El cine y el verano en ‘Amanece que no es podcast’

Thand by me de Rob Reiner, ¿no? Estos cuatro amigos que van ahí, ¿no? Acaban las clases y se van a a buscar un cadáver, pero bueno, como como una cosa de diversión veraniega. ¿No? Una película muy del verano, pues, puesto el rayo verde de Romer.

¿No? Es una película que de alguna manera dialogábamos con ella cuando hacíamos La Virgen de Agosto, pero tantas y tantas, ¿no? Es que hay tantas películas. Es un género, yo creo que el verano es un es un género, casi te diría, cinematográfico, ¿no? El el verano en sí mismo.

La brisa del mar, el olor a crema solar, el bañador pegado al cuerpo y una pantalla de cine al aire libre. Son cosas que nos evocan, cómo no, al verano. Como dice Jonás Troeva, el verano es casi un género cinematográfico en sí mismo.

Es época para el disfrute, para el relax o para viajar por fin a lugares cercanos o lejanos que nos apetecieron porque primero los vimos en las películas, y es también el momento para recuperar el tiempo perdido y disfrutar en streaming de esas joyas que no vimos en su día en las salas.

De todo ello hablaremos en este programa, del verano, de escapadas cinéfilas y de las películas imprescindibles estrenadas en lo que llevamos de dos mil veinticuatro. Pero también haremos un avance de lo que vendrá de todo lo que nos espera para alegrarnos la vuelta a casa.

Somos Julieta Marcialay.

Y Juan Silvestre.

Y esto es.

Amanece que no es podcast. Lucía.

Yo, Lorenzo.

¿Cómo te llamas? Lucía.

Yo Lorenzo.

Yo lo sé, te conozco. He leído tu novela.

Porque sí, sí, contra todo pronóstico, yo, Susana Romero, soy bollera, me he enamorado de una monja y mi mejor amiga se ha enamorado de dios. Pues cada uno con lo suyo.

¿Quién es?

La Eneida.

¿Y de

qué va?

El héroe Eneas y la hermosa reina debido herida de amor se preparaban para oír juntos al bosque.

Empieza como siempre Juan Vintage, y rescatando del pasado, pues, Son de mar, de Vigas Luna, Lucía y el sexo, de Julio Medem, o La llamada de los hobbies, tres películas muy diferentes que nos llevan al verano.

Para ti cuando hablamos de eso del verano, Julieta, ¿qué es lo primero que te viene a la cabeza? ¿Películas como las que has recordado que suceden en esa época o películas que viste en verano?

Pues mira, voy a jugar a desconcertarte un poquito y y voy a alejarme de mi tendencia a rebobinar para recordar una película que vi en verano, en agosto de hace dos años, creo que agosto del veinte veintidós, que se llama Voy a pasármelo bien, de David Serrano. Una comedia musical ambientada en los ochenta, A ritmo de hombres G, que era fresca, con unos niños fantásticos, Danny Rovira y Raúl Arévalo, que estaban de exterminillantes, y unas coreografías que daban alegría de vivir. O sea, es una peli adulta para todos los públicos súper recomendable y que creo se puede recuperar en Prime Video si alguien tiene curiosidad, de verdad merece la pena. Y que suceda en verano, pues también me voy a poner bastante actual y me voy a ir a Libertad de Clara Rocket, ya una asidua de nuestro podcast, ¿no? Ese Mediterráneo de la Costa Brava, ¿no?

Que te ¿Y tú? Pues ¿Y tú?

Pues mira, yo si te digo, corrí al verano del sesenta y tres y todo el mundo me llamaba baby sin que a mí se me pasara por la cabeza la idea de protestar.

Por favor.

¿Esto qué

es? Esto es Dirty Dancing.

Esto es Dirty Dancing, que es la película para mí por excelencia del verano, y he empezado así porque es, yo creo que es la única película que he visto tantas veces que me salieron de memoria entero.

Franísima.

Literal, literal, de verdad no miento. Me parece, bueno, que es una película que además pasa el tiempo y sigue siendo maravillosa, ha envejecido fenomenal, está llena de momentazos. Bueno, es que a mí me me fascina y la veo mucho para que no se me olvide qué onda.

Qué grande eres. No, no, es maravillosa. A mí también me me encantó mucho. Bueno, además que está muy ligada también a las otras, para mí en el sentido de que son o de adolescentes o bailonas, o sea, tienen que ver con con mi Peter Pan o con mi pasado remoto de bailarina.

Pues fíjate, se me ha ocurrido otra hora, me ha venido a la cabeza, que también he visto mucho, no me sé el guion entero, pero muchas partes sí, ¿qué es tú a Boston y yo a California?

Ay, por favor.

La original, que a

mí me encanta.

Maravilla ese campamento, maravilloso. Estas son probablemente ya las dos películas que más he visto en mi vida, fíjate. Bueno, y tengo que decir que la que promete también muchos, Buffalo Kids, película española que, bueno, pues pretende llevar a todos los niños a las salas de cine este mes de agosto, y hemos hablado precisamente con Jesús García Galocha y Pedro Solís García, sus directores, para que nos cuenten también cuáles son o han sido sus películas del verano.

Si tengo que elegir una, pues elijo la película de los Goomies. ¿Por qué? Porque la vi siendo un niño con unos ojos que habían visto pocas películas, entonces es una película que me impactó mucho. El género de aventura, que es el género de las películas solemos hacer porque es el género, mi género favorito con diferencia, y para ser vista con ojos de niño, pues, claro, me me impactó mucho, me la la disfruté mucho y y le tengo un recuerdo genial.

Una que me impresionó porque tenía yo diez, once años y estaba en un cine de verano en un pueblo de Córdoba, el pueblo de mis padres, y pusieron una película que era El triángulo de las bermudas, una película de miedo con muñeca de porcelana. Desde entonces, las muñecas de porcelana me dan pánico y esa película la asocio al verano.

Mi película internacional favorita es La zona de interés, de Jonathan Glaser. Parece que es de hace un siglo, pero sigue siendo de este año, y me sigue dejando alucinada las decisiones narrativas y estilísticas que toma toma Jonathan Glaser, y sobre todo el lugar tan incómodo en el que te coloca, cuando ves a esa familia de nazis viviendo absolutamente ajena al horror y esa pregunta de, ¿y si todos vivimos también en esa zona de interés?

Yo destacaría rivales, la maravillosa horterada, consciente y orgullosa de serlo, de Luca Guadagnino. Es una película sexy y absolutamente acalorada que se convierte en el culebrón que necesitábamos con una zendaya imperial, como vértice de un triángulo amoroso en el que ella establece las normas. Es un capricho imprescindible, rivales.

Si alguien opina que Doom dos no es la mejor película de dos mil veinticuatro, una de dos, o tiene un sentido de la aventura nulo, o bien disfruta sacando punta a la película de ciencia ficción más épica y visualmente más apabullante de la década. Una secuela que supera su predecesora y a la que solo Gladiator dos podría robarle la corona en dos mil veinticuatro. Una obra maestra, otra más, de un genio llamado Dennis Villeneff.

Me gustaría destacar El deshielo, la ópera prima de la actriz belga Firle Battens. Narra la historia de una joven incapaz de superar un doloroso de su vida, y lo hace maravillosamente bien a través de dos líneas temporales, la de la niñez, protagonizada por la debutante Rosa Marchant, y la de la edad adulta con Charlotte de Brune al frente. Es un drama muy a tener en cuenta sobre la crueldad infantil

de la traición, uno de esos que encogen el corazón hasta dejarlo helado.

Toque destacar Civil World, de de Alex Garland. Una película pacifista y antipatriota que, al igual que sus protagonistas, reporteros de guerra, evidencia el sinsentido de las guerras, pues simplemente exponiéndolo, mostrando la desoladora realidad desde dentro, sin explicar razones ni colores políticos.

Yo voto por pobres criaturas como película internacional de lo que llevamos de año, a pesar de que se viera en la muestra de Venecia en el pasado verano, y lo hago por el alcance popular consigue un cineasta en principio tan poco dado a empatizar con el público como es Giorgos Dantimos. El griego, con la ayuda de una entregadísima Emma Stone, firma su película más accesible con lo que puede ser una excelente vía de entrada de cinéfilos curiosos, pero más mainstream a un universo único.

El equipo de fotogramas, formado por Ruíz Alvans, Laura Pérez, Ricardo Rosado, Javier Díaz Salado, Coral, Chamorro y Franchico, han destacado estrenos internacionales excepcionales de este primer semestre del año, que son obligatorios para quien quiera estar al día. Pero

este dos mil veinticuatro nos ha dejado una lista de títulos imprescindibles mucho más larga. Yo, por ejemplo, creo que en Los Deberes veraniegos no puede faltar, para mí, una película maravillosa este año ha sido Desconocidos. De

De acuerdo contigo total. ¿Verdad?

Es que no no no me falla nada en esa película.

Además, viniste viniste muy tocado Muy

tocado, muy tocado, sí, me me conmovió mucho, me pareció un guion maravilloso de una originalidad brutal, me pareció un amor por encima de todo. Y bueno, ellos están maravillosos, Andrew Scott maravilloso, Paul Mezcal maravilloso, Claire Foy está increíble y Jamie Bell, el niño de Billy Elliott. Es que es todo perfecto en esa película, es todo perfecto, me parece de una sensibilidad arrolladora. ¿Y tú cuál dirías que has sido la misma película?

Sabes que yo nunca puedo seleccionar solo una porque soy una pesada, pero sí quiero recordar una emotiva y melancólica los que se quedan. Así empezamos enero con el reencuentro de Alexander Payne y Paul Llamati veinte años después de entre copas y que se llevó el Oscar David Joder Randolph. Y luego, pues voy a sacar a colación dos Westerns muy diferentes y que reivindico a los dos por igual. Fíjate si ya me estoy metiendo en el melón que tú dices, uno es hasta el fin del mundo de Diego Mortensen, que me fascinó, Me parece un ejercicio de delicadeza y de generosidad por parte de Diego Mortensen también darle ese papel a su protagonista, un huésped que tiene el espíritu huésped, porque estás viendo retazos de Howard Hawks, estás viendo retazos de John Ford en pequeños gestos y y bueno, y se ve que amigo Mortensen hizo un ejercicio, bueno, pues de amar el oeste desde que eres pequeño, como ama el oeste desde que es pequeño Kevin Costner,

que

al pobre hombre, o sea, es que le han dado por todas partes con Horizon y yo defiendo esa película en muerte. Me parece la conquista del oeste, pero la antigua que le hicieron cuatro y él la ha hecho solo, que es una un inicio de de epopeya muy bien contada, muy bien presentada, tiene personajes a por villo, te importan todos. Es que nadie sabe lo difícil que es, dura tres horas y cuando se encendió la luz, yo dije, pero han pasado ya, o sea, entendí que la gente en Cannes se levantara y aplaudiera, y no he entendido por qué esta manía persecutoria que tienen a mi pobre Kevin.

Sí, además es que en, por lo menos, en Estados Unidos, la segunda parte que iba a ir en agosto, bueno, de momento, la han aguantado, dicen que lo que quieren es que la gente se familiarice más con la primera en plataformas, demás. Bueno, es una película difícil. Yo entiendo que, aparte de tu amor por el western, hay otra cosa aquí con Kevin Costner que tú, pues, bueno, nos tienes que contar. Sé que no tienes su teléfono, hace mucho que no hablamos de tu agenda, por cierto, tenía que sacarla. No tienes su teléfono, pero tienes una historia por ahí con unos anillos y unas gafas de sol, que yo quiero que la compartas con los niños.

Vamos vamos a volver a época de alta. Mira, es que ni me acuerdo a qué película venía a presentar Kevin Costner, Kevin Costner, perdonarme, es que me pongo nerviosa, solo producción el idioma normal. Pero era la época de ya los últimos programas de caiga quien caiga, para que nos hagamos una idea. No me tomo la molestia de hacer coincidir la filmografía con el programa, pero anyway, los de las distribuidoras, pues cuando saben que hay un periodista que de una fascinación especial por un actor, se pueden, pues tienen un mismo con él en aquella época en la que se podían tener mimos. Y entonces vino Kevin Costner y la única persona que tuvo un one and one fue yo.

El momento

fue un poco patético, porque claro,

yo llego toda nerviosa, toda arreglada.

Claro, claro.

A ver a Kevin Costner, que estaba perfectamente sentado en Hotel Rich y entonces me da la mano y entonces cuando ya ya se la quito, se me caen los anillos, pero vuelan por todo el salón. Entonces, yo en lugar de hacer como si no pasara nada, seguía mirándole los ojos, pero con la manita buscando el anillo por el suelo.

O sea,

un ridículo y él partido de risa, como diciendo, bueno, esta esta que es una friki. Bueno, anyway, salí como pude de la entrevista, quiero que le hice bien, porque en fin, el Isenda, que era exigente, me la publicó. Pero claro, yo por si acaso había hecho tanto ridículo y había perdido tiempo de entrevista, me quedé a la rueda de prensa que daba después, en primera fila, por supuesto. Y entonces, ya sabéis, y los que no lo saben o os lo digo, uno de los retos de caiga quien caiga era que todas las estrellas que venían a presentar Película Madrid, sí o sí tenían que ponerse las gafas del programa. Entonces no me acuerdo quién se las dio.

No sé si Arturo Vals, no me acuerdo si Pablo Carbonell ni idea. El caso es que le dieron las las gafas a Kevin Costner. Entonces se volvió hacia mí, se puso las gafas, se las bajó y mirando por encima de ellas dijo me quedan bien y esto es

todo que tengo que decir

sobre eso.

¿Y tú no te pudiste levantar de la silla?

No, ¿cómo? No me va a gustar Horizon, me gusta todo.

Por cierto, tenemos otro recuerdo cinéfilo veraniego, el de Curro Velázquez, director de la comedia Cuerpo Escombro, que llega a los cines este mes de agosto. Vamos a escucharlo.

A mí hay dos películas, una americana y otra española, que yo las ubico totalmente en verano. Una es reza con el Las Vegas, recuerdo que que el año en que se estrenó, que fue en agosto, ese verano fui a verla como cuatro veces o cinco, me pareció divertidísima, Gamberra, visualmente súper potente, con actores desconocidos en ese momento, caras nuevas y me parecía que era algo como como que en ese momento me apetecía mucho ¿no? Y aparte que tiene gas míticos y muy divertido. Y luego hay una española que no recuerdo que se estrenase en verano, pero que es cierto que yo siempre en vacaciones de verano la pongo en casa porque me parece que es una de las comedias españolas más graciosas y divertidas y y de alguna manera la película si si transcurre en verano, yo la veo en esta época y es días de fútbol, o sea, lloro de la risa con esa película, me parece fantástica y no me canso de verla.

Mi película española preferida de este año es La estrella azul, de Javier Macipe. Es una película muy especial sobre un músico que vivió en Zaragoza en los años ochenta y juega mucho con el cruce de géneros, provocando una tremenda incertidumbre sobre si lo que estás viendo es una ficción, es un documental, tal vez es un falso documental, y el resultado es tremendamente mágico y muy, muy especial, me gusta mucho.

Pues para mí, de momento, la mejor película española de este dos mil veinticuatro es La casa, la adaptación cinematográfica del cómic de Paco Roca dirigida por Álex Montoya, que nos habla sobre la familia, la herencia y sobre, pues, el paso del tiempo, todo bajo la mirada de una casa, de de la casa como testigo, y gracias también al gran trabajo coral de su reparto liderado por un enorme David Verdaguer.

Sin duda, una película digna de destacar es Pájaros, la tercera como director de Paudura y la primera juntos de Javier Gutiérrez y Luis Taera, al que vemos en un registro bastante diferente al que nos tiene acostumbrados. Los dos interpretan a dos perdedores unidos por el destino y que realizan un viaje por Europa con la intención de arreglar sus vidas. Pájaros es una road movie conmovedora, agridulce e inteligente, que trata de temas como la soledad, el fracaso y las segundas oportunidades.

Subrayaría Calladita el primer largometraje de Miguel Faus, que amplía uno de sus cortos para mostrarnos las desventuras de una empleada doméstica colombiana, que que está estupendamente interpretada por Paula Grimaldo, que trabaja de sol a sol y sin contrato en una mansión de lujo. Es una historia muy pequeña que fascinó a Steven Sodenberg en el festival de Sundance.

La sorpresa más reconfortante y vitalista de dos mil veinticuatro en el cine español se llama El bus de la vida, una película donde un enorme Danny Rovira revisita su heroica travesía contra el cáncer acompañado de Susana Baitwa y Helene Irureta, quienes, de regreso a ese País Vasco de Patria, confirman que el carpe Diem sigue moviendo montañas, es decir, que no dejes para mañana lo que puedas hacer hoy y vete corriendo al cine a ver el bus de la vida.

Mi película Nacional del Año o o de la Década y no exagero es segundo premio. Una maravilla absoluta de Isaquila Cuesta y Paul Rodríguez, que más que girar alrededor de la leyenda de los planetas y la grabación de una semana en autobús, el más icónico disco de la banda granadina, nos habla de la emoción en mayúsculas, del proceso creativo, de encontrarnos en el reflejo de los otros o de perdernos dentro de nosotros mismos.

Y estas eran las películas españolas favoritas de la ¿Tú cuál crees que habría que añadir a esta lista, Julieta?

Pues, puesto que hablamos de películas que se desarrollan en verano, yo añadiría aquí Los pequeños amores de Celia Rico, la directora de Viaje al al cuarto de una madre que vuelve a contar una historia de una madre y una hija, en este caso juntas de vacaciones, un poquito a la fuerza, porque la madre tiene una pierna rota y que interpretan unas sobresalientes María Vázquez y Adriana Flores, a la que, por cierto, en agosto la volveremos a ver en cines con la pleino Alberta. Las dos componen a dúo mujeres sabias a su manera, muy pegadas a la tierra y muy de verdad. Y como dice Pablo Berger, que escribió el guion de Blancanieves con Celia Rico, dice que los guiones de esta cineasta son precisos y en los que nunca sobran ni ni falta nada.

Celia Rico, que por cierto, acaba de terminar de rodar La buena letra, adaptación de la novela de Rafael Chirves, que esto puede ser un bombazo maravilloso, porque vaya dos Efectivamente.

¿Y tú? Pues yo

me quedo este año con Nina.

Qué grande, sí.

Es maravillosa esa película, creo que está increíblemente dirigida a Patricia López Arnaez. Hace un trabajazo alucinante, creo que cuenta una historia muy necesaria y muy potente. Darío Grandinetti está sobrecogedor y creo que en general es una película muy redonda, un western absolutamente, ¿cómo decirte? Sobrecogedor, ¿no? Da da da mucha cosita esa película, es maravillosa.

La reivindicó mucho dirigida por Andrea Jaurieta.

Sí, y las dos tuvieron muy buena acogida en Málaga.

Me vienen varias películas a la cabeza, ¿vale? Pero voy a empezar por la de Alain Delon, La piscina. Es maravilloso verle a él. Creo que casi todas me las ha recomendado Pedro Almodóvar, así que luego Call Me by Your Name, porque me parece también que es una gran película que habla del verano y que se siente también el deseo en la porosidad, la textura que tiene la película, el agua, el sudor y ellos dos, que están adorables.

Esa voz que escuchábamos era la de Miguel Ángel Silvestre con dos películas recomendadas, nada menos que por Almodóvar. Y fíjate, Julieta, escuchándole mencionar Call me by your name, he pensado, cuánta gente habrá ido al norte de Italia siguiendo los pasos de la película, ¿no? Buscando el pueblecito de crema, esa plaza donde Helio y Oliver toman un café, o en las calles que recorren en bicicleta, o en Pandino, la plaza en la que Helio se declara. Yo creo que todo Cinéfilo ha hecho alguna vez algún viaje así, ¿no? Un poco mitómano alguna vez.

Confiésame el tuyo, ¿y con quién estabas también?

Con Kevin, no.

Yo pregunto porque

No, a ver, yo yo es que creo que de una manera u otra, consciente o inconscientemente, mis viajes los ha marcado el cine,

siempre. Todos los Estados Unidos, por ejemplo, Nueva York, estaba deseando

conocerlo, puse el pie y me sentí como en casa, por supuesto,

yendo

es como de obligado a cumplimiento. Filadelfia, por ejemplo, hice un un viaje a Seattle, ciudad de cine también, y tuve que hacer un parón de cuatro horas en Filadelfia. Y es que me empeñé en ir ahí porque era la ciudad de la que había visto todas las pellets a llaman, no sé, Las Vegas, India, Inglaterra, Egipto, no sé, es que todos los sitios me los he enseñado antes el cine.

¿Y tú? Pues yo te diría que el viaje más cinéfilo que he hecho fue Tokio, que fui a trabajar, además, y me hice toda la ruta a los team translation,

porque es

una de mis películas favoritas. Estuve en el karaoke, estuve en el hotel, todo, lo hice todo. Y fue, yo creo que uno de los más impactantes también hice la ruta mapa de los sonidos de Tokio de Isabel Koichet, aproveché hice las dos, el mercado tal, y creo que ha sido, bueno, San Francisco también, que que ha sido escenario cinematográfico por excelencia. Creo que esos dos serían los los disfrutado a nivel cinéfilo y que efectivamente ya me había enseñado antes el cine.

Claro. De todas maneras también pasa algo y es, no sé si a ti te pasó, o sea, quiero decir, cuando yo fui a Roma, por ejemplo, y vi esa Fontana Vi Trevi, pues como que te invita a marcarte un Anita en la Dolce Vita. Yo sí que tengo un marcaje de ese tipo, pero quiero preguntarte si tú has imitado alguna vez en alguna de estas ciudades alguna escena de alguna película.

Me da un poco de vergüenza contar esto, pero, bueno, lo voy a contar. Cuando fui a Buenos Aires, visité la Casa Rosada y me puse así en el balcón como si fuera Evita, a Camama. Eso lo hice en en Buenos Aires.

Muchas gracias, porque a los dos

nos gusta como levantar los brazos.

Sí, levanté los brazos así como saludando al pueblo argentino, porque dije, bueno, en este balcón, aparte de haber sido Nueva Perón, ha estado Madonna, ¿sabes? Con Antonio Banderas abajo, sí, se me había olvidado esa

Qué grande. Sí. Pues yo tengo una en el Museo del Louvre, bajando las escaleras con la estatua de la victoria de esa motracea detrás, con un fular, como hacía Audrey Hedbur en una cara con ángel, que salía ya bajando escaleras con un vestido rojo, pues yo igual.

¿Y esto no está grabado?

Hay que hacer hay que hacer un

Hay foto, hay foto.

Hay foto, hay que hacer hay que hacer un extra, de alguna manera, que nuestros oyentes, aunque

puedan ver las imágenes de todo lo

que estamos contando en vuestro podcast cat. Total.

Estoy borracho. ¿Tú también?

No. No. No, lloro demasiado.

Tú no lloras nunca.

Oh, claro que sí. Siempre que pago impuestos, que no es muy a menudo.

Estás loca. Igual que tú.

La pareja perfecta.

Acabamos de escuchar a Melanie Griffith y Antonio Banderas en Too Much, y no solo porque nos apetezca pasar con ellos unas vacaciones en aquella mansión con piscina de Miami, sino porque su director Fernando Trueba regresa a las salas de cine dentro de muy poco, y como en aquella ocasión lo hace dirigiendo en inglés. Ida Folk y el norteamericano Matt Dillon son los protagonistas de Isla Perdida, cinta que debutará el veintitrés de agosto en salas y en la que el director de Belle Poke nos propone, esta vez, un viaje idílico a Grecia que se irá tornando en una cinta cada vez más oscura.

Con los Troeba, porque el hijo de Fernando, Jonás, también estrena a finales de agosto Volveréis, considerada la mejor película europea en la quincena de realizadores de Cannes, abrimos la ventana de lo que vendrá el próximo semestre y que promete cine del bueno, como el de Albodóvar, por ejemplo, que nos ha hecho marcar en rojo en el calendario octubre, mes en el que llegará a las salas la habitación de al lado, curiosamente también en inglés, como la película de Fernando Trueba. Aunque para el cineasta manchego es su primer largo en este idioma tras los mediometrajes La voz humana y Extraña forma de vida. Estamos más que ansiosos por ver cómo ha dirigido a Julian Moore y a Tilda Swinton, dos actrices de Óscar.

Y un tercer regreso español, también para octubre y con conexión americana, es el de Rodrigo Cortés. Después de impresionar al mismísimo Martin Scorsese con su anterior largo, El amor en su lugar, este le produce ahora su nueva aventura. Se trata de escape sobre un hombre roto que hará todo lo posible por acabar en la cárcel y que protagonizan un magistral, tengo que decirlo, Mario Casas y Ana Castillo. Pero al contrario que los directores anteriores, aquí es Cortés quien se pasa del inglés al español para este proyecto.

También en los próximos meses tendremos una nueva hornada de cine español y muy bueno con mirada femenina. Se estrenarán La Infiltrada, de Arancha Echevarría, y también soy Nevenka de Itziar Voyahín, basada en el abuso de poder y acoso que sufrió la concejada Nevenka Fernández en el ayuntamiento de Ponferrada en el año dos mil.

Veremos también el debut de la actriz Paz Vega como guionista, productora y directora con Rita, mientras que Paula Ortiz nos traerá la Virgen Roja, producida por Amazon MGM Studios, aunque se verá en salas antes que en la plataforma. Se trata del biopic sobre Ildegard Rodríguez Carballira, una niña prodigio de la España de los años treinta que pasó a la historia por su activismo político y feminismo. Julieta, ¿cómo ves esta ronda de regresos tan interesante? ¿A cuál le tienes más ganas? Confiesa.

Bueno, a ver, nosotros tenemos una ventaja importante y aquí podemos, bueno, espero que no haya embargo, no vamos a decir mucho. No. Más que todas las que hemos mencionado, salvo Swinibanca, que yo todavía no la he podido ver, son increíbles, increíbles. Lo que tú decías de lo que hace Mario Casas en Escape es que ella se sale, no solamente él, sino todos los Nashua es de otro mundo y la película en sí es espléndida. Creo que son de verdad muy buenos reclamos para que no se nos caiga encima el el el fin del verano.

Son apuestas estupendas. Evidentemente todos tenemos unas ganas locas de ver la película de Almudóvar, pero siempre parece que es unos nombres tan grandes y tan potentes como como Fernando Trueba o Almodóvar pueden eclipsar y no, no lo que hacen es abrir la ventana a unos estrenos que son la bomba, o sea, todos ellos, todos los que hemos mencionado, porque Rita también, de verdad. Mira que hemos aludido veces en este podcast a lo buenos que son los niños actores que salen en las películas, están dirigidos con un mimo. Esos dos niños de verdad son increíbles, son apuestas muy diferentes todas, verdad? Muy muy completas y que nos dan un abanico de una creación muy potente para

Bueno, y Arantxa Echevarría con la infiltrada, que Arantxa Echevarría lo hace muy bien el cine de de de autor y Carolina Yustez, que claro, Carolina Yustez, otra de las mejores actrices que tenemos en este momento en este país.

Sí, sí, es lo que hablábamos un poco el otro día y, además, fíjate, no no la hemos mencionado, pero tanto Carolina Yuste como Vicky Luengo, ahora Victoria Luengo, que va a aparecer en la película Pedro Almodo Varya como Victoria Luengo, son trayectorias de largo recorrido. Jóvenes actrices que, sin embargo, están desarrollando una madurez interpretativa y que ya se merecen otro estatus. Pues hablar de Vicky y de Carolina nos lleva a que el cine hecho por mujeres y con personajes femeninos relevantes y de cualquier edad, va ganando cada vez más espacio en nuestra filmografía. Poco a poco se intenta corregir la deuda contraída, premiando proyectos talentosos que, sin duda, servirán para animar a nuevas creadoras. Y ese, precisamente, es el objetivo del Premio Dunia Ayaso, que otorga la Fundación SGAE en el marco del Festival de San Sebastián.

Silvia Pérez de Pablo, directora institucional del Audiovisual de

Pablos, directora institucional del audiovisual de Fundación SGAE, nos habla de la importancia de este premio y del apoyo de la entidad al cine hecho por mujeres.

El dos mil veinticuatro será el octavo año en el que se conceda el premio Dunia Ayaso, que, como sabéis, se creó en homenaje a la fallecida directora y guionista canaria, y que reconoce las películas que, además de destacar por su valor cinematográfico, muestran a personajes femeninos con un papel protagonista en la historia o que retrate la situación de la mujer en la sociedad. Este premio es imprescindible para las CAE, porque queremos poner en valor la mirada de género y, además, potenciar el necesario papel de las creadoras mujeres. Según un estudio de fundaciones GAE, solo el veinticuatro por ciento de las sociedades audiovisuales somos mujeres. Esto es una cifra que va mejorando, porque vemos que las sociedades más jóvenes el porcentaje se incrementa, pero aún hay una discrepancia enorme en cuanto a géneros, y realmente hay una correlación entre estos datos, porque la autoría femenina propicia a los personajes femeninos. Existe la llamada mirada de género, y aquí queremos poner énfasis tanto la promoción de la autoría femenina como también de las historias creadas por mujeres, que no necesariamente incluyen solo a protagonistas femeninas.

Ya desde un punto de vista personal, en mi trabajo como guionista, desde luego, constatado que claramente las las mujeres apoyamos más, sobre todo a los personajes femeninos fuertes. No solamente que sean mujeres, pero sí que sean mujeres fuertes, mujeres con carácter, mujeres emprendedoras, y que la mirada con la que se trate estos personajes femeninos sea lo más diversa posible, ¿no? No sean mujeres tipo como a veces nos hemos encontrado en la narrativa patriarcal.

Hablábamos antes de los próximos estrenos españoles, y toca ahora, si te parece bien, Juan, repasar un poquito los extranjeros, ¿no? Y así, por fechas, pues, tenemos a Alien Romulus, con el uruguayo Fede Álvarez a los mandos del regreso de la saga, y la actriz Kaylee Spainy, a la que hemos visto este año en la prescindible Priscila y en la imprescindible Civil War, plantando cara al monstruo, o Maxime cierre de la trilogía de género creada por T. West y Míagos.

También está a punto de estreno otro producto Marvel en clave irreverente, Deadpool y Lobezno. Y en los próximos meses, el regreso de Winona Ryder y Michael Keaton a las órdenes de Tim Burton en Beetle Toose, Beetle Toose, que abrirá el festival de Venecia, y el de Joaquin Phoenix como el villano de Batman en Joker Foliader, esta vez acompañado de Lady Gaga.

Ya en noviembre, dos películas muy diferentes compartirán día de estreno Gladiator dos, de Ridley Scott, y la adaptación del musical Wicket, por lo que se habla de un nuevo duelo al estilo del Barberheimer del año pasado. Qué mal me sale a mí pronunciar el Barberheimer.

No es fácil, Barberheimer.

Yo personalmente dudo de que sea lo mismo, pero no entiendo muy bien por qué lo dudo, Porque claro, estamos hablando de Wicket, la pseudo precuela del mago de Od, que se convirtió en el mayor éxito de Broadway y en un hito generacional de la cultura pop. Y por otro lado, en la otra mano tenemos el regreso de Ridley Scott, con una de las mejores películas, la que lanzó a Russell Crowe y que se resistió a hacer y que tiene ahora a dos nuevos iconos, como son Paul Mezcal y Pedro Pascal.

Claro, a ver, yo fíjate que creo que, es que, claro, la Director dos tiene mucho a favor y no tiene tanto wicket que estoy de acuerdo contigo, yo soy muy fan del musical, me encanta, pero creo que es un poquito más nicho y creo que es más complicado, a pesar de que también tenemos reparto, pero bueno, es que competir contra Pedro Pascal y Paul Mezcal, vestidos de gladiadores, claro, que a ver, y y con una esta tan esperada como Goladié y otros dos.

¿Qué es eso? Sobre todo porque es lo que tú dices, que yo decía antes, tengo duda de que se pueda, porque sí que es verdad que Wicket es un icono pop, pero es que realmente Gladiator hay generaciones que la han visto muchas y que están deseando volver a verla.

Y luego ojo que los musicales también adaptarlos al cine nunca olvidaremos nunca Never for git cuts, te quiere decir, aquella joya que yo siempre defiendo, pero qué bueno que que que bueno, ¿qué quiero decir?

Juan, te pones negativo, mira los miserables.

Bueno, maravillosa, es verdad, es verdad. Por eso te digo, pero que hay con los musicales está esta cosa un poco de, ¿te puede salir muy bien o te puede salir muy mal? Creo que no hay un término medio de musicales.

Y luego está Stilben Spielberg, que te hace Wetsh I story y sales bailando de cine.

Para mí la peli que me recuerda mucho al verano, mucho, mucho, es Alien, porque la vi en un fin de verano, con con mi primo, con, no sé, recuerdo ese cine de verano como algo como muy, no sé, me encantó esa esa experiencia de Alien en un cine de verano.

Justo hace un momento hablábamos de la vuelta de la franquicia Alien, y ahora nos encontramos con este recuerdo de la teniente Ripley en un cine de verano que pertenece a Chus Gutiérrez, quien acaba de estrenar la comedia Tu madre o la mía. Juan, ¿tú tienes seguro el recuerdo de alguna película asociada a fines de verano?

Pues sí, mira, yo veraneaba en un pueblo costero de Murcia, que llama San Pedro del Pinatar, y había un cine de verano allí que siempre ponían un programa doble, y yo tengo muy muy muy grabada la noche que yo vi por primera vez Belle Poke. En ese cine de verano que yo tendría catorce años, trece, catorce años, no era tan mayor y era muy pardo. Entonces, yo recuerdo que ahí me impactó mucho ver aquella película española en el que ese señor Jorge Sam se ligaba a cuatro hermanas del tirón, yo salí impactadísimo. Luego, además, me acuerdo que esa película iba en pack, que nunca lo entenderé, con el río de la vida.

Bueno.

Entonces, era como todo Llegué muy desconcertado a mi casa esa noche. Y sí que recuerdo mucho ese cine de verano de San Pedro del Pinartar y todas las películas que vi allí, pero en concreto, Belle Poke me acuerdo que me marcó.

Me hace gracia todo lo que tiene que ver así con el Mediterráneo y los cines de verano, porque yo no recuerdo las películas que vi, pero sí vi, me tragué sesiones dobles, muchísimas en los cines de verano de Benidorm. O sea, era el plan. Mis padres era llevarnos a la playa y luego por la tarde noche, al cine de verano en mi inodoro. Y te veías dos películas del tirón, pero increíble, estrenos, clásicos, era una delicia, era el plan

Con aquellas sillas tan incómodas.

Sí, sí, sí.

De plástico que yo me llevaba cojines y todo. De bocadillo y, claro, claro, íbamos todos con el cojín porque es que ya era silla de plástico de Mau detrás.

Si algo tenemos claro quienes amamos el cine, es que las salas son el gran refugio en verano, y no por el aire acondicionado, que también, sino, sobre todo, porque son lugares para evadirse, para conocer, pensar, sentir y abrirse a nuevos mundos. Acompañados de Jonás Trova, nos sentamos en la butaca.

Siempre pienso que el verano es una época donde, en general, todos nos relajamos, ¿no? Un poco, relajamos las tensiones, la velocidad y tal, y eso creo que propicia una actitud. Cuando vamos al cine, yo sé que mucha gente prefiere no ir al cine en verano porque está en la playa, pero los que van al cine creo que van con una actitud más limpia, más relajada y eso siempre es bueno. Me gusta estrenar películas en verano por eso, porque pienso que El Espectador que llega a la sala ¿no? De de de curiosidad, de apertura, o sea, que tiene que tener algo ingenuo, si quieres, ¿no?

A mí es una época del año que me encanta también para trabajar, para escribir, para rodar muchas veces, y para ir al cine, ¿no? Entonces, es natural que que mis películas han acabado muchas veces tratando también del verano porque está menos contagiado de otras cosas, está más liberado. Siento que es una época más existencialista, ¿no? Donde te puedes parar a pensar un poco más las cosas, ¿no? Y también a a

sentirlas. Has escuchado Amanece que no es podcast, un proyecto sonoro de fotogramas y fundaciones GAE. Conducción, Julieta Martialai y Juan Silvestre. Guión y producción, de Álvaro Niega. Agradecimiento especial, Flic

Solé.