El consejo más importante

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Año nuevo, mismos nosotros. Por qué os vamos a mentir. Seguimos igual que siempre: increíbles.

El problema es que se ha llenado nuestra bandeja de entrada con vuestras consultas. ¿Nos habéis echado de menos?

  • 12:00 Tardón
  • 16:45 Reunificación navideña
  • 21:27 Mamá traumatizada 
  • 38:20 Inseguridades innecesarias
  • 47:55 Domingos de alcohol y Visa oro

No hay tema complicado ni ligera cuestión que se nos escape. Habla con nosotros en terapiagrupopodcast@gmail.com - Prometemos total anonimato.

Transcripción

Bienvenidas y bienvenidos una vez más a Terapia de Grupo. Después de un tiempo de paréntesis, vuestro podcast favorito ha vuelto y Terapia de Grupo también. Ya sabéis que en este podcast pues escuchamos testimonios de gente que está peor que nosotros, para sentirnos un poquito mejor, y bueno, somos un grupo de terapia sin ser nosotros, nada de eso.

Estoy con mis compañeros Jenny Ranz y Alex Barredo. ¿Cómo estáis? ¿Qué tal, Jenny? ¡Hola! ¡Feliz año! ¿Se puede decir esto a veintitantos de febrero? ¿De enero? ¿Hasta qué día se puede decir feliz año? Si tú no te has encontrado con esa persona, si no tienes ningún tipo de contacto, el 8 de agosto se lo puedes decir.

¿Te imaginas? ¿8 de agosto? ¿Tú, Alex, qué opinas? ¿Qué tal, compañero? No, yo de momento lo digo, pero solo parar cuando, yo sé, cuando pare todo el mundo. Es como un poco de... ¿Pero por qué solo le felicitas el feliz año a alguien cuando acaba de empezar el año? ¿Por qué no le felicitas el feliz año cuando queda un mes? A lo mejor ese último mes del año necesita mucho que sea feliz.

Pensadlo. Eso comentaba Berto Romero, y según su teoría, hasta mayo. Madre mía. Después ya no es feliz, después ya te jodes. Después, claro, supongo que a mitad de año ya esperas que llegue ya el año siguiente, ¿no? Madre mía. Es posible. No sé. Pero una preguntita. ¿Cuáles son vuestros meses favoritos del año? ¿Cuáles son? Primavera y otoño. A ver, primavera y octubre estáis equivocados.

Lo siento. Es ley. Estoy de acuerdo. Para mí, mis mejores meses del año son de octubre a diciembre. Yo es cuando facturo más. Porque es Halloween. Es cuando se factura más, ¿correcto? Porque enero es un erial. Sí, joder, y agosto no te quiero yo contar cómo las pasé yo en agosto. En erial, ¿eh? Así que, bien, bien. Antes de empezar este podcast quería haceros estas preguntas para iniciar el año un poco bien, porque aunque sea 20 de enero y parezca que llevemos ya tres meses de 2023, pues nuestros

oyentes, pues es la primera vez que nos oyen este año. Así que hemos vuelto. Hemos tardado un poco, pero hemos vuelto. ¿Qué quieres? ¿Y volvemos? Yo cuando has empezado a presentar el programa y nos has dicho bienvenidos a quinto nivel, he dicho, espera, ¿qué? ¿Dónde estoy? Ha pasado tanto tiempo que ya se me mezclan los podcasts.

¿Cómo hace Álex Barredo para cuando está presentando un podcast no decir el nombre de otro podcast? Álex Barredo, ¿cuántos podcasts tienes? 102. Dalmatas. No, el programa diario y luego diferentes programas de tecnología, este, y un programa que es muy parecido a este, pero con mi compañero Edu. Nos está poniendo los cuernos.

No, técnicamente es el programa más viejo en el que estoy. Bueno, no, me he equivocado. No es parecido a este, es parecido a Corea de la Buena. O mejor dicho, Corea de la Buena es parecido a ese. Corea de la Buena ha muerto. Españoles. Corea de la Buena ha muerto. Ha muerto definitivamente, ¿ya? Sí, sí, sí.

O sea, hay que aceptar las cosas, yo... Ya está. O sea, Corea de la Buena ha muerto. Parecía que iba a resurgir y que iba a renacer como Cristo, pero no, no, no. Esta ha muerto. Ya está. Es un fun proyecto guay, se consiguieron muchas cosas, pero ya está. Bueno, si te sirve de consuelo, hay muchos podcasts que han muerto en 2022.

¿Podemos dejar tres segundos de silencio por Corea de la Buena? Ya está. Muchas gracias. It's very difficult todo esto, ese es el resumen. It's very difficult todo esto. Por cierto, hablando de it's very difficult todo esto, ¿habéis visto a Pedro Sánchez hablando en inglés en Davos, en el foro de Davos? Está un poco...

37 minutos hablando en inglés, ¿eh, señor? 37 minutos. 37 minutos, 37 minutos. Más que 36. El listening será facilito, el listening. Sí. Por cierto, que además, tengo que decir que esto es mérito vuestro. He madrugado para grabar este podcast. Yo también. Bueno, no, en realidad ha sido mérito tuyo propio, que te tienes que ir luego de viaje. Sí, pero ha sido mérito vuestro el obligarme a madrugar, ¿sabes? Porque me habéis conminado, que conminar es un verbo muy bonito porque es como invitar obligando.

¿Conminar? Os conmino... ¿Como suegrorcio? Es como poner una pistola detrás de la cabeza y... ¿correcto? ¿El suegrorcio? El suegrorcio. Acuñado aquí en nuestro querido podcast Terapia de Grupo. Bien, pues una vez iniciadas las presentaciones y una vez habituados de nuevo a este maravilloso podcast, tenemos las consultas del día. Sí, porque tenemos cinco.

¡Ojo! Pues por el... No conozco ninguna rima. No me sé ninguna rima con cinco, ¿eh? No hagamos ninguna. Ahí lo dejo. No sé si vamos a tener que inventar palabras nuevas, nuevos términos para este episodio, pero la primera consulta es cortita, así que la voy a leer yo, las largas o las dejo para vosotros, y las cortitas las leo yo. Me gustan las largas.

Vamos a grano directamente porque es uno de los temas recurrentes en este podcast. Dice, tengo un amigo el cual escucha el podcast. Hola, amigo. Fue él el que me lo recomendó. Hola también al escritor de la carta, de la misiva. Dice, el amigo que siempre llega tarde a los sitios. Ya sabéis por dónde van las cosas.

Se lo hemos dicho en numerosas ocasiones y estamos cansados de tener lo que esperar. Siempre que se lo comentamos suelta alguna broma o hace como si no tuviera importancia y ya no sabemos qué hacer. No entiende que es falta de respeto y que nuestro tiempo vale lo mismo que el suyo. Amigo, si has recomendado este podcast a alguien, date cuenta.

Amigo, date cuenta, es verdad. Es un poco la solución ya. Venga. Adelante, Jenny. Hacedselo a él. Ya está. O sea, quedáis, un plan súper chulo, tal, no sé qué. Incluso hacedselo, si él plantea el plan, os es importante para él, hacedselo, que joda más. Entonces, sí, chicos, a las cinco. ¿Sabéis que él llega a las cinco y media, a las cinco cuarenta y cinco? No aparezcáis directamente.

Cuando él ya esté ahí y os diga, chavales, ¿dónde estáis? Decís, ah, a dos paradas y salís de vuestra puñetera casa. ¡Con la calma! ¡Con la calmita! ¿Puedes coger el metro en dos paradas y estar en cinco minutos? No, no, no. Te das un paseito por el parque y quieres dar toda la vuelta y luego ya llegas tranquilamente.

Y llegáis tarde. ¡Ay, bueno, tío, ya sabes, el tráfico! Pero si no tienes carne de conducir, bueno, ya sabes. Y se lo hacéis por lo menos tres veces. Porque esta persona, si no lo experimenta a sus propias carnes, parece ser que la consideración y empatía para con sus colegas no la tiene. Así que yo es la solución que veo.

Muy sencilla. Suena inquina, suena a experiencia vivida. No, yo no me llego tarde a veces. No me gusta nada llegar tarde y suelo no hacerlo. Por trabajo nunca llego tarde. Y solo hay una situación en la que yo suelo llegar tarde. Si el plan es en tu casa, y hemos dicho sobre las seis.

Entonces, si yo sé que estás en tu casa, que no tenemos que ir a ningún lado, no hemos quedado en Sol a las cinco para ver una peli y tal, y es como sobre las seis, puede que llegue a las seis y media. ¿De la mañana? Del día siguiente. No, no, no. Pero solo en ese caso, llego con la calma. Porque sé que es un plan como de no hacer nada en concreto.

O si te voy a recoger yo con el coche y el plan es, nos vemos sobre las seis y te recojo con el coche y nos damos una vuelta por el parque, puedo llegar seis, seis y veinte. Pero voy avisando, comparto ubicación mientras voy llegando, todo muy programado. Pero es el único momento en el que yo llego tarde. No me gusta mucho eso, Leo.

Lo considero una falta de respeto bastante grave. Sí, a mí me da mucha rabia llegar tarde y que lleguen tarde. O sea, creo que es una falta de respeto y consideración por las otras personas. Y en mi caso yo tenía uno de mis mejores amigos con quien ya no me llevo, que además llegaba varias horas tarde. Entonces, el método que tenía...

Incluso a veces había días que no llegaba. Jesus, Jesús y Jenny. Había días que no llegaba directamente. Entonces, nuestro método de trabajo en nuestro grupo de amigos era básicamente decirle una hora y media más tarde. Que quedábamos una hora y media más tarde. Igual quedábamos nosotros a las cinco y le decíamos a las seis y media.

Entonces, pues probablemente llegaría a tiempo. Pero seguramente no. Es un método menos expeditivo. O sea, al revés, ¿no? Quedabais a las seis y media y le decís a las cinco. Bueno, técnicamente. Sí, no. O sea, quedábamos nosotros, nosotros el grupo, y luego él que... Bueno, sí, correcto, lo que has dicho, Jenny, es que he madrugado.

Es que a las seis y media ese muchacho va a llegar a las doce de la noche. Sí. Hay dos cosas que no se me dan nada bien. Una es el autónomo y la otra es madrugar. Pues es un one pass. Tengo que decir que he sido esa persona. ¿Has sido? ¿Hablas en pasado? No te riego nada.

Ya no lo eres. Yo creo que con la edad se me ha ido quitando. Obviamente, pues en muchas ocasiones ya no se puede. El tema laboral, etcétera. No es lo mismo cuando tienes 17 años y llegas un poco tarde, tal. Me da mucha rabia. Es decir, el que más le afecta es a mí, pero sí es cierto que durante muchos años para mí era imposible llegar bien a los sitios.

O sea, imposible. ¿Pero qué te privaba de ello? Pues mira, distracciones cualquiera. Es decir, siempre pensar que si me quedo aquí un par de minutos más acabo y llego igual. O bueno, ya voy a llegar cinco minutos tarde. ¿Qué más da llegar 15 minutos tarde? ¿Sabes? Es como una serie de mentiras que me iba diciendo a mí mismo y luego el resto de comportamientos.

Lo típico, pues si quedas por la mañana y son las cinco y media y sigues con la play. ¿Sabes? Pues ese tipo de cosas. Ya que llego una hora tarde voy el domingo. Es que yo no puedo. O sea, si sé que he quedado no puedo distraerme en esa hora. Quiero decir, yo estoy una hora antes pensando que he quedado, tengo que ir, tengo que preparar las cosas.

Entonces no puedo distraerme con algo porque mi cerebro me está avisando. Y no te pasan así. A mí me pasa que si tengo un plan al final del día, eso condiciona todo mi día. Me refiero, obviamente, a todo el mundo. Pero me obsesiona, rollo, tengo a las seis, tal, no sé qué.

Entonces, como a las seis lo tengo, tengo que salir a las cinco. Y como tengo que salir a las cinco, a las cuatro me tengo que empezar a preparar y no sé qué. Con lo cual todo lo tengo que hacer para las tres inmediatamente, no sé qué. Y al final se me va mezclando el tiempo. Que, por cierto, voy a decir una cosa. Después del confinamiento a mí se me hace mucho más duro concentrarme en tareas y llego más tarde a las cosas que antes.

O sea, dentro de que soy puntual, me pasan cosas así. Es como estoy obsesionada con que tengo que salir a las cinco. Pero a las cuatro empiezo a hacer una cosa que no sé qué y digo, bueno, no pasa nada. Un poco como lo que está contando Alex. Se me mezcla todo en la cabeza y acabo llegando tarde. No muy tarde, pero me suele pasar.

O sea, después del confinamiento y de la pandemia, algo se me ha cruzado en el cerebro que me cuesta más concentrarme en tener que hacer las cosas para ser puntual. Sí. Sí, yo creo que a todos, ¿no? Eso, un poco. Mira, yo estaba pensando, y creo que lo conseguí cambiar después de muchos palos, porque esto obviamente a quien más personas se lo hacía era a mi novia, cuando empezábamos a salir. Y hay un caso muy hiriente, y es oyente del podcast, lo va a escuchar luego y cuando salga,

y a lo mejor le despierto y el trigger, ¿no? Como en la guerra de Vietnam, en los memes. Hubo una vez, y lo recuerdo perfectísimamente, quedamos lo típico, a las diez, las once, vamos a dar una vuelta por el centro de Madrid, etcétera. Aparecí como a la una del mediodía. Y hacía frío.

Y habíamos quedado en una parada de autobús, y la dejé tres horas en la parada de autobús, en la de Puerta del Toledo de Madrid. ¿Y no te dejó? No, ahí seguimos. ¿Motivo de separación? ¿Pero qué explicación me diste? ¿O le fuiste actualizando las tres horas? No, no, no, no. O sea, era de las épocas pre-smartphone. ¡Oh! O sea, teníamos móviles normales, pero nada de compartir ubicación, ni nada. Pero no llamaste.

Sí, sí, sí. Pero claro, ya, imagínate, o sea, esta fue una de las típicas de que me sobé. Es decir, yo sabía que había quedado y me dormí. Cuando me levanté ya, había pasado el tiempo, tenía un montón de llamadas perdidas, no sé qué. Eso sí que fue un momento de… Alex, date cuenta. Uy, sí.

En mi caso, después de la pandemia, sí que me estoy dando cuenta que yo ya era despistado. Pero siempre que tenía que hacer alguna tarea o algo, pues mi cerebro me lo estaba recordando constantemente, ¿no? Pero después de la pandemia, como que me he vuelto más despistado. Es posible también que tenga que ver con mi medicación, también os digo.

Quizá tiene que ver más con la medicación que con la pandemia, pero es como que estoy más obnubilado, un verbo que me gusta mucho. Y me olvido de las cosas, aunque me las apunto. Obnubilado, ¿qué es el significado? Que estás al lado de obnubi. ¿Que estás qué? Al lado de obnubi.

Ah, obnubilado. Obnubilado es como… Estás en las nubes, literal. Sí, que estás como… Que te escuchas borroso. Ah, escuchas borroso, me gusta. Ya sabéis cómo lo solucioné, os dejo el secreto para que lo escuche el amigo. Drogas no, ¿eh, Álex? Bueno, puede ayudar.

Puede ayudar en el sentido de la medicación. Vais al médico de cabecera y le comentáis. Creo que esto es crónico y creo que esto no es normal. Ojo. Y a partir de ahí que… Doctor, no soy normal. No se esperifiquen. Yo tenía esa despiste, esas faltas de… Bueno, venga, añado un par de cosas.

Lo que hice fue intentar estar donde había quedado, en el sitio de quedar, una vez que ya llegan los smartphones, mucho antes. Con lo cual, al forzarme yo a llegar antes, más o menos llegaba a la hora. Y si llegaba un poco antes de lo que fuera la hora, pues ya las cosas que a lo mejor hubiera estado haciendo en casa de mirar el móvil, revisar correos, chatear, hacer un poco el tonto, mirar YouTube, etc., las cosas que me distraían y que hacían que no llegara a tiempo, ya las hacía allí

en el móvil mientras esperaba. Con lo cual, digamos que mi cerebro se compensaba con esas chorradas en el móvil, pero estando ya y cumpliendo. Pero es un esfuerzo proactivo. Porque, o sea, yo, si al día siguiente, por ejemplo, por las noches me pasa mucho, si al día siguiente no tengo que madrugar por algo, aunque quiera yo madrugar y diga, no, voy a levantarme pronto, es como que hay algo que me lo impide.

No sé si es algo físico o psicológico, pero algo me lo impide. Y me boicoteo a mí mismo y me voy a dormir en extremis. Y no sé por qué. Bueno, también te digo, si tengo algo, precisamente, me voy a dormir en extremis. O sea, si sé que tengo que coger un vuelo a las 6 de la mañana, por algún motivo, es como, no me duermo, no me duermo, me quedo con el móvil.

¡Para el móvil ya! No, no, no, no. Es un tema esto. Y el cerebro te dice basta, basta, y tu cuerpo no responde. Es un sabotaje, pero bueno. La solución ya os las hemos dado. Y si no, ¿cómo es? Amigrorcio, podríamos sugerir. Un amigrorcio. Un amigrorcio. Un amigrorcio. Un amigrorcio. Pero sí. Un...

¿cómo sería en inglés? Break ship. Fren... Fren... Frenship. Frenship. Prison break. Un amigrorcio. Un prison break. Prison break. Pero bueno, esto es disciplina. O sea, literalmente, no hay otra solución. Para cambiar hay que querer. No, y respeto. Y este amigo, pues, a lo mejor no quiere. Es respeto. Y ya está. Eso es. Pero es que es respeto, ¿eh? Es consideración y respeto, al fin y al cabo.

Es ser buena persona. Vamos... ¿Sabéis...? Perdona, Álex, ¿habéis visto aquel meme que dice que una buena persona se identifica si deja el carrito de la compra otra vez en su sitio? Sí, y me sentí un poquito calentita por dentro. Yo... Digamos que la unidad mínima para saber si alguien es buena persona o no es como si al final de la compra, en el supermercado, vuelva a dejar el carrito en su sitio o no, porque el meme explica que nadie te obliga a hacer eso y es un acto de buena fe y de

bondad hacia las demás personas. O sea, no te va a caer nada por no hacer eso. Quiero decir, no te van a evitar que vuelvas a comprar ahí, no te van a poner una multa, nada, nada, no tiene ningún tipo de consecuencia. Alguien te puede mirar mal y te puede pegar un grito, pero te la suda, te vas y ya está, y lo dejas ahí. Sí. ¿Habéis dejado el carrito afuera alguna vez? No. No. Yo nunca. O sea, pero es que es como tan mínimo, es decir, si eso es en plan...

Sí, sí, sí. El secreto para tener pareja es ducharse. Yo sumaría el meter el cartón en el contenedor de cartón, rollo, aunque ahí sí te pueden multar, pero aún así la gente lo deja fuera. No se molesta en pisar un poquito el cartón, romperlo y meterlo dentro.

Es como la puta caja ahí fuera. Es que luego, ¿cómo no va a haber guerra? Es que sí, es que sí. ¿Sabes? Si la mínima consideración humana ya se pierden esos pequeños detalles, ¿cómo no va a haber guerra después? Putin no deja el carrito en el sitio y otra vez. Putin no deja el carrito.

Putin no deja el carrito y no recicla. Putin robaría el carrito. Como mis vecinos. Sí. Tus vecinos roban el carrito. En mi bloque de edificios hay por lo menos cuatro carritos del Carrefour. Cuatro. ¡Ostras, tú! Sí. Bueno, vamos por una carta un poco más seria que la anterior. De estas que se nos ponen un poco ya el nivel alto.

¿Vale? No sé quién lo quiere leer. Cuidada tú, porque yo he leído el título de la siguiente y la quiero leer. Ah. Leo yo esta. Dale. Esta, nuestro querido compañero Alex la ha titulado Reunificación Navideña. Y dice ¡Hola! Mirad, mis padres se separaron cuando yo tenía ocho años, lo cual me alegró porque aquello era un infierno.

Estamos bien. Mi madre conoció a su pareja actual y llevan ya diecisiete años o así. Pero aquí llega el problema. En Navidades, como mi abuela paterna ahora está en una residencia, mi padre se queda solo en Nochevieja. No quiero que esté solo, así que el año pasado decidí que se viniera a casa a celebrarlo con mi madre y conmigo, puesto que mi padrastro no iba a venir y mi abuela materna ya no está por desgracia.

Lo más incómodo viene cuando piensas que hace cinco o seis años mi padre intentó volver con mi madre, estando ella con mi padrastro ya. The plot thickens. Mi madre le rechazó, obviamente, aunque fue después de usarme ambos como paloma mensajera. Está feo esto, eh. Este año voy a volver a invitarle porque tampoco viene mi padrastro, ya que trabaja, así que toca desearme suerte y que no sea demasiado incómodo.

Carita triste. Obviamente, como somos de pueblos distintos, tendrá que quedarse a dormir en mi habitación. Mis navidades son una telenovela manchega. Buen título. Una telenovela manchega. Bueno, al menos se come bien, en manchega. ¿Sabes lo que te quiero decir? Dentro del drama. Es complicado, eh, claro.

Es que aquí nos plantean dramas reales. Oye, ¿y el padrastro no dice nada? Green flag, ¿no? Sí, eso te iba a decir yo, ¿no? Sí, bueno, si es que lo sabe, ¿no? A ver, que va a ir el exmarido a cenar en Navidad lo van a saber. Que si el trabaja y dice, bueno, pues mira, la niña y yo nos vamos con este señor. Esto ya habrá ocurrido.

Sí, claro. Claro, claro, esto ya ocurrió. De modo que hay un desenlace. Uy, que nos cuente, por favor, qué ocurrió. Por favor, oyente, esta es una de las cartas que nos llegó antes de Navidad, ¿vale? Así que yo no sé qué tal les habrá ido. Yo creo que de momento la madre lo lleva bien. Sí. Yo entiendo que el motivo de la consulta viene un poco en plan, ¿qué hago? O sea, en plan, ¿dejo a mi padre solo en las Navidades para que no se pueda dar esta situación de nuevo incómoda para mi madre? Claro, en las Navidades

la gente se pone un poco más moñas. Yo creo que nuestro consultor aquí, nuestro consultor o consultora es la víctima aquí. O sea, realmente actúa de buena fe totalmente. Quiere invitar a su padre, como es lógico, porque no quiere que su padre se quede solo. Y en este caso parece que la madre lo acepta, a pesar de que su padre quiso volver con su madre, ¿no? No entiende un no.

Pero claro, lo incómodo que puede llegar a ser, ¿no? Unas Navidades, claro, invitar a tu padre, ex marido de tu madre, ¿no? Teniendo tu madre pareja y que la pareja no esté en casa. Puede ser un poco incómodo. Sí, pero bueno, mientras lo lleven bien y se comporten como adultos, el problema sería que no se comportasen como adultos los padres divorciados, ¿no? Pero bueno, se parece que está siendo bien.

Hombre, según dice aquí, se alegra de que se divorciasen cuando tenía ocho años, porque era un infierno. Tú imagínate para con niño de ocho años. Y ahora se llevan bien para cenar y todo. Qué curioso. Claro, es curioso, pero para que un niño de ocho años sienta alivio de que sus padres se divorcien, debía ser un infierno bastante largo.

Yo el único consejo que voy a dar es que no se responsabilicen ni se cargue la mochila encima de sus movidas. Oye, respuesta a todo. Si queréis hablar, lo hacéis vosotros. A mí, dejadme tranquila, dejadme tranquilo. No entres. O sea, oídos sordos. ¡Ah, qué bien! Te vas a otra habitación. No, mira, es que estoy ocupada.

No te tienes que ocupar y cargar con la carga o la redundancia de las movidas de tus padres o de tu padre en este caso, porque tu madre ha hecho su vida y tal, y tu padre sigue y erre que erre. Papá, si tienes algo que comentar, coméntalo con mamá, por favor. Pero bueno, ella te ha dicho un par de veces que no. No me metas en esto.

Ya está. Y pasa completamente. Fin de la historia. Pero hay una cosa muy fea que es usar al hijo o a la hija de paloma mensajera en este caso. Oye, dile a mamá que la quiero. Oye, oye, oye, qué incómodo. Oye, dile a tu padre que yo no. Dile a tu padre que se dejó los calzoncillos sucios aquel 31 de diciembre de 1978.

No, no. Imagínate la movida, ¿no? Así que a ver. Están siendo muy adultos todos. El padre un poco menos, o es un poco el eslabón débil. Una conversación, yo creo que se acaba la cosa. Oye, mira, vamos a cenar contigo en Navidad. Recuerda lo que pasó, amigo. No lo hagas más. Y ya está. Esa sería mi máxima implicación.

¿Qué ha pasado? ¿Qué ha pasado, Jenny? Es que he leído por encima la siguiente carta. He leído por encima la siguiente carta. Así que nada. Bueno, mira. Léela, Jenny, porque este ya lo tenemos solucionado. Sí, ya que estamos, ¿no? Es que yo solo he leído el título, pero es que es increíble.

Voy, voy, voy. Dale, dale, dale. Voy a poner mi voz de locutora porno, ¿vale? Vale, creo que es bastante adecuado. Ojalá pudiéramos poner aquí… Ya sé que postproducción no lleva a este programa, pero si pudiéramos poner una musiquita rollo ¿sabes? Me encantaría.

Venga, voy. Esta carta, Alex, ha decidido llamarla Mamá Traumatizada. Y voy a ello, ¿vale? No lees por encima, no lees por encima, Borja. Voy. El otro día estaba tranquilamente en mi habitación, con texto, viendo porno y masturbándome. En una parte del vídeo, los participantes empezaban a practicar sexo anal. En esas que me acordé del capítulo del podcast en el que un hombre quería reservarse 2.000 euros que había ahorrado para practicar sexo anal.

Bueno, no, que había ganado la lotería. Es que es mejor todavía, continúa. Me empezó a dar el mayor ataque de risa de mi vida, me caí de la silla y seguí riéndome de una forma hiperescandalosa. Por el ruido de la caída entró mi madre preocupada, me halló en el suelo tirado, con los pantalones por los tobillos, la polla dura como una roca y el porno ahí puesto en la pantalla del ordenador.

Cerró la puerta de golpe y se fue. Lleva una semana sin mirarme a la cara y apenas me dirige la palabra. ¿Qué podría hacer? Quiero hablar con ella, pero no sé. Un saludo a todos. Eh, ¿qué cojones? Bueno, qué polla. Es dura como una roca. Claro, nunca mejor dicho. Me encanta, la polla dura como una roca. Bueno. El ruido de la caída, ¿fue de la polla en sí o fue el mismo que se cayó al suelo? Claro, porque... Esta persona es joven, ¿eh? Esta persona es joven.

Tiene buen flujo sanguíneo ahí. Sí, esta persona entendemos, ¿no? Que es joven, porque además creo que vive en casa de sus padres, ¿no? Podría tener 50 años y llamarse Manolo, ¿sabes? Me la suda, soy Manolo. Sí, podría, podría. Pero quiero decir, a ver, shit happens, ¿no? Uf, qué mal. O sea, ¿os han pillado masturbando alguna vez? Casi he pillado a mi abuelo una vez, pero no... No que vosotros sepáis. No, no.

A ver, que lo sepan seguro porque mis juguetes sonaban como una carraca eso. O sea... Y yo ponía almohadas encima, pero... Pero mi madre tiene el sueño muy ligero. Entonces... Sí, sí. Y yo le he dado ahí... Yo he trabajado bastante la masturbación desde... Tengo años... Tengo muchos años cotizados en eso, sí. ¿Pero no hacías lo típico de poner la tele un poco más alta para que él...

para que él... o la radio o algo para que él... no se oyera tanto? Sí, la radio a la una de la mañana. No. El larguero. Bueno. El larguero, sí. Yo qué sé. O sea, ya que tu madre se desvela, que se desvele por la radio y no por el chapoteo, ¿no? Pero llega un punto que ya te la sudas.

Es como... Convención social. Si no te pilla como este muchacho, como hay una puerta de por medio, ¡ah! Se asume. Claro. Era mi máquina de ruido blanco, yo qué sé, ¿sabes? Es como... Pero no, no, yo creo que no. Ah, bueno, mi padre lo que hacía, claro, previo a eso, era el chorro de la ducha.

Que eso es algo al que todo el mundo tiene acceso. Consejo, que seguro que lo sabéis todas y todos ya, ¿todes? Pero si tú quitas el alcachofa, el agua sale sin más. Tienes el cablecito, claro, el alcachofa se desenrosca. Sí, sí, sí. Y sale el agua, sin más. Sí. Bueno, si tenéis pene, yo no sé cómo funciona eso porque yo tengo vulva, pero si tenéis vulva, tú te enchufas, paralelo, no hagáis así chorro para arriba, ¿vale? Que eso es una desgracia.

Paralelo a la anatomía, el chorrito para allá. Y eso da un gusto, eso es increíble, eso es el milagro de la vida. El agua nos hidrata, nos da placer, todo. ¿Qué pasaba? Que yo le daba ahí y, claro, llegaba la factura de la luz, la factura del gas... Eso te iba a decir. Y mi padre, claro, ¿mi padre qué hacía? Me apagaba la caldera. Toma. Me apagaba la caldera, o la luz del baño, y entonces a mí se me ha caído.

Entonces yo me imagino... Pero corazón, pero Jenny, corazón, ¿cuántas horas estabas? No, hombre, horas no. No, pero es que mi padre con eso era muy... Como tardasen más de 20 minutos en la ducha, ya se calentaba y decía, a tomar por culo. Entonces a lo mejor estaba en la ducha yo qué sé, 25 minutos.

También te digo, tardaba lo mismo porque antes de que... Las chicas, pues, el patriarcado y todo eso, te tenías que depilar las piernas porque ibas a quedar el no sé qué, tal, la cara, la mascarilla, el pelo... Tardabas lo mismo igual. O sea, yo me alargaba a lo mejor... Hay veces que me hacía mi sesión de 10 minutos.

Entonces mi padre ya cortaba. Que lo sepa o no, yo creo que no. O sea, yo creo que es un hombre muy... Como no se entregan esas cosas. No, no, no, porque decía, es que, madre mía, la factura del gas, ¿qué tenéis que hacer? ¡Ay, no tienes el pelo tan largo! Yo creo que no, mi padre no se entrega a esas movidas. Mi madre debía estar pensando, ¡ay! Si tú supieras lo que ve la ducha... Eh...

Solución, echar el pestillo, tío. Es que a lo mejor no tiene. Sí, claro, es que lo había pensado. Es que a lo mejor no tiene, claro. Ah, ¿no? O sea, nada, ¿eh? No, no. Eh... A mí hay algo que me escama de esta carta. ¿Qué te escama? Y es que... Miedo, hombre. ...me escama.

Quiero decir, que se caiga de la silla... ¿De la risa? De la risa por un podcast nuestro. Ah, bueno, sí. Hay un agujero en el guión. ¿Cómo de cierto puede ser que dentro de tu excitación sexual y de las ganas de llegar al clímax, de repente te acuerdes de que un señor ganó 2000 euros en la lotería y lo quiso gastar en el sexo anal? ¿Qué te puede más? ¿La necesidad de llegar al clímax ya, porque estás, como dice nuestro querido escuchante, oyente, con la polla dura como

una roca? ¿O el hecho del chiste, de recordarte? Igual una paja de esas tontas que te la haces por hacer. ¿Qué te puede más, Laris? Que tampoco. Pero para ser una paja tonta, mira cómo sonó la polla en el suelo, ¿sabes lo que te quiero decir? Claro. Porque es que ese monstruo joven se pone así y nada.

O sea, eso piensas un poquito... Yo qué sé. Yo tenía un amigo, por cierto, que no voy a decir quién, que cuando íbamos... bueno, en un sitio público al que íbamos mucho, no voy a decir cuál. No, no, no, es una tontería, pero cuando entraba al baño, si veía que había gente... ¿Sabéis esos baños de pie, no? Que hay los típicos baños de pie para señoros. Son extraordinarios estos. Pues cuando iba a mear, si había gente cerca, se ponía, hacía verga, se sacaba la polla

y con el nudillo daba a la cerámica. ¡Qué cochino! Sí, sí, sólo lo hacía cuando había gente al lado, entonces... Bueno, yo de eso no tengo recuerdos. A ver, pero también era en el lateral de la cerámica, entonces era del plan, oías...

la risita de esa después, siempre, ¿no? Y era muy grave. A ver, éramos jóvenes, ¿no? Y sí, sí, desde aquí un saludo. Un saludo. Sí, me está escuchando. Un saludo y un salido también. ¿Os ha pasado alguna vez de escribir un saludo y poner un salido sin querer y dar a enviar? Sí, sí, sí.

Un salido. Innumerables. Gracias por el presupuesto. Un salido. Innumerables. Aquí la naturalidad yo creo que es la única solución. ¡Hola, mamá! No en el suelo con la polla tiesa. ¡Ey, mamá! ¿Qué tal, mamá? ¿Ya estás haciendo hojas? ¡Hombre, precisamente quería hablar contigo, mamá! Estaba pensando en ti. ¡Uf, durísimo! Nunca mejor dicho, durísimo.

Estaba pensando... ¡Uf, qué terrible eso, Álex, por favor! Ya directamente de perdidos al río. Llevo una semana sin mirarme en la cara, dice. Pues yo lo hubiera hecho así, como si tú no hubieras follado nunca. Aquí estoy yo, de prueba. Claro, claro. Aunque igual la madre ha visto el tema y ha dicho, no lo recordabas. Madre mía, el niño...

Madre mía, los colacaos. ¿Sabes lo que te quiero decir? Igual había más polla que niño. Pero bueno, yo creo que si la clave está en tratarlo con naturalidad, porque al fin y al cabo todo el mundo lo hace. Bueno, yo no. Yo nunca me he masturbado, por supuesto. Nunca, jamás. De hecho, soy virgen. Pero eso, que hay que tratarlo con naturalidad. La solución es...

Para otra gente que os ocurra. Esto ya no se puede hacer porque no podemos volver en el tiempo. La única solución es parar todo, apartas eso, no sé qué, te colocas... ¿A qué te refieres? La polla, ¿no? A un lado. ¡Hola, mamá! En el ordenador te recompones, te subes los pantalones, lo que necesites. Vas al baño, te limpias las manos, lo que necesites.

Y le dices, oye, mira, perdona. Ya está. Es decir, atacas la situación en ese momento. No, mamá, por favor. La próxima vez, llama a la puerta. Ya, pero a ver, es que se había caído. O sea, entra ahí con... ¿Estás bien, hijo? O sea, en mi casa, a partir de una edad, se estableció la norma de que tenías que llamar a la puerta y esperar respuesta.

Porque mi padre ni siquiera. O sea, mi padre decía ¡pum! y abría y era como, ¿para qué llamas entonces? A mí eso una vez me pasó. O sea, cuando tenía yo 19 o 20 años, que estaba con mi chica en mi habitación, y mi hermana tiene la manía de entrar sin llamar. O sea, mis padres no, pero mi hermana tiene la manía de entrar sin llamar.

Y resulta que mi novia de entonces me estaba azuzando el manubrio. ¡Pues es lo mismo! Me estaba alegrando el hornito rinco. Pero por suerte era el principio, eso que... No, el petting del principio. Y mi hermana abrió la puerta y recuerdo que había la... Borja que su cara de ¡Oh, shit, motherfucker! It was at this moment that she knew it fucked up. Y cerró la puerta directamente.

Además, es que yo estaba así, con los brazos... ¿Sabes los brazos detrás de la cabeza en la que me ha echado? Que es muy de... ¡Me dejo hacer! Sí, es muy de ofrecerse a sí mismo. Y claro, es el plan... Pero no se vio nada. Creo que no se vio nada. Bueno, así aprende también un poco tanto tu hermana en ese momento como la madre de nuestro oyente a respetar. Me acabas de recordar que... Genia tenía la cara de haberse acordado de algo. Sí, me pasó, me pasó.

Con mi hermana. Que yo tampoco llamaba... O sea, hacía pum pero abría porque era mi hermana. O sea, compadre sí, pero... Y estaba con su novio. Simplemente estaban mirando como lubricantes de Durex, que es lo más... Bueno, perdón que igual estoy aquí contando. ¡Es que es una gilipolle! No, Elia, es que mi familia no escucha esto. Estaban mirando como lubricantes y condones de sabores y mi hermana se puso como... ¡No, no entres! Y yo abrí la panta del ordenador y dije...

Me quedé como... Vale. Y yo... ¡No, no! No sé qué le dije, qué tal, no sé qué... ¡Es que tenías que haber esperado que te dijera que entras! Y era como... A ver, crack, no te rayes. Sabes que estabas mirando lubricantes de Durex. Sabor plátano. O sea, yo qué sé. Fue más incómoda su reacción que como...

No sé, que la cosa en sí. Hostia, me ha recordado una anécdota muy vergonzosa con lubricantes. ¿Ah, sí? ¿Aún? Un amigo... El mismo que el de los... No, otro amigo. ¡Tenemos muchos amigos, Anónimo! ¡Tenemos muchos amigos, eh! Un amigo joven, loco, que no sabía lo que hacía, pues una vez estaba manteniendo relaciones... Esto me han contado a mí.

Estaba manteniendo relaciones sexuales y, por lo que sea, llegó la sequedad. Y, obviamente, eso había que ayudarlo de alguna forma. Pero el problema es que no había lubricantes. Sí había, sin embargo, me han contado, cerca de donde estaba este amigo manteniendo sus relaciones sexuales, un potecito de aceite de oliva. ¡Anda ya! Bueno...

Bueno... ¡Anda ya! Espérate, espérate, espérate. Yo creo, yo creo. Mi amigo, en su buena fe, pues decidió usar el pote de aceite de oliva sin darse cuenta, según me han contado, que el pote igual llevaba ahí más que un aplauso. Igual tenía más tiempo el pote que un aplauso.

Todo iba bien al principio y, de repente, al día siguiente, todo floreció. ¡Ay, no! ¡No, no, no! ¡Hongos, no! Según me han contado, los picores fueron bastante tremendos. Tú sabes lo que es tener candidacis ahí abajo. No sabes. La cara de Alex ahora mismo, para la gente que nos está escuchando, es un poema. Pero, según me han contado, digamos que...

digamos que los órganos sexuales tiraron al comunismo. ¿Sabéis lo que quiero decir? ¿No? Rojo. Todo rojo. Pero ¿a quién se le ocurre...? Pues a mi amigo. ¡Ay, ay, ay! No hagáis eso, de verdad. Y obviamente, ambos tuvieron picores durante un par de días bastante intensos. No, tienes que ir al médico.

Es que tener candidacis, bueno, por lo menos para la gente que tenemos vagina, solo la he tenido una vez, pero es una cosa horrible, horrible, horrible. Tienes que ir al médico y te dan... Pero no sé si era candidacis, ¿eh? Bueno, algún tipo de hongo. Una reacción alérgica, quizá, o sí. Ah, bueno, puede ser una reacción alérgica.

Da igual. Si os pica el pepe, tenéis que ir al médico. Un consejo. Lubricante de base a cosa. Bueno, depende. A veces silicona viene mejor. Según para qué cosa, ¿sabes? A este amigo del... Pero puede crear reacciones alérgicas. Ah, bueno, puede ser, sí. Ahí ya me pierdo, ¿eh? Claro, según si lo quieres hacer en la ducha, si no, si te gusta hacerlo como el señor de los dos mil euros, depende. Claro.

Y si no, la gente que lo está escuchando no lo ha visto, mejor que no lo vea. Eso no es una cochinada. A ver, sí, no. O sea, quiero decir... ¿Queréis que entremos en este tema más en profundidad? No, vamos a dejarlo para otro episodio porque me veo aquí que acabamos dando cursillos. Sí. No, claro, es una cochinada el sexo oral. Claro. Por eso, por eso.

Dentro de todo, bueno, si es cierto, es un poco más por... O sea, quiero decir, tú tampoco follarías con alguien que no tuviera el boquino bien limpio. Yo no lo haría. Entonces, si ya te comió el boquino y nos hemos comido otras cosas, pues realmente... Bueno, y con gente a la que se le huele ya... ¿Cómo que se le huele? ¿De lejos? ¿Cómo que...? O sea, quiero decir... ¿El boquino o qué? ¡No! No, no, no, no, no, no, no, no, no, no. No. Álex, Álex... ¿El hedor genit...

el hedor genitálico? No. El hedor genitálico. O sea, eso que antes de que se quiten la ropa estás oliendo lo que hay ahí dentro. ¡Uy! Calla, calla, calla. Mira, vamos a la siguiente carta. Vaya, tengo que irme a mi casa a no hacer una puta mierda. Hasta luego, nos vemos nunca. O sea, no.

¡Qué asco! ¡Qué asco! Lavaos bien, por favor. Es el orcito... Usad... Es el orcito acerrado, ¿no? Si os lo echáis, por lo menos... Es que de verdad no puedo... I cannot stress this enough. Usad el vídeo aunque sea. Pero es que antes de quedar con alguien... El podcast del vídeo. ...si hay posibilidad... Ya habíamos tardado. No, hombre, hombre, hombre.

¿Quién soy yo aquí? La evangelista del vídeo. El vídeo, el vídeo, el vídeo. Si hay posibilidad de que, igual que es el puntual, si hay posibilidad de que aquello acabe en un tragatruski, tenéis que lavaros, tenéis que lavaros, tenéis que lavaros. El boquino...

¡Daros una ducha! Mira que a mí no me gusta ducharme. Sí, no me gusta ducharme, no me gusta. Soy otaku, pero lo hago por convención social. Pero ¿no te gusta porque tienes el pelo largo y tienes que lavarte el pelo también o no te gusta porque eres friola? Por ambas. No me gusta... ¿O no te gusta porque eres una cerda? No me gusta...

No, cerda no soy, porque siempre voy limpia. Sí, sí. Hueles muy bien. Muchas gracias, tú también. Y la boca siempre limpia, los oídos, o sea, me limpio los oídos, me limpio todo. O sea, soy una obsesa, pero... Las fosas nasales... Que sí, que sí, pero no me gusta, no me gusta. Ojalá y mientras en una máquina, como la del aeropuerto, que entras y haces así, te escanea, pues que yo entrase y en cinco minutos me hubiera lavado, me hubiera secado, pum, y entonces lo haría.

Pero no lo disfruto, no lo disfruto. No, no, no, a veces es ingrato. ¿Habéis probado el champú en seco? Hombre, yo vivo con eso, yo vivo con eso a diario. Yo no. Yo vivo con ella. Tú tenés con este pelo que yo tengo, ¿me puedo lavar el pelo todos los días? No, no, no.

Un poquito, piquipí. El de Batista es la mejor marca. No Patrusini esto, pero... ¿De Batista? ¿El de Dave Batista? Sí, Dave Batista sacó una marca de champú en seco. Está calvo, pero él sacó una marca de champú en seco. Claro, claro, claro. Porque así no sabes si funciona o no. No voy a pensar en ese detalle. Él te dice que sí, pero... Claro. Pero sí, sí.

No sé de dónde venía esto, pero porfa, sé que asco, de verdad. Si alguien huele mal... Es que yo... De hecho, me ha pasado. Conocer a gente de internet, perdón, que Alex ya está como la siguiente, la siguiente. Conocer a alguien de internet... Y mi psicóloga me decía, a la gente hay que conocerla en persona. Internet está muy bien. Bueno, aparte de porque lo de siempre.

No sabes cómo tratar a los demás, no sabes cómo gesticular, pero no sabes cómo huele. No sabes cómo huele. Y eso es vital. Una persona, por muy bien que te caiga, como te huela mal, no la vas a aguantar. Y eso es así. No vas a aguantar a esa persona. Sí, sí, sí. Es verdad que eso tiene mucho que ver con que alguien te encaje, ¿no? Intentad no oler, por favor.

Aseaos antes de tener intercambios con otras personas. Si no vas a salir nunca de tu casa y hueles pestes y no os lo sufre nadie, pues nada, pues tú huele pestes. Por ti, lávate. Intentad no oler. Intentad no oler. Es una petición de la dirección general de podcasters. Intentad no oler y dejad el carro en el sitio. Sí. Correcto. Civismo. Ya está la solución. Sí. Los nazis huelen. Sí. Bien, sigamos.

Siguiente consulta, Alex. Te toca a ti, ¿no? Venga, venga. La he titulado Inseguridades, pero vamos, es también un... Podría haberla enviado yo. ... un tema recurrente. Muy buenas, queridos consulteros, y nos pone entre comillas el significado de la palabra consultero. Dícese de la persona que atiende consultas. Como autobusero. Te la agrupe.

Cuidado, ahí que viene la chapa. Tengo una amiga que ha sufrido durante unos años problemas de inseguridades con su cuerpo. Bulimia nerviosa, pero en este último año ha podido sobrepasar este problema parcialmente. Esto ya es un tema preocupante encima de lo preocupante. Y se le ha notado una mejoría en cuanto a su autoestima. Bien, perfecto. Mi amiga también tiene un novio, con el cual llevo un año y medio de relación, y le ha ayudado en esta época en la que se encontraba peor.

Lo cual, bien por el novio, pero también es cierto que mínimo. Él sabe todos los problemas que ha tenido y detalles que no ha contado amigos o incluso familiares. Pues bien, hubo una vez que mi amiga entró a la gente que seguía a su novio por Instagram, es decir, le dio los followings a los seguidos, y vio que seguía a cuentas de fotos de chicas en poca ropa bastante provocadoras.

Un caso muy común en el día a día. Esto le preocupa bastante, aún a día de hoy, ya que piensa que ella no es suficiente para él y eso hace que se sienta aún peor con ella misma. Desde que lo descubrió, ha pasado un tiempo, y cuando han hablado de eso y de cómo le hace sentir a ella, él siempre le da largas, le dice que no le interesa y que no lo ve.

Y que no comparte esa... Eso. Amiga, date cuenta. Aún así, él no ha dejado de seguir estas cuentas desde que la hablaron por primera vez y mi amiga se ha estado aguantando durante estos meses hasta que no ha podido más y ha tenido que desfogarse, en este caso, conmigo. Ella sabe que ver las personas a las que sigue su novio está muy mal y que no debería hacerlo, pero no puede evitarse sentirse muy dolida.

Justo hoy hemos hablado de esto y de cómo se siente ella al respecto, pero yo no he sabido cómo ayudarla y por eso me he acordado de vosotros. ¿Qué le recomendáis que haga? Muchas gracias. Paréntesis, que yo he dicho antes, no hagáis eso por vosotras mismas o por vosotros mismos. Por otro lado, sí, porque dice de la persona...

También hasta un punto, ¿eh? Esos followings pueden ser de cuando te creaste Instagram, cuando tenías 17 años, eras un pajero. ¿Puede ser? Puede ser. A ver, también te digo que es de tener... O sea, por supuesto que, entre comillas, no está bien que la chica que sale mire a sus seguidores. Me parece una tontería eso, pero el tema es si estás con una pareja, obviamente, y esa pareja tiene problemas con su cuerpo y su imagen, tú sabes que tu pareja tiene problemas con su cuerpo e imagen.

Quizá puede ser un poco más discreto con estas cosas, ¿no? No sé, por respeto. Yo sé perfectamente lo que es tener problemas con tu imagen y con tu cuerpo, desgraciadamente. Me siento bastante identificado con nuestra querida amiga y, obviamente, y desgraciadamente, esto es una lucha que en parte tiene que lidiar sola y que mi consejo siempre es ayuda terapéutica, y ejercicio, porque el ejercicio ayuda muchísimo a estar mejor con uno mismo.

Así que ese sería mi primer consejo y lo siguiente es, si le comentas a tu novio los problemas que tienes con tu cuerpo o con tu imagen y él te responde dándote largas, simplemente, no escuchándote o diciéndote, no, yo no lo veo, pero no un yo no veo, no, cariño, no eres preciosa, no sé qué, no, simplemente un no, no, eso son cosas tuyas, amiga, date cuenta. Sí, no, tal cual, tal cual. Así que en este caso, yo creo que hace bien en apoyarse en su amiga.

Creo que esto tiene que expresarlo más, tiene que soltarlo y con gente de confianza tiene que seguir hablando de ello porque, obviamente, la imagen que tenemos nosotros de nosotros mismos suele estar distorsionada y suele ser muy distinta la imagen o a cómo nos ven los demás y siendo un año y medio de relación, bueno, a ver.

Dice que le ha ayudado en esa época en la que se encontraba peor, o sea, tan mal no está el tema. Quién sabe, ¿no? A lo mejor las diferentes causas y los refuerzos dentro de estos problemas de, pues eso, de inseguridades que ella dice tener, ¿no? Me da mucha rabia lo de que él pase, es decir, que no lo vea como un problema, claro, porque tampoco es un problema dentro de si todas las cosas estuvieran bien asentadas.

En este caso, lamentablemente, no lo están y ya está. No, no. Y además que ella está ejerciendo un voto de confianza muy, muy, muy, muy grande con su pareja teniendo en cuenta que le está contando cosas que no ha contado a amigos o a familiares. O sea, abrirse así con alguien es ponerle una posición de vulnerabilidad enorme y que la respuesta de la primera persona a la que te abres tanto sea que sí, que le ha ayudado, ¿no? Pero que no le interesa

y que le delargas, claro, eso también te hace pensar, vale, entonces no es para tanto, es cosa mía y te encierras más en ti mismo y te come por dentro poco a poco, ¿no? Además, aquí estamos hablando de bulimia nerviosa, o sea, que es un problema, es un problema considerable que hay que tratar.

Sí, porque lo de seguir gente medio desnuda o con muchos abdominales, muchos escotes, mucho culo en Instagram es algo excesivamente común, es gente normal, adultos todos, etcétera, perfecto, no hay ningún problema. Si sabes que tu pareja tiene esto, como decía Borja antes, búscate las castañas para, oye, que te interesa seguir ese tipo de gente en general, ok, perfecto, hazlo, pero a lo mejor te creas un segunda cuenta de Instagram o lo que sea, yo que sé, tío.

Es eso, que tampoco es, perdón, que me tengo que levantar un segundito a abrir al niñero de la perra, a mi padre, que viene todas las mañanas a darle un pasadillo. Que a mí, a ver, eso, lo de seguir no seguir, eso, lo has podido hacer en un momento que no estabas con esa persona, un momento como además de pajero, o bueno, porque sí, yo que sé, yo también no lo hago mucho, pero es verdad que en TikTok encontré un par de muchachos

que eran como esculpidos por un escultor de la antigua Grecia, una cosa maravillosa, y me pasaste alguno, ¿verdad? Es coña, puede ser. Sí, no, no, creo que sí, ¿no era como oriental uno? Sí, sí, sí, es el chico que la madre es china y el padre es estadounidense y es una obra de arte ese muchacho.

Y además él lo sabe y crea contenido, pero de una manera como bella, de verdad, ¿eh? O sea, se usa su cuerpo y lo sabe, porque es modelo además, le ficharon y es modelo, pero es que es una criatura, no es una persona, es una criatura. Y, por ejemplo, pero igual dos personas, a lo mejor. Bueno, y luego sigo muchas chicas que están muy fuertes, eso sí, pero rollo muy fuertes, porque es una mezcla de admiración y de… Entonces… ¿Sabes el meme ese de la chica agarrando

a la otra del cuello contra la pared? Sí, sí, sí, lo sé. Esa es genia también. Sí, sí, sí, exacto, exacto. Bueno, sí, sí, sí. No, cuidado. Entonces, que puede ser, pero aquí la… Es lo que habéis comentado, perdón porque me estoy repitiendo lo que estáis diciendo, no quiero hacer yo geniesplaining, pero la verdadera red flag en cualquier relación, y lo hemos dicho muchas veces, es que tu pareja

no quiera tener comunicación contigo. Entonces, si tú le estás comunicando un problema y le quitas importancia, vuelve a decirle, perdona, el otro día me sentí muy mal porque te hablé de esto y le quité esta importancia. Si a ella no quiere, amiga, a tomar por culo, de verdad.

O sea, demasiado tienes tú en tu plato como para sumarle un novio de mierda. Lo siento muchísimo, pero no estamos para eso. Sí, y aparte teniendo en cuenta cómo se ha abierto ella, ¿no? Y cómo le ha… Y que es un tema de salud agudo, o sea, preocupante, grave. Sí, es un tema importante. También te digo, también cabría la posibilidad de que si tu pareja está ayudándote, te consuela y te dice que busques ayuda, y tú de ninguna de las formas quieres buscar ayuda y te niegas

a buscar ayuda, a pesar de lo mucho que te insistan, llega un punto quizá en que la otra persona ya no puede hacer más, ¿no? Porque también hay que poner parte de la otra persona para ir a terapia, que es esencial en este caso. Sí.

Última carta. ¿No es el tiempo? Última carta. ¿Quién quiere leerla? ¿A quién le toca? ¿Me toca a mí? Por favor, léela tú, anda, majo. Uf, me encanta porque se llama Alcohol. ¿Te encanta? Me encanta por mi personaje de Rolfo Mascarpone, ¿no? ¿Y por qué, qué cojones? Saca el cubata, Alex.

Que son las diez y media de la mañana. Dice, hola, guapísimos, ¿qué tal estáis? Paréntesis, que estáis todo el día, dale que te pego a responder a la peña y nadie se acuerde de preguntar a los amigos. Qué persona tan maja. Qué bonito, qué bonito. Pues ahí vamos. Muchas gracias, muchas gracias, héroe anónimo. Mi tarita, no, dice, perdón, bueno, después de estos cinco minutos que habréis pasado contando vuestras movidas, paso a dilatar. No, te has equivocado.

No nos conoces lo que piensas que nos conoces. Este es un oyente habitual, ¿eh? Parece. O sea, ya nos va clichando un poquito. Paso a dilatar mi consulta. Por cierto, aquí me tenéis para lo que sea. Pues mira, precisamente viene la trimestral. Pues mira, 3.000 euros el Bizum, mándame MD, los abro en Instagram.

MDMA no, mensaje de privado. No, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, hombre, no, no. Bueno, bien, no, no, no, no, no, no, no, no, apología de las drogas. No, no, no. Bien, dice nuestro querido amigo, mi tarita ya va, él ya sabe que es una tarita, él ya va con los pies por delante.

Mi tarita es la siguiente, gracias a mi esfuerzo se puede decir que en los últimos años, en cuanto a lo económico, la vida me va muy bien, tirando más que bien, como al 90% de vuestros seguidores. Qué fe, aparte es optimista. Bien, bien, bien. La cosa es que desde hace unos dos años, mis domingos por la tarde se basan en sentarme en mi cojín de bolas de esos que te chupan para adentro, ir una mano, tengo mi teléfono, en la otra un vodka con lo que sea y en la pantorrilla mi tarjeta

de crédito. Wow, esto promete. La combinación de esas tres cosas me lleva a hacer unas compras, las que normalmente no tienen ningún sentido. Barbacoas, jacuzzi, patinete eléctrico, utensilios para la... ¿Qué es KitchenAid? KitchenAid. La cocina, ¿no será? Ah, ¿será la maquinista que amasa...? No, ¿no? Sí, como la Thermomix, ¿no? Ah, sí, sí, como la Thermomix. Ah, si tienes Thermomix.

Espera, paréntesis, perdón, perdona Borja, mil perdones. ¿Cuáles son vuestros indicadores de que una familia tiene pasta? Porque uno de ellos para mí, bueno, dos, tienen secadora y tienen Thermomix. Termomix. Secadora separada. Secadora separada y tienen Thermomix. Ahí se mueve billetaje. Sí o no. A mí es la mansión de tres pisos y el Lamborghini.

Ahí es donde digo... Ahí es donde digo... O si llama la mujer al marido o el marido a la mujer y dice, cariño, compra, compra, compra, vende, compra, compra, vende, ¿no? Acciones. Bien. Acaba. ¿Cuánto jacuzzis ha comprado esta persona? Me pregunto. Claro, claro, es que lo dice como si no.

Hoy me voy a comprar un jacuzzi, ¿no? Una barbacoa. Bien, esta persona maneja vidrio ya, por lo que sea, ¿no? Es algo que me relaja un montón, pero por otro lado me doy penita. Ojo, que te relaja un montón gastarte 3.000 euros los domingos en comprarte jacuzzis. He pensado en prescindir de mi tarjeta de crédito, pero sé que terminaré utilizando la de la empresa. No. No, no. Bueno, igual la empresa es suya. Tampoco puedes hacer eso. Ah, bueno.

Bueno, por poder puedes, pero luego va a llegar el cine y te va a decir, cariño, paga. Mira a Rodrigo Rato, ¿sabes lo que te quiero decir? Bien. La de la empresa, y no me vaya justificando a mi gestor, que he comprado un robot de cocina full equit. ¿Tenéis alguna idea que me pueda ayudar y que no me implique dejar el vodka? Muchísimas gracias, no me pierdo ni un podcast y no lo dejéis nunca leerse.

Yo tengo una idea. Esos 3.000 euros, mira, somos uno, dos y tres. Cada domingo te mandamos facturita porque aquí todo yo no cobro nada en negro, ¿eh? No, no, no. Aquí todo... Mira, otro consejo. Nos podemos hacer un Patreon y puedes ser el Patreon estrella. Y entonces tú aportas todos los meses 3.000 euros. El Patreon de mi casa. El Patreon de mi casa es particular y aquí nuestro oyente nos paga fenomenal.

Es una idea que no es... Es una forma de canalizar el dinero hacia una buena obra y al mismo tiempo no dejar de hacer eso que te envicias, ¿no? Si quieres, mira, una idea. Hacemos un Patreon, hacemos episodios extra, no sé qué. No, para él.

No lo estoy diciendo de coña. ¿Quieres que te hagamos un episodio más a la semana? O dos, por 1.000 euros que ahora te hacemos dos. Podríamos hacer directo. ¿Los domingos? Sí, sí, sí. Yo los domingos por la tarde no estoy... Me viene bien, ¿eh? Como cuando Beyoncé va al cumpleaños de una adolescente en Arabia Saudí porque le paga el padre 20 millones o algo así, ¿no? Correcto.

Eso típico de los ricos que contratan a Paul McCartney por 15 millones de pavos para que le venga a cantar cumpleaños feliz a su casa, ¿no? Sí, sí. Claro, cuando uno tiene mucho dinero, se aburre. ¿Os habéis dado cuenta de esto? De que cuando alguien tiene muchísimo, muchísimo dinero, se lo gasta en absurdidades, en absurdeces, en absurdiciones, porque se aburre.

O sea, ¿en qué más me puedo gastar el dinero? Pues en contratar a Paul McCartney para que venga vestido de pollo a la comunión de mi sobrino. Qué específico. Sí, porque es lo absurdo, ¿no? Pero yo tengo la solución definitiva. Nuestro amigo dice que se sienta en su asiento de bolas, ¿no? En su puff, digamos, que será, con un vodka en una mano y el móvil en otra.

La solución está clara. Coge dos vodkas. Así lo tienes. Un vodka en una mano y otro vodka en otra mano. Así no puedo usar el móvil. Claro. Entonces, pues, vas alternando, ¿no? Y a la que ya te acabes los vasos y piensas en coger el móvil, la cogorza será tal que cuando te levantes caerás fulminado y dormirás hasta el lunes. Y repite. Ya no ves el móvil. Repite. Claro, eso es. Ya, pero es que entonces igual luego no lo encontramos.

Hola, gracias a un podcast me hice miembro de Alcohólicos Anónimos. Bueno, pero es que especifica que no quiere dejar el vodka. Pero es muy sencillo, que salga de casa los domingos y se busque un plan. Tienes todo el dinero del mundo, apúntate a Crochet con acroyoga o apúntate a, yo qué sé, no lo sé, a Movidas. Pues si tiene tanto dinero lo que puede hacer es crear una web similar a Amazon, que sea suya, donde pone artículos de mentira y pueda comprar gastándose el dinero, que le llegue

al mismo su dinero y que realmente no compra nada. También está bien. Yo prefiero la opción de hacemos unos podcasts a ti y nos pagas mil. Ni siquiera mil cada domingo, mil al mes a cada uno. A ver, que si es mil cada domingo también, que también, exacto. De todas formas, una cosa.

Esto de que te dé gustito comprar cosas por internet… Pero ¿a quién no le pasa eso? ¿A Alex Barredo? Claro. Claro. Es que segregas… Y esperar el paquetito y que ella me entere y tú digas, oh, mi paquete. No, no, no. Trucu-trucu y pliki-pliki son dos formas muy fáciles de, digamos, entrar en este ciclo de recompensar tu cerebro y sentirte bien, pero que luego tiene su resaca, nunca mejor dicho, etcétera.

Ojito, ¿eh? Ojito con esta deriva. A lo mejor me recuerda a nuestro oyente Tera Gruper, que empezó robando un agua y acabó robando filetes y no sé cuántas cosas. Vinos. Ah, es verdad, es verdad. ¿Dónde estará? ¿Estará en la cárcel? ¿En la cárcel? ¿Dónde estará? Vete a saber. En la cárcel de Alcalá Meco. No, de su país. Igual ahora mismo… Es verdad. Finolis, que vivió por ahí en el norte, decía. Igual forma, iba a decir igual forma, aparte de la trama Gürtel, pero claro, es verdad

que en su país no… Pero claro, es verdad que en este caso hace falta voluntad, también. Voluntad. Y si no hay voluntad, de cambio, que sustituya el móvil por Cromos Pokémon, ¿no? También, para ir coleccionando Cromos Pokémon, o igual cae en el vicio de gastarse mucho dinero en Cromos Pokémon. Yo creo que necesita una terapia ocupacional, esta persona.

Yo creo que sí. Claro. Búscate un hobby. Trabajar los domingos. No, hombre, no. Que no descase los domingos. Que se busque un hobby. Búscate un hobby. Te estoy hablando… No, no estás escuchando. Búscate un hobby, de verdad. Yo sé, a lo mejor los domingos por la tarde… No, seguro que sí.

Seguro que sí hay algo que hacer. Un hobby así, chulo. Aprender cosas con las manos, ¿qué crees? Piramisa. Te puedes tomar el… Un hobby que te puedes tomar el vodka, igual. Llévate tu petaquita, tu petaca, se llama eso. Que no veo. Sí, petaca. No sé cómo. Leer, leer sobre problemas de los demás, más graves que los tuyos, ¿no? Sí, eso está muy bien.

No, pero suele ser… Si hay un entorno que le facilita hacer eso que no quiere o que quiere dejar de hacer, sale ese entorno. Que el entorno es su casa. Claro, coño. Que se compre otra. Que se compre otra casa y se vaya a la otra. O sea, si quieres estar bebiendo, que está muy bien, perfecto, vete al bar. A lo mejor en el bar o en un carito X estás bebiendo, pero no estás haciendo la locura de comprarte un jacuzzi o una barbacoa.

Es que me dicen, mira, me compré unas gomas en Aliexpress. Claro, es que la otra solución es retarte a lo bajo. Es decir, comprar cositas nimias en Aliexpress. Gomas chorra. Cada vez más, cada vez más nimio. El reto es decirte a ti mismo, bueno, pues empiezo con unas mallas y acabo con una goma de pelo rota. La pieza de tuerca, tornillo, gira.

Además, las descripciones son maravillosas. Correcto. Y luego además es la emoción, que no sabes cuándo te va a llegar. Entonces de repente te has olvidado ya de, yo que sé, dentadura falsa para la buena vida, imagen buena del hombre. ¿Sabes el título? Y de repente, después de tres meses te has olvidado y te llegan unos dientes falsos. Claro, y ves tu carrito con 16 artículos y son 3 euros. Y son 3 euros.

A ver, es un poco, no es muy eco-friendly, pero bueno, el jacuzzi tampoco es muy eco-friendly. Bueno, pero, ¿qué es más importante? ¿La vida y la tierra y el mundo o la salud mental de su querido amigo? Hombre, nuestro querido amigo. Hombre, por supuesto, ¿no? Apunta, mi Bizu, 6660... Mucho 6660, Bizu, ¿eh? Un poco peligroso. Pues gracias, querido amigo, una consulta muy interesante.

Y bueno, creo que hasta aquí hemos llegado hoy, ¿no? Sí. Está bien. ¿Queréis decir algo en este primer programa, para despedirlo, en este primer programa de estreno de la segunda temporada de Terapia de Grupo? Buena selección de Alex, la verdad. Pollas como rocas, un millonario... Sí, sí, siempre certero. Un poquito...

Hemos tenido un poquito de todo. Hombre, temas serios también... Tenemos muy buenas cartas. Si es que, al final, nos envían un montón. ¿A dónde nos las pueden enviar? ¿Os acordáis? ¿Terapia Grupo Podcast? Sí. Sí, ¿no? Ya me lo he aprendido. Pues es que lo creí yo en mail. Terapia Grupo Podcast arroba gmail.com. Terapia Grupo Podcast, no Terapia de Grupo Podcast. Los dos funcionan. Ah, los dos funcionan. Los dos funcionan, tengo que decir. Bueno, qué recursos. Y ya funcionan los dos.

Qué recursos tenemos. ¿Y Podcast de Terapia de Grupo? No, ese no. Terapia Grupo Podcast arroba gmail.com. Y nos han llegado muchísimas más de las que yo esperaba. Sí, sí, sí. ¡Qué barbaridad! Que la gente estamos taraditos todos, que tenemos problemas por todos lados. Y tenemos segundas partes y todo ya, ¿eh? Sí. Sí, sí, sí. ¿Las leeremos pronto las segundas partes? Segundas partes. Uy, uy, uy, es que esto...

Vamos a ir haciendo sagas como Peter Jackson. Uf, qué... Pues mira, si no queréis perderos las secuelas de nuestras consultas, ya sabéis que cada semana estamos disponibles en todas las plataformas. ¿Cuándo salimos, gente? Pues este episodio lo vamos a sacar ya. Ah, ¿sí? Ya. Y espero que mucha gente se encuentre con este episodio en su reproductor o en YouTube, donde nos podéis ver las caras, o en TikTok, antes de que lo digamos en Twitter.

¡Ojo! ¡Ah! ¡Perfecto! Y... ¿Pero cada semana salimos qué día? Depende un poco, depende un poco. Depende un poco. Intentaremos salir los martes. Yo creo que los martes es un muy buen día, ¿no? Sí, sí. El día de los crápulas, los martes. ¿Ah, sí? ¿Por qué? Yo cuando tenía 18 años y salíamos los martes, era el día de los crápulas. ¡Hostia, qué salir! Salir de fiesta los martes. No importa si es el martes, es diferente a salir de fiesta un martes.

Eso, sí. Sí, es verdad. Pero es salir al final. Y somos bastante crápulas. Así que, gente, nos seguimos oyendo la semana que viene, cuidaos mucho y estrenamos la segunda temporada de Terapia de Grupo. Gracias por estar ahí. Un besazo. Chao.

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