El tema de este Japonesamente tiene miga, porque hablamos de teorías nihonjinron sobre la singularidad de los japoneses (aunque de forma resumida, porque merece tener su propio episodio) y del mito de la homogeneidad del país.
Así, también tratamos sobre cómo Japón ha actuado frente a sus minorías, tanto culturales como étnicas. Es decir, hablamos de los burakumin, los ainu y los ryukyuenses, así como de descendientes de chinos, taiwaneses y coreanos que fueron a Japón durante la ocupación japonesa en la Segunda Guerra Mundial, para acabar hablando de los extranjeros o gaijin.
Son temas que no se suelen tratar demasiado en páginas y podcast sobre Japón pero que creemos que es interesante a la hora de conocer cómo ha evolucionado el pensamiento japonés en tiempos recientes.
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Transcripción
Luis, ¿y esas botas de agua que te estás poniendo me vas a hacer como la semana pasada? ¿Y eso significa que vamos a hablar de un sitio con muchas lluvias? Pues no, me las estoy poniendo porque hoy nos vamos a meter en charcos, que es algo que nos encanta, porque había pensado hablar de Nihonjinron, de minorías japonesas… Mira que te va la marcha, ¿eh? No sé yo si va a bastar con las botas de agua.
Sí, va a haber que ponerse el impermeable, el chubasquero y todo. Bienvenidos a Japonesamente, un podcast sobre cultura japonesa de Lexus producido por Japonismo. Bueno, charcos no, océanos, diría yo, ¿eh? Pero creo que es necesario. Interesante también que hagamos un poquito esa reflexión, porque van a salir muchos conceptos. No sé si nos va a dar tiempo a hablar de todo lo que queremos hablar hoy.
No lo sé. Si no lo dejamos para la otra semana, no hay problema. Porque sí que es verdad que hay muchos conceptos por ahí que bululan cuando uno empieza a leer sobre Japón. Es fácil encontrarse conceptos, ¿no? La Nihonjinron que tú has mencionado antes. O a lo mejor mucha gente dice lo de la singularidad japonesa. Bueno, quizá la gente no lo dice. Para que nuestros oyentes, los japonistas, entiendan de qué estamos hablando,
quizás los miembros de la comunidad que han asistido, ¿no? El Japonismo Gakko, algunas de nuestras charlas especiales, ya saben por dónde vamos. Quizás hay que hablar de algunas de las frases que son más típicas de escuchar. Esto de, oh, los japoneses, qué maravillosos, qué hacen esto o qué hacen esto otro. Ciertos a veces clichés que hay respecto a la sociedad japonesa o a la manera de comportarse de los japoneses
vienen de estas teorías de la singularidad que no son del todo ciertas y por eso decimos que nos vamos a meter en charcos. Pero es que en japonismo nos gusta hablar de un Japón que sea real y desde un punto de vista cercano, pero eso, que sea realista. No hablar de idealidades y demás. A ver, Nihonjinron realmente significa como la teoría de los japoneses y es un poco las explicaciones que se dan también desde un punto de vista serio,
de académico, de lo que decía yo antes. Tú también lo has mencionado, la singularidad japonesa. Esto lo que nos demuestra, por cierto, es que la academia, es decir, los estudiosos de algo, porque sean académicos y tengan libros con muchas referencias, no significa que todo lo que hagan sea válido. Porque te la marinera con lo de Nihonjinron. Yo siempre he dicho que en la academia todo vale, mientras tú lo referencies bien, lo expliques bien,
hagas un buen análisis de tu teoría, sea la teoría A o sea la teoría B, todo vale, al final todo es válido. Pero claro, esto de Nihonjinron, ahora lo explicamos con un poco más de calma, pero se basa un poco en eso, en analizar la identidad japonesa, pero siempre desde el punto de vista de que los japoneses y su lengua, pero especialmente la cultura japonesa, la identidad japonesa, los japoneses son diferentes
al resto del mundo. Claro, pero diferentes desde un punto de vista que puede sonar un poco a veces nacionalista. Porque la lengua japonesa es diferente a otras. Pues evidentemente, pero el problema que tienen este tipo de teorías es cuando piensas que lo diferente que es esa lengua hace que tú seas mejor, que eso ya es un poco… Bueno, al final todas estas cosas siempre se usan o se pueden usar como herramienta nacionalista.
Hay quien dirá que no, que la Nihonjinron lo que busca es explicar los rasgos un poco distintivos del pueblo japonés. Lo que pasa es que, y esta es mi opinión personal, a mí me da la sensación de que en muchos casos la Nihonjinron, ese estudio, un poco de lo que hace a los japoneses japoneses, vamos a decirlo de una manera un poco más aséptica así, se usa en muchos casos para diferenciar los japoneses del resto.
Y de ahí que también queramos hablar hoy de esas minorías que encontramos en Japón, no solo étnicas, también va a ser eso muy interesante. Y cómo se colocan los japoneses con ese resto. Y lo que tú decías, que se usa a veces para decir nosotros somos mejores, ¿no? Nos colocamos en un peldaño superior. Es verdad que ya hemos hablado en otros episodios del podcast, cuando hablábamos de cocina japonesa,
por ejemplo, y demás, que existen muchos términos y existe un marco mental que está muy presente en Japón en el que se posicionan elementos que se consideran puramente japoneses y se contraponen a elementos foráneos, ajenos, porque parece que a veces en Japón no se es capaz de valorar algo si no se contrapone a algo de fuera. Y es muy curioso esto, porque toda la cultura japonesa surge de grandes influencias, de grandes mezclas.
Es evidente, la propia escritura japonesa viene del chino, muchísimas festividades, muchísimas tradiciones han ido adaptándose evidentemente al estilo japonés, pero surgen de China. El budismo claramente entra a China, la arquitectura budista va a ser al final muy influida por las técnicas arquitectónicas que vienen de China. Me refiero, luego hay un montón de cosas más, pero me refiero, es un pueblo que realmente
ha recibido muchísimas influencias y a pesar de ello quiere mantener esa diferencia entre lo nuestro y lo del resto. Es bastante curioso esto. La Nihonjinron, para ponernos en contexto, recordemos, periodo Meiji, ese momento en que Japón se tiene que poner las pilas para ponerse un poco al mismo nivel de las potencias occidentales, tanto en tecnología, academia, de todo. Sabemos que es un momento en que son muchos los...
Bureocracia, educación, etc. Organización gubernamental, organización de la sociedad, todo. Es un momento en que tenemos muchos casos examurais que se marchan a esas potencias, Alemania, Reino Unido, Francia, Estados Unidos, evidentemente, y luego vuelven a Japón con unos conocimientos de medicina, de ingeniería, de organización gubernamental, lo que sea.
Entonces es un momento importante porque, claro, hay muchas influencias occidentales. Y claro, es un momento importante porque, al principio, cuando se ve lo que ha ocurrido y se ve que Japón está muy por debajo de esas potencias occidentales y se ve cómo esas potencias occidentales han dominado a China, que ha sido el gran culturizador de la zona de Asia Oriental hasta el momento, los japoneses ven esto y dicen nosotros no queremos tener nada que ver con China
y, además, si estamos tan abajo es por culpa de nuestro pasado feudal. Entonces, en un principio, surgen un movimiento llamado kokugaku, que significaría estudios del país, que se centra en destacar las diferencias entre chinos y japoneses y aquí ya ponen de manifiesto la superioridad de la cultura japonesa sobre la China. ¿Por qué es eso? Son conscientes de que China ha sido el gran culturizador, pero dicen
madre mía, ¿cómo está China? Las guerras del opio, por ejemplo, cómo deponen al emperador y demás, y dicen, nosotros no queremos pasar por ahí. Entonces, Japón es muy superior a China, es un primer punto. Exacto, y de ahí va creciendo, de alguna manera, el nacionalismo japonés, porque tenemos las guerras sino-japonesas, hay un momento también, es lógico, tenemos especialmente los primeros años de la restauración Meiji, con todos esos movimientos
muy mirando hacia occidente, también hay mucha gente que mira hacia adentro, dice, estamos perdiendo lo que nos hace ser japoneses. Exacto, es que el periodo Meiji, los primeros años son peculiares, porque empieza con un Japón mirando hacia occidente y pensando, nuestro pasado feudal ha sido un desastre, pero cuando empiezan a tener esas victorias, necesitan o ven que pueden utilizar ese pasado feudal también, no tanto para volver a él,
sino para extraer de él idealizaciones, para extraer de él como leyendas, casi, de cómo somos los japoneses, qué marciales somos, qué maravillosamente militares somos, etc. Y a la vez, claro, tenemos un periodo Meiji, que esto ya lo hemos hablado también, también lo hemos hablado en algunos Gakko, que es un momento en el que se intenta unificar la cultura, la lengua. Tenemos, por ejemplo, grandes movimientos
en zonas como Hokkaido o en las islas de Okinawa, en las que se obliga, y creo que es la palabra perfecta, a esos japoneses que viven en esas zonas a hablar japonés, el japonés estándar, el japonés que se considera, bueno, se elige el japonés de Tokio como japonés estándar. Se aniquilan a muchísimas lenguas y muchos rasgos culturales que no entran dentro de esa imagen de lo que es Japón, lo que se decide que es Japón.
Entonces ya vemos como una dualidad ahí en este periodo de, por un lado, nos tenemos que poner las pilas de ser muy occidentales o fijarnos mucho en todo lo que nos ofrece Occidente, especialmente conocimientos... Pero a la vez es un momento de gran construcción... Eso es, nacional. Nacional y de gran construcción de mitos que realmente no tienen... O sea, a ver, no es que estén inventados totalmente, pero toman aspectos que sí que son reales del pasado
y los juntan de una manera, eso sí que es nueva, para hacer la construcción de mitos nacionales. Aquí sería muy interesante leer, por ejemplo... Esto podríamos hacerlo... Podríamos hablar en un podcast, en un episodio del podcast también, un poco de eso, de la construcción de todos esos mitos, la construcción nacional. Que además esto no es algo exclusivamente japonés, sino que durante la construcción del Estado Nación Moderno
es algo que ha pasado en todos los países. Aquí quizás nos estamos poniendo un poco gafapastas, pero aquí recomendaría leer, por ejemplo, a Hobsbawm o incluso a Stephen Blastos, con la invención de la tradición, porque Hobsbawm sí que habla de esta creación de mitos en general. Te habla incluso de los kill de los escoceses. No específicamente de Japón, sino como algo que se hace... Exacto, pero Blastos, por ejemplo,
sí que toma un poco el marco académico de Hobsbawm y habla específicamente de la invención de la tradición en Japón. Cosas como el sumo, como el hogar japonés, cosas que hoy en día consideramos que son japoneses, de estas cosas que la gente dice, oh, cultura milenaria, y resulta que no es tan milenaria. Sí, absolutamente. Yo creo que esto lo podríamos dejar para... porque si no, nos vamos a liar, vamos a estar tres horas aquí hablando.
Lo podemos aparcar para otro episodio, para meternos en más charcos, dices. Más charcos, ya que vamos aquí con el chubasquero, las botas de agua y todo, pues ya para adentro. Sí que, vale, nos estamos yendo un poco, ¿no? Pero, bueno, el contexto es importante. Luego, claro, tenemos un poco esa bajada a los infiernos, que la llamo yo, ¿no? Esa debacle nacionalista, militarista de Japón. Y luego, bueno, el destrozo que supone,
también para la propia identidad del país, la derrota en la Segunda Guerra Mundial. Bueno, sobre todo porque si toda esta teoría de que los japoneses son mejores es cierta, porque han perdido la Segunda Guerra Mundial, ¿no? Y esta pregunta es importante, este momento es importante. Todo el mundo, aunque no sea de una manera que sea consciente, todo el mundo se hace esa pregunta, ¿no? ¿Qué pasa? ¿Por qué hemos perdido?
Y entonces, ¿cuál es un poco la respuesta que más o menos encuentran? Es que hemos dejado quizá demasiado atrás lo que nos hace japoneses, ¿no? Nuestras mentalidades, sistemas, cosas que son nuestras. Esto es un win-win. Si funciona bien, es que somos los mejores. Si funciona mal, es que no lo hemos hecho lo suficiente. Y claro, luego tenemos...
Es que es muy curioso, porque, claro, hemos hablado también muchas veces después de la Segunda Guerra Mundial, años de recuperación, y luego ya en los años... La segunda mitad de los años 50, años 60, tenemos ese gran milagro económico japonés, ¿no? Hay una recuperación, un crecimiento económico de Japón. Se puso como tercera potencia económica mundial, me refiero. Y a pesar de eso, o gracias a eso, no lo sé, de nuevo también,
es un poco... Vuelve a surgir otra vez con fuerza. Es un poco contradictorio. Lo que pasa es que a partir de la década de los 60 y este crecimiento tan impresionante de Japón, que se coloca como segunda potencia mundial, hoy en día es la tercera, ¿no? Porque se ha colado China por ahí, pero bueno, sigue estando arriba. Ya no es solo que Japón siga o vuelva otra vez a impulsar la Nihon Ginron, sino que además desde fuera,
quizás un proceso de orientalismo moderno, desde fuera empiezan a surgir un montón de libros académicos que intentan explicar, ¿no?, pues Zen y el arte de no sé qué, o los samuráis de la empresa, o cosas así. Hay un montón de libros que intentan explicar el éxito corporativo de Japón y por qué Occidente tiene que fijarse en cómo hacen negocios los japoneses. Claro, hasta que Japón se pega el castañazo
cuando explota la burbuja inmobiliaria, ¿no? Comienzos de los 90 y entonces es todo al revés. Y entonces es otra vez todo al revés. El sistema corporativo arcaico japonés. ¿Qué debemos aprender del fracaso del sistema corporativo japonés? Y el caso siempre, pero también es eso, es muy orientalista porque es siempre ver a Japón como el otro. Pero básicamente es en este contexto que surge esta Nihon Ginron, ¿no?
El buscar aquello que es inherentemente único de Japón, excepcional de Japón. Esto es algo que nosotros, yo creo que todos, cuando uno estudia un país y más un país, una cultura tan lejana como la japonesa, yo creo que todos podemos caer en ello, ¿no? En el decir, ah, mira, el concepto de no sé qué, por ejemplo, el concepto de senpai kohai, ¿no? O el concepto de uchi soto. Ciertas cosas y decimos, ah, esto es típicamente japonés.
Pero siempre luego hay que echarla un poco, dar un pasito atrás y decir, vamos a ver, en Japón les han puesto nombres justamente gracias a estas teorías Nihon Ginron, ¿no? Pero no es específico japonés. Pero a veces nosotros lo decimos, que a los japoneses les gusta mucho poner nombres a muchas de estas cosas y es verdad. Pero también hay que tener en cuenta que el idioma japonés es lo que decimos. Sí que es diferente, no es diferente
en el sentido de que sean mejores o no, pero la manera en la que se construyen las palabras y las frases es diferente. Entonces, algo que esto lo vemos también actualmente, ¿no? Con toda esta gente que utiliza una palabra japonesa y te hace un libro entero de eso o te pone una descripción de esa frase. Sayonara, el arte de decir adiós. Mierdas de estas, ¿no? Mierdas de estas. Entonces, claro, se construye de forma diferente
porque al final un senpai kohai, tú cuando llegas a una empresa, pues tú eres nuevo y tienes a alguien que tiene más experiencia, pues ya está, ahí tienes el senpai kohai, ¿no? Un aprendizaje. Habrá algunas cosas que son específicas o son más típicas o más populares o están más ancladas, ¿no? Pero el concepto en sí no deja de ser uchisoto. Pues los míos y los que no conozco, al final no hay mucho más, ¿no?
Me refiero siempre a que cuando estamos estudiando una cultura, siempre hay que dar un pasito atrás. Es que es muy tentador porque resulta muy fácil, entre comillas, acercarse al estudio de la cultura y la sociedad japonesa porque con tantos conceptos que además parecen muy ajenos a lo que nosotros conocemos... Bueno, son muy exóticos. Son muy exóticos, lees cinco o seis cosas y dices, jolines, lo que sé de cultura japonesa
y qué diferentes son, cuando realmente tienes que dar un paso más allá y profundizar en ver si eso primero aplica a toda la sociedad japonesa y en todos los casos y luego, si no, ¿te aplica a ti también? Porque si lo miras, es que también te aplica a ti. Ahí vamos, porque ya nos hemos metido en un charco, nos vamos a meter en otro, que es el del concepto de la homogeneidad japonesa. Bueno, ¿cuántas veces has escuchado o leído en Twitter
un montón de... Es que los japoneses son muy homogéneos. La sociedad homogénea japonesa. Esto es algo... Bueno, es una de las patas de la nihon-shinoron, evidentemente. Que, por cierto, antes de seguir con la homogeneidad, si alguno tiene dudas, hay que decir que, académicamente, todas estas teorías de la nihon-shinoron han quedado desbancadas. O sea, se sabe que está probado que no tienen ningún sustento,
pero a alguna gente todavía le gusta seguir tomándolas en pie. Bueno, se siguen usando, porque también, y especialmente desde fuera, nos estamos liando, pero venden mucho. Es que venden mucho. Esto es algo que yo he hablado muchísimo, especialmente por Twitter, en ciertos sectores, vende muchísimo. Pero por eso, porque suena exótico, porque suena diferente. Tendríamos libros y libros que podríamos haber sacado y hecho,
pero claro, llega un momento que dices que no quiero entrar en esta dinámica, porque no es real. Porque tú, por ejemplo, el libro que yo he mencionado, este de la invención de la tradición, este me lo he comprado yo, y se lo han leído cuatro académicos y demás. Y yo me lo leí también para mi trabajo de fin de máster y demás. Pero, sin embargo, estos otros libros sobre temas nihon-shinoron, sobre el uchi, el soto, el amae,
esta dependencia emocional, o lo que tú dices, ¿no? Sayonara, el arte de... Bueno, éste me lo he inventado, evidentemente, pero podría ser. Pero hay muchos así. Estos, sin embargo, se venden como rosquillas. No solo entre los japoneses, porque les gusta pensar que son especiales. Eso es.
Lo compran. Compran ese concepto. Compran el concepto de que nosotros somos diferentes al resto del mundo. Efectivamente. Y luego, desde fuera, lo compramos, y me pongo yo también, no en mi caso, pero se compra, ¿por qué? Porque se ve exótico. Fíjate qué raros son los japoneses. Y porque es mucho más fácil acercarte a Japón y pensar que lo entiendes con conceptos exóticos que te muestran ese punto diferente que intentar profundizar y llegar
a lo que realmente puede ser la sociedad japonesa, que es mucho más compleja de lo que piensas a simple vista, como cualquier otra. Porque, vamos, si alguien nos dice, y esto lo vamos a leer un montón, nos lo hemos encontrado tres millones de veces y yo ya no sé. Mira, me entra urticaria solo de escucharlo cuando te dicen que los japoneses es una raza y una sociedad culturalmente homogénea. Mira, todo...
Esto es bullshit. Sarpullidos me sale. Una sociedad muy aislada, poco abierta a conceptos extranjeros. Volvemos al inicio a lo que hemos dicho antes. Primero, es una sociedad, una cultura, que tiene, se basa, muchas de sus patas, se basan en, justamente, cosas que han venido de fuera. Especialmente de China, que era, como tú has dicho, un gran culturizador. Y de China a través de la península coreana. Con lo cual, la propia península coreana
también ha metido su influencia. Es que dice Estela Marinero... Y claro, a la mínima que te pones a mirar un poco Japón, hay cosas que hemos dicho ahora, similitudes, por ejemplo, entre los coreanos y los japoneses. Habrá diferencias, por supuestísimo. Similitudes. Pero luego, lo que hemos mencionado antes, qué pasa con los pueblos de Hokkaido, los Ainu, qué pasa con los pueblos de la actual Okinawa,
que son los orikyuanos, orikyuenses, no sé ya cómo sería en español. Hay una negación, a nivel general, de la existencia de minorías y de otros grupos, ya no solo étnicos, porque ahora veremos, que básicamente es toda la sociedad japonesa es homogénea, todos son iguales. Y el gran problema es que ha habido una negación oficial por parte del gobierno japonés de la existencia de estas minorías. De hecho, el gobierno japonés no acepta
la existencia de minorías étnicas hasta 1980. Que dices, madre mía, vaya tela. Y claro, de alguna manera, yo ahí veo también cierta manipulación, un poco, de decir que todos somos iguales, todos tenemos que seguir estas reglas, todos tenemos que ser así, hay que convivir de esta manera, trabajar de esta manera... Pero claro, es que el gobierno, ya desde la época Meiji, se ha esforzado mucho en promover un Japón
supuestamente homogéneo, con el idioma mismamente, cuando resulta que en Japón hay un montonazo de dialectos, un montonazo... Me acuerdo cuando hablábamos, por ejemplo, con nuestro amigo Saito-san, que decía que el dialecto de su mujer, que no sé si era de Shikoku, decía que a veces yo mismo ni lo entiendo. Sí.
Entonces, hay un montón de maneras diferentes de hablar y si estudias un poco japonés, te hace un poco gracia cuando escuchas hablar el Kansai-ben, el Osaka-ben, pero poco más. Pero es que resulta que hay muchas maneras diferentes. Pero ya el hecho de que esto sea tan estricto, que le pasó incluso al Reino Unido, que hasta hacía un tiempo, todos los que salían en la BBC tenían el acento, la Received Pronunciation, y era todo como muy perfecto, hasta que empezaron a sacar gente en la televisión...
Y en parte pasa un poco en España. Porque hay ciertos acentos también que se ven... Por ejemplo, ahora que vivimos aquí, soy más consciente de ello, el acento andaluz ha sido muy maltratado, creo que está cambiando la cosa, pero tradicionalmente ha sido muy maltratado en España. Se veía como si te salía alguien en las noticias que hablaba con acento andaluz, y bueno, el acento andaluz tampoco existe,
hay tres millones de acentos diferentes, no es igual Málaga que... No hay una única habla andaluza. Exacto, ¿no? Pero se veía un poco... Se miraba siempre por encima del hombro, si salía un periodista hablando, por ejemplo, con un acento de alguna región de Andalucía. Al menos éramos conscientes de que existían esas diferentes hablas, incluso dentro del castellano, ¿no? Pero en Japón parece como que se obvia
que existan un montón de cosas diferentes. Puede que sí, porque todos tienen, ¿no? Todos tienen el suyo, casi. Exacto, pero realmente ha calado muchísimo, también entre ellos, el tema de que la sociedad japonesa es homogénea. El tema del grupo, que les han dado ahí martillazos, ¿no? Grupo en el sentido de todos los que son igual que tú, porque todos somos homogéneos. No hay diversidad étnica, no hay diversidad racial.
Pin, pin, pin, pin. Les han ido metiendo esta idea en la cabeza... De hecho, es que es eso, ser parte del grupo es uno de los pilares fundamentales de las teorías Nihonjinron. Claro, ¿y cómo podemos dar fuerza a ese grupo? Si ese grupo es homogéneo, porque si no, es imposible formar parte o dar importancia a ese sentido del grupo, ¿no? Con lo cual, de nuevo, el tema de la homogeneidad es clave. Y además, no solamente que somos homogéneos,
sino que somos diferentes a los demás, porque siempre necesitas tener algo contra lo que enfrentarte, ¿no? No un enfrentamiento, a veces, ni militar ni demás, pero decir, es que tenemos esta serie de características y no las tienen los demás, ¿no? Por eso sabemos cómo somos los japoneses, a veces incluso en contraposición a cómo son los de fuera. Sí, normalmente es la manera, ¿no?, lo que resulta más fácil.
A ver, es verdad que Japón no tiene la misma diversidad cultural y especialmente la misma diversidad étnica que, por ejemplo, Reino Unido, que esto nosotros lo hemos vivido de cerca, o Estados Unidos, ¿no?, por ejemplo. También por las propias leyes de inmigración que han aceptado, comparado con otros países del mismo nivel económico y cultural, una cantidad menor de inmigrantes, que precisamente ahora mismo es un problema para Japón.
Absolutamente, absolutamente. O sea, el contexto ahí es importante, pero es verdad. Es verdad, tú vas por Reino Unido, vas por Estados Unidos, hasta en España hay mucha más diversidad, especialmente gracias a esa inmigración, que puede ser inmigración de hace muchísimo tiempo también, no solo reciente. Es verdad que en Japón hay menos diferencias, pero de ahí a decir que es una sociedad completamente homogénea,
hay una distancia enorme, ¿vale?, porque ese para nosotros es el mito, el mito de la homogeneidad, lo que hace es ignorar absolutamente, ya no solo a los residentes extranjeros, muchos de los cuales ya llevan viviendo toda su vida en Japón, sus descendientes, que en muchos casos se les va a tratar como ciudadanos de segunda, de que no son... Sí, pero no, tú vives aquí, pero realmente no eres japonés, ¿no?
Aunque tu idioma materno sea el japonés, aunque toda tu vida la llevas viviendo... Ya, te miran como diferente. Es ignorar todas las minorías étnicas, todas las minorías culturales, es ignorar absolutamente una parte importante de su población. Es inaceptable, sinceramente es inaceptable. La sociedad japonesa no es homogénea. Y esto sí que lo digo en negrita, en mayúsculas, subrayado y en todo lo que creáis.
Bueno, es que en Japón se encuentran varias minorías que luchan por sus derechos, por no ser discriminadas frente a ese concepto del japonés puro. Al japonés de verdad. Al japonés de verdad, ¿no? Por ejemplo, por volumen, la primera minoría no es una minoría étnica, es una minoría cultural, que son los burakumin. Los burakumin son descendientes de la casta de los marginados eta y jinin del periodo Edo.
Ahora hablamos de ellos. Es decir, los subhumanos. Tiene tela. Tiene tela, exacto. Luego tenemos, claro, las minorías étnicas, por ejemplo, de los ainu o de los rikyuanos, ¿no? Justamente que se incorporaron a esa construcción de nación, ese Japón moderno, con la restauración meiji, con el fin del periodo Edo. Que es curioso, porque hay muchos países europeos que han empezado a hacer un proceso de descolonización
y demás, relativamente, en algunos casos, más reciente que en otros, pero Japón casi, digamos, ha sido un poco al revés, porque lo que son las islas Rikyu y lo que es Hokkaido se integró en el estado nación japonés pues eso, a finales del siglo XIX, no hace tanto. Y también está una parte importante de la población, que son esos descendientes de coreanos y de chinos que llegan a Japón justamente por esos movimientos
del imperialismo japonés a finales del siglo XIX y comienzos del siglo XX. Exacto, no llegan a Japón porque digas es que están cerca y hay similitudes culturales y entonces tienes inmigración coreana y china. No, es que Japón invadió Corea, es que Japón invadió Manchuria, entonces invadió Taiwán, y claro, pues mucha gente se fue obligada a irse a Japón. Exacto, y sus descendientes todavía hoy tienen la etiqueta de descendiente de coreano
o descendiente de chino, no son vistos como japoneses, que eso, bueno, ahora lo hablamos, pero a mí es que me enciende bastante, creo que se me empieza a notar. Y luego también podríamos hablar de una minoría étnica que es bastante importante, que serían los Nikkei, los latinoamericanos descendientes de japoneses, esos japoneses que se fueron especialmente a Brasil, por ejemplo, a ciertos países. Sí, a Chile.
A Chile, a varios países de América Latina. A Perú. Exacto, como la década de los 80, que había como mucho negocio por explotar. Exacto, hubo una cierta diáspora, entre comillas, y entonces, claro, esos chavales nacieron ya en estos países, entonces son japoneses de segunda generación o bien son brasileños peruanos X de primera, pero en muchos casos han vuelto a Japón. Bueno, han sido llamados, en muchos casos a Japón le interesaba llamarles a trabajar, especialmente en fábricas,
cuando hubo necesidad de trabajar. Mano de obra de baja cualificación. Relativamente barato. Por ejemplo, en toda la zona del lago Biwa hay una gran población de brasileños, creo que es, toda la zona de Nagoya también. Por esa zona ves carteles en portugués en las estaciones. Sí, sí.
Bueno, en portugués brasileño. Pero claro, cuando a Japón le ha dejado de interesar tener a estos trabajadores, ha hecho todo lo posible también para decir, oye, volveros a vuestro país de origen. Es que vaya tela. Es que me enciendo un poco, ¿no? Yo creo que este podcast igual la embajada no lo va a compartir mucho. Pues a mí me parece muy interesante porque, evidentemente, aquí estamos hablando de Japón, si nos pusiéramos a hablar de España
o nos pusiéramos a hablar de otro país, todos los países tienen cosas buenas y tienen cosas malas. Lo importante es no pensar que Japón es el país perfecto y que no, uy, no son seres de luz. Es único, ¿no? Y que lo que son los japoneses es que son diferentes al resto de la humanidad. Siempre hemos dicho, los japoneses no son raros, ¿no? Simplemente tienen una cultura que ha seguido un desarrollo diferente,
pero son tan, bueno, no son tan diferentes al resto. Son tan buenos o tan malos como el resto, ¿no? Tienen sus cosas buenas y tienen sus cosas a mejorar, digamos, ¿no? Pero bueno, hablemos de los burakumin, ¿no? Vamos a hablar un poco de estos grupos que hemos dicho. Sí, tú has dicho justamente, ¿no? Que son una minoría cultural, no étnica, esto es súper importante. Son japoneses de pura cepa, en este caso.
Exactamente, étnicamente son japoneses, pero como tú has dicho, son descendientes de ese grupo de gente que hacía trabajos impuros, ¿no? Es decir, trabajos relacionados con el cuero, por ejemplo, carnicería, o sea, es una discriminación ancestral que no tiene su origen en la etnia, sino en la ocupación. Lo que es que se haya permitido seguir haciendo esta discriminación cuando esta gente hacía trabajos que estaban mal vistos,
pero es que alguien tenía que hacerlos, ¿no? Que eso es muy gracioso, porque si no los hacían esta gente, ¿quién se dedicaba, por ejemplo, a vender carne, no? ¿Quién se dedicaba a hacer cuero para vestir o para las armaduras samurai? No, para el taiko, yo estaba reflexionándolo. Es que me hace mucha gracia, es como... Sí, sí, tú tienes que hacerlo, nos viene muy bien que lo hagas, pero tú lo estás haciendo en un cuchitrín
y encima te vamos a discriminar. Sí, porque para entendernos, el buraku, burakumin, es una palabra compuesta de dos términos, tenemos buraku, que es el barrio, básicamente el gueto, en el que viven estos descendientes de los zeta y los... Especialmente los zeta, ¿no? Los hinin. Ya en el periodo Edo, esta casta vivía apartada del resto de castas, ¿no? Pero como eran impuros, tenían esos trabajos impuros,
pues los teníamos apartados en esos guetos, esos barrios. El problema es que en el Japón actual sigue habiendo barrios que la gente sabe que son barrios de gente de estas ocupaciones y como hasta hace relativamente poco se podía consultar el registro familiar cuando tú pedías un trabajo o incluso cuando tú dices... Matrimonios. He conocido a una persona y me voy a casar con ella, ¿no? Pues la familia lo que hacía es que consultaba este registro familiar
y si veía que el novio, ¿no? Por ejemplo, o al revés, la novia, que tenía descendientes... Ascendientes, perdón, burakumin, pues decían, pues no, no vamos adelante con el matrimonio o no te contratamos porque no queremos a alguien impuro. Sí que es verdad que...
No recuerdo la fecha ahora mismo, creo que eran... De hecho, bastante tarde, me parece que los 80 o algo así, pero no estoy segura. Es que es muy tarde. Ya se prohibió el acceso justamente a esos datos, pero ya sabemos que esto pasa en todo el mundo. Echa la ley, echa la trampa. Echa la ley, echa la trampa, todo el mundo se busca la manera de encontrar la información.
Si la quieres encontrar pagando, en catalán, pagant san pera canta, es decir, si pagas lo consigues todo y evidentemente es una información que se puede encontrar. Pero lo curioso es que claro, con la restauración Meiji, evidentemente se aniquilaron, como se dice, se quitaron, todo ese sistema de castas del periodo. Sí que estás violenta hoy, que estás utilizando aniquilar un montón, Laura. Reconozco que el tema me pone un poquito agresiva, perdón.
Pero sí, pero es cierto. Con la restauración de Meiji y el convertir a Japón en un estado moderno a imagen y semejanza de lo que se veía en el resto de países occidentales, pues todos estos tipos de discriminación por origen, por incluso religión y demás, todo esto se eliminó. Claro, el propio sistema de castas se eliminó. Con lo cual un burakumin supuestamente tenía los mismos derechos que cualquier otro japonés porque básicamente era igual de japonés
que los demás. ¿Qué pasa? Que les tenemos viviendo en los barrios, en los buraku. Hemos dicho buraku, son estos barrios, estos guetos, mines personas. Es decir, burakumin básicamente es la persona del buraku, la persona del gueto. El problema es que tal como funcionaba la sociedad, era muy difícil salir del gueto. Entonces si tú nacías en el gueto, morías en el gueto, no te quedaba más remedio que casarte con alguien del gueto,
con lo cual tus hijos seguían estando en el gueto. ¿Y qué sucede? Que en estos buraku, pues evidentemente hay unos índices de pobreza mucho mayores, hay unos índices normal, la necesidad a veces de delincuencia muchísimo mayores, acceso a la educación muy pobre, muy pocas ayudas al final. Y me diréis, pero yo no he visto buraku cuando he ido a Japón. Bueno, pues por ejemplo, hacia el norte de Asakusa
hay un buraku bastante grande. Es una zona, nosotros visitamos una parte, ni siquiera nos metimos hacia dentro del todo, porque es tremenda, con edificios en muy mal estado, apartamentos de alquiler en condiciones muy, no sé ni cómo decirlo. Siguen existiendo esos buraku en todo Japón y sigue existiendo gran discriminación de gente que tiene esos trabajos considerados impuros, porque trabajan la sangre o la muerte.
De hecho, ahí está la película que ganó un Oscar. Despedidas. Despedidas, ¿no? Es que ahora no me salía el título. Okudibito. Sí, que me parece fantástica porque se ve ahí realmente primero cómo se mira con desprecio a las personas que trabajan preparando los cuerpos de los fallecidos para los entierros. Y es una... No sé, se ve el rechazo que recibe justamente ese trabajador por un trabajo que yo creo que al final
debería ser muy valorado. Pero es que incluso en este caso estoy de acuerdo contigo. Son trabajos, pero igual que decíamos con los ETA y demás, son trabajos que alguien tiene que hacerlos para que una sociedad funcione. Pero es que el problema es que hoy en día existe discriminación con gente que incluso habiendo intentado salirse de esa burbuja burakumin, incluso aunque hayan intentado estudiar, a pesar de las pocas ayudas,
aunque se dediquen a otra cosa, en el momento en el que alguien se entere que ha surgido de uno de esos barrios, que sus padres han sido burakumin, aunque tú ya no estés trabajando en ese tipo de cosas, te van a discriminar también. Exacto, y creo que eso es lo importante, porque ya no es solo la discriminación a ciertos trabajos que se consideran impuros o mirarnos un poquito así con... Sino el hecho de que tú, porque tu abuelo
o tatarabuelo fue en la casta de los ETA, estuvo en la casta de los ETA, ya solo por eso, da igual lo que hayas hecho con tu vida, que tengas un máster en no sé cuántos, que tengas no sé qué, que seas hiperinteligente, da igual, en muchos casos te van a mirar raro. Te van a hacer esa discriminación de a lo mejor no conseguir un puesto de trabajo, no conseguir ese piso de alquiler... Aquí, por ejemplo, recomiendo mucho
leer el libro El precepto roto de Shimazaki Toson, que precisamente habla de un protagonista, rompe el precepto que le da su padre de ocultar su origen burakumin. El protagonista es un profesor de escuela y todo el libro básicamente es su camino mental, ¿de qué hago? ¿Voy públicamente diciendo yo soy descendiente y por lo tanto soy burakumin o me lo callo para evitar justamente la discriminación? Es un libro fantástico que os lo recomendamos mucho.
De hecho, siempre tenemos una sesión en la clase de literatura japonesa, en el CER, dedicada específicamente al precepto roto y para hablar también un poco de los burakumin. Pero te parece, porque si no nos vamos a liar mucho... Nos vamos a liar mucho. ¿Te parece que quizá hablemos en otro momento, quizá en otro podcast, podemos hablar de los ETA, los Hinin... Exacto, de los orígenes y luego de cómo esto deviene en los burakumin
y de los cambios sociales que ha habido para intentar evitar su discriminación. Pues hablamos ahora de otra de estas minorías, en este caso sí, minoría étnica, un grupo étnico. De hecho, creo que es el segundo grupo étnico más grande de Japón, más o menos supuestamente un millón de japoneses, que serían los habitantes de las antiguas Rikyu, de las islas Rikyu, parte de la actual Okinawa. Ya no sé si llamarlos rikyuanos, rikyuenses,
no sé cuál sería en castellano. Lo que pasa es que también es peculiar, porque claro, las islas Rikyu fueron un país independiente desde 1429 hasta 1879, hasta que con el periodo Meiji se integran en Japón. Y claro, hoy en día también, aunque a veces a los japoneses les cuesta esa mezcla de gentes que no sean homogéneas, porque le tienen esa idea, pero es verdad que ha habido desde 1879, han pasado unos cuantos años,
entonces hablamos de un millón de japoneses, pero claro, hay mucho hafu, en todo caso, hay mucho descendiente que a lo mejor su padre es realmente étnicamente rikyuano, pero a lo mejor la madre es a lo mejor tokiota o algo así. Bueno, y es que Zon, junto con los Ainu, sufrieron las políticas nacionalistas y de unificación al máximo, porque absolutamente hubo una gran... Lo que decíamos antes, al final,
aquí sí que creo que es aniquilar, lo siento, pero se aniquilaron... Porque había muchas lenguas propias alemanas. Todas las lenguas que se aglutinan bajo el nombre de lenguas rikyuenses, pero realmente hay como muchos dialectos, muchas lenguas diferentes, se aniquilaron, básicamente. Casi todas estas lenguas se les obligó a hablar, no podían ni siquiera hablar otra cosa en ese japonés estándar, se les quitó la opción
de disfrutar y de mostrar su cultura propia, porque al final, como tú decías, un país independiente, un reino independiente, tenía muchísimas influencias de la península coreana, de China... De Taiwán... Exactamente, entonces tuvieron que, digamos, adaptar o asumir aspectos culturales más propios de lo que sería el Japón... El Japón de las islas principales. De hecho, hoy, cuando tú visitas Okinawa,
encuentras sitios como Sefa Otaki, por ejemplo, que son power spots, sitios religiosos, que son muy diferentes a los que te encuentras en el resto de Japón. Pero luego te encuentras otros lugares que son también antiguos sitios sagrados de los rikyuenses, que sin embargo, de repente, ves que le han puesto un tori, porque lo han reconvertido en santuario, pero no tiene nada que ver con los santuarios sintoístas
que encuentras en el resto de Japón. Porque se ha intentado como meter a veces casi a martillazos esa cultura del resto de Japón... Del Japón estándar, por decirlo de alguna manera. Del Japón estándar en unas islas que tenían otro desarrollo cultural. Es interesante, no tenemos tampoco muchísimo tiempo aquí para estar hablando de esto, pero es interesante dentro de la historia reciente de Yao Okinawa,
porque justamente después de la Segunda Guerra Mundial, la ocupación aliada lo que hizo fue promover el uso de las lenguas, el uso local de las lenguas, de las rikyu, y el uso también, la recuperación de ciertos aspectos culturales y demás. ¿Por qué? Evidentemente, lo que quería la ocupación aliada es rebajar el sentimiento un poco nacionalista, que es lo que había llevado a Japón a la Segunda Guerra Mundial, ese descenso militarista.
De hecho, Estados Unidos mantuvo lo que es la actual Okinawa como parte de la ocupación aliada durante mucho más tiempo que el resto de Japón, porque creo que no se devolvió a Japón hasta el año 73. Exacto.
Al final, Okinawa tiene una localización ideal, como base militar para toda Asia, realmente. Pero lo curioso es que, a ver, tampoco sorprende mucho, consiguieron el efecto contrario. Claro, los antiguos rikyuanos, rikyuenses, la gente de Okinawa, de la actual Okinawa, evidentemente, primero, tenían un recuerdo bastante duro de esas últimas batallas del fin de la Segunda Guerra Mundial. Sí, pero si tú tuvieras esos recuerdos, también estarías en contra de los japoneses.
Sí, pero también lo que querían era deshacerse de esa ocupación estadounidense. Exacto, ese es el problema, que lo más reciente era la ocupación estadounidense, mucho más larga que en el resto de Japón, con lo cual, al final, toda esa gente local se olvidó de cualquier idea o sentimiento independentista pro-ryukyu y adoptaron el japonés incluso como lengua vehicular con una fuerza tremenda y se alejaron un poco de su cultura
para intentar oponerse a todo lo que venía de Estados Unidos. De hecho, normalmente se dice que las generaciones japonesas nacidas a partir de 1950 son prácticamente monolingües y en la gran mayoría de casos desconocen de primera mano las lenguas de sus ancestros. Sí, es una pena, aunque también en tiempos recientes ha habido otra vez un cambio diferente. A partir de los años 90 se puso de moda Okinawa.
No solo que se ha puesto de moda, que eso está muy bien, pero en tiempos incluso más recientes, creo, por lo que estuve mirando, que había vuelto a subir el porcentaje de gente que quiere la independencia de las islas ryukyu respecto de Japón, quizá porque se sienten que Japón les ha abandonado un poco o que les deja un poco a su... Sí, yo creo que va un poco de la mano de que primero, más o menos a partir de los años 90, se puso de moda
lo que es el Japón estándar, el Japón peninsular, lo llaman en inglés, pero claro... El mainland. En el Japón de las cuatro islas principales se empezó a mirar Okinawa como un lugar súper exótico. La gastronomía entró con fuerza. Ciertas palabras del léxico local de las antigüedas ryukyu se empezaron a poner de moda. La gente empezaba a interesarse por ciertos bailes, ciertos trajes, empezar a ver un poco las diferencias
como algo positivo, como algo bonito. Y a partir de ahí, yo creo que los propios jóvenes de Okinawa fueron también un poco hablando con sus abuelos en muchos casos, fueron descubriendo parte de su historia que a lo mejor hasta ese momento no le habían prestado demasiada atención. Empezaron a recuperar un poco el estudio de algunas lenguas. Muchísimas se han perdido, pero empezaron a recuperar algunas de sus lenguas
o empezaron a recuperar algunas expresiones que se empiezan a usar ya de manera habitual. Estas expresiones que son muy típicas cuando visitas Okinawa y no son japonés estándar, sino son de alguna de las hablas de las ryukyu. Y de ahí, yo creo, justamente va apareciendo, que estoy muy de acuerdo, este sentimiento independentista en las ryukyu en la actualidad. Pero si seguimos con las ryukyu, no nos queda tiempo, nada más.
Y nos queda todavía hablar de algunas otras minorías. Por ejemplo, el pueblo Ainu, la tercera gran minoría de Japón. En este caso, también es minoría étnica, que tiene un origen desconocido y son los antiguos, los habitantes, los aborígenes de lo que hoy es la isla de Hokkaido. Parece ser que eran un pueblo cazador de origen caucásico y no solo se encontraban en Hokkaido, sino también en la mitad noreste de la isla de Honshu.
Sí, la zona un poco más hacia el norte de Tohoku. Bueno, se les llamaba los emishi, que no sé si creo que salen incluso en la princesa Mononoke. Diría que sí, que son los bárbaros peludos. Fíjate si eran bárbaros peludos que en la época feudal de Japón, estamos hablando del periodo Edo, con Tokugawa y Eiyasu, cuando a veces, o incluso mucho más tarde todavía, cuando querían deportar a alguien que se había revelado
o que había luchado contra el clan Tokugawa, lo deportaban a Tohoku, con los emishi, porque no era Japón realmente, estaba como perdido de la mano de los kanizamas. De hecho, estos emishi lucharon por sus tierras absolutamente y tanto Tohoku, esa zona de Tohoku, y especialmente Hokkaido, fueron de las últimas regiones a anexionarse a lo que sería el Japón actual. Podríamos hablar mucho también del tema de los Ainu.
Al ser colonizados o al ser anexionados a Japón, todos estos Ainu acabaron un poco relegados, confinados de alguna manera en la isla de Hokkaido, y ahí sufrieron y siguen sufriendo realmente una fuerte discriminación. Bueno, claro, es que el gobierno japonés se apropió unilateralmente de tierras y recursos naturales, que eran de ellos, agricultura forzada en ciertas tierras, prohibición de usar su lengua propia,
de vivir su propia cultura, etc., y hicieron además que los Ainu fueran desapareciendo, porque además, claro, ningún Ainu iba a tener relaciones con un japonés puro, porque los japoneses no lo aceptaban. Entonces, los Ainu se quedaban cada vez más en su propia burbuja, no tenían posibilidades de trabajar en nada, no les habían quitado las tierras, educación cero, con lo cual, ¿qué pasó? Pues aumento del alcoholismo entre los hombres Ainu,
aumento del suicidio entre los Ainu, hasta el punto de que cada vez hay menos Ainu. De hecho, Carlos Rubio llama a esto el suicidio cultural de los Ainu, y es, al final, el gobierno promueve, bueno, promueve, no, obliga, lo siento, pero es que es obliga, un cambio de vida, un cambio de estilo, y, como tú dices, esto lleva al pueblo Ainu al borde de la extinción. Cifras oficiales dicen 25.000 Ainu. Es poquísimo.
Cifras no oficiales dicen 200.000, pero sucede un poco como lo que hablábamos con los habitantes de las Antigües Gricyu. Al final, el mestizaje hace que sea muy complicado determinar en cifras exactas cuántos Ainu quedan. Sí que es un problemón, esto lo hemos hablado, también creo en Ungako, lo estuvimos hablando bastante, el efecto que tuvo la restauración de Meiji en la vida de los Ainu. Tú lo decías, alcoholismo, suicidios,
es llevar a un pueblo al borde de la extinción. Bueno, es que la lengua de los Ainu estuvo a punto de desaparecer y se mantuvo de la mano de canciones y cuentos, tradición oral sobre todo, y junto con música y danzas indígenas se ha vuelto a poner un poco de moda, aunque en algunos casos parece más un reclamo turístico que otra cosa. Y si ya decíamos que con los Burakumin Japón había ido muy tarde para intentar evitar las discriminaciones
con lo de los Ainu, es totalmente de vergüenza. A nosotros nos encanta Japón, por eso hacemos japonismo, pero alguna gente a lo mejor nos puede criticar, es que decís cosas malas. Es que no se puede hablar de otra manera, porque si os decimos que hasta 1997 el gobierno japonés no reconoció la importancia cultural de la minoría Ainu, que es cuando se firma la ley para la promoción cultural de los Ainu,
es que se les tiene que caer la cara de vergüenza. Fíjate, en 1997 es el momento en que el gobierno dice que vamos a promover la investigación del pueblo Ainu, el conocimiento del pueblo Ainu, vamos a intentar revitalizar la lengua y la cultura Ainu, porque claro, nos la hemos cargado absolutamente, vamos a permitir, esto es súper importante, el activismo Ainu, que estos pueblos se junten y trabajen juntos para recuperar sus tradiciones culturales,
sus tradiciones lingüísticas. 1997, es que es hiperreciente realmente, entonces es tremendísimo. Pero nos queda un poquito por hablar, porque claro, hemos hablado de los rikiyuanos, hemos hablado de los Ainu, dos minorías étnicas, hemos hablado de los burakumin, una minoría cultural y no étnica, pero hemos dicho antes que también están los residentes extranjeros en Japón, como también minorías muy importantes en el Japón actual,
y especialmente hemos hablado de esos... Coreanos, chinos, descendientes de ciudadanos, llegados a Japón, no de una manera natural como los que llegan hoy en día, porque estás buscando trabajo y dices, ah, bueno, pues mira, Japón es un país interesante para trabajar, sino por las ocupaciones militares de Taiwán y de Corea. Eso es, y de hecho, los coreanos y los chinos son la primera y segunda minoría étnica de Japón.
De la marinera. Es impresionante. Luego hay otro problema que tiene Japón con los extranjeros o los descendientes de los extranjeros, y es que, por un lado, la no existencia de la doble nacionalidad, y el hecho de que, aunque nazcas en Japón y toda tu vida discurra en Japón, el único idioma que hables sea el japonés, incluso si tus padres dicen, vamos a intentar hablarte solo en japonés para que te adaptes mejor y lo que sea,
da lo mismo porque no eres automáticamente japonés. Bueno, eso viene con lo de la nacionalidad por sangre o la nacionalidad por nacimiento. Existen dos maneras, el iu sanguinis o el iu soli. Entonces, Japón hace un uso estricto del iu sanguinis. Tú eres japonés si tus padres son japoneses, pero no eres japonés por haber nacido en Japón. Entonces, estos residentes, de hecho, son residentes, ellos no necesitan ciertos visados,
ya tienen un visado o un permiso de residencia para toda su vida, pero siguen siendo residentes extranjeros. Y con lo que es Japón además, con cómo establece las diferencias entre nosotros y ellos, el que tú tengas ese permiso de residencia pero seas, a todos los efectos administrativos y legales, no japonés, establece unas discriminaciones muy claras a lo largo de toda tu vida. Y es muy curioso porque tenemos en estos casos
tanto chinos y... Bueno, es que en muchos casos no son chinos o coreanos, sino son japoneses de origen coreano o de origen chino que tienen, es lo que decía, de hecho, una gran autora... ¿Coreana? ¿Zainichi? ¿Miriyu? Eso es, Miriyu, es coreana zainichi, ella escribe en japonés, ha nacido, ha crecido y ha estado toda su vida en Japón, pero sigue siendo eso, coreana zainichi, de esos coreanos que llegaron desde la península coreana
a Japón a mediados del siglo pasado, y ya es descendiente de esos coreanos y no es japonesa, legalmente no es japonesa, será siempre residente zainichi. Pero es curioso porque tenemos como dos partes normalmente, tenemos en muchos casos a estos coreanos y chinos que lo que hacen es, en muchos casos, mantener sus culturas, sus lenguas, sus tradiciones, y entonces viven, también en muchos casos, un poco aparte
de lo que sería la sociedad japonesa... Bueno, es que también la sociedad japonesa no les da otra opción. Claro, porque en otro caso tenemos a los que han decidido hasta cambiarse los apellidos, ponerse apellidos japoneses, ponerse nombres japoneses, para intentar evitar la discriminación, especialmente de sus hijos, nacen los hijos y dices, pues le voy a poner un nombre japonés, nos vamos a cambiar el apellido a un apellido japonés
para que no haya, visualmente no haya traza de ese origen coreano o ese origen chino, pero sigue habiendo esa discriminación, con lo cual son personas que están perdiendo, a veces, sus tradiciones, ciertos aspectos culturales... En un intento de integrarse que tampoco les está saliendo bien. Ahí está.
Entonces es súper, súper complicado. Y luego están, pues esto, dentro de estos extranjeros, los latinoamericanos descendientes de japoneses, que hablábamos antes, que llegan, sobre todo, a partir de la década de 1980, cuando la economía japonesa va como un tiro, y hay muchísima fábrica, muchísima factoría, y se piden trabajadores que quieran trabajos de lo que llaman las tres Ks. Lo llamaron las tres Ks, que viene del kitsui, que es como difícil, complicado, kitanai, que es sucio,
y kiken, peligroso. Trabajos peligrosos, sucios y difíciles. Esto no lo quieren los japoneses puros de Japón, pero igual si viene gente de fuera, a lo mejor sí lo quieren, pero como somos como somos, si viene gente de fuera, siguen teniendo que ser medio japoneses. No me traigas inmigrantes que no tengan cara de japoneses. Entonces vienen justamente los descendientes de esos japoneses que habían emigrado también por negocios.
Muchas veces, como no tenían a lo mejor trabajo en sus países, o como no tenían otra manera de volver al país de sus ancestros, pues decían, es la oportunidad perfecta, hasta que se dan cuenta de que esos visados que dan, es una explotación laboral tremenda. Y luego, a mí me hace mucha gracia porque 2009 es el momento de gran crisis mundial. Japón también se ve muy afectado por esa gran crisis. Japón lleva casi dos décadas ya en ese momento,
en recesión, en crisis absoluta. Se llaman las dos décadas perdidas, ya van a por tres. Y es un momento, y me río, porque es que me hace mucha gracia, entre comillas, porque hay una gran promoción para que estas personas, estos nikkeis, que habían llegado a Japón en la década de los 80 para hacer esos trabajos en las fábricas y tal, que claro, como hay una crisis, muchos se quedan desempleados, pues les dan pequeñas ayuditas para que se marchen de Japón.
Y se vuelvan a sus países de origen. Le daban ciertas ayudas para comprar el vuelo y decir, chau, chau, adiós. Vuelvete a Perú, vuélvete a Brasil, que aquí en Japón nos estorbas. Ya, nos has servido, pero ahora ya no nos sirves, así que adiós. De nuevo, gran discriminación, a pesar de ser, entre comillas, porque es muy curioso esto. A los descendientes de los chinos y coreanos que viven en Japón,
que han nacido en Japón y demás, son de fuera. Pero en cambio, los descendientes de japoneses que han nacido fuera, también son de fuera. Esos no son japoneses. También. Es como muy curioso, y una gran discriminación también. Y de hecho, yo recuerdo en la década, yo en el año 2000, conocí a algunos de estos trabajadores, de estos nikkeis, que están especialmente en la zona del lago Biwa, y vivían en, realmente, no sé si gueto es la palabra,
pero vivían en zonas muy específicas para ellos, y que era muy difícil que se relacionaran con otros japoneses, porque había una gran discriminación en cuanto a acceso al alquiler, en cuanto a acceso a otro tipo de trabajos. Trabajaban todos en fábricas. Acceso al alquiler. Justo hoy leía de un español que vive en Tokio que decía que se estaba encontrando que todos los pisos que le gustaban le decían que no lo alquilaban a extranjeros,
cuando encima es ilegal. Pero es un poco como con lo de los burakumin. Tú cambias la ley, pero al final la cambias de aquella manera. Porque si cambias una ley, tienes que poner las herramientas para que las instituciones, las administraciones... Para asegurarte que se cumpla. Para que se cumpla. Entonces, legalmente, Japón no puede discriminar a un extranjero, por ejemplo, para tener una casa, pero se sigue haciendo
y todo el mundo mira para otro lado. Sí, básicamente. Aunque bueno, eso me recuerda también en temas de alquiler, esas leyes de alquiler que se han puesto aquí en España, por ejemplo, que ya no eres tú al momento de alquilar el que tienes que pagar... Exacto, lo mismo. Ya se buscan la manera para que siga siendo así. En fin, echa la ley, echa la trampa, pasa en todas partes. Pero ya que hablamos de extranjeros,
creo que podríamos hablar justamente de ese grupo de gaijin, gaikokujin, los extranjeros. Un montón de gente que vive y trabaja en Japón. En muchos casos se han casado con japoneses y japonesas, han formado sus familias o simplemente están trabajando ahí. A lo mejor llevan 10, 20, 30 años, media vida viviendo en Japón y en muchos casos no se ven fuera de Japón. Y a pesar de que Japón es muy estricto con la inmigración
y con los visados de residencia, como cada vez hay más empresas internacionales, tecnológicas y hay una carencia absoluta de mano de obra cualificada, Japón sí que da visados para trabajos de alta cualificación y empresas como Google, Amazon, Microsoft, etc., están contratando gente que quiere irse a Japón. Japón todavía, en muchos casos, la gente lo tiene idealizado y dice yo me voy a Japón. Y trabajas allí y te puedes pasar un montón de años
y llega un momento que a lo mejor o bien sigues dentro de tu círculo de gaijines, de extranjeros, o bien conoces japoneses y lo que tú dices, puedes tener una pareja japonesa y acabas teniendo hijos que son mestizos y todo lo demás. Y, sin embargo, sigues siendo un gaijin. Sí, de hecho, vamos a la palabra gaijin. Gaijin, realmente gai es fuera y jin persona. Con lo cual, gaijin, persona de fuera, que es el término más popular,
el término políticamente, lingüísticamente correcto, sería gaikokujin. Koku es país, con lo cual, persona de un país de fuera, no de este país. Pero ya vemos ahí un foco claro entre nosotros y esos, los de fuera, el gai, los de fuera. Ya se ve esa dicotomía un poco de poner el foco en nosotros versus el resto. Y, de hecho, para los japoneses, la expresión más típica es waruware nihonjin, que básicamente es nosotros, los japoneses.
Pero este waruware da la sensación esa del grupo, la importancia del grupo. En este caso, el grupo de los de aquí, los japoneses puros, los japoneses de verdad. Sí, porque tú puedes pensar, y alguno, un japonista que nos esté escuchando, dirá, bueno, pero en castellano existe la palabra extranjero. Pero tú, cuando ves a alguien, no dices, ah, eres extranjero. Nunca. En todo caso, te refieres o le preguntas de dónde viene,
si piensas que puede tener un origen diferente y demás, pero hablas de cuáles son su procedencia. Ah, pues eres portugués, eres francés. ¿No utilizas la palabra extranjero para hablar con alguien o para referirte a alguien? Ah, eres extranjero. Es verdad que aquí en España, por ejemplo, hablo de España, todavía estamos aprendiendo también de esto. Yo sigo algunas cuentas de personas de origen chino,
personas de, bueno, origen africano, vete tú a saber, me refiero a personas de tez negra, que sí que hablan mucho de que la gente, les preguntamos, ¿de dónde eres? Y ellos dicen, pues yo de Madrid. He nacido, he crecido y he vivido en Madrid. Soy de Madrid. Y entonces muchas veces hay gente que le dice, no, pero realmente, ¿de dónde eres? Algo que a mí jamás se me ocurriría preguntar. En todo caso, a lo mejor me interesaría por
cuáles son tus orígenes o los orígenes de tu familia, pero es que yo tampoco lo preguntaría. Exacto, yo tampoco. Me esperaría que esa persona en todo caso me contara, porque sinceramente, me da igual. Me da igual si eres blanco, negro, amarillo o verde. Si somos un poco más amigos, sí que me interesa por saber tus orígenes culturales. Igual que si una amiga mía es de su madre, es de Huelva, y cuando iba a su casa, pues hacía unas comidas típicas de Huelva,
pues me interesaba saber más de Huelva, y de dónde, qué pueblo eres, no sé qué, no sé cuántos. Pero si no, si simplemente para un trato corto, pues da igual. Me refiero que esto también, verdad que claro, nosotros como somos al final blancos, estándares... Depende de para quién. Te vas a Estados Unidos y somos personas de color. Bueno, si es que esto es un lío, es un embolado tremendo. Pero bueno, sí que es verdad que en Japón
esto se habrá pasado a muchos. A mí me ha pasado muchas veces. A veces vas andando por la calle y especialmente los niños pequeños se te quedan mirando con caras a veces de bobos. A mí me pasó en Kobe, se me quedó mirando un chaval y me señaló con el dedo. Te señalan con el dedo. A veces te ponen el sufijo san para mostrarte que no es discriminatorio o no es negativo. Claro, pero ¿por qué me tienes que llamar Gaijin-san?
¿Por qué me tienes que decir señor extranjero? ¿Qué tiene que ver de dónde soy? Yo estoy ahí, pues me llamas, pues no sé, pues ya está. Sí, pero a veces es como hablan de cierta persona y dicen... Llámame cliente, en todo caso, que es típico japonés. El giri este que estuvo aquí... Me refiero, esto puede pasar en muchos idiomas y en muchos lugares. Como dicen en inglés, una caja de gusanos. Pero creo que Japón tiene que aprender a vivir
más mejor con los extranjeros. Extranjeros de todo tipo. Extranjeros o ya no solo extranjeros, sino a personas que no entran dentro de esa pintura que se han hecho ellos del japonés de verdad. Pero extranjeros sobre todo no tanto a nosotros que a veces vamos de turismo. No, no, la gente que vive allí... Tú vas de turismo y aunque a veces puedas notar cómo nos ha pasado a nosotros, nos han señalado, nos han dicho que eres extranjero y tal,
te toca un poco las narices, pero bueno, estas dos semanas, estas tres o como algunos japonistas que hay en nuestro Discord, estas dos meses, aunque os odiemos mucho... Nos miramos. Nos miramos mal. Pero sobre todo a los japoneses que residen allí desde hace años, a los extranjeros que residen allí desde hace años, tengan o no parejas japonesas o no, sino porque están viviendo allí, están contribuyendo
con sus impuestos al crecimiento del estado del bienestar japonés y, sin embargo, se les sigue viendo como gente de fuera. Porque claro, tu cara siempre muestra que tú eres diferente. Incluso aunque hables japonés, ellos mismos, estas teorías Nihon Ginron, consideran que no vas a entenderlo igual que si hubieras nacido y lo hubieras aprendido desde niño y demás. Sí, que eso también me hace mucha gracia.
A lo mejor podemos ya enlazar justamente un poco con conclusiones de todo esto, pero me hace mucha gracia. No, no, sí, tú has nacido aquí o llevas aquí 50 años, pero no es lo mismo. Tú no puedes tener el mismo conocimiento del idioma japonés que tengo yo, que he nacido aquí, que soy puramente japonés. Y como no lo tienes, no puedes entender lo que pensamos y no puedes entender cómo somos. Entonces, por eso se justifica que te tratemos diferente,
porque es que eres diferente. Eso no lo entiendo y no lo acepto, sinceramente. Esa es mi opinión, de nuevo, personal. Para mí eso es discriminatorio, es racista, llamémoslo como queramos, pero no debería ser aceptable. El hecho de que tú, como extranjero, no puedas acceder a ciertas casas de alquiler y que no pase nada y que eso se hable, eso ya no es vox populi, sino que en muchos casos está escrito,
está publicado, que dice aquí no se permite el alquiler a extranjeros. Eso es lo que flipas más, porque uno pensaría, vale, si estás haciendo algo que es ilegal, pero lo quieres hacer igualmente, al menos no dejas pruebas por escrito de la ilegalidad. Te buscas la manera, ¿no? Les da lo mismo.
Y esto al final hace también que extranjeros que viven en Japón desde hace tiempo, en lugar de protestar, como a lo mejor no tienen visados de residencia permanente todavía, sino que es por varios años y esto, mucha gente no quiere levantar la voz. ¿Normal? Que es normal, sí. Normal entre comillas, porque al final... Yo, que no levantes la voz, me parece... Tienes que mirar por tu situación personal. Totalmente, me parece bien. El problema está cuando muchos de estos extranjeros
o casados con japoneses o lo que sea, que viven en Japón, se dedican a hablar, casi a poner en valor lo que hacen los japoneses y todas esas tradiciones culturales. O sea, se vuelven unos nacionalistas culturales japoneses, que es lo que me flipa todavía más. Bueno, a veces es esto... No lo critiques, lo entiendo, ¿no? Quieres mantener un perfil bajo para que no se te pueda señalar, porque tu situación puede ser un poco...
Bueno, estás en una situación complicada y al final cada uno tiene... Yo ahí no me voy a meter porque entiendo que es muy fácil hablar desde fuera. Pero el hecho de que tú perpetúes ciertos clichés y ciertas cosas que sabes que son incorrectas y que sabes que a ti te están afectando también, pero por un intento de... No sé cómo decirlo, de integrarte, cuando al final tampoco te van a integrar, tampoco van a dejar que te integres, ¿no?
Y tú, sin embargo, estás perpetuando eso. Es que no lo entiendo. A mí lo que me hace gracia es lo que decía antes, que Japón necesita inmigración, que Japón necesita mano de obra. Tú lo has mencionado antes. Cualificada y sin cualificar. Cualificada y sin cualificar. Le falta gente, pero a manos llenas. La natalidad es muy baja, la inmigración está hipercontrolada y, como tú decías, especialmente tenemos inmigración
altamente cualificada y luego... Pero el problema también está en que para la inmigración altamente cualificada, Japón puede ser interesante por el aspecto cultural, porque existen todos esos clichés, ¿no? Y porque, oh, Japón qué diferente es, quiero ir a Japón, que en parte sí, y su comida qué rica está, en parte sí, pero lleva muchos años con un nivel de sueldos que no crecen lo suficiente.
Sí, hay un sistema corporativo que tiene que implosionar de alguna manera. Exacto. Si tú, por ejemplo, tienes formación en algún sector tecnológico que ahora mismo Japón necesita esa mano de obra, pues como el comer, tú te vas, por ejemplo, a Estados Unidos, que tiene sus problemas, o te vas a otros países, y los sueldos que puedes recibir por ese tipo de trabajos son mucho más altos que los que puedes recibir en Japón.
Claro, pero aquí ya esto es muy personal, ¿no? Tú haces una lista de opciones y yo, por ejemplo, me dices Estados Unidos y, sinceramente, de nuevo, es generalizar y es caer en cosas así, pero aquí cada uno tenemos nuestra manera un poco de pensar o a lo que le damos importancia, ¿no? Y tú me dices Estados Unidos para irme a vivir, nosotros que tenemos un hijo que va al instituto... No, no, está claro.
Yo no tengo los males pensando, lo siento, en las armas de fuego, tiroteos... Sí, pero tú piensas que a lo mejor has salido de la universidad, que eres joven, que tienes esa formación específica y que te gustaría tener una experiencia internacional. Japón lo que sí que hace bien es utilizar todo su arsenal de aspectos culturales de interés para atraer cierta gente que, por otro lado, si fuera solamente por sueldo,
no la atraerías, porque se vive mucho mejor, incluso, por ejemplo, pese a todo, en el Reino Unido, y te vas incluso de contractor y en el Reino Unido ganas un dineral tremendo. De hecho, en la clase de Business, justamente del CEC en Japón, tenemos una sesión que hablamos de eso, además con unos gráficos en los que vemos el crecimiento de los sueldos en diferentes lugares de Europa, diferentes países de Europa, Estados Unidos, Japón,
Corea, atención a los tigres asiáticos, porque le están comiendo la tostada a Japón, pero de una manera muy rápida. Pero, Luis, nos estamos liando. Nos estamos liando y encima de la Nihonjinron hemos contado relativamente poco, porque hemos empezado con ella, pero no nos hemos metido con muchos de esos conceptos que hay detrás de esta Nihonjinron, y que muchos de ellos, incluso, salían ya en el libro
de Ruth Benedict, El crisantemo y la espada, que también, claro, es uno de los libros con los que la gente se ha acercado a la cultura japonesa porque es fácil de leer, son conceptos muy concretos, y quizás, a lo mejor, podríamos hacer un episodio, no hemos dicho específico de los burakumin y esas castas de no humanos y demás en el periodo Edo, podríamos hacer otro más específico de la Nihonjinron
y de estos conceptos típicamente japoneses, y no sé qué más, es que de aquí nos salen un montón de cosas. Hay un montón porque creo que llevamos hablando mucho rato. Llevamos una hora y diez o una cosa así. He perdido ya la cuenta, pero bueno, al final, quizás al resumir un poco de Nihonjinron, es que surge de esas, bueno, necesidades, yo creo que surge un poco de la búsqueda, de quién es... La idea...
Surge de la construcción del Estado-nación japonés en un momento en el que tienes muchas otras identidades y tú necesitas aglutinar las tuyas. Ahí está, responderás la pregunta, ¿quién soy? ¿Quién soy en el sentido de quién son los japoneses? ¿Quiénes somos los japoneses? Lo hemos hablado en otras circunstancias. Al final, ese Japón Meiji lo que necesita es que un japonés de Hokkaido, aunque tenga más cerca a Kamchatka, que está en Rusia,
o un japonés de Okinawa, aunque tenga más cerca a Taiwán, se sienta culturalmente más cercano a alguien de Tokio que a esa persona de Taiwán o que a esa persona de Rusia. Sí, porque al final las fronteras son algo... Exacto. Decidido así como en lápiz y papel. Al final, la lealtad que podía haber era al dominio y al daimyo de ese dominio, no tanto a una identidad, a un emperador o a una identidad común como japonés.
Entonces, esa necesidad de crear una identidad común y una culturalidad de japonés es lo que hace que surja todo esto. Exacto, y se usa realmente como herramienta nacionalista y básicamente para afirmar lo que para nosotros es que son barbaridades, afirmar el mito de la homogeneidad japonesa, el mito de nuevo de la singularidad japonesa. No hemos hablado mucho de eso, nos quedamos sin tiempo, a lo mejor deberíamos hacer otra reflexión en otro episodio,
pero es que los japoneses son así, son muy diferentes, son singulares, son muy diferentes al resto del mundo. A ver, todos somos diferentes, pero es que dentro de Japón también hay diferencias, dentro de España hay diferencias, no somos iguales. No, exacto. Cuando nos ponemos así... O sea, es un país de 125 millones de habitantes, no puedes generalizar de una manera como se hace desde fuera. Y es esto, la Nihonjinron se ha usado para, como tú decías,
diferenciar nosotros del resto y ahí, especialmente en la actualidad, hay un gran problema, porque Japón tiene que cambiar su manera de pensar, tiene que cambiar su manera de vivir. En el Japón actual tenemos más residentes permanentes, extranjeros, que nunca. Tenemos un montón, evidentemente... Pero fíjate qué triste es, Laura, que yo recientemente he leído a veces en redes sociales a gente decir que qué maravilla Japón, que con su...
Porque claro, hay gente que se está quejando de lo contrario, de que es que en Europa está entrando mucha inmigración y nuestra cultura se está diluyendo. Y ponen a Japón como ejemplo de qué maravilla Japón lo que está haciendo, que está manteniendo su cultura sin cambios, porque está siendo estricto. El debate de la inmigración... Me parece que me explota la cabeza, porque es, primero, la cultura japonesa hoy en día,
tal cual, ya hemos dicho, no es homogénea y no es estanca, no permanece sin cambios. Pero es que si no abre, si no acepta más gente, con lo que ellos tienen es que el país puede acabar desapareciendo. Las proyecciones que hay de población, que yo espero que no se cumplan, pero para 2100 hablan de un país de 50 millones de habitantes, cuando ahora está en 125. Imaginad cómo sostienes un estado de bienestar
en un país como Japón, con tanta población, además... Con una población tan envejecida. Con 50 millones de habitantes. ¿Quién va a trabajar? ¿Quién va a hacer que el país esté...? Ya hay cambios. Hay más matrimonios interraciales que nunca. Hay más niños multietnicos. Ellos los llaman halfu. Yo prefiero decirles, en todo caso, taburu. Halfu es half-half. Half-japanese, half-lo que sea. ¿Qué más da?
No, doblemente, doblemente culturales. Exacto, no es la mitad de uno y la mitad de otro, sino que tienes el doble de culturas, el doble de referencias culturales. Los niños son el futuro de Japón en el sentido que pueden ayudar a estos cambios, a estos cambios de mentalidad de no, la sociedad japonesa no es homogénea y no... Y no pasa nada porque no lo sea, ni se pierde nada. Porque es que la sociedad japonesa nunca ha sido homogénea
y siempre ha estado abierta a asumir influencias culturales de fuera y a integrarlas dentro de las particularidades que sí que tiene cada lugar. Entonces, ¿por qué no vas a seguir haciendo esto? ¿Por qué no vas a seguir integrando un montón de referencias externas? Hipercomplicado el debate también de la inmigración, pero en el caso de Japón, muy necesario. O sea, los datos son los que son. Japón necesita mano de obra
y luego necesita tener un cambio de mentalidad, de dejar de pensar. Si no eres japonés puro ya... Bueno, eres un japonés de segunda un poco, ¿no? O eres un ciudadano de segunda. No, todo el mundo está... Todos contribuyen, los Ainu contribuyen bastante, han aguantado. Los habitantes del antiguo reino de las Ryukyu, actual Okinawa, también contribuyen bastante, han aguantado también. Los descendientes de esos chinos y coreanos, también.
Extranjeros actuales, también. Así que, como te refiero, hay que empezar a cambiar un poco esa mentalidad. Dejamos atrás la idea de que somos una sociedad homogénea y empezamos a mirar el mundo en una perspectiva un poquito más amplia, un poquito más global. Exactamente, Laura. Como nos hemos enrollado más de lo que pensábamos, os emplazamos a los próximos episodios de temas de charcos, en los que nos volveremos a meter en charcos.
¡Chau! Traducido por Marie Arias