El 22 de febrero de 1821 España cedía a Estados Unidos su posesión histórica de la Florida en una transacción que apenas le reportó nada. Conocido como el tratado de Adams-Onís, los estadounidenses se hicieron con el codiciado terreno a cambio de evitar la toma del territorio por la fuerza, un intercambio por otros territorios -que España luego perdería-, y unas pobres compensaciones económicas… que ni siquiera eran para las arcas españolas.