En 1936 estalló la Guerra Civil en España. Muchas fueron las cosas terribles que sucedieron en ella. A las pérdidas humanas se sumó también el destrozo de innumerable patrimonio histórico-artístico. Quizás el caso más llamativo de la salvación de patrimonio fue el de las casi 2.000 obras pertenecientes al Museo del Prado, el Monasterio del Escorial, la Academia de San Fernando, el Palacio Real y algunas de colecciones privadas que el gobierno republicano sacó de Madrid para ponerlas a salvo. El destino: Valencia, Barcelona y, posteriormente a la Sede la Sociedad de Naciones en Ginebra, Suiza.