El embarazo psicológico es una condición rara, pero que puede ser cierta, en la que una mujer experimenta los síntomas físicos del embarazo, pero no está realmente embarazada. Una de las mujeres más notables en sufrir este caso fue la reina María Tudor de Inglaterra, en el siglo XVI, que fue además segunda esposa del rey Felipe II de España.
María Tudor, única hija de Enrique VIII y la infanta española Catalina de Aragón, tuvo una infancia muy difícil. Nació en 1516 y fue la única hija viva de la pareja real después de que todos sus hermanos fallecieran al poco de nacer. La muerte de sus hermanos y el divorcio histórico de sus padres -por el capricho de Enrique VIII de casarse con Ana Bolena, que supuso la ruptura de Inglaterra con la Iglesia Católica- tuvieron un impacto importante en su vida y su personalidad.