Al principio de los tiempos, en la Prehistoria, el dinero no existía y si querías conseguir algo que no tenías había dos opciones: o conseguirlo por ti mismo o recurrir al prójimo y usar el trueque: Me das lo que yo necesito y yo te doy algo a cambio que tú también necesitas. La arqueología ha revelado pruebas que los humanos practicamos algún tipo de comercio desde la prehistoria.