braun, hace nada menos que ocho décadas. Con ellos quedó sepultado el Tercer Reich, ese que debía durar mil años y apenas se extendió un lustro.
Se marchó el arquitecto, pero se quedó la triste obra. Los once años que Hitler pasó al frente de Alemania dieron como resultado una Europa sumida en el desastre absoluto. La Segunda Guerra Mundial provocó más de 75 millones de muertos; el equivalente a borrar del mapa a toda la población española... dos veces. La mayoría de ellos, civiles.
Son los datos de la barbarie, desconocidos muchos de ellos, pero que han salido a relucir gracias al historiador Grego Casanova y a su nuevo ensayo, 'Lo que no te contaron de la Segunda Guerra Mundial'.
Publicado: 25 abril 2025