El 16 de septiembre de 1920, la banca JP Morgan en la ciudad de Nueva York sufrió un atentado terrorista que dejó 38 muertos y más de 400 heridos. Un crimen cuya autoría y motivos continúan a día de hoy sin resolver, pero que tiene dos protagonistas sospechosos: Luigi Galleani y Edwin Fisher, dos hombres ligados anarquismo.