Hace ahora algo más de cien años, el 25 de julio de 1920, nació en Londres Rosalind Franklin. Química e investigadora, su trabajo fue fundamental para la comprensión de la estructura del ADN, el material que contiene la información genética y hereditaria de la vida.
Sin embargo, en 1962, cuatro años después de que ella hubiese fallecido con tan solo 37 años y a causa de un cáncer, fueron otros investigadores, todos hombres, James Watson, Francis Crick y Maurice Wilkins, quienes ganaron el premio Nobel en Medicina por el descubrimiento de la estructura del ADN, usando algunos de los secretos revelados primero por Franklin.