En este Bliztocast hablaremos de un escuadrón de aviones perdidos. Si a alguno de vosotros os ha venido a la cabeza el famoso Vuelo 19 desaparecido el 5 de diciembre de 1945 mientras sobrevolaban el triangulo de las Bermudas…. Siento defraudaros porque no es de esos 5 bombarderos torpederos TBM Avenger al mando del teniente Charles Carroll Taylor de los que trata este episodio. Sin embargo, hablaremos de todo un escuadrón de 20 cazas Supermarine Spitfires Mk IV fabricados en la planta de las West Midlans en el reino unido y que fueron enviados por piezas, todas ellas envueltas en papel engrasado y trasladadas por mar hasta Birmania, en grandes containers sellados con cera.
Pero que hacían estos aviones camino de Birmania en los últimos coletazos de la segunda guerra mundial? Bueno, es hora de poner las cosas un poco en contexto.
En 1945 Birmania era una antigua colonia Británica que había sido invadida por los japoneses en 1942, aunque Japón nunca llegó a tener un control absoluto sobre el país su llegada, desató un sinfín de tensiones nacionalistas contra el antiguo gobierno colonial. Los japoneses prometieron no solamente expulsar a los británicos y a los nacionalistas liderados por el general Aung San (fundador del partido comunista birmano) sino que además proclamarían una república independiente.
De hecho los japoneses llegaron a declarar la independencia de Birmania en 1943, pero los nacionalistas birmanos se percataron de que en realidad Japón pretendía convertirles en un país satélite por lo que pactaron con los ingleses el defender los intereses coloniales en 1944 y el 27 de marzo de 1945 el ejercito nacionalista birmano se revelaba contras los invasores japoneses y para mayo los japoneses habían sido prácticamente expulsados del territorio birmano.
A pesar de la expulsión de los japoneses de territorio birmano la segunda guerra mundial continuaba en el escenario asiático. Durante el periodo entre mayo y agosto, cuando se lanzaron las bombas atómicas sobre Hirosima y Nagasaki, las fuerzas británicas siguieron recibiendo contingentes bélicos. Y como os podréis imaginar, uno de esos envíos eran los veinte spitfire de los que hablábamos al principio. El caso es que los Spitfires en cuestión nunca llegaron a ser sacados de los contenedores para ser montados, ya que conforme finalizo la guerra el gobierno británico los declaro “excedente de guerra”
¿Por que? Pues no esta claro, puede que considerasen que tenían demasiados efectivos destacados en Birmania, que pensasen que un avión turbohélice por mucho que estuviera sin ni siquiera montar, estaba ya obsoleto ante los motores jet que se empezaban ya a probar.
El caso es que no solamente decidieron no montarlos, si no que en lugar de devolverlos a la metrópoli para que el gobierno decidiera su destino, decidieron que la mejor opción era enterrarlos tal y como estaban desmontados dentro de los contenedores sellados. Probablemente para evitar que pudieran caer en manos del ejercito nacionalista si no llegaban a entenderse, cosa que acabaría sucediendo en 1948. Así que en algún momento de agosto de 1945, el ejercito norteamericano enterraba los container que contenían nuestros spitfires en algún lugar secreto de Birmania.
Y la historia podría finalizar tranquilamente en este punto, con una especie de "santo grial" en forma de veinte spitfires perdidos en algún punto de Birmania. Pero tranquilos, que esto no acaba aquí, por que el escuadrón de Spitfires no solamente se perdió, si no que después de cincuenta años fue encontrado. El azar quisó que en 1997 Jim Pearce una especie de arqueólogo e historiador aeronáutico (el Indiana Jones de nuestra historia) que estaba entrevistando a varios veteranos estadounidenses se enterase de la historia cuando uno de ellos le dijo “en su época se hicieron muchas cosas estúpidas pero la más tonta fue enterrar los spitfires”
A Pearce esto no le pasó desapercibido y no dudó en ponerseen contacto con David Cundall un inglés de 62 años fanático de los aviones de la segunda guerra mundial y que dedicó mas de 15 años y 200000€ de su propio bolsillo a la búsqueda del escuadrón perdido, para lo que no solo tuvo que localizar y entrevistarse con veteranos que pudieran conocer la ubicación si no también ganarse la confianza de las autoridades birmanas, que por entonces era una dictadura militar para poder viajar e investigar sobre el terreno.
Cundall dio con la ubicación de los container en febrero de 2012 pero no se hizo publico hasta abril de ese mismo año, y aún así únicamente se informó de que se había introducido una sonda y que los container se encontraban aparentemente en perfecto estado.Pero por que tanto secretismo? Pues muy sencillo por el valor del hallazgo, tened en cuenta que se trata de 20 Spitfires “recien salidos de fabrica” y que además son un modelo que no era para nada frecuente ya que la mayoría de los supermarine fabricados durante la guerra montaban el motor Rolls Royce Merlin, mientras que los Mark XIV montaban el más potente Rolls Royce Griffon.
De los 20334 Spitfires fabricados hasta 1947 solo 2053 llevaban este motor y de ellos solo quedan 35 operativos en todo el mundo lo que hace que el valor de cada uno ronde el millón ochocientos mil euros, así que cada unidad de este escuadrón podría rondar los dos millones de euros teniendo en cuenta que están nuevos y la rareza de pertenecer a este escuadrón perdido. Así que estamos hablando de un valor de aproximadamente 40 millones de euros, por si no fuera suficiente Birmania tiene vigentes una serie de sanciones internacionales que le prohiben exportar cualquier tipo de armamento entre los que se incluyen los spitfires y es que la comunidad internacional teme que pudiera utilizar los beneficios para adquirir nuevo material militar mas moderno.
Otro escollo para el rescate es la inversión necesaria para el rescate en si mismo y que según los cálculos del propio Cundall rondaría los 600000€ de los cuales carecía. Así que Cundall contacto con el millonario británico y fanático de la aviación Steve Boultbee Brooks que se ofreció a financiar toda la operación y ocuparse de los problemas diplomáticos.Brooks ofreció un contrato con unas cláusulas abusivas en las que todo el trabajo e investigación de Cundall pasaba a ser propiedad de una de sus empresas, Cundall rechazó el contrato y consiguió un nuevo inversor que no solamente financiaría el rescate si no que se comprometía a comprar todos los spitfires por 1.800.000€ de los que Cundall recibiría el 40% del precio de venta, otro 40% seria para el gobierno birmano y el 20% restante para el agente local de Cundall.
Por desgracia para Cundall, le dio demasiados datos a Brooks lo que posibilitó que este iniciase un proceso de rescate paralelo en una especie de carrera por ver quien llega antes al tesoro escondido durante más de 50 años. Y como a perro flaco todo son pulgas a estos dos equipos se les sumaron uno norteamericano, otro israelí y un tercero enviado por el gobierno británico de David Cameron que habría negociado con el gobierno birmano el levantamiento de varias sanciones internacionales a cambio de los spitfire.
A día de hoy no esta claro que ha sucedido con estos spitfire, en cualquier caso esperamos tener noticias al respecto pronto y que semejantes joyas voladoras puedan surcar los cielos por primera vez más de 70 años después de ser empaquetadas con destino a Birmania.