Hace 274 años, el 30 de Julio de 1749, tuvo lugar uno de los hechos más nefastos de nuestra historia. A las doce de la noche de aquel día se hacía efectiva una orden del Marqués de la Ensenada, principal ministro de Fernando VI. La primera de un proyecto planificado al detalle que él mismo denominó “la extinción de los gitanos”.
En un solo día, 12.000 gitanas y gitanos fueron encerrados en centros de detención, separando a hombres y mujeres.
El objetivo: una especie de “solución final” como la llevada a cabo, casi dos siglos después, por los nazis contra los judíos. No contemplaba su asesinato, pero sí impedir que los gitanos tuvieran hijos. Y así creía el marqués que los que él denominaba como “la malvada raza”, se extinguiría en pocos años. Fue un ensañamiento de los más crueles contra el pueblo gitano en España, pero no el primero.