Llevamos viajando con nuestro hijo desde que era un bebé pequeñito hasta la actualidad, que es adolescente (cuando hacemos este episodio). Siempre hemos escrito de nuestras experiencias pero se nota que ahora hay más padres viajando con sus hijos a Japón.
Por eso, en este episodio damos pistas sobre cómo hacer para disfrutar con ellos y que ellos también se lo pasen bien. Además, damos consejos para el avión, el cochecito, la comida y mucho más. Pero, sobre todo, no te preocupes porque viajar con niños a Japón es una maravilla.
Luego, en Japonismo mini seguimos avanzando con la planificación de nuestro viaje, leemos un montón de comentarios (el teatrillo yakuza del episodio de onsen y tatuajes gustó) y, en la palabra japonesa, te enseñamos a decir "bebé" y "niño".
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Transcripción
Luis, por ahí no paso, que ya no quiero tener más niños, así que ya le estás devolviendo a la vecina la cuna, los pañales y el carrito de bebé.
Que no, Laura, que es que estoy ensayando para ponerme en situación de cara al Japón a fondo de hoy, que vamos a hablar de viajar a Japón con bebés y niños, y claro, es que hace tiempo que Eric dejó de ser tan pequeñito.
Pero sí hay cosas que nunca se olvidan.
Bienvenidos
a Japón a fondo.
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Buenos días. Lexus Experience Amazing.
Bueno, el tema de hoy nos lo han pedido un montón.
Pero un
montón. La gran mayoría de sesiones de preguntas y respuestas en directos, por correo, mensajes privados.
Que es curioso, porque cuando empezamos a hablar de viajar a Japón con niños estábamos como un poco solos, porque lo escribimos porque nosotros habíamos viajado con Eringen, no solo a Japón, sino a muchos otros destinos en muchos en muchos momentos de su vida, ¿no? Siendo bebés, siendo más pequeñitos, siendo más niños, ahora ya adolescente, pero durante mucho tiempo era como algo que, bueno, pues ahí está para el que le interese, pero que parecía que caía en saco roto y cada vez más está habiendo más viajeros que que van con sus niños a Japón.
También porque nosotros nunca nos
Igual somos más viejos que los demás, quieres decir.
Sí, eso eso lo primerísimo. Pero también es verdad que nosotros nunca nos preocupamos demasiado a la hora de viajar con Eric, ya fuera del mundo. Para nosotros era lo más como normal del mundo. Nosotros viajamos, pues tenemos un hijo, pues viajamos con nuestro hijo. Era como lo, no sé, lo normal.
Sí, eso yo lo recuerdo con una compañera de trabajo en mi último trabajo en Madrid, antes de irnos a Londres, que se habían quedado embarazados, iban a tener un niño, ¿no? Y les gustaba viajar y me decía, el problema es que ahora se nos ha acabado el viajar, y yo lo miraba y decía, pues no sé por qué. Y me decía, ¿y tú cómo lo haces? Y yo pensaba, pues no lo sé, tampoco es que me lo haya planteado mucho, ¿no? Es lo que tú dices.
Tienes un hijo, pues tienes en cuenta, igual que cuando viajas, tienes en cuenta cosas que les gusta a todas las partes del de los viajeros, ¿no? De ese grupo de viajeros, pues si a ti te gusta comer x cosas o te gusta el manga o
el anime,
o te gusta temas tradicionales o museos de arte, al final es tener en cuenta las necesidades y gustos de cada uno de los que viajan y poco más.
A ver, es verdad que cuando viajas con un niño muy chiquitito, pues, bueno, se complica, entre comillas, un poco la un poco la gestión, ¿no? De todo. Hay algunas cosas a tener en cuenta.
La logística, exacto.
La logística, exacto. Pero tampoco es para tanto.
Sí, quizás lo único que tienes que tener en cuenta es que, claro, cuanto más pequeño es tu hijo y más si viajes con más de uno, pues la cantidad de tiempo que te queda para visitar cosas a veces es menor, porque tienes que parar más, tienes que hacer ciertos descansos, hacer cosas para que ellos también disfruten o, bueno, depende, porque cuando son suficientemente pequeños, que se pasan todo el día durmiendo, pues al final puedes, o sea, simplemente vas con un cochecito
y Cochecito porteo
y Pero vamos, pero ellos dan poco poca guerra.
Pero yo creo que esa es un poco la primera recomendación que podemos hacer antes de ponernos en situación, hablar de esto, Poco, la primera recomendación es primero calma y después vamos, sí, calma, tranquilidad y luego vamos al ritmo de los peques, y eso hay que entenderlo. Cuando uno viaja con niños, especialmente con niños ya que no son súper bebecitos, sino que a lo mejor, pues, ya están mucho más rato, ¿no? Pues, justamente despiertos, especialmente esos niños que ya empiezan a andar, este tipo de cosas, vamos a tener que añadir, pues, lógicamente, parques o zonas donde ellos puedan corretear, donde puedan jugar. Va a ser un viaje, entre comillas, un poquito diferente, pero eso no es malo.
Bueno, es lo que decimos siempre cuando hacemos directos o cuando hacemos artículos en la web o lo que sea, que lo que intentamos también es dar ideas para que cada viajero haga un viaje que sea único y personal, porque no existe un viaje para todos idéntico, que a veces es lo que parece que se vende desde ciertas agencias o desde ciertos viajes en grupo y esto. Pues bueno, si tú viajas con tu hijo, es que da lo mismo que otras personas viajen con el suyo, porque los niños también son diferentes entre sí y lo que le gusta
el tuyo.
Sus necesidades. Cosas
diferentes que al tuyo. Es que, bueno, pues al final es hacer algo que os encaje a todos.
A todos. Nos preguntáis mucho, muchísimo muchísimo siempre esa pregunta que se repite, ¿cuándo? ¿Cuándo viajar a Japón con vuestro hijo? Nosotros siempre os decimos, no existe una respuesta que sirva para todo el mundo, Cada familia es un mundo. En el momento en que uno siente que está preparado para hacer un viaje, ese es el momento perfecto para hacer ese viaje.
Total. Esto puede ser y es y es totalmente válido. Si tú dices, no, mira, yo es que necesito más tiempo, yo no me veo, no pasa nada, o sea, no os presionéis tampoco, pues hacéis otro viaje más cerca o lo que queráis. Ahora, si tú dices, no, no, yo el niño tiene cuatro meses, está perfectamente, yo me encuentro bien, tengo ganas de irme a Japón, me voy a Japón. Me parece estupendo también.
Hombre, claro.
Pero al final el ritmo, un poco la respuesta, cuándo es el mejor momento para viajar con vuestro bebé, con vuestro hijo, pues es cuando vosotros decidáis. Cuando vosotros decidáis estará bien, que no
Claro, porque al final también depende eso de como de que vosotros os sintáis preparados o de que haya presupuesto
para ellos
una persona mala.
Que cuando son pequeñitos, claro, no pagan tasas.
No pagan tasas aéreas.
Pero el problema es que tampoco tienen asiento
y eso
a veces
Eso a veces es un engorro.
Sí, a veces es un engorro.
Pero también en muchos hoteles te ponen la cuna gratis.
Eso sí.
Mientras que nosotros ahora, que ya vamos con un más tuerzo adolescente, hay que buscarse triple, que a veces no las hay, y de hecho cuando buscamos habitaciones muchas veces hay hoteles que nos ofrecen dos habitaciones. Y claro, dices hombre, pues a mí me gusta dormir los tres juntos, aunque bueno, cada vez está más cerca en nuestro caso el momento en el que Eric esté en una habitación él solo y nosotros dos
Bueno, especialmente cuando él empiece a salir por la noche, por ahí, cuando estemos en Japón y nosotros queramos dormir. Ahí lo vamos a necesitar, vamos a decir, Eric, tú en otra habitación, ¿no? Pero de momento sí que nos gusta estar todos juntos. Pero va, vamos a meternos en situación un poquito tras esta mini introducción, en la que básicamente queríamos primero tranquilizaros a todos cuando queráis viajar con vuestros hijos a Japón. Japón es un país perfecto para viajar con niños, sinceramente, os lo digo, y os vamos a dar un montón también primero de ideas, de cosas que podéis hacer cuando estéis de viaje por Japón con vuestros niños, y luego, a lo mejor, algunos consejitos así últimos, cositas a tener en cuenta si viajáis con bebés o con niños pequeños, ¿no?
De todas maneras, la primer el primer consejo, yo creo, es también pensar en el niño en función de la edad que tenga, evidentemente, es convertir ciertas cosas en aventuras, porque hay cosas que, a lo mejor, querréis ver vosotros, pero lo bueno de Japón, que lo hemos dicho siempre, es que todo, todo nos sorprende, porque la arquitectura, la manera en la que son, de la manera en la que son las cosas, todo es diferente
-Todo visualmente, todo es diferente.
Entonces, si le damos un poquito de juego al niño con esto, que se imagine, samuráis, ninjas, lo que lo que haga falta, es que le puede gustar muchísimo, porque ya él va a estar viendo un montón de cosas que que no tiene referencias en, bueno, pues, en el país en el que se mueve normalmente, ¿no? Y ya solamente con eso, yo creo que hay que aprovecharlo.
Además, eso nos permite hacer itinerarios que nos gusten a todos. Porque yo también entiendo que a veces hay gente que se agobia mucho diciendo, es que tengo que hacer todo un itinerario para que el niño no se aburra, ¿no?
De parque infantil en parque infantil.
No, porque, ostras, es que el propio viaje ya es una experiencia. Claro. El caminar por ciertas calles, el el
O subir ciertos trenes, los trenes bala, es que no me digas que que no van a flipar con eso, ¿no?
Todo eso, ¿no? Entonces No
es porque yo sea fand fand we trains.
No, para nada. Es un poco el decir, no hace falta que hagáis un itinerario específico al dedillo para vuestros hijos, no, nosotros decimos, lógicamente, como decías tú antes, hay que poner cosas que nos gusten a todos, ¿no? Aquí para que todos estemos contentos, los niños también, va a depender de la edad, va a tener unos unas necesidades u otras.
O sino decirle que cuando sea mayor y pague él, que él decide.
Esto me gusta, ¿no? Pero que no os agobiéis tampoco, porque es lo que tú dices, Si hacemos de cualquier visita a un poco una aventura, ponemos, y Japón nos va a permitir poner mucho, ¿no? De nuestra parte para que una visita turística normal se convierta en una auténtica aventura, nosotros estamos visitando cosas y
en ella
lo está pasando bien.
Encima puedes convertir a tu hijo en otro fan de Japón a largo plazo.
En otro friki, ¿no? Un poquito, en otro friki. Mira, por ejemplo, una de las cosas que nosotros siempre recomendamos los castillos,
¿no? Todos queremos a mí me gusta mucho.
Claro, y todos queremos visitar algún castillo. Dices, ah, pues quiero ir al castillo Himeji, o a lo mejor vas a otro sitio y dices, mira, pues he visto el de Hikone, que es un poco más chiquitito, o lo que sea. Hay muchísimos castillos que merecen la pena en Japón, ¿cómo? Simplemente destino turístico normal, de cualquier itinerario turístico normal, ¿no? Cuando vas con un niño pequeño, encima lo va a disfrutar y tú lo vas a disfrutar con él muchísimo más.
Bueno, también se te va a parar el corazón a veces cuando hay que subir o bajar esas escaleras que hay súper empinadas dentro de muchos castillos japoneses.
Claro, sobre todo si son originales, pero estas escaleras a los peques les encanta. El hecho de descalcarse, el corretear por esos suelos de madera, el subir esas escaleras, les puedes contar cosas de los samuráis, ¿no? Las troneras, ¿no? Pues mira, por aquí con los arcabuces o las flechas. Tiraban piedras o por flechas.
Tiraban piedras o por eso tiraban piedras.
Mira, las vistas que hay desde aquí, le cuentas cosas, todo todo es diferente. O incluso, aunque no sea un castillo original, aunque sea una reconstrucción, pero dentro tenga un museo, ¿no? Le puedes enseñar eso, las katanas, los kabuto, las armaduras. Le puedes contar un montón de cosas acerca de la historia de un país totalmente diferente, con un desarrollo sociocultural totalmente distinto y, seguramente, él es que va a ser muy receptivo, porque es que los niños viendo todo lo que hay en el interior de un castillo y el propio castillo en sí, es que ya va a tener la boca abierta todo el lado.
Totalmente. Y luego, si vais a castillos, como no sé, el castillo de Gimeji, por ejemplo, que tiene ese acceso lleno justamente de todos esos pasaditos, ¿no? Siempre es podemos entrar en el juego de vamos a ver cómo podríamos atacar, ¿no? Si nosotros fuéramos aquí a atacar este castillo, ¿cómo lo haríamos? Ah, pasamos por aquí.
Oh, mira, ojalá vamos a defender. Ah, pues esto este agujero sirve para tirar las piedras, vamos a imaginar, tiramos las piedras. Es ponerle un poquito de teatro, sinceramente, y es ponerle el teatro y hasta de verdad que vosotros vais a disfrutar el triple de la visita al castillo, porque se hace mucho más eficiente.
Y, hombre, ¿te acuerdas cuando en el japonesamente anterior hablábamos de ciertas mascotas de cierto castillo, como el Hikonian? Pues tú imagínate si encima visitas con un niño uno de estos castillos, y ya decía yo la semana pasada que le tuvimos que comprar un peluche
El peluchito del giconian,
ya ves. Porque se encariñó y se encaprichó del giconian, pues es que es perfecto para cualquier niño.
Totalmente. Otra idea de cosas que podemos hacer con niños, pero que también nos va a gustar a los adultos, es ir a ciertos miradores y disfrutar de las vistas. A los adultos nos encanta, bueno, a nosotros, al menos, nosotros como adultos siempre nos gusta mucho disfrutar de vistas, ir a subir a un mirador, por ejemplo, subir a la torre Tokyo Sky Tree o hasta la Tokyo Tower, porque al final es un clásico.
Claro, pero tú imagínate que si vas a la Tokyo Sky Tree, como tiene encima un ascensor tan rápido, ya solamente la subida, mirar hacia el techo del ascensor, a los niños les flipa. Pero, claro, una vez que estás arriba del todo, con lo grande que es Y estoy hablando, por ejemplo, de Tokio, que es una ciudad inmensa, de la que se pueden contar muchas cosas. Es que tú pones a un niño ahí a mirar Tokio esa inmensidad, todo lleno de cosas, de casas, edificios, de todo. Es que a mí, bueno, me pasa a mí, que ya tengo unos cuantos años y me quedo con la boca abierta y mira que me me conozco Tokio un poquito
Además, depende de la edad que tenga el niño, nosotros también a Erick a veces le le dejábamos una cámara de fotos chiquitita Claro. Y es déjale que haga fotos O
sea, desde su perspectiva, además, que es
muy Que son muy divertidas, Algunas de las fotos que tenemos de Erick de chiquitito son muy divertidas. Sí, la
mitad son autofotos, así medio desenfocadas, que se le ve solamente media cara y esto, pero son muy divertidas.
Pero luego hay algunas como muy divertidas, ¿no? Pero bueno, tenemos miradores en muchísimos lugares de Japón, ¿no? En Tokio hemos mencionado este par, que son como clásicos, en Osaka, por ejemplo, el del Humeda Sky Building, con esas escaleras mecánicas que parecen flotan.
Que flotan en el en el Lightning.
Maravilloso, luego Y
el mirador abierto, además.
Exacto, el mirador abierto, el ave no jarucas.
También.
Recuerdo que ahí además, como hay mucho espacio, Eric, se lo pasó superbién jugando con con una amiguita. No sé, todos estos sitios luego, hay hay un montón, ¿no? De hasta buscar sitios donde haya, donde puedas disfrutar al final de de las vistas. Hasta estoy pensando en la playa de Odaiba, por ejemplo, al atardecer.
Bueno, es que sí, no, las vistas no solo son desde muy alto, ¿no? Sino aquí hay sitios donde se tienen vistas fantásticas, y es eso, ¿no? Lo que es el parque marítimo de Odaiba con las vistas del puente del arcoiris, la Bahía de Tokio y todo esto. Exacto. Es fantástico.
O, por ejemplo, imaginad que vais a la zona de Kumanokodo, en Nachi, ¿no? Desde donde se ve la cascada. Jolín, es es que es que impresiona a cualquier persona, incluso adulta, ¿no? Tú metes a un niño ahí y ves esa maravilla de la naturaleza y el
el acceso hasta llegar a la cascada, como pasas por un camino que está rodeado de cedros que son enormes. Yo tenemos nosotros una foto que nos hiciste tú, Luis, que estoy yo de la mano con Eric bajando las
calles. Unos escalones súper altos.
Y es que ves los cedros y, claro,
son enormes en comparación con Eric, ¿no? Entonces, imagínate su perspectiva de, madre
mía, esta naturaleza está Entonces, imagínate su perspectiva de, madre mía, esta naturaleza, ¿no? Estos mega árboles, ¿no? Me extraña que historias como Totoro, ¿no? Que se sienta ciertos bosques y ciertos árboles que Pues
eso, pues le cuentas, y además le dices que está Totoro por ahí escondido y seguro que a lo mejor le habéis puesto la película en casa, pues es que flipará. O los trenes de, por ejemplo, el de la garganta de Kurobe, el tren más lento de Japón. No me digas que encima en uno de esos coches que va al aire libre es que es precioso, las vistas son maravillosas. El trenecito ese parece de juguete y de cuento. Es algo que a un niño es que le gusta así.
Le gusta, sí. Sí, sí, es una muy buena excursión, ¿no? Otra opción fantástica si viajáis con niños o si no viajáis con niños también, son los festivales japoneses, los machuri. Es que sorprenden a cualquiera.
Los de verano, sobre todo.
Los de verano, sobre todo, porque hay música colorido, ¿no? Si hay que
ser tan de comida. Que no le puedes dar a probar cosas diferentes, o le puedes dar a probar el ayyu, por ejemplo, que a lo mejor le acaba gustando.
No sé, yo creo que hay
un japonés por ahí, está Xavier mirándonos diciendo
A lo mejor el niño prefiere el Wagyu, ¿no? O los Jackie Soba, como Eric de pequeño, que los agarraba con la mano y se los metía en la boca cuando nosotros se los intentábamos dar con palillos y él tenía tanta hambre que los agarraba a puñados, entonces ya quiso
Nosotros hemos tenido experiencias fantásticas en festivales japoneses con Eric de chiquitito. Recuerdo, por ejemplo, el festival en Akita.
En Akita.
Que se acercaron a él y le, ¿no? Le le hablaban,
le decían. Es que, además, Eric iba con un Sí.
Y iba superguapo.
Le decían. Es que además Eric iba con un Jim B, iba
súper guapo. Pero siempre, esto es algo que podemos decir también al final como un poco conclusión, pero lo digo ya, los japoneses cuando viajas con niños son super amables.
Más de lo normal
Más de lo normal.
Se desviven y y y te hacen hacen que la experiencia sea todavía más sencilla.
Entonces, ir a un festival es una experiencia que los niños van a recordar sí o sí, porque lo que tú decías antes de que visualmente todo en Japón es diferente, pues imagínate en un festival donde ya no es solo unas carrozas súper extrañas, ¿no? Por ejemplo, un desfile de gente que va vestida de manera también extraña para los niños, sino también es toda esa música, esos sonidos, esas flautas, ¿no? El taiko, todo al final te lleva a decir, wow, ¿qué es esto? ¿No? Esto es lo que es lo que es lo que es lo que es lo que es lo que es lo que es lo que es lo que es lo que es lo que es lo que es lo que es lo que es lo que es lo que es lo que es lo que
es
que consistía en levantar esos postes de bambú con los farolillos, pues claro, cuando a veces hacían malabares con esos postes y se los colocaban en la frente, en la cadera, ¿no? Y a veces cuando se caían un poco, la propia gente, adultos, hasta aguantaban la respiración y se oía, ¿no? Un ruido ahí de la multitud de, ¿no? Así. Y claro, pues los niños que están viendo eso, pues si a los adultos nos pasa, imagínate un niño, ¿no?
La sorpresa que se lleva y los ojos abiertos como platos.
Y fijaros que esto son cosas que no son específicas para niños, al contrario, todo esto es son cosas que entran dentro de cualquier Sí, parte del bebé tiene
el área adulto normal y corriente.
Luego, lógicamente, si vamos con niños, a lo mejor nos puede interesar, depende de las edades, lógicamente, parques temáticos o parques de atracciones.
Clarísimo, vale.
Pero, a ver, también como adultos, la gran mayoría de gente que viaja a Japón mete últimamente algún parque temático, ya sea Tokyo Disneyland, Tokyo Disney City o Universal Studios Japan, yo creo que estos son los tres grandes.
Claro, pero luego tienes el Sanrio Puro Land, por ejemplo.
O Lego Land Nagoya, también.
Y el Fuji
Kyuhai Land, ¿no? Que encima con vistas al Fuji que son muy chulas, es decir, que de nuevo gusta a adultos y a niños
El Tokyo Dom City.
Eso lo iba a decir, si estás
encima en
la ciudad, que es en verano, por ejemplo, es fantástico porque tiene zonas con juegos de agua, tiene una montaña rusa, tiene una noria, es decir, es algo que a los niños les gusta mucho Y está
en un
centro de
Tokio, que no tienes que irte, porque claro, Fujikyu, Highland, hombre, pues tienes una excursioncita, ¿no? Porque te tienes que ir hacia la zona de Kawagu chico, quieras o no. Sí, sí. Es un rato. Va a depender de de la edad del niño, si te interesa o no.
O sea, es que Tokyo Dom City lo tenemos en en el centro, en el puñetero centro de Tokio, y puedes ahí disfrutar también de unas vistas y unos juegos maravillosos, ¿no? Entonces, lógicamente, pues dependerá de las edades, dependerá un poco vosotros también de lo que queráis, pero Tokyo Disneyland, Tokyo Disney sí, son una maravilla para niños. Universal Studios, para quizá niños un poquitito más mayores, también
Sí, pero tiene zona de niños, ¿no?
Sí, sí, sí, sí, también tiene zona de niños. Además, tiene la zona de los Minions y, o sea, hay un montón de cosas. Luego en Kioto, en Kioto, por ejemplo, hay el parque temático Toei, Uzumaza y Gamura, ya no sé cómo se llaman las cosas.
Sí, no sé por qué esto va va cambiando.
Sí, va cambiando, pero bueno, es un parque realmente que se usa como para grabar series y películas de de época, que muestran el Japón del período Edo y se puede visitar, ¿no? Entonces, ahí tú puedes sentirte de alguna manera que estás en el período Edo. Esto nos da la posibilidad de explicarle de nuevo a los niños, ah, pues mira, los samuráis o hay gente vestida de ninja
Lo que pasa que va a haber que hacer un poquito de estudio por parte de los adultos, porque, claro, los adultos se van a tener que preparar un poquito el viaje y leer un par de cosillas aquí y allá, pues de historia japonesa o de samuráis o de cosas.
Claro, pero pues,
para contarle historias.
En Eigamura, gente vestía de Ninja y había como talleres para para tirar las ¿Cómo se llaman las? Solo Shuriken. Ese tipo de cosas a los críos les encanta, les encanta corretear.
Bueno, nosotros eso lo
hicimos, por ejemplo, en el castillo de Kokura, y ahí lanzó Shuriken. Kokura, era, ¿verdad?
Sí, sí, sí, sí, sí, el castillo de Kokura. Erick lanzó Shuriken.
Kokura era, ¿verdad? Sí. Sí, sí, exacto. Había un un taller dentro que se podía lanzar Shuriken, eso es, ¿no? No, sí, hay un montón de parques temáticos y parques de atracciones.
También tenemos, por ejemplo, Edu Wonderland, ¿no? Cerca de Niko, nosotros no hemos estado, pero, bueno, hay un montón. Así que, bueno, considerad, ¿no? Al menos meter algo. Si no queréis un parque temático así tan grande como tan grande como Tokyo Disneyland o Universal Studios, pues eso, Tokyo Dom City, por ejemplo, puede ser una buena
opción.
Y mira, una cosa que a mí me gusta de Japón, que nos gusta a nosotros como adultos y a los niños creo que también les gusta, es la colección, el coleccionismo de sellos. Bueno. Nosotros siempre decimos que vamos con nuestras libretas, las normales, que ya sabéis que las Guesuincho son específicas para los sellos de los santuaris, no. Estamos hablando aquí de los sellos de gomas que hay en estaciones, en museos, en en un montón de sitios y que es algo que a los niños japoneses les gusta mucho. Evidentemente a los adultos también porque se hacen los estamp rally, a veces, y a los adultos flipar, pero a los niños les encanta.
Recuerdo, por ejemplo, que en el museo de Tokyo Metro, que está un poco en en la propia Tokyo, pero en una zona menos turística
Y hacia el este.
Y hacia el este, recuerdo que tenían un montón de sellos repartidos por todo el museo y estaba todo lleno de niños japoneses llenando los sellos. Si a vuestro hijo le dais una libreta solo para él, para que haga, para que ponga estos sellos, encima se va a juntar con otros niños que aunque no se entiendan porque unos hablan japonés, él habla él habla español y esto, a los niños les da igual y se miran y dicen,
ah, bueno
Se ayudan, ven, ven, tal
y Sí, es que es súper
chulo, súper chulo. Yo recuerdo, por ejemplo, en el templo Sanjin, en Ohara, al norte de Kioto, había, para hacer la visita, ¿no? Justamente del templo, pues había diferentes puntos con diferentes sellos que había que coleccionar. Los niños tenían que coleccionar todos esos sellos y una vez los coleccionaban todos ibas, ¿no? Al final, a un puestecito de del final y les daban unas pegatinas.
Pegatinas budistas, ¿no? Un templo budista Sí, se había hablado
de un lado de canon.
Exacto, pero tenían esa ese estamralli pensado para niños, porque saben que hay muchos niños que visitan el templo.
Y de esta manera fomentas un poco que el niño no esté diciendo me aburro, ¿no? Que a ver, yo entiendo que a veces visitar un templo o un santuario, especialmente cuando ya llevas unos cuantos, a veces hasta a los adultos nos puede aburrir. Entendérmelo, porque quiero
Yo yo es que recuerdo que hace unos días, ¿no? Ahora que Erik se nos va de viaje de fin de curso, escuchaba a una madre de un compañero de Erik decir, oh, es que nosotros estuvimos en París y fuimos a la Saint Chapelle, ¿no? A la Santa Capilla en el año pasado y nuestro hijo se aburrió muchísimo y tal. Pues es una manera de que lugares de culto religioso, ¿no? En este caso, templos, pues puedan hacer que la visita sea interesante también para niños y que no se aburran.
Y así, además, vosotros tampoco vais con prisas de, bueno, vamos a hacer esta visita que me interesa mucho, pero la vamos a hacer más corta porque es que si no el niño se aburre y tal no, el niño está igual de encantado que vosotros, aunque por un motivo diferente.
A ver, los sellos, en este caso, no están en todos los templos, en los santuarios, pero sí que vais a encontrar sellos en todas partes. Puede ser que haya solo un sello al final, por ejemplo, de la visita de ese templo o ese santuario o a la en la entrada. Luego tenemos sellos en todas las estaciones de tren
Es que le dices a
tu hijo
que que compruebe que hay sellos y que hay. Y entonces, en cuanto sales de un tren y vas a
pasas por
el vestíbulo de la estación, ya le tienes buscando sitios para encontrar sellos, que eso te ralentiza un poco porque tienes que gastar ese tiempo mientras él está dando vueltas, vale, pero él está súper motivado durante todo el viaje.
Y es lo que decíamos al inicio, vamos un poquito al ritmo, ¿no? Cuando viajamos con niños tenemos que ir un poco al ritmo del niño, pero pero eso no es ni bueno ni malo, ¿no? Es ya está, es es la la forma que tiene ese viaje. Entonces, luego además esas libretas con sellos, ostras, le pueden pegar, pues eso, pegatinas que van encontrando por ahí o que compremos, por ejemplo, en las papelerías japonesas. Erik, en uno de ellos, pues pegaba cosas, tiene uno con el menú de Coco Echibania y lo tiene pegado en una de estas libretas.
Al final se puede convertir esa libreta en una libreta de viaje y es un recuerdo maravilloso que luego tienen, ¿no? Que pueden ir mirando y ven, pues cosas que han ido guardando, porque cada niño es diferente y guardan cosas que a lo mejor tú dices, ¿por qué ha guardado esto? Bueno, déjale, que lo pegue en su
libreta. Su viaje también.
Ahí está, ¿no? Y y lo pega y ya está. Entonces, esta actividad, desde luego, os va a ayudar mucho a que los niños estén con ganas y activos durante todo el día, ¿no? Con la cosa de, oye, vamos a ver dónde encontramos sellos, venga, venga, va, que tenemos que poner
Y luego, además, hablando de esto, ¿no? Si vais, por ejemplo, con un Gear pass, si habéis reservado asientos y tenéis un montón de esos billetitos que os da, luego el de él, al menos, en caso de que él ya sea lo bastante mayor como para llevar asiento, a partir de los seis años hasta los doce, asiento de niño paga la mitad, a partir de los doce ya paga tarifa completa, pero dadle a él su billete, que seguramente a lo mejor lo guarde en esta libretita.
Claro que sí, claro que sí. Otra idea, ¿qué está? A ver, así de buenas a primeras, si os digo museos, seguro que hay mucha gente que dice, ay, dios mío, ¿cómo voy a llevar a mi hijo un museo? Pues, bueno, yo soy de la opinión de que puedes llevar a tu hijo a cualquier museo si
Oye, nosotros estuvimos con Erik, por ejemplo, en museos de arte, en Naoshima.
Claro que sí.
Y, bueno, pues le cuentas un poco cosas sobre esa obra de arte
Para mí, cualquiera.
Y y como los edificios además, ¿no? En ese en esa isla eran también bonitos, pues es que tienes un montón de cosas que contarle.
Pero es que encima en Japón hay museos que pueden gustar mucho a los niños. Ya no hablo del Museo Ghibli, que ese gusta más a los mayores que a los niños. Pero, bueno, está el museo Ghibli al final, ¿no? Dedicado a las obras de una de las grandes factorías de la animación japonesa, pero es que luego tenemos, por ejemplo, museos de arte digital, como el Team Lab Borderless, el Team Lab Planet y el próximo Team Lab que va a abrir en otoño en Kioto.
Bueno, y una mini sucursal que hay en Fukuoka.
Y la que hay en Fukuoka, exactamente. Cada vez hay más, hay museos ya que no son temporales, sino que son fijos, digamos. Los museos de arte digital son un lugar maravilloso para los niños, porque
se comprenden a los mayores. Tocan la luz para ver cómo las cosas cambian en función de cómo se mueven ellos. Les encanta.
Sí, sí, sí. Luego tenemos, claro, museos. Mira, por ejemplo, estoy pensando en Museo Nacional de Ciencia Emergente e Innovación
El Miraikan.
Miraikan en Odaiba me pareció espectacular.
Es que tú encima, imagínate, juntas eso, este museo, ¿no? Que tiene además muchas cosas que son táctiles, que las puedes tocar, que tú afectas al resultado, ¿no?
Y que te enseña cosas de
de ciencia y de tecnología, a los niños les encanta. Luego, de ciencia y de
tecnología, a los
niños les encanta. Luego, te vas a ver el Gundam de tamaño real que hay también en Odaiba, a los niños les encanta, ¿no? Porque pedazo de estatua me flipa a mí, que tenga
un Gundam, a lo mejor, pero les mola.
Pero es un robot gigante y de tamaño real en directo, ¿no? Y dices wow, luego te los llevas al Legaland, por ejemplo, Discovery Center que hay también allí, siguen flipando y luego te los llevas a ver a la playa de de Odaiba, ¿no? Que se descalzan y corretean por la arena y luego ves el atardecer de de la Bahía de Tokio, que hemos dicho antes. Si tienes un día de de, pero vamos, estupendísimo, y dices, han disfrutado a los adultos y has disfrutado el niño.
Totalmente. Luego no sé.
Ah, bueno, y vuelves a Tokio con el trenecito este, la línea yudita con el conductor, te intentas poner en el primer coche con las vistas que tienes, según cruzas encima el puente del arcoiris y ya es el acabose esto.
Luego, si al niño Bre le gusta Doraemon o ha visto Doraemon, pues tenemos el museo de Fujiko F Fujío, que es dedicado al final realmente a Doraemon, pero también podemos ir a la sede de la televisión Asahi, muy cerquita ahí de la Torre Mori, en Ropongui, tiene la parte baja toda abierta y hay varias cositas también de Doraemon. Podemos vivir hasta el museo del ramen de de Yoko-Houston.
Bueno, y esto me encanta, porque yo estoy seguro de que en función de la edad que tenga el niño, o sea, tomarse unos fideos en sopa le va a encantar. Encima el Museo del Ramen, que parece una ciudad japonesa de la era Showa, de nuevo, le te permite mostrar cómo era Japón hace unas décadas, tú le puedes contar cosas y luego encima le vas dando cuenquitos de ramen para que él pruebe y va a decir, justo está esto maravilloso. Lo compartís y
entonces así tú vas probando más también, ¿no? Es maravilloso. Pero luego hasta
museos de de arte.
Estoy hablando, por ejemplo, del museo al aire libre de Hakone. A mí me ha parecido un museo espectacular también para ir con niños. Bueno, es muy bonito la parte natural que hay, pero espectacular también para ir con niños.
Bueno, es muy bonito la parte natural que hay, pero encima todas esas esculturas y cosas que hay al aire libre fantásticas, encima llegas con el el trenecito este, ¿no? Que va haciendo las subidas como en zigzag por la montaña, de nuevo, estupendísimo.
Además, tienen obras específicas para niños, que no pueden entrar los adultos, solo pueden disfrutarlas los niños.
Exacto, que yo me quedé con la gana, yo cuando lo vi dije, yo quiero subir aquí, y tú me decías, Luis, que tú no tienes edad.
Tú no puedes. Lo que sé, si tenemos un niño que le gustan mucho los
Los coches, por ejemplo, te vas a a Nagoya, tienes el museo de Toyota o la propia Toyota, que es una excursión de día desde Nagoya, pues tienes también museo gratuito de Toyota. Y hombre
Hombre, Luis, desde dejo, te dejo lo de ellos.
Digo, o sea, me estás hablando de museos, hay que hablar de los museos de trenes, que son, o sea, no sé quiénes los disfrutan más, si los niños o los adultos, pero siempre hay muchísimas familias japonesas con niños, porque los museos de trenes, sobre todo los tres grandes, el Museo Ferroviario, el Railway Museum, que está por la zona de Saitama a las afueras de Tokio, el Museo Ferroviario de Kioto y el SC Majlev Unrealway Park, que es como se llama, que está a las afueras de Nagoya. Son tres museos maravillosos porque encima puedes entrar en muchos de los coches, en el de Nagoya, por ejemplo, ¿no? Tienes un serie cien con dos coches, el tanto la cabeza como un antiguo coche de los que había de dos pisos, que la parte de arriba era restaurante y puedes subir y puedes ver cómo era el restaurante de un antiguo tren bala que ya se ha retirado, tanto el tren como ese coche en concreto, y puedes ver la zona de cocinas. No me digas que tu hijo no va a flipar cuando vea todo eso.
Yo no soy tan fan de los trenes como Luis, y a mí me encantan estos museos. Además, ves a los niños y a los adultos disfrutar mucho, entonces, se te pega un poquito también el entusiasmo, ¿no? De alguna manera. Está todo muy chulo, hay además mucha información, se puede aprender mucho si quieres, y ahí va a depender del interés que tenga cada niño, pero están muy, muy chulos. Luego hay algunos más chiquititos.
Recuerdo, por ejemplo, el parque ferroviario de Ome, que está muy guay también para hacer una excursión diferente, para alejarse un poco Exacto. De las grandes masas, ¿no? Entre comillas, de una urbe como Tokio, te vas a a Ome
Y tiene cosas pensadas para niños también. Sí. Porque tiene algunas máquinas como recreativas de para niños, tiene el el típico trenecito este que da vueltecillas así también para niños, o en Amanojasirate también había un minipalque de atracciones con un trenecito bala en pequeñito también. Es que hay un montón de sitios pensados para niños.
Ahí tenéis museos, no penséis museos, bah, no, no podemos ir a museos con niños. Bueno, yo con esta afirmación no puedo estar de acuerdo nunca, pero en el caso de Japón menos todavía, porque hay muchos museos que van a ser muy interesantes para los niños, ¿no? Si vais a viajar a Japón en verano, como suele ser bastante habitual, porque es cuando los niños tienen vacaciones de de escolares, pues disfrutar de los fuegos artificiales. Hemos hablado antes de los festivales y se nos ha olvidado mencionar los fuegos artificiales, creo que merece la pena también disfrutar
de los
fuegos artificiales. Cuando más festivales específicos de fuegos artificiales hay, y lo hemos dicho alguna vez por aquí, pero lo repetimos. Una de las cosas buenas que tienen los festivales de fuegos artificiales de Japón, bueno, la mala es que a veces suele haber mucha gente, la buena es que son festivales muy largos, a veces sesenta minutos, noventa minutos de fuegos artificiales sin parar. Imagina lo flipados que salen los niños de ver noventa minutos de fuegos artificiales constantes
Además, en muchos casos, te puedes sentar en el césped, ¿no? A las orillas de un río, con muchísima más gente a tu alrededor.
O sea, tú puedes comprar comida en puestecillos que hay por ahí, ¿no? Y les das de comer, pues yo que sé, un poco de Karagel, pollo frito, que les va a encantar, o los Jacquitori, los Jacquisoba que hemos dicho antes, es que los niños van a flipar y si encima los vistes de jinbe o de yukata, todavía más. Porque ya hemos dicho que los japoneses se desviven cuando vais con niños, Imagina que encima vas a un festival ya o festival de los normales o un festival de fuegos artificiales y lo llevas vestido al estilo japonés. Bueno, bueno, bueno. Vamos, o sea, se os van a acercar absolutamente todos a deciros, cago ahí, cago ahí, qué guapo, qué mono y qué
Los niños se sienten un poco, entre comillas, y entendedme que esto no lo digo con, soy respetuosa, Pero los niños sienten que se están disfrazando.
Pero se sienten además protagonistas. Claro. Porque todo el mundo les hace caso.
Pero además a un niño le encanta ponerse algo que no es lo que se pone normalmente, ya sea el traje de Spiderman, ya sea lo que sea, ¿no? Entonces, ostras, le pones un ginbee, por ejemplo, y al niño le va a molar, porque eso es diferente. Y encima lo que tú dices llama la atención, todo el mundo le dice cositas, le regalan cosas. A Erik no paraban de regalarle pegatinas.
Bueno, yo recuerdo en estaciones de tren, con lo que me gustan a mí los trenes, y a mí nunca me dan nada. Y cuando Erik era más pequeño, le daban una toallita de estas para secarse el sudor del Nsetecientos en una estación de Year's Central. Pegatinas también de trenes, ¿vale? Yo pensando, oiga, señor, que el fan de los trenes soy yo. Yo, o sea, yo me enfadé con mi hijo
un poco.
De hecho, mira, trenes, ¿puede ser otra idea de cosas que hacer con niños, ya que estás hablando de eso. Lo hemos mencionado al inicio, tú lo has comentado, el irte a una estación de tren, a los niños en general les gusta en cualquier lugar del mundo, ¿no? Hay algo que llama la atención a los niños siempre de ver pasar trenes.
Igual por eso me siguen gustando, porque soy un poco tan pequeño, ¿no?
Pero es que en Japón, con todos esos shinkansen diferentes que hay, con esas formas, esos, algunos, esos colores.
No hace falta ser tan friki como nosotros, porque ahora mismo nosotros, nuestro hijo, ya es capaz de distinguir desde hace años qué tren bala está viendo. No, esto es un e siete, esto es un e ocho, esto es un n setecientos, ¿no? Quizá no hace falta llegar a ese extremo porque, a lo mejor, tenéis que estudiar un poco más, pero es divertido, ¿no? Ver también las diferencias entre los diferentes modelos de tren bala, no sé, enseñarle todo lo que es el, pues, cómo funciona el el mundo ferroviario japonés.
Esto puede estar chulo, por ejemplo, si tenéis un viaje un poquito largo en tren y estáis pensando, ayayay, ¿no? El niño uff, a ver cómo lleva este viaje en tren, ir uno pizquita antes a la estación, ir viendo diferentes trenes, porque así luego, hasta en el, ya una vez dentro del tren, le puedes decir, oye, ¿por qué no dibujas los trenes que has visto en esa libreta de sellos, no? Que que tienes. Puedes dibujar ahí un poquito y vas a ver que dibuja uno verde, pues el Hayabusa, ¿no? Por ejemplo, ahí verdecito, o uno rojito, uno, no sé, yo creo que es la un poco la parte graciosa, aunque tú no sepas
No, está claro. Qué trenes
son, pero ¿no?
Y hombre, si vais a algún tren temático, pues todavía mejor. Por ejemplo, el tren bala de Hello Kitty, que se toma desde Osaka hasta Fukoka o de Fukoka hasta Osaka, es relativamente fácil de usarlo para parte del viaje normal de adultos también, ¿no? Y a los niños les va a encantar. Luego tienes otro como el Tamadén, o todos los otros que hay en esta zona de Wakayama, que hay varios trenes temáticos, que aquí ya requiere un poco una excursión más específica, pero como a muchos adultos además os gusta toda la zona de Kumano Codo y esta peregrinación, se puede hacer, como la hicimos nosotros, que precisamente íbamos con un niño, de una manera utilizando autobuses y demás para que no sea tan cansada y no meterles la paliza por la montaña, y luego, a la que volvéis, por ejemplo, pues paráis en Wakayama y haces esta excursión. O también, por ejemplo, pues no sé, hay un tren de JR que va desde, creo, de Sendai hacia la zona de Iguate, la costa del Pacífico, que es de Pokémon.
Bueno, hay un montón de cosillas.
Con lo cual, vamos, desde trenes normales, porque ya los normales son muy diferentes a los trenes de aquí, con lo cual eso ya nos va a llamar la atención, pero es que luego tenemos esos trenes temáticos, jo, pues fantástico, ¿no? Estaba pensando también, hemos hablado de museos, que siempre que se dice museos la gente se pone a temblar, y ya hemos demostrado que no, que en Japón tenéis muchos museos interesantes para los niños, también parques y jardines. Claro, lógicamente, vamos, depende de la edad del niño, pero vamos a visionar muchos parquecitos, parques infantiles, eso está clarísimo. Pero me refiero, por ejemplo, jardines tradicionales. Yo recuerdo pasear por los jardines jamarikyu con Eric de chiquitito, y, de hecho, recuerdo un buen señor que nos quiso hacer un book de fotos ahí en los jardines, y tenemos ahí unas cuantas fotos, que estamos los tres, porque el señor quería hacernos una foto, no, no, los tres, porque claro, veía que Luis nos estaba haciendo fotos a Eric y a mí, y yo luego le hacía fotos a Luis, y el señor to preocupado diciendo, no, la familia, tenéis que tener una foto vosotros tres juntos, ¿no?
¿Qué era Dominic Toretto o qué?
Sí, la familia, los familia. Luego los Koishikawa Korakuen, por ejemplo, en Tokio, que tienen unas vistas maravillosas, pero también estoy pensando en parques como, no sé, el parque de Yoyogi, ¿no? Claro. Están hasta los jardines de Shinjuku o el parque Nukashira en Mitaka, ¿no?
Con los pedales, por ejemplo, hoy.
Y zonas donde pueden correr y y yo qué sé, sentir un poquito, ¿no? Sentirse un poquito más libres, entre comillas, y tú estás disfrutando, especialmente si vais en otoño, superrecomendable, pero hasta en verano con ese verde intenso que hay, maravilloso, ¿no?
O bueno, o el parque de la Expo de Osaka, por ejemplo, que el parque de la Expo de Osaka tiene cosas suficientes como para interesar a los adultos, es una visita diferente, encima llegas la última parte con Monorraíl, que es parte de esa excursión trenéfila
Barbo y trenes.
Claro, pero encima con trenes que no están acostumbrados a ver por aquí, un monorraíl que mola un montón, ¿no? Y encima ves la Torre del Sol, hay una zona de juegos infantiles, hay esos caminos por lo alto entre los árboles, es que me parece una pasada.
O también ese pensando el Parque de Lara, fíjate lo
que es el que es el
que es el que es el que es
el que es el que es el que es el que es el que es el que es el que es el que es el que es el que es el que es el que es el que es el que es el que es el que es el que es es que con Erik nunca me han dado miedo. No. Me han dado más miedo a mí que que, o sea, yo no he sentido miedo por Erik, sino me he sentido
miedo por Erik. Se hacía fotos a sí mismo con los siervos, con la cámara que le dimos cuando cuando visitamos con él de pequeñito.
Sí, parece que como que son más amables, ¿no? Con los más pequeños, que ven que son bebés, digamos, ¿no? Son niños pequeños y saben que cuidado, ¿no? Cuidado con con esto. No sé, hay un montón de de parques y de lugares que podéis disfrutar mucho.
Luego hay experiencias también. Estoy pensando subirse a un Genity Kishha, puede ser una experiencia, bueno, un Richho, ¿no? Se llama castellano, o una experiencia como muy clásica, muy bonita para los adultos, pues también para para el niño, ¿no?
No sé si Totalmente. Y pasear también, por ejemplo, por distritos de conservación histórica de de ciudades o por barrios antiguos, ¿no? Porque tú has dicho, y esto me recordaba que hay muchos, por ejemplo, la zona de Asakusa, ¿no? Todo lo que son sitios con casas de de edificios del periodo Edo y demás, anda que no flipas con eso, porque, de nuevo, visualmente es muy diferente, es una manera de vivir, ¿no? Muy distinta, y le puedes contar un montón de cosas.
Y, bueno, ya pensando en cosas también diferentes, se me ocurre divertido los washlet incluso, anda que no flipan, o sea, pero con cuidado, claro, de los botones que le dan, ¿no? Pero imagínate ir al baño en Japón con
Y es una experiencia, ¿no? Es una experiencia,
para un adulto, que yo voy a Japón y digo, qué bien. No, pues tú imagínate los niños Y
luego también el once, el once puede ser algo también muy divertido para los niños. De hecho, nosotros, bueno, ya sabéis, los niños solo pueden entrar al onsen cuando ya no llevan pañal, es decir, cuando ya tienen control de esfínteres. Con lo cual, ¿qué? Dos años, dos años y algo, dependiendo del niño, ¿no?
De hecho, Eric estuvo conmigo en un onsen cuando visitamos Akita en agosto.
Con lo cual tenía dos años y medio.
Tenía dos años, sí, dos años y siete meses, dos años y ocho meses y la verdad es que le encantó. De hecho, me la lió un poco el pitufo porque yo pensando, madre mía, somos aquí los dos únicos occidentales porque no había nadie más, y encima se puso a llorar, y no es porque no quisiera meterse, fue al contrario, porque llegó un momento que era, Eddy, ya hay que salir, que llevas demasiado rato aquí Claro,
hay que controlar.
Y el jodio no quería no quería salir del agua del once, y yo pensando, ¿pero dónde se ha visto? Y me la estaba liando, y yo pensé que fuera diferente.
Fíjate, Primero, yo creo que le a los niños esto de ir desnudos por ahí ya les gusta, ¿no? Son libres, vale. Luego el, oye, siéntate aquí, te vamos a lavar bien, no sé, que están sentados en el taburete también les tiene que gustar, ¿no? Toda la como esa experiencia previa les tiene que molar. Y luego, claro, la piscinita ahí con el agua calentita, pues oye.
Qué bueno, hablando de liarla, ¿te acuerdas la que nos vio también precisamente en el Museo Ghibli, en el gato bus? Que solo lo pueden entrar los niños y cuando, pues claro, tienen un tiempo limitado y claro, allí solo hablaban en japonés, Eric encima era bastante pequeño, cuando tocaron la campana de que había que salir, Erik no se enteró de nada, le decían cosas, él no se enteraba
Bueno, yo creo que sí que se enteraba,
pero se
le hizo se hacía el sueco. Le tuvieron que sacar a rastras y él gritando y pataleando, yo pensando, yo mirando para otro lado diciendo no, este no es mi hijo, Laura dirá que se parece a mí, pero no es
mi hijo.
Éramos casi los únicos guiris, así que
no sé yo. Y eso fue muy divertido, la verdad, fue muy divertido. Pero bueno, tenéis muchas más ideas en artículos específicos que tenemos de viajar con niños a Tokio, viajar con niños a Osaka, viajar con niños a Kioto, viajar con niños a Kobe. Tenemos un montón de artículos, justamente dedicados a viajar con niños, además de muchas ideas en general en las guías de diferentes ciudades, ¿no? Siempre damos muchas ideas para todo el mundo, para que todo el mundo encuentre y se haga un poquito lo que tú decías al inicio, ese itinerario perfecto, ¿verdad?
Sobre todo también porque tenéis que pensar que tenéis que aportar una parte de trabajo, entre comillas, personal, ¿no? Porque decimos que al final el Japonismo viene viene muy bien para planificarse el viaje por libre, pero lo que no podemos hacer es hacer el artículo que tenemos, el genérico también de viajar a Japón con niños, y estos que has dicho tú, ¿no? Desde Tokio con niños, que tengo niños, de viajar a Japón con niños si tu niño tiene entre dos y tres años, entre tres y cuatro, entre cinco y seis, ¿no? Que es como, bueno, damos un
montón de
ideas y vosotros, pues, veis.
Alguna vez nos lo habéis preguntado, ¿no? Y yo creo que ya es demasiado, de decir, no, es que tenéis que hacer la versión bebé, la versión Totler, la versión No. Mira, tenemos, este, un poco el artículo genérico, y ahora vamos a tener este episodio del podcast también genérico, y ya cada uno que vaya adaptándote todo lo que hemos dicho, tú tienes que ir adaptando dependiendo de la edad de tu niño y de las, bueno, de de cómo sea tu niño, ¿no? De de de qué quiere hacer, qué le guste, porque a lo mejor tú dices, es que mi niño, pues lo del gato bus, pues a lo mejor no le va a molar, bueno, por lo general. Seguro que sí, pero
bueno, es igual.
No, yo qué sé, ahí. Dicho esto, sí que queríamos acabar este este episodio con algunos consejos un poquito más prácticos a la hora de viajar con niños, ¿no? No tanto de cosas que podéis hacer en Japón, sino cosas a tener en cuenta cuando uno viaja a Japón con
niños. Por ejemplo, lo primero y más importante es el viaje en avión, que son muchas horas. Pues aquí lo importante es facturar al niño para que lo metan en la bodega y nos dé la lata.
Ay, no me la esperaba, es, tú me lo has dicho tan serio.
Tú imagínate, qué descanso. Te facturan al niño, lo llevan con los perrillos ahí, por favor.
No me digas eso, dios mío. A ver, no tenemos un, no hay una fórmula magistral para decir, mira, haz esto y el viaje en avión va a
ser maravilloso. Sí, nosotros de todas maneras también es verdad que cuando Eric solo tenía tres semanas nos lo llevamos con el cochecito a comer a uno de de nuestros restaurantes japoneses favoritos con amigos y, claro, pues él, desde muy pequeño, está acostumbrado a sitios con ruido y con gente, con lo cual, pues cuando le tocaba dormir decía, pues mira, pues yo me duermo, o cuando tiene hambre, pues se despierta y come y vuelve a dormir. Entonces, claro, si tenéis un poco entre algodones a vuestro hijo, ¿no? De que no haya ruidos, de que no haya tal, el primer viaje en avión, si encima es un viaje a Japón, puede que sea un poco más duro, precisamente, porque en el entorno este del avión, pues siempre hay ruidos y es un Pero
de todas maneras hay que entender que si hasta para nosotros un viaje en avión a Japón se nos hace largo, se nos hace pesado, pues imagínate un niño muy pequeñito que no sabe realmente por qué está ahí o por qué no se puede bajar, ¿no? Al final, tú como adulto, tú sabes que tienes catorce horas que estás ahí en ese avión y de ahí no te puedes bajar, y esto es lo que hay. Si quieres llegar a Japón, tienes que pasar por ese trámite, ¿no? Tú eres adulto, tú lo entiendes. Un niño muy chiquitito, esto no lo puede entender.
Entonces, pues paciencia, mucha mucha mucha paciencia.
Para colorear, papeles, juegos, snacks también.
Sí, muchos snacks, sobre todo. Yo creo que es lo mejor.
Para distraerle con cositas ahí que vaya ahí mordiendo cosas, ya, ya,
ya, ya. Luego, si son muy chiquititos, si pesan menos de diez kilos, se puede solicitar una cuna en el avión. Esto es muy práctico cuando son muy muy muy chiquititos, menos de diez kilos. O sea, esto, y además va a depender un poquito de la aerolínea. A veces la aerolínea, si ve que el niño es demasiado grande o lo que sea, pueden decirte no, no podemos colocar la cuna por razones de seguridad.
Exacto, entonces te toca llevarlo a ti encima.
Sí, sí, entonces va contigo encima. Es durillo, es durillo porque a veces el niño no se quiere dormir y tú sí que quieres dormir o tú estás cansado, el niño quiere dar paseos por el pasillo del avión y tú dices esto ya Bueno,
una vez volviendo de Boston con un Erik de dos años, no, de un año y ocho meses, que
Erik quería sentarse, pero no encima de alguno de nosotros y estábamos
justo en pero no encima de alguno de nosotros, y estábamos justo en un asiento enfrente de un mamparo, ¿no? Pero era lo bastante grande él, como para no poder ponerle cuna. Entonces, Erick, que estaba sentado en mi asiento, tú estabas sentado en el asiento de la ventana y yo estaba sentado en el suelo Bueno, nos íbamos pies.
Nos íbamos turnando, nos íbamos turnando. Es duro, es duro, pero pero bueno, luego se pasa y cuando llegas a Japón lo disfrutas el coche.
Claro, hombre.
Así que no pasa nada, ¿no? Tema cochecito, por ejemplo, pues ya sabéis que el cochecito normalmente lo puedes llevar hasta la puerta del avión, se suele ser así, donde lo recogen y lo almacenan en bodega. Al bajarnos del avión depende un poco de el aeropuerto, ¿no?
El aeropuerto O
sea, que a veces te lo entregan también en la puerta
A veces hay otras
veces, al menos a nosotros en el pasado, que salía por la cinta de equipajes, así que
Con lo cual os recomendamos algún sistema de porteo, como fular o mochila de porteo, porque así, si tenéis que pasar inmigración con el niño en brazos, hombre, pues si lo llevas en el en porteo y hasta en el propio avión. A veces va bien tener el niño ahí puesto en el fular y se puede dormir, queda queda dormido mucho más rápido, ¿no?
Luego, también hay que decir que una vez que estáis en Japón, casi todas, bueno, yo diría, todas las estaciones tienen ascensores también para bajar con el cochecito. Lo que pasa que, lo hemos dicho también en otras ocasiones, hay que buscar, a veces en Google Maps o en los propios mapas que hay cuando te acercas a las escaleras para bajar a los andenes, dónde está el ascensor, porque hay muchas veces que, precisamente por la cantidad de casas y todo que hay, los ascensores los han tenido que poner donde han encontrado un hueco, y es que puede que esté al otro lado de la manzana, de la cuadra, ¿no? Y y no y no lo veas desde donde está el acceso con escaleras para para llegar al a los vestidos.
Claro, cuando te bajas del tren, sí que vas siguiendo las señales y encuentras el ascensor y no pasa nada, pero cuando estás la calle
Eso.
A veces te
Pero los hay, O sea, que no os extrañéis, que a verlos los hay.
Luego, sí que podéis entrar en el metro, por ejemplo, hay cada vez más coches que tienen un espacio parasida de ruedas y cochecitos de bebés, que no hay enseñanza. Con lo cual
no hace falta plegarlo tampoco, en ese caso, pero si veis que no lo tiene, pues bueno, por eso también recomendamos siempre viajar estos viajes largos y demás, e ir con cochecitos de los relativamente fáciles de plegar, ¿no? De estos cochecitos gigantes que nosotros teníamos uno también, porque, claro, yo soy muy alto, ¿no? Y nos interesaba que Erik fuera bastante alto para no eslomarme yo ni romperme la espalda al agacharme, pero ese cochecito, aunque lo llevamos a Miami, por ejemplo, y lo llevamos a Washington, luego en el primer viaje que hicimos a Japón con Erick, ya llevamos uno mucho más chiquitito y plegable, porque el otro era un trasto inmenso.
En el caso del shinkansen o algún otro tren, yo sí que os recomiendo que llevéis ya el cochecito plegado. Lo que hacen, de hecho, vais a ver padres y madres japoneses llevan el niño en en una mochila o en un fular, lo llevan, ¿no? En porteo y llevan ya el cochecito cerrado. ¿Por qué? Porque hay poco espacio para manejar y, además, ya sabéis que la entrada, ¿no?
El subir y bajar del tren del Shinkansen es muy rápido, se supone que tienes que ir muy rápido. Entonces, recomendación, para no estresarse, tú ya vas con el cochecito plegado, el niño lo llevas encima y así puedes dejar el cochecito arriba en en los los portaequipajes superiores tranquilamente y ya está, ¿vale? Veréis también en muchos templos y santuarios, en hasta castillos, muchos sitios que hay un sitio donde los japoneses dejan los cochecitos, los aparcan ahí y ya, pues, suben las escaleras. Pero sí
los niños, Los niños no los aparcan, solo los cochecitos.
Exactamente. También, de nuevo, depende de la edad del niño, pues es interesante llevar siempre una mochila o fular, un sistema de porteo para, pum, te colocas al niño y ya subes las escaleras y haces la visita a ese templo, ese santuario, ese castillo, lo que sea, sin el cochecito.
Que hablando de mochila, a mí esto me ha recordado que hay que llevar una mochilita, una bolsa de mano con cosas para el niño. No es importante, evidentemente, no es apta ni decirlo, no, no
es lógico en
cuanto a un momento, pero es lógico cualquier momento, incluso saliendo a dar una vuelta por tu ciudad, ¿no? Pero bueno, cuando estás de viaje todavía más. Llevar ropa de recambio, calcetines, pañales, cremas, si si los necesita, algún babero, alguna comida, yo qué sé, cosillas.
Vale. Yo quería decir de los cochecitos, perdona, es que te interrumpa, que hay cada vez más una empresa de alquiler de cochecitos que hemos visto especialmente en Tokio. Esto puede ser interesante si tenéis niños de, por ejemplo, dos años o así. Yo recuerdo, con dos años, Eric no quería estar en el cochecito, pero claro, teníamos que estar todo el día, ¿no? Íbamos de aquí para allá, andábamos un poco bastante mucho, bueno, estilo Japonismo.
Y él encima tenía las piernas pequeñitas.
Pero no, bueno, no quería a veces estar en el cochecito. Era un poco cansado ese ese viaje de dos años, yo lo recuerdo, un viaje complicado en ese aspecto, ¿no? Pues bueno, podría ser una buena opción decir, oye, pues alquilo un cochecito durante, ¿no? Un ratito, luego lo vuelvo a dejar. Tienen, bueno, como varias estaciones ahí en diferentes, justamente, estaciones de metro.
Bueno, tenéis un poquito más de información justamente en en la web, ¿no? La empresa se llama BabiCal, pero tiene cada vez más más puntos de alquiler por por todo Tokio que os puede venir bien. Por cierto, tú que hablabas de lo de la bolsa, hemos dicho ya que para el vuelo, lo de los juguetes y demás, ¿no? Llevar snacks, todo esto, también creo que es importante el tema de la ropa.
Que sea ropa cómoda, claro. Pero bueno, esto es importante para los adultos también. Exactamente, sí, sí. Ropa que no te apriete, pues que se levante, que de vuelta
Yo a los niños pequeños en el avión, pijama o body, y van superbién, Supercómodos. Y eso sí, algo que les cubra los riñones, ¿no? Para que no pasen frío ahí, pero
Y bueno, también los niños en los aviones estos largos que tienen los sistemas de entretenimiento, yo no sé cómo serán los niños de los japonistas que nos escuchan, pero yo sé que Eric, cuando nosotros ya estábamos mirando estos viajes casi con miedo por, madre mía la de horas que son, Eric daba palmas con las orejas pensando, la de películas que me voy a ver, me voy a ver todas las de Harry Potter, me voy a ver todas las de no sé qué, y pensabas, madre mía, ojalá tuviera yo tu energía y tus años, porque yo lo que quiero es cerrar los ojos y dormir.
Para Eric, lo mejor durante mucho tiempo, cuando era pequeñito, su parte favorita de viajar a Japón, tú le preguntabas, ¿qué es lo lo que más te gusta de viajar a Japón? La respuesta siempre era el vuelo, porque me voy a ver muchas pelis.
Exacto.
Esa era la respuesta que te decías, ah, y el y de Japón que nada, el curry. Y entonces ya empezó a aparecer el curry, pero de muy chiquitito para él era buah, tengo una pantalla para mí que yo puedo estar ahí y
además encima me dejan ver todas las que yo quiera, que si estoy en casa, pues claro, ¿no? Las televisión, pues hay
muchas cosas.
Que compartir. Además es que a veces yo recuerdo un vuelo que se vio la misma película tres veces, que le
Tres veces la misma película.
Otra vez se está bien La
de Vigero Six.
Sí, sí, sí, sí, ¿no? Entonces, bueno
Estaba obsesionadísimo con esa película.
Tema de jet lag, tema del nos preguntáis mucho por el horario del vuelo, el tema del jet lag, de nuevo, yo qué sé, es muy complicado, ¿no? Encontrar ahí una respuesta que funcione a todos los niños y a todos
los adultos. O sea, yo solo sé que nuestro hijo habiendo dormido más en el avión, habiendo dormido menos, cuando nosotros, por ejemplo, que nos gusta hacer el primer, nada más llegar a Japón, el primer desplazamiento largo para ir al destino más alejado y ya empezar luego a acercarnos hacia el punto desde el don en el que volaremos de vuelta otra vez a España. Yo tengo algunas fotos de Erik en esos primeros trenes en el aritas express o en el Shinkansen hasta Osaka, hasta Hiroshima, con unas caras de Grogi que porque, bueno, no las pongo en Japonismo esas fotos porque si no algún día tu hijo me lleva a una residencia de ancianos cuando sea mayor en lugar de cuidar de mí, ¿sabes?
De todas maneras, yo creo que los niños en general, o al menos esa es nuestra experiencia, llevan mucho mejor el jet lag que los mayores.
Y mira, y si no, y se despiertan a las tres y pico de la mañana, lo bueno de Japón es que tenéis los combinís, estas tiendas de conveniencia abiertas veinticuatro horas. Nosotros hemos bajado al combinís a comprar algo de beber y un onigiri de atún con mayonesa a las tres y media de la mañana, y no sabéis lo rico que sabe un puñetero onigiri de atún con mayonesa, que es lo más sencillo de De hecho,
tengo una foto yo de Eric con el antifaz así subido, ¿no? En en el en la frente, en pijama comiendo un onigiri a las cuatro de la madrugada, que habías bajado tú a por ellos, y luego nos volvemos a pelar
Y luego nos volvemos a dormir. Madre mía, qué rico saben eso.
Nosotros recomendamos siempre, tanto si viajáis con niños como si no, intentar entrar en el horario de destino en cuanto pisas Japón, ¿no? En cuanto pisas Japón, ya tienes que cambiar el chip. Ya no es qué hora es en España, no. ¿Qué hora es aquí en destino? ¿Son las nueve de la mañana?
Pues venga, vamos a tomar un café o vamos a desayunar. ¿Qué son las doce? Toca comer, no tengo mucho hambre, es igual, toca comer, hay que ir a un restaurante, intentar, o sea, intentar entrar en en esa dinámica, ¿no? Y luego también ser conscientes de que ese primer día, pues probablemente le vamos a sacar poco partido
Bueno, pero vais a estar todos, Claro. Tontaos.
Puede ser que no se le saque mucho partido, pues no pasa nada, ya está. Y si hay que, a las tres de la tarde que ya os dan la habitación del hotel, hay que entrar y el niño necesita una siesta, pues necesita una siesta. Y si os echáis todos, pues os os echáis todos una siesta. Calma, calma y tranquilidad. Luego, cositas de comida, por ejemplo, esto depende mucho de cada niño, lógicamente ya va a depender de la edad que tenga.
Tema de, por ejemplo, nos preguntáis mucho si hay facilidad de encontrar, por ejemplo, leche
En fórmula.
En fórmula, gracias, ¿no? Leche en fórmula, potitos, este tipo de de cosas. Sí. Lógicamente, sí
Porque los japoneses, aunque pocos, pero también tienen niños.
Bueno, pocos, más o menos, ¿no? Yo creo que sí, más o menos,
estamos ahí ahí. No busquéis este tipo de cosas en las tiendas ahí de conveniencia, en los combiny. En los combiny hay un montón de cosas, pero esto sí que no suelen tener. Buscar supermercados. Supermercados o droguerías.
En las droguerías tipo Matsumoto Kiyoshi suele haber una sección con todo lo que necesitamos para los bebés, desde pañales a toallitas a, justamente, fórmula, potitos, todo ese tipo de de cosas, ¿vale? Actualmente, con el Google Translate, este, la cámara
Sí, es súper fácil.
Pues, ya podemos ver un poco los ingredientes que tiene, pues, cada potito. En la web, pues, vamos a poner algunas marcas un poco más conocidas de de fórmula, pero al final, pues, es como en España, hay variedad
y y un poco Y luego comidas, pues, a medida que van siendo más mayores, pues podéis darles a probar lo que queráis. Nosotros recuerdo, ¿no? El primer viaje que hicimos a Japón con Erick, que él tenía dos años justos, recién cumplidos, y ese primer viaje comió arroz blanco que comprábamos en los kombini, comprábamos plátanos, que también comía. Luego, pues, algunos Murraizu, ¿no? Esta tortilla rellena de arroz, los yakisoba, estos que decía yo, que agarraba directamente de la fuente con con una cara de hambre que tenía el pobre.
Luego, el Tonkatsu, recuerdo en un restaurante Tonkatsu, que además, bueno,
yo Luego el Tonkatsu, recuerdo en un restaurante de Tonkatsu que, además, bueno, lleváis a ver que la gran mayoría de restaurantes siempre le van a servir al niño un bolecito y unos cubiertos infantiles, y siempre están todos, o sea, te van a, hasta en muchos casos, no en todos, pero en muchos casos os van a dar gratis un pequeño bol de arroz y hasta una pequeña un pequeño cuenquito de de sopa para el niño, y tú puedes compartir, tú puedes pedir, pues, tu tonkatsu, ¿no? Tu menu tonkatsu, y le puedes dar un trocito o dos trocitos a tu hijo si no come tantísimo.
Totalmente, y a medida que ha seguido haciendo mayor, pues, yo qué sé, las gyosa de todo tipo le encantan el ramen, los soba, los udon, el wagius, se lo come, vamos, como si no hubiera un mañana
No es
tonto ni nada, ¿sabes?
Que dices viajar ahora con Erick a Japón es que es un peligro para la cartera que no veas.
Para los que vais con bebés todavía lactantes, pues el tema de la lactancia no es que esté mal visto en Japón, pero dar el pecho en público, esto lo hemos hablado en varias ocasiones, no es habitual, no es no es lo más no es lo más normal del mundo ver a una mujer japonesa dando el pecho en público. Veréis que en muchos centros comerciales, en muchas estaciones de tren, hay salas de lactancia. Son muy grandes, están muy limpias, está, ¿no? Hay mucha tranquilidad, mucha privacidad. Pero si dices, oye, es que a mi niño, pues, ahora le ha entrado hambre y estoy en x sitio y aquí no hay sala de lactancia, o yo tampoco me quiero ir a una sala de lactancia, pues, simplemente, por evitar, no sé, incomodar de alguna manera, que no debería ser, pero bueno, pues un pañuelito, un pañuelo para cubrir un poquitito el tema.
De todas maneras, también tenemos personas que justo cuando hablábamos de esto por algunas dudas que nos habían preguntado en secciones de preguntas y respuestas en redes sociales, y nos contaban que habían viajado recientemente a Japón, habían dado el pecho en, pues, donde les había tocado, bueno, porque
ellos querían. Efectivamente,
y que sin taparse ni nada y sin ningún problema, que no hubo mirada nada.
Nadie nadie os va a decir nada, eso es segurísimo, nadie jamás os va a decir nada. Ya depende un poco de vosotros si queréis un pañuelito, pero sí, bueno, pues ya simplemente que sepáis que no es para las japonesas todavía no es muy habitual dar el pecho en público, pero no pasa nada, ¿vale? Alojamiento, lo hemos mencionado un poquitito antes. Quizá uno de los mejores puntos para de alojamiento en Japón con niños son los Ryokan.
Sí.
¿No? Primero, la experiencia de dormir en el suelo.
Buah, es un niño, es parte también de la experiencia y del juego. Sí, sí, sí.
Le flipé. Siempre preguntaba, ¿vamos a dormir en el suelo? Porque eso era casi su su parte favorita.
No, porque además se lo riocan, te dan yukatas, te dan, ¿no? Entonces es toda la experiencia conjunta que es una maravilla.
Sí, sí que menores, los niños menores de seis años pueden alojarse de manera gratuita, siempre que no necesiten una cama extra, es decir, siempre que compartamos cama con nuestro hijo, ¿vale? Nosotros estuvimos haciéndolo durante un tiempo, pero luego fue decir, mira, no, yo prefiero Sí,
pero empieza a crecer, se mueve más que los precios y y dices, yo quiero descansar.
Sí, yo no dormía, tú no nos íbamos turnando, tú no dormías porque Erik ocupaba toda la cama, se movía más que los precios.
Tenía tenía la la rara habilidad de ponerse transversal, ¿no? Entonces acababa con los pies puestos por encima de mi cabeza y y y dices, pero hijo mío, ponte recto, por dios, fue una transversa.
Y yo qué sé, así últimas consideraciones, Luis, tú lo has mencionado antes, ¿los niños hasta los seis años no pagan transporte?
Eso es, pero no tienen derecho a asiento, tienen que ir sentados encima de ti.
Exactamente, de seis a once años ya disponen de precio reducido
Y entonces ya tienen asiento.
Exactamente. Hay, por ejemplo, un GER Pass infantil, lo podemos ahí Que
cuestan la mitad.
Exactamente. Luego, a partir ya de los doce años, ya ya sabéis que tiene que pagar precio de adultos.
Y si queréis utilizar tarjeta de tipo sin contacto, como una Suica o una Pasmo para pagar los transportes públicos, que la verdad es que es muy cómodo, como hay tarifas infantiles, podéis tener una Suica para niños que solamente descuente la tarifa infantil, porque si le compráis una Suica normal, va a descontar la tarifa de adulto y dices que estoy pagando el doble. Pero la tarjeta Suica o Pasmo para niños tenéis que ir a una oficina de las estaciones, rellenar un pequeño formulario con el pasaporte y demás para que comprueben que efectivamente tiene la edad que corresponde para poder tener una tarjeta infantil y entonces se la van a hacer ahí y va a ser una tarjeta nominativa que va a poner su nombre.
Ahí está. Y ya por último, si viajáis en autobús, por ejemplo, en, bueno, es que la gran mayoría de autobuses japoneses, autobús, no autocar, autobús son muy chiquititos. Yo no recomiendo viajar, por ejemplo, tomar un autobús en Kioto, si tu hijo va en cochecito, es un estrés que no, es que no merece la pena, mejor, mira, tomas un taxi
Es que no sabes dónde meter el cochecito, además, y el tema de los taxis, que a muchos padres lo nos preocupa, ¿no? Si hay que llevar asiento específico para el niño, porque sabemos que en muchos países es obligatorio que cuando se viaja en coche, pues los niños de ciertas edades, pues tengan diferentes tipos de asientos. En el caso de los taxis japoneses, tienen el permiso de no necesitar llevar a los niños con asientos especiales.
Exacto. La ley obliga, ¿no? A llevar sillas y alzadores, pero solo vehículos particulares.
Eso es.
Si viajas en taxi o en Uber y demás, pues no, los niños simplemente, en todo caso, viajarán contigo, ¿no? Y y y ya está. Es muy difícil realmente encontrar taxis que tengan sillas y alzadores. Aunque bueno, con en teoría, ¿no? Con las olimpiadas Tokyo veinte veinte también se iba a ampliar la flota de sillas y alzadores, pero claro, pues eso quedó como quedó.
Quedó como quedó.
Pero bueno, Luis, que hemos dado un montón de recomendaciones.
Yo creo que espero que hayáis utilizado lápiz y papel para apuntarlo todo, si no, os vais a la web, a Japonismo punto com, que lo tenéis todo ahí también, porque nosotros no nos queda tiempo para Japonismo mini.
Yo no sé qué contar en este Japonismo mini.
Pues, hombre, ya contamos en el último, ¿no? Que nos íbamos de viaje a Japón, pero, bueno, hemos Todavía no ha llegado este viaje a Japón. Lo que sí que hemos hecho ha sido profundizar un poco más en la planificación de viaje. Hay muchas cosas interesantes de comer que ya hemos visto
Bueno, de comer, desde luego, pero también hay un montón de excursiones que creo que os van a gustar mucho.
Que os
van a gustar y sitios que estamos seguros de que no vais a estar, que lo vais a añadir, pero que no están llenos de gente
No, no, me da la
sensación de recurrentes últimamente de, es que me han dicho que Japón está masificado, ¿sabes?
Bueno, sí, yo ya no voy a decirlo más, porque al final soy la pesada que siempre está diciendo que Japón no está masificado, pero es que, bueno, vamos, ya veréis las stories, vamos a vamos a ver ya el tiempo.
Vamos a meternos con comentarios hoy unos cuantos, Laura, ¿vale? En Once ni Tatuajes ha habido unos cuantos, porque Den nos ha dejado un comentario que dice que lleva ya dos viajes a Japón, Bépu Japón, Bépu incluido, dice llevo tatuajes y no me he atrevido aún a ir a un dice, vuelvo en unos veces, a ver si
me animo al final. Anímate, animate, que te va a gustar muchísimo. La chica imperfecta dice, qué corto se me ha hecho el episodio. Vaya, hombre, Dice, gracias por el recopilatorio, totalmente de acuerdo con que al final depende del sitio y casi de la ocasión. Aunque mi pareja tiene un par de estatus bastante grandes y tiramos de once en privado para evitar el posible chasco.
Maravillosa la intro jacuzzi y se parte de risa,
Hombre.
Bueno, decíamos justamente, ¿no? Si tienes tatuajes y te quieres habitar un poco lío, pues once en privado y ahí Hay
otra manera. Te da igual. En este mismo episodio, Guille nos decía que a él era algo que le preocupaba el no poder disfrutar de una experiencia cien por cien japonesa por los tatuajes, pero él cree que hoy en día este estigma se está acabando poco a poco, ¿no?
Y ojalá muy bien.
Quizás en un once, en recóndito de un pueblo haya problemas, pero en las grandes ciudades tiene que haber opciones para todos.
Pues yo creo que es al revés, Guille.
Y dice, por cierto, Luis, con once minutos, ¿no crees que son pocos para disfrutar?
Pues yo fíjate la el
Rekasta que utilice, lo
mismo chiste. El lo que dice Guille, yo creo que es justamente al revés. Creo que en un pueblo recóndito te van a aceptar muchas
más encantados de que venga alguien de turismo. Sí,
pues ni se plantean tatuajes, ya que usa que en un onsen de un sitio un poco más grande, simplemente
que eso es al revés, sí, sí, sí, sí, sí.
Y también en en este episodio de onsen y tatuajes, Nohelin nos decía, yo tengo dos tatuajes, son pequeños, no habría problemas si los tapo, ¿no? Dice, me ha encantado el teatrillo de Luis. Luis Yakuza has gustado
Exacto,
Sí. Exactamente, si los tapas, lo que decíamos, tú los cubres antes de ir al al Onsen, tú los cubres, te haces ahí la despistada y ya está.
Mira, luego el último comentario de este episodio, Jenma nos decía que dice, tengo tatuajes japoneses y estuvimos en Japón hace quince años y no tuvimos problemas en ningún río Khan, pero llamábamos mucho la atención entre la gente hasta que, incluso, les pidieron fotos porque la caligrafía era muy chula. Y dice que la mejor anécdota que tienen en Shirakawa Go, había un grupo de cuatro señores mayores que les seguía por todo el pueblo y no hacían más que reír hasta que, de repente, en una calle que estábamos solos, dice, nos enseñaron sus tatuajes, porque eran
has frenado ahí, nos enseñaron y digo que
No hombre, pues, porque también eran eran jacuzzi, supongo, como yo en el teatrillo, ¿sabes?
Y luego, mira, en el episodio de la cerveza en Japón, Fikachu noventa y siete, dice que le gustaría que el próximo podcast fuera de fotografía, por ejemplo, como este de cervezas, pero de marcas Sigma, Cannon, Nicole, Fujifilm, Todas son japonesas y alguna que me dejaré en el tintero, porque al fin y al cabo es la herramienta de la mayoría de personas que van allí de viaje, que incluso en Japón parece que es algo indispensable. Hay muchas tiendas de segunda mano, de fotografía, incluso nuevas, hay auténticas gangas, saludos de un mar vellero adoptado en Sevilla.
Pues mira, Pikachu, gracias por la idea, pero me da la sensación de que no sé si vamos a tener mucho que contar de esto, ¿no? Porque hablar de marcas de fotografía, porque al final que, bueno, en el caso de la cerveza hemos podido hablar un poco
de la historia,
de la historia, de cómo llega la cerveza, cómo, cómo poco a poco, o de golpe y porrazo, se convierte en la bebida alcohólica más popular de Japón y la evolución que ha tenido. Al fin y al cabo, en fotografía, hablar de, pues, estas marcas japonesas, pues, que las hace diferentes o mejores que otras marcas, ¿no? Pues, al final, más o menos, pues depende de los gustos propios de cada uno. Y claro, hablar de tiendas de segunda mano, cuando yo no he comprado nunca en estas tiendas, porque no sigo tanto este punto, quizás
¿Y Y tú no eres coleccionista. A
eso me refiero, a este punto coleccionista de hoy, mira, es que quiero una canon T noventa, por ejemplo, ¿no? O porque es de carrete y es de antes de la montura
Pero pero mira, yo para que me quito un punto intermedio, me voy a apuntar y a lo mejor hablar un poco de la pasión por la fotografía de los japoneses, pensando en cuando viajamos a Japón vemos a mucha gente mayor con sus mega cámaras y
ese tipo
de esas cosas.
En cuanto se hacen mayores invierten en pepinacos.
Van con los chalecos ahí, con las baterías y todo, ¿no? Pues no sé, puede ser
Yo sigo el camino al revés que los japoneses. Los japoneses se hacen mayores y cada vez van comprándose cámaras y sobre todo objetivos más grandes y yo cada vez voy comprándome cámaras y objetivos más pequeños.
Más pequeñitos, más pequeños. Hombre, pero es que claro, nos metemos unas palizas caminando que necesitas que pese, que pese poco. Pero bueno, vamos ya con la palabra japonesa de este Japón a fondo.
Hemos hablado de viajar con niños, tiene que haber algo de niños.
Lógicamente, hemos, de hecho, hablado de viajar con bebés y con niños. Pues, mira, la palabra japonesa para decir bebé es una palabra muy divertida, porque es acachan, acachán. Aca realmente rojo, viene de rojo, el color rojo, y el chan es el sufijo que usamos así cariñosamente para persona, ¿no? Claro, ¿qué pasa? Que los bebés suelen tener las los mofletitos así Son rosaletes.
Claro, bueno, los rosaditos. Que son rubicundos. Ahí está.
Oh, pues,
es único.
Bebé se dice akachán en japonés, y niño está la palabra ya, deberíais saberla, porque cuando hemos hablado, por ejemplo, del
día de los niños, como el día de los niños, el Kodomo no Hi.
Pues ya está, Kodomo. No Hi es el día, Luis. Kodomo.
Era broma, Porque yo lo sabía esto.
Hombre, por supuesto. Kodomo niño a cachán bebé. Así que puede ser que os digan, ah, cachán, kawaii.
Kawaii. Ah,
esto al cabo ahí, recordemos
El cabo ahí, ya me lo sabéis, Esto, o sea, sabéis que todos los Japón a fondo desde que empezamos, hace ya cinco temporadas, los japoneses no, pero los Japón a fondo tienen todos en el Japonismo Mini al final palabra japonesa o expresión japonesa. Entonces, si habéis utilizado lápiz y papel, como yo digo siempre, tenéis ya un vocabulario aquí que os permita ir entendiendo cosillas.
Claro, un cachón, kawaii. Ay, podemos decir, ay, gato, ya está. ¿Vale? Pues bueno, nos vamos a planificar nuestro próximo viaje, ya con no con un bebé
Sí, con
un adolescente. Niño. Ya vamos a tener que escribir un artículo de viajar a Japón con adolescentes.
Bueno, nos
lo va a tener que escribir él y que nos cuente sitios para salir de fiesta hasta las tres de la mañana.
Yo estoy esperando a que Eric se haga un poquito más mayor para que nos escriba justamente el el ocio nocturno
El ocio nocturno.
Nosotros ya no estamos
más. Necesitamos ese ese artículo. Mátale.