¿Existe techo de cristal en la carrera investigadora? ¿Cuáles son las barreras sociales que fomentan la brecha de género en este campo? ¿Está incorporada la perspectiva de género en la investigación e innovación española? ¿Se promueve el interés por la ciencia entre las más pequeñas?
Estas cuestiones y muchas más se ponen sobre la mesa de esta edición enmarcada en el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, en la que participan:
- Constanza Rubio, investigadora del Centro de Tecnologías Físicas y directora directora de la ETS de Ingeniería Agronómica y del Medio Natural
- Mónica García Melón, investigadora del Instituto INGENIO y profesora de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Industrial
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5ª TEMPORADA
"Revisado por pares" es un programa en el que investigadores de la Universitat Politècnica de València (UPV) pasan por nuestros estudios para comentar, de dos en dos, la actualidad científica. Una agradable conversación para estar al día de los avances en el mundo de la investigación académica.
Con la colaboración de la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (FECYT) del Ministerio de Ciencia e Innovación.
Transcripción
¿Existe el techo de cristal en la carrera investigadora? ¿Cuáles son las barreras sociales que fomentan la brecha de género en este campo? ¿Está incorporada la perspectiva de género en la investigación e innovación española? ¿Se promueve el interés por la ciencia entre las más pequeñas? De estas cuestiones, entre otras muchas, hablamos en el revisado por pares de esta semana, en el marco del Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, que se celebra el
próximo sábado. Lo hacemos con dos investigadoras y profesoras de la UPV. Se trata de Constanza Rubio, directora de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Agronómica y del Medio Natural e investigadora del Centro de Tecnologías Físicas, y Mónica García Melón, profesora de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Industrial e investigadora del Instituto Ingenio. Arranca Revisado por Pares.
Revisado por Pares, un programa presentado y dirigido por Luis Zurano, en UPV Radio, radio.upv.es. Hola, qué tal, bienvenidos a una nueva entrega de Revisado por Pares, programa en el que vamos a hablar de estas y otras cuestiones con las dos protagonistas que ya os ha presentado nuestra compañera Celia. Estamos hablando de Constanza Rubio Michavila y de Mónica García Melón. A las dos, Constanza, Mónica, mil gracias por venir a hablar de ciencia, a hablar de
la ONCEF, a hablar de vuestra trayectoria y a debatir un poquito sobre si existe techo de cristal en la carrera de investigadora o no. A las dos, mil gracias. Gracias a ti por la invitación, Luis. ¿Qué supone para vosotros la ciencia, Constanza? Bueno, gracias en primer lugar por darnos la oportunidad de estar aquí y de defender la presencia de la mujer en la ciencia. Para vosotras, ¿la ciencia es vuestra vida, parte de ella?
Es parte de ella, es digamos que mitad, en mi caso, mitad de mi vida. Para mí la ciencia significa una manera sistemática y lógica de descubrir nuevos conocimientos y comprender el mundo que nos rodea. La investigación, por el contrario, es ese camino que nos va a conducir a la ciencia, el camino que nos va a conducir al avance científico. Así es como yo lo veo. Bien, estoy de acuerdo contigo, efectivamente la ciencia es una manera de afrontar las cosas,
de cómo descubres y comprendes al mundo, pero la investigación, que hay que distinguir investigación en ciencia, ya que puede haber investigación en muchas otras áreas, es el conocimiento, es el progreso, es el avance y el avance tecnológico para nuestra sociedad, para las personas y que en este momento hay que combinar y atender de manera especial a la sostenibilidad, sostenibilidad que no solo tiene que ser económica y ambiental,
sino que la parte social juega un papel muy importante en la ciencia actual. ¿Volveríais a elegir este camino, Mónica, Constanza? Sí, yo tengo claro que sí. Creo que elegí el buen camino y fíjate que hace de esto ya más de 25 años y yo me refiero al camino de ser a la vez profesora e investigadora, porque ser solo investigadora no me habría gustado tanto. La investigación me permite esa libertad de acción que agradecemos todos, pero la docencia
me conecta con las nuevas generaciones, con los chavales más jóvenes y me permite ver cómo avanza su vida y eso es muy satisfactorio. Yo sin lugar a dudas volvería a elegirlo y volvería a elegirlo, como ha dicho Mónica, la parte docente, la parte investigadora y ahora también combinándolo con la parte de gestión. Yo disfruto haciendo lo que hago, me gusta, hay momentos de esfuerzo, momentos en que
el camino no es llano, sino que tienes que ir sorteando dificultades, pero eso te permite ver las cosas en su totalidad. Afrontas las dificultades, tiras para adelante y yo creo que eso es en investigación, es el día a día, en investigación, en docencia y en gestión también. Y esas dificultades, Mónica Costanza, ¿son iguales para todos y para todas? No, yo creo que si fueran iguales probablemente no nos estaríamos entrevistando, Luis.
No estaríamos aquí, efectivamente. A ver, nosotras, ahora yo estoy hablando no solo en mi nombre, sino en nombre del grupo en el que estamos trabajando, el Grupo Invisibles, que es un grupo de investigación centrado en la visibilidad de la mujer en la ciencia. Entonces yo diría que tenemos un problema y es que nosotras tenemos asignados una serie de roles sociales en los cuales estamos muy encorsetadas y nos dificultan esa prosperar,
dijéramos, en el mundo de la ciencia. Está demostrado que al principio de la carrera científica, previamente a la carrera científica hay más mujeres que hombres, durante la carrera científica y en los primeros escalafones, lo que se llamaría los early career, hay muchas chicas, incluso más que chicos, y a medida que las posiciones de responsabilidad van aumentando, la carrera investigadora se va despoblando de mujeres y se va quedando eminentemente poblada de hombres.
Esa es una de las principales conclusiones que podemos leer en el último, en la última versión edición del Informe Científicas en Cifras de 2021, que hablaba de una segregación vertical de género. Hay una escasa representación de mujeres en la categoría de mayor rango, que es lo que está comentando Mónica, como forma de bajas, quizás haya más, hay un equilibrio, por tanto sí que hay un techo de cristal, obviamente, es una realidad.
Ese techo es más grueso que hace unos años, más fino que hace unos años, Constanza. Hombre, yo creo que es más fino que hace unos años. Existe, existe. Actualmente todavía existe. Lo que creo es que en la medida en que las mujeres van llegando a esos puestos de responsabilidad y se visibiliza ese poder estar y saber estar de las mujeres en puestos de responsabilidad, somos ejemplo para otras generaciones y, por tanto, cada vez el techo de cristal en cuestión
de género será menor. Se ha incidido mucho, Mónica, en los roles sociales asumidos o atribuidos a las mujeres. Es el principal, no sé si la palabra es correcta, escollo o barrera. Sí, de hecho sí lo es. Además, podríamos poner como ejemplo el más característico, el que todos conocemos, que es la asignación de roles familiares. Los cuidados familiares recaen eminentemente sobre las mujeres, sea tanto los de los hijos
como de los padres. Además, tenemos comprobado ya, nosotras, pero bueno, está publicado en muchos artículos científicos que la paternidad, la baja por paternidad o maternidad, que llamaríamos en España, muchas veces los hombres no se la cogen o si se la cogen, se la cogen de manera parcial o a ratitos, no a ratitos, sino a semanas, de modo que eso tiene un impacto mucho menor en su carrera científica, hablando de científicos.
Además, a nivel micro, podríamos hablar de dinámicas sociales segregacionistas. Por ejemplo, en las organizaciones que hacen ciencia e innovación, ya no me estoy refiriendo a las empresas, sino las propias en las que nosotras estamos trabajando, se crean unas dinámicas de trabajo como salir a tomar una cervecita o quedar fuera para jugar al fútbol, que de manera inconsciente generan una segregación por sexo.
Eso hace, eso impide algunas de las oportunidades que podrían tener las mujeres. A ver, yo estoy de acuerdo parcialmente contigo. Yo creo que se están haciendo políticas para evitar que haya esa brecha entre género. El hecho de que tanto el padre como la madre o los progenitores puedan disfrutar y deban disfrutar de la baja por tener un hijo o una hija hace... Quizás la clave, perdona Constanza, quizás la clave es el deban.
Claro, deban. Por eso lo he dicho. Disfrutar de ese permiso hace que las empresas no tengan que cuestionarse que si contratan a una mujer en edad fértil o que tenga posibilidad de tener un hijo o una hija, corran el peligro de tener una baja por maternidad. El hecho de que pueda disfrutarlo uno u otro y deban hacerlo hace que eso ya no sea un signo distintivo entre los dos géneros. Yo creo que esas políticas son importantes.
Sí que creo que hay una cuestión de educación en esos temas porque la parte más de ciencia, de ingenierías y demás tradicionalmente está asociado con valores que se asignaban al género masculino, con lo cual cuando tú hablas de ciencia o de ingeniería te asocian con una persona fría, muy cerebral, sin capacidad de empatía, etcétera, etcétera. Si esos valores se disocian de estos estudios y se entiende que la ingeniería y la ciencia
es progreso, es avanzar para ayudar a la sociedad, es roles tradicionalmente más femeninos, no se asociará esas carreras científico-técnicas con la masculinidad, sino con el ayudar, que tradicionalmente son roles femeninos y por tanto las niñas y las mujeres optarán por ese tipo de carreras. Y las familias de esas niñas que eligen ese tipo de carreras no lo verán como una cosa rara o como un bicho raro que tradicionalmente también te designan.
Yo quería matizar una cosa, Constanza, estando de acuerdo con todo lo que has dicho, es verdad que se han caído o han desaparecido parte de las barreras legislativas, dijéramos legales, que existían, de modo que ahora el papá y la mamá ambos se podrían llegar a tomar el mismo tiempo de baja maternal-paternal. Otra cuestión sería la barrera social. Pero la barrera social, eso es a lo que yo me refería.
Todavía está mal visto que, obviamente, si yo soy una mujer y me tomo la baja, es lo que me corresponde, pero todavía hay muchos padres que dicen, uf, a ver qué dirá ese jefe, qué dirá mi jefe o mis compañeros si yo me tomo los cuatro meses, por ejemplo, del tirón. Pero la mujer se lo toma. Claro. Por eso digo que entonces si el padre, el hombre, no se lo toma o se lo toma de a trocitos, cuando el proyecto ya lo ha entregado y entonces tiene la posibilidad de disfrutar ahora de
tres semanas de permiso y luego cuando tiene otro deadline y vuelve a acabar una tarea, claro, la afección directa sobre la carrera investigadora es distinta. Eso es lo que nosotros hemos comprobado. Con lo cual, tenemos que educar. Todavía queda mucho por educar, efectivamente. Pero no es una realidad de la ciencia, no es una realidad de la empresa, es una realidad social. Claro, lo que pasa es que la ciencia, en temas de brecha de género, en muchas ocasiones
enfrenta las mismas barreras sociales que el resto de nuestra actividad en el resto de la sociedad. Pero sí, sí, es una brecha en todos lados. En eso no nos diferenciamos. No nos distinguimos. Pena. Nosotras pertenecemos a organizaciones y como tales organizaciones tienen su estructura que genera todas estas dinámicas sociales de algún modo perversas para la brecha de género. Decís que se ha avanzado, comentabas, Mónica, que se ha avanzado desde el punto de vista
legislativo. No se ha avanzado o incluso se ha retrocedido desde el punto de vista práctico, permitidme resumirlo así. La percepción es que parecía que íbamos mejorando y nos hemos estancado o no. Y volvemos a vincularlo con educación, con las prácticas o con el día a día de los más jóvenes también, que parece que sí que hay un retroceso en este ámbito o no. Si nos circunscribimos al ámbito de la investigación y la ciencia, no hemos retrocedido, nos hemos
estancado. Pero claramente nos hemos estancado. Esto fue importantísimo hace unos diez años, en cuanto se empezaron a poner en marcha todas las políticas de igualdad en general, en todo el Estado, no solo en ciencia, pero bueno, en particular estamos analizando hoy la carrera científica de las mujeres. Entonces, sí, lo que pasa es que ahora es verdad que estamos estancadas, pero estamos estancadas aquí y en general en el resto de nuestra sociedad.
Han surgido una serie de debates en torno a la brecha de género que desvían, por ejemplo. Pensamos que el tener una… por ejemplo, estamos muy mal en temas de visibilidad científica, muy mal. Sin embargo, estamos haciendo mucho hincapié en conseguir más mujeres o niñas en este caso para las carreras STEM. Entonces, ¿qué vemos? Que cada vez hay más chicas que llegan a esta Universidad Politécnica de Valencia,
eso es bueno. Pero justo ahora tenemos una delegada de alumnos, pero bueno, ella no ha empezado la carrera científica. Pero, ¿quiénes son las que dan las conferencias, quiénes son las que nos representan? Nosotros tenemos estudiado que en la mayoría de las conferencias científicas, las personas que representan a los grupos de trabajo son hombres, no siempre son los líderes, ¿vale? ¿Quiénes son las investigadoras principales de los proyectos?
Mucho camino. ¿Y qué hay detrás de eso, Mónica? ¿Por qué? Volvemos a las dinámicas sociales. Tenemos una facilidad para asignar a las mujeres tareas más de gestión y pensar que ellas tienen un rol relevante en las dinámicas de grupo porque somos a lo mejor más comunicativas, somos personas más extrovertidas de alguna manera y entonces, a lo mejor, si esta persona se dedica a un tipo de tareas de gestión, le va a quitar tiempo para realizar esas tareas
de pensar a largo plazo, de sentarse a reflexionar, que se siguen asignando todavía hoy a personas del sexo masculino. A ver, yo creo que es verdad que los puestos de responsabilidad a nivel científico todavía recaen sobre hombres mayoritariamente, pero es porque en la medida en que son ellos los que ocupan esos puestos, cuando hay que designar a alguien para un puesto similar, siempre se fijan en el de su lado, que sigue siendo hombre.
En la medida en que las mujeres vayamos adquiriendo esos puestos, los referentes seremos también las mujeres. Entonces, lo que hay que ir es avanzando, dando pasos y no como ocurre actualmente, que decía Luis, nos hemos estancado, nos hemos estancado. Fuimos muy veloces en un momento dado, pero ha llegado un punto que estamos en una meseta que no hay progreso en ese sentido. Yo creo que hay que seguir avanzando, sin lugar a duda.
Para mí el estancamiento es social, sin duda alguna. Totalmente. Y eso implica o salpica a todos los ámbitos de nuestra vida. Habéis hablado de referentes de mayor visibilidad. Vamos a hablar en unos minutos sobre ello, pero planteábamos también si la perspectiva de género cuenta, está incorporada en el sistema de investigación e innovación en nuestro país, Mónica. Y creo que aquí hay que mejorar bastante.
No. La respuesta es no. Esta pregunta, la respuesta es muy clara, no. Hay estudios realizados hasta ahora. Nosotros estamos desarrollando actualmente uno donde se demuestra que la perspectiva de género no solo está incluida en los procesos de investigación o innovación, sino que incluso existe una cierta perplejidad ante la necesidad que muestran los investigadores, incluso investigadoras, ante la necesidad de incorporarla en sus procedimientos.
Vamos a explicar qué es incorporar en la perspectiva de género, ¿vale? Por no darlo por hecho. ¿De qué hablamos? Estamos hablando de que los proyectos se planteen desde el principio con un enfoque de género. No se puede aplicar el enfoque de género al final, que es lo que se hace cada vez más. Por ese lado estamos mejorando, obviamente. Conocemos todos los estudios de la medicina, estudios médicos, donde los testeos se hacen
con hombres y con mujeres por separado, pero esto hace unos años tampoco se aplicaba. Ha habido muchas denuncias al respecto. Pero nosotras queremos ir un poquito más lejos. Nosotras pensamos que en temas que nos atañen a esta universidad, como por ejemplo motores, temas relacionados con aspectos que estarían alejados de nosotras, inteligencia artificial, en ellos se podría incorporar una visión de género.
Nosotras ponemos siempre un ejemplo que nos parece muy ilustrativo, que es que un ejemplo sería decir cómo se diseñan las gafas de realidad virtual. Suele asumirse que es un diseño que debería de estar al margen del género. Bueno, pues no es el caso. Las mujeres tienen un mayor campo de visión, pero por un lado bueno, pero por otro lado tienen umbrales más altos de percepción del movimiento, es decir, nos cuesta más
percibirlo. Por lo tanto, y como no se ha considerado el hecho de estas diferencias, y todas las gafas han testeado con hombres, pues claro, luego no nos sorprendemos. Sí, con señores, alumnos, chicos. Luego nos preguntamos que por qué las mujeres utilizan menos estas tecnologías, ¿no? Si a lo mejor desde el principio nos hubieran incorporado en ellas, nos habríamos sentido más a gusto, más familiarizadas con ellas.
A ver, yo ahí discrepo, y no se me malinterprete, porque en el campo, o sea, yo me dedico fundamentalmente a la interacción o el comportamiento ondulatorio, entonces en la parte de acústica sí que hay una diferencia en las tablas auditivas para hombres y mujeres, con lo cual ahí sí que está, la diferencia de género está. En la parte de diseño de estructuras para ablación de tumores, también está claro
que hay tumores que solo afectan al género femenino, fundamentalmente, no es cierto porque es verdad que el cáncer de mamás se ha detectado últimamente, hay una incidencia mayor en hombres, pero era un cáncer relacionado con mujeres, y el cáncer de próstata era de hombres. Entonces, cuando hacíamos referencia a estos tipos de cánceres, sí que introducíamos la perspectiva de género, pero para el diseño de la estructura en cuanto a la base, no podemos
establecer la perspectiva de género, o sea que hay que introducirla, pero que hay que ser también un poco cauteloso en cómo se introduce. Sí, es verdad, también hay casos que son muy fáciles de entender, cuando se diseñan, por ejemplo, bombas de agua o fuentes, en las que según están dibujadas, estupendas, pero a la hora de ponerlas en marcha, resulta que la mayor parte de las personas, son mujeres
las que van a por agua y la traen, y todas han sido testeadas con hombres, y han sido diseñadas y fabricadas con materiales que pesan mucho más de lo que nosotras estaríamos acostumbradas a levantar. Entonces, es verdad que todo esto ahora se ha levantado la necesidad, se está publicando en prensa, están saliendo ya muchos estudios de divulgación, en las que se pone de manifiesto que todo esto se debería de mejorar, por lo tanto, por ese lado, muy bien, que hay
mucho avance, pero bueno, siguen existiendo esos casos, esos casos que os he contado son los… Esos dos casos sirven para mostrar como cuestiones que igual ni se piensan, que no sé si es el sí de la cuestión, al final tienen un impacto directo en el propio producto, sea la gafa o sea la bomba que comentabas. Antes, Costanza, trazabas un perfil de lo que se asigna a unas carreras científicas técnicas con algunos adjetivos.
En esta entrevista que vamos a escuchar ahora, añadimos uno más. La entrevista es un corte de una entrevista más larga que hacíamos hace unos meses a Elena García Armada, con motivo de la inauguración del mural que el proyecto Dones de Ciencia de esta universidad y de las naves le rinden en nuestra ciudad. Lo escuchamos y hablamos de lo que dicen. Las mujeres que al final nos dedicamos a la ciencia tenemos una clara influencia familiar,
hay algo, un referente familiar, un entorno familiar, pero hay muchas chicas que no tienen esos referentes y es necesario que se cambie la visión que tienen la mayoría de las chicas y los chicos en general de la ingeniería como algo de chicos, como algo muy masculino, con lo que ellas no pueden realizarse como mujeres, algo que las va a estigmatizar como frikis, como raritas. Es verdad que además el momento en el que se decide en las carreras científicas es
un momento en el que la persona es muy vulnerable a las opiniones de los demás y esa visión que puedan tener los demás de uno afecta muchísimo. Esa visión de que el que se dedica a la ingeniería es un friki, es un rarito, es el típico que descuida su imagen y además siempre es masculino. Entonces creo que es muy importante, primero, evidentemente que vean que hay mujeres que se dedican a esto, es importantísimo, segundo, que esas mujeres sean contemporáneas y cercanas
y que vean que es una persona con la que se pueden cruzar por la calle o tomarse una cerveza o hablar de cualquier cosa, que son personas como ellas. Es lo que te decían los alumnos y las alumnas después de la inauguración del Mural, tuvieron esa oportunidad de hablar directamente con la protagonista del Mural, que es alguien cercano. Claro, claro, exactamente. Yo creo que es muy importante que se puedan sentir identificadas, decir, no, si es que
esta persona, y yo podría ser como esta persona, porque, bueno, pues es una persona normal, además también es importante, sobre todo en el ámbito de las ingenierías, desmitificar esa necesidad de ser superdotado para hacer una ingeniería, falso, totalmente falso, como cualquier carrera hay que trabajar, hay que estudiar, son carreras difíciles, evidentemente, pero que lo que requieren es una dedicación, un esfuerzo, un tesón y un tener claro cuál
es tu objetivo. Y es una cuestión de trabajo, no es una cuestión de, no, es que hay que ser superdotado para hacer esto, lo que es fundamental es la vocación, como en cualquier otra disciplina, si no tienes vocación, va a ser muy difícil, que te motive, que te interese y, por tanto, que le dediques tiempo y esfuerzo. Entonces, la orientación es importante, pero es importante que esa orientación permita
a los chicos y a las chicas elegir libremente su vocación, es decir, que esa orientación no vaya ya predefinida por unos estereotipos que lo único que van a hacer es lo que está pasando, que al final pues haya carreras de chicos, carreras de chicas, profesiones de chicos, profesiones de chicas, eso es lo que no puede ser, entonces tenemos que quitar esas barreras, dejar a la juventud que decida libremente cuál es su vocación y no estigmatizar
para nada ni las carreras profesionales y mucho menos pues eso, decidir qué es para unos y qué es para otros. Y por eso creo que los referentes son importantes. Ha hablado de varios puntos muy importantes, ha añadido esos otros adjetivos que comentaba. Friki, necesidad de ser súper dotado o no, qué daño hace esos estereotipos, esos clichés, esa estigmatización y cómo influye también en esa vinculación directa a género, ¿no,
Mónica? Sí, así es, me ha gustado lo de carreras de chicas y carreras de chicos y hay que decir que en ese campo también hemos avanzado, lo hemos dicho antes que tenemos ya cada vez más en las universidades politécnicas más chicas y la promoción de las vocaciones STEM entre las chicas de los institutos es un trabajo que se está realizando tanto a nivel de ministerio como en nuestro caso del gobierno regional, hay fuertes líneas de trabajo en ese campo
y hay otra cosa que nosotras reivindicamos y es el hecho de que no solo las chicas tienen que hacer esas carreras de chicos, sino que también nos gustaría y hay que trabajar para que se reconozca el valor y los atributos que tienen aquellas carreras o vocaciones tradicionalmente femeninas, es decir, no solo que nosotros tengamos que, mal dicho, comportarnos como los chicos, sino que también lo que tradicionalmente ha sido la carrera femenina
o esas actividades femeninas suban de valor, es decir, hay dos líneas de trabajo, la que se está haciendo y fortalecer la vocación STEM en las chicas, pero no solo, como insisto en las carreras tradicionalmente femeninas deberían de valorarse más por la sociedad. Estoy de acuerdo contigo que es un trabajo de doble vía, por un lado que las carreras tradicionalmente reconocidas como masculinas por los valores que se le atribuían permitan
a las mujeres estar en ellas, véase la ingeniería o carreras de ciencias y también que las carreras que tradicionalmente, tú eres chica, pues tienes que ir hacia esas carreras que estaban como menospreciadas porque era lo que elegían las mujeres, que era lo que menos valor tenía, pues hay que revalorizarlas y que las mujeres y los hombres puedan elegir la carrera que quieran de acuerdo con su vocación, pero no en función del valor que la sociedad
le da. Entonces es un trabajo de doble vía, como digo. ¿Y hasta qué punto son importantes los referentes, las referentes, como comentaba también Elena? Son muy importantes, son relevantes. Antes decías a Mónica la visibilidad científica, ¿en ese camino? En ese camino, sí.
Una chica, igual que hemos puesto una ley de cuotas o la paridad se pide para el Consejo de Ministros y Ministras, para que las chicas se puedan imaginar algún día en un futuro con un puesto político relevante, ese es el objetivo de todas estas cuotas. Lo mismo en la ciencia. En la ciencia, si la persona que tú siempre ves representando los resultados del equipo de trabajo, yendo a los congresos o incluso haciendo entrevistas en la radio o en la televisión para contar el último avance científico, siempre es
un hombre, pues ese científico o esa persona científica, si no le pones género, todo el mundo piensa que es un señor. Eso está ocurriendo. Entonces, eso a veces cuesta, porque eso implicaría que en un grupo mixto se tuviera que hacer al principio un esfuerzo porque las que fueran a presentar los resultados grupales o a representar al grupo en las distintas reuniones fueran las mujeres.
Eso cuesta, porque no siempre son las que en cada caso han sido las últimas en realizar ese trabajo o las que tienen los resultados más importantes. Pero eso es un esfuerzo, hasta que todo sea normalizado, esa visibilidad sea normalizada y entonces ya podríamos actuar con más normalidad o sin menos restricciones. Pero al principio hay que hacer un esfuerzo, igual que se ha hecho con las paridades. Ahí también tenemos un papel muy importante en los medios de comunicación, de que no
siempre se entreviste a un investigador para presentar unos resultados. Eso es fundamental. Estoy… De acuerdo y no de acuerdo, sí. Es que no me gusta hablar de cuotas, porque creo que, Margarita Salas lo dijo, las mujeres ocuparán en el mundo científico el puesto que les corresponde por su capacidad y no atendiendo a cuotas.
Creo que eso es muy importante. Estamos porque tenemos capacidad para estar. Es verdad que si nos hace un esfuerzo en ciertos momentos para que se nos visibilice, no estamos. Pero tenemos que tender esa que no haga falta cuotas. Yo, como habéis dicho, soy directora de la Escuela de Ingeniería Agrónomica y del Medio Natural y en el equipo somos mayoría mujeres, de 13 personas que integra el equipo, 10 somos mujeres. La gran mayoría.
La gran mayoría, pero gran mayoría, o sea, porque yo buscaba personas y resulta que cuando buscaba personas las que el perfil que me encajaba era mujer, ¿tenía que renunciar a que fuera una mujer para atender a cuotas? Yo creo que no. Entonces, ¿por qué yo no tenía que renunciar? Entonces, creo que tenemos que quitar la cuestión de cuotas.
Es verdad que hay momentos en que es necesario, pero tenemos que poner en valor nuestra capacidad y nuestra valía y que no sea necesario exigir cuotas. Aludías a Margarita Salas, ese mensaje nos lo trasladaba también cuando ella mismo inauguró el 8 de febrero de 2019, va a hacer cuatro años, perdón, inauguraba el mural que preside la fachada de rectorado y vamos a hablar ahora o vamos a escuchar, mejor dicho, a otra protagonista de otro de estos murales que traslada un mensaje
que yo creo que es clave para resumir muchas de las cosas que hemos visto aquí y para ese horizonte deseado. Estamos hablando de Ana Veiga. Ana es la madre científica de la primera niña probeta en España. La escuchamos y valoramos lo que nos decía hace también unos meses, allá por el mes de mayo o junio del año pasado. A mí lo que me gustaría es que realmente, y estoy encantada de participar en este proyecto
Donas la Ciencia absolutamente, en el cual somos todos mujeres, pero a mí me gustaría que en un futuro no muy lejano no hubiera que hacer actos especialmente enfocados a evidenciar el trabajo de las mujeres porque ya fuera algo completamente normal, que estuviéramos hombres y mujeres mezclados de una forma completamente natural.
Es lógico que ahora se haga de esta manera evidentemente porque las mujeres llevamos un retraso considerable en cuanto también a la visibilización de lo que muchas mujeres están haciendo. Pero de nuevo, lo que me gustaría es que no haya que enfatizar, que sea ya parte de la absoluta normalidad que hombres y mujeres se dediquen a ámbitos distintos del conocimiento sin que se haga ninguna referencia expresa en cuanto a que sea un hombre o que sea una mujer.
No sé cuán lejano es ese horizonte, Mónica, que comentaba Ana. Difícil de predecir. Yo pienso que se ha adelantado mucho, en eso estoy de acuerdo con Constanza, pero también todavía queda un camino largo que trabajar, por lo tanto no me atrevo a adivinar ese horizonte.
Pero yo no sé si lo llegaré a ver, me gustaría mucho mientras me dure mi carrera científica, pero no me atrevo a predecir fechas porque creo que aún nos queda un buen camino, un camino largo que trabajar. Sí nos queda un camino largo que yo espero que sea menos largo del que algunos pensamos y me gustaría resumir con una frase y es que, como dice una amiga, como cita una amiga mía muchas veces, la palabra convence pero el ejemplo arrasa.
Entonces, seamos ejemplo para todas esas niñas y mujeres de ciencia. Mónica, cerramos contigo. Pues que la próxima vez que tengas a dos mujeres en un debate, no sea porque sea el Día de la Mujer y la Niña en la Ciencia, dos científicas, sino que sea porque realmente son dos personas que quieren explicar al resto de la sociedad cómo han avanzado o cuáles son sus resultados.
En línea de lo que comentaba Ana, también, efectivamente, que no sea porque seamos mujeres, sino totalmente de acuerdo con Ana, porque nosotras tenemos algo que presentaros. Pues con esas dos reflexiones vamos a cerrar este especial o este Revisado por Pares Especial 11F, esperemos no tener que hacerlo ese especial, o que haya hombres y mujeres, efectivamente, como decías, y cerramos de nuevo dándoles las gracias por haber compartido con nosotros esta más de media hora de este espacio y
por supuesto daremos cuenta, difundiremos los resultados de investigación del Grupo Invisibles, los desarrollados en la escuela y en el grupo de investigación y estos micros y esta casa en la que tenéis abierta para cualquier otra ocasión. Mónica, Constanza, mil gracias.
Muchas gracias, Luis, a ti por dar visibilidad a la mujer en la ciencia. Muchas gracias, Luis, por la invitación y por darnos visibilidad a las dos. Y nos despedimos escuchando Y tú sos tú del diluí. Serás aquella que vas a voler ser Serás la tres voltes rebel Serás un puño alzado al vent Y tú sos tú harás vibrar cinco continentes Emancipada de cualquier dolor Vas a vivir con la alegría de quien no te por De quien sabe que el demás De quien sabe que el demás será mejor
Serás aquella que vas a voler ser Serás la tres voltes rebel Serás un puño alzado al vent Y tú sos tú harás vibrar cinco continentes Emancipada de cualquier dolor Vas a vivir con la alegría de quien no te por De quien sabe que el demás De quien sabe que el demás será mejor Serás la tres voltes rebel Serás la tres voltes rebel Serás un puño alzado al vent Y tú sos tú harás vibrar cinco continentes
Emancipada de cualquier dolor Vas a vivir con la alegría de quien no te por