Transcripción
Hola, y bienvenidos un día más a la consulta del Dr. Méndez. Yo soy Roberto Méndez, médico de familia y especialista en nutrición clínica y deportiva y en ciencias del deporte. Como ya sabéis, aquí hablo de nutrición, de medicina, de deporte o de una mezcla de tantas. Antes de empezar, como siempre, os recuerdo la Academia Nutricado, cursos de nutrición y deporte. Raquel Casares, la nutricionista, hablará de la parte práctica en consulta y por mi
parte hablaré de la parte teórica, científica, como no podía ser de otra manera. Os animo a entrar a la web edu.nutricado.es y echarle un vistazo a los cursos que ya tenemos disponibles. Poco a poco iremos añadiendo más y la plataforma será un poco más grande. Y ya sin más dilación, hoy hablaremos de la cúrcuma, más bien de la curcumina, porque la cúrcuma es la especia, pero el principio activo más activo, valga la redundancia de
esta especie, es la curcumina y es realmente a la cual se le atañen las propiedades conocidas de la cúrcuma como especie. Es decir, hay un poco de lío en cuál de los dos es realmente el responsable de todos los beneficios. Supuestos beneficios porque también hablaremos de que, a pesar de que hay más de 9.000 estudios en la plataforma Padme sobre cúrcuma y curcumina, realmente no se ha demostrado bien a ciencia
cierta que tales beneficios sean factibles. Para empezar, recordemos que la cúrcuma lleva formando parte de la dieta tradicional mediterránea y sobre todo del sudeste asiático desde hace miles de años. De hecho, fue Marco Polo quien le echó el ojo por primera vez en 1280 y ya la trajo a nuestras tierras. Realmente la cúrcuma, como ya sabéis, es una especie asiática, en este caso proviene de China, y el comerciante veneciano habló de un vegetal con todas propiedades de azafrán.
En la zona de Asia se conoce la cúrcuma como el oro indio, pero por aquí se le ha llegado a conocer como el azafrán de los pobres, porque el azafrán en nuestra zona es muy preciado. Recordad que yo, por ejemplo, lo grabo desde España, pero en otras localizaciones del mar Mediterráneo el azafrán es un bien muy preciado, entonces la cúrcuma, en este caso, a pesar de que su color y olor se parecen mucho al azafrán, no es como el azafrán
y lo que es de la tierra es de la tierra. En este caso, Marco Polo lo hizo con visión de negocio, introdució una alternativa barata al azafrán. De hecho, hoy en día, creo, no os lo puedo asegurar porque no estoy muy metido en el negocio del azafrán y la cúrcuma, pero creo que el azafrán sigue siendo más caro que la cúrcuma como tal. El plan no fue bien. La verdad es que no prosperó el plan de Marco Polo porque el paladar de los aristócratas
occidentales no se acostumbró al sabor amargo de la cúrcuma, pero hoy en día la cúrcuma es un requisito para cualquiera que presuma de hacer comida india o asiática porque es un ingrediente del curry como tal. El curry, recordad que es una mezcla de varias especias y realmente la que le da más color es la cúrcuma, en este caso. Se extrae en forma de polvo de raíces secas de la planta y dota un particular color amarillento
a los platos, como hace el azafrán en este caso. Por ese mismo motivo, ha servido tradicionalmente como colante vegetal y también se ha usado para otras cosas, cosméticos, ropa, túnicas y se arroja puñados como parte de las bendiciones que se reparten en determinados festivales en la zona de Asia. En cuanto a cómo gastronomía y religión van de la mano, no es raro que la cúrcuma también se use en la medicina tradicional, en este caso la medicina china y ayurvédica,
que de hecho hoy en día se sigue utilizando, pero en la medicina occidental, de momento, no ha demostrado ser tan buena como se suele creer. Los defensores de las terapias alternativas, en este caso, lo que hacen es citar los miles de estudios que hay sobre la cúrcuma. De hecho, en Padme, esto lo repetiré mucho durante el programa, hay más de 9000 estudios sobre cúrcuma y curcumina. Sin embargo, como digo, los beneficios de la cúrcuma habría que poneros un poco en
entredicho. Antes de continuar con el tema de los beneficios, os quiero hablar un poquito a nivel nutricional lo que sabemos sobre la cúrcuma y qué tipos de cúrcuma hay. A nivel nutricional, se sabe, aunque hay estudios, o ya os digo que hay estudios demás, que no deberíamos sobrepasar, a nivel de seguridad alimentaria, más de 3 gramos de cúrcuma por día. Hay estudios con 8 gramos o más. ¿Qué pasa a partir de los 8 gramos?
Diarrea, dolor de estomacal, sobre todo sintomatología gastrointestinal. Pero las recomendaciones actuales son no sobrepasar los 3 gramos, cuidado con esto. Por cada 100 gramos de cúrcuma, hablamos de cúrcuma pura como tal, no curcumina, que es el principio activo que más nos interesa, por cada 100 gramos de la cúrcuma de donde sale la especia como tal, hay más de 300 calorías, 306 para ser exactos, azúcar es
había unos 3 gramos por cada 100, fibra sí que había unos 22 gramos, de ahí que provoque diarrea a partir de 8 gramos, porque hay bastante fibra dentro de lo que es la cúrcuma como tal, casi 10 gramos de proteínas por cada 100, y destacan algunos micronutrientes como vitamina E, calcio, hierro, magnesio, fósforo o potasio, entre otros. Luego, ¿cuántas variedades de cúrcuma hay? Esto ya a nivel informativo, por curiosidad, porque ya os digo que a nivel médico-científico
da un poco igual. La cúrcuma longa es la más común, se trata de la raíz que se usa para la cocina y es el ingrediente principal del polvo de curry, y es la más popular a nivel mundial. La cúrcuma kasturi manjal es conocida por su buen olor y su sabor amargo, que provoca rechazo a la hora de la cocina, no se suele usar para cocina, se suele usar más como cosmética y tratamientos de belleza. La cúrcuma manjal redonda es parecida a la kasturi, pero es una raíz redondeada y alargada,
se usa en ceremonias y rituales al considerarse un elemento sagrado, es lo que os comentaba anteriormente que se usan polvos de cúrcuma en determinados festivales en la zona de Asia. La curry manjal o cúrcuma negra es una variedad rara de raíces negras que se usa en tratamientos ayurvédicos, y la mana manjal o manjal de árbol se trata de un tipo de cúrcuma que está en peligro de extinción, por desgracia, muy útil en la preparación de algunos medicamentos
como digo en la medicina tradicional china o ayurvédica. Encontramos referencias sobre la cúrcuma cientos de años antes de Cristo, cuando se empleaba como colorante téxtil, fue a partir del siglo XIX realmente cuando la presencia colonial europea en India propició la llegada de la especia a países como España, donde se usa sobre todo como polvo de curry, uno de los condimientos más empleados para dar
un toque asiático a las recetas de nuestra zona. Sin embargo, además de usarla en recetas muy comunes como el pollo tikka masala, muy rico, os lo recomiendo probar, yo hace poco lo probé en un restaurante que tenemos por aquí por la zona, y la verdad es que está muy bien. El curry le da un sabor muy, aparte de exótico, muy rico. Y luego tenemos otras formas de exprimir los potenciales de la cúrcuma a nivel gastronómico,
que no médico, haciéndola en infusión, también se puede utilizar igual que se hace con el jengibre. Si tenéis un sabor amargo, cuidado con esto porque no a todos les sentará bien. Luego, por otro lado, en el tema de beneficios, beneficios digo entre comillas porque ahora hablaremos de eso, se suele asociar sobre todo la raíz de la cúrcuma longa, la más común, con diferentes beneficios a nivel médico, orgánico, no sabría cómo llamarlo
en este caso. La cúrcuma longa, o el llamado oro indio en su zona, se supone que tiene un poder antiinflamatorio, antioxidante, antibacteriano y digestivo. O sea, sería el superalimento perfecto si nos basamos en todo esto. Como os he dicho en los más de 100 programas que llevamos, cuando algo es muy bueno, probablemente no es tan bueno a nivel realista. O sea, los estudios suelen pecar de exageración y, bueno, suelen pecar de exageración tampoco
es la palabra correcta, sino que cuando un alimento, un complemento, una molécula se suele dar mucha publicidad de que hace muchas cosas, probablemente no hace tantas y es posible que ninguna la haga bien. Entonces, no es que la cúrcuma sea mala, no es que el curry sea malo, pero que tenga tanto potencial como se le dice, hay que dudar por lo menos, no digo que no sea así, pero la evidencia científica hay que cogerla con cuidado en este caso.
Se dice que la cúrcuma como tal, la curcumina en este caso, mejora las digestiones, regula la fluidez intestinal, ayuda a la pérdida de peso y a la desintoxicación del hígado. Ya hemos hablado de la desintoxicación del hígado en algún programa, así que cuidado con esto también, con tener algún efecto adverso que no queremos, ¿vale? Y como digo, hay más de nueve referencias sobre Parkinson, Alzheimer, depresión e incluso
el cáncer. Sin embargo, aún con todo el supuesto potencial, desde el Grupo de Nutrición de la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria alertan de que no hay ningún estudio concluyente que avale todas estas propiedades milagrosas y advierten de los diferentes buros al respecto. Lo que se ha podido demostrar en laboratorios es que la cúrcuma puede tener un veneno oculto que nos obligaría a adquirirla únicamente en tiendas de confianza.
¿Cuál es este veneno? Pues los investigadores de la Universidad de Stanford han relacionado altos niveles de plomo en sangre de los habitantes de Bangladesh con la producción y el consumo de esta especie. Así que cuidado con el tema del consumo de cúrcuma de origen desconocido, que podemos tener problemas porque puede estar contaminado por metales pesados. Ya hemos hablado en algún capítulo sobre el tema de los metales pesados, sobre todo
en el caso de frutos secos, pescado, tenéis programas Soro dedicados a este tema, el pescado ya sabéis, el mercurio, y en los frutos secos cadmio y plomo son algunos a tener en cuenta. Hay más, digo cadmio y plomo porque son los que me acuerdo en este momento, pero cuidado con el tema de consumir productos de dudosa procedencia, mejor comprarlos en tiendas conocidas y no ir jugando con la salud porque puede ser peligroso.
Luego por el tema este de lo que os decía, hemos repasado lo que es la cúrcuma, la especia, qué propiedades tiene a nivel nutricional en este caso, nivel de carbohidratos, de proteínas, de grasas, demás, qué propiedades supuestamente tiene, y ahora vamos a deshacer estas propiedades, los bulos alrededor de la curgua, o de la curcumina en este caso. La curcumina sería realmente el principio activo de la cúrcuma a la cual se le atañen
estas propiedades, anti-inflactorias, anti-alzheimer, anti-Parkinson y demás, y es fácil encontrar no menos de 50 estudios para probar que la cúrcuma tiene este potencial y como digo, 39.000 referencias en PanMed. De hecho en 2017 hubo un ensayo publicado en el American Journal of Geriatric Psychiatry que atribuía una mejora de la memoria y el humor a los suplementos alimenticios basados en curcumina.
Los investigadores se habían inspirado en la menor prevalencia de Alzheimer en los ancianos indios con respecto a los occidentales, aunque admitían que con una muestra de 40 pacientes, que es una muestra muy escasa, era prematuro extrapolar los resultados. Un año antes, en 2016, un metastudio publicado en el Journal of Medicinal Chemistry arrojaba una conclusión demoledora en este caso. Pese a miles de publicaciones, más de 9.000, insisto, y hasta 120 ensayos clínicos controlados,
ninguno ha acreditado los reales beneficios de la curcumina para la salud de forma exhaustiva. Esta sustancia, cuyo nombre químico realmente es diferuloilmetano, sólo está presente en un 5-7% de la cúrcuma que se ingiere. Repasemos, la curcumina, que es el principio activo que nos interesa de la cúrcuma, sólo está en un 5-7% de toda la cúrcuma que nos comemos. No podemos superar los 3 gramos de cúrcuma al día, con lo cual echad cálculos porque
si llegamos a los 3, que ya sea una dosis con cuidado, realmente hay de curcumina miligramos escasos, ¿vale? Si multiplicamos 5 por 3, estamos haciendo 15 miligramos por cada consumo de 3 gramos de cúrcuma, ¿vale? 15, no, perdón, 150 miligramos, lo estoy haciendo ahí un poco a ojo, ¿vale? El 5% de los 3 gramos de tope, claro. Realmente no te tomas 3 gramos de cúrcuma por día, esto es el máximo permitido aconsejado.
Los estudios han llegado hasta 8 y han visto que ahí la cosa cuida, entonces si hiciéramos igualmente la prueba, estaríamos comiendo una cantidad ínfima de curcumina, ¿vale? Esto por un lado. Luego, al tratarse de una molécula inestable, que es lo que más me interesa que quede claro en el programa, es difícilmente absorbible a nivel gastrointestinal, ¿vale? ¿Qué quiere decir esto? Que, a pesar de que ya, partiendo de la base, de que de toda
la cúrcuma que consumimos el porcentaje es un 5 o 7% de curcumina, de ese 5 o 7% es probable que no absorbamos nada o casi nada, ¿vale? Entonces, fisiológicamente hablando, comer cúrcuma aporta una cantidad intrascendente de curcumina desde el punto de vista terapéutico. Incluso aunque la mezclemos con pimienta negra, que es la otra especia que desbloquea un poco los beneficios de la curcumina, o sea, si tomamos cúrcuma con pimienta negra
es más factible que la curcumina nos aporte algún beneficio, pero, a pesar de eso, la cantidad de curcumina presente en la cúrcuma como especie es nada, es ínfima, ¿vale? Luego, por otro lado, una de las refutaciones más importantes de la idea de que la curcumina puede ser un antiinflamatorio natural se publicó en el Canadian Medical Association Journal, donde los investigadores, basándose en modelos antiguos de animales y pacientes, de un único
centro sanitario, vieron que para reducir la inflamación de personas sometidas a cirugía cardiovascular no era factible, ¿vale? En este caso lo que se vio es, bueno, se reclutaron a más de 600 pacientes en 10 hospitales de todo el país, en este caso en Canadá, todos ellos seleccionados para una operación de reparación endovascular de aneurisma, una mitad recibió suplementos contentados de curcumina por vía oral, 2000 miligramos, dos veces al día, durante cuatro días previos
a la intervención, y la otra mitad recibió un placebo. Los análisis posteriores demostraron que no había beneficios de tomar la curcumina previamente en los niveles posoperatorios de inflamación, o sea, da igual tomar curcumina que no, era lo mismo. Y luego los pacientes que tomaban los suplementos desarrollaban un mayor riesgo de daño renal, de hecho, esto pasa con los adivinadatorios. Los adivinadatorios en enfermedad renal, en enfermedad cardiovascular y en enfermedad
neurológica, neurológica sobre todo, neurovascular, no están indicados, de hecho están contraindicados. Cualquier enfermedad cardio-cerebrovascular o cardio-renal no se pueden tomar adivinadatorios, y gastrointestinal tampoco, porque lo que vamos a hacer es empeorar la situación. Entonces, en este caso lo que se vio es que, lejos de ser un beneficio, tomar curcumina aunque fueran concentrados, porque se hizo aposta para el estudio, no sólo no era beneficioso,
no provocaba efectos adivinadatorios, sino que era perjudicial y provocó un daño renal. Entonces, cuidado también con esto, porque nos han vendido de antetiempo que la curcumina es la panacea, y de momento, yo siempre digo lo mismo, no voy a decir no sirve para nada, de momento no hay ninguna evidencia exhaustiva sobre el tema que diga que se absorbe suficiente y que tiene los beneficios que dicen los estudios, por muchas referencias que hayan.
Y luego para terminar, una cosa que sí que se ha conseguido con la curcumina, porque ya sabéis que aparte a nivel de cocinar con curry, o a nivel de usarlo en medicina china y ayurvédica, también se usa en otra índole de preparaciones, en este caso en cosmética, textil y demás. Y ahora lo que se ha hecho, a nivel de seguridad alimentaria, es utilizarlo en el yogur. Hubo un estudio muy reciente, de hecho este lo publicamos, lo estamos grabando en el mes
de abril, lo veréis publicado más tarde, pero el estudio se publicó en el periódico en español hace nada, hace un par de semanas. Y lo que se vio es que utilizar curcumina como tal, bueno, la cúrcuma en este caso, pero se utilizó curcumina, podría ser un buen conservante, un buen conservante natural. De hecho, lo que se quería era lograr que el yogur conservase su vida útil sin afectar ni a su sabor, ni a su textura, ni demás.
Entonces la opción fue desarrollar una forma altamente purificada de curcumina y añadir al yogur. De este modo se puede permanecer disuelta en el yogur, conservar sus propiedades y no dañar su sabor, que esto es muy complicado de conseguir en la industria alimentaria porque cualquier conservante suele alterar de alguna manera el sabor o la textura, en este caso del yogur, o del alimento que quieran conservar.
Pues aparte, sí que se ha visto que la curcumina tiene cierto futuro, de hecho está muy bien en este caso, pero como medicina como tal, diríamos que de momento no hay una evidencia factible que diga que sí, porque como digo, no sólo es el tema de que tengas propiedades o no, que puede tenerlas, sino que no podemos absorber suficiente cantidad de curcumina para poder tener estas propiedades, aunque llegáramos a los 8 gramos que algunos estudios
han llegado a probar, tampoco llegaríamos porque, ya digo, de esos 8 gramos totales, sólo un 5% es curcumina, y aun haciéndolos concentrados como se han hecho de 2000 miligramos para el estudio este de Canadá, tampoco, porque tampoco se consiguió un efecto antiinflamatorio deseado. Y nada, esto es todo lo que os quería contar por hoy, gracias como siempre por escuchar, por estar ahí, por verlo en YouTube, si esto lo seguís por YouTube, y como siempre se
agradecen comentarios sobre el capítulo, si tenéis alguna idea o queréis que hable de alguna cosa de la que no hemos hablado todavía, estoy abierto a cualquier propuesta. Como siempre, sabed que esto está en todas las plataformas, Spotify, iVoox, Apple Podcast, Google Podcast, Amazon Music, y también en YouTube. Y nada, nos vemos y nos escuchamos en siguientes episodios. ¡Hasta la próxima!