Antonio Banderas y los españoles que han triunfado en Hollywood

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Nuestro actor más internacional es el protagonista de este nuevo capítulo, en el que también participan el cineasta Paco Cabezas y el diseñador de vestuario nominado al Oscar Paco Delgado.

En el quinto capítulo de ‘Amanece que no es podcast’, nuestro proyecto sonoro con Fundación SGAE, echamos la vista atrás para analizar, de la mano de Julieta Martialay y Juan Silvestre, cuál ha sido la influencia de nuestros artistas en la meca del cine.

Pero no solo hablamos de actores y directores. La marca española en Hollywood va mucho más allá. Ahí está, por ejemplo, Paco Delgado, diseñador de vestuario con dos nominaciones a los Oscar por ‘Los miserables’ y ‘La chica danesa’, que nos cuenta cómo fue recibir la llamada que le cambiaría su carrera para siempre o el cineasta Paco Cabezas, que ha dirigido a estrellas de la talla de Nicolas Cage, Anna Kendrick o Sam Rockwell y capítulos de series como ‘Penny Dreadful’ o ‘The Umbrella Academy’. En el repaso, recuperamos la experiencia de Javier Bardem como malvado en la película de James Bond, ‘Skyfall’.

Transcripción


Lo que recuerdo es una sensación muy fuerte de vértigo, Y quizá también de de soledad, ¿no? Estaba trabajando en un idioma que no era el mío, no sé, no no había habido gente delante mía, ¿no? Que que hubiese hecho esto, por lo tanto, estaba como entrando en un terreno nuevo, desde luego lo era. Para mí, una sensación, sí, extraña.

Ya desde la época del cine mudo, Hollywood ha estado lleno de españoles que se sintieron en algún momento solos en su viaje a la Meca del cine para trabajar delante y detrás de las cámaras, españoles que interpretan, dirigen, dibujan, diseñan, escriben y componen bandas sonoras. La lista es enorme, aunque cuando surge cualquier conversación de sobremesa sobre el tema, todo pasa por un trío excepcional, Antonio Banderas, Penélope Cruz y Javier Bardem. Trio con un peculiar denominador común, Pedro Almodóvar, quien, sin dejar de rodar aquí, se ha convertido en un icono cultural a nivel mundial capaz de impulsar carreras. En el caso de Banderas, el mérito pasa por haber conseguido el estatus de estrella en un momento en el que no era nada fácil romper estereotipos hispanos. Nosotros mismos le llamamos el español más internacional.

Hoy nos acompaña el intérprete que dejó Málaga en los años ochenta rumbo a Madrid para ser actor y que logró saltar a Hollywood para hacer historia, pero también escucharemos a otros creadores de la industria que han tenido y tienen una abundante trayectoria internacional y que ha llenado nuestra hemeroteca de anécdotas alucinantes que ya son auténticas joyas.

Somos Julieta Martialay.

Y Juan Silvestre.

Y esto es

Amanece que no es podcast.

Fotogramas y fundaciones GAE presenta Amanece que no es podcast.

Hollywood se caracteriza por el business, pero también por su afán de ir a la caza de miradas nuevas que enriquezcan su industria, a veces para hacer remakes, pero otras para que amantes del séptimo arte tengan la oportunidad de explorar su talento en la meca del cine y para que lo hagan a lo grande, porque si hay algo que caracteriza al audiovisual estadounidense, es que todo lo multiplica por mil.

Uno de los directores españoles que ha probado las mieles de los presupuestos tamaño Hollywood es Paco Cabezas. Además de rodar películas con Nicolas Cage, Anna Kendrick y Sam Rockwell, el sevillano ha trabajado en series como Penny Dreadful o The Umbrella Academy.

La verdad es que la principal diferencia que noté entre los rodajes en España y los rodajes americanos es un poco el el azúcar en el catering, en la mesa de hay muchos más donuts en los

en el

rodaje americano. Ella, bueno, ya fuera de broma. Es cierto que que hay diferencias, es decir, recuerdo mi primer rodaje con Nicolas Cage, que explotamos varios coches, y entonces yo decía, ahora estoy explotando coches, o sea, esto ya es es otro nivel, o sea, recuerdo la la sensación antes de que explotar en el coche, la sensación de cuando explota a bordo de fuego, te da como una especie de llamarada en la cara y dices, esto podría haber un podríamos haber muerto aquí. Pero pero en realidad, luego, al final no hay tanta diferencia, es decir, sí, en en el rodaje de Umbrella Academy, por ejemplo, teníamos siempre grúas. Para la gente que no lo sepa, digamos que alquilar una grúa con una cabeza caliente, que significa una grúa con una, digamos, una especie de robot que acciona la cámara, ¿no?

Eso es carísimo, eso en España, a lo mejor, consigues tener la grúa un día o dos con mucho. Y en Estados Unidos, pues eso, cuando he rodado hombre la academia, teníamos grúa todos los días y a veces tres grúas a la vez, con lo cual te permite, pues hacer casi cualquier plano que puedas imaginar, lo puedes hacer en el momento. Entonces, esto es una libertad creativa, la verdad es que es muy grande. Realmente, sea el trabajo en Estados Unidos o en España, tengan muchos o pocos medios, al final todo parte de de contar una historia del trabajo con los actores y de y del trabajo visual.

Nos ha contado Paco Cabezas cómo es trabajar allí, pero lo que realmente me llama la curiosidad es cómo será el momento en el que se recibe esa llamada. Nos lo cuenta Paco Delgado, genial diseñador de vestuario con dos nominaciones al Óscar por Los miserables y La Chica Danesa.

Yo había hecho un anuncio de Kathter Morgan con Tom Hooper, aquí en España. Y cuando terminamos me dijo, oye, me ha encantado tu trabajo, yo tengo una película ahora bastante grande y me gustaría ver si hay alguna posibilidad de trabajar contigo. Me encantaría poder ofrecértela y, bueno, yo la verdad pensé, bueno, esto es lo típico que se dice después de un trabajo y este hombre se olvidara de mí y nunca me vas a volver a llamar, claro. Y para mi sorpresa, como cinco o seis meses más tarde, un día estaba con amigos y me recibí una llamada con un número de Los Ángeles y, bueno, cogí el teléfono y era una llamada desde Universal diciéndome que, bueno, que que había esta película, que Tom Hooper les había dado mi teléfono para que se pusieran en contacto conmigo para ver si tenía fechas libres para poder trabajar Los Miserables. Verdad que me quedé durante muchos minutos un poco atónito, sin sin reaccionar.

Con respecto a la preparación de Los Miserables, sí que tuvimos una preparación corta, en el sentido de que, a lo mejor, solamente trabajamos como cuatro meses. También es verdad que hubo un período de paro entre entre, porque empezamos a preparar antes de Navidades y luego, durante la Navidad, como quince o veinte días, se paró se paró la preparación. Aunque yo seguí trabajando como loco, bueno, me acuerdo trabajando en mi casa aquí en Madrid, que estaba de vacaciones y bueno, vacaciones, por decirlo de alguna manera, porque trabajaba todo el rato, me acuerdo, en la mesa de la cocina. Vivía en una casa muy pequeña, entonces, y en la mesa de la cocina dibujando y preparando cosas y trabajando. Y me acuerdo con mi pareja de entonces me decía que tenemos que cenar, quitar los papeles de la mesa.

Y luego las estrellas a las distancias cortas, pues, es como como todo. Hay gente que es maravillosa, hay gente que que que no es tan maravillosa, hay gente que, en fin, al fondo, en el fondo yo siempre pienso que esto es un trabajo como otro, cualquiera. Aunque se vea desde fuera con un glamour increíble, pues, luego en el interior, pues, estás trabajando con colegas, o sea, si trabajas con Anne Hathaway, pues Anne Hathaway es tu colega. Colega en el sentido de de de la excepción de la palabra como como persona que trabaja contigo. Entonces, no sé, yo intento no dejarme influenciar, no no soy muy mitomano tampoco, o sea que no me afecta demasiado.

Un consejo que se me haya, bueno, pues, sí, se me quedó grabado el que me dio un un agente ya desaparecido, que se llamaba el dimato, y que me dijo, me dice, aquí en Hollywood las carreras no se construyen con sies, se construyen con noes. La palabra no es es muy importante para la construcción de la carrera, ¿no?

Para convertirse en una estrella de Hollywood, además de a esos noes, hay que añadirle tenacidad y también mucha lucidez. Y en esto, Javier Bardem es un ejemplo, porque tuvo un instinto extraordinario para saber qué tipo de estrella no quería ser.

Después de que lo nominaran al Óscar a mejor actor por su papel en Antes que anochezca, Spielberg invitó a comer al español para ofrecerle un personaje de villano en Minority Report, y Barren le contestó, no me veo saltando por los tejados detrás de Tom Cruise.

Muchos años después, y tras una carrera nacional e internacional construida sin fisuras, se dio permiso para encarnar a uno de los malvados más memorables de la saga James Bond, cuando cero cero siete era Daniel Craig. Así le contaba el actor a fotogramas aquella experiencia en Skyfall.

Como anécdota, yo estaba rodando el día, en la cárcel esta de cristal, llegaba Yugi

Dench, estaba en el Craig, acción y

se me fue la el texto y me llegó la taquería risa y me dije Sam, ¿qué te pasa? Y digo, pues que estoy una JBond, tronco. Que estoy una JBond, que tengo a Jubi Dench, a la tenía Kreg y no me lo creo, tío. Bueno, vale, venga, venga, acción. Entra a Jubi Dench y le suena el móvil.

Y por supuesto, el rington de Judy Jensi es pan, pan, pan, pan, pan, pan, pan, pan, pan, pan, pan, pan, otro ataque de risa, digo, ¿pero esto qué O sea, no me puedes creer que tú llevas eso de de de sonido de móvil, y ya por fin se pudo rodar la escena, pero vamos, fue un fue un día fue un día muy divertido, teniendo en cuenta que era una escena bastante dramática.

No es que Bardem saltara exactamente por los tejados detrás de la gente cero cero siete en aquella película, pero el papel marcaba un cambio de etapa para el actor. Hace poco, presentando el remake de La Sirenita en el que interpreta a Tritón, nos confesaba que ahora no solo piensan que sus trabajos tengan sentido para él, sino también para sus hijos.

Realmente, yo creo que para todos los cinéfilos es como un motivo de orgullo cada vez que vemos a un talento español que triunfa en el ámbito internacional y además haciéndolo a su modo. Porque lo que decías tú ahora mismo de Bardem, Vardem siempre ha sido una estrella atípica, atípica en el sentido de que es profundamente agradecido con todos aquellos que a lo largo de su carrera han contribuido a ser de él quien es. Un ejemplo claro estuvo hace un par de años cuando coincidieron en cartelera con un mes de diferencia la superproducción Dune y el buen patrón de Fernando León. Dune tenía nombres de sobra para colocar en el mapa y él lo que hizo fue apartarse y redoblar sus energías para que nadie se perdiera una gran película en la que además, o sea, todos estamos de acuerdo en que Vardem hacía uno de los papeles de su vida y lo hacía en agradecimiento al director que le había dado otro de los grandes papeles de su vida, que fue el de los lunes al sol. Banderas también es un ejemplo de generosidad increíble con sus compatriotas.

O sea, no solo por esas históricas paellas de bienvenida que daba a todos los españoles que pisaban Los Ángeles y a la normalización del jabugo como bocado saludable que para los americanos era como, ¿qué es esta carne tan fea? También le debemos a Banderas situar a nuestro país correctamente en el mapa y por hacer de los Premios Goya del año veinte veintiuno, la mejor ceremonia que hubo de premios de aquel año de la pandemia. Ahí acordaos que aparecían Al Pacino, Glenn Close, Nomi Watch, incluso Sylvester Stallone, que grabaron vídeos en apoyo del cine español. Esa, como tú me reconocerás, Juan, sí que es una buena agenda y no la mía. O sea, es un motivo de lo que ya sabes cuántas portadas tiene banderas, por cierto, en fotogramas, diez.

Madre mía. Bueno, diciendo, tu agenda todavía está por descubrir, entonces bueno no puedo valorar todavía porque estás un poco remoona con el tema de la agenda, pero bueno. Sí, efectivamente y fíjate, Julieta, yo añadiría además que todos estos actores que se han convertido en estrellas de Hollywood no solo son agradecidos con con la gente que les ha dado oportunidades a nivel artístico, sino también con la prensa, que esto salgo yo barriendo para casa, que valoro muchísimo. Muchísimo. Esto, por ejemplo, es algo que también tiene Penélope Cruz, que por cierto tiene diecinueve portadas de fotogramas

Ahí es nada.

Menos, y siempre que hemos hecho algo con Penélope Cruz, siempre que le hemos pedido algo, nunca ha faltado su agradecimiento, su recuerdo a cómo fuimos nosotros los que realmente la lanzamos y la apoyamos al principio de su carrera, y esto es algo que también hacen siempre Banderas y Bardem, y yo valoro muchísimo, ¿no? El trato del tú a tú, esa cosa de cuando yo recuerdo la primera vez que entrevisté a Penélope, que yo iba asustado, ¿no? De cómo será. Y de repente esa cosa tan cariñosa, tan cercana, esto es muy de valorar y no pasa esto siempre y no pasa con actores jovencitos a veces, ¿no?

No, no,

no, no, es verdad que que este trío siempre tiene una diferencia especial cuando están en un Yanket internacional y se enteran que en ese Yanket hay un medio español. ¿Sabes de otro personaje que yo me siento también muy orgullosa de Yauma Collet Serra. Es un director que se ha convertido en en universal, con quien precisamente Paco Delgado colaboró haciendo el vestuario de Jang El Cruz, que tiene unas anécdotas muy buenas vistiendo a Dwayne Johnson, que lo sepas.

Bueno, bueno, eso va para otro podcast también. Banderas supo hacerse un hueco por encima de los estereotipos de latinos por los que pasaron Penélope, Jordi Moya o Paz Vega, y convertirse en una estrella hollywoodense de pleno derecho. ¿Qué es lo que hay que tener para ganarse al público americano?

¿Qué cualidades hacen falta para triunfar en Hollywood? Pues, no sé, deben ser muy diversas, ¿no? Quizá el talento, por supuesto, la perseverancia, el instinto de supervivencia y, pues, la capacidad para para recobrarse tras recibir golpes, ¿verdad? Vamos a ver, lo logran solo uno de cada mil personas que se desplazan hasta Hollywood, hasta Los Ángeles, porque porque la competición, pues, es feroz, ¿no? Y el número de actores que entran en el juego es muy elevado.

Junio de mil novecientos cincuenta, fotogramas públicas sobre una joven Sara Montiel. Eran ya varios los productores que apetecían la firma de la estrella española. Esto lo he oído de gentes muy autorizadas. La Metro ha vencido a todas las demás productoras. En México, ha visitado a Ana Montiel, un dirigente de dicha marca, ofreciéndole en Hollywood un fabuloso contrato de exclusiva por tres años, y la estrella española está en el umbral de la juventud, en el dintel de sus mejores años.

¿A dónde llegará esta preciosa muchacha?

Qué qué qué maravilla de vocabulario utilizaba la prensa de entonces, el dintel. Pues, en otra entrevista de mil novecientos cincuenta y seis, en la que se cuenta que Sara era muy caída en Hollywood y que llamaba mi arma, y eso que era manchega, mi arma a todo el mundo, o que tenía en su casa de México dos perros y un coyote que recogió después de Cache atropellarlo, le preguntaban qué papel le hubiese gustado interpretar. La Montiel respondía, me gustó mucho la princesa de Éboly, pero me robó el papel Olivia de Haviland. Me hubiera gustado hacer la película, no esa, otra versión. Ahora ya no puede ser.

Como Sara Montiel, también cruzaron el charco, ya fuese para trabajar en Hollywood o México, Lola Flores, Carmen Sevilla o Rocío Dúrcal. Y no olvidemos que Concha Picker participó en el cantor de jazz de mil novecientos veintisiete, que durante mucho tiempo fue considerada la primera película sonora, aunque posteriormente se encontraron cintas anteriores, entre ellas una de la misma Picker de mil novecientos veintitrés, Delie de Forest.

A mí este tema de los españoles en Hollywood es que me fascina, es que me encanta. Hay historias para todos los gustos. Yo creo que esto nos da para un qué película la de aquel rodaje. Totalmente. Entonces, venga, Juan, vamos a hacer así, vamos a hacer un Jesús Palacios, como hizo el número pasado en el podcast pasado de resumir el terror.

¿Te acuerdas? Pues a ver qué españoles nos vienen a la cabeza.

Venga, pues mira, a mí así a voto pronto me viene, pues Maribel Verdu, Elena Anaya, el Zapataki, los hermanos Pastor, Óscar Jaenada, Paco León, Nacho Vigalondo, Luis Bermejo, me viene Aitana Sánchez Gijón, que lo suyo fue literal un paseo por las nubes, porque aquí hago un breve paréntesis, a Alfonso Arau, le querían imponer a William Arraider como protagonista de la película, pero él se empeñó en convertir a Aitana Sánchez Gijón en una estrella, pero chica Aitana llegó allí y dijo mira esto no es lo mío, yo lo hago y me vuelvo y Aitana lo cuenta en las entrevistas, que ella no le gustó aquella experiencia y sigue trabajando aquí tan tranquila y tan a gusto. Tenemos el caso también de Sergio Pérez Mencheta que aunque vive en Los Ángeles viene a Madrid a dirigir obras de teatro absolutamente magistrales porque como director de teatro es

Es lo más grande, como dice él, desde que dejó de ser guapo, como dice él, pudo dar rienda suelta a su talento y es uno de los mejores directores teatrales de este país.

Y no nos olvidemos de Simón Andreu, por favor.

Bueno, uno de los más grandes. Este tiene más internacional, como digo yo, este tiene más teatro por los pueblos que el propio Bardem. Ha participado en más películas que nadie. Él mismo nos lo cuenta.

Mi última película americana fue El infiltrado, con un grandísimo actor, Bryan Cranston. ¿Cómo no voy a recordar mi presencia en Muere al todavía, de James Bond? Ahí tenía una escena con Halle Berry. Estábamos ensayando y vino alguien de producción para anunciarle que estaba nominada al Oscar de Hollywood y lo ganó. En Brigitte Jones, Colin First me contó que había trabajado con con un actor español, amigo mío, Fernando Gilbeck, que le había invitado su viaje de bodas por España.

No os lo perdáis, en La Mancha. El hombre estaba encantado, conoció la ruta cervandina en su viaje de bodas.

El tema de Simon Andreu ya sabes que a mí lo que me hace es lo que más me gusta y es tirar del hilo. Entonces, con esta película, aquel rodaje, vamos a llegar a sitios donde ni habíamos pensado, Evidentemente de turista, yo añadiría, por supuesto, Alberto Iglesias, enorme, la banda sonora que hizo el Jardinero Fiel. No nos podemos olvidar de Raúl García, uno de los grandísimos animadores de este país que lo fichó la Disney y que le debemos el personaje del genio de la película Aladdín, que lo hizo Robbie Williams, que le dio mucha lata. Y luego ya vamos a irnos a la biblioteca de verdad y a poner encima de la mesa a nombres como Salvador Dalí, con su colaboración con Hitchcock en Recuerda, Blasco Ibáñez también estuvo haciendo carrera en Hollywood, también se buscaron la vida allí. Edgar Neville y Jardier Poncela, Luis Buñuel.

Tiene una historia fantástica por porque fue becado por la Metro Gold de un Mayer que les encantó la Edad de Oro, pero el tío fue allí a pasárselo bien grandes juegas con Charles Chaplin. Otro que triunfó fue Antonio el Bailarín, que rodó muchas pelis, como por ejemplo, Cific Girl con Judy Garland, que era amiguísimo de Ava Gardner y Beth Davis, y él mismo dijo que tuvo un idilio con Vivian Leigh.

Qué maravilla.

Y por supuesto, no se nos puede olvidar la diosa Conchita Montenegro, que fue de verdad la primera mujer española que triunfó en Hollywood, tanto en español como en inglés, y que, aparte de darle un bofetón a Clarke Gable, que ya era estrella porque le intentó dar un beso, que para ella era demasiado para la época, tuvo un idilio increíble con Leslie Howard. Pero bueno, todo esto hay muchos españoles que hicieron las Américas, muchísimos, y se debe a una cosa que vamos a hablar muy brevemente de ella, muy brevemente, que es aquella época en la que cuando se acaba el cine sonoro, los estudios americanos se dan cuenta de que tienen un público potencial, que son los hispanos, que no saben cómo satisfacerles. ¿Y cómo se les ocurre lo que decíamos antes de que los americanos todo lo hacen a lo grande? Pues entonces por las mañanas rodaban las versiones americanas y por la tarde rodaban la misma, pero para el mercado español y latinoamericano. Entonces, por ejemplo, Drácula hacía la versión oficial por las mañanas y de siete de la tarde a siete de la mañana, el día siguiente, los españoles o los mexicanos iban a rodar esa misma versión para el público de ave hispana Y ahí estuvo Conchita Montenegro.

Lo que pasa que ella, que aprendió inglés gracias a Charles Chaplin, fue también una grandísima diva de cine americano.

Bueno, turno de noche para los españoles, entonces, en aquella época.

Turno de noche total.

Eso que en época de La Montiel se llamaba hacer las Américas y después dar el salto a Hollywood, está cada vez más normalizado. Ahí tuvimos Ana de Armas nominada al Oscar por Blunt en Netflix. Julieta, ¿tú crees que la cosa ha cambiado mucho desde que el contenido es más global? Bueno, desde la llegada de las plataformas, vaya.

Bueno, yo es que creo que Hollywood se está descentralizando tal y como se conocía. Ya no es ese sueño inalcanzable y para algunos incómodos de ir a un país que ni me entienden ni lo entiendo, con un Star System metido en caravanas que no se podían rozar unos con otros. No, ahora mismo Hollywood son las plataformas y les resulta indiferente rodar aquí que rodar allí. O sea, puedes tener un Jeff Goldblum rodándote aquí, a un Javier Cámara rodándote allí. Y luego, claro, tiene una trascendencia.

Lo que haces piensa que se emite como mínimo en ciento cincuenta países que hacen de su propia casa a una edad de armas en China o a un Álvaro Morte. Porque, por ejemplo, una de las anécdotas que cuenta Álvaro Morte a raíz de La Casa de Papel, es que él se dio cuenta de lo que suponía estar en una plataforma cuando fue a su restaurante chino de Londres de toda la vida a cenar. Y de repente levantó de repente levantó la mirada y vio que las cristaleras del restaurante estaban atestadas de gente haciéndole fotos, y es porque le habían visto en La Casa de Papel. Claro. Es que sobre el éxito de La casa de papel y sus actores tenemos muchas anécdotas.

Por ejemplo, cuando la serie empezó a despegar y a Úrsula Corbera le ofrecieron sus primeros papeles en inglés, y ella tenía un problemilla, que no lo hablaba. Se lo contó a nuestro colaborador, Álvaro Nieva, en el rodaje de Snatch.

Desde yo en enero no hablaba mucho inglés. El otro día tengo un coach buenísimo que me saca el mejor inglés de mi vida. Entonces, yo siempre, pues, lo típico, ¿no? Porque pasamos eso aquí, te dicen, procuraba una prueba en inglés para no sé qué, y tú dices, ah, sí, sí, el coaching o cuando la pruebes es

como que te olvidas. Pues sí, me preparé

Front tres escenas, con un inglés increíble, en plan, con una pronunciación, ahí como súper currado, y de repente me llaman y me dicen, oye, mira, Úrsula, que que me tienes que ir a Málaga, que el director de Snage lo quiere ver con el protagonista. Y yo, ya, pero es que es que yo no dos días de antelación, aunque sea, para poder mirármelo, porque es que, o sea, es imposible. Y debo decir que me hice un poco de caca encima. Pero pero luego, una vez llegué ahí y me di cuenta de que yo los escenas las podía hacer perfectamente, además es curioso porque me siento bien hablando en inglés en en escena, nunca lo había hecho y y mi mayor miedo era ese, como sentirme como un poco de esa cosa, como de estar traicionándote a ti mismo, ¿sabes? Pues nada, llegué ahí y dije, qué cosa?

O sea, hablé fatal, luego me iba a decir, madre, me has dicho esto, esto no

sé qué tal, esto, o sea, se

lo decía todo el jueves, todo mal. Pero cuando me llamaron me dijeron, no, ya te han cogido, dije, ah, vaya, pues entonces ya me relajo, porque si me han cogido y se han dado cuenta. Ese mierda que tengo, pues ahora, el papel de

también tienes una gran anécdota con Úrsula Corberó, ¿no?

Sí, yo tengo una anécdota con Úrsula cuando ella rodó Snake Eyes en Tokio, a mí me mandasteis a Tokio, Fotogramas mandó a Tokio a cubrir el rodaje, y íbamos una noche al rodaje, entonces bueno, ese rato que estábamos allí había que intentar entrevistar al mayor número de actores posibles de esa superproducción, ¿no? Entonces llegamos y yo vi a Úrsula encuerada, pegando tiros, saltando por los aires, bueno, una cosa espectacular y entonces nos llevaron a un sitio para esperar a los actores y empezaron a llegar actores, pues trajeron a Samara Weavin, trajeron a Henry Golding, trajeron a todo el mundo y a las dos de la mañana me dijeron que ya no venía nadie más. Y claro yo dije pero yo he venido a hacer a Úrsula Corvero, ya pero es que Úrsula Corvero no va a poder atender hoy a los medios. Entonces yo estuve una semana en Tokio, fantástica, disfrutando de Tokio, fui a entrevistar a Úrsula Corberón, me volví sin la entrevista de Úrsula y esto lo he hablado con ella luego, porque ya sabía que había un periodista español al que no iba a poder atender y tenemos un poco esa esa esa broma ella y yo de eras tú el que estaba allí en toque y el que fue para hacerme y no, me volví sin Úrsula, pero con una experiencia maravillosa.

Bueno, pues mira, no hay más que por bien no vengas.

Sí, sí, totalmente.

De La casa de papel a Hollywood también ha viajado Álvaro Morte, al que hemos visto en la serie de Amazon La Rueda del Tiempo, o Enrique Arce, al que vimos compartir cartel con Jennifer Aniston y Adam Sandler en Criminales a la vista. Por esta película hablamos con él y nos contó cómo estaba siendo su nueva vida en Hollywood.

Yo lo he intentado tantas veces, esta es mi tercera vez seria, o sea, de venirme y buscarme un apartamento, coche, hacer todos los papeleos de de empadronarme y todo eso. Lo que pasa que en esta, digamos que es todo un poquito más fácil a nivel profesional. Ya no tienes que ir mandando emails a la gente, mira, acabo de llegar, vale, he mandado, yo qué sé, quinientos, mil, no sé cuántos, intentando siempre y nunca pasaba nada. Ahora estoy en otra circunstancia, también tengo otra edad, que por ese lado quiere decir que venirte aquí de repente con cincuenta también es echarle un par de de moles, ¿no? Pero bueno, me gusta esta ciudad, estoy tranquilo, me desconecta también, es una ciudad que está muy orientada a la naturaleza, cosas más sanas, más que Madrid, que es más vorágine, de siempre estoy como más liado, más gente conozco, más tal aquí disuelto un poco de mi soledad, y la verdad es que ahora estoy muy ilusionado a ver qué pasa.

Y si no pasa nada, pues me volveré con la sonrisa de por haber, por lo menos, haber podido vivir un estreno en alfombra roja, en Hollywood, con un gran proyecto en el que además estoy como uno de los protagonistas, ¿no?

Nada que ver con la odisea americana que vivió otro actor español con Puentes con California, Jorge Salz. Por allí estuvo un año antes de ir junto a Trueba y toda la Troop a recoger el Oscar de Vélez Poke, y no fue precisamente a trabajar.

Yo venía de Uruguay, estaba rodando Curro Jiménez dos, en Uruguay lleva ocho meses allí. Yo la primera vez que fui a Los Ángeles es porque me enteré que se estrenaba Amantes en un pequeño circuito hispano que hay allí, pero no tenía dinero porque me la voy a pulir todo.

Después de amante, yo acabé tarifando y acabé mamándome de playa en playa en toda Latinoamérica que le di la vuelta, todo Latinoamérica de playa en playa, mamá. Entonces, mi hermano me pagó un billete de ida

y vuelta a Los Ángeles, Entonces, mi hermano me pagó un billete de ida y vuelta a Los Ángeles porque se estrenaba allí la película, digo, bueno, pues, a poco. Y para allá que me fui, porque tenía un amigo mío allí y estaban viviendo en Venice Beach, y digo, voy a darles de una sorpresa, voy a llegar a

esto, aquí estoy. Y cuando llego, ya

no, que no se no están aquí,

se han ido a Boston. Vienen dentro de un hombre.

No me joda. Y entonces mi primera contacto con Los Ángeles fue irme a un jud hostal y trabajar limando la mierda de la roña que había entre los baldosines de las duchas de un jud hostal, tío. Tenía de como compañero de habitación a un llavero francés, me echaban continuamente de los juice hostal porque no tenían nada.

Las películas así que se vienen a la cabeza no son probablemente las más representativas mías, pero son las que tienen más significado para mí, para mí. Entonces, la la la primera que te puedo decir es la la primera que hice en los Estados Unidos, ¿no? Que fue Los reyes del mambo, que era una película basada en un premio Pulitzer, una novela de Oscar Hijuelos y y que para mí tuvo un significado extraordinario porque fue la puerta que me permitió entrar a trabajar en en Hollywood. Después, en la segunda sería Desesperado, porque era la primera película en la que se metió un protagonista ya en en en Hollywood, en inglés, y bajo un estudio, en este caso, Colombia Pictures. Evita, por razones más que obvias, soy un amante del del teatro musical y esto era una película que que que venía arrastrada de desde ahí, desde el teatro musical, ¿no?

Y y me permitió, pues, mostrar una cara mía que no se había visto antes, que es la cara de de de cantante, ¿no? Es una en una historia muy latina, porque es la historia de un personaje muy controvertido, Eva Duarte de Perón, compuesta por Andrew Loy Weber, es decir, dio pie a a muchísimas cosas que pasaron después, ¿no? Y después, pues, quizás también toda la franquicia de de de Shrek, eran unas películas que yo, como espectador primero, pues, me me encantó la primera, que que acudió al festival de cants y que, según se comentó, en aquel momento estuvo a punto de ganarla, ¿no? Yo entré en la segunda, pero han sido cinco las veces que he interpretado al personaje del del gato Bombute, es que curiosamente representa para mí una paradoja, ¿no? Porque a ese país que llegué prácticamente sin hablar la lengua, resulta que uno de los personajes más celebrados míos solo pongo la voz en inglés, en español y de vez en cuando, también lo he hecho en italiano.

Así que esas son las las películas que yo elijo, pero que tienen un significado, repito, especial para mí, para mí.

Después de Musical Evita, que era del noventa y seis, en junio de mil novecientos noventa y ocho, se publicaba lo siguiente a cuenta del estreno de La Máscara del Zorro. Del éxito o fracaso de esta película y la próxima de Banderas, El Guerrero número trece depende en buena parte el futuro de su carrera americana y el que consiga el codiciado protagonista en la versión cinematográfica del musical El fantasma de la ópera.

Indudable que el éxito en Estados Unidos lo consiguió, pero no así hacer el fantasma de la ópera en cine, aunque sí ha logrado que en septiembre de este año llegara a España el musical que él mismo ha producido con el beneplácito de Andrew Joy Weber. No olvidemos que otro de los hitos de nuestra estrella fue triunfar en Broadway, llegando incluso a ser nominado a un premio Tony por el musical Nine. Ahora, el teatro y Málaga vuelven a estar en el centro de su pasión.

La la historia de Broadway fue también muy especial, porque yo yo nazco como actor en el teatro, no en el cine, el cine se da después, Pero el teatro era mí y sigue siendo mi gran pasión, ¿no? Ahora, yo creo que se conoce que estoy desarrollando un proyecto aquí en Málaga con el teatro El Sojo, y y sí, el el teatro musical norteamericano, que además es muy difícil de abordar, pues me dio también mucho, ¿no? Porque exige mucho de de de uno en terreno, pues, muy diferente, lo que llaman ellos el el triple fread, ¿no? Tienes que cantar, tienes que interpretar, tienes que moverte bien o bailar, ¿no? Entonces, es bastante complicado y muy cansado hacer eso ocho funciones a la semana, los días donde hay doblete, que le llamamos nosotros, pues tienes que estar en el escenario, en el escenario directamente, ¿no?

Pues siete horas y exige mucho, ¿no? Haber estado jugando en el en la liga esa de de Broadway, donde ganamos el Tony, y yo estuve de Bannominado, para aquello fue una experiencia preciosa que que también escribió una página muy bonita de mi vida y que recuerdo y guardo con muchísimo cariño.

Puede que en otra época poner un pie en Hollywood significará también no volver a ponerlo en España, el logro de abrirse un hueco en la meca del cine con el inconveniente de renunciar a hacer más películas en tu propio país por tener que vivir allí y por desconexión con la industria.

Ya no es así. A día de hoy todas nuestras estrellas transitan con naturalidad por cualquier cinematográfica. Ahora el problema está en cómo cuadrar agendas.

Claro que me resulta un privilegio trabajar en el cine español. La pena es que no, de último, no trabajo tanto por por razones casi siempre de agenda, porque a veces me ofrecen cosas, pero pero no pero pero no no las puedo compaginar entre Piensa que muchas de mis películas, de las películas que hago internacionalmente, esto ya, digamos que atado a ellas con bastante tiempo de antelación. Entonces es un poco difícil. Aquí en España por por, no sé, me imagino que por el tipo de producción que hacemos, la gente te llama en El Último Minuto prácticamente como oye que estás libre porque hay esta película y vamos a empezar y tendríamos que empezar a preparar en un mes. Y yo normalmente ya tengo ya fechas ya cerradas.

Como hemos ido revelando a lo largo del podcast, el talento del audiovisual español se exporta, y lo ha hecho y lo hace en muchos campos.

Ahí están también Carolina Jiménez y El Ranchito, a la vanguardia de los VFX, el guionista Darío Madrona, primer showrunner español en una serie americana, y ganadores de premios Emmy como el músico Víctor Reyes o la maquilladora Ana Lozano.

Todos ellos son ya españoles universales que brillan con luz propia sobre la ciudad de las estrellas.

¿Qué es ser una estrella? Pues, yo creo que ser una estrella es inventarse un personaje que es atractivo para ti y para otros, y que te ves obligado a representar constantemente en tu vida social. Es de mucho trabajo, no sé, no no es el objetivo principal, el objetivo principal es desarrollar tu trabajo con profesionalidad y y con cariño y y después todo lo demás es una estrella pues, te vendrá dado. Pero es verdad que hay muchas estrellas construidas por los agentes, por los representantes, por la gente que está alrededor, ¿no? Que te dan una serie una serie de coordenadas de comportamiento frente a la prensa, frente a Y eso, lo los que son estrellas creadas, yo creo que se les nota muchísimo.

Repito, ser una estrella tiene que pasar como un accidente.

Has escuchado Amanezca en los podcast, un proyecto sonoro de fotogramas y fundaciones GAE. Conducción, Julieta Martialai y Juan Silvestre. Guion y producción, Antonio Rivera y Álvaro Unieva. Agradecimiento especial,

Flicsole.

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