California, Florida, Ohio y Nueva York fueron los lugares elegidos para emigrar a Estados Unidos a finales del siglo XIX y principios del XX. Decenas de miles acudieron en busca del sueño americano o, al menos, en busca de trabajo con el que alimentar a sus familias. Los españoles que cruzaron el charco no fueron necesariamente bien recibidos. Un congresista se refirió a los españoles en 1920 asegurando que “España es un hervidero de anarquistas y quieren arrojarnos los a Estados Unidos”.