Conocemos la expresión: “¡Qué viva la Pepa!”, que hoy parece aludir a irresponsabilidad y desenfreno. Sin embargo, la expresión original aludía a todo lo contrario y a un evento histórico relevante. Nos referimos al 19 de marzo de 1812 cuando las Cortes de Cádiz -refugio del gobierno español ante la invasión napoleónica-, promulgaron la primera Constitución española, alias “La Pepa”. Lo interesante de esas Cortes es que estaban integradas por diputados de la Península, de América y Asia, considerados en igualdad como “ciudadanos españoles”.
La constitución española de 1812 fue una de las más liberales de su tiempo, tanto que se convirtió en un hito democrático en la primera mitad del siglo XIX. Influyó en varias instituciones y países europeos, así como en los orígenes constitucionales y parlamentarios de la mayor parte de los estados americanos, tanto los de América central y del Sur, independizados de España.