Así fue nuestro viaje de momiji

00:00 /1h30

Muchos dicen que no se puede disfrutar de Japón en 7 días. A nosotros nos gusta llevar la contraria y, por eso, en este episodio te contamos todo lo que dio de sí nuestro viaje exprés de momiji por Tokio y Kioto.

Te contamos la experiencia a bordo, porque pudimos pagar para hacer un upgrade a Business con Air France (y nos merecía la pena el coste, para un viaje tan largo). Luego, nada más llegar, nos fuimos a Kioto para empezar las visitas.

Y desde ese momento fue un no parar. Visitamos jardines, templos y santuarios con un momiji precioso y, en algunos casos, con iluminaciones nocturnas (otoño es un momento genial para ver templos y santuarios fuera de las horas normales).

Además, aprovechamos para comer yakiniku de wagyu de calidad tanto en Kioto como en Tokio. Aunque, por supuesto, todo esto lo tendrás en la web en breve (esperemos, que hicimos 4000 fotos y tenemos además muchos vídeos).

En Japonismo mini esta vez sí que lo hacemos mini y te hablamos del kanji del año, que salió hace un par de días, de nuestro calendario de fotos 2024 (que enviaremos en la newsletter del martes 19 de diciembre) y, luego, en la palabra japonesa, te contamos cómo decir que estás cansado. Algo que, tras la paliza que nos dimos, aún sentimos.

¡Mata ne!

¿Quieres colaborar con el programa?

----

Continúa la conversación en:

Transcripción


No veas lo que he disfrutado este viaje exprés de Mommy y Laura, pero creo que te voy a dejar a ti que cuentes todo lo que hemos hecho en este episodio.

¿Por qué? No me vas a decir que estás cansado, si solo nos hemos estado levantando cada día a las seis de la mañana y solo hemos hecho alrededor de treinta mil pasos diarios. Te veo flojo, Luis.

Mira, creo que cuando contemos lo que hemos hecho y lo rememoremos, nos vamos a volver a cansar.

Serás exagerado.

Bienvenidos a Japón a fondo.

El podcast sobre Japón de la mano

de Japonismo. Patrocinado por Lexus, Experience Amazing. Bueno, he

de decir que por primera vez el teatrillo creo que está mal puesto. De hecho, hay quedar mal, Luis, bueno, siempre te hacemos quedar un poco mal en el teatrillo,

o o

va a ser un poco el tonto, pero es verdad

¿Esta vez es un poco realista?

Ha sido muy real, ha sido una paliza de viaje.

Ha sido una paliza y es verdad que lo hemos disfrutado mucho, pero claro, hemos acumulado tantas experiencias en tan pocos días que para hacer este episodio de Japón a fondo, para contaros qué es lo que hemos visto, cómo cómo ha sido la experiencia, tenemos que tener las notas aquí al lado, porque a mí en mi cabeza ahora mismo se me acumulan los los sitios, me bailan las fechas, no sé qué cosas hicimos, qué día o no, porque era todos los días haciendo cosas.

Sí, de hecho, es una anécdota así del viaje, pero muy graciosa, la contamos justamente ayer que estuvimos el Matcha de la comunidad Japonismo, pero era muy gracioso que un día Luis dice, ah, me gustó mucho eso que hicimos ese día, ¿no? Y claro, yo le me le miré y digo, Luis, cariñito de mi corazón. Eso fue ayer, o sea, hace unas horas, porque encima me lo dijo como por la mañana. Y él, ¿cómo que fue ayer? No puede ser, no puede ser que fuera ayer, hombre, doy tanto que fue ayer, porque el día anterior, o sea, acabamos de llegar, estamos no era.

O sea, estamos fatal de la cabeza.

Pero bueno, ha sido un viaje corto, ha sido un viaje muy intenso y ha sido un viaje muy disfrutado. He de decir, que lo hemos disfrutado mucho a pesar de que nos hemos cansado muchísimo también.

Bueno, claro, es que ya el vuelo es un vuelo largo, porque nosotros salimos desde Málaga, tuvimos que tomar el vuelo de Málaga París con Herfrance a las seis de la mañana, que era, es muy, muy, muy temprano. Bueno es que, claro, llegas a París a una hora que te permite conectar con vuelos hacia allá hacia Asia, en este caso, hacia Narita, que ya contamos en el en episodio en el que hablábamos del viaje que íbamos a hacer, que Franz tenía un vuelo semanal a a Tokio, ¿no? A Haneda, pero que el miércoles tenía dos, uno a Haneda y uno a Narita.

Semanal, ¿no? Diario, Luis.

Diario, eso, un vuelo diario que dicen, madre mía, qué barbaridad. Y y encima, unos unas horas antes, porque el embarque se abre treinta horas antes de que salga el vuelo, recibimos un correo en el en nuestros buzones de email que decía que había plazas libres en business, en clase business, y que nos ofrecían el upgrade a costa de de un dinerito, claro.

Sí, no, a ver,

evidentemente no son gratis.

No, no, hay que pagar y ya cada uno, pues, tiene que decidir si es un un dinero que puede asumir o no.

Sí, porque lo estuvimos comentando en un reel en Instagram y había gente que decía que, pues, ciertos ciertos precios prefería tener ese dinero en metálico, en el bolsillo y gastárselo, pues, yo que sé, en compras en Japón, ¿no? En Japón se pueden hacer millones de compras.

Que se lo digan a Jaime, que se lo digan a Jaime, nuestro amigo Japonés Jaime. Exacto. Y estoy nuestro caso, ya lo dijimos cuando grabamos el episodio de antes del viaje, y si no lo decimos aquí ahora, estábamos muy cansados, veníamos llegábamos a este viaje extremadamente cansados. El viaje se vaya. De verdad, había hecho dos cursos culturales seguidos, uno en Casa Asia y otro en Japonia.

Habíamos tenido que preparar, Luis, todas las newsletters de, nos íbamos seis días, pero no sé cómo, había que hacer un montón

de cosas hacer un montón de cosas

Las newsletters, dejar clases grabadas, dejar episodios del podcast grabados. Es decir, teníamos un montón de trabajo que habíamos tenido que hacer antes del viaje, ¿no? Entonces, yo ese lunes, de hecho, terminaba uno de los cursos culturales, después de cuatro, o sea, la última tenía la última sesión del un curso de gastronomía. Llegamos cansadísimos a ese viaje, teniendo en cuenta que nos teníamos que levantar a las seis de, bueno, no, nos teníamos que levantar a las tres de la mañana para poder tomar ese vuelo a las seis de la mañana, que ya íbamos muy cansados, que eran solo nada, seis días y medio de viaje, con un viaje tan largo como es el de Japón y más ahora que, pues, se ha alargado el viaje. Para para mí, yo cuando vi ese mensaje, lo primero que le dije a Luis es tira, compra, compra a creer.

Ni nos lo pensemos, ahora mismo podemos, a lo mejor esto nos pasa en febrero y pues no tenemos tanto dinero y decimos, pues mira, lo tenemos que dejar pasar, pero en este momento era, sinceramente, nos lo podemos permitir ahora mismo, podemos pagar este extra para este upgrade, que nos puede cambiar mucho al final la experiencia de cómo llegamos a Japón después de un vuelo tan largo y estando tan cansados.

Totalmente. A mí me parecía que era imprescindible hacer este upgrade, y la verdad es que se notó. Porque claro, cuando viajas en business, viajas en un acierto que se puede convertir en cama

Bueno, yo me quedé he de decir que me quedé completamente horizontal. Como yo soy bajita, mido uno cincuenta y cuatro, pues cabía perfectamente estirada, con las piernas completamente estiradas. Tanto es así que hasta me puse boca abajo, porque yo duermo normalmente boca abajo. Y hubo un momento que me daba un poco de vergüenza, pero dije, mira, a tomar por saco, lo he pagado, ¿no? De, oye, yo me pongo aquí boca abajo y estuve durmiendo y los ratos que no dormía, la verdad es que estuve descansando mucho.

Entonces, llegamos muy cansados, sí, evidentemente

Encima, comimos bien.

Comimos, bueno, eso eso es un, de verdad, eso es un insulto casi. Porque que se pueda comer tan bien a no sé cuántos pies de altura, ¿no?

Bueno, claro, es que además, Herfrance utiliza varios chefs con Estrella Michelin para hacer su propuesta gastronómica, en nuestro caso, la propuesta la había hecho la chef Ann Sophie Pick, que tiene un restaurante con tres estrellas Michelin, pero luego tiene otros cuantos en los cuales en total acumula diez. Es una maravilla.

Estaba delicioso.

Entonces, entre la bebida, ¿no? Porque también tienen una bodega seleccionada por un sumiller, ¿no? Que ganó premio a mejor sumiller del mundo hace unos años, una vajilla bonita, tienes el servicio fantástico a bordo, se comía de lujo, es es ese es espectacular.

Toda la experiencia es impresionante, descansamos mucho, comimos muy bien, entonces, claro, todo hace que el vuelo en sí, es evidente que es un vuelo largo, se puede hacer pesado, a todos se nos hace pesado, pero se hace un poquito menos pesado, bastante menos pesado.

Bastante menos pesado, y más sobre todo si te invitan a la caminada del comandante.

Bueno, pero eso te invitaron a ti. A mí no me invitaron. Aquí queda

la todo hay que contarlo, porque yo estaba ahí en el asiento medio dormitando y se le acercaron a Laura y le dijeron oye, ¿estás a Luis disponible? Y dijo ah, sí, sí, espera, que se lo digo. Y parece ser que el capitán, comandante, quería hablar conmigo porque sabía que estábamos a bordo y había hecho su sus deberes. Sabía que Japonismo era una web sobre Japón, que llevábamos desde dos mil seis, y quería preguntarme algunas cosas sobre Japón, porque el capitán del del del avión había viajado varias veces y volví a Japón ahora en unos meses con con amigos y quería preguntarme algo sobre Shiraka Wagon, y entonces, pues yo pensaba que iba a salir de la cabina, ¿no? Íbamos a estar hablando un rato, pero cuando me acerco con una de las tripulantes de cabina, me dicen que te si quieres pasar.

Y yo digo, pues pues claro, yo había estado ya en cabinas de avión, pero en el aeropuerto, una vez que ya habíamos aterrizado, o en eventos en en aeropuerto, pues para prensa y cosas así, pero claro, con los aviones totalmente parados, ¿no? Entonces, ver la cabina de un avión, en ese momento estábamos sobrevolando China, que es lo que me dijeron, apagaron las luces incluso de la cabina para que pudiéramos ver toda China de noche y ver Pekín y ver cómo sobrevolábamos el aeropuerto de Pekín. Fue una verdadera pasada. O sea, la experiencia esa a mí me pareció Ellos, claro, tanto el capitán como el primer oficial, pues, están acostumbrados a eso, ¿no? Estaban ahí, tranquilamente, decían, sí, bueno, es una es la mejor oficina que podemos tener para trabajar, ¿no?

Lo reconocían, pero no le daban mayor importancia, y yo es que no podía mirar, o sea, no no podía dejar de mirar a todas partes, era una pasada.

No estoy celosa para nada, no no tengo ningún tipo de problema con que te invitaran a ti y no a mí, pero, en fin, vamos a dejarlo aparte. Me alegro mucho que lo disfrutaras, Luis.

Bueno, el caso es que llegamos a a Japón a Narita.

Sí, llegamos a la Narita a las nueve de la mañana. De hecho, llegamos un poquito antes, llegamos a las ocho y treinta y dos, si no recuerdo mal, un poquito antes, y fue muy curioso porque a pesar de que, bueno, ya sabéis, cuando llega el avión, luego run run run run run run que recoger las maletas, pasar aduanas, todo esto fue media hora, lo que tardamos. Y mira que había bastante gente.

Había más gente que cuando estuvimos en febrero, porque había más vuelos. Lo curioso es que eran vuelos sobre todo de de Asia.

Asia, mucho asiático, y me sorprendió que había mucha gente que no llevaba el QR en el móvil. Entonces, mucha gente tenía que estar escribiendo ahí los formularios de inmigración y de aduanas Qué

menos un rollo.

Antes, justamente, de ponerte a la cola, cuando, claro, se va acumulando gente en esa cola, tú

tú ves

que que va llegando gente, porque llegan varios vuelos de golpe y claro, ¿no? Si tú te quedas atrás, porque tienes que estar escribiendo ese papelito, pues se te ha colado, entre comillas, mucha gente delante.

Exacto, exacto.

Entonces, seguimos recomendando, de verdad, es que no cuesta nada, lo haces en desde casa, tranquilamente. Rellenas ese formulario de inmigración, el formulario de aduanas, lo rellenas tranquilamente en casa, desde el Bicit Japan Web y ya lo tienes, no

y Además, es verdad que nosotros en el momento en el que aterrizamos activamos las SIM de Olafly que llevábamos en el móvil, con lo cual teníamos

Internet nada más tocar tierra.

Sí, pero yo enseñé la captura de pantalla. Lo que

iba a decir, no os preocupéis pensando, oh,

tenemos que necesitar Internet para entrar en Visit Japan web y enseñar los formularios. No hace falta. Además, aunque no tengáis la es Indio Olafly, nosotros la recomendamos, pero en el aeropuerto hay WiFi gratuito. Sí.

Y funciona bien,

Y funciona bien. Y, además, es lo que lo que dices tú, Laura, enseñando los QRs un pantallazo, en el momento en el que tú lo rellenas en casa con la tranquilidad de que estás en tu entorno normal, le haces un pantallazo cuando lo tienes y enseñas eso y ya sirve.

Ya está. Fue un proceso bastante rápido, a pesar de que, de nuevo, había bastante gente, Se sorprendió, había mucha gente, pero fue un proceso bastante rápido. De hecho, estábamos en la cola para conseguir el Gear Pass, pues eso, media hora después de aterrizar, que a mí me ha hablado. La cola del Gear

Pass fue un poquito más larga que la de febrero también, porque había llegado

a gente. Que en febrero llegué y no había nadie, me atendieron directamente, aquí tuve que hacer cola, y hubo una cola bastante larga para lo que podía haber sido. ¿Por qué? Porque es que había tres personas atendiendo, y no sé, yo no sé qué pasa, pero había gente que estaba cuarenta horas, que digo, pero no entiendo que por qué tardas tanto en cambiar el tier pass o cualquier otro de los pases regionales, porque había gente que tenía, yo lo veía, ¿no? Lo las reservas que tenían, tenía pases de todo tipo.

No sé, me sigue pareciendo que es un proceso demasiado lento.

Sí, demasiado burocrático, sobre todo teniendo en cuenta que ahora ya te dan un GEAR pass, que es como un billete de tren, el que ya contábamos en febrero, con el mismo formato del billete de tren estándar, etcétera.

Yo entiendo que, claro, ya lo hemos hablado con el en el episodio del Gear Pass, estuvimos hablando justamente de esto, ¿no? Entiendo que se necesiten hacer ciertas verificaciones, ciertos controles, porque si no, a lo mejor, pues sería un poco más, se usaría de manera

usarlo de manera.

Fraudulenta, vamos a decir, pero no sé. De todas maneras, creo que si luego durante el viaje tampoco hay controles de nada, de nadie te pide el el pasaporte

Al menos a nosotros no nos lo pidieron, ¿no?

Sí que es verdad que para hacer las reservas en las máquinas que nos tocaron teníamos que escanear el pasaporte, no solo poner el número, bueno.

Es que depende, porque había máquinas que tenían escáner de pasaporte, entonces simplemente abrías el pasaporte y lo escaneaba, y había otras que no tenían el escáner de pasaporte y entonces tenías que meter a mano el número.

Claro, pero si tú, por ejemplo, estás usando, vamos a poner aquí el caso chungo, estás usando el Gearpad de otra persona, si tienes un, evidentemente, necesitas un número de pasaporte, si te vas a una máquina, no de las escanear, sino de las de solo ponerlo Sí,

pero incluso de las de escanear tienes el botón de prefiero meter el número a mano.

Ah, mira, pues no, y me fijé. Pues entonces, pero es eso, si no, si ni siquiera además tampoco reservas, nadie hace ese control aleatorio, ¿no? Con lo cual dices, hombre, que que el proceso sea tan largo, ¿no? Que tengamos todavía un Gear pass, pues físico, ¿no? O sea, hay ciertas cosas que creo que se que tienen que se pueden mejorar.

Tienes todos un poquito, Luis, todavía.

Ah, y quizás un poquito, sí. Es estas estas horas para de grabar son son malas.

Quiere decir que estamos grabando con el cafecito.

Con el cafecito.

Porque si no, vamos a

ver si no no llegamos, que también nos vienen unas semanas intensas por delante. El caso, por cierto, que ya lo comentábamos en el episodio del Gear Pass y lo hemos comentado en los directos que hacemos en YouTube, y lo volvemos a comentar aquí, porque sigue habiendo gente que dice cosas que no son verdad. Cuando tienes el Gear pass nuevo, independientemente de las reservas que te den, cuando te van a dar las reservas te van a dar otra tarjetita del mismo tamaño con el número de tren al que tienes que subir, con el coche, con el asiento y todo esto, solo hay que introducir el Gear pass en las máquinas automáticas, solo el Gear pass, es que hasta lo pone en la

oficina del Gear pass. Pruebas, porque además le preguntas

Pruebas gráficas.

A la chica me hice la tonta, cosa que a veces me duele un poco, pero me Cosa

que no no no resulta demasiado difícil, ¿no?

Oye, un respeto. Me hice un poco la tonta y pregunté. Le dije a la chica, ¿tengo que meter los dos papelitos, el del Chaird Path y el otro que me estás dando? No, no, no. Entonces, me sacó un folio ahí que estaba Es que

tanto les gustan a los japoneses.

Les encanta a los japoneses plastificar cosas y bien claro, enorme, ponía ahí clarísimamente que no se tenía que poner el billete de reserva, solo metías en los tornos el billete del GEAR Pass

Que es aún que nosotros ya sabíamos que

Sí, estamos diciendo, bueno Que

os lo hemos contado infinidad de veces, pero todavía recibimos consultas de, es que a mí me han dicho

A mí me han dicho que, no sé qué youtuber ha dicho qué, no sé qué, no sé qué reel o no sé qué Tik Tok he visto qué.

¿En serio?

Y claro, decíamos

de Japonismo que para eso somos especialistas en cosas. En

Así que, bueno, si no os fiáis, ya es problema vuestro, pero hasta tenemos pruebas y todo. Solo el GEAR. Pero, bueno, eso es un un una anécdota y ya está.

El caso es que nosotros hicimos algo parecido a lo que siempre recomendamos. Llegábamos por por Tokio, pero empezábamos el viaje en Kioto. ¿Por qué? Porque como el vuelo de vuelta lo teníamos también desde Tokio, queríamos dejar Tokio para el final, para estar lo más cerca posible del aeropuerto de partida.

Además, cuando es un viaje tan cortito, si fuera largo, lo haría por otras razones, Pero con un viaje tan cortito creo que merece la pena dejarse, ¿no? El el destino desde el que partes al final, todo seguido para aprovechar más los días. Porque si no tienes un día ahí entre medias, que claro, ese es el día que que tienes que moverte, que lo multiplicas un poco como por dos de una

manera Y sobre todo porque cuando tienes desplazamientos, a veces parece como, ay, es que no voy a hacer nada porque dentro de un par de horas tengo el tren, o tengo el otro avión, entonces tal. Entonces eso, nosotros nos fuimos a Kioto directamente, íbamos solamente con maletas de mano, maletas de mano facturadas, pero de tamaño de mano, porque claro, eran siete días

nada más.

No teníamos que reservar espacio espacios para para maletas ahí.

Cuidado con esto, quería decir, porque cuando reservamos billetes para ya volver de Kioto a Tokio, lo hicimos con varios días de antelación y ya estuvimos mirando por por, bueno, ¿no? Porque nos interesaba verlo un poco, cómo funcionaba, cómo cómo estaba el tema, y todos los espacios de maletas estaban reservados para dos diferentes que estuvimos mirando. Todos los espacios de maletas estaban reservados ya.

Es decir, si vais con maletas más grandes de ciento sesenta centímetros usando las tres medidas, ¿no? Alto, ancho y fondo, pues puede ser que os ocurra que el tren que queréis tomar no podéis tomarlo porque no tiene espacio disponible para maletas y eso que algunos shinkansen ya empiezan a tener los espacios de maletas al lado de los de los baños, en y como los tienes en los trenes de tu país, piensas que están disponibles, y como los

tienes en los trenes de tu país,

pesas, que están disponibles para cualquier persona con maletas del tamaño que sean,

pero es que sería un

poco lo normal. Pero es que esos espacios para maletas, igual que los espacios que hay detrás de la última fila de asientos, son espacios que solo están disponibles para aquellos que hayan reservado el espacio, o bien en la oficina de billetes, la Midori no Madouche, o bien a través de las máquinas automáticas. Y claro, ¿qué pasó en el tren en el que volvíamos nosotros de Kioto a Tokio? Pues que había varias personas, varios turistas que habían puesto las maletas ahí y llegó el revisor y bueno, pues aquí había un follón, un lío.

Y el revisor eso sí que lo revisa, otras cosas no, pero esto sí que lo revisa, están muy pendientes, lo dicen por megafonía todo el rato, que son espacios solo para gente que los haya reservado previamente.

Y, de hecho, vimos a gente teniendo que volver con sus maletas grandes, que las tuvo que quitar de esos espacios y ponerlas en otro sitio.

Sí, sí, sí. Entonces, para nosotros, de verdad, sigue siendo lo más recomendable, sigue siendo moverse por Japón con maleta de mano, y, en todo caso, usar servicios, como por ejemplo el takyu been, si vais con una maleta más grande. Sé que a veces puede asustar un poco el concepto, ¿no? Del takyu been, especialmente si no lo has hecho nunca, pero la gran mayoría de japoneses que luego nos escriben, de hecho, durante el viaje nos estuvimos comentando esto en Instagram, y hubo alguien que nos escribió y nos dijo, mira, os he de decir que yo cuando os escuché el episodio del podcast del takyubin, que hablabais del takyubin y demás, A mí me daba bastante miedo hacerlo. No estaba muy convencido, pero al final en este viaje decidí probarlo.

Y nos decía, ha sido la mejor decisión que podía haber tomado, ¿no? Porque realmente es supercómodo, superpráctico y va muy bien. Así que seguimos, para nosotros sigue siendo la mejor opción. No ir con los maletones en el tren ni en autobuses ni en ningún lado, dejad que se encargue el gatito negro u otras agencias, ¿no? Otras empresas parecidas, y vosotros movéis con una bolsa de mano o un equipaje de mano, vamos.

Exacto. El caso es que llegamos a Kioto, nos fuimos al hotel que estaba en la parte sur de la estación e hicimos el check in. Hay que decir, en el artículo que tenemos sobre dónde dormir en Kioto, recomendamos hoteles en muchas partes de Kioto, pero nos gusta mucho cada vez más la parte sur de la estación, porque la parte norte donde está la parte principal de la estación

de

Kioto, etcétera. Pero en la parte sur hay cada vez más hoteles, con lo cual la oferta es cada vez más grande, y dentro de que es Kioto, ¿no? Que a veces el problema que tiene es que se está poniendo muy cara la ciudad, porque además hay muchos hoteles de lujo, sobre todo si te vas hacia Gigashiyama, hacia la Shiyama y todo esto, son hoteles que prácticamente es muy difícil que personas con sueldos normales puedan pagarlo, pero al sur de la estación los precios están bastante decentes y encima cada vez hay más restaurantes, más opciones de ocio.

Totalmente de acuerdo contigo. Me gustó mucho el hotel donde nos alojamos, a pesar de que tenía la cama pegada a la pared, pero bueno, ese es otro tema, Pero me gustó bastante, la habitación no era exageradamente pequeña, típica habitación de hotel japonés sin armario. Esto ya estamos acostumbrados

No estamos acostumbrados.

Pero estaba bastante decente, tenía un pequeño sofácito donde pudimos sentarnos a a cenar el primer día, en fin, estaba bastante bien. En una zona, totalmente de acuerdo contigo, mucho más tranquila también de paso que el otro lado de la estación, tienes accesos directos a la estación mucho más rápidos, tanto a a las vías de Shinkanseng como las vías de Gear normales. Claro, tienes que cruzar toda la estación si quieres ir a tomar autobuses, pero es que hay varios autobuses que también Que

también pagan detrás, exacto.

Detrás en esta otra. Entonces, yo cada vez soy más fan totalmente de esa zona. Lo bueno es que íbamos muy bien de tiempo, porque claro, teníamos unos planes para esta tarde, pero no sabíamos, pues, cuánto íbamos a tardar en inmigración, en tomar en la lista exprés, en, no, lo típico. Dijimos, a lo mejor a las tres de la tarde estamos en Kioto, a lo mejor son las tres y media. Exacto.

Realmente llegamos a las dos y algo, a Kioto, dos y media creo que era en el hotel, y ya pudimos hacer el check in, porque el hotel hacía el check in a partir de las dos.

A partir de las dos.

Entonces, bueno, fue dejar las maletas, nos cambiamos, nos aseamos un poquito, y ya nos fuimos directamente. ¿Por qué? Porque teníamos que aprovechar la la la

la la la la luz. Porque pensad que a finales de noviembre, principios de diciembre, el sol se pone sobre las cuatro y media. Evidentemente, quedan todavía restos de luz, ¿no? Es decir, queda algo de claridad en el cielo hasta las

cinco, hasta las cinco, sí.

Pero ya la luz cambia muchísimo y cambia, además, muy rápido. Entonces, había que aprovechar. Por eso, las ideas que teníamos originales, que contábamos en aquel episodio cuando nos íbamos, que queríamos ver una serie de templos que había en la montaña al oeste de de la ciudad, los tuvimos que cancelar

Eso se cayó.

Yo sigo queriendo ir porque me parece una zona que es preciosa.

Mira, si vamos en verano a Japón, aquí queda dicho que vamos a hacer esas cursias.

Mira, me parece me parece fantástico, porque creo que Sí, porque

tiene muy buena pinta.

Tiene muy buena pinta, pero además, ya no solo por los templos en sí, sino por la naturaleza que que los rodea. Espectacular. Espectacular.

Pero bueno, es verdad que aquí

no no nos encajaba.

No, al final vimos que era que íbamos a perder mucho tiempo llegando hasta allí en en autobús o hasta miramos en taxi, miramos la opción de llegar en taxi y pues bueno, pagamos el taxi, pero si nos acerca bastante más rápido, pues hay que aprovecharlo, ¿no? Pero al final dijimos no, vamos a hacer algo, vamos a hacer cosas que nos queden más cerca del hotel y que también tengan sentido.

Y que también tengan sentido, y cosas además que nosotros también, nosotros mismos teníamos pendientes desde hacía tiempo, porque estoy seguro de que todos vosotros que nos estáis escuchando, todos los que hayáis estado en Japón y hayáis visitado Kioto, habéis pasado por allí cerca. Porque si habéis estado en Kioto, seguro que habéis ido a Fushimi Inari. Y para ir a Fushimi Inari tenéis que subir a un tren local y Fushimi, la estación de Inari de JR, es la segunda parada. La primera parada, nada más cruzar el río Kamo, el Kamogawa, es Tofukuji, y esa parada prácticamente todos hemos pasado por ella infinidad de veces y hemos estado en Kioto.

Y es de lo mejorcito, de lo mejorcito que hicimos en este viaje.

Exacto, porque hay un templo, el Tofukuji, que está espectacular en Momiji, aunque bueno, tiene una vegetación y una naturaleza que lo piensas y dices, esto, cuando esté en verano con esos verdes tan bonitos que nos gustan tanto a nosotros, tiene que ser

una Y bueno, tiene unos salones maravillosos, ese salón con el dragón en el techo, fantástico, unas pasarelas, claro, es muy conocido este templo por unas pasarelas, ¿no? Unos pasillos, todos de madera, un poco encorvados, que parecen flotar, ¿no? Realmente sobre la copa de los árboles. Claro, cuando vas en otoño, todo eso, esa parte.

Hay un mar de colores naranja, verdes,

pero ojo. Estoy de acuerdo contigo que en verano eso, todo todo verde tiene que estar también, porque el verde contra el el color de la madera, ¿no? El marrón oscuro de la madera también con lo que vamos a

ver si si vamos a

ver si si vamos a ver

si si tenemos fotos de los de las dos maneras.

Ese sitio me pareció espectacular y encima fue el primer sitio al que íbamos al nada más llegar a Kioto, ¿no? Buah, para mí de lo más especial, el Momishi estaba espectacular en este templo, Está maravilloso, porque al ir en tren yo pensaba, no sé si hemos llegado un poco tarde, había algunos árboles ya Exacto. Porque este año se ve que ha sido un momish un poco extraño, porque ha habido temperaturas muy altas.

Y ha habido sitios en los que el Momishit realmente no ha llegado ni a empezar por el lío de temperaturas, ¿no? Que que ha habido árboles que han, se les ha caído la hoja

O sea, han pasado al marrón directamente.

Exacto, sin que haya pasado por todos los colores intermedios.

Sí, sí, sí. Entonces, justo ahí estaba espectacular, es verdad que había mucha gente, pero lo

Pero no tanta, o sea, estaba bien. Había gente, pero no era una locura.

Lo disfrutamos muchísimo, visitamos muy bien todos

los jardines,

luego tiene la parte de los jardines visitamos muy bien todos los jardines, luego tiene la parte de los jardines Zen, que, claro, lo vimos más rápido porque habíamos estado mucho rato en la parte del jardín de Mommy G, eso me gustaría volver en verano para verlo con un poco más de calma esa parte, ¿no?

Sí, porque el la entrada, es decir, hay una parte del tofukuji que se puede ver gratis, sin pagar, pero luego lo que es la parte interior, donde ya lo ves desde dentro, ahí tienes que pagar entrada, pero cerraban justo creo que a las cuatro y media. Sí, muy tempranito, entonces Nosotros habíamos llegado a las tres y media, y teníamos una hora para verlo. Entonces, tuvimos Lo curioso es eso, que la estación es una estación entre el local desde la estación de Kioto, se tarda nada, y luego desde la estación Tofukuyi está muy bien indicado, es un caminito de unos diez minutos.

Lleno de tienditas, también.

Además, eso es lo que iba a decir, está lleno de tienditas, no solo para comprar recuerdos, sino también para comer cosas en la calle, porque tienes aquí, pues, unos mochis de no sé cuánto, unos Mitaras Hirango, porque, había hasta hamburgueserías

Sí, sí, tengo ganas de volver, tengo ganas de volver para verlo con un poquito más de calco. Y poder pararnos un poco a probar cosas aquí, allá. Sí, sí, porque un poquito más de calma. Y poder

pararnos un poco a probar cosas aquí y allá. Sí, sí,

porque es

verdad que, claro, íbamos con el tiempo un poco

justo, ¿no? Entonces, bueno, pudimos disfrutar de este Tofukuchi maravilloso, y luego teníamos el plan de que a partir de las seis de la noche el templo Toji, también al sur de la estación, abría, ¿no? En época de Momicie, abre por la noche con esas iluminaciones especiales.

También aquí estuvimos dándole muchas vueltas, casi hasta el último momento, de qué hacer, porque decíamos, vale, hemos terminado de ver el tofukuji, ¿qué hacemos ahora? ¿Nos vamos hacia el norte? ¿Vamos a cenar algún ramen?

Total que al final

cansados, acabamos de llegar, o sea, todavía era en nuestro día de llegada llevábamos más de un día entero sin dormir. Bueno, a lo que hubiéramos dormido en el avión, pero.

Hombre, yo dormí bastante. Así que no me quejo, ¿no? Pero bueno, sí que es verdad que con el cambio horario y todo, no sabes no sabes dónde estás. También es verdad que cuando vas para allá ese primer día tienes la energía, no sabes de dónde la sacas, realmente la emoción de estar ahí. No, es verdad.

Y yo después de estar en el Tofukuji, estaba a tope de energía, Me me flipó tanto ese lugar que que era, me da igual, ¿no? No recuerdo qué hicimos, estuvimos paseando,

fuimos al al hotel, creo que que fue.

Es que no me acuerdo.

No, fuimos hacia la estación de Kioto y allí tomamos un autobús que nos acercó hasta relativamente cerca del templo Toji. Exacto. Y allí llegamos sobre las cinco y cuarto y tuvimos que hacer cola, más o menos, para

Que no os lo recomiendo, porque básicamente nos pusimos a la cola, pensábamos que a lo mejor, ya que había cola, que a lo mejor iba a ir entrando la gente como en grupitos, ¿no? Poco a poco

O que a lo mejor había un límite de aforo determinado y dijimos, pues qué suerte que estamos justo para la primera entrada, ¿no? Porque abrían a las seis, porque así podemos ver los problemas, nos aseguramos.

No.

Pero realmente no, porque ahí iba entrando la gente y si había

Esto es tonto el

último casi. Básicamente.

Además, es una pasada la de la de gente que que entra de golpe, todo el mundo se acumula, claro, en el mismo sitio para hacer la foto típica. Bueno, es

que hay que decirlo, porque claro, cuando estás haciendo la cola, estás viendo, ¿no? La calle de Kioto con el muro del toji y se ve la la pagoda. Cuando llegamos a las cinco y cuarto estaba apagado, pero sobre las cinco y media de la tarde ya la encienden, y Jack ves el muro también encendido y dices, jo, esto está bonito. Y claro, en el momento en el que entras, montan unas mesas justo a la entrada para para para cobrar esa entrada especial a las iluminaciones nocturnas del del toji, que solo ocurren en estas fechas, con lo cual es un momento bonito. Pero es que, nada más entrar, ya tienes la vista más clásica, que es una parte de de ese foso con el jardín y la pagoda al fondo.

Entonces, claro, recién abierto el el toji para para ver estas iluminaciones nocturnas, se te acumula toda la gente en esa esquinita, nada más entrar y es un poco agobiante.

Sí, deberían buscar la manera de hacer entrar la a la gente por otro lado, y entonces así se va se va extendiendo, ¿no? Se va repartiendo un poco la gente, que es un poco lo que pasó luego en en Tokio, ¿no? Otra de las iluminaciones que vimos en Tokio.

Aquí, bueno hubiera estado bien si hubiéramos podido acceder a esos billetes especiales que había para acceder a las iluminaciones nocturnas a partir de las cinco y media. Porque tenías media hora para entrar antes que el resto de la gente y te hacían una mini visita guiada.

Sí. Pero de todas maneras está precioso esos reflejos. Yo es que aluciné con esos reflejos que decías, es que no sé qué es real y qué es reflejo, ¿no? Era, se confundía todo maravilloso.

Varios japonistas que viendo las fotos que pusimos del templo Toy y la iluminación nocturna, nos dijeron, ah, pues estamos justo en en Kioto, mañana vamos a ir a verlas.

Sí, sí, además, luego poder entrar en los salones, porque puedes entrar en todas partes, puedes hacer la visita normal, digamos, a todo el el templo. Entonces, acercarte a la pagoda, ver ciertos salones, ver

En los salones no se pueden hacer fotos, con lo cual no tendréis fotos cuando añadamos estas fotos a nuestro artículo del templo Toji, pero hay que decir que los budas que hay ahí en esos salones son espectaculares. A mí me recordarán un poco a algunos que habíamos visto en algún en algún templo en en Tokio, las afueras.

Sí, es es una maravilla, es una maravilla y

Lo digo para los que queráis ver fotos de, más o menos, de cómo eran.

¿Merece la pena el el artículo que tenemos en la web, poner un poquito más de detalle de cosas que vimos. Me gustó mucho, me gustó mucho, es una Y eso, mira, es una de las cosas buenas de viajar a Japón en época de Momicyi, que a veces pasa, ¿no? Todos nos comentáis lo mismo. ¿Qué hago a partir de las seis de la tarde? Está todo cerrado, las tiendas ya cierran, ya no puedo entrar a jardines, a templos, tal.

¿Qué hago?

Exacto, en esta época sí que se puede entrar a jardines y a templos, y de hecho hay algunos que solo abren ciertas partes de los jardines

Eso es.

Que solo están abiertos en época de Mommy.

De hecho, nosotros tuvimos que tomar la decisión de decir, bueno, solo hacemos una iluminación en Kioto y una iluminación en Tokio, porque no estaba

Sí, porque no estaba

Claro, pero que tiene muchísimo, ¿no? Entonces, bueno, estábamos muy cansados, visitamos eso Oltofukushi y el Toji, maravilloso. Estuvimos mucho rato viendo la iluminación del Toji, es verdad que lo disfrutamos muchísimo.

Y en el Toji, además, se podían usar trípodes.

Sí, sí, sí, ahí hiciste alguna con con trípode.

Fotos con trípode.

Y luego, bueno, sí que es verdad que estábamos ya muy cansados. Nos nos apetecía, os, no sé si os pasará también a vosotros que estás tan cansado que dices, es que no quiero ir a un restaurante y estar, tener que estar visible, ¿no? Presentable en un restaurante. Entonces, lo que hicimos fue cogernos comida para comer en el en el hotel. Sí.

Y comimos en uno de los sitios ¿Ya lo contaremos en la web o lo

explicamos ahí? Lo podemos contar en la web.

Lo dejamos así, sí, vale, pues eso. Comemos muy bien, nos fuimos a, cenamos y nos fuimos a dormir relativamente prontito, yo creo que eran las nueve de la noche o algo así, pero dormimos bastante bien, el jet lag nos ha respetado bastante. Bastante. Y nada, pues ya el el día siguiente empezábamos fuerte también porque nos fuimos al Daigoji.

Al Daigoji. El Daigoji es uno de estos templos que está un poco a las afueras de de Kioto. De hecho, pertenece a Fushimiku, ¿no? A la

zona Al distrito de Kioto. Al distrito

de Fushimi, donde está este barrio del Saque, donde está el propio santuario de Fushiminari, etcétera. Y tiene una de las vistas más icónicas de Momiji en Kioto, ¿no? Con una pagodita en un estanque con un pequeño puentecito. Es muy bonito.

Es muy bonito y lo ves en directo y es muy bonito. Sí que es verdad que cuando nosotros llegamos había justo el árbol más cercano a ese salón Benten, ¿no? Salón dedicado a Bentayten, que que ya se le habían caído un poquito las hojitas, pero el resto, los otros árboles que había por otro lado del estanque, estaba precioso.

Y había unos reflejos maravillosos.

Maravillosos, ¿no? Y ahí, bueno, tuvimos la genial idea que ya veníamos barruntando, barruntando. Yo le iba diciendo a Luis, ¿no? ¿Seguro subimos o no subimos? Y al final tuvimos la maravillosa idea

Madre mía, Laura, vaya, vos que tienes.

Uf, es que es que seguimos cansados.

Tiene voz de de

camioneta. Sí, sí. Tuvimos la maravillosa idea de subir, porque claro, el Daigoji, el complejo principal del templo está en la base de una montaña, la montaña, el Monte Daigo. Entonces, hay un camino de senderismo, un camino de, bueno, casi de peregrinación, un camino de acceso a la cima del Monte Daigo, donde están los salones, un

poco más. Kami Daigo.

Exactamente, es el Kami Kami es el de arriba, ¿no? El Daigo de arriba y luego la parte

Y claro, cuando habíamos estado investigando sobre el daigoji, una de las cosas que veíamos es que estaba ahí toda esa zona tan sagrada en la montaña, pegada a al templo Daigoji y ninguna persona de las que iba y de las que hablaba sobre el Daigoji había visitado el Kamidaigo y decíamos, pues Tate, esto tenemos que hacerlo nosotros, no? Ya que vamos, nosotros tenemos más información que nadie sobre Japón, pues vamos a tener también artículos sobre el kamidaigo.

Bueno, pues a los diez minutos, yo ya me había arrepentido A los diez minutos queríamos volverlo. Bien, Pero dijimos, bueno, ya estamos, venga, va, vamos a seguir. Cuando estábamos a mitad de camino, ahí dice que, claro, ya era el punto de no retorno, dices, estoy a mitad de camino, ¿qué voy a hacer? Pues ya sigo para adelante.

Es que, para que entendáis, es una subida por montaña, donde es todo cuesta, con los talones, y subes y subes y subes, pues son unos, no sé, tres kilómetros de subida, que así pensado no es que sea mucho, porque tres kilómetros a lo mejor se pueden hacer en media horita.

No, eso no es nada. En distancia no es nada.

En distancia no es que sea mucho, pero es muy duro de subir.

Es muy empinado.

En mi caso, por ejemplo, también yo llevaba la mochila a la espalda, que eso que esta vez no llevaba muchos objetivos ni nada, pero llevaba el trípode ahí metido en la mochila y llevaba la cámara colgada al cuello para hacer fotos aquí y allá, y me estaba, o sea, yo ya no podía más.

Fue terrible, lo peor fue llegar arriba, esos baños, me voy a acordar toda la vida de esos baños, tengo fotos si alguien no me cree, si alguien no me cree y me escribís, cuidado porque os puedo mandar fotos

Sí, porque dijimos que fue curioso las redes sociales, dijimos que había unos baños ahí arriba, en Kamidaigo, que dices, oye, pues, es verdad

que hay

unos baños, pero baños sin papel higiénico, sin agua corriente, daba un asco tremendo, solo baños de estilo además tradicional japonés, y la gente nos decía, no, esto no puede ser, con lo limpios que son los japoneses serán los turistas. Y dice, pues, ya que no hay mucho turista.

Si no había nadie, estábamos nosotros solos y los señores que estaban arreglando un poquillo ahí los arbolitos en el camino, terrible. Entonces, a mí eso me me terminó de poner de mal humor, lo siento, pero es verdad que me enfadé muchísimo que sí.

Problema es que nos dejó las piernas destrozadas y los

y el

viernes de ampollas, además.

Y ya para todo el viaje tuvimos agujetas que vamos dos días después, tenemos vídeos haciendo el el tonto absoluto con unas agujetas que no

Porque no podíamos subir ni bajar escaleras, ¿no? De lo que nos dolían las piernas.

Entonces, bueno, tenemos, yo creo que tiene que pasar un poquito de tiempo para que empecemos a mirar con buenos ojos la zona de Kamidaigo. Ya lo contaremos en la web Sí. Y ya mostraremos un poquito, pero yo, sinceramente, a día de hoy, a mí me preguntas y yo no no lo recomiendo.

Lo que pasa es que tenemos muchos japonistas que les gusta el senderismo, les gusta la montaña, y es verdad que es una zona hiper tranquila, porque nos cruzamos con muy poquita gente.

Nos cruzamos con una pareja al subir.

Exacto, con una señora cuando sea, o sea, fue la primera vez, porque muchas veces lo hemos dicho, ¿no? Y seguro que los que habéis estado en Japón lo habéis visto también, que vais de camino hacia algún templo santuario que está en montaña y vais vosotros que os está costando la subida y os adelantan los abuelos japoneses. Y dices, madre mía, ¿de qué pasta están hechos estos abuelos? Pues bueno, esta abuela japonesa

Esa estaba en la actualidad.

Estaba hecha polvo, y lo

que y lo

que le quedaba de subir a la

pobre Porque nosotros nos miramos y dijimos, ay, dios mío

Algo que habría que abusarla.

Sí, porque no, señora, no, no lo haga. No lo haga porque no. En fin, fue fue muy muy muy muy duro. Bueno, comimos por ahí algo lo que pudimos y tomamos después de este kami Daigo, que estamos machacadísimos, tomamos el trenecito a Kurama. Teníamos muy poco tiempo, pero casi casi lo hicimos un poco a propósito, decir, mira, nos sentamos en el tren, disfrutamos un poquito desde el tren del túnel este de Mommy G, llegamos a Kurama, vemos algo hiperrápido y en todo caso nos nos volvemos, nos sentamos en el tren otra vez y descansamos un poco.

No era más el hecho de vamos a ir en el tren y a disfrutar de la plataforma. Sí, porque

en Kurama tenemos artículo en la web, pero estaba muy antiguo, con fotos muy antiguas. Es verdad que cuando fuimos la parte de Momiji en la zona de Kurama ya no estaba a tope, porque claro, estaba a tope, por ejemplo, en el Tofukuji, que habíamos estado el día de antes, pero como la zona de Kurama está un poquito en montaña, ahí había llegado unos días previos.

Yo creo que, a lo mejor, cuatro o cinco días antes hubiese estado en pleno, ¿no? Y el túnel de domicilio

Estaba bonito, pero

Estaba superbonito, pero es verdad que ya había muchos árboles con hojas caídas, ¿no? Entonces, bueno, teníamos planes de bajarnos. Yo había estado investigando con Google Maps para ver dónde podíamos bajar, hacer fotos

una una especie de zigzag para la cola de gente que está esperando para subir al tren de vuelta a Kioto, parecido a los parques temáticos y, sin embargo, cuando nosotros estuvimos no había nadie haciendo esa cola, es decir, se podía subir al tren sin problemas y nos fuimos al cura madera.

Exacto, visitamos Cura madera, rapidito estaba lloviendo, pero estaba superbonito.

Muy, muy bonito.

Lástima de, bueno, eso, que era un poco tarde ya, y claro, estaba todo a punto, de hecho, tomamos el último El último, el último, último tren, no

teníamos Ah, no, el último

funicular, exacto. De bajada, ya era el último, el último, ¿no?

Sí, porque lo que no que Es es curioso, porque cuando nosotros estábamos volviendo de visitar Kuramadera en dirección a la estación del funicular para para bajar, nos encontramos con gente que subía y dices, es que esta gente va a tener que bajar andando, que el camino es un

camino bonito.

Pero claro, nosotros que veníamos de haber subido al Cami Daigo esa misma mañana

Yo no quería Ni

de coña, queríamos bajar andando,

¿no? Bueno, visitamos ahí Kurama, volvimos luego a la vuelta a disfrutar de ese túnel de Momichi y la cena, nos fuimos a cenar un sushi superrico, Luis. Ese día fue, sí, Luis me está mirando con cara de

Ese día, el del sushi.

O ese día, sí. Me he ido a las fotos a comprobarlo, tengo el móvil aquí en la mano para comprobarlo.

Madre mía, el tengo el lío en la cabeza.

¿Un sitio de sushi de sushi en cinta transportadora, Kaiten sushi?

Sí, pero no es un sitio de sushi, porque seguro que habéis leído ya en Japonismo hablar de de Kura Sushi, que son restaurantes de sushi ahora mismo muy populares en cinta en transportadora porque son hiperbaratos.

Muy muy baratos, en este caso no.

La calidad no es demasiado grande. En este caso

Era baratito, estaba bien.

Estaba bien de presión, aunque no era hiperbarato, pero se notaba la evidencia porque había tres chefs de sushi preparando sushi detrás de la barra.

Además que tú los veías, tú estabas ahí, de hecho, nosotros teníamos uno justo al otro lado de la cinta transportadora.

Y es diferente con respecto de otros sushi de cinta transportadora, porque en otros prácticamente ya se ha puesto de moda que tú pidas todo a través de la tablet. Aquí también había tablet, pero había mucho más sushi fresco que se iba

a poner que

lo iban haciendo y lo iban colocando en la cinta transportadora, ¿no? Entonces, se notaba bastante diferente.

Nos gustó mucho el sitio y vamos a escribir de él, porque está también en un lugar

muy fácil. Justo al sur de la estación, muy cerquita de la

encontrable también, no tienes que buscar mucho, es como muy fácil, Así que, bueno, hablaremos de él. Nos estamos enrollando, Luis, cosa mala.

Pero cosa mala, bueno, es es un viaje entre comillas.

Bueno, viaje corto, pero intenso, lo hemos dicho. Entonces, el día siguiente, que ya era viernes, teníamos la excursión Osáquense

Osáquense. Osaquense. Sí, esta es una excursión que yo le había planteado a Laura, porque ella me había mencionado varias cosas de Osaka en el pasado y yo sabía que le hacía ilusión y dijimos y le dije, oye, es que tal si metemos Osaka aquí entre medias. Inicialmente, queríamos ir al parque Minneau, que es un parque en el que Laura había estado en dos mil tres y no habíamos vuelto. Pero claro, inicialmente la idea era llegar en tren hasta el comienzo del Parque Minneau, ir a ver las cascadas que hay, la cascada, y luego volver otra vez por el parque.

Que es la excursión típica, ¿no?

Es la excursión típica, pero investigando un poco más vimos

Bueno, cuando hicimos el artículo de la que justo relativamente cerca de la la zona de las cascadas del Parque de Minho había uno de los templos, que es el Katsuruji. Y entonces se nos metió entre ceja y ceja.

Un templo con muchos Daruma, además.

Sí, y se nos metió entre ceja y ceja que queríamos ir, que oye, ya que estábamos en el Parque de Minó teníamos que ir al templo

Entonces estuvimos investigando de cómo empezar la excursión desde Kioto, llegar hasta el templo Katsuoji, y luego del templo Katsuoji llegar hasta las hasta la cascada del parque Minu para ya hacer la vuelta, pues, por dentro del parque hasta la estación

Que es más eficiente, ¿no?

Que es mucho más eficiente Que

andas en andas menos, haces solo un camino dentro del Parque Minó, el camino de de vuelta, ¿no? En este caso. Entonces, creemos que es una muy buena combinación, y os lo vamos a explicar bien en en la web, cómo cómo hacerlo. Sí que es verdad que es mejor hacerlo desde Osaka y mejor hacerlo con un poquito más Nosotros esquivamos muy temprano porque, bueno, luego queríamos hacer más cosas en Osaka, entonces, en fin, ¿no? Típico que queríamos era época de Momicie, queríamos llegar pronto para no encontrarnos a mucha gente.

Entonces, bueno, el transporte hicimos una unas opciones un poquito diferentes a lo que probablemente es lo mejor Sí. Huyendo desde Kyotor a lo que más nos encajaba. El templo Katsuji es una Es

es flipante porque independientemente de que esté a tope de Momiji, ¿no? Maravilloso. En mitad de las montañas, que no tienes absolutamente nada alrededor, porque en el camino en el que llegas hasta el templo Katsuji, ves o saca a lo lejos, ¿no? Y dices, es como como esas imágenes en las que se ve en en Los Ángeles, ¿no? Que como el la la lan, que están ahí en el parquecillo ese, y a lo lejos se ven las luces de la ciudad.

Pues es parecido, y dices, madre mía, sí que estamos alejados. Sí. No hay nada alrededor, es una naturaleza espectacular,

pero de verdad además el templo maravilloso, muy bonito. Cuando entras y te encuentras ahí el mira que la la puertecita de acceso estaba en obras cuando nosotros fuimos, pero la cruzas, pasas el estanque, hay un puente, tienes la pagoda al fondo

Hay un puente con un santuario dentro del templo.

Exacto. Y ese ese paisaje que ves nada más entrar, te deja sin palabras. Evidentemente, en Momiji, espectacular, pero en otras épocas tiene que estar bellísimo también, así que os lo recomendamos mucho, va a ser de los primeros artículos que escribamos, porque merece muchísimo

Y además allí vais a encontráis un sitio además muy fotogénico, porque claro, está todo lleno de darumas, pero no solo los darumas grandes o los darumas pensamos, sino daruma, mikuyi, que sabéis que lo mikuyi es un amuleto típico japonés que te dice cuál va a ser tu suerte.

Ese papelito. Pues aquí tenéis este papelito

doblado metido dentro de una figura En el puro del Daruma. Sí, que se puede, que permanece en pie, ¿no? Tiene una forma diferente que los Darouma convencionales, y la gente deja estos Darouma, pues, como ofrenda por todo el templo. No, nosotros

nos los trajimos Tengo

uno aquí en la mano, no lo estáis viendo porque el podcast no es convidio, pero tengo uno aquí en la mano, es una monada.

Sí. Entonces, bueno, desde el Katsuoji, nosotros teníamos varias opciones de llegar al al parque de Minnea, a las cascadas a Minnea. La mejor opción, la que os recomendamos ahora mismo es tomar un taxi.

Sí, porque

tú más un

taxi justo en la salida del del templo Katsuoji y los Diez minutos. Son diez minutos lo que se tarda. Los taxistas ya es una de las opciones más típicas

Sí, tú le dices en las cascadas de Mino y te dejan en lo que es el parking, en la zona de parking de esa de la zona norte, por decirlo de alguna manera, del Parque de Minnea, ¿no? Que es

un poco más. Por lo cual tú desde allí caminas cinco o diez minutos y ya estás en la cascada.

Exactamente. Entonces, hicimos todo el el paseo de vuelta por el parque de Minnea, que estaba súper bonito.

Ahí tú te hice la misma foto chorra que te habías hecho en dos mil tres.

Fue gracioso porque pasamos por una roca y no os pasa a veces que te vi en el flash de recordar

Flash, un

una anécdota, un momento, ¿no? Y le dije a Luis, digo, tengo una foto aquí de hace, pues, veinte años. Tengo una foto aquí haciendo como que sujeto la roca, haciendo el gilipollas, ¿no? Básicamente.

Básicamente.

Y Luis dijo, venga, pues, la vamos a recrear, ¿no? Ponte otra vez. Y me hizo él también. Entonces, te tienes que sacar esa foto.

Lo tengo que procesar.

Para poner las dos fotos juntas, ¿no? Un paseo muy bonito del Parque de Minoy. Creo que es una excursión súper chula, combinada el Katsuoji y el Parque de Minoy. Merece mucho la pena comerse ahí el momishi tempura, la tempura de mochi, de hojitas, de de arce, que es muy típico, hacen ahí, así que os lo recomendamos mucho. Y luego

Luego, este día, después de de todo lo de Katsuoji y el parque de Mineo, el plan original era volver a Kioto y seguir viendo cosas, pero nos dimos cuenta ya antes de hacer el viaje de que iba a ser un poco una paliza. Entonces, decidimos quedarnos en Osaka para explorar un poco con más tranquilidad ciertas cosas que queríamos hacer, sobre todo de comida, porque al final Osaka también es una ciudad muy conocida por su comida. ¿Y dónde nos fuimos a comer, Lau?

Bueno, nos fuimos a comer un nekiyaki, que es muy típico de Osaka, y en cambio mucha gente no lo prueba, seguro que todos habéis comido con Omiyaki en Osaka, pero, de hecho, nosotros, de los primeros lugares a los que fuimos juntos en Osaka, fue

A un sitio de nekigakis.

Sitio de nekigakis, ¿no?

Exacto, fuimos con unas amigas japonesas en dos mil tres.

Sí, exactamente. Entonces, y fuimos a un restaurante de nekyakis, que también os lo presentaremos, os lo pondremos en la web porque estaba hiper bueno.

Sí, y no es excesivamente caro.

No, no.

Y es una opción que, bueno, o sea, llena, pero no resulta tan pesado a veces como el Okonomiyaki, y sobre todo también es algo diferente, algo especial, algo muy típico de Osaka, y ya que estáis por Osaka, pues, ¿por qué no hacer algo que sea típico de la ciudad?

Y luego, claro, a Osaka, todos conocéis Osaka como el lugar de los takoyakis, así que también decidimos probar varios takoyakis y ya os lo enseñaremos, ya os enseñaremos dónde podéis ir, ya ya, vamos a dejarlo así un

poco. Vamos a dejarlo así, sí, porque hay varios sitios de takoyaki

interesantes. Sí, sí, sí. No recuerdo qué hicimos para cenar, sinceramente, supongo que ya con los takoyakis acabamos bastante llenos, pero no lo recuerdo, voy a mirar. Ah, no, claro, era aquí este día.

Ese día fue con donde cenamos en el hotel, en el restaurante de

Ah, cierto, sí, estábamos muy cansados, lo tenéis que entender, cenamos en el hotel

También, más que nada, porque estábamos muy cansados y el hotel en el que estábamos tenían una de de cinco a diez te daban una bebida gratis o Dentro

de las bebidas, pues,

de bienvenida y por eso

Una cerveza, o sea,

bebidas, sí, bebidas,

sí, sí, guays. Entonces, nos tomamos una cervecita, había unos fuegos ahí, ¿no? En el en el suelo, estuvimos un ratito ahí, luego cenamos y nos fuimos a dormir tempranito, porque al día siguiente teníamos una excursión sorpresa. No sé si la quieres contar o la pasamos de largo.

No, yo creo que se puede contar, ¿no?

Bueno, pues, la excursión vino un poco porque desde hace tiempo, Luis, desde hace años, Luis está requere que con que tenemos que ir a un templo en la prefectura de Fukuy, el templo de Heisy.

Pues tenemos que ir a Fukui, porque es una de las prefecturas que nos quedamos por visitar.

Ahora ya está, ya che.

Ahora sí, solo nos queda una ya.

Entonces, bueno, en el proceso, en los inicios de planificación del viaje, de hecho, ya estábamos mirando de si no comprar el JRP y a lo mejor comprar el Hokuri Quarge Pass

Que entonces nos permitía ir a a Fukuy.

Exacto, pero por arriba, ¿no? Por la zona de Kanazawa, esas cosas que y es una tema que yo le dije de cachondeo un poco a Luis, lo recuerdo perfectamente. Además, estábamos yendo a la comisaría para renovarme el pasaporte, es que me acuerdo perfectamente y o el DNI, y le dije a Luis, mira, podríamos ir a Leighheisy de esta manera. Y entonces nos fuimos a tomar un café y ahí como que los dos dijimos, a ver, lo lo has dicho de cachondeo, pero y sí lo hacemos

Claro, porque por Fukuy hemos pasado muchas veces, porque desde Kioto hemos ido muchas veces con el Sandhabar, el Sandhavado. Sandhavado. ¿No? El el tren límites exprés que conecta, al menos por ahora todavía, en el momento en el que estamos escribiendo escribiendo eso, estamos grabando este este este episodio, conecta Kioto con Kanasawa. Entonces, habíamos pasado por ahí muchas veces.

Entonces, era algo que nosotros conocíamos fácilmente, antes incluso de mirar los horarios y cuáles eran los que nos venían bien. Oye, podemos llegar a Fukui con este tren directo desde Kioto. Y, efectivamente, así fue. ¿Cuál es el problema también? Pues que, claro, el tren hasta Fukuy tarda una hora y media.

Luego, desde Fukuy tienes que tomar otro trenecito así, pues con mucho encanto, pero local, hasta la estación de Heiji Gucci, ¿no? La puerta, digamos, de Heiji, que tardas otra media horita. Y luego tienes allí que tomar un autobús que te de tardan otros quince minutos.

Diez minutitos, pero bueno, sí Entonces, claro, entre unas cosas

y otras se te va alargando. Pero bueno, dijimos, vamos a hacer esta excursión, pues porque nos nos parece que tiene que tiene cierto

perfectamente. Además, con calma, nosotros tomamos el primer zandabado, pero se puede se puede ir un poquito más Sí, a partir de marzo del

dos mil veinticuatro va a de marzo del

dos mil veinticuatro va a haber que cambiar de tren,

porque habrá que ir con el Sandavado, con el Thunderberg, este límite exprés hasta Suruga, y ahí cambiar al Shinkansen desde Suruga hasta Fukuy?

Bueno, sí, no se puede hacer desde Kanasawa también.

Se puede hacer

desde Kanasawa, sí. Más fácilmente, más Entrenbalada, además, ¿no? Exacto, pues, bueno, al menos a

primera parte será en trenbalada.

Es espectacular, porque normalmente cuando visitamos templos, a no ser que, por ejemplo, un Collazante, a Loja, Cibeth, ¿no? Parte de los templos, pero normalmente visitas un templo y, a lo mejor, puedes entrar al salón principal, ¿no? Y hasta sentarte ahí en el tatami, ver la imagen principal del templo, ver otros salones, pero como que vas viendo los salones, ¿no? De manera inconexa, por decirlo de alguna manera. Aquí entras y lo primero que te dicen es que estás entrando en un templo, con lo cual te van a tratar como a cualquier persona que está en ese templo, cualquier monje o cualquier persona que está en un proceso de meditación.

Exacto, sí, o sea, cuando entras en el idioma

Se me ha ido la voz. Se te

ha ido la voz.

Un proceso de de meditación, quería

decir. Eres

uno más.

Uno más, pero, o sea, en el sentido de de que fueras un novicio,

casi, ¿no? Sí, sí, entonces es una visita espectacular. Lo que hay ahí dentro es maravilloso, y luego, pues todos los recovecos, ¿no? Te te te lo No, entonces

eso, los recovecos, las escaleras, los rincones, el asomarte en un sitio y ver los las estructuras del templo recortadas contra la montaña que hay alrededor Maravilloso. Completa de vegetación y con las nubes bajas, ¿no? Que que es que da una sensación de misticismo. Maravilloso. Y entiendes por qué allí se ha hecho un templo, porque realmente la energía que hay es especial.

Y lo especial es que tú puedes estar ahí, tú puedes visitar ese lugar y y verlo todo, ¿no? No solo lo ves desde fuera, tú estás dentro.

Total, total.

Entonces, os lo recomendamos mucho y os contaremos más, os contaremos también dónde comer ahí, porque típico comer soba.

Exacto, sobre todo porque están muy orgullosos del soba hecho con alforfón, el trigo sarraceno cultivado allí mismo, en la prefectura de Fukuy, y hay algunos sitios donde se puede ver incluso hasta al artesano haciendo los fideos soba, que luego tú te vas a comer en la parte de restaurante. Entonces, estuvimos en uno de estos sitios y la verdad es que lo disfrutamos mogollón. Es típica comida rápida japonesa, pero porque tardas

Nada y menos.

Nada y menos en Tanto

en preparártelo como en comértelo.

Exacto, pero muy, muy, muy rico.

Y luego volvimos, ya nos fuimos para para Kioto, bueno, ya os contaremos un poco más con más detalle, pero cenamos en un lugar de Jackin Iku, porque teníamos dos reservas de restaurantes de Yakin Iku para este viaje, una en Kioto o tanto Kyou.

La de Kioto era Yakin Iku Mafia.

Yakin Iku Mafia.

Grupo de wagyu Mafia, que si alguno leéis Japonés, que espero que sí, habréis visto que en Tokio tenemos un artículo del Katsu Sando de Wagyu Mafia, ¿no? Este que este sándwich de Tonkatsu empanado, pero de Wagyu con la carne ahí gruesa y jugosa, pues, en este caso, era un sitio de Jackin Iku, pero al estilo Jingishukan. El Jingishukan es la barbacoa coreana al estilo de Sapporo, con una especie de parrilla que parece un casco de, pues bueno, de Gengis Khan, ¿no? De ahí de ahí el nombre, donde colocas a la carne y las verduritas.

Eso, si habéis leído nuestro primer libro, Japonés, un delicioso viaje gastronómico por Japón, ahí contamos, ¿no? Justamente en en el capítulo de Sapporo está. Disfrutamos una barbaridad, el el chico, el camarero, ¿no? Que nos atendió majísimo, muy jovencito, me sentí muy vieja hablando con él. Bueno, en fin, fue muy muy difícil.

Además, ahí este este tipo de sitios está pensado también para turistas y clientes internacionales, porque todo el equipo habla inglés.

Sí, sí, son muy majos, muy simpáticos y ya os lo enseñaremos con más calma en la web porque disfrutamos mucho. Yo, de hecho, bebí un poquito demasiado, tengo que decir que luego un poco piripi, he de decirlo, pero bueno. Y encima llegamos al hotel y me tomé un gin tonic en el hotel para terminar.

Para terminar.

En fin, cosas que pasan, cosas que pasan. Y bueno, ya llegamos al domingo, que era el día que nos marchábamos de Kioto, nos íbamos a Tokio, teníamos reserva en un Hikari a las doce, al mediodía. Así que bueno, teníamos tiempo por la mañana para hacer algunas cosas y lo teníamos muy claro que queríamos ir al Teneriuji en Arashiyama. Entonces, llegamos

Teneryuji es un templo en Arashiyama que lo hemos visto por fuera infinidad de veces desde hace

Bueno, entramos hace muchos años.

Mil años, sí, mil años y

Lo teníamos un poquito abandonado.

Lo teníamos abandonado y además en febrero, cuando estuvimos por la zona que estuvimos viendo toda la parte de Saka Torimoto, que es este barrio de conservación histórica, al terminar de visitar el barrio pensamos, podríamos visitar el Ten Ryuji y así tenemos fotos actuales y demás, pero justo yo me me estaba quedando sin batería y, en ese momento, yo solo tenía una batería para la cámara. Entonces, decidimos irnos al centro de Kioto, un Yodobashi cámara

A comprar una de esas, ¿verdad?

Efectivamente. Entonces, descartamos el Tenryuji y claro, pues dijimos tenemos que ir al Tenryuji sí o sí. Y ya de paso vemos a la se llama también un poco la vista típica, ¿no? En el puente Toketsukyo, el propio el propio, este, el bosque de bambú.

Ah, el bosque de bambú. Yo el qué, el qué, Luis, que te pasa

Es que no me salen las palabras, Laura.

Sí, entonces, y de hecho, lo lo dijiste tú, hay cosas a veces que pasan, ¿no? De que no fuimos al Tener UG en febrero.

Pasan por algo.

Pasan por algo, porque teníamos que ir y estaba mucho mejor ir ahora en, bueno, ya diciembre, ¿no? Tres de diciembre.

Lo bueno es eso, aunque madrugamos para poder ir al Ten Rioji en el momento en el que abrían o quince, veinte minutos después de No,

llegamos justo justo, creo que eran cinco minutos después de que abrieran, porque fuimos primero al bosque de bambú a dar un paseíto rápido por ahí. Visitamos el santuario que hay en el bosque de bambú, estaba muy tranquilito, había gente, pero estaba bastante tranquilito, o sea, estaba bastante bien, y ya nos fuimos al Ten Ryuji. Visitamos, hicimos la visita completa, tanto a los salones como a los jardines, porque podéis hacer solo una de de las visitas.

Exacto, precioso, una maravilla.

Y estaba el momicie, espectacular.

Unos colores tremendos, tremendos.

Nos encontramos a varios japoneses, así que si nos estáis escuchando hola, así nos hizo mucha hecho, yo de hecho, yo necesitaba un café y todavía las tiendas no estaban abiertas, Luis, porque eran las diez menos diez, y muchas tiendas abrían a las diez.

Exacto. Aprovechamos para comprarnos un va un cuch en un tipo de bizcocho con

un tipo de De Matcha, ¿no?

Sí, que en este caso de matcha, de una tienda nueva que había abierto creo que el once de noviembre de este mismo año, es decir, unos pocos días antes.

Compramos ahí el lucecito, al final encontramos para tomarnos un cafecito, nos tomamos un cafecito y lo gracioso es que, claro, nosotros nos estábamos yendo ya de a ese lado.

Llegando todo el mundo.

Luego bajamos al puente, ¿no? Lo que has dicho, para ver un poco

Y es curioso, porque a veces nos preguntaba gente en las redes sociales es, ¿cómo habéis hecho para tener estas fotos con tan poca gente?

Pues fíjate, yendo tan pronto que cuando nosotros nos estábamos yendo de Araxiyama, el el la calle que baja, ¿no? De la estación de Geyar hacia la zona centro de Arachiyama estaba a tope de gente, bajando, claro, ellos se estaban yendo hacia Arachiyama y nosotros éramos los únicos que le daban sentido a la estación. No, pues bueno, llegamos a la estación, tomamos las maletas que las habíamos dejado en una consigna y ya tomamos el Hikari justamente hacia Tokio. Llevamos muy bien porque teníamos el hotel justamente en Shinjuku.

Exacto, con lo cual llegamos, nos bajamos en Shinagawa, porque desde Shinagawa la línea Yamanote hasta Shinjuku es un poquito más corta, ¿no? No hace falta ir hasta la estación de Tokio, llegamos con la línea ya manote, lo bueno es que íbamos con con las maletas estas que no son muy grandes, con lo cual nos molestaba demasiado. Y encima nos bajamos en Yoyogui, la que es una estación antes de Shinjuku, con lo cual también mucho más tranquila que la propia de Shinjuku para ir con con maletas, y nos fuimos al hotel que estaba, pues, por la zona de la nueva salida sur de de la estación de Sinjuku.

Nada, andando desde la estación de al hotel, pues serían ocho minutos, ¿no? Llegaba diez minutos, o sea, muy bien. Dejamos las maletas, hicimos el check in, de nuevo, pim pam pum pum, todo muy rápido, y nos fuimos porque teníamos dos cosas que queríamos hacer esa tarde. Una era ir a los jardines Kyufurukawa y otra era, que ahí sí que teníamos entrada, ver la iluminación de los jardines Rikuyen.

Sí, porque además este día era el tres de diciembre y los jardines, muchas de las iluminaciones de las de Momiji acababan justo, pero no solo en Tokio, sino en general en todo Japón, acababan el tres de diciembre. Entonces, teníamos que hacerlo este día.

Sí. Entonces, bueno, nos daba un poco de miedo no tener tiempo. Al final, sí, tuvimos tiempo. ¿Es verdad? Que los llegamos una hora antes, lo que estaba previsto, lo teníamos superbién previsto, fuimos muy realistas a la hora de hacer el planning, porque oye, llegamos más o menos como a las cuatro de la tarde y tuvimos una horita.

Era que tuvimos como caía la luz hiper rápido, que al final ya los últimos diez minutos

estaba bastante oscuro, cerraron los jardines,

salimos. Estaban preciosos, sí, La parte de las rosas espectacular con con ese edificio del período Meiji, y luego toda la parte del jardín japonés con el estanque, los pinos, el Momicie, maravilloso. Tenéis que ir a sus jardines, son una barbaridad, bonitos.

Son muy bonitos, y desde allí nos fuimos andando hasta los Riku Guillén Exacto. Que tuvimos que esperar un poquito hasta que abrían, que realmente las

Entramos antes un poquito, ¿no?

Entramos un poquito antes. La zona de entrada para la iluminación nocturna es diferente de la entrada principal cuando vas al a los jardines Rikuyen en horario normal. Entonces, ya se veía. Había gente en la calle que tenía unos carteles que decían, por aquí para

la entrada. Me encanta esto. En Japón la demora.

Muy claro. Y es curioso, porque nosotros habíamos comprado la entrada con antelación para no quedarnos sin ella y había una cola bastante grande, pero muy,

muy grande

de gente que quería entrar a los jardines Ricuyén, porque encima es eso lo que

decimos, es el último día, pero que no tenían la entrada comprada.

Y era, pues, parecido a los, de nuevo, a los parques temáticos, una cola que podía durar una hora o o incluso más, una hora y media de cola de la cantidad de zigzags que se hacía hasta llegar a la zona donde te vendían los tickets en el momento.

Con lo cual, recomendación, si queréis ir, por ejemplo, el próximo año, comprad las entradas. Estas, además, todo lo todo esto lo hicimos porque hay alguna cosa que queríamos hacer que estaba era solo, ¿no? Para japoneses, realmente necesitabas tarjeta de crédito japonés, teléfono japonés, etcétera, etcétera. En este caso, no. En los Riku Guillen pudimos comprar las entradas, es decir, lo podéis hacer todos vosotros también igual, merece la pena, merece la pena comprar la cámara.

Sí, sobre todo cuando estás llegando, ¿no? A esta zona y le dices, no,

Tengo la entrada.

Tengo tengo entrada previa.

Y hacen pasar por un pasillo que, de hecho, Luis, tú te Yo estaba superextrañado porque no había nadie. Y, claro, que, de hecho, Luis, tú

te Yo estaba súper extrañado porque no

había nadie, y claro, había gente por como por otras partes y yo

Luis lo decía, pero pero seguro yo he dicho,

Luis, que sí, que me han dicho que los que teníamos entrada, que era por aquí, claro, nos, entre comillas, colamos, no nos colamos, pero me refiero, había una cola impresionante y tú ibas andando por un por un pasillito tiqui tiqui tiqui tiqui tiqui tiqui tiqui tiqui tiqui hasta llegar a que te comprobaban la entrada, muy majas también la la señora que que nos comprobó la entrada y ya entramos. Fantásticos los jardines. ¿Tengo ganas de verlos de día?

Yo tengo ganas de verlos de día porque

No se puede todo, pero no

se puede todo, porque los jardines al final cuando los ves de noche con esta iluminación, lo que ves básicamente son fogonazos, ¿no?

Las estampas, ¿no?

Son como postales que ellos han decidido, ¿no? Los sitios que consideran bonitos, que son los que iluminan y, claro, esas esas imágenes realmente son muy, muy bonitas, aunque a veces en foto cuesta, ¿no? Porque está muy oscuro, pero todo lo que hay alrededor te lo pierdes porque, claro, todo lo que hay alrededor está oscuro y, realmente, los jardines son muy bonitos, pero, claro, no puedes tener las dos cosas cada vez.

Otro año los veremos de día

Otro año los veremos de día, sí, sí. No pero es eso, es uno de los sitios como más clásicos para ver en Momiji de noche.

Súper, súper, súper bonito. Luego, hicimos un cambio de planes al día siguiente, porque, bueno, teníamos apuntado ir al museo del Romance Carr el martes, pero el martes el museo cerraba, así que lo hicimos el lunes, los

primeros días.

Una excursión fan with trains total.

Sobre todo porque el museo del Romants Car sabéis que el Romants Car es este tren de Odakiu que conecta Shinjuku con Hakone, y que normalmente la primera fila de asientos está justo delante del todo del tren, ¿no? Es decir, no tienes la cabina del conductor porque la cabina del conductor está elevada, lo cual esa fila de asientos tienes unas vistas panorámicas que son maravillosas, sobre todo si se ve el monte Fuji, ¿no? Que se ve

Que se ve en muchos casos. Se ve

en muchos casos en el camino a Hakone. Y claro, el Museo del Romance Carr está en tren directo desde desde Shinjuku, por eso también nos habíamos buscado el hotel en Shinjuku para no tardar tanto en

Todo encajaba, todo encajaba. Un museo chiquitito, pero muy amable, muy chulo y

Muy chulo

y los

Romance Card, que tienen ahí clásicos, son preciosos.

Está muy bonito, es verdad que hay una parte, por ejemplo, de, como lo llaman de ingeniería o de conocer, ¿no? Enciclopedia Claudia, no me acuerdo cómo se llama. Está todo en japonés Sí. Que dices, hombre, estaría bien que, pues, eres alguna cosita en inglés, alguna

Sí, y luego tienen algunos carteles en inglés de cada tren, ¿no? O explicando muy brevemente.

No había mucha gente, la verdad. No. Es verdad que, bueno, era un lunes, ¿vale? A mí me gustó, me gustó bastante, es una excursioncita.

¿Y tiene un diorama ese museo?

El diorama es espectacular.

Tiene un diorama espectacular, porque básicamente es un diorama de lo que es la línea que que utiliza el Romance SCAR. Entonces, en una en un extremo del diorama tenéis Shinjuku y en el otro extremo tenéis Hakone. Pero como el Roman también a veces conecta, pues llega hasta Odagora, pues tenéis Odagora, también se ve

Enura, Kenoshima, se

ve Kamakura, y está recreado de una manera que, claro, cuando tú has estado en esos sitios, vas reconociendo todos esos lugares de interés.

Bueno, y hasta hubo un lugar que lo vimos, que luego nos sentamos ahí con Google Maps a investigar, porque decíamos, vale, sé qué es esto que hay a la derecha y sé qué es esto que hay a la izquierda. Ese funicular no lo tengo no lo tengo yo en mi lista, vamos a ver si descubrimos dónde es, ¿no? Lo descubres, te lo guardas para futuras excursiones. Entonces, está súper, súper chulo. Bueno, después de ver el museo del Romance Car, nos fuimos a la zona de Asaboday Hills.

Exacto, era algo que yo también quería quería hacer, porque justo se inauguró el día veinticuatro, creo, de noviembre Sí,

yo creo que una semanita antes de que

Sabéis que a a Sabudai Hills, lo que es la torre principal de este nuevo desarrollo en el centro de Tokyo, muy cerquita de Ruponge, es ahora mismo la el edificio más alto de Japón, ha superado a la torre Abeno Harukas de Osaka, tiene trescientos treinta metros de alto, pero todo lo que es el desarrollo es espectacular. La propia torre es gigante, ya no solo de alto, sino también es

De ancha.

Muchísima. Y luego toda la parte baja, lo que es el el Gallery, ¿no? Creo que lo llaman o algo

así, que es donde Darthben Gallery.

Exacto, que es donde va a estar en febrero el Team Lab Borderless. Es una zona muy bonita, está todo lleno también, o sea, la arquitectura es muy bonita y está todo lleno de restaurantes, de cafeterías, de restaurantes, de cafeterías, pastelerías, es una zona para Sí que es

verdad que hay muchas cosas que no van a abrir hasta primavera del año que viene, de dos mil veinticuatro. Es decir, se notaba que habían inaugurado el complejo, pero a medias, entre comillas, ¿no? El propio museo Team Lab, pues hasta febrero no estará abierto, en fin, ¿no? Que había muchos carteles de todo esto en primavera de dos mil veinticuatro, así que bueno Pero

es un desarrollo espectacular.

Es además superbonito, el diseño es muy muy muy bonito, y encima desde la planta treinta y tres, de la Morej JP Tower, esta torraca que hay ahí, pues tenemos

Repíteme ese numerito.

Treinta y tres. Tenéis un miradorcito que, de momento, al menos, es gratuito, no es trescientos sesenta, es solo una parte, pero vaya, vistas de la Torre de Tokio con además el Rainbow Bridge al fondo.

Sí, sí, sí, eso.

Es que tienes en la Torre de Tokio ahí delante.

Sí, es tu vecina la Torre

artículo de todo este complejo, porque además hay

un santuario por ahí chiquitito, curiosón, hay un una especie de templo extraño de una organización budista. Sí,

fin. Hay varias cosillas interesantes, ¿no? Y bueno, justamente, relativamente cerca, relativamente está Ropongi, y ahí también nos acercamos para ver uno de los lugares con lucecitas de Navidad que más de moda se han portado.

Sí, porque es verdad que estábamos en unas fechas en las que ya había muchas luces de Navidad. Tenemos un artículo sobre iluminaciones de Navidad en Tokio, que tienes un montón de ideas, pero por ejemplo, las de Shibuya, las de tal, nos perdimos casi todas porque no teníamos tiempo, pero al menos las de la cuesta que yakisaka, ¿no? Que son es esta cuesta que hay en Ropón y que tienes al fondo la torre de Tokio con todos los árboles llenos de luces, pues nos apetecía nos apetecía verla.

Así que, bueno, fuimos para allá. Sí que es verdad que llegamos un poquito pronto, tuvimos que esperar a que se encendiera.

Media horita, porque se enciende a las seis.

Al las seis o a las cinco, a las seis, quizá era así, no lo recuerdo. Bueno, es igual, o a las cinco o a las seis, es igual. Estábamos

Nosotros llegábamos a las cinco y media y se encendía a las seis.

Pues vale. Un caos de gente, os lo tengo que decir. Eso además, arriba era un caos para hacer la foto, pero luego cuando bajabas en la parte de abajo, claro, hay un cruce y hay un señor que pega a gritos. La poesía. Pues sería, pues yo ni le vi al pobre, solo lo escuchaba, Que pegaba a gritos y va diciendo, se acaba de poner el semáforo en verde, pero atención, porque se va a poner en rojo enseguida, que se va a poner en rojo, que se va a poner en rojo, que se va a poner en rojo.

Claro, porque en el momento en el que el semáforo se pone en rojo, pues toda la gente se arremolinaba, se agolpaba el paso de cebra para hacer fotos a nivel de calle de esa avenida con los árboles iluminados y la torre de Tokio al fondo.

Muy absurdo.

Muy absurdo porque además es, no son fotos normales, sino, espera, que me pongo la foto, me quito el abrigo, pozo, me ahora con el palo selfie, ahora no sé qué, ahora no sé cuánto es y todo

La gente corriendo de ahí arriba para, mira, yo te dije, ¿pero esto qué es? O sea, ¿que nos nos hemos vuelto tontos o qué pasa? No lo termino de entender, yo no soy influencer, a mí estas cosas me cuestan. Así que, bueno, ahí se quedó la historia y ese día cenamos en otro de los lugares de Yakiniko que teníamos

muy visto. Yakiniko Nakahara. Nakahara es un señor japonés que, bueno, nació en Estados Unidos, pero a los cuatro años se fue para Japón, familia japonesa, claro. Y si habéis leído Japonismo, habéis leído de hamburguesas ricas de Kwagyu, la de Henri's Burger, pues Henri's Burger es una cadena que ha montado este señor, que tienes unas hamburguesas riquísísimas. Y, claro, pues tiene un restaurante de Jackie Niku, en la que hay, pues mesas en las que tú te lo cocinas, pero si te sientas en barra, te lo cocina él y es una barbaridad.

Es un

espectáculo,

Sí, porque utiliza el mejor wagiu que puede conseguir de un de un ganadero de confianza y básicamente aprovecha absolutamente todo. De hecho, Nakahara es famoso por la lengua. La lengua algunos os puede echar un poquito para atrás, aunque, por ejemplo, en sitios como Sendai se come bastante, pero señor hace tres cortes diferentes de lengua, que es algo bastante único, y uno de ellos es, a nosotros nos pareció de lo mejor que comimos en toda la noche, y eso que, claro, luego había cortes típicos como el solomillo, el no sé qué,

que Fíjate lo curioso, Luis, que no me acuerdo, entre comillas, y que me acuerdo, pero no me dejaron tan impactada los cortes deliciosos, ¿no? Los cortes que ya de por sí sabes que van a estar buenos. Claro. El solomillo y tal, ya es que ya sabes que eso tú lo ves en crudo y ya estás salivando. Tú ya sabes que eso va a estar bueno.

Y estaba muy bueno, estaba muy bueno.

Sí, porque cuando ves en crudo uno de los cortes de la lengua, el tercero que nos comimos, no daba la sensación, ¿no? Me dices

Ves un trozo de, bueno, la carne, claro, no, eso para mí fue de lo mejor de la cena. Es que todavía me estoy relamiendo lo bueno que estaba eso, y yo soy una persona que no suele comer este tipo de cosas, no me suele gustar. Y aquí cuando contratamos el menú dijimos, mira, a a con todo,

a todo,

es igual. Siempre hay agua o cerveza que puedas beber para, ¿no? Ayudarte a tragar cosas si algo no no te gusta. Venga, a tope. Justamente lo que más miedo me daba es lo que más me gusta.

Exacto, un sitio perfecto. Y ya al día siguiente, pues Último día. Que volver. Exacto. Lo que pasa que teníamos el vuelo a las diez cuarenta y cinco de la noche.

Eso nos dejaba un montón de tiempo para aprovechar. Y bueno, pues estando como estábamos en Shinjuku, pues hicimos cosas que habían que estaban previstas para el día de antes, pero como habíamos cambiado lo del museo del Romance Car, pues los hicimos en este día. Y fuimos a ver el parque Shinjuku-Gyoen.

Bueno, antes pasamos a ver el gatito de Shinjuku nada, simplemente porque nos nos venía bien de paso.

Menciones del gatito.

Exacto, el gatito de Shinjuku, y luego fuimos, como tú dices, a los Shinjuku guion.

Que es un unos jardines que tenemos artículo en Japonismo desde hace mucho, mucho tiempo, pero con fotos muy, muy antiguas, y además, ¿no? Justo se veían desde la habitación de nuestro hotel, el sitio Kuguionen, dijimos, bueno, pues mira, vamos a a volver, vamos a rehacer fotos, además en Momilli, que aunque las fechas, bueno, estaba muy bonito.

Estaba precioso, había algunos árboles que ya tenían hojas caídas, pero otros que estaban en su punto espectacular.

El único problema es que el día estaba un poco gris y los el cielo el cielo estaba un poco complicado para las fotos, pero bueno.

Pero estaba preciosísimo, nos encontramos más japonesas también justamente ahí, disfrutamos de una visita muy relajada, he de decir, lo Rosaleda estaba espectacular también, en fin, disfrutamos de de esos shinjuku gyoen. ¿Y qué hicimos luego?

Nos fuimos a ver Meiji Es

verdad, el el

Meiji, como es mi No,

el Jingugai en eso es, sí, que Es

la avenida esta llena de gringos, ¿no? Esta que es todo lleno de árboles con hojas amarillas en en otoño.

Que de nuevo había gente gritando, que vienen los coches, que vienen los coches. En fin, me parecía un poco locura

Es un poco locura para una avenida relativamente cortita que, vale, pues tienes árboles gringos con las hojas en amarillo, tanto en el suelo, porque ya se han caído muchas, como otras en todavía en el árbol.

A ver, están planteando a los

dos lados, pero dices, pero ya está.

Sí, vamos a ver qué pasa con toda esta zona, porque esta zona es la zona de la polémica que hay previsto un gran desarrollo de toda esta zona. Muchos Tokyotas, muchos japoneses están en contra de este desarrollo.

Claro, porque parece ser que ese desarrollo acabaría con avenida.

Vamos a ver qué qué sucede con, no sé si se va a mantener parte de la, no lo sé, no no estoy no estoy muy pendiente del tema, estoy más pendiente un poco de la polémica, de la recogida de firmas que se está haciendo, en fin, vamos a ver qué sucede.

Después de esto, comimos.

Comimos curry.

Comimos curry, y después, pues, nos fuimos a hacer las dos últimas visitas que teníamos previstas.

Bueno, nos fuimos a los jardines Hinokashira, que también habíamos estado, bueno, varias veces, pero

De nuevo, teníamos un artículo antiguo con pocas fotos, etcétera,

y Qué bonitos estaban los Y

también se llega fácilmente desde Xinjuu, desde donde teníamos el hotel.

Que nos interesaba para que luego al volver fuera fácil, entre comillas, llegar al hotel. Al final es fácil todo, ¿no? Pero me refiero, ya estamos encantados y demás, entonces

cambiando mucho de tren y nada.

Algo que fuera como muy directo, así que esa línea perfecta. Estuvimos en los Hinokashira también muy relajados, estuvimos paseando, estaba preciosísimo. Y y bueno, luego desde Kichyyoshi hasta los Hinokashira anduvimos, claro, ¿no? A los cinco minutitos, ¿no? Porque el parque está ahí mismo.

Pero qué chula es Kichilloji. En ese barrio

Kichilloji es maravilloso,

un montón de tiendas de de ropa de segunda mano, muchas puestas Es un

Japón muy diferente.

Sí. Había hasta un momento que le dije a Luis, ¿no? Te dije, es que no parece Japón en Y ahí yo es verdad que yo ya estaba muy cansada de decirlo. Yo ya tenía el chip de, bueno, ya nos vamos, venga, vamos a buscar las maletas, no vamos a todavía era muy temprano, no podíamos, pero ya sabéis que eso pasa a veces, ¿no? Y teníamos en la lista otros jardines que queríamos ir a ver, pero a mí me daba mucha pereza.

Es verdad que estaba en la misma línea de tren, era Es que

es eso, tenía todo el sentido básicamente me empeñé y le dije a Laura, venga, vamos a hacerlo, que si no luego nos va a costar, porque no sé cuándo volveremos a Japón, a lo mejor el verano de dos mil veinticuatro, pero bueno, ya son varios meses adelante, ¿no? Pues vamos a verlos, y la verdad es que fue una maravilla.

La el el sorpresote, fue la, buah, la gran sorpresa del viaje.

Es un sitio relativamente pequeñito, pero en el momento en el que pagas la entrada y entras, de repente, ¿no? Pues hay como varios, unos árboles que hacen como una especie de de techo de hojas, y justo doblas así como una esquina y y ves al fondo todo lleno de colores rojos, naranjas. Claro, en el caso del de es espectacular, es espectacular. Sí, colores rojos, naranjas

Claro, en el caso del de Idden Momicy es espectacular, pero luego creo que esto en verano también tiene que estar preciosísimo. Hay un momento que ves lo que es el estanque, el jardín, lo ves desde arriba, que hay una casa de descanso desde arriba, es impresionante. Y dices, ¿cómo puede estar esto aquí en medio? ¿No? Impresionante, así que, bueno, tenemos muchas ganas de de ver esas fotos que has hecho Luis y de ponerla, de hacer un artículo en la web, porque creo que es un lugar precioso, evidentemente en Mommy G, pero también en cualquier época del año, y y estábamos casi solos.

Había un grupito, nada, de cinco o seis personas que iban con la historia guiada, y nosotros, no había nadie más, ¿no? Estaba muy muy muy tranquilito, así que es súper súper chulo.

Y de ahí ya, pues, nos fuimos al a

Tomamos el tren de vuelta directos a Shenjuku, nos fuimos al al aeropuerto, en este caso. ¿Janeda? Era Haneda.

Con lo cual tomamos la línea Yamanote otra vez desde la estación de Yoyogui, no las de Sinyuku, que Sinyuku es mucho más confusa, de Yo Yogui mucho más fácil, pues hasta Hamamatsucho, y ahí el Monorrail de genera que con el Gear Pass, ya sabéis aunque el Monorrail no sea parte del grupo GEAR, tienen ese acuerdo y se puede usar con el

GEAR Pass. Haneda o es un aeropuerto fantástico, tiene un ambiente maravilloso antes de hasta de facturar o, bueno, si si puedes facturar antes, lo

tienen en este momento. Restaurantes interesantes

Vienditas, esa reproducción del del puente, ¿no? De Nichon Basic.

Sí, está muy bien.

Está súper chula, hay actuaciones también así culturales, está muy guay. Entonces, es un aeropuerto que, ah, joder, me gusta muchísimo. Facturamos ahí, sí que tuvimos el vuelo en Premium Economic. Sí. No íbamos en business, y madre mía, entre que el vuelo era nocturno, ¿vale?

Porque nos fuimos a dormir al final a las, entre que te dan de cenar y todo, eran las dos de la madrugada, hora de mi reloj, ¿no?

Sí, la hora japonesa algo.

El vuelo era nocturno, estábamos muy cansados de todo esto que os hemos explicado, que hemos

hecho Y aunque la Premium Economy no se pone el asiento plano como en business, evidentemente, pero tiene una reclinación impresionante.

Dormimos diez horas.

Sí, sí, sí, sí, fui al baño.

De esas diez horas, o sea, a las a las cinco horas me desperté, fui al baño y me volví a quedar dormidísima, tan dormida que hubo una vez que me desperté con un mini ronquidito propio, ¿no? Lo típico que te despiertas cuando estás, sobre todo, en este tipo de situaciones. Dormimos una barbaridad. Un vuelo maravilloso, fantástico, vamos, es que una maravilla, yo de los mejores vuelos, de verdad, que que he tenido, De hecho, cuando nos despertamos, encendí la pantalla, fuimos otra vez al baño, encendí la pantalla y vimos que quedaba una hora cincuenta y cuatro para llegar.

Y dices, joven, ¿cómo puedes hacer?

Y hasta Luis dijo, ¿cómo? ¿Qué ha pasado? Y mira que era un vuelo hiper largo, claro.

Sí, sí, sí.

Una maravilla. Entonces, eso nos ayudó mucho a que luego el jet lag, pues, lo superáramos también bastante más rápido, ¿no? Un buen

Al final ha sido un viaje fantástico, hemos hecho casi cuatro mil fotos, un montón de vídeos y vemos sacando los contenidos poco a poco a poco. Pero bueno, Laura, nos quedamos sin tiempo para Japonés mini.

Pues yo creo que vamos a ir muy rápido.

Vamos a ir muy rápido, sí, porque ya nos hemos enrollado suficiente.

Sí, sí. En este japonismo mini, pues ya podríamos mencionar que hoy estamos grabando esto el martes, ha salido el kanji del año. Exacto. Y kanji de impuesto.

Que es como qué emocionante.

Es un poco sexy, es poco sexy. Pero bueno, ya sabéis que es tradición, ya lo pondremos en la web. También tenemos, como hemos estado en Japón, no hemos podido, pero tenemos pendiente el artículo de las palabras del año, que siempre está chulo

Siempre está chulo ver.

Echar un vistazo un poquito a los temas, ¿no? A lo que se ha movido más en Japón en este dos mil veintitrés. Y, bueno, tenemos que comentar, que ya sé que vamos muy mal de tiempo, pero tenemos que comentar el calendario de fotos.

Exacto, el todos los años hacemos un calendario de fotos pero, desgraciadamente, en los últimos años las fotos eran fotos antiguas de Japonismo porque, claro, no

se podía

ir a Japón. Entonces, acabamos de hacer el calendario de fotos de dos mil veinticuatro y hemos utilizado todo fotos de este último viaje de Momiji. Pensábamos utilizar fotos del viaje de febrero, la mitad, y otra mitad de fotos del viaje de Mommy, pero cuando estábamos viendo un poco fotos de de este último viaje, había sitios tan bonitos, tan espectaculares, que al final han salido las doce

De hecho,

nos han hablado. Diciembre.

La de diciembre es diferente, pero

diciembre es de de Keyakisaka.

Hombre, no lo diga, hombre, ya lo ha dicho, ya ha hecho los

Pero las otras once son todas de Momiji y diréis, ¿cómo consigo el calendario de fotos? Pues, bueno, si estáis suscritos a la newsletter de Japonismo, Japonismo punto substack punto com, aunque al final de cada artículo de Japonismo tenéis un recuadrito donde está el enlace para pinchar, Si estáis suscritos el diecinueve de diciembre

Próximo martes.

Exacto. Llega una newsletter en la que hay un enlace de descarga.

El enlace de descarga estará disponible hasta mediados de enero, creo que es hasta el quince de el calendario, porque luego se desactiva y ya no está ya no está ya no se puede descargar de manera gratuita. Así que haceme caso, o sea, recibís la newsletter, pues os vais, descargáis el calendario y ya, pues lo dejéis ahí y ya luego veis qué hacéis con él, pero

con él

la foto de

fondo de pantalla, por ejemplo, cosas así.

Bueno, sabemos de gente, creo que Coke me parece que algún año se lo ha impreso y lo tiene impreso, si no de fondo de pantalla mola, ¿verdad?

Claro, porque el calendario, además, tiene todas las fechas y las fiestas típicas japonesas, para que os enteréis un poco si estáis haciendo viajes o algo. Ah, mira, pues este día es festivo, este día tal.

Echadle un vistazo a la web, si ponéis calendario Japonismo, vais al artículo relacionado con el calendario donde explicamos también un poco más todos estos festivos, ¿no? Los los coloritos que hay en el los numeritos ahí en el calendario. Así que bueno, eso importante. Como vamos muy mal de tiempo, comentarios, los vamos vamos a dejar Los dejamos

y hacemos la palabra japonesa, que yo creo que no podría ser otra que

No puede ser otra que Scareta.

Que no es Scalator, que esto lo dicen mucho también no,

que viene de el verbo es estoy cansado, estoy cansada. Esto lo dices mucho justamente, pues, por ejemplo, ¿no? Terminas de subir unas cuantas escaleras en un templo. No, no el kamidaijo. Eso no es su careta, esto ya es, estoy muerto definitivamente.

Pero no, lo típico de ah, llega hacia arriba y vais a oír mucho a los japoneses que dicen, ah, zcareta, ¿no? De Tú que no tenés. Me cansado, ¿no? Uf, qué cuán cansada me siento ahora mismo, ¿no? Lo usan muchísimo, así que también es una manera de de a veces

Esto es una de esas cosas

que a veces de Conectar con la gente, ¿no?

Totalmente, pero de lo curioso que resulta el japonés, porque cuando ves los team translation, ¿no? Ves como que cuando le dicen a Bill Murray algo, en inglés se lo dicen en una frase, pero en japonés es muy largo, porque a veces, claro, estás utilizando ahí el japonés muy formal. Pero en este caso es justo al revés, a veces, porque no dices estoy cansado y tal, solamente es la palabra, cansado.

Además

Y ya transmite toda una frase.

Se usa en un momento que en inglés o hasta en español no lo usaríamos. No. Tú cuando terminas de subir, no sé, unos cuantos escalones, llegas arriba, ¿no? De un templo y dices, guau, a lo mejor hasta dices, perdón, joder, uf, ¿no? Algo así.

No no decimos, uf, ¿cómo me cansao? Es un poco extraño. En cambio, en japonés se usa justamente el y para otras cosas también, ya lo

hemos hecho. Como una intergestión en español, ¿no? Como ese joder que has dicho tú, pues eso, a nivel de intergestión, porque no es una frase, ¿no? No es un, ay, qué cansado estoy.

Exactamente, ¿no? Entonces, bueno, nosotros después de este viaje podemos decir un gran scareta, pero hemos disfrutado mucho.

Hemos disfrutado.

Así que bueno, Sarna con gusto no pica y canzamiento con gusto tampoco cansa, o algo así.

Oh, sí, o algo así.

Mátate.

Episodios recientes