La Primera Guerra Mundial comenzó el 28 julio de 1914 y finalizó el 11 de noviembre de 1918 y se calcula que 10 millones de personas murieron. Alfonso XIII adaptó una política de neutralidad y evitó más muertes con la creación de la Oficina Pro-cautivos, que ayudaba, a través de las embajadas españoles y la inspección de campos de concentración, a buscar información de la situación de sus allegados a las familias que lo solicitaban.