La reina Isabel II no vestía de colores llamativos por placer. En sus 70 años de reinado no le faltó ni un color ni combinaciones atrevidas … pero atención no lo hacía solo por placer, sino también por su seguridad.
La monarca, recientemente fallecida, medía algo menos de metro 70, y los colores singulares hacían más fácil ubicarla entre una multitud en caso de peligro. Y es que obviamente la seguridad de la monarca estaba por encima de los estilismos, pese a haberse convertido en un icono de la moda, con un estilo totalmente singular, reconocible y permanente a lo largo de su vida.
A pesar de estar siempre rodeada de guardias de seguridad, varias veces intentaron asesinarla. Que se sepa, parece que la reina sufrió hasta cinco atentados o asaltos con riesgo para su vida. Uno de ellos, en su propia habitación en el palacio de Buckingham.