Los blockbusters son para el verano (con Javier Fesser)

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Nunca se sabe cuándo puede llegar el siguiente taquillazo, pero el verano es la época más propensa para ello, pues los grandes estudios y distribuidoras intentan llevar al público a las salas de cine aprovechando las vacaciones y como refugio del calor. Que se lo digan a ‘Barbie’ o a ‘Campeonex’, la nueva cinta de Javier Fesser, quien nos acompaña en este episodio para hablar de blockbusters, un término que analizamos a fondo, repasando los éxitos históricos de la taquilla española y mundial y las fórmulas para intentar llegar a ello.

‘Amanece que no es podcast’, proyecto sonoro de FOTOGRAMAS y Fundación SGAE, presentado por Julieta Martialay, directora de Fotogramas, y Juan Silvestre, director digital.

En este episodio participan también Enrique Gato (creador de ‘Tadeo Jones’) y Marta González de Vega (coguionista de ‘Padre no hay más que uno’), así como los miembros de la redacción de FOTOGRAMAS Roger Salvans, Laura Pérez y Ricardo Rosado, y contamos con las voces de J.A. Bayona y Belén Rueda.

Guion y producción: Álvaro Onieva y Antonio Rivera Agradecimientos: Natalia Rodríguez y Flixolé

Transcripción

Creo que, con toda sinceridad, jamás he trabajado pensando, ya no en el éxito de una película a nivel taquilla, sino que nunca he trabajado pensando en si le va a gustar a nadie que no sea yo. O sea, las películas que he tenido la suerte de dirigir siempre las he hecho con la exigencia enorme de que me gusten a mí. Aunque no buscase ese éxito en taquilla, Javier Féser lo encontró. La gran aventura de Mortadelo y Filemón

consiguió una recaudación de taquilla de casi 23 millones de euros. Y con Campeones logró dar las sorpresas desde el primer fin de semana, en el que obtuvo dos millones de euros que, progresivamente, el boca oído consiguió engordar muchísimo más. Esos protagonistas que llegaron al corazón de la audiencia y a los que se suma otro miembro entrañable son los que regresan este agosto de 2023 con Campeonex.

Veremos si se convierte en otro blockbuster del cine español, un término que todos manejamos, pero que no todos entendemos igual y del que hoy vamos a hablar largo y tendido. Somos Julieta Martialay y Juan Silvestre. Y esto es... Amanece, que no es podcast. Fotogramas y Fundaciones GAE presenta Amanece, que no es podcast. Creo que un blockbuster no es un producto en sí, sino que es en lo que puede llegar a convertirse

una película como producto. Entonces, esto puede ocurrir por varios caminos. Se puede diseñar una película con el objetivo de convertirla en un taquillazo, utilizando la temática o el casting, aprovechando un momento, una circunstancia para tratar de meter el cine al mayor número de espectadores posible. Pero también es verdad que hay películas que no nacen con esa vocación de taquillazo, sino que nacen con la vocación de contar algo,

de contar una historia, y que, por suerte, se convierten en una película de multitudes. Así entiende Javier Féser el concepto de blockbuster, término que viene a significar hipertaquillazo. Blockbuster era, en origen, una megabomba empleada por la Real Fuerza Aérea Británica, la RAF, durante la Segunda Guerra Mundial, con la potencia para arrasar manzanas enteras. La prensa se adueñó de la palabra en la década de los 70

para referirse a las películas y, en concreto, a producciones de elevadísimo presupuesto que lograban los mejores resultados de taquilla en un tiempo récord. El concepto moderno de blockbuster se consolida en 1975 con Tiburón, que sienta el paradigma de lo que sería desde entonces el típico taquillazo de verano. Sobre esto hemos estado debatiendo en la redacción de Fotogramas con Ruyés Albánz, redactor jefe,

Laura Pérez y Ricardo Rosado. Pese a que Robert Evans con El Padrino ya hizo una distribución casi universal con miles y miles de copias estrenándose el mismo día, es Tiburón la que ocupa todos los cines de 1975 y se transforma en un éxito absolutamente abrumador de taquilla. A día de hoy, si pienso en el término, evidentemente me vienen a la cabeza Titanic y Avatar, pero también pelis como Top Gun Maverick,

que fue el gran blockbuster de 2022, en sagas interminables y absolutamente disfrutonas como Fast and Furious... Pienso en Spider. Es lo primero que me viene a la cabeza. La primera película que yo vi en un cine fue E.T. y no se me ha olvidado jamás. Después vinieron James Cameron y Terminators, o más adelante Sam Raimi con Spiderman. Incluso Michael Bay, que es otro nombre olvidado de los blockbusters. Julieta, después de escuchar

a los compañeros de la redacción, no sé si a ti se te viene a la cabeza algún título más de una película cuando hablamos de blockbuster. Se me vienen muchas, siempre relacionadas con los grandes estudios. No solo por lo mencionado, sino además por la paranoia que se creó que la gente no quería ir a la playa a bañarse. Pienso en la Guerra de las Galaxias. Para mí era la Guerra de las Galaxias. Ahora es Star Wars, Pearson Terminator,

Los Cazafantasmas, La Jungla de Cristal, que me la veo en bucle. Irremediablemente, mi infancia y adolescencia están ligadas a Spielberg y también a otro magnate llamado Jerry Bruckheimer, que se sigue haciendo de oro en la televisión con cosas tan peregrinas como CSI. Correcto. Bueno, vamos a trasláoslo un poquito a España. La primera película producida aquí con una clara estrategia de blockbuster fue El Día de la Bestia.

Tú eres satánico, ¿verdad? ¿Sabes invocar al demonio? Es que necesito invocar al demonio. ¿Para qué? Es algo que tiene que ver con el apocalipsis. ¿La película? No, el libro de la Biblia. Esta noche nace el anticristo, pero no sé dónde.

Por eso necesito invocar al demonio. Exactamente 20 años después del tiburón de Spielberg, nuestro ales de la iglesia sentó el precedente de ese taquillazo nacional moderno al que se sumaría luego la primera Torrente. Una película convertida en acontecimiento mediático, acompañada de abundante merchandising y dirigida a miles de jóvenes radicales y frikis que abarrotaron los cines luciendo con orgullo su camiseta de la bestia. Grandes presupuestos,

muchas copias y en muchos cines a la vez, con la ambición de reventar la taquilla en el primer fin de semana son clave para definir al blockbuster. Generalmente se tasa el presupuesto mínimo que tiene un blockbuster para ser considerado como tal en 100 millones de dólares. Lo que sí está claro es que un blockbuster nace. El blockbuster nace y se hace. Hay blockbusters que nacen para serlo, no se pueden parar,

pero la industria lleva años obsesionada en la ingeniería del blockbuster y de vez en cuando logran crear uno artificialmente. Y a esto tenemos que añadir un presupuesto elevadísimo no solo para la producción, sino también para el marketing y para el número de copias con el que sale a la calle la película. Una película que arrase en taquilla no tiene por qué ser un blockbuster. Puede ser un sleeper,

que son las películas, por ejemplo, El Club de los Poetas Muertos, que estuvo en pantalla cuando se estrenó meses y meses, o Intocable, la francesa, que también encuentra su público y encuentra su espacio. Si una peli pensada para ser blockbuster fracasa, ¿entonces qué es? Pues es un desastre, un flop, o una peli de DC. Para mí, el blockbuster nace y el taquillazo se hace. Partimos de una base.

Todo director quiere que se vea su película. Pero, por ejemplo, No desearás al vecino del quinto de Tito Fernández, Cumbre del Landismo, que estamos hablando de los años 70, fue un grandísimo éxito de taquilla que arrastró a cuatro millones de espectadores al cine. Eso no era un blockbuster.

Eso era un éxito de taquilla, como lo fue también la gran familia de Pedro Massó o, sin ir más lejos, la escopeta nacional de Luis García Berlanga, que se convirtió en saga. Luego, para mí, están las cosas intermedias. Quiero decir, unas bestas, por ejemplo. Unas bestas que tiene cine de autor hecho por Rodrigo Sorogoyen, pero que tiene coproducción internacional y que aspira a captar más pantallas. Y luego tenemos dos ejemplos

clarísimos en España, a mi juicio, de blockbuster pensado a drede, que serían por un lado, A la triste de Agustín Díaz Llanes. Esa película tenía un gran esfuerzo de producción, un derroche de efectos especiales y, sobre todo, tenía en el cast a Viggo Mortensen, una estrella internacional que acababa de triunfar con El Señor de los Anillos, lo cual ya había una vocación de conquistar las más pantallas posibles.

Y, por supuesto, otro clarísimo caso de blockbuster para mí es Los otros de Alejandro Amenábar, porque, recordemos que al talento del director se le unió la producción ejecutiva de Tom Cruise. Tenía una estrella internacional delante que era Nicole Kidman, y que además hicieron una premiere por todo lo alto en Los Ángeles. Y que tenían un elemento muy importante, como ha apuntado la redacción, que es el marketing.

Y para bien o para mal, el estreno de esa película coincidió con la separación de Tom Cruise y Nicole Kidman, con lo cual la gente iba a ir a ver en masa Los otros. Claro, yo es que creo que aquí, fíjate, hay que hacer una distinción importante. Si hablamos del blockbuster como género, una película que tiene que tener seis elementos.

O sea, para mí, blockbuster es Megalodon, por ejemplo. ¿No? Totalmente. Quiero decir, reúne todo lo del género, es más una cosa como de aventuras, masiva. Luego, es verdad que hay que hablar de taquillazos, pero es que para mí no tiene nada que ver. Porque, por ejemplo, Alcaraz, ¿vale? Hizo un taquillazo esta película. ¿Podemos llamar blockbuster Alcaraz? Quiero decir, ¿podemos llamar blockbuster a Barbie? Una película de autor

pequeñita que consigue triunfar en taquilla es una película de autor pequeñita que consigue triunfar en taquilla. No es un blockbuster. Como decíamos al principio, Campeones fue un bombazo en 2018. La película española más taquillera de su año, con 19 millones de euros y más de 3 millones de espectadores. ¿Tenía Javier Féser confianza en que iba a convertirse en un blockbuster? Yo claro que tuve la sensación de que

Campeones podía gustar mucho. Claro, yo cuando leí el primer guión de David Márquez, yo me enamoré de los personajes. Digamos que pensé que la película tenía una gran capacidad para conectar en la emoción y en el humor. No pensé que iba a ser una película que iba a viajar por medio mundo y sobre todo no pensé nunca en esa cosa tan bonita que ocurrió con Campeones. Al margen del número de espectadores,

quien veía la película, yo notaba que la hacía suya de alguna manera. Como que veía algo cercano hecho para él. Julieta, yo te quería preguntar a ti ¿qué blockbuster te lleva al cine? No me refiero a películas buenas, sino un poco a estas películas fenómeno, no como ha pasado ahora con Bardenheimer por ejemplo, que uno siente que no se puede perder y que está incluso un poco obligado. Aquí mojate, te voy a pedir que te mojes.

Vale, me mojo y entonces me mojo diciéndote lo que no voy a ver. Salvo en un caso como el de Superman, de que he visto todas las versiones y series y cómics, no me interesan en absoluto las infinitas entregas de superhéroes. Porque lo que me ocurre con ellos es que solo disfruto del momento en el que un hombre descubre que le ocurre algo raro y no sabe muy bien qué hacer con sus superpoderes.

Una vez que los tiene, para mí ya todo es batalla va, batalla viene, batalla va, batalla viene. No me interesa en absoluto. Si te digo que nací, crecí y por lo visto me moriré, yendo a ver las películas de James Bond, por favor que espabilen porque la última me parece un tostonazo, Indiana Jones y Mission Impossible.

Así que cuando las estrenaron este año, ahí estaba yo la primera en taquilla para verlas. Y tengo que confesar que elegí ver primero Oppenheimer y que Barbie todavía no la he visto. Pues voy a confesar yo también que he visto Barbie dos veces además y todavía no he visto Oppenheimer. Bueno, sobre este tema hemos preguntado también a Javier Féser, a nuestro invitado, y escucha porque es muy interesante lo que dice sobre las

películas que le llevan al cine. Me gustan las películas que me acompañan luego mucho rato y que sus imágenes no se me van de la cabeza y que me inspiran. Las películas que después de verlas me despiertan ganas inmensas de hacer yo cine. No me gusta, por ejemplo, todo el rollo superhéroes, Star Wars y estas movidas como que no me atraen para nada pero, por ejemplo, me encantó Piratas del Caribe, la primera.

Me encantó El Rey León, la primera de animación, la del siglo pasado. Me encantó Toy Story. La verdad que todas las primeras de Pixar son películas que me flipan y que las puedo ver 40 veces y podría volver a verlas esta tarde, todas en una sesión continua. No sé, me gustan las películas que tampoco están por encima de mí, que aunque sean un prodigio técnico, que no sean películas en donde yo me sienta

pequeño y diga, ¿cómo se hará esto? No tengo ni idea. No sé, no me gustan las películas que me apaullan. Me gustan muchas películas que me hablan a la misma altura. No te gusta mirar al pasado, ¿verdad? No, claro.

Yo miro hacia el futuro. ¿Y qué es el futuro para ti? La muerte. Igual que para ti. Tú no piensas en la muerte. En los últimos 20 años Mara Dentro y Campeones pueden presumir de un logro, ser el largometraje más taquillero de su año y también el ganador del Goya a Mejor Película. ¿Hasta qué punto es complicado poner de acuerdo al público y a los académicos? La verdad es que no debería ser chocante ni mucho menos paradójico que la película

que más le gusta al público es la que más le gusta la crítica o la que más le guste en el caso de Campeones a los académicos. Una vez más, creo que jugamos también con las etiquetas que son siempre muy tramposas. Son estas etiquetas tramposas que vienen a decir que es una comedia, entonces como es una comedia es menos profunda, es una película que es muy taquillera, por lo tanto no es una película de festivales

o es una película de festivales para espectadores sesudos, por lo tanto no es una película para hacer un estreno con muchas copias para hacer un estreno masivo. Bueno, no sé, son muchas etiquetas. Y ahora que nos ha hablado Javier César de etiquetas, yo quería un poquito retomar este tema de blockbuster como algo peyorativo. Bueno, yo voy a poner, voy a abrir uno de los melones, como a ti te gusta decir tanto.

Y el melón se llama Torrente, el brazo tonto de la ley. Melonazo. Torrente, el brazo tonto de la ley, figuró entre los siete largometrajes incluidos dentro de la programación de la Semana de la Crítica del Festival de Cannes del año 98. Esa sección mantiene su prestigio en el hecho de que todos los años de ahí surgen uno o dos nombres que luego ocupan un puesto importante dentro de la industria del cine.

Santiago Segura estaba ahí y en la misma sección que la neozelandesa Niki Caro. Yo defiendo muchísimo la saga Torrente nunca he entendido esta cosa despectiva que ha habido hacia ella y creo que la gente que desprecia la saga Torrente es que no la ha entendido bien.

Yo creo que Marcuno antes y un después en la historia de nuestro cine por muchísimos motivos fue de hecho el primer director que creó un poco los cameos en España con cameos absolutamente magistrales. O sea, no olvidemos a ese José Luis Moreno de Villano, por ejemplo. El más odiado de toda España. El más odiado de toda España y que accedió a hacerlo. Exacto.

Santiago Segura le convenció para que se riera de sí mismo creando este personaje, pero no solo a él. Hay infinidad de cameos que creo que no se han vuelto a hacer y que además Santiago Segura nos ha contado varias veces que había gente que le llamaba para parecer en Torrente. Efectivamente, pero de todo tipo. Desde lo que ahora conocemos por Influencer hasta actores de primísima talla. De hecho, Javier Bardem hizo un cameo en Torrente.

Sin embargo, fíjate que recientemente algunos medios españoles dieron cuenta del malestar tuitero que había provocado que Filmin adquiriera la saga completa. Vamos a ver, es que yo creo que a la gente se le escapa primero que la gente tiene prejuicios y al cine no se puede ir ni con prejuicios ni con reclinatorios. O sea, Torrente es cine de autor. Es un espejo deformante que nos devuelve los defectos que tenemos los españoles medios.

A través de un policía energúmeno que era admirador de Jesús Gil y que cantaba las canciones del Fari. Y haciendo alusión a los cameos que tú dices, ¿quién hizo un cameo en Torrente 3? Oliver Stone. Que además adquirió los derechos para hacer el remake de Torrente en Estados Unidos. Correcto, que además luego se publicó más adelante que New Line Cinema iba a producir la película, que los guionistas iban a ser

nada menos que los creadores de Seinfeld y que el personaje principal lo iba a interpretar Sacha Baron Cohen. Aparte se iba a rodar en España y esto de hecho nunca lo descartó. Santiago Segura ni lo descarta cuando se le pregunta. No lo descarta, pues que Sacha Baron Cohen empiece a comer indiscriminadamente las tortas de Inés Rosales, como hizo Segura para ganar peso. Por cierto, sobre Torrente hay otra anécdota muy curiosa.

Bueno, tú es que tienes muchas anécdotas con... ¡Qué susto te he dado! ...anécdotas con Santiago Segura, pero tienes una que sí que puedes contar. Sí, tenemos una que es muy interesante, muy divertida, que además tiene que ver con nuestro invitado del podcast y es que tanto Torrente, el brazo tonto de la ley, como El milagro de Petinto, competían en los Goya del año 98 en la misma categoría de mejor director

Nobel. Entonces, Santiago Segura le dijo a Feser que él iba a apostar 100.000 pesetas a que El milagro de Petinto se iba a llevar el Goya y Feser aceptó el reto y apostó 100.000 pesetas a que sería Segura quien se llevaría el premio por Torrente.

Ganó Segura y Segura pagó las 100.000 pesetas a Javier Feser. Si en Estados Unidos los blockbusters suelen ser grandes películas de acción con efectos especiales, como las de Marvel, que tanto gustan a Julieta, como las Misiones Imposibles de Tom Cruise, aquí la reina de la taquilla es la comedia.

Desde 2017, cuando la peli más taquillera del año fue Perfectos Desconocidos de Alex de la Iglesia, cada año una comedia ha sido la cinta más vista del cine español. Y además hay como subtipos o fórmulas de éxito. Están las de choque cultural, con ocho apellidos vascos y catalanes, o perdiendo el norte, por ejemplo. Hay otras que podríamos encajar como revolución sexual, con la mítica El otro lado de la cama,

acompañando a la ya mencionada Perfectos Desconocidos y, por supuesto, las comedias familiares, con las de Santiago Segura convertido en Padre en Apuros a la Cabeza. Marta González de Vega, co-guionista de los últimos éxitos de Segura, incluido en Torrente, nos cuenta su receta para el éxito. Los trucos siempre se ven a posteriori, pero desde luego nuestra intención era escribir películas que fueran disfrutables para el mayor

rango de edad posible. Entonces creo que eso le da un nuevo concepto al cine familiar, o al cine para todos los públicos. Yo hasta ahora veía para todos los públicos y lo identificaba con apto para todos los públicos, ¿no? Pero para nosotros era muy importante que no fueran pelis aptas para todos los públicos, sino disfrutables para todos los públicos.

Hay una gran diferencia. Entonces cuando tú la quieres hacer disfrutable para todos los públicos y no hacer cine infantil, no identificar cine familiar con cine infantil, esa vocación de hacerla disfrutable para todo el mundo te hace, en guión, preocuparte, sobre todo de que tenga muchísima comedia, que sea indiscutiblemente cómica para cualquier persona que vaya a verla. Pero no solo funciona la comedia en España,

como hemos apuntado antes, con Alatriste o Asbestas. El terror y el fantástico, como El laberinto del fauno de Guillermo del Toro y la saga Rec, iniciada por Paco Plaza y Jaume Balagueró, han arrasado. Y eso lo saben muy bien dos de nuestros directores más exitosos. Bayona, con El orfanato o Un muestro viene a verme, y Amenabar, con Ágora o la ya mencionada Los otros. ¿Qué me está pasando? No sé qué me está pasando.

Debería descansar más. No puede cargar con todas las responsabilidades de la casa. Déjenos a nosotros. Sabemos lo que hay que hacer. También funciona muy bien el thriller con cintas como Cien años de perdón de Calparsoro, Celda 211 y El niño de Danny Monzón o La isla mínima de Alberto Rodríguez. Es quizá el género con el que más nos aproximamos al concepto de blockbuster norteamericano. Películas que miran al otro lado del Atlántico

para diseñarse, pero que no siempre se llevan el gato al agua. Julieta, ¿tú crees que hay diferencias culturales entre lo que gusta en el mercado anglosajón y aquí? Hay muchas, la verdad, y aunque ellos es verdad que tradicionalmente son más puritanos con la violencia, aunque no escatiman, me refiero a que por ejemplo Tarantino, durante mucho tiempo estuvo vetado en el Reino Unido, creo que los códigos de Shakespeare

son universales y el sentido del espectáculo también. Yo más que diferencias con el mercado anglosajón, que tienen muy medidas las emociones, las sublimes, las primarias, las medios pensionistas, con lo que veo que no conectamos en absoluto es con aquello de la taquillera comedia francesa.

Bueno, es que además hay 20 al año. La comedia francesa del año hay 20 y todas son iguales, con todos mis respetos. Sí, sí, con todos nuestros respetos, pero es que el francés a nosotros como que no nos entiende ni nosotros a ellos, salvo a lo mejor en el caso de Intocable y alguna excepción más, pero poquísimas. Tampoco nos podemos olvidar de dos géneros muy taquilleros en Estados Unidos y que aquí han tenido ejemplos notables.

Uno es el romance, con palmeras en la nieve, tres metros sobre el cielo y su secuela Tengo ganas de ti. Y el otro es la animación, con cintas como Planet 51, Tadeo Jones, Atrapa la bandera o Momias, que han demostrado que desde España nos podemos medir con Frozen y Super Mario. Enrique Gato, creador de Tadeo Jones, nos cuenta cómo de difícil es conseguir un taquillazo en España con una película de animación.

El cine de animación en España yo creo que funciona de forma muy parecida al resto de países. Cuando coges el top 10 de las películas más vistas del año en cualquier país del mundo, vas a ver que hay un montón de títulos que pertenecen a cine de animación. La verdad que ha tenido un crecimiento espectacular en los últimos años y hemos tenido la suerte de que Tadeo es uno más de esos grandes títulos que

consiguen siempre atraer a cantidades enormes de público a las salas de cine. Yo creo que aquí en España además muy especialmente por el hecho de que la gente percibe ese toque de cine hecho aquí. No solamente ese feeling de gran cine de aventuras que en mi caso viene muy influenciado por el cine de los 80, sino que además entiende esa mezcla con el cómic tradicional español del que Tadeo se nutre muy ampliamente, especialmente

de los artistas tipo Francisco Ibáñez, que recientemente nos ha dejado, y de mi queridísimo Jan, que también aporta muchísima, muchísima influencia a través de su superlópez. Pese a que Campeones no anda muy lejos de Mordadelo y Filemón en el ranking de las películas españolas más taquilleras, está la número 13, el tributo de Féser a los inolvidables personajes de Ibáñez es también su mayor triunfo

comercial hasta la fecha, aunque el director no mide el éxito de Mordadelo y Filemón sólo en cifras. Cuando la película funcionó tan bien entre el público, yo recuerdo un poco el shock de... el shock positivo, ¿no? Decir, jolín, hemos acertado, hemos acertado, o sea, esta visión tan personal, que a mí me lo parece tan superpersonal de Mordadelo y Filemón, cuánta gente me ha dicho, es que lo veía ahí, es que

me llevaba a la infancia, es que este es Mordadelo, es que lo veía es Mordadelo, es que veía este rompetechos, es que eso, como decía antes, es que eso es el éxito. Decir, joder, qué exitazo, qué exitazo. No porque hayan entrado cinco millones a los cines, no. El éxito es que, de los que han entrado, han sentido que esos señores, esos actores, en esos sitios, eran Mordadelo y Filemón del tebeo de su infancia.

Lo que me temía, jefe, son dientes de leche. De la leche que le ha dado al súper con el hambre que me refiero. De un millón de taquilla, el importe de los derechos que corresponde a los autores es aproximadamente el 2% según las tarifas de SGAE. Es decir, 20.000 euros. Posteriormente, los derechos se reparten entre las tres categorías profesionales de autores audiovisuales. Generalmente, el 25% para él o los directores.

El 50% para los autores literarios, como los guionistas. Y el 25% restante a los autores de la música. Dentro de cada categoría profesional, los derechos se reparten a cada autor en función de los porcentajes individuales que hayan acordado y registrado entre todos los coautores. La película española más taquillera es Ocho apellidos vascos de Emilio Martínez Lázaro, con una recaudación de 56 millones de euros en nuestro país.

Pero si contamos también la taquilla hecha fuera, la española más exitosa entonces es Los otros, de Alejandro Amenábar. Aquí recaudó casi 6 millones y medio de euros, pero es que internacionalmente sumó unos 191 millones de euros. Bueno, está claro que el concepto de blockbuster es escurridizo, y depende también del territorio que abarquemos, porque si miramos el top 10 de las películas españolas más taquilleras

en el mundo, pues entrarán títulos como Todo sobre mi madre o Hable con ella que no están entre los mayores éxitos de la taquilla española. Almodóvar, Amenábar y Bayona son nuestros tres españoles de oro en la taquilla mundial.

Lo imposible, por ejemplo, pasa de recaudar 42 millones de euros a 180 si sumamos las entradas vendidas en otros países. La película de J es uno de los blockbusters insignia del cine español. Que le digan a Bayona lo que cuesta financiar un hit de taquilla de esos que le quitan el aliento.

Recuerdo que fuimos a pedir presupuesto para los efectos visuales a una empresa de Londres y nos pidieron, solo por hacer el agua digital 11 millones de pounds. Teníamos para hacer toda la película todos los efectos de toda la película 3 millones de dólares. O sea que era inviable y nos fuimos de vuelta a Madrid hablamos con El Ranchito que es la empresa de Felix Verges en Madrid y decidimos hacer la película toda con agua real

y no usar agua digital y la verdad es que fue una gran decisión. Estuvimos un año investigando como hacerlo pero luego el resultado fue espectacular mucho mejor que si lo hubiéramos hecho digital. El cineasta regresa a la primera línea este mismo mes con La Sociedad de la Nieve película de Netflix que clausura el Festival de Venecia.

Después de pasar por la franquicia jurásica que inició Spielberg y la serie del Señor de los Anillos Bayona sigue empujando el blockbuster español hacia nuevos horizontes y lo hace con una película maravillosa rodada en español por primera vez desde su debut con El Orfanato.

La ópera prima del Barcelonés estrenada en 2007 resiste todavía como la sexta película más taquillera de la historia del cine español. Detrás del blockbuster que terminó siendo El Orfanato también hay una historia. La mismísima Belén Rueda le echivó a Fotogramas algunos secretos de esas primeras reuniones con J. Guillermo del Toro que produjo la película. ... ... ... Esto que cuenta Belén no es algo único de Bayona.

Nuestro invitado, como el director de La Sociedad de la Nieve, come, bebe y respira cine. Ese es, en el fondo, el secreto de Javier Féser. Hacer películas por placer. Dirigir lo que dirige solo porque le apetece, sin que la taquilla sea un objetivo primordial. Para él, que luego sus películas recauden millones es solo una feliz casualidad que, esperemos, acompañe también los campeones. ... ... ... ... ... ... ... ... ... ...

Créditos a Amara.org

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