Fui técnico de fotomatón durante más de 40 años y esta fue toda mi experiencia

00:00 /1h13

Episodio de HOY

Hoy volvemos a tener uno de esos epiosdios especiales en Photolari. Viene a visitarnos otro de esos "héroes anónimos" de la fotografía y su oficio. Luis Morales fue trabajador durante más de 40 años de la empresa de fotomatones Tecnotron. Su principal labor fue ser técnico de estos aparatos que han sido, y son, parte de nuestra vida cotidiana.

Luis nos va a contar muchas anécdotas de su oficio, de cómo comenzó el fotomatón en España, cómo se construían y funcionaban, y cuales fueron sus labores como técnico hasta su jubliación recientemente.

Estos podcast son complicados de gestionar y conseguir, así que queremos darles las gracias a la empresa Tecnotron por ayudarnos a descubrir a Luis. Y es que desde Photolari queremos seguir dándole esa importancia a esa gente que está (o ha estado) en la sombra, y que sin su trabajo hacia la fotografía no podríamos haber tenido muchas cosas de las que tenemos. Espero que os guste y que lo compartáis mucho.

Tras él, tendremos a Álvaro, que viene como sustituo de Iker en su sección. Así que quedaros hasta el final para escuchar a Álvaro... que para una vez que viene... Que además ha salido recientemente hablando de música en un nuevo podcast "Disco Prestado".  

https://podcast-espana.es/podcast/disco-prestado

*Este no es un podcast patrocinado. La empresa Tecnotron se ha prestado desinteresadamente a ayudarnos en la producción del episodio.

Enlaces del Podcast

Twitter de Photolari https://twitter.com/Photolari

Twitter Rodrigo https://twitter.com/RodrigoRivasPH

Instagram Rodrigo https://www.instagram.com/rodrigorivasph/

Transcripción

Bienvenidos amigos de Fotolary a este vuestro podcast. Hoy, en este episodio, vamos a hablar de un aparato fotográfico que estoy seguro que en algún momento de vuestra vida ha sido parte. Estoy casi seguro. Ya fuera desde hace 30 años, 20, 10, incluso puede ser hasta de la semana pasada. Y es que hoy vamos a hablar del fotobatón. ¿Quién no se ha renovado la fotografía para el DNI, para el pasaporte, o incluso

ha estado de fiesta y se ha hecho alguna foto en un fotobatón hace una semana? Por decir algo ¿no? Siguen estando vigentes, aunque es verdad que las opciones han ido mutando. De las que ya tenía, han añadido muchas otras. Bueno, pues en vez de hablar simplemente de la historia del fotobatón como tal, ya digo que lleva desde los años 60 aproximadamente en nuestro país, en España, vamos a hablar de él pero desde una manera, bueno, anécdotas, cómo funcionaba, cómo ha ido transcurriendo

ese funcionamiento, cómo ha ido cambiando, porque el fotobatón al principio, ¿vale?, para que lo sepáis, funcionaba por químicos, por líquidos, igual que la fotografía analógica. Y bueno, hoy para hablar de todo esto he traído uno de esos héroes anónimos, ¿sí? Como José Escalera, aquel fotógrafo que escuchamos de esa tiendita en Extremadura que ha estado toda su vida trabajando de fotógrafo para la zona.

Pues hoy exactamente igual. Vamos a traernos a un técnico que ha estado toda su vida trabajando en los años 60 cuando la empresa en la que ha trabajado, que ha sido hombre de una sola empresa, Tecnotron, que es la empresa referente dentro de los fotomatones en España, creo que muchos la reconoceréis, ¿vale?, porque ¿quién no se ha hecho una fotografía en un aparato de estos fotomatones Tecnotron, ¿vale?, es la empresa referencia.

Y este hombre que es Luis Morales, ha trabajado toda su vida, hasta hace poco que se acaba de jubilar, en esta empresa, desde que se fundó prácticamente, y yo creo que va a ser muy interesante porque nos va a hablar de todo lo que ha podido ver en los fotomatones, cómo funcionaba, ya que él era técnico. Los fotomatones salía a la calle, ha salido a la calle durante muchos años, ha tenido que, pues no sé, limpiarlos, saber cómo funcionan, ver los líquidos, bueno, todo.

Y ha visto todo, lo cómo ha mutado, ¿no?, desde esa época de los químicos hasta esa parte digital, o esa parte semidigital, y yo creo que es muy interesante porque es un aparato que ha estado, como digo, entre nosotros durante muchos años, y merece la pena que lo comentemos, lo hablemos, y más, conozcamos a esta gente, como digo, igual que con José Escalera, que ha estado toda su vida dedicada a la fotografía, y que muchos hemos usado

estos servicios, y muchas veces no los hemos valorado como se merecen. Así que vamos a hablar con él, y también vamos a hablar con Álvaro, que viene a sustituir a Iker esta semana. No, Iker no está malo ni nada parecido, es que, bueno, he querido invitar a Álvaro, que como nunca suele venir, pues le he dicho, Álvaro, vente para acá, que Iker habla demasiado, y a ver qué nos cuenta Álvaro, ¿vale?, con su cambio de, digamos, de registro, así

que bueno, vamos también con Álvaro, no os lo perdáis, porque ya solo por el hecho del cambio merece la pena. Lo dicho, vamos con Luis, que estoy seguro que es superinteresante conocer estas cosas que muchas veces no valoramos. Fotolary Podcast, fotografía, vídeo y lo que surja. Con Rodrigo, Iker y Álvaro. Bueno, pues hoy tengo a nuestro invitado, una persona muy especial, muchos probablemente no le conoceréis por su nombre, porque ya sabéis que a nosotros hemos querido empezar

a atraer a gente que se dedica o se ha dedicado a la fotografía desde una perspectiva, pues muy distinta, muchas aristas, ¿no? Y en este caso tengo a Luis Morales, que como hablábamos del tema del fotomatón, pues me he traído aquí un invitado que ha sido técnico, bueno, toda su vida laboral prácticamente, ahora nos contará un poco, en la empresa Tecnotron, que creo que es una empresa que, bueno, todos los que a lo mejor, tanto ahora como incluso mucho antes, muchos os sonará

porque era la empresa de fotomatones que estaba por la calle desde hace muchas décadas en España, ¿no? De hecho, desde la época de los años 60, que empezaron en España, pues han estado con nosotros en el país de España, los que seáis de España y estéis escuchándolo, y nada, voy a darle paso y voy a saludarle, así que, ¿qué tal? Luis, muchísimas gracias por venir. Buenos días, Rodrigo, muy bien, ¿y tú qué tal?

Muy bien. Es un placer que estés aquí con nosotros para contarnos un poquito. Igualmente para mí. Es un placer para que nos cuentes, pues, un poquito, pues eso, tú, si no me equivoco, has trabajado en Tecnotron, ¿cuántos años has estado en Tecnotron? Porque te acabas de jubilar hace poquitos, según tengo entendido. Con la Mili incluida, 49 años. 49 años, vamos, toda tu vida laboral. Toda la vida.

No he conocido otra empresa. No has conocido otra empresa, o sea, vamos, bueno, como os comentaba, hoy vamos a hablar del tema del fotomatón, es cierto que, bueno, pues, me he traído a una persona que está en una empresa de fotomatón, que es la más conocida en España, vamos a hacerlo así, y me interesa mucho conocer todo un poco la trayectoria de Luis, porque Luis ha sido técnico, ¿no? Has estado prácticamente, empezaste como técnico, ¿no?, en la empresa, dime un poquito

tus inicios y cuál era tu cometido cuando comenzaste, ¿no?, ¿cuál era tu cometido en Tecnotron? Pues mira, el principio de los principios, porque yo entré con 17 años ahí, porque mi padre fue el primero que entró en esta empresa de carpintero, aunque él era electricista, pero como tenía conocimientos de carpintería, pues le llamaron y entró ahí, porque los tejados de los antiguos fotomatones, el armazón, era de madera, entonces los hacía mi padre,

y yo entré ahí un poco como ayudante, porque el director que había para aquel entonces, que era el año 72 o 71, 72, porque yo entré en el 73, pues le dijo, Miguel, ¿y usted no tiene hijos? Y sí, sí, claro que tengo hijos, entraron dos hermanos míos, luego yo, y luego un cuarto hermano, o sea, y hemos estado en la empresa, mi padre y cuatro hijos al mismo tiempo. O sea, quiero decir que yo empecé ahí un poco ayudante de carpintero y luego ya empecé

a montar las máquinas, porque los muebles se compraban, se hacían aquí y venía el mueble lo que es vacío, o sea, lo que es el mueble exterior, ¿no? Y ya por dentro se le ponían todas las escuadras para ponerle la cámara, todos los sistemas y tal, y ahí empecé en el taller, y luego ya pasé al servicio técnico de mantenimiento de las máquinas, y eso más o menos, en breve y resumido, creo que fue así, ahora ya tú

pregunta si quieres. No, sí, claro, a ver, súper interesante todo esto, saberlo, o sea, que comenzaste prácticamente como armando lo que era el armazón del propio fotomatón, que era de madera. Sí, sí, sí, era de madera, efectivamente, porque en principio había unas máquinas que eran ovaladas, que eran un modelo que se decía el modelo 22, pero luego ya eran totalmente rectangulares, o sea, lo que es un cajón, ¿no?

Y eso venía totalmente vacío, y había que ponerle las escuadras para ya ir poniéndole todas las piezas de funcionamiento de la máquina, la transmisión, la cámara, el strofe, en fin, todo eso. Y venían incluso sin cableado, o sea, el mazo del cableado venía y lo teníamos que montar nosotros, o sea, todo eso lo iba yo haciendo en el taller de la empresa. Ahora te preguntaré qué partes tenía el fotomatón y cómo lo ensamblabas y demás,

pero tú o tu padre, ¿tenías alguna relación con el mundo de la fotografía, o simplemente tu padre era carpintero y simplemente vio esa oportunidad de trabajo y ya está? No, no, ninguna, ninguna relación con la fotografía, fue un amigo de mi padre que le dijo, oye, Miguel, tú has sido carpintero de joven, ¿no? Pues sí, mira, porque es que está una empresa que está nueva aquí en España que necesita

un carpintero, y fue, y lo cogieron, y ya está. Y entonces, pues ya te digo, como te decía antes, este director que había de la empresa, porque la empresa empezó en una pequeña nabria aquí en la altura de Tetuán, creo recordar que la calle se llamaba Manuela Mínguez, hace muchísimos años, y entonces, bueno, pues este, como la empresa estaba empezando, necesitaba personal, pues le dije, bueno,

este hombre que se llamaba Eugenio Gannatori, italiano, y dice, ¿usted no tiene hijos? Sí, sí, pues váyamelos trayendo para acá, si no tienen trabajo. Y hasta ahí todos mis hermanos eran electricistas, y yo cuando entré en Tecnotron, yo estaba estudiando en el colegio de La Paloma, pero cosas distintas de la fotografía totalmente. Muy bien, muy interesante, ¿y cuándo es ese momento en el que pasas de ayudar a tu padre

al taller? ¿Y por qué? O sea, ¿qué momento es en el que te dicen, oye, mira, métete en el taller? Pues porque, efectivamente, yo estaba el aprendiz, y como la empresa estaba haciéndose, prácticamente, pues necesitaban más personal, y entonces cogieron más chicos, digamos, para mozos o ayudantes, y a mí pues me pusieron ya a montar las máquinas, o sea, fue de un día a otro, o sea, no es que, me dijeron, esto se hace así, así, así, esto va aquí, esto

va allí, y hasta eso es el principio del montaje, y luego ya me enseñaron, lógicamente, el funcionamiento de cada pieza, claro. Claro, tenías allí, tenías a una persona, ¿no?, que te enseñaría un poco todo el proceso, porque, a priori, tú, la fotografía te sonaría chino, todo lo que tendría que ver. Totalmente, totalmente. ¿Cómo fue ese proceso de aprendizaje, o sea, cómo, cuéntame un poquito cómo te empezaron

a enseñar qué era, yo qué sé, cómo funcionaba, por qué tenías que estar a oscuras, o bueno, a oscuras tapadas, o lo que fuera, vamos, todo el rollo. Bueno, en principio, las máquinas eran de blanco y negro, como tú podrás saber, claro, ¿no? Entonces, después de montar todo el cableado, y digamos, la cámara, el sistema de los disparos de los flashes, y toda esta cosa, todos los motores, la transmisión y tal,

pues lo primero que me hicieron fue enseñarme a hacer los químicos, porque venían en polvo, y eso había que disolverlo. Y había un químico que era puñetero de disolver, que era el número seis, yo, en la composición, como composer, no me acuerdo, que lo teníamos que calentar el agua bien caliente porque eso no había Dios que lo disolviera, y dándole ahí con una baqueta para resolver los tanques, los vasos grandes, ¿no?

Y para el revelado de la máquina, que por cierto, si la gente no lo sabe, los fotomatones nunca tenían negativo, se revelaba directamente al positivo. O sea, era como si fuera una Polaroid, podríamos decirlo, prácticamente. Sí, sí, efectivamente, efectivamente, sí, sí. El sistema ahora, si quieres, ya te digo más o menos. Sí, sí, ahora pasamos a ello, pero sí, sí. Sí, se ha pasado. Eso fue lo primero que yo viste.

Y luego ya, pues claro, el funcionamiento de las diferentes piezas de las máquinas, sí, sí. Con lo cual, podemos decir, con respecto a día de hoy, a día de hoy prácticamente el fotomatón ya te llega prácticamente fabricado de la fábrica, en las plantas ahí, como puede ser más o menos, ¿no? Y en aquel momento era todo fabricado, o sea, era prácticamente, podríamos decirlo, manual. Manual, manual total, manual total, sí, sí.

Era totalmente como si montas una carpintería o cualquier cosa, ¿no? O sea… Sí, sí. Las cámaras primeras que había eran unas cámaras americanas, que como antiguamente, y la gente esto no lo sabe, en la fot… Bueno, la gente, muchas personas no lo saben, en la foto del carnet de tiras llevaba una huella encima de la foto. Y entonces la foto de tu cara, debajo de, digamos, de tu busto, había un espacio en

blanco en el cual tú tenías que poner el dedo. Entonces las cámaras americanas tenían un sistema muy, muy, muy bien inventado así, vamos a decirlo así, que el papel, al bajar el rollo de papel, o sea, el papel de rollo y entrar en la cámara, se encendía una lamparita, o decir, que velaba ya el papel, exceptuando la parte de la cara, es decir, para que saliera el blanco debajo y tú pusieras la huella,

efectivamente. Luego ya se lo se quitó porque ya vinieron unas cámaras inglesas cuando ya la huella no iba dentro de… debajo de la foto, vamos. Muy interesante. Al final que era como, o sea, todas las piezas venían de distintos sitios, o sea, digamos que la empresa ya lo tenía como un poco estandarizado a la construcción. Sí, sí, todas esas… creo recordar, yo era muy joven en aquel tiempo, pero bueno,

me enteraba de dónde venían las cosas, pero creo recordar que todo venía de Italia, todo venía de Italia o de Inglaterra, porque la Tecnotron, digamos, la casa madre estaba en Italia, en Roma, ¿no? Entonces se llama cámara americana porque supongo que lo habrían inventado los americanos y la otra inglesa porque supongo que vendría inventada por los ingleses, ¿no? Pero vamos, todas en general, hombre, todas tenían lo mismo, tenían unos rodillos que

tiraban del rollo de papel, tenían un objetivo que había que regularlo para que saliera la foto perfectamente bien, que no saliera borrosa ni nada de esto, que se veía la cara de las personas, ¿no? Unas levas que llevaban la cámara por dentro, que tiraban del papel al tiempo que se abría el obturador y en ese momento mandaba una señal, se llamaba strop, una caja con unos condensadores tremendos que daban la señal, se cargaban de energía y disparaban al mismo

tiempo que el obturador de la cámara se abría y disparaban los flash, o sea, era todo muy bien inventado, las cosas como son. Sí, sí, sí, pero me sorprende que en aquel momento, claro, o sea, todo esto hecho de manera como manual, que todo estuviese disponible, que tuviese que montar una persona ahí, digamos, que ya no viniera fabricado, pues es interesante, ¿no? O sea que, resúmeme como, le voy a poner un caso, ¿no?

Ese tipo, ese fotomatón entre los primeros de blanco y negro, imagínate que yo me voy a meter en un fotomatón y ¿cómo sería el proceso? Yo entro, o sea, aquellas cámaras, imagínate, yo entro, me siento, ¿qué tenía delante? ¿Tenía igual el cristal esmerilado, un cristal como mí? Un cristal que había que limpiar a diario, por eso las máquinas siempre se han visitado a diario, o el técnico o el ayudante.

El cristal siempre tiene que estar nítido porque si no, alguna persona instintivamente pone la mano en el cristal, deja la huella, entonces luego tiene el pelo, te sale una mancha blanca en la foto, o sea, el cristal tiene que estar limpio, ¿no? Detrás del cristal, ya interior de la máquina, había una campana que lo que cerraba era toda la posibilidad de que entrara luz y la parte cónica de esa campana daba al objetivo

a la cámara. Entonces, en el momento que se abría el obturador, solamente podía entrar la luz de la persona hacia el interior. Entonces, la máquina, ya te digo, hacía ese proceso, disparaban los flash y al tiempo ya iba bajando el papel a poquito a poquito, porque eran las tiras, las típicas tiras de cuatro fotos de blanco y negro. Entonces, eso pasaba de la cámara a un motor que se llamaba motor de entrada, motor de

entrada a los químicos, mediante unos rodillos, te sigo explicando todo el proceso. Sí, sí, sí, sí, claro que sí, explícanos. Había una, la maquinaria, digamos, muy importante era una transmisión. Esa transmisión, justamente del último disparo, cuando ya entraba en la foto al motor de entrada, se activaba automáticamente y la transmisión esta abría una especie de brazo vertical y el motor de entrada lo que hacía era introducir esa tira de papel en ese brazo y la transmisión

ya empezaba a dar vueltas y a ir metiendo esos brazos con el papel ya dentro en los diversos químicos para el revelador de la máquina. Claro, no podía entrar ninguna luz hasta que por lo menos el proceso ya estaba prácticamente en el sistema ya que la foto ya se veía que ya no se podía velar, ¿no? Y entonces una vez terminado el proceso, que eran unas 14 cubetas creo recordar que había, una de agua y otra de químico, llegaba a un motor que era el motor de salida, cogía

la foto y la sacaba al exterior. Eso era prácticamente el proceso. Luego había lo que tendrías como el secador, ¿no? Eso, ¿no? Sí, efectivamente, y era un secador de pelo. ¿En serio? Era un secador de pelo. Que lo que pasa es que eran unos secador de pelo, Rodrigo, eran buenísimos. De hecho, algunos cuando se han quitado ya para suciedad y tal, esto espero que no me diga la empresa, alguno me lo he traído para mi casa cuando yo lo he reparado, creo, te

juro una cosa, que creo que todavía tengo uno. A prescrito, no te preocupes. No, no, te lo digo de verdad, o sea, eran unos secadores extraordinarios, sí, sí. Entonces se activaba el secador durante medio minuto o 40 segundos, no me acuerdo, ya podía recoger las fotos, sí, sí. Y en aquella época, vamos a ir primero por esa época, luego ya hablemos un poquito, ¿cuál era tu cometido primero, más dijiste, que era, bueno, en lo que eras a ensamblar?

En el proceso de taller, en el montaje de las máquinas. Pero hay un momento, estoy seguro que hay un momento de todo esto, porque claro, imagino que te tocaría a ti salir en algún momento e instalarla, ¿la instalabas tú? Sí, al principio la instalaba yo, yo era personal, digamos, de taller, lo que pasa es que claro, cuando la máquina se llevaba a un sitio, ponte, te voy a contar, por ejemplo, a la estación de Atocha, que fue una de las primeras máquinas que se puso en Madrid,

la estación de Atocha. Luego te diré algunas que tengo apuntado, por si me preguntaban, de las más antiguas que yo recuerdo. Bueno, pues entonces yo salía con algunos otros compañeros, las descargábamos, las poníamos y siempre estaba allí el técnico y el inspector técnico, que eran ya los que la ponían en la corriente, la comprobaban, porque del taller la máquina ya salía perfectamente graduada para que funcionara, pero no obstante, en el transporte siempre se puede mover un

poco, cualquier cosa, entonces allí ya se ajusta y tal. Y te voy a contar una cosa, que una de las salidas que yo hice fue cuando vino la primera máquina en color. Eso es muy interesante. Sí, que se instaló precisamente en la estación de Atocha. ¿En qué año estamos hablando? Pues estaríamos hablando del año 74, 75, como mucho, 76 a lo sumo más, ¿no? Y creo, creo que sí, y entonces era una foto, fíjate, que eran dos fotos en tira, con un

papel de brillo que yo no he visto una foto de fotomatón igual en mi vida, una nitidez, una calidad extraordinaria. Vino a instalarla un hombre que se llamaba Antonio Visagio, que era italiano, y vamos, o sea, una foto perfecta, la primera máquina en color que creo se puso de dos fotos fue en la estación de Atocha, luego ya vinieron las otras que hacían la tira de cuatro fotos como la de blanco y negro.

O sea, al principio eran dos, cuando llegó la de blanco, la de color, dos fotos. Yo creo que la única máquina que vino de dos fotos era esa de la estación de Atocha, a lo mejor vino alguna más, pero la que me acuerdo esa es esa, luego ya vinieron todas de cuatro fotos. ¿Te puedo preguntar cuál era el precio del fotomatón en aquel momento, tú lo recuerdas? Sí. Obviamente, en pesetas, ya lo sabes.

Sí, sí, en pesetas, en pesetas. Yo antes de entrar en la primera máquina que vi, una vez que iba yo con mi hermano, mi hermano que ya trabajaba aquí en Tecnotron, costaba 15 pesetas, cuando yo entré en Tecnotron costaba 25 pesetas, si yo mal no lo recuerdo. 25, o sea, fijaros, madre mía, cómo ha cambiado la vida, cómo ha cambiado, muchísimo, muchísimo. Bueno, y hay un momento en el que pasas de ser técnico, o sea, digamos, no técnico

sino montador, o estar en el taller, a ser técnico también y salir a la calle, ya no sólo montar sino tener que revisarlo. En principio salí, digamos, las primeras veces que yo salía del servicio técnico, o sea, de técnico a la calle, fue cuando los técnicos se iban de vacaciones, empecé yo a sustituirlos, y luego ya, pasado un año, hizo, porque claro, en principio en Madrid solamente había dos técnicos, para todo Madrid, porque había menos máquinas, claro,

pero luego ya se fueron poniendo más máquinas, ya hicieron falta más técnicos, yo en principio salí cuando se iban de vacaciones a sustituirlos, en julio a agosto y tal, y luego ya se hicieron más zonas y ya salí yo también de técnico a una zona de Madrid, como técnico, digamos, como técnico titular, no súper técnico titular. Una pregunta que me cuentas, porque estamos hablando de Madrid, pero, ¿la empresa al

principio tendríais que salir fuera de Madrid para colocar algo, o tenía la empresa ya gente? No, no, la empresa ya tenía máquinas fuera de Madrid, sí, sí, claro, prácticamente en todas las... porque creo que la empresa empezó, si yo mal no lo recuerdo, en el 64. Sí, en el 64, exacto, sí, sí. Sí, creo que sí, sí, sí, sí, y había otra empresa en Barcelona que no era Tecnotron, una empresa que se llamaba Servomatic, que luego llegaron a un acuerdo, Tecnotron se

quedó con ella y ya está, que en el proceso, yo fui a Barcelona, en el proceso, porque el personal de Servomatic iba al paro, entonces yo, para que no se quedaran las máquinas sin entender, otro compañero y yo, pues, fuimos allí a Barcelona. Estuvisteis en Barcelona haciendo también, o sea, un poco el proceso... Pero vamos, que había máquinas en Galicia, en Asturias, Andalucía... Sí, sí, claro, claro, me refería, tú como trabajador, en realidad, solo estabas afincado

en Madrid, ¿no? Sí, sí. Vale. Y que, cuando pasas ese proceso de salir a la calle, ¿qué es lo que tenías que hacer? ¿Qué es lo que había que hacer? Porque me has dicho que había que salir todos los días, había que visitarlas todos los días, ¿puede ser? Sí, sí, sí, sí. Yo tenía una zona, por ejemplo, la última que tuve, que me parece que fue la zona de Antonio López, Paso Extremadura, todo el Carabanchel, todo eso, o sea, yo tenía, pongamos

por ejemplo, veinticinco máquinas, ¿vale? Y tenía un ayudante para mí, para esa zona, también había cada zona ya, porque os habéis tendido esto mucho, que la zona tenía un técnico y un ayudante, ¿no? Entonces, pongamos, eran veinticinco, yo veía diariamente dieciséis, y las otras siete u ocho las veía el ayudante. ¿Por qué veía él menos? Porque él iba en transporte público, yo iba en coche, coche de la empresa o mío,

y me pagaban lógicamente la gasolina, etcétera, ¿no? Entonces, y él, aparte de hacerse una foto, él lo que hacía era cambiar el agua, en fin, sí, tenía que hacerse los químicos nuevos, todo eso le llevaba a un proceso mucho más que a ti, que vas solamente a revisar y que la máquina esté bien, que pues tardar diez, quince minutos, porque todo lo obligatorio era siempre hacerse una foto, tanto el ayudante

como el técnico, como si iba alguien de la empresa, que no fuera ni técnico ni ayudante, lo principal era hacerse una foto para comprobar que la foto estaba bien, ¿vale? Entonces, repisabas todo, ponías en el librito, cada máquina tenía un librito, que ponían la hora de la visita, que no había nada, pues, ponías, por ejemplo, hora, tarta, bueno, control, no sé qué, sin novedad, ¿vale? Pondrían la foto y ponían la fecha por detrás, la fecha del día a la foto por detrás.

Todas esas fotos, cuando tú volvías de hacer tu recorrido, las colgabas en el taller, para que el inspector o el director o quien quiera viera todas las fotos, o sea, una especie de exposición, ¿no? Cualquiera veía que la máquina de tal sabía regresar a este día y que la foto estaba en condiciones. ¿Cuántos retratos habéis tenido a lo largo de los años, no, podríais? Imagínate. Habréis visto el paso, el lapso del tiempo.

Imagínate, imagínate. Me has dicho entonces que el trabajo de cambio de químicos, de agua, etcétera, las hacían ayudante. Puede ser, ¿no? Sí. Lógicamente, sí. Si iba de transporte público, ¿cómo podías llevar los líquidos? ¿Los llevabas en el transporte? No, no, los líquidos los llevabas… Ah, vale. Es lo que te iba a decir. Yo llevaba los líquidos en el coche, o sea, por ejemplo, vamos a poner que hoy se cambiaba,

hoy es día 21, ¿no? Vale. La máquina está perfecta, está limpia y los químicos, el proceso de químicos está nuevo, está recién puesto, ¿vale? Tú te vas. Como las máquinas se visitan diariamente, pues yo… Las máquinas, más o menos, sabíamos, dependiendo del número de fotos, los químicos, digamos, se estropeaban o bien por número de fotos o bien por tiempo. Si el número de fotos era una cosa normal, pues sí, iba para adelante.

¿Que veías que se habían hecho muchas fotos? Pues decís, buh, en 20 días esto se va a caer. La próxima visita tuya, tú ya dejabas dentro de la máquina todo el conjunto de químicos para cuando llegara el ayudante, que los hiciera. Entonces, tú le dejías una nota, le decías, por ejemplo, mi ayudante, que se llamaba Lorenzo, Lorenzo, cambia los químicos en esta visita. Y él ya iba y los cambiaba.

Teníais un contador de fotos, te voy a decir, teníais un contador, porque me has dicho, ¿no? La máquina tiene un contador, ¿no? Ah, vale. Tenía dos contadores, uno que contaba fotos y otra que contaba moneda. Entonces, que no había pasado un mes, pero había hecho, por ejemplo, yo qué sé, 900 fotos, oye, pues esto hay que cambiarlo ya porque ya, además, tú ves que la foto ya no está bien, la foto ya sale muy manchada, ya sale oscura, sale mal, sí, sí, eso es

así. Entonces, aparte de que yo llevaba a los técnicos, también el papel igual. En cada rollo de papel, fíjate qué curioso, tenía un número de fotos que siempre me ha llamado la atención, 1.025. 1.025. No era ni 1.000, ni 1.500, ni 1.100, 1.025. Era curioso, sí, sí, sí, sí. Entonces, claro, como tú apuntabas, pongo papel, pongo rollo de papel nuevo y ponían la numeración, pues claro, tú ya sabías que eso, dentro de 1.000 fotos, lo tenías

que cambiar. Entonces, cuando le quedaban, por ejemplo, 100 fotos, tú ya dejabas un rollo de papel nuevo ahí para no quedarte sin papel, porque tú llegabas, a lo mejor, le quedaban a la máquina, no sé, 30 fotos y tú ya lo cambiabas porque no ibas a volver al día siguiente porque se podían acabar, por ejemplo, en dos días, al día siguiente y tú no volvías a la máquina hasta dentro de dos días, a lo mejor, te explico, tú, porque la otra

vez iba el ayudante que lo podía cambiar, pero bueno, y eso era así, eso era así. Siempre se dejaba eso. Bueno, la verdad que, la verdad que fue muy interesante todo esto de conocer un poquito cómo era también un poco el... Otra de la misión del técnico, aparte de que la foto tuviera calidad, revisar el monedero, en fin, que todo saliese bien, retirar el dinero de la máquina, claro, para que no hubiera un exceso de, porque, por si no me lo preguntas, te lo digo, las máquinas han

estado vandalizadas muchas, pero muchas veces. Te lo iba a preguntar, pero, pero sí, obviamente, pero claro, pues... Pregúntamelo, venga. Sí, sí, tú llegabas muchas veces a la máquina o bien a lo mejor te llamaba el dueño del sitio, llamaba a la empresa, oye, que soy el de la máquina, que tenéis una máquina aquí en tal, venid para acá porque hoy he venido esta mañana a abrir el negocio y está

la máquina destrozada. Yo he visto sangre en la máquina, que se han dejado los dedos y no la han podido ni abrir en otras ocasiones y la han abierto, pero claro, el acceso a la caja era muy difícil y sigue siendo, claro, entonces tú podías romper, podías meter mano, pero el acceso a la casa era... Aparte que ya de por sí que la máquina tenía las cerraduras y un candado, la misma caja también tenía otro candado.

En alguna ocasión sí, pero claro, es que han destrozado la máquina hasta el punto a lo mejor y es que ha tenido que poner toda la puerta nueva, o sea, no podía repararlo allí, ha tenido que poner la puerta y... una barbaridad, una barbaridad. Me estabas comentando que tenías unas cuantas fotocopatoras en función a la antigüedad, me interesa saberlo. Aquí en Madrid, ¿sabes algunos? A ver, dime algunos.

Sí, sí, te lo digo. Dime en plan, no sé, tres si tienes, tres o cuatro. Pues te podía decir unas pocas más, pero bueno. No, pero con tres o cuatro es suficiente, no te preocupes. Yo creo que de las más antiguas, como te decía, era Tocha. La estación de Atocha y la estación del Norte son, recuerdo de ellas, en blanco y negro. Y te voy a decir más, en la estación de Atocha había una máquina de blanco y negro

dentro de la estación, dentro de lo que son las vías, otra máquina afuera, una máquina de limpiar zapatos y una máquina de grabar discos. Madre mía. Sí, sí, me recuerdo eso, fíjate eso, te estoy hablando del año que yo creo que todavía no había entrado yo en Ternotrón, porque muchas veces iba en alguna ocasión con mi hermano, pues de haber estado allí con él en esta. Máquina de limpiar zapatos y máquina de grabar discos.

Y una fotocopiadora también. Te voy a decir, fíjate, un fotomatón en las vías. O sea... Hombre, sí, sí, lo que es en el andén, sí, sí, sí. Por eso digo, en la zona del andén. Y a día de hoy lo piensas y dices, pues ¿por qué, por qué alguien...? Es imposible, claro. Claro, claro. Están las máquinas en el hall, pero esto estaba, vamos, de la máquina a la vía habría... O sea, a donde viene la locomotora del tren habría, yo qué sé, 30 metros.

Alguna otra fuera de estaciones, así que fuera... Porque al final, bueno, los fotomatones se han usado mucho para fotos de DNI, me imagino que habrá... Mira, otra que recuerdo muy, muy, muy antigua es, yo no sé si tú la habrás oído, supongo que sí, en la calle Fuencarral el dragstor, allí abrieron un dragstor que fue famosísimo, en lo primero que hubo en Madrid, ahí había una máquina dentro de ese dragstor.

Eso fue famosísimo en la calle Fuencarral en Madrid en aquellos tiempos. Claro, la zona de la época de la movida madrileña, un poquito después, más o menos, en aquella época, sí, sí. Sí, sí, eso sería el año, no qué sé, 78 o 79, por ahí, sí, sí, sí, sí, sí. La lasaña a tope, o sea que se pondría muy de moda aquello de hacerse fotos allí, me imagino. Sí, sí, pero es que allí había gente de todo tipo, tened en cuenta que era un local

de los primeros que abrieron en Madrid, que estaba toda la noche abierto, eso en Madrid no se había visto en aquellos tiempos, que tenía cafetería, tenía cosas para comprar, tenía para comer, tenía... Bueno, y allí había gente de todo tipo y pelaje, ¿no? Claro, claro, claro. Por la noche, imagínate, Rodrigo. Hablando, te iba a decir, hablando de gente, porque sí que me interesa saber, pasar un

poco al punto de qué tipo de gente ha necesitado un fotomatón y qué tipo de personas más extravagantes has llegado a ver tú. Porque me imagino que lo normal serían fotos para el DNI, para el carnet de conducir, cosas así, ¿no? Al principio. Claro, me imagino. Te voy a contar algunas. Unas todas graciosas, pero unas un poco más, por decirlo así, lúdicas que otras, ¿no? Una que siempre recordaré, porque es que es graciosísima.

Teníamos un fotomatón en una zapatería en el Paseo Extremadura, creo que era el número tres o número cinco, no me acuerdo, ¿no? Esta zapatería, en las zonas de escaparates, en el hall, tenía dos columnas y entre esas dos columnas teníamos un fotomatón en blanco y negro. Luego también se puso en color, pero en principio era en blanco y negro, bueno. Eso era un señor que tenía dos dependientas.

A la zapatería las atendían un señor, el dueño, y dos dependientas, bueno. Pues había un tipo que a mediodía, cuando cerraba la tienda, el fotomatón se quedaba abierto porque estaba en el hall, que tuvo una temporada que se hacía fotos del pene. ¿En serio? A mediodía. ¿Y siempre a la misma hora? Escúchame, escúchame, pero es que era gracioso. Porque tú llegabas por la tarde a revisar la máquina o al día siguiente y las...

Porque el jodido lo que hacía era, como no había nadie, claro, tiraba la cortina y se hacía una foto del pene para arriba, para abajo, para un lado y para otro, y se lo metía por debajo de la puerta a las chicas, para cuando las chicas vinieran lo veían. Entonces tú ibas al día siguiente a revisar la máquina y te decían, ya está otra vez aquí el hijo de su madre este. Te daba la foto y te decía, bueno, este tío...

Sí, sí, pero más de una vez, ¿eh? Madre mía, por favor. Bueno, ahora otra, un poco más graciosa también, una vez, porque en esta empresa siempre había una guardia de fin de semana, ¿no?, o de fiesta, ¿no? Entonces una vez yo estaba en casa, yo tenía guardia ese día y me llaman del taller, oye, que la máquina han llamado que no funciona, bueno. Una máquina que también era de las más antiguas que estaba en Arguelles, ¿no?

Era un sitio, una copistería de Julián Chapinal, buen hombre, también era este hombre, y había dos máquinas. Entonces, bueno, yo estaba en casa y le dije a mi mujer, ¿quieres bajar conmigo? Y bajamos. Realmente no vivimos cerca de ahí, le digo, ¿nos damos un paseo? Bueno, bajamos. Y entonces estoy reparando la máquina y vienen dos chicas, dos chicas jovencísimas, ¿no? Y me dicen, digo, ¿podéis usar esta?

Que estoy reparando, ¿podéis usar? No, no, no, no, no. Pues bueno, yo las veo que están ahí las dos, mi mujer al lado, ¿eh? Pero en fin, yo ahí reparando, total, me la pruebo, tal, una prueba, no sé cuánto, oye, ¿pasa algo? Pues no, no, no, no, no. Total, ya cierro y digo, ¿queréis cambio, queréis tal y tal? No, no, es que, es que nos han dicho, claro, iban a entrar a la universidad y dicen, no,

es que tenemos que llevar una foto con un chico dándolos un beso. Y mi mujer al lado me dice, si no, si no le importa a usted, y yo dije, hombre, un beso en la cara, ¿no? Porque no, lógico. Y sí, digo, la mujer, entonces se hicieron la foto cada una, cada una la tira, conmigo dándoles un beso y ellas otras, mira, mira, mira, qué gracia, qué gracia, sí, sí, sí. Claro, es que como técnico has tenido que beber cada una.

Ha habido esa. Y otra cosa también que me resultó también extraordinaria, teníamos una máquina en la gasolinera que hay en Alberto Aguilera, también muy, mucho tiempo, bueno, antiguamente las máquinas tenían un cortador que le instalábamos nosotros para que la gente pudiera cortar la foto del DNI y ya la llevara cortada, ¿no? Entonces había una papelera debajo donde cada vez que íbamos la vacíamos, ¿no?

Había tiras, tiras vacías de los cortes, ¿no? Pues imagínate que yo voy y cuando voy a vaciar, la tira que hay encima de todas las tiras estaba húmeda todavía y en cada foto, esto te lo juro por mi madre, que me resultó increíble de ver, en cada foto lo que se veía era el corte de una braga distinta. Es decir, habían ido cuatro chicas a hacerse una foto del culito con la braguita, entre disparo y disparo se había salido una metida a otra y habían puesto el culito delante

del cristal porque cada esto de la tira era una braga distinta. Yo me quedé pasmado. Bueno, es que claro, te habrás encontrado, es que a día de hoy, como todo eso puede ser más privado porque al final cada uno se puede hacer las cosas ya más, en aquel momento eso era, claro, no todo el mundo podía optar a tener una cámara ni poderlo llevar a revelar porque entonces, claro, un fotómatón era la parte a tanto serio, cachondo,

como hasta un punto más tróspido que se puede decir, porque habrás visto gente durmiendo los fotómatones. Hombre, durmiendo y de todo tipo, que a lo mejor no está bien decir, pero sí, sí, sí. Ahí ha habido, dependiendo además de los sitios, en la Puerta del Sol, en la zapatería de los guerrilleros, ahí te encontrabas en alguna ocasión, cosas curiosas, esas fotos se quedaban, no salían por el motivo que sea, se atascaban y tal, y luego te ibas a

ver, has visto algunas fotos atascadas de cosas que... Travestis enseñando los pechos, en fin, fotos de esas aburridas, o sea, muchísimas, muchísimas, y bueno, y porquerías dentro de la maquina que han defecado la gente en una ocasión en Borratalaz, recuerdo que voy a la máquina a revisarla como todos los días y me encuentro lo que es una defecación en lo alto del asiento, dios mío de mi vida, para quitar eso con

una espátula y tal, total, que ya lo limpio allí, lo he limpiado aquello, bueno, total, me voy a hacer la foto de prueba y sigue oliendo, y digo, dios mío, y es que se habían limpiado con la cortina, macho, joder, o sea, es que cuando tú me dices, de todo tipo, de todo tipo, gente mayor que les tienes que ayudar a sentarse, gente que se nota con todo respeto que no ha visto una cosa así en su vida, que no sabe cómo sentarse, que no, no, hermano

bajito, no te acerques tanto, que a lo mejor te llamaba por una reclamación y cuando ibas, eso sí, nosotros teníamos un busca, en aquellos tiempos no había móviles, entonces te llamaban de la empresa, tú llamabas a la empresa, oye, que hay un cliente que te está esperando en tal máquina que necesita la foto urgente, que le ha salido la foto mal, y claro, tú llegabas a ver, pero qué le ha pasado, y te enseñaba la foto y claro, estaba recortada

por la frente porque se había puesto delante justo del cristal, o sea, de esas, pues sí, lógicamente gente que no, un poco, que no sabía y tal, pues bueno, pues nada, le repiten la foto, lo sientan y tal, sin ningún problema. Bueno, claro, porque es que, estamos hablando de que desde el año 64 hasta ahora, ha habido gente que a lo mejor, bueno, yo no me quiero ni imaginar las personas mayores en el año 70, 80, claro, para ellos eso sería como

una nave espacial, ahora a lo mejor para nosotros, entrar ahí. Yo diría, yo ayudé a una señora mayor, me recuerdo perfectamente, porque también me llamó la atención, y al salir la foto, me dijo, mira qué guapa ha salido, porque normalmente tú sabes que las mujeres, oye, qué mal, oye, esta foto, una señora que tendría...

Bueno, la mujer, yo lo digo, eh, directamente, cualquiera, señores y hombres y todo, o sea... No, pero las mujeres son más pares, oye, qué bien ha salido, y se fue una mujer tan contenta, sí, sí, claro, necesitan ayuda, lógicamente, sí. Ha habido un cambio, ¿sabes?, porque ahora se ha puesto muy de moda, pero antes de que se ponga muy de moda ahora, que se ha puesto muy de moda lo del químico, incluso, se ha puesto incluso de moda, de nuevo, los fotomatones, en Nueva

York y en Berlín y demás, hay algunas zonas así como muy... Y en químico, además. Pero tú, hay un momento en el que la empresa cambia ese momento del químico al digital, ¿vale? ¿Cómo ves ese cambio? Porque ese cambio debe ser un cambio bastante grande en una empresa, ¿no?, la fotografía, igual que es la fotografía global, ¿no?, pero en una empresa que se dedica a algo como muy rápido, y además es como debe ser casi hasta el día y la noche.

Sí, pero las primeras máquinas tipo digitales también traían químicos, duró muy poco, pero traía también una especie de rebelión, aparte de que era ya medio digital, o sea, no fue digital de todo, no, venían también con unos químicos, eran máquinas, creo que venían de Francia, creo que venían de Francia, eran muy difíciles de calibrar, eso sí me acuerdo, eran dificilísimos de calibrar, sí, pero yo ese ya lo viví poco, luego ya

sí que vinieron las digitales total, que claro, imagínate el cambio de no tener que hacer químicos, y es que eso era, simplemente no tener que hacer químicos, o sea, ya gloria para los técnicos, ¿entiendes? Ahí teníais, teníais que seguir yendo uno, o sea, dos, o sea, ya solamente podíais...

Sí, sí, no, esto sigue siendo igual. Ah, sigue siendo igual. Sí, sí, sí, las máquinas se visitan diariamente, se siguen visitando diariamente, o sea, el sistema, el sistema no ha cambiado, hombre, a lo mejor tienes una pequeña, a lo mejor te dejan dos máquinas sin revisar, pero el sistema sigue siendo el mismo, sí, sí.

Es más, es más fácil lo que es para la, para el técnico a día de hoy, ¿o tuvo que cambiar mucho el conocimiento para arreglar una cámara de otra? Un tipo de cámara con respecto a la otra, o hay una, un reciclado muy bestia, ¿no? Respecto a la gente, ¿no? Hombre, sí es un reciclado, pero realmente ten en cuenta que ya, aunque las máquinas ya eran digitales, en principio tú ya ibas viendo que el mundo ya tenía más cosas digitales, que habían salido también los primeros móviles,

ya habían salido otras cosas, las teles ya eran otra cosa ya, entonces el cambio fue brusco pero también paulatino, o sea, paulativamente, o sea, los técnicos, yo ya eso lo conocí poco, te advierto, porque yo ya pasé, a ver si quieres te lo cuento, pero vamos, no hubo una gran boom de decir, buh, ¿qué es esto, no? O sea, no fue como de la peseta al euro que fue de un día a otro, ¿no? Que dices, joder, hasta que te habitas, no, esto ya fue

distinto, mucho más cómodo, mucho más limpio, sí, sí, para el servicio técnico pues ya solamente era calibrar la máquina, que la calibras mediante el ordenador, porque las antiguas, si me olvidaba decírtelo, cada papel o cada químico necesitaba unos filtros que tú se los ponías manual delante del objetivo, los filtros magenta o amarillos o cianos, para los contrastes, claro, para los contrastes, y esto ya en el digital lo

haces directamente con el ordenador, calibras tanto el objetivo como el sintraje de la foto. Tengo una curiosidad, es una pregunta, es ¿en qué momento se añade la voz esa en off de 3, 2, 1 o póngase delante en los fotomatones? ¿En qué momento? En las primeras máquinas estas que yo te digo que eran medio químicos también, medio digitales, ya aparecía una voz de una señorita, y ahora las últimas ya que son ya nuestras,

que no vienen de Francia, que son ya, yo digo nuestras como si todavía estuviera ahí, pero son ya de Tecnotron propiamente, de Tecnotron propiamente, la voz ya se la puso nuestra querida amiga Rocío, y es la voz que se oye de una compañera de allí de la empresa, la que te dice póngase, introduzca el dinero, elija la foto, tal, tal. Porque ¿cómo se hacía al principio? Me refiero, ¿cuándo sabía que iba a disparar?

Ah, porque antes sí, sí, te avisaba la máquina, la máquina tenía un pilotito que te avisaba cuando iba a disparar el flash, sí, sí, sí, y ahora te dicen, pues eso, te enseña, claro, antes disparaba y si te había pillado con los ojos cerrados, pues te fastidiabas porque ya, pero ahora, lógicamente, la máquina te da opción a cambiar la foto, primero te hacen la foto y te la enseñan, te gusta esa foto o no, pues pones el botón tal para cambiar,

y te da tres oportunidades. Te iba a comentar que esa parte ociosa que tenía antes la, lo que tenían, que la gente más o menos lo realizaba sobre todo para momentos de ocio, que en aquella época yo creo que en los 80, incluso, bueno, en 90 y tal, era como lo mínimo, lo menor, porque normalmente la gente usaba, bueno, una cámara para fotos de DNI, para fotos, o sea, más para algo totalmente usable, ¿no?

Ha llegado un momento con el digital que es al revés, claro, porque ahora, yo no lo sé yo, pero ahora yo creo que vuelve otra vez a que sea, ahora es como más ocioso, ahora ves entrando mucha gente joven a un fotomatón con amigos, todo eso que me comentabas tú. Sí, porque antiguamente las fotos que se hacían eran solamente del DNI o para pasaporte o para un tipo de documento de un carnet de caza, o de pesca o para el colegio, y ahora

las máquinas ya desde hace muchos años te hacen fotos de diversión, incluso con adornitos por fuera de tu cara, o que tú te la puedes hacer con un amigo, con tu pareja, con quien quieras, y sale, antes la foto era en tira vertical y ahora es rectangular, entonces si tú te vas a hacer una foto, por ejemplo, para documentos, te dan una foto tipo de cartera y seis para el documento, sea pasaporte o sea DNI, y si no, tienen la opción de multitud

de 16 minifotos en el mismo tamaño del papel, o fotos divertidas que llamamos así, sí. La calidad fotográfica que había en el momento en el que tú, por ejemplo, esa calidad que me comentabas antes de cuando llegó la primera cámara, la primera fotomatón a color que vistes tú, y las que hay ahora difieren mucho en la calidad, se notaba mucho el químico del digital.

Para mí, una máquina perfectamente calibrada, con los químicos en buen estado y el papel bueno, la foto de antes. Sí, ¿no? Para mí, sin decir que esta sea mala. No, no lo digo por eso, esto es más fotográfico que más que por usabilidad, porque al final a día de hoy, pues eso, al final obviamente si queremos hacer cosas de muchísima calidad, pues iríamos a una cámara profesional, ¿para qué no? Por calidad, por calidad me refiero a todo eso, pero sí me interesa por el hecho de que a día de hoy lo que te contaba, que

se está empezando como otra vez a tener una pequeñita corriente. Sí, de hecho ahora Rodrigo en nuestras máquinas, tú puedes ir con tu teléfono o con otro dispositivo y si tienes una foto tú en tu teléfono, la puedes pasar al fotomatón y el fotomatón te la da.

O sea que es como una impresora también, o sea ya es una impresora digital directamente. De hecho, la máquina tiene una impresora adentro, claro. Sí, sí, claro, ya no es lo de antes, no es todo lo que me contabas. Claro, antes tardaba cinco minutos en entregarte la foto y ahora en menos de un minuto te la da. A mí, te soy sincero, para acabar, esa parte del secado, de ver cuándo salía la foto y estaba ahí la foto bailando como yo digo, y que estuviese un rato, eso es una cosa que me encantaba.

Eso sí, luego veían la foto que estaba horrible y decías, estaba así pensando, joder, ¿para qué tengo que esperar para que me haya salido? Pero a mí eso me parecía mágico, ese momento en el que se estaba secando la foto, que además esperaba, no sé si eran dos minutos o lo que fuera, me ha parecido siempre muy mágico.

Pero te voy a decir una cosa, en las fotos teníamos un servicio de atención al cliente buenísimo, o directamente iba el técnico a repetir la foto al hombre o directamente se le cogía nota y se le devolvía el dinero. O directamente se le decía, si estaba dentro de un local esa máquina, se le decía, déjela usted al dueño de ese sitio que le dé el dinero que ya se lo daremos nosotros a él. Pero os llamaban, incluso en la época en que no había móviles.

Y se atendía a todo el mundo. La gente llamaba por teléfono y se atendía a todo el mundo. La gente cree que no, pero es verdad. Pueden pensar que no, pero sí, es verdad. Y hoy el sistema es que si tú vas a una máquina que no te funciona, tú vuelves a entrar en la cabina y desde la empresa te dicen lo que tienes que hacer y te hacen la foto de la misma máquina. Así que vuelvas a poner el...

O sea que tiene a gente que está controlando la máquina. Oye, mira, que no me estaré la foto aquí, que estoy en la... ¿En qué máquina está? Aquí en la calle. Mire, ahí arriba pone un código. Dígame qué código es. Pues el número tal. Vale, quédese ahí, siéntese, que yo le voy a hacer la foto desde aquí.

Claro, ya totalmente automático. Claro, claro. Muy bien. Oye, pues ha sido un placer, Luis, la verdad que conocer un poco de todo esto... Espero que te haya parecido bien esta entrevista. Pero muchísimo. Además, es muy útil el conocer todo esto de cómo funcionaba antes, sobre todo un aparato que yo creo que a día de hoy, como todas las modas, vuelven, pero de manera pues distinta, porque ya es obviamente es más ocioso que usable, porque la usabilidad

de un fotómatón, me refiero, de químico de día, por ejemplo, pues obviamente ya es como cuando la gente dice que ahora está muy de moda la fotografía química. Pues sí, está vuelta la fotografía química en las cámaras, los carretes, etcétera. Pero para un profesional, el noventa y tantos por ciento de la fotografía sigue siendo digital, porque claro, todo el proceso es mucho mejor, mucho más rápido, etcétera, ¿no? Pero es verdad

que conocer cómo era y que mucha gente a día de hoy joven que diga, ah, pues me gusta todo esto, y meterse en un fotómatón para hacerse recuerdos, me ha parecido muy útil el conocer, ¿no? Cómo era, cómo estáis todos los días, cómo vais todos los días a la máquina.

Sí, sí, de hecho también ahora hay un modelo de máquina que llamamos vintage, que te hace la foto en tira, en color o en blanco y negro, pero digital. Claro, claro, te iba a decir, ya el químico, es que claro, en una empresa así ya es distinto, porque al final, claro, es otra historia. La verdad es que los químicos, yo creo que para los que trabajasteis con químicos, es igual que, es un paralelismo, ¿no? A lo mejor como cuando ibas a revelar una foto en químico

debía ser un engorro, porque tenías que saber más de lo normal, ¿no? Más que cuando pasó a digital. Me imagino que los técnicos en ese momento sí que tendríais que tener un conocimiento un poco mayor. Sí, sí, claro, sin duda. Es que no es lo mismo, no es lo mismo.

Ha cambiado muchísimo. Me has dicho que los químicos venían en polvo y era como, y había que diluirlos. Sí, los de blanco y negro, los de blanco y negro. Los de color ya venían solo para que los instalaras y ya está. Los de color ya venían, bueno, a lo mejor al principio también venían en polvo, ya no me acuerdo, fíjate, ya la memoria me falla, creo que no.

Ya venían en garrafitas de plástico solamente para añadirles agua. Claro, pero porque ahí además las temperaturas sí que importan, ¿no? El tipo de temperatura, la temperatura que tenga. Claro, porque los vasos, los vasos de la máquina, la antigua, de químicos, tenían un cinturón alrededor y les daba calor.

Tendrían que tener una temperatura, creo, de unos 35 grados o por ahí. ¿Tendría batería, entonces? ¿O qué tenía el fotomatón para poder...? El fotomatón, no, a corriente eléctrica. ¿A corriente eléctrica? Ah, bueno, claro, porque la gente, si nos seguimos fijando... Tanto las máquinas que estaban, las máquinas que había en la calle, o las máquinas que estaban...

O sea, no, paneles sonares no existían. Sí, claro. ¿Para poder instalar eso había que pedir permiso al ayuntamiento? Claro, claro. Hemos llegado a tener máquinas en vía pública en Madrid y en Barcelona y en muchas capitales. Ya en Madrid no queda ninguna, en Barcelona creo que tampoco. Pero en muchas poblaciones todavía hay máquinas en suelo público.

Se pide permiso al ayuntamiento, claro. Tú le tienes que decir todo lo que el ayuntamiento te exige, aparte de pagarles. El metro cuadrado en tal ayuntamiento vale tanto. Bueno, cuando la máquina tiene un metro veinte, pues te cobran la razón de tal. Entonces tú le tienes que explicar bien cómo es la máquina, una foto de situación, un fotomontaje, para que se os hagan idea de cómo está.

Entonces el técnico del ayuntamiento visita ese lugar donde tú le has dicho que quieres, estás interesado en poner un fotobatón. Esto pasa a comisión de gobierno, lógicamente, de técnico, de arquitectura, de tal y tal. Y si te están en concederlo, pues el ayuntamiento de tal autoriza a Tecnotron, aquí está la máquina, tal, tal, tal, tal. Y cuando ya tienes esa autorización, tienes que ir a la compañía eléctrica y decir, oiga, que yo voy a poner esto aquí y llévenme usted corriente.

Y en los sitios privados, disculpa, pues igual, tú hablas con el dueño de, por ejemplo, de, como decía antes, de la zapatería o de la gasolinera o del centro comercial, que ahora hay muchísimas en centros comerciales. Hablas con la gerencia del centro comercial o con el propietario de ese local, ese videoclub o ese, bueno, videoclub ya no va a existir, bueno, ese local de lo que sea.

Oye, ¿qué te parece si tal, una máquina aquí, mira que tal, que te voy a dar tanto porque me dejes ponerla aquí? ¿Está de acuerdo? Bueno, pues la pones, le pagas todos los meses lo que has estipulado y se acabó. Pues nada, oye, que me imagino que el trabajo sería, tendrías, tendrías, había mucho trabajo en la época de químico, muchísimo más que antes.

O sea, me refiero en cuanto a, no trabajo de que haya más trabajo o menos, sino que te daría más trabajo una máquina de químico. Sí, claro, te daría más trabajo, mucho más trabajo. Aparte de que por aquel entonces, eh, todo el mundo necesitaba fotos para todo. Ah, y eso es a lo que me refiero. Ten en cuenta que en la empresa siempre, cuando se sigue necesitando y se sigue necesitando, lo que pasa es que la manera de llegar a cabo a lo mejor son diferentes.

Claro, claro. Ten en cuenta que en los meses de septiembre y octubre era una locura. La cantidad de fotos para colegios, universidades, institutos, o sea, una barbaridad, una barbaridad, teníamos que estar como locos. Y luego también un mes bueno era julio. Julio también por tema de la gente que se iba de vacaciones o renovaciones a lo mejor de matrículas, tal cual para septiembre y todo el rollo, o sea, sí.

Luego los meses eran más tranquilos, pero sí, sí. Lo que te iba a decir para acabar es que yo hubiera dado un montón de dinero por ver lo que han visto tus ojos en las fotos que no han salido y que están encajadas. Solamente por todos los años que habrás visto, porque habrás sido de todo, pero tanto...

De todo tipo, de todo tipo. De todo, me refiero. Tanto gracioso, trópido, normal, gente en plan... Yo que sé de todo, ¿sabes? Porque claro, ha debido de ser una experiencia muy enriquecedora en todos los sentidos. Sí, sí, sí. Haber estado en ese mundo fotográfico. Era particular, por decirlo así, era particular. Era una parte de la parte social al final, es una parte de la fotografía que por una de las razones por las que yo he querido invitaros aquí a Tecnotron, en concreto a ti, era porque

creo que al final es una parte de la historia de la fotografía que muchas veces, gráficamente la gente pues habla de fotógrafos importantes y no sé qué, pero esto era una cosa que estaba en el día a día. Era como el fotógrafo que hacía las fotos del DNI o que tenía su tienda vendiendo los carretes o cosas así que se han ido perdiendo.

Vamos a decir, la persona, que ahora todo sea mucho más automático, pero que ha estado en nuestras vidas durante décadas. Durante mucho tiempo. Claro, y que sois parte de la fotografía, de la historia. Por mucho que haya gente que, bueno, pues piense en los fotógrafos, pues como todo en la vida, ¿no? Pues cuando hablamos de fútbol pues se puede hablar de grandes jugadores, pero también hay gente que está arreglando el campo y forma parte del mundo del fútbol

y son tan importantes. Efectivamente, efectivamente. Y súper importantes, porque si no ese jugador no puede pisar, no puede pisar ese terreno de juego. Pues vosotros igual y aquí en Fotolary en este medio, pues una de las cosas que he hecho y que estoy haciendo en el podcast, aparte de traer a fotógrafos y demás también, y toda esa parte, es traer todas estas personas que habéis estado ahí, que a lo mejor pueda ser menos reconocido por decirlo así, pero

que realmente sois tan importantes como cualquier otra parte, como cualquier otra persona en la historia de la fotografía. Porque sois parte de la sociedad que ha usado vuestros productos en el día a día y es tan importante. Por eso quería haber hablado contigo y conocer un poquito de esto.

Me ha parecido súper interesante. Pues me alegro mucho de que te haya gustado la entrevista. Un placer y hablamos. Muchas gracias por todo. Rodrigo, un placer. La diapositiva y el negativo. Hoy la sección de Iker se convierte en la sección de Álvaro, porque ha venido Álvaro a quitarme por fin a Iker del medio.

¿Qué tal, Álvaro? Subiendo aquí un poco el nivel, ¿no? Como en la canción de Shakira, me cambiaste un Iker por un Álvaro, pero al revés. Exacto, exacto. Hablando de música, te iba a decir que Iker la semana pasada me estuvo comentando, bueno, no la semana pasada, hace 15 días me estuvo comentando, que a él no le invitaban a un podcast, que él tenía que salir aquí, pero que no le invitaban a ninguno, porque a mí me habían invitado al de Vivian y Francesca de Leire y tal,

y resulta que al final el que no le invitan de verdad a otro podcast es a él, porque a ti te acabas de estar hablando de música, ¿no?, en un podcast, ¿no? Sí, sí. Está claro, queda claro que a Iker ya le hemos oído demasiado, ¿no? O sea, no tiene nada más que decir.

Pero yo sí, sí, he tenido el honor de ser el primer invitado de un nuevo podcast que recomiendo desde aquí, encarecidamente, que se llama Disco Prestado, es un podcast realizado por un amigo mío de toda la vida que se llama Marc Aliana, que es músico, y está muy bien porque el concepto... ¿De qué has hablado? ¿De qué has hablado? Exacto, sí, sí, el concepto del podcast, por eso se llama Disco Prestado, es como que un amigo lleva un disco, se lo presta, ¿no?, como se hacía antaño, ¿no? Sabéis que

antaño la gente no solo escuchaba canciones sueltas en Spotify, las personas escuchábamos discos enteros, de principio a paz, y se los dejábamos a los colegas. Pues este es un poco el concepto, tú vas con tu disco que te mola, se lo dejas a tu amigo, y luego es comentar ese disco, y en mi caso ha sido con el Locking Computer, de Radiohead, un disco del que se podría estar hablando muchísimas horas...

Mola mucho Radiohead, y ese disco en concreto está muy bien, está muy bien. Le hemos sacado mucho juguito y yo creo que, bueno, para los que os mola la música y estéis un poco así en la cuarentena y tengáis estos referentes culturales parecidos a los nuestros, es muy disfrutable, os recomiendo que lo escuchéis, Disco Prestado, está por ahí en todas las plataformas posibles. Dejamos el link en el cajón y también lo ponemos en la web para que escuchéis Álvaro

en otra vertiente que no se la dé, videógrafo, editor de Video Explotando. El eslogan sería Álvaro dando la turra en otro sitio. Bueno, sí, al final, a ver, la turra la damos todos en cualquier lado. Aquí los cuatro normalmente damos la turra en cualquier lado, y luego de vez en cuando que ando bien Edu, da la turra, pero por cuatro, Edu la da por cuatro, o sea, es como nosotros pero por cuatro, por eso tiene que venir de vez en cuando solo, porque es demasiado, demasiado,

sí, sí, sí. Bueno, pues a eso, ponemos el link y para que la gente te escuche dando la turra sobre música. Bueno, como hoy has venido a sustituir a Iker, eres como el sustituto, pero el sustituto bueno, más que el sustituto es la persona que debería venir más a menudo, pero Iker al final es el que viene a dar la, es que es el que más le apetece dar mucho la turra, yo creo que es el que más le apetece, ¿no?

Yo creo que se podría decir que Iker es un poco como mi asistente, porque yo estoy demasiado ocupado, entonces él va saliendo y de vez en cuando aparezco yo en plan bien. Pues así lo vamos a dejar, sí, sí, lo vamos a dejar así, no pasa nada, estoy seguro que luego no se lo va a escuchar, o sea, da igual. ¿Qué noticia buena tienes para contarme? A mí y a la gente. Pues mira, te traigo, te traigo noticias fresquitas de ayer mismo, del Mobile World Congress.

Sí, habéis estado, sí, verdad. Exactamente, estuvimos ayer en la presentación del Xiaomi 13 Pro y supongo que habrá ahora mucha gente tirándose de los pelos y diciendo, pero ¿cómo puede ser una noticia buena que se presente un móvil fotográfico? Pues sí, para fotógrafos, que son muy defensores de la fotografía con smartphones, es una grandísima noticia este Xiaomi 13 Pro porque recoge un poco el relevo de lo que llevaba, venía haciendo

Huawei con Leica, como Huawei pues le ha pasado lo que le ha pasado, que le han baneado un poco en el mercado, se ha salido un poco del mercado de los móviles, pues ahora Xiaomi es el que está colaborando con Leica. Pero digo que es buena noticia porque ayer fuimos a la presentación y nos pareció que era una colaboración ya que iba más allá de, te pongo aquí el nombre de Leica, ¿sabes? De hecho, perdona que te interrumpa, pero es que he visto a gente, ha visto a gente

que son, no sé si embajadores de Xiaomi y tal, que les han invitado a ir a la sede de Leica, lo he visto por redes y todo ya, o sea. Exactamente, sí, sí, hubo unos cuantos periodistas que fueron a visitar al Leica Park, a ver la sede de Leica ahí en Alemania y ayer en la presentación de, bueno, aparte que en la presentación, que esto ya viene siendo normal, pero giró básicamente alrededor de la cámara, aparte es que salió un representante de Leica directo, o sea, salió Andreas Kaufmann

en un vídeo, el presidente jefazo de Leica en un vídeo, diciendo que ellos siempre han defendido que hay que hacer cámaras con, hay que hacer fotos con lo que sea y que las primeras Leica en realidad eran cámaras móviles, ¿no?, de alguna manera, porque el concepto precisamente de esas primeras Leica era, pues un equipo ligero que podías llevar siempre encima para hacer siempre la mejor foto y tener siempre la cámara a mano, con lo cual

que están encantadísimos con esa colaboración y luego salió ahí en directo a hablar un tío que ya tenía un cargo que era, en plan, el presidente de la división de Leica para Sparcos, ¿no? Bueno, todo eso, todos esos apellidos que siempre van a ver, dicen, madre mía, si aquí lo importante es que hagas algo, sea lo que sea, pero que lleve el punto rojo, eso es lo que más o menos, en resumidas cuentas, eso es lo que quisieron decir, aproxima.

Sí, que esto lo hemos comentado también, que todavía no han llegado a lo del punto rojo, lo del punto rojo debe ser ya un, debe haber que pagar unos cuantos milloncejos más, que de momento ahí, a que les dejen poner el punto rojo en un móvil. Por lo menos que ponga Leica, de momento es que ponga Leica, ¿no? De cualquier cosa, pero que ponga Leica, ya veremos luego el punto rojo.

Bueno, pues está guay. Y bueno, y aparte ya de, y ya para completar toda la anécdota Leica, pues en un momento dado, pincharon ahí un vídeo y ¿quién salió? Nuestro amigo Steve McQuirrey, paseando por las calles de Barcelona con el Xiaomi 13 Pro, diciéndole que le había parecido una maravilla hacer fotos con eso y tal, porque bueno, nos preguntamos con Iker, porque en el documental de Steve McQuirrey él explica que tiene un problema en la mano, que le cuesta coger.

Sí, sí, yo le he visto en persona cuando dio aquí la charla en la Leica Store, y sí, sí, lo coge raro, coge la cámara mal. Y para el móvil, ¿le da mejor o qué? ¿de coger? Sí que el móvil solamente se lo he visto coger para hablar por teléfono, porque como era en la clase, era en la de Leica, no le vi coger el móvil para hacer fotos, pero debe ser raro, sí que sí.

Pues es igual, es curioso el teléfono este, porque tiene como dos modos, un modo, si no recuerdo mal, Authentic Leica, un modo de color que es Authentic Leica, que es como con el color así más apagado, más normal, y luego Biframe Leica, que es como lo mismo, pero más saturado y más adaptado a los gustos actuales, y bueno, y sobre todo lo que tiene es una cámara principal de 50 megapixels con un sensor de una pulgada.

Una pulgada, tío, ya hemos llegado. Llegamos hace tiempo, pero ya se ve perfectamente que esto ya es algo medio normalizado. Y cosas interesantes como un tele de 75 metros, F2, que tiene unas lentes móviles, de tal manera que puedes hacer macro con ese tele, te puedes acercar muchísimo al sujeto, o sea, puedes enfocar de lejos y enfocar de cerca porque una de las lentes se desplaza y permite enfocar más de cerca o más de lejos según tus necesidades.

Y la combinación de ese 75 F2 con esa posibilidad de acercarte mucho, la verdad es que genera unos bokehs naturales chulísimos. Bueno, pues mira, oye, para el que diga que eso es algo negativo, pues yo siempre creo que... Bueno, yo no puedo decir nada aquí, Álvaro. Yo es que en el podcast, como siempre digo a Iker, yo estoy de host, yo intento estar como muy en el centro, ¿sabes? Pero ya sabes lo que pienso.

Tú ya sabes lo que pienso. En la cámara principal, eso es un 23mm con un F1.9 en un sensor de una pulgada, que estamos hablando ya, pues los que habéis trabajado o los que habéis tenido o vais por alguna vez una RX100 de Sony, pues era eso, un 24 F1.8, en este caso es el F1.9, pero vaya, con el sensor de una pulgada que ya daba para tener un poco esa ilusión de profundidad de campo y un rendimiento muy bueno.

O sea que interesante este Xiaomi 13 Pro, que a ver si lo podemos probar. Eso sí, eso sí, os acordáis... Dile a pasta, por fa, dile a pasta. Yo digo, os acordáis de cuando antes se decía, mi Xiaomi hace lo mismo que tu iPhone, por la mitad de dinero. Pues ahora ya no se puede decir eso, porque este Xiaomi cuesta 1300 euros.

Vamos, que vale lo mismo. Sí, sí, que está igual. Bueno, y las malas, venga. Y las malas, he seleccionado aquí tres malas noticias, o buenas, es que tampoco lo sabría decir, pero estas últimas semanas hemos publicado en Fotolary tres noticias relacionadas con la explosión esta de la inteligencia artificial y con la explosión de estos algoritmos que generan imágenes solas.

La primera de ellas fue, hablando de un programa gratuito que genera por inteligencia artificial imágenes de comida, que en Fotolary pues le dimos, nos hizo, o sea, le dimos mucha importancia porque como Emma, nuestra compañera, se dedica un poco a la foto gastronómica y porque cuando se habla un poco de si la inteligencia artificial acabará quitando puestos de trabajo, pues cada uno enseguida va a este tipo de fotos, digamos, sin autor, como el sándwich, la típica foto de stock.

Exacto, ese sándwich mixto, esa foto de sándwich mixto que hay en el bar totalmente descolorida ya porque le está dando el sol del santo día. ¿Qué piensas? Esta foto la hizo un fotógrafo en algún momento dado, ese sándwich mixto, ¿no? Pues claro, la podrás generar por inteligencia artificial y la verdad es que los ejemplos que salen aquí hay algunas cosas bastante raras.

Hombre, si pones paella, aunque sale como paella, seguramente a un valenciano no le va a parecer bien, ya te lo digo. A mí lo que me gusta es, los que no hayáis visto el vídeo, por favor, verlo porque a mí los Ikers y Álvaros que hay son maravillosos. Son muy inquietantes. Son muy turbios, ¿vale? Es muy turbio, digamos, los universos paralelos, los universos paralelos de Iker y Álvaro.

Sí, igual que no hayáis visto el vídeo ese, es que hicimos hace poco un vídeo hablando de todo esto y en un programa de estos de generación de imágenes pusimos que nos generara dos fotógrafos calvos con gafas y barba corta intentando crear unas versiones de nosotros mismos y lo que salió por ahí era de película de David Lynch. Como poco, como poco.

Que, ojo, que ahí podría estar un poco la parte buena o la buena noticia, ¿no? Que es que a pesar de todo todavía tiene mucho margen de mejora. Sí, pero la parte mala es lo horrible que salen a ciertas cosas y las turbias imágenes que salen algunas, sí. Exacto. Otra noticia un poco en esta línea es que hace poco, esto ha salido por todos lados también, que lo que se ha considerado como la primera foto generada por una institución artificial que gana un concurso de fotografía.

Ah, bueno, eso es increíble. A ver, pongamos las cosas un poco en contexto para que no sea tan clickbait todo. El concurso de fotografía es una especie de concursillo que hace una tienda australiana de fotografía y tecnología, una especie de MediaMarkt australiano, que organiza cada semana un concursillo que pone un tema, entonces la gente manda fotos y el premio son 100 dólares para gastar, un cheque de 100 dólares para gastar en la tienda, ¿vale? O sea, no es, ¿qué decir? No es

el Wordpress Photo, ¿no? Es un concursillo, pero bueno, en ese concurso pues un estudio que se dedica a esto de la tecnología artificial coló una imagen ahí muy bucólica, ¿no? Una toma aérea de unos surfistas entrando en el agua al atardecer con todos esos colores muy oranjantil, ¿no? Todo.

Y bueno, lo gracioso del tema es que la foto realmente pues parece un poco de mentiras, pero es verdad que muchas de las fotos de paisajes que ves por ahí en las redes sociales parecen un poco de mentiras, ¿verdad que? Entonces, a ver, yo que suelo ser jurado de varios concursos, debo decir que había gente que decía, guau, es que ya no merece la pena.

A ver, la foto está bien por los colores y ciertas cosas, pero cuando te fijas, si realmente tienes un jurado, que es lo que decías tú, que al final no es un jurado de una tienda y demás, con un poco de, vamos a decirlo, un poquito de conocimiento, te das cuenta, incluso con un poco de conocimiento de física, te das cuenta que el agua pues como que no actúa así, ¿sabes? Entre la luz, que tampoco actúa así cuando traspasa el agua y esas cosas.

Pero sí que es verdad que, bueno, oye, empezando ahora, que también puede ser un poco turbio, ¿no? Lo que pueda acabar sucediendo, es que otra cosa. No, claro, claro. Yo puedo pensar pues que los jurados de los concursos importantes pues puedan estar un poco en alerta ante lo que pueda llegar. Aunque, como decimos también en el vídeo, ojo, que antes de la Inteligencia Artificial también se engañaba a los jurados.

Sí, sí. O sea, había maneras de hacerlo antes también y se han colado muchas fotos falsas en muchos de los concursos. O sea, que tampoco es un tema nuevo. Y luego así, para cerrar el tenilla de la Inteligencia Artificial, una cosa que me ha parecido interesante, porque es un poco como todas las cosas nuevas, entre comillas, que salen, o cuando hay una explosión de este tipo de cosas, luego vienen siempre las demandas judiciales, ¿no? Cuando sale algo

nuevo, ¿no? Claro, no, no. Totalmente. Como no hay ley sobre ello, pues... Exacto. Algo nuevo sobre todo, ¿no? Que amenaza algún sector o lo que sea. Y entonces ya ha habido una demanda gorda que es de Getty Images, que la agencia esta que tiene fotografía de stock y fotografía de prensa y de todo, han demandado a Stable Diffusion, que es uno de los generadores de imágenes por Inteligencia Artificial, porque resulta que Stable Diffusion,

para aprender a generar imágenes, primero tiene que aprender sobre... O sea, tienes como que meterle millones y millones y millones de imágenes. ¿Y de dónde salieron esas millones y millones y millones de imágenes? Pues salieron de Getty Images. Del banco de imágenes de Getty.

Claro. Exacto. Hasta el punto de que Stable Diffusion, a veces, genera imágenes con una especie de versión chusca del logotipo de Getty Images, de la marca de Getty Images, que tira ahí, ¿sabes lo que me dio? Que cutre, ¿no? Claro, claro. Es ahí donde saltó un poco la liebre, ¿no? En plan, oye, ¿qué está pasando, no? Mira, concretamente en Getty Images hablan de una infracción descarada de la propiedad intelectual en una escala asombrosa.

Concretamente se habla del uso no autorizado de 12 millones de imágenes. Lo que pasa es que, claro, los abogados dicen que el recorrido de esta demanda es un poco difuso porque no se contempla como uso no autorizado usar imágenes para enseñar a una inteligencia artificial. O sea, no está contemplado porque... Claro, es que no, eso, al ser algo tan nuevo, no está escrito como tal.

O sea, es como que aquí se puede hacer lo que se quiera. O sea, ese es el problema, que ahora mismo... Los de Stable Diffusion se defienden diciendo, no, no, nosotros hemos ido a la página de Getty, Getty te deja bajarte todas sus imágenes en poca resolución con la marca de agua de forma totalmente legal y nosotros no la hemos usado ni con fines comerciales, ni la hemos reproducido, ni no sé qué, ni lo cual.

Lo único que hemos hecho es meterla en un programa. Y entonces es un temilla que, bueno, supongo que veremos más demandas de este tipo. Ya estoy viendo a muchas agencias poniendo dentro de la letra pequeña, en plan de, ni que tampoco sirvan para aprendizaje de inteligencias artificiales. Exacto. Tiene que ser algún tema así. Porque claro, yo entiendo que los que tienen que estar más acojonados con todo este tema son precisamente los que hacen fotografía de stock, que son los que yo creo que más...

Yo creo que son los primeros que van a caer. Jimena que me jode mucho, pero son los primeros que van a caer. Esa fotografía más como... Es verdad, más práctica, más de... Necesito una fotografía de una planta en una maceta, ¿no? O de un doctor, ¿sabes? Esas fotografías que hacéis por ahí siempre.

Como decimos, como decimos, si queréis yo, esas fotos insulsas que sirven para rellenar posts de ciertas plataformas, de muchos webs y demás. Pues eso, pues eso, sí, sí. De hecho, hay alguna web así bastante famosa que ya ha coqueteado. Sí, sí, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya. Bueno, pues nada, Álvaro, que ha sido un placer que tengas por aquí.

Te voy a traer de vez en cuando. Y que está todo el día ahí ya. Es que, de verdad, habla mucho. Habla mucho, habla mucho. Habla mucho ya. Como habla todos los días, habla en todos los vídeos que mata. Aunque sea. Pues nada, por cierto, tú te has hecho muchas fotos en el fotomatón cuando eras joven. Alguna que otra. Muchos DNIs y esas cosas, ¿verdad? Bueno, me he hecho bastantes fotos para documentos y DNIs porque yo era especialista en juventud de perder los DNIs y los pasaportes y las cosas

y de tener que renovarlos cada dos por tres. Recuerdo mucho eso. Y luego mucho de fotomatón de fiesta borrachera, con la novia, no sé qué. Pues sí, cositas como las que nos ha cortado Luis. Sí, sí, este hombre técnico aquí. Había como en plan un poco el reto de ver cuánta gente podían meter a la vez dentro del fotomatón para hacerte la foto. Muy bien, muy bien.

Pues nada, que hablamos prontito, que además nos vemos dentro de nada en el fotoforum. Para toda la gente que no sepa, que venga al fotoforum. Vamos a estar ahí en Fotolary. Además, creo que tú sabes más, porque yo casi no le he preguntado a Iker, pero nos han dejado un espacio. Tendremos ahí algo más que lo del año pasado. El año pasado ya teníamos ahí un rinconcillo, pero este año vamos a ver si tiene más entidad. Aún estamos cerrando detalles.

Bueno, pues que se vengan la gente y que se hacen foticos como la otra vez. Exacto. Muy bien, pues nada, un placer. Nos vemos prontito. Venga, te doy un abrazo. Chao, chao, chao. Fotolary Podcast. Fotografía, vídeo y lo que surja. Con Rodrigo, Iker y Álvaro. Fotografía, vídeo y lo que surja.

Episodios recientes