Los reyes Felipe V y su hijo Fernando VI, en la primera mitad del siglo XVIII, sufrieron graves enfermedades mentales. Ambos tenían carácter melancólico y depresivo, pero a Felipe V, en concreto, quizás se le hubiera diagnosticado hoy un trastorno bipolar, incapacitante para reinar.
Quizás conocieras estos datos, pero es posible que no sepas cómo superaron algunos momentos de aguda depresión. Fue con la música. Y concretamente con la ayuda del divo de la ópera Farinelli, el famoso castrato italiano, que acompañó y fascinó con su voz a ambos reyes.