Kibune, Kurama y Ohara son tres destinos a las afueras de Kioto, en las montañas que hay hacia el norte de la antigua capital.
Cuando buscas destinos cercanos donde haya naturaleza espectacular, onsen y, por lo general, un turismo menos masificado sin alejarte mucho de Kioto, son lugares fabulosos.
Te contamos brevemente qué ver en cada uno de los tres destinos y cómo llegar a ellos.
Luego, en Japonismo mini hablamos de la reclasificación del covid al nivel de la gripe estacional, de nuestro tercer libro (Manual para viajar a Japón y no morir en el intento, ya a la venta) y la firma que hicimos en Málaga, así como de comentarios de parte de la comunidad.
Finalmente, en la palabra japonesa, te damos una frase, para preguntar si está bien hacer fotos. Ideal para ciertos lugares de templos y santuarios y para Kioto si estás viendo geishas o maikos.
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Transcripción
¿Sabes una de las cosas que nos pide más la gente, Laura? No, ¿el qué? Que les contemos destinos cerca de ciudades populares, como por ejemplo Kioto, pero que tengan onsen, que quizás estén algo menos masificado, que tengan más naturaleza, que sean más rurales o todo ello a la vez. Cierto. Y en condiciones normales es complicado recomendar lugares que cumplan todo esto, pero en japonismo es que a ver, somos muy pro…
Pero muy pro. Y se me ocurre que podemos hablar de Kibune, Kurama y Ohara para el viajero que visita Kioto, pero busca todo esto que estabas contando tú. Hay que ver lo que sabe el Lauro. Bienvenidos a Japón a Fondo, el podcast sobre Japón de la mano del japonismo, patrocinado por Lexus. Experience Amazing. Sí que sabes, ¿eh? Sí que sabes, porque es verdad. Bueno, gracias. Si estás en Kioto y quieres disfrutar de la belleza de las montañas que la rodean
por el norte, Kibune y Kurama son dos destinos fabulosos, además unidos por una ruta de senderismo. Y luego tienes Ohara, que a pesar de lo que parezca es un nombre japonés, no es irlandés. Ostras, no había caído en lo del irlandés, he estado aquí como cinco minutos callada. Tú Luis habrás cortado el audio. Con Laura, con Dios, que llevo haciendo este chiste desde el principio de los tiempos. Cada vez que suena Ohara…
Pues fíjate que no lo tenía en mi biblioteca de chistes absurdos tuyos, particular, tengo un cachito en mi cerebro dedicado solo a esto, no lo tenía almacenado ahí este chiste, así que me ha quedado un poco así… La verdad es que sí, estos tres lugares son maravillosos porque encontramos templos y santuarios preciosos, mira, enlazo con cosillas que hablamos la semana pasada, Omikuji, uno de ellos mencionamos, los papelitos Omikuji,
curiosones, esas rutas de senderismo que decías, algunas así más fáciles, más tranquilitas, ambiente rural, naturaleza espectacular y también onsen, baños termales, que eso mola mucho porque lo que es en la ciudad de Kioto el onsen no es tan popular. No es tan popular, no hay tanto, ¿verdad? Y claro, la gente normalmente dice, yo quiero ir a Kioto porque es ese destino tradicional, al menos el que se asocia en la mente de casi todos los viajeros como lo más tradicional
de Japón y piensan, quiero ir a un onsen, ya que estoy en Kioto, pero no es tan fácil de encontrar. No hay tantos o tantos de buena calidad o de precio también interesante, bueno, claro, hay alguno pero… Claro, exacto, bueno, ¿te parece si hablamos de cada uno de estos tres destinos que hemos dicho, Kibune, Kurama y Ohara, por separado? Le damos un poquito de contexto, qué hay, qué se puede ver, cómo se llega y todo esto.
Vale, perfecto. Pues yo empezaría por Kibune, más que nada porque… Más que nada porque es lo que está en el guión, ¿quieres decir? Eso también, pero la idea es que podemos ir en tren hasta Kibune, nos bajamos a la estación de Kibune-Guchi y ya solo bajarte del tren, ese momento que te bajas del tren dices wow, esto es que no es Kioto, o sea, muy, muy, muy diferente. Toto me parece que ya no estamos en Kansas.
Madre mía. Muy diferente del centro de Kioto, es una pasada ya toda la vegetación que hay y ya andar desde la estación de Kibune-Guchi hasta lo que sería la zona, entre comillas, centro de Kibune, es súper bonito y mira que hay un tramo que haces en carretera que tampoco dices pues no, vas justo andando por la carretera, muy así, bonito no es, pero yo lo que recuerdo unos altísimos árboles de cedro, de estos japoneses, wow, súper alto, como no sé,
decir madre mía, estoy en plenas montañas, he tardado relativamente poco desde el centro de Kioto hasta aquí y ya es un paisaje completamente diferente. Bueno, este es uno de los problemas de que Kioto sea una ciudad tan calurosa en verano porque claro tiene estas montañas que tienen un tamaño considerable muy cerca y al final lo que es la ciudad está encajonada que hace que sea muy calurosa, pero lo bueno es que
claro todos estos destinos que hay en la zona de montaña son muy muy bonitos. Y un poquito más fresquitos ya que lo comentas en verano, un poquitito más fresquitos. No mucho, pero bueno. Bueno, llegamos a lo que sería el pueblo de Kibune, la calle principal está toda llena de tiendas de recuerdos, de souvenirs, hay varios hoteles tradicionales, esos ryokan, también pequeños restaurantes, a lo mejor ahora podríamos hablar de esos restaurantes
porque muchos de ellos en verano colocan esas terrazas encima del río. Las kawadoko. Exactamente, entonces es muy bonito, os lo recomendamos un montón ir a comer a algunos de estos restaurantes en Kibune porque te sientas justo encima del agua, del río, hay unas pequeñas cascaditas. Bueno, te sientas encima de las terrazas que están encima del agua, entonces entre que tienes agua corriendo por debajo que baja de las montañas y es fresquita, refresca
el ambiente, pero luego el propio sonido, porque además es una zona donde los riachuelos que pasan son relativamente estrechos y como las montañas tienen mucha roca y demás el agua baja muy rápida, el propio ruido, igual que decimos en verano, este ruido de las campanillas furin que se dice que refrescan por escucharlo. Bueno, claro, porque si escuchas el ruido, el sonar de la campanita furin es que sopla
aire. Totalmente, entonces el escuchar el agua corriente en estos ríos también nos transmite esa sensación de frescor. Hay muchos restaurantes que tienen menús especiales para comer justo en esas terrazas sobre el río. Yo recuerdo nosotros estuvimos con unas amigas japonesas, creo que ya lo hemos contado en alguna ocasión. Sí, pero yo creo que es el momento para contarlo. Ai-chan, Fumi-chan, si nos estáis escuchando, un beso muy grande.
Un beso taparos los oídos. Fuimos y ellas se decantaron por un menú muy clásico japonés. No sabíamos lo que íbamos a comer porque ellas nos quisieron llevar para que probásemos algo muy japonés, muy típico del verano. A ver, estaba muy bueno. Estaba muy bueno. En fin. Había cosas mejores, cosas peores, pero como experiencia de menú típicamente tradicional, japonés, a base mucho de pescado, de esos sabores más japoneses.
Lo que yo quiero contar aquí a los japonistas que están al otro lado, que nos están escuchando, es que cuando llegamos al restaurante no sabíamos exactamente qué es lo que íbamos a comer y vimos otras parejas, otros grupos de personas sentados en esta kawadoko, estas terrazas sobre el río, que estaban comiendo un menú que creo que era sukiyaki y claro, eso olía que alimentaba y veías además los trozos de carne de wagyu ahí mojándolos en ese
líquido del sukiyaki. Y Laura y yo nos estábamos relamiendo y claro, nuestras amigas, os queremos mucho. El olor, yo todavía lo recuerdo. Sí, sí, sí. Sabenía el olorcito. Escogieron el menú a base de pescados, entonces pues había por ejemplo carpa en sashimi, que se come con una salsa pues con mostaza, diferente del resto del sashimi de pescado de mar, que es con salsa de soja. Para darle otro sabor, porque estaba más dura esa carpa.
Luego había algunas típicas sopas japonesas de pescado donde ves el trozo de pescado flotando en un líquido que dices, pero ¿esto cómo le puedes llamar sopa si es totalmente transparente? Si esto no tiene nada. Total, total. Luego evidentemente ese espeto japonés, el ayu, que no tiene carne o está ya muy pasada, está muy hecha, que ya sabéis que no nos suele gustar muchísimo. Estos son los momentos en los que yo tuve que beber más cerveza de la cuenta para ayudar
a pasar ciertos bocados. Es lo típico de estos menús que en general son muy interesantes porque son unos colores y unas texturas especialmente muy diferentes. Yo recuerdo hasta ciertas albóndigas pero que tenían como hasta parecido a cartílago o probablemente los huesos de algún pescado, no lo sé. Interesan mucho con las texturas y unos sabores muy diferentes a los que estamos acostumbrados. Entonces como experiencia está muy guay porque es algo como muy japonés y muy diferente
a lo que estás acostumbrado a comer en tu país. Pero claro, cuando estás ahí cansado de hacer turismo y tienes a un grupito al lado que se está tomando ese sukiyaki que huele, que alimenta, o sea, es que yo estoy salivando solo recordando el olor de ese sukiyaki que se estaba tomando el resto de… Bueno, había otros bastantes grupos tomando ese sukiyaki y nosotros ahí con la carpa esa dura… Y sobre todo lo más gracioso fue que hubo un momento, Laura, que nosotros estábamos
pensando… Ahora viene, ahora viene. Bueno, estos son los entrantes, ahora llega el sukiyaki, ahora viene la carne de wagyu y tal y era… ¿Cuántos platos más quedan en el menú? Porque de momento siguen saliendo platos con pescado hasta que fue… Bueno, pues ya hemos terminado. Fue uno. Total. Íbamos nosotros primero con la ilusión de… Bueno, esto nos han puesto la carpa esta dura, pero no pasa nada porque esto es como el tentempié, ¿no?
Un poquito así. Y ahora viene… Y tanto que se tenía en pie la carpa, vamos, madre mía. Bueno, pero fue una experiencia muy guay, la verdad, porque estar sentado ahí en el Kawadoko se estaba muy, muy bien. Se estaba muy bien. Pero nosotros tenemos fotos hasta que se nos está escapando ya la risa Luis y a mí porque era en plan de… Pues así por lo bajini, ¿no? Nos lo íbamos diciendo de… Pues va a ser que el sukiyaki no llega y no llega y no llegó,
evidentemente. No llegó. No llegó. Todavía lo estamos esperando. ¿Cuántos? 16 años después. Fue en 2007, ¿no? Si no recuerdo mal. 2007, creo. Sí. Bueno, uno de los lugares, aparte de los Kawad… Bueno, por cierto, estábamos hablando, claro, de los Kawadokos solo en verano, ¿vale? Sí, sí, claro. En verano. Normalmente meses de junio hasta finales de agosto. Ya en septiembre a veces ya empiezan a recoger y ya durante el mes de septiembre pues ya
no puedes disfrutar de nada del Kawadoko. Pero toda esta zona, Kibune, también Kurama y luego Hara especialmente, toda esta zona también está muy bonita en otoño con el cambio de color de las hojas, los arces. Sí, hay muchísimo árbol que cambia la hoja en esta zona de montaños al norte de Kioto y es una maravilla visitarlo, sobre todo porque además hace mucho menos calor, resulta bastante más agradable, ¿no?
No sudas tanto. Hombre, pero es en otoño. En otoño no hace calor, Luis. Claro, por eso digo, comparado con el verano, cuando vas en verano, como hemos dicho antes. Sí, sí, perdón. Entonces, claro, pues tienes esa ventaja de que no acabas sudando tantísimo ya que además es una zona que se presta al senderismo, que puedes hacer el senderismo de una manera más relajada, sin que te cueste tanto esfuerzo físico y encima vas a ver unos paisajes,
pero vamos, espectaculares. Espectaculares. De hecho, Hara, yo tengo muchas ganas de verlo en otoño especialmente, pero decíamos que habíamos llegado a Kibune y lo habíamos llegado en el tren, ¿no? Sí. Entonces, desde el centro de Kioto, pues justamente el tren que te lleva a Kibuneguchi, la estación más cercana a lo que sería el núcleo de Kibune, tiene un túnel de Momiji, túnel de arces. Exacto.
Sí. Hemos hablado alguna vez, y en la web lo tenéis, que el tranvía de Arashiyama tiene un túnel de cerezos. ¿Cierto? En este caso, aquí hay un túnel de arces entre las estaciones de Ishihara y Ninose, en esta línea que os lleva a Kibuneguchi. Básicamente, aquí la recomendación es que si vais en época de Momiji, sacad la cámara de la mochila o de donde la guardéis y tenedla preparada para hacer fotos, porque vais a
flipar. Está súper bonito. De hecho, hasta ponen iluminaciones especiales, los trenes hasta reducen un poquito la velocidad para que puedas disfrutar más. Entonces, evidentemente, primavera, muy bien. También va a ser muy bonito. Ya veis, verano, que muchos de vosotros viajáis en verano, está súper chulo con estas Kawadoko y un ambiente un poquito, cuando digo decimos fresco, no es de llevar chaquetilla, ojalá,
pero no. Ojalá, pero no. Pero digamos que un par de graditos menos lo que sería el centro de Kioto y luego un otoño precioso con esos cambios de color de las hojas. Pero bueno, lo más destacado de la zona de Kibune sería el santuario, el santuario de Kibune. Sí. Porque cuando estás en la calle principal de Kibune, a la que hemos dicho que se llega desde Kibuneguchi, aunque hay que caminar un ratito, unos 20 minutos, pero tranquilos,
porque hay un autobús que normalmente suele estar programado para salir en cuanto llega el tren. Lo único es que si te quedas haciendo fotos a los alrededores de la estación, el autobús se te va. O sea, que cuidado con esto. Esas cosas las hacen bien los japoneses, perdona que se interrumpa, lo de coordinar muy bien la recogida de viajeros que han llegado en ese tren con los autobuses que acercan al punto más central del lugar.
Quiero decir, lo hacen bien, pero también porque el servicio es limitado. Si tuvieras una línea de autobús, por ejemplo, que tuviera autobuses como en el centro de la ciudad, pues cada tres minutos te daría realmente igual, porque da lo mismo cuando llegue el tren. No vas a tener que esperar demasiado para que venga el autobús. Todo está hecho así y al menos esa parte está muy bien, porque no hay tantos autobuses
ni tantos trenes a veces. Pero se entiende, porque básicamente luego está todo rodeado de montañas y hay muchos caminos de senderismo, pero me refiero a que lo habitual es que la gente llegue o bien en coche y ya llegas y aparcas en la zona central, o bien llegas en tren. Entonces, claro, tiene mucho sentido que ese autobús tenga los mismos horarios más o menos que el tren, porque así recoge a los visitantes y los lleva al centro, ¿no?
Tened eso en cuenta. Exacto. Pero bueno, cuando estás en la calle principal vais a encontrar un torii y unas escaleras de acceso flanqueadas por lámparas rojas, que es una verdadera maravilla. Es otro de esos puntos para hacerle fotos antes de empezar a subir. Y desde allí vais a llegar al santuario de Kibunen, que es uno de los grandes destinos turísticos de la zona. A veces puede ser que lo hubierais escrito como Kifune, esto es por el tema también
de cómo se transcriben las letras, esa fu con ten ten sería bu, lo vais a ver de ambas maneras. Fu con ten ten, Laura. La jiragana fu le pones dos palitos arriba, que sería el ten ten, y se convierte en bu. Tú piensas que muchos japonistas que nos escuchan a lo mejor no saben esto de los dos palitos. Bueno, vale. Este santuario está dedicado a la deidad del agua, de la lluvia, y os sonará porque justo la semana pasada, cuando hablábamos de omikuji diferentes, mencionamos justamente
el omikuji de este santuario, el santuario de Kibunen, que recordáis, os decíamos, es un omikuji que sólo revela tu fortuna, tu futuro, cuando lo mojas en el agua. Tú lo compras, es una hoja de papel vacía, en blanco, y dices, mantangao, porque aquí no pone nada, no cunda el pánico, mojáis como unas piletas de agua, un pequeño estanquito, mojas ahí el omikuji y aparece tu fortuna. A ver, cuidado, no es agarrar el omikuji y meter la mano con él en el agua, no, es extenderlo
y lo dejas en la superficie para que el papel absorba la cantidad de agua que necesita simplemente. El santuario en sí, muy pequeño, yo lo que recuerdo, bastante chiquitito, para mí lo más destacado, y creo que es lo más popular también, al menos así aparece en Instagram, cuando ves la misma foto millones de veces, es justamente esas escaleras de subida, con las lámparas rojas a ambos lados que te llevan hasta el complejo central, y luego el rollo
este del omikuji, el comprar omikuji y dejarlo ahí en el agua para poder leer tu fortuna. Si os apetece andar un poquito, podemos ir hasta la zona del llamado santuario Okunomiya, que yo creo que está como un kilómetro de distancia, que realmente es el lugar de origen del santuario de Kibune. Totalmente. En este santuario hay una roca que simboliza el barco amarillo, de ahí el nombre del pueblo, que significa justamente esto, barco amarillo, y cuenta la leyenda que con este barco amarillo
llegó por el río una diosa, una deidad, desde Osaka. Qué curioso. Sí. Cosas curiosas. Yo creo que es lo más destacado, ¿no? Al final, Kibune, visitas el santuario de Kibune, disfrutas un poco de la naturaleza y comes en alguno de esos restaurantes, disfrutas de la naturaleza y ahí entonces ya te tienes que plantear dos opciones. Una opción sería volver al tren y ya está, has visitado Kibune y ya está.
Puedes volver al tren y luego tomar el tren para ir a Kurama también, o puedes ahorrarte el... Porque claro, si lo veis en el mapa lo vais a ver más fácil, ¿no? Tienes que hacer como una V de bajar al tren y luego volver a subir al otro tren para llegar a Kurama, o puedes cruzar de alguna manera por las montañas y hacer una pequeña ruta de senderismo desde Kibune hasta Kurama. Sí, la ruta de senderismo es aproximadamente una hora un poco larga de duración, pero
bueno, es factible, y ya que hay que andar desde el pueblo de Kibune, desde ese centro donde está el santuario, los restaurantes y demás, hasta llegar a la estación, pues ya que estás por allí, pues nosotros recomendamos caminar, porque bueno, pues es una parte bonita también de conocer estos caminos de montaña, aunque por supuesto esto va a depender de vosotros, de lo cansados que estéis, del tipo de calzado que llevéis, claro, porque
por mucho que sea verano, a lo mejor vais, lógicamente, con un calzado abierto, unas sandalias... Con flip-flops, por decirte algo, ¿no? Claro, y por mucho que no haya pues ni nieve ni cosas raras, pero no es lo más adecuado para hacer un camino de senderismo de una hora y algo por las montañas. Sí, sí, sí. El camino en sí no es hiper complicado, cuando a veces hablamos de caminos o rutas de senderismo
hay gente que se asusta ya pensando, ay dios mío, que voy a necesitar aquí unas cuerdas de escalada y no sé qué, no sé cuántos... No, lo que pasa es que bueno, pues lo que tú dices, es un camino por las montañas, así que hay que tener una mínima organización, tú decías el calzado, también pues si vais en verano, bebidas, por ejemplo, estamos en montaña, ya sé que decimos cuando hablamos
de las máquinas expendedoras de bebidas que están por casi todas partes, ¿no? Y esto es uno de los casi en los que no, ¿no? En el camino pues no hay máquinas. Lo bueno es que, claro, Kibune, lo que es la calle principal y demás, es un lugar donde es facilísimo encontrar sitios para comprar bebidas.
Pues bueno, os compráis un par de botellas de agua o de bebidas isotónicas incluso, ¿no?, para recuperar más fácilmente las sales minerales y todas estas cosas y hacéis el caminito que una hora y poco pues tampoco es tan excesivo. El camino empieza muy cerquita donde está el llamado Puente Rojo de Kibune, que es como el lugar, entre comillas, de entrada a la zona centro de Kibune.
Ahí hay un portón de entrada, se llama Nishinomon, en la puerta del oeste y por ahí empezamos esta ruta de senderismo. La primera parte yo la recuerdo la más dura, bastante más empinada, y luego ya llegas como un pequeño templito en las montañas, el Okunoin, y ya como que se tranquiliza un poquito. Pero aún así, de todas maneras, es bastante sencillo.
No os asustéis por esto que ha dicho Laura, de que es más duro que el resto del camino, pero que también es relativamente fácil. Recuerdo esos cedros que ves ya solo cuando te bajas del tren, si vas andando, si vas en autobús los ves desde el autobús, si no, vas andando los ves desde la carretera. Aquí toda esta zona, y recuerdo las raíces de esos cedros haciendo casi como escaleras, por decirlo de alguna manera, en el propio camino.
Hay varios rinconcitos, en la web tenéis mucha más información, os contamos qué ver a lo largo de esta ruta. Evidentemente es básicamente naturaleza y algunas estatuillas o algún templito por aquí, esos altares chiquititos, alguna cosilla, pero básicamente es disfrutar de la naturaleza. Sí, y también incluso si queréis algo de turismo samurái mezclado con senderismo, pues en este camino hay una roca, se llama Sekurabeishi, con la que Minamoto Yoshitsune
solía medirse durante sus entrenamientos. ¡Qué bueno! Claro. Y desde este punto, además, comienza el descenso hacia Kurama. ¡Mira, pues perfecto! Descendemos hacia Kurama y llegamos justamente a Kurama, que es otro de estos dos pueblos al norte de esas montañas, al norte de Kioto. Sí, porque quizás habría que decir que aunque todo está a las afueras de Kioto, y lo estamos mencionando como esta manera de hacer un poco un Kioto diferente, ¿no? Cuando te quieres
salir de lo que es el bullicio del centro de la antigua capital, Kibuna y Kurama sí que se pueden visitar juntitos en un mismo día, en una misma excursión. Bueno, estuve mirando, justamente cuando estábamos planteando hacer este episodio, si quieres esto lo hablamos después, pero como así un poquito spoiler, estuve mirando de intentar encajar hacer Kibune, Kurama y Ohara, que queda un poquito más separada, pero hasta
en transporte público, que no fuera todo andando. Y creo que me encajan más o menos los horarios. Lo que pasa es que yo sinceramente recomendaría, no sé si estarás tú de acuerdo conmigo Luis, hacer Kibune, Kurama un día perfecto. Meter Ohara para mí es machacar un poco demasiado el día. Es que Ohara para mí tiene para hacer… Para un día también. Sí. Para un día de estos japoneses en los que a las 4 o a las 5 ya estás.
Efectivamente. O sea, un día como para comer por allí, ver alguna cosilla más y volverte de forma que te quede todavía un rato para pasear por Kioto y cenar en Kioto. Entonces, si lo mezclas los tres destinos en un mismo día, te vas a dejar un montón de cosas por ver y creo que no vas a terminar de disfrutar de verdad ninguno de los tres. Absolutamente de acuerdo.
Entonces bueno, centrémonos en Kurama. Si hemos dicho en Kibune lo más destacado del santuario de Kibune, en Kurama una de las cosas más destacadas es el Kuramatera, el templo de Kurama. Exacto, el templo de Kurama. Toda la zona del templo de Kurama es espectacular. La subida, la entrada también al templo. Pasas por también una puerta de acceso, un portón de entrada.
Espectacular. Todo maravilloso. De hecho, hasta leyendo un poco del templo no se sabe muy bien el origen. Se cree que ya se encontraba aquí, había un templo aquí, ya en el siglo VIII. Bueno, la diferencia con el santuario de Kibune es que el santuario de Kibune es de acceso gratuito mientras que el templo Kuramatera tiene entrada.
No es muy caro, pero hay que pagarla. Recomendada, porque también tiene ese camino, todo lleno de lámparas también de piedra. Muy bonito. Lleva esa puerta, ese portón central. Es una maravilla, una auténtica maravilla que también os recomendamos. Y luego, relativamente cerca, se encuentra el santuario Yuki, que tiene justo un cedro enorme, un tronco ahí, un cedro hiper alto.
A veces la gente dice que casi parece como un tori natural, de poner un cedro enorme y otro al lado y parece un tori hiper alto. Madre mía, tendríais que estar viendo a Laura haciendo gestos con las manos simulando cedros gigantes y toris y esto y lo otro. Algún día tendremos que hacer el podcast en vídeo para que os divirtáis también con nosotros y nuestras tonterías. Bueno, sí que deberíamos grabar, aunque fuera con el móvil, para justamente promocionar
el podcast en redes sociales. Mira, esto me ha dado una idea. A lo mejor nos animamos y todo. Ay, Dios mío, Laura. El santuario Yuki es muy antiguo, del año 940. Es una barbaridad. Es que ya toda esta zona es curioso. En esta zona de montañas siempre ha habido mucha conexión, mucha espiritualidad. Y siempre hemos dicho que el sintoísmo es la religión autóctona, que muchas de esas deidades son realmente sitios, estos power spots, que tienen una energía brutal en plena
naturaleza porque la gente se siente atraída hacia esos lugares porque sientes que hay algo. Total. Y se nota. Total. Bueno, este santuario es el que organiza, entre comillas. Es el Festival del Fuego de Kurama. Sabéis, uno de nuestros festivales del fuego favoritos. El 22 de octubre, mismo día que se celebra el Jidai Matsuri en el centro de Kioto, aquí en el norte, en Kurama, se celebra el Festival del Fuego de Kurama.
Y ahora que no nos escucha nadie, si yo tengo que decir, yo me voy a Kurama porque prefiero mucho el Festival del Fuego antes que el Jidai Matsuri. A ver, el Jidai Matsuri es que se hace largo, se hace muy largo, se hace bastante pesado, porque a no ser que seas un gran experto en las eras, también muy interesado en ver las diferentes ropas, los peinados, todo esto… Llega un momento que sí, todo es muy curioso, porque es todo muy de época, pero claro,
porque de hecho ese es el nombre del festival. Sí, Jidai básicamente es el festival de las eras, de los periodos. Sí, no las eras de la granja, donde está la paja, las otras eras, sin H. Madre mía, las otras eras. No puedo, no puedo. Pero claro, llega un momento que ves gente desfilar pues vestida, vale, muy bonito todo, yo ya paso de seguir haciendo fotos porque no sé ni qué es la cosa ni nada. Creo que también es ese el problema, que hay demasiado, claro, toda la historia al
final, demasiado, y hay un momento que te pierdes, que ya no sabes qué estás, o sea, Heian, luego tal, que si Kamakura, que si Muromachi, y al final dices mira, ya está. Entonces bueno, un plan ideal podría ser el de ves un ratito justamente el Jidai Matsuri, pero un ratito, y ya te marchas hacia Kurama para disfrutar del festival del fuego por la tarde, vale, en Kurama, maravilloso, justo aquí en la zona del Santuario Yuki.
El Santuario Yuki está, claro, se encuentra como a medio camino del propio templo de Kurama y de hecho, si tú bajas, te vas a encontrar la puerta Nihomon, que es la puerta al final, la principal de entrada al templo de Kurama, que es, claro, esto de puerta Nihomon nos puede sonar porque son estas puertas que tienen a ambos lados los guardianes Nioh, los guardianes de la galaxia, exacto, que están ahí con sus poses y sus caras feroces, dan bastante
miedo porque lo que hacen es evitar que entre el mal al templo. Y si sigues bajando las escaleras acabas llegando a lo que es el pueblo, propiamente dicho, de Kurama, que es un sitio donde también puedes comer, algo… Hay varios restaurantes, hay evidentemente tiendas de recuerdos y hasta hace unos años, hasta la pandemia realmente, aquí había un onsen maravilloso, el onsen de Kurama, primero era el lugar ideal en el que relajarnos después de esa visita a Kibune y la ruta
de senderismo. Como decimos, después de hacer caminatas, pues el onsen da lo mismo que sea verano y haga calor, pero esas aguas termales calentitas relajan los músculos una barbaridad. Tenía el onsen, tenía lo que sería la zona de Ryokan, te podías alojar, tenía zona de restaurante, yo recuerdo que en una de las veces que lo visité comí allí después de estar en el onsen, tenía onsen exterior maravilloso en plena… claro, estamos en
las montañas. Y encima permitía acceso con tatuajes… Permitía acceso a gente con tatuajes y es curioso porque creo que fue en 2021, ¿no? Puso en su web que como por la pandemia pues decidían cerrar y que ya avisarían de cuándo reabrirían y estamos en 2023 y en la web sigue poniéndose… Y siguen sin decir nada, no han actualizado la web en absoluto. Da bastante mal rollo porque… Sí, y da mucha pena porque yo creo que era el onsen que podíamos realmente recomendar
y además yo personalmente le tengo mucho cariño, ¿no? Claro. No el primero, pero el segundo onsen al que fui ya cuando vivía en Kioto, entonces… Aquí se nota mucho el impacto de la pandemia, por mucho que se haya dicho también, es que los japoneses hacen mucho viaje doméstico, aunque lo hacen también porque a veces tienen pocos días de vacaciones y claro, dices, no me da para conocer toda Europa, ¿no?
Pues si tengo cinco días, pues visito Japón, pero muchos se han quedado en los destinos principales o llegas a Kioto y te quedas en lo que es la ciudad, ¿no? No se han ido más allá y claro… Bueno, sí, claro, la ciudad en Kioto ya tiene un montón de cosas, ¿no? Claro, entonces muchos destinos que están en los alrededores o que son excursiones y demás han sufrido mucho porque no han tenido clientes.
Yo sigo esperando que reabra, sigo esperando que reabra… Sí, sí, yo también, claro. Es una ciudad que tiene público, al menos desde Japonismo, desde luego lo recomendábamos un montón y sabemos de mucha gente que ha disfrutado de esta excursión, ¿no? De Kubune, luego el caminito del senderismo, Kurama, Onsen en Kurama y ya volver a Kioto era como una excursión perfecta, tenías todo, gastronomía japonesa, ese onsen, naturaleza,
templos, santuarios… Perfecto, bueno, entonces estamos a la espera de que reabra. Así que bueno, si os quedáis con ganas del onsen, justamente por eso también recomendamos ese otro lugar en las montañas del que ahora hablaremos, que sería Ohara. Muy bien, sí, señora. Ya, bueno, básicamente estás aquí visitando la zona centro de Kurama, puedes llegar andando hasta la estación, ahí hay una estatua de un Tengu con una nariz así súper alargada,
maravillosa y también, Luis, que eso a mí se me quedó pendiente, tenemos que volver a Kurama con un poquito más de tiempo, pero hay un funicular, al menos lo había, un tren funicular gestionado por el propio templo de Kurama, que es que te quedas bastante loco. Sí, sí, que es un funicular que conecta un tramo dentro de lo que sería todo el complejo del templo. Sí, que básicamente ayuda a salvar un desnivel, que lo haces en un minuto, porque es eso,
es muy cortito, pero que a pie supondría 30 minutos. Claro, y a pie, dices, yo… Si es de bajada, pues todavía. Exacto, yo creo que ese es el plan, ¿no? A lo mejor podría ser un buen plan, subes con el funicular y bajas, en todo caso andando, que ya puedes disfrutar un poquito más del paseo. No sé, a mí esto me apetece, se me quedó pendiente, mira que he estado a veces en Kurama, pero el funicular, al menos que lo recuerde, no lo he tomado.
De todas maneras, hemos dicho antes que para ir a estos sitios hemos recomendado empezar por Kibune, luego continuar por Kurama, pero decías tú que había que ir hasta Kibuneguchi, pero claro, ¿esa qué línea de tren es? Bueno, es uno de estos trenes que suben justamente hacia el norte, es la línea de tren Eizan, que parte de la estación de Demachiyanagi, en lo que sería la zona norte del centro
de Kioto, ¿vale? Para entendernos. Efectivamente. Sí, que esto es un hub de transporte importante en Kioto, ¿no? En la zona de Demachiyanagi tardáis unos 30 minutos más o menos en llegar, así que ya veis, es una excursión hacia las montañas, pero es que se tarda muy poquito, luego claro ya podéis hacer senderismo, pasar más tiempo por allí o usar transporte público también, pero lo que es llegar, se llega relativamente fácil y en poco tiempo.
Y hasta aquí en lo que te os decía antes, que une esta excursión de Kibune y Kurama con otro de estos pueblos situados en las montañas al norte de Kioto, que recomendamos que sería Ohara, ¿vale? Sí, Ohara estaría al este de Kibune y Kurama, también al norte, pero al este de estos dos sitios. Eso es, y es otro lugar, pero realmente Ohara, bueno es que todo, pero Ohara da para un día, su día completo, pero bueno, se podría al final intentar mezclar los dos lugares.
Bueno, es que Ohara daría para un episodio de Japón a fondo entero, casi. Daría para un episodio de Japón a fondo entero, así que si te parece hoy podemos, como hemos hecho con Kibune y Kurama, un resumen, exacto, muy resumen, y si apetece pues ya podemos hacer, si no, un episodio un poquito más específico, porque Ohara nos ofrece de nuevo templos, santuarios maravillosos, naturaleza espectacular, también un entorno
muy rural, vas caminando por casas, por campos, por huertos, restaurantes tradicionales, tienditas de recuerdos y souvenirs… Madre mía, Luis, la ambulancia que no me dejaba hablar, ¿eh? Me estaba aquí… Ay, pobre, no te dejaba hablar. Venga la ambulancia, no me dejaba hablar.
Bueno, maravilloso, y especialmente maravilloso, yo creo que Ohara sí o sí… Otro de los sitios maravillosos… En otoño. En otoño, sí, sí, sí. Porque, de hecho, cuando nosotros lo visitamos la última vez en verano, y estaba espectacular, ya sabéis que somos muy fans… Del verde de verano. Del verde eléctrico, este, del verano japonés, y estaban los arces con un verde que hizo parecía, no sé, fosforita, ¿no? Parecía que estuviera pintado casi falso, dices, no puede ser que exista un verde así…
Que esto sea real. … en la naturaleza. Pues sí, existe. Así que no me puedo ni imaginar cómo es ese entorno en otoño, me apetece mucho, me apetece mucho. Rojo y naranja. Pues imagínate, qué maravilla, ¿no? Pero si has dicho que no puedes. Vale, tienes razón. Pues yo me lo imagino yo por ti, Laura, tú tranquila. Bueno, lo más destacado de Ohara serían dos lugares especialmente.
Empezaríamos por el complejo del templo Sanzenin. Yo creo que es uno de los templos, sinceramente, no solo más bonitos de esta zona norte de Kioto, sino de toda Kioto. Para mí sí. Yo creo que es un templo que, si estuviera en el centro de la ciudad de Kioto, sería de los más visitados. Totalmente, porque tienes un montón de salones diferentes, un jardín de hortensias, cuando las hortensias están en flor, tienes un montón de estatuas de pequeños, yisos, varios jardines
ahí distribuidos por todo el complejo. Y encima, en uno de esos salones puedes tomar un té y un dulce tradicional mientras estás sentado frente a uno de estos jardines cubiertos de árboles, musgo, con su estanquito, etc. Es un lugar… Es lo que tú dices. Si esto estuviera en el centro de Kioto, posiblemente sería hasta incómodo de la cantidad de gente que habría.
Mientras que, estando aquí en Ohara, hay gente, porque Ohara es un sitio bueno, relativamente popular, pero no tanto. Exacto. Con el pero ese de que tienes que tomar el autobús, irte hacia el norte… No es. Claro, no es el centro de Kioto. Es una maravilla ese jardín con musgo, ¿te acuerdas? Sí, precioso. Esas pequeñas… Esos pequeños yisos que salen del musgo.
Luego hay un salón específico para cantos budistas, el leer los sutras, ¿no? Que yo recuerdo que estábamos visitando el jardín este de musgo y estábamos oyendo cómo estaban recitando sutras. Te ponen los pies de gallina. Si te ponen los pies de gallina, vamos… Se ha complicado, ¿eh? Pero yo recuerdo eso, ¿no? El estar paseando ese jardín de musgo, esas estatuillas, los árboles altísimos, y vas oyendo esos cánticos, esos sutras que están siendo recitados en ese salón… ¡Wow! O sea, me pareció espectacular.
Y además, está muy bien montado este templo, porque ya desde que entras te dirigen hacia dónde tienes que continuar la visita para que no te pierdas nada. Entonces, sabes en todo momento qué camino tienes que seguir. Vale, ahora ves estos salones, ahora ves aquí el jardín donde te puedes tomar el té, luego sales a este otro salón donde se recitan los sutras, apareces en este jardín con el cubierto de musgo, luego tienes unas escaleras
que te llevan hacia más salones, el jardín de las hortensias, etc. Está todo muy bien señalizado. Estoy súper de acuerdo contigo, y además de que no sientes que te están mandando por ese sitio porque no quieren que veas otras cosas, sino que fluye de manera natural ese camino.
Tú vas haciendo y no te has dado cuenta y de golpe has visitado todo el templo, pero de una manera natural. Totalmente. A mí me gustó muchísimo. El templo también, mediados del siglo VIII. Tremendísimo. Bueno, tenéis toda la historia, un montón de información, todo lo que podéis ver en este templo ya en el post de Japonismo.
Tenemos un post específico solo del templo Sanzen-in. Tenemos un post de Ohara, que es genérico, pero si queréis más detalle tenemos eso, el post del Sanzen-in. Ahí está. Luego, al salir del Sanzen-in, sí que recuerdo que hay una zona con varios templos de interés, algunos bastante chulos también, especialmente con vegetación.
Recuerdo uno que tenía un pino japonés de más de 700 años de antigüedad. Es una calle curiosa porque en esa calle también hay restaurantes. Entonces podéis comer algo si estáis haciendo la visita a Ohara en un día, en lugar de mezclarla con kibun y kurama, porque en algunos de esos restaurantes que justo a la salida, en esta calle principal donde está la entrada del Sanzen-in y estos otros templos de los que tú hablas, Laura,
son restaurantes normalitos de cosas típicas como katsudon, fideosoba, este tipo de cosas, pero bueno, suficiente para matar el gusanillo. La verdad es que nosotros comimos allí, comimos muy bien, sinceramente. Toda esa zona, porque hay un caminito, el camino que te lleva desde donde te bajas del autobús hasta donde está el templo Sanzen-in, es todo un caminito que va cercano, justo paralelo a un riachuelo, todo lleno de arces maravillosos y está lleno
de tiendecitas, de restaurantes. Habría que, después de ver el templo Sanzen-in, volver sobre tus pasos para ir hacia otro de los lugares destacados de Ohara, que sería el templo Yakoin. Sí, porque aunque hay mucho templo y demás, si hay dos templos que destaquemos en Ohara son el Sanzen-in y el Yakoin.
Y desde la estación de autobuses, donde llegáis, porque aquí no llegáis con el tren, uno está hacia un lado y otro hacia el otro. Eso es. Nosotros, al menos como lo hicimos, creo que por horarios nos encajaba más, fuimos primero al Sanzen-in, de hecho comimos allí y ya nos fuimos al Yakoin.
Para llegar al templo Yakoin pasas por la zona más rural de Ohara. Y a mí ese camino, Luis, me flipó. Sí, porque es una zona rural donde ves casas de gente, ves sus pequeños huertos, sus pequeños jardincitos, ves sus pequeños almacenes que están llenos de trastos. Y dices, oh, qué minimalistas son los japoneses. Sí, pero mola mucho ver cómo se vive.
Y dices, estoy en Kioto. Pero claro, Kioto es mucho más que la zona centro de Kioto. Kioto es mucho más que Gion, que el barrio de geishas de Gion, o toda la zona de conservación histórica de Higashiyama. Kioto también es esto. Este ambiente rural de casas, esas casas de campo. Totalmente. De todas maneras, hay que decir, es ambiente rural porque hay algunos huertitos y demás, pero a veces cuando pasas por esas calles de camino al Yakoin, ves que las casas, evidentemente, tienen en general todas las
comodidades del mundo actual. Es decir, que realmente no creo ni siquiera que se pueda considerar rural desde el punto de vista pleno de la palabra. Para nosotros sí lo es porque está retirado, pero bueno, tienes tu internet, absolutamente todo. Rural no es que vives ahí como hace 4 siglos.
Yo lo digo desde la distinción del, por ejemplo, el Banco Mundial, que cuando tú te metes en la web y miras cuál es el porcentaje de población rural en Japón, te dice que alrededor de un 6%. Sí, menos del 10%. Claro, por eso te digo. Es porque el ruralismo desde un punto de vista académico, si se quiere, es todavía mucho más rural que lo que ves en Ojara.
Lo que pasa es que es eso. Pensad, vais andando, todo mucha tranquilidad, apenas hay coches, de vez en cuando pasa un coche, evidentemente, los vecinos que viven ahí van en coche, claro. Vimos a un señor ahí trabajando en su huerto, otro con una maquinaria estaba, no recuerdo, haciendo qué también en su campo. Cosas.
Casas así, algunas más nuevas, otras más viejas, algunas como más entre comillas modernas, otras entre comillas más de estilo clásico, casas de campo… Este ambiente. Ese ambiente. Pero bueno, al final de este camino llegáis al Templo Yakoin, que si tú decías antes que el Sansenin, que vaya tela, porque se había fundado en el siglo VIII, ¿no? Mediados del siglo VIII, sí. El Templo Yakoin se fundó el año 594.
Telita, eh. El gran problema es que, bueno, sí problemas, sí, sí, es que en el año 2000 el complejo, todo el complejo del templo sufrió, bueno, fue destruido por un incendio, y yo esto lo recuerdo. Totalmente destruido, exacto. Entonces, claro, se reconstruyó muy rápido, pero lo que sería el… Cinco años tardaron. No, muy rápido, sinceramente.
Pero todo el templo original, pues es eso, fue pasto de las llamas. De hecho, la imagen budista, que es la de un Rokumantai Jizo, el protector este de los niños, se vio muy afectada. Sí que se salvó parte, pero estaba muy afectada. Entonces, la original está guardada en lo que sería el Salón del Tesoro del Templo. Exacto, y lo que hay ahora mismo es una reconstrucción totalmente fiel, exactamente idéntica a la original.
Pero esto es un poco lo que a veces hemos hablado de cómo los japoneses se enfrentan, ¿no? O cómo hablan de sus templos y sus lugares históricos, porque realmente lo que ves hoy en día no hay nada que sea original, porque todo ha tenido que ser reconstruido, ¿no? Pero sigues diciendo, el templo se construyó en 594, y dices, bueno, pues el que había sí, pero es que ya no está.
Y el templo… Bueno, os contamos mucho más en la web. Sí, aquí yo creo que solo merecería la pena decir que igual que mencionábamos ese detalle de la roca antes, de camino a Kurama, para los que les gusta el turismo también relacionado con los samuráis, que en este templo, en el Yakoin, bueno, podéis flipar si os gusta la historia japonesa de samuráis. Exacto, porque hay mucha conexión justamente con esos grandes actores de las guerras Genpei,
¿no? Los Taira… Los clanes Minamoto y Taira, exacto, lo que tenéis en el Heike Monogatari. Eso es. Entonces, de hecho, mola mucho leer el Heike Monogatari y luego visitar este templo y conocer la historia de este templo porque vais a reconocer algunos protagonistas importantes de esas guerras Genpei, especialmente el final de las guerras Genpei, bueno, justamente aquí.
Es que bueno, una monja de… Yo es que no quería contarlo, pero tú ya… Sí, no, solo quería contar que una monja muy famosa de este Yakoin fue la madre del emperador Antoku, hija de Taira no Kiyomori. Y claro, ya sabemos qué pasó con el pobrecito Antoku justamente al final de las guerras Genpei.
Exacto. Por la borda, adiós muy buenas, aquí se ha acabado todo, ¿no? En fin, bueno. Pero eso mola porque tú imagínate que estás en esta zona en Kyushu, justo casi mirando Honshu, que ves esas estatuas que recuerda a la última batalla Dan-Noura del Cantar de Heike y piensas, madre mía, lo que estoy viendo aquí está relacionado con el templo Yakoin que está ahí en las montañas al norte de Kioto y anda que no hay distancia.
Bueno, porque todo se inicia con la lucha por el poder imperial que se encontraba en Kioto. Qué flipe ser capaz de relacionar también esas cosas que, bueno, pues eso nos tenéis que escuchar o leer para poderlo hacer. Bueno, decíamos justamente que con el cierre del onsen de Kurama nos habíamos quedado un poco huérfanos en ese tipo de onsen porque el onsen de Kurama como que cumplía, ¿no? Dabas el check, tic, tic, tic. Era perfecto.
Perfecto. Pero bueno, también hay onsen aquí en Ohara. Totalmente. Yo es curioso porque la primera vez que estuve en Ohara fue en el año 2000, justo cuando llegué a Kioto, y claro, ahí todavía no se había descubierto una fuente de agua termal. Se descubrió cuatro años más tarde.
Claro, se descubrió en 2004, efectivamente. Y como nosotros somos un poco así, ¿no? De ir a sitios y luego volver décadas después, como nos ha pasado en el último viaje que hicimos, que estuvimos viendo sitios a los que habíamos visitado 16, 17 años antes, pues es que en Ohara, desde el año 2000, no lo habíamos visitado y lo visitamos otra vez 19 años después, en 2019, que dices madre mía.
Así que bueno, desde 2004 sí que se consiguió extraer ese manantial, esa fuente de aguas termales, y ya sí que tenemos algunos onsen y especialmente algunos ryokan que ofrecen también onsen, que ofrecen aguas termales. Eso es maravilloso. Por ejemplo, tienes el Ohara no Sato Onsen, que es un ryokan con baños termales que también podemos visitar aunque no nos alojemos en este ryokan.
Ya sabéis que durante unas horas, normalmente por la mañana y el mediodía, se suele abrir a los no huéspedes. Pagas una pequeña entrada y ya puedes disfrutar de las instalaciones de los baños termales. Qué bueno, pues me encanta. ¿Y cómo llegamos a Ohara? Pues lo normal va a ser en autobús. Vamos a llegar en autobús desde el centro de Kyoto hasta lo que sería la parada de autobuses de Ohara.
Es una hora, si no recuerdo mal. Una horita, sí. Sí, es bastante claro. A ver, es un autobús de línea, es un autobús normal. ¿Qué supone eso? Pues que va parando, evidentemente. Un autobús de línea, pero de los interurbanos, para entendernos. Sí, no es el autobús… Aquí la tarjetita está de día de Kyoto, que por cierto va a dejar de funcionar después del verano. ¿No es un Kyoto City Bus? Eso es.
Esta tarjeta no funciona. Se queda fuera de lo que es el área de Kyoto centro, por decirlo de una manera. Para que nos entendamos, los autobuses del centro de Kyoto, los Kyoto City Bus, van pintados como en color crema con tonos verdes, con líneas en verdes. Y los Kyoto Bus, quitándoles el City, tienen un color crema también, pero luego tonos en marrones, y estos son los que conectan con lugares un poquito ya… Más a las afueras. Más a las afueras, exacto.
Entonces es uno de estos, pero no deja de parar en un montón de sitios. Un montón de sitios. Es pum, pa pum, pa pum, pa pum, va parando, va parando, va parando, se va llenando, se va llenando, se va llenando, va parando, va parando… Entonces se hace un poquito largo esa hora. Dices, madre mía, un trenecito aquí no sería bien, ¿eh? Pero, pues no, ¿vale? Tú decías… Ah, dime, dime.
No, te iba a preguntar, ahora que ya hemos dicho la manera más apropiada de llegar, decías que al principio te estabas planteando cómo integrar Kurama, Kibune y Ohara en un mismo día. Porque podría encajarte en un solo día. Justamente dicen, primero ir a Kurama en tren, volver al tren, ir a Kibune, volver al tren, luego bajar hasta Demachiyanagi y allí tomar el autobús a Ohara.
Que sería, no, bajas hasta el centro completo de Kioto y vuelves a subir. Lo que pasa es que no es tan eficiente, porque Demachiyanagi al final no deja de ser, por más que esté hacia el norte de lo que es el centro de Kioto, no deja de ser algo que pertenece al núcleo urbano de Kioto, ¿no? Entonces, claro, si ya estás por las montañas es como volver sobre tus pasos para mí un poquito demasiado, pero bueno, se puede. De hecho, creo que hasta hay en Kibune… Es que diría que en Kibune ahora… Ostras,
me quiere sonar de esto de mi investigación. En Kibune sale un autobús a Ohara. Esto ahí sí que si tenemos que mirar los horarios, porque este tipo de autobuses a lo mejor pasan una vez cada hora o cosas así, entonces, claro, podríamos hacer el plan primero Kurama, luego nos vamos a Kibune… Y ahí ya subes al autobús a Ohara. En Kibune tomamos el autobús a Ohara y ya luego bajamos otra vez a Kioto.
Eso es muy interesante. Tengo que ponerlo en la web porque me parecerá muy interesante fijarnos en esos horarios de este autobús de Kibune a Ohara. Ahí sí que si vas un poquito rapidito, digamos, y vas un poquito tempranito y aprovechas bien el tiempo, sí que te puede dar tiempo a ver las tres cosas en un solo día. De todas maneras, hay que tener en cuenta también lo que decimos siempre, que los templos
y los santuarios, y muchas otras cosas evidentemente en Japón, cierran muy pronto. Entonces, hay santuarios como Fushimi Inari que aunque estén cerrados lo que es el salón principal y no veas ciertas cosas, pero el complejo está abierto porque es de acceso gratuito. Pero sitios como el Sansenin o el Yakoin en Ohara son de acceso que tienes que pagar entrada, entonces como llegues un poco tarde es que te vas a quedar sin ver ni siquiera absolutamente
nada de estos lugares. Claro, por eso hay que mirar muy bien los horarios. Entonces, yo esto me lo pongo como deberes, porque esto ha sido así, hemos estado aquí, estamos haciendo aquí casi el brainstorming. El brainstorming. Sí, me lo pongo como deberes para ver a qué horas podríamos hacer esta ruta para encajar los tres lugares. Bueno, y si puedes poner una sección en los posts en japonismo, pero que sea muy sencillo,
muy resumido, con más o menos horas recomendadas. A tal hora está en tal sitio, a tal hora en tal otro. A esta hora. Toma el autobús a esta hora y te recoges a esta hora. Porque además tengo que mirar… Y luego así, cuando estéis haciendo el turismo por esta zona, podéis decir como cuando veis el Tour de Francia del ciclista.
Podéis decir a vuestra pareja, vamos 10 minutos con retraso sobre el horario previsto por la organización, que somos nosotros. Pero además es que también tengo que mirar antes de la pandemia. Es que claro, aquí todo es un antes de la pandemia o después de la pandemia. El AP y el DP. AP y el DP. Eso suena muy malo. Había un pase, un ticket de día de Kibune y Kurama, pero es que además incluía… Multipase. Sí, un multipase de esos que te gustan a ti, que incluía el tren, evidentemente, a
Kurama y Kibune, pero también incluía los autobuses, estos de Kioto, no los city bus, sino también… Los que te llevan hasta Ohara. Los que te llevan hasta Ohara. Entonces, incluía también ese autobús desde Kibune hasta Ohara. Entonces, me lo estoy apuntando ahora mismo, mientras estamos hablando, para ver si este pase, este multipase, sigue funcionando en la actualidad, si se sigue ofreciendo y si
se ofrece, pues entonces sí que a lo mejor compensa intentar hacer las tres cosas en un mismo día para sacarle un mayor provecho justamente a este pase de día, ¿no? Es interesante, Laura. Pero mira, yo creo que mejor lo dejamos aquí ya, porque no nos va a quedar tiempo para… ¡Japonismo Mini! ¿Y de qué quieres hablar en este Japonismo Mini? A ver, primero quiero hacer una mencioncita rápida, porque sé que a ti no te gustan
mucho ciertas cosas y luego hablamos de otro tema que nos gusta más. Justo esta semana Japón ha reclasificado el COVID al nivel de la gripe. Ya es nivel 5, ¿no? Pues según la categorización que tienen en Japón para enfermedades, el COVID estaba algo parecido al nivel 2, ¿no es? Un poquito por debajo del ébola, que dices, también manda huevos. Esto significa que a partir de ahora todos los hospitales ya van a poder tratar personas
que tengan síntomas o demás, porque hasta ahora solamente unos poquitos podían tratar a pacientes con COVID. Y ya no se van a subvencionar ni los test, las vacunas solo van a seguir siendo gratuitas en principio hasta que acabe el año fiscal, en marzo de 2024, y esperamos que entre esto, que ya no se pide el certificado COVID ni PCR para entrar en Japón, que ya se dejó a título personal las medidas de protección y todo esto, esperamos que esto
suponga de verdad una vuelta a la normalidad de Japón y que salgamos de todo esto de una vez por todas. Que ya toca. Hablando de cosas más divertidas, más bonitas, que me hacen sonreír, es el sábado. El sábado pasado, Luis, tuvimos nuestra primera firma de libros. Bueno, no la primera firma de libros, la primera firma del tercer libro, que es el más reciente manual para viajar a Japón y no morir en el intento.
El libro salía oficialmente el jueves. De hecho, en algunos sitios la distribución se ha retrasado un poquito, está ya esta semana así que está en vuestras librerías. Y claro, el sábado teníamos esa firma. ¡Ostras! Fue muy bien. Fue muy bien. Hubo mucha gente, había hasta cola, gente esperando a que les firmásemos.
40 minutos de cola. Exacto. Algunas personas, además, vinieron con alguno de nuestros libros anteriores para que también se los firmásemos, pero es que encima tuvimos una sorpresa. Bueno, sí, porque dos japonistas, Xavier y Olga, se presentaron. Ellos viven en Barcelona y se presentaron así en sorpresa. Se presentaron en Málaga como quien no quiere la cosa.
Y claro, cuando nos dijeron algo, estábamos ahí hablando con el responsable de la FNAC, que era la caseta en la que estábamos firmando y esto, la voz me sonó y me giré y vi a Olga y durante un momento tuve como una disonancia cognitiva. Como de ¿qué está pasando? No, esta cara, esta voz en este entorno no me encaja porque estábamos en el pleno centro de Málaga.
No pueden estar aquí. Y luego vi a Xavier y me dio un parraque, claro. Que fue muy guay porque evidentemente firmamos sus libros. También se pasó Miguel. Se pasó Miguel y se pasaron muchos otros. Y también Patricia. Muchos otros japonistas. Algunos están en Discord y otros, bueno, les mencionamos Discord para que pudieran también formar parte de la comunidad que tenemos en Discord.
Pero bueno, fue muy guay porque luego terminamos la firma y pudimos ir a comer un poco con Xavier y Olga y pasar un ratito ahí con ellos. Bueno, ir a comer bastante. Ir a comer normal, sí, sí. Y ya luego ellos siguieron con su turismo, con el turismo que tenían previsto para ese día porque vinieron a Málaga básicamente por el día, para pasar el día. Eso fue un detallazo. Nos hizo mucha, mucha ilusión.
Y bueno, algún comentario, Luis. Te voy a leer de estos últimos episodios del podcast. Me ha hecho mucha gracia porque decía justamente Olga, que había escuchado el podcast, dice que con un día de retraso, porque estaba pendiente del libro, de que les llegase el libro y si le había pasado el escucharnos. Y decía que le había gustado mucho y que siempre la dejamos alucinada con lo que contamos sobre rituales, tradiciones y amuletos.
Hacía referencia al japonésamente de la semana pasada en el que hablábamos de las tablillas EMA y de los papelitos omikuji. Qué bien, qué interesante. Luego también Avelina, que siempre nos comenta, decía que estaba conmigo en que si tenía que dibujar algo en esas tablillas EMA seguro que le salía como un churro. Un churro, efectivamente. Y yo me preguntaba más o menos cuánto cuestan los EMA. De verdad, eh.
O sea, qué manía con preguntar cuánto cuesta. Es importante, necesitas meterlo en el presupuesto. Los más baratitos suelen costar unos 500 yenes. Más o menos eso es lo más baratito. Luego ya algunos EMA, de estos que mencionamos con formas diferentes o diseños diferentes o tal y cual, pues de 500 para arriba. Pero bueno, te sale casi más barato que un Omamori.
Porque un Omamori de 800 no te baja. Bueno, alguno había antes de 500, luego 700… Sí, pero más pequeñitos. Los de tamaño normal ya mínimo 800. Y en cuanto tenga un diseño un poquito más así, se te va a los 1000. O sea, que ojo con esto. Ojo con esto.
Y otro comentario que teníamos que quería dejar aquí dicho es de Westlander84 que nos decía que a lo mejor ya lo teníamos pensado, decía, en esa amplia batería de contenido que aún tenéis en el Excel. Buah, pela lo que tenemos en el Excel. Ya te digo, le encantaría escuchar un Japón a fondo… Bueno, en el Google Spreadsheet. Exacto, en el Google Spreadsheet.
Un Japón a fondo dedicado a viajar con niños a Japón. Dice un poco que le gustaría que contáramos un poco más nuestra experiencia con Eric, nuestro hijo, y escuchar un poco más, pues eso, recomendaciones y consejos de viajar con niños a Japón. Bueno, es una… tenemos que ver dónde lo encajamos, porque tenemos la planificación un poco a tope, pero la idea está bien, claro. Apuntada queda, sin duda.
Y yo creo que podríamos ir ya a la palabra, porque no sé si nos estamos liando mucho de tiempo, ¿no, Luis? Tú siempre te lias mucho, Laura. Yo aquí soy conciso, ¿sabes? Madre mía, en fin. Y mira, yo creo que como ya llevamos ya un montón de tiempo, muchas palabras, nuestros japonistas sacan lápiz y papel, lo tienen todo súper escrito, estudiado, pienso… O sea, ¿quieres complicar las cosas un poco más? Vamos a complicar las cosas un poquito más.
Y vamos a empezar a… alguna frase ya hemos hecho. Sí, alguna frase hemos hecho, sí. Algunas ya las hemos hecho. No mucho, pero bueno. Alguna así cortita. Pues hoy una frase quizá no tan cortita, no hiperlarga, pero no tan cortita y que la podéis usar mucho durante el viaje. Y en Kioto especialmente, además. Sí, pero al final, realmente en todas partes.
Pero claro, estáis aquí, en estos lugares que hemos dicho, en templos, santuarios, en las montañas, y a veces es habitual decir ¿se pueden hacer fotos? ¿Puedo hacer fotos aquí? Ahora no he visto ningún cartel, no sé si se pueden hacer fotos o no. A ver, los japoneses se nota que son muy jodidos a veces.
No, es verdad, porque a veces no te encuentras ni un solo detalle en inglés para entender un poco más el contexto de lo que estás viendo. Es como si el turismo internacional no les importara mucho. Pero cuando no quieren que hagas fotos de algo, bien que te ponen una cámara tachada y te ponen NO FOTO y te lo ponen en caracteres occidentales.
Y dices ¡ah, vale, esto sí! Bueno, pero vamos a ponernos… No, pero es verdad que hay veces que no hay. A veces dudas, ¿no? Dices, ostras, es que no he visto ningún cartel y no quiero ahora que me llamen la atención, me digan algo. O a veces ves geishas en Japón, por eso decía que en Kioto es muy apropiado, y no te vas a poner a pararlas mientras ellas están caminando y hacerles fotos molestando.
No le tienes que pedir permiso. Pues, como preguntamos si está bien, ¿no?, ¿puedo hacer fotos? Pues la frase es… Le dices, puedo hacer fotos. Eso sería lo ideal, pero en japonés, 写真を撮ってもいいですか? 写真 significa foto. 撮ってもいい, es la… bueno, 撮ってもいいですか? sería está bien si tomo esas fotos, ¿no? 写真を撮ってもいいですか? Y así os dicen, 大丈夫, tiene que sonar,
porque esto ya es una frase, una palabra que mencionamos en uno de los podcasts, era como que decíamos, está bien, it's ok, la idea de 大丈夫, perfecto, sin problema. Y en cambio si os dicen, ah, chotto, chotto… Eso no significa que quieran un cabritillo o algo, o que oláis a chotto, ¿no? Después de haber hecho mucho caminata por el monte en verano, ese chotto es una especie de, ay, pues espera un momento, casi que… O sea, básicamente es decirte que no de una manera
que no sea tan directa como decirte ese no. Eso es. Así que 写真を撮ってもいいですか? Está bien si tomo fotos, ¿puedo hacer fotos? 写真を撮ってもいいですか? ¡Hala! ¡A practicar! ¡Déjame! ¡Déjame! ¡Déjame! ¡Déjame!