El 2 de julio de 1961 Hemingway se quitó la vida. Estaba a punto de cumplir 62 años. Tomó su escopeta de caza preferida y lo demás ya es historia.
Todavía hoy sigue siendo un misterio la razón que le llevó a tomar tan drástica decisión. El premio Nobel estaba convencido de que había vivido mucho y lo había disfrutado. Ocurrió en su casa de Ketchum, Idaho, donde había terminado de escribir “París era una fiesta”. Su mujer, Mary Welsh, defendió durante algunas semanas que se había tratado de un accidente mientras limpiaba el arma. Pero las pruebas forenses y la policía confirmaron el suicidio.