Quinimayó, un pueblo ubicado en la Costa Pacífica de Colombia celebra la Navidad en febrero y con un niño Jesús negro. Se debe a que los lugareños, en su mayoría descendientes de esclavos africanos, mantienen esta tradición adoptada por sus ancestros en época de esclavitud, cuando se les negaba celebrarla el 25 de diciembre, porque era la fecha reservada para sus amos.