Que bonito es el amor.

Bueno, pero, ¿qué amor? Que hay de muchos tipos, que no solo hay uno. Y que de cosas pasan junto al amor, eh. Y qué complicado todo y qué difícil a veces.

Pues vamos a ver si nos aclaramos. 

Pero una cosa está clara: te queremos. Sí, a ti, que estás leyendo ésto: TE AMAMOS. 

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Transcripción

En el episodio 162 de Planeta Cuñao… Chicos, he encontrado en casa de mis abuelos una caja de viejas cartas de amor. A ver, voy a leer una. Mira, dice… Amor mío, no desayuno pensando en ti, no como pensando en ti, y no ceno pensando en ti. Y por la noche, cuando me acuesto, no puedo dormir.

No por pensar en ti, es por el hambre. A ver esta otra carta… Cariño, cuando me hablas me recuerdas al mar. No es que me impresiones, es que me mareas. De ese ya no hay más cartas. Parece que no duró la relación. A ver esta otra… Si estás durmiendo, mándame tus sueños. Si estás riendo, mándame tu sonrisa. Si estás llorando, mándame tus lágrimas. Espera, espera, aquí está la respuesta del novio. Cariño, estoy cagando, ¿qué te mando?

Uy, mira, esta es distinta. Es una carta dirigida al padre de la abuela. Y viene la respuesta, ¿vale? Mira, dice… Señor, quiero decirle que yo estoy enamorado de su hija, y no por sus enormes fortunas y sus millones. ¿De cuál de mis cuatro hijas está enamorado? Y el novio le contesta, dice, de cualquiera, de cualquiera. Pero mira, mira, mira, esta está llena de lágrimas, tío. Esta es de un desamor.

A ver, ¿qué dice? Amor mío, me gustaría que todo volviese a ser como antes. Como cuando nos conocimos, dice. No, no, como antes de conocer. Mira, estas son las últimas. Parece que se acabó el romanticismo. Dice… Te amo. ¿Y cómo sabes que es amor? Porque pienso en ti y no puedo respirar. Dice… Entonces sos asma. Bueno, entonces te asmo. Madre mía. Lobes teatrillo ever. Espérate un momento, que además de la comida me han encargado de coger suplemento para los perros.

¿Pero qué dices? ¿Qué suplemento? Hombre, Boza, ¿en serio? Pero hombre, si eso lo sé hasta yo. Además de la alimentación, Purina tiene unos suplementos que le vienen en general a las mascotas. Purina Pro Plan. Yo a los gatos siempre les doy algo, dependiendo de la época del año. Algunas veces para reforzar el sistema inmunitario, otras veces para el pelo, para mantener bien el pelo. A Lola siempre le damos uno para las articulaciones, que le viene muy bien porque ella está viejilla.

Sí, a mi perra Lula le doy el multivitamina de Purina y lleva meses sin ponerse malita. Pero es que yo no quiero darle medicina a Duque, que es muy pequeño todavía. Pero que no sea medicina, herma de cántaro. Tú le das de comer bien y luego Purina Pro Plan, que es un suplemento, pero que no es una medicina. Y un poco de cariño, que también le puedes dar. Y el suplemento este, que veo que consigue que los perros muy nerviosos estén más tranquilitos.

Yo creo que sí, también se lo voy a dar. ¡Ya se me ha ido corriendo! ¡Duque, ven aquí, hombre! Purina Pro Plan. Entra en purina.es o en el enlace de las notas del programa. Bueno, chavales, ¿qué pasa? ¿Cómo estamos? Bien. Love is in the air. Ay, sí, señor.

El amor es el sentimiento más complicado de... Putada. Más putada. Putada, ¿por qué, hombre? ¿Qué piensas, sí? Eres un Grinch del amor. Te lo tengo que decir. Es que ya estás pensando en el amor romántico, Kapia. No puedes evitarlo. Solo piensas en el amor romántico con la cantidad de amores que hay. Hombre, claro, pienso en ese.

Es una cosa muy difícil de gestionar. ¿Pero el amor o el desamor? Lo segundo, más bien. ¿Y lo primero? El amor lo que tiene, a mí me parece, un sentimiento... Bueno, por lo primero que es imposible elegirlo, porque tú no eliges lo que amas o dejar de amar. Yo creo que no es muy difícil. Es decir, pues ahora esto ya no lo quiero amar.

Yo lo veo imposible. Exacto. Pero a veces el cerebro te dice que esto ya tienes que dejar de amarlo. ¿Y entonces qué pasa ahí, amigo? Eso me pasa a mí con las palmeras de huevo, tío. Es que no entro en el traje. Pero tú la sigues amando. No ejerces, pero sí la amas. Sí, pero lo intento, pero no hay manera. En general, el amor es una de las cosas que dice el que mueve el mundo. Yo creo que precisamente es por eso, porque no lo puede dominar al 100%.

No es algo científico. ¿No hay una pastillita para el amor? Pues no. Lo que sí que hay... Viagra, ¿no? Hay para hacer el amor, pero no para el amor. Para dominarlo. Claro, el amor es un sentimiento, pero también es química. Nuestro cuerpo, cuando se enamora, hace cosas. Cosas guarras, ¿no, Enrique? Ya estás pensando en lo mismo, ¿no? Ha dicho el amor, el amor. Hablo del amor. Ah, vale, que me equivoco yo.

El caso es que la química de nuestro cuerpo y los sentimientos siempre van unidos. Cuando sentimos cosas, pues algo sucede. Se habla de la química del amor y resulta que esto se divide, se desarrolla, mejor dicho, en tres etapas. Me voy a poner la bata de científico y os voy aquí a contar ahora mismo. Primera etapa, la atracción. Tú ves a otra persona, el pulso se te acelera, se te dilatan las pupilas y surge la atracción física.

O sea, directamente es que te gusta físicamente hablando, ¿no? Entonces, aquí se ponen en funcionamiento nuestras hormonas sexuales y las feromonas. Las feromonas, sabéis que son unas cosas que nosotros echamos fuera, que quien lo detecta son los olores. O sea, los humanos nos comunicamos también mediante olores, aunque no seamos conscientes de ellos. ¿Y qué pasa? Nosotros saltamos feromonas y activan la pituitaria del otro,

la cual, la pituitaria, si detecta que tenemos un sistema inmunitario complementario, si detecta eso, segrega las hormonas que causan atracción. Atracción física pura y dura, ¿vale? Bueno, yo conozco un experimento, no sé si es eso. Bueno, ahora que lo pienso sí, claro que es eso. Cogieron varios hombres, hicieron sudar una camiseta y le daban la camiseta a oler a varias mujeres y después decían qué camiseta preferían y después seleccionaban entre los hombres

y les seleccionaban y coincidía el olor con el que habían sentido después, al verlo físicamente, mayor atracción. Es brutal, ¿no? Yo estoy hablando de pura atracción física, ¿eh? No hemos llegado todavía al amor. Segunda fase, el enamoramiento, ¿vale? Si la atracción física va más allá, es cuando pasamos al enamoramiento. Los sentimientos cada vez son más fuertes y entonces la química se vuelve como loca.

Segregamos serotonina, norepinefilina y fenilina. Es norepinefrina. Norepinefrina, eso es. Gracias. ¿Qué es esto? Estos son anfetaminas. Capri es el doctor amor, ¿eh? Lo estoy viendo ya, ¿eh? Capri es el doctor amor. Lo estoy viendo, ¿eh? A mí me lo va a decir, ¿no? Él exporta.

Tiene una planta de síntesis de mierda de esas. Estas son unas anfetaminas que nuestro cuerpo genera, ¿vale? Y que nos dan mucha energía y lucidez. Entonces, por eso, de repente, estamos felices, todo lo vemos. Ay, qué bien, qué bonito todo y tal. Es porque ya te estás enamorando. De hecho, quitan hasta la gana de comer. Ahí quería llegar, sí, señor.

Porque también generamos dopamina, que provoca insomnio y euforia. Por eso tenemos las mariposas en el estómago. Se duerme menos porque estás pensando en tu persona enamorada, ¿no? En tu crunch. Pero esa etapa todavía no es lo que llamamos el amor, ¿vale? Eso es el enamoramiento. Eso es.

Pasas a la etapa del enamoramiento, pero la siguiente etapa sería cuando ya estamos hablando del amor profundo, que es la etapa del apego. Aquí la crímica sigue teniendo protagonismo, aunque ya no hay tanto subidón y tanto bajón, sino que ya la cosa es más estable. Y además, aparte de tener esos mismos síntomas que hemos dicho antes, alternamos con calma, estabilidad y confianza. Tú puedes tener una atracción física muy importante con alguien, te enamoras, pero cuando ya pasas a decir, vale, pues oye, qué bien estoy con esta persona, qué tranquilidad y tal.

Ahí ya sí que estamos hablando. Pero ya te vuelve el hambre, ¿no? El hambre te ha vuelto, ¿no? Claro. Ah, menos mal. Boza está muy preocupado con lo del hambre. Está preocupado. Digo, pues yo tengo hambre siempre, pero... Pues está dando cuenta que nunca ha amado a nadie. Hombre, algún ratito he estado sin hambre. Lo lamentamos, pero... No está enamorado. Sabrás que tu marido no te quiere, ¿vale? No está enamorado.

No está enamorado, no sea bruto. Aquí pasamos a producir endorfinas, basarpresinas y oxitocina, que es conocida como la hormona del amor. Y a medida que esta fase avanza, aparte de la química, pues ya tenemos otro tipo de sentimientos, como los factores personales de afinidad, de experiencias compartidas, gustos, compromisos. Allá es una cosa, un paso más, ¿vale? Claro, ¿qué pasa? Cuando hay rupturas, si hay una ruptura, hay síndrome de abstinencia.

Claro, si nuestro cuerpo ha estado generando hormonas y manfetaminas a tope, eso se corta y hay síndrome de abstinencia. Por eso, el mal de amor es, cuando nos sentimos mal con una ruptura, es literalmente porque nuestro cuerpo necesita... Tiene síndrome de abstinencia. Claro, que es las sustancias que tenía hasta ese momento, que ya no tiene. Y por eso, el chocolate provoca las, ¿cómo has dicho que era, Capria?

Que no has dicho tú mejor que yo antes el nombre, las... Norepinefrina. Norepinefrina. Ibuprofeno. Entonces, por eso, hay parejas que no llegan a la parte del amor y se rompen en la parte del enamoramiento. Porque cuando ya la química pega un poco de bajón, eso te puede llegar a los dos meses, a los dos años, a los 20. No hay un periodo establecido que eso suceda, pero eso le puede pasar. Muy bien, pero has hecho mención casi como el enamoramiento entre dos personas, ¿verdad?

Sí. Pero clasificar el amor en varios tipos es difícil, hablando que el amor no es una ciencia. De alguna forma, Caballeto, te voy a decir una cosa, porque el amor nunca sabemos la magnitud que tiene. Es como lo que nos cuenta aquí mi amiga Lau Wonders, que dice, el amor es como hervir pasta, o te pasas o te quedas corta. ¿Vale? Nunca coge el punto exacto. O también lo que le pasa a mi amigo Doug Hannibal, que dice,

si el amor llama a mi puerta, seguro que me pilla cagando. Como el de Amazon. Total, total. Pues eso, Enrique ha hecho mención un poco solo a la sensación de sentir amor hacia otra persona, pero los griegos ya eran capaces de encontrar una clasificación donde separaban el amor en cuatro tipos diferentes. Ahora sí que hay algunos más que se pueden reconocer. Los repasamos y si se os ocurre alguno más, pues también lo podemos añadir a la lista, ¿vale?

El primero, que es el que seguramente todos hemos pensado cuando has empezado a hablar de el proceso de enamoramiento, que sería el amor eros. Este sería lo que está explicando Enrique, el amor que siente contra otra persona, contra ese que se te acelera el corazón a raíz de todas las reacciones químicas que estabas explicando. Pero no se puede confundir con la lujuria, porque la lujuria básicamente se centra sobre todo en la atracción física.

Y el amor romántico, el amor eros, busca también la conexión emocional. ¿Sabéis ese experimento que hacen, que dicen que pones a dos desconocidos a mirarse a los ojos durante unos minutos y se les llega a sincronizar el ritmo cardíaco? Es una pasada.

Parece que estamos diseñados para enamorarnos, ¿no? Bueno, pues, ¿qué pasa de este tipo de amor, que es lo que explicabais antes? Pues que dicen los psicólogos que es efímero, que dura entre 18 y 36 meses. Y me encanta que he encontrado una explicación de un antropólogo que dice que esto podría tener una función evolutiva, y es que es lo que duraría en criar a un hijo. Tú dices, vale, me enamoro, tengo una relación sexual y el tiempo que voy a necesitar de que mi pareja me ayuda

para sobrevivir a la criatura, pues eso sería los dos o tres primeros años del bebé. Después ya no hace falta seguir enamorado porque puedes buscar a otra hembra con la que procrear. Me parece muy Dani, no sé si estáis de acuerdo, pero sí que es verdad que dicen que el amor dura cuatro años. Y de borbones, y de borbones. Después está otro tipo de amor que sería el amor filia, que es el amor...

el amor fraternal. El amor... el amor es negatei. Vale, pues el amor fraternal. Hay un vínculo más allá del romance. Aquí tú el amor fraternal puedes tenerlo con unos amigos, no quieres un deseo sexual. Ahí ya priman más cosas como la cooperación, la lealtad, la solidaridad, el respeto, el compañerismo. Es una forma también de alegrarse por lo que le pasa al otro sin esperar nada a cambio. Pero este tipo de amor también puede hacer que sintamos amor hacia otra persona a la que sentimos una cercanía

o hacia cosas que nos gusten mucho. Lo de las filias, que explicamos, ¿acordáis? En el episodio 33 que hablamos de las parafilias. Pues tiene la misma raíz de ese apego. Después otro tipo de amor que sería el amor agape. ¿Qué os suena como agape? Comida. Un lote de comer. Agape es una comida, una comilona, un aperitivo. Un agape, un agape. Pero realmente los griegos lo llamaban agape al amor incondicional,

que es, por ejemplo, el que tenemos nosotros con el Betis. O el que puede tener un patriota. Lo tendrás tú, porque Álvaro no lo tiene, desde luego. Nos cuenta aquí mi amigo el Pali, arrobalpali, que dice no hay mayor demostración de amor que jugar a las palas en la playa con tu hijo de 5 años. Vamos, de 5 y de 8 también. Y de 35, porque es un coñazo jugar a las palas. Pero es que si a lo mejor te la devuelves alguna vez, el de 5 años…

Yo para mí me gusta jugar a las palas, pero con alguien que la devuelva. Pero es que por eso es el niño de 5 años. Que no estoy haciendo abdominales, Tordi. Claro, el niño de 5 años no le da y cuando le da la manda a Jerve, dice tú… Me cago en Dios. Sí, sí, pero es que mi Marco llega a la playa y lo primero que hace es papá, vamos a jugar a las palas. Y yo, me cago en su puta. Se ha perdido la pelota, niño.

No las lleves, no hay palas. No le da mi pasacada, tío. Por eso. Criatura. Me siento identificado, pero con Marco, porque yo tampoco le doy. Paquete. Es malísimo. Vale, pues es lo que explicaba, que este es el tipo amor de los patriotas que sienten sobre su país, ¿no? Pero que no espera nada a cambio. Tú dices, yo soy muy español y mucho español, ¿vale? Pero a cambio, ¿qué espera? Es amor incondicional.

Es lo que viene en que asociamos al ágape a una comida, ¿no? Porque es algo que tú das a alguien sin esperar nada a cambio, ¿no? Y por último, los griegos hablaban del amor familiar que le llamaban estorgé. Está muy chulo también, porque esto hablan los psicólogos que hay una parte evolutiva. Por ejemplo, una madre está locamente enamorada de su bebé, sabiendo que su bebé, hasta que no tenga, yo qué sé, a lo mejor tres años,

no es consciente ni puede sentir amor hacia su madre, porque no es consciente ni que es su madre ni nada. Ahora mismo es la teta que da leche, no tiene nada más. ¿Cómo la madre se enamora tanto de un crío cuando sabe que ese amor no va a ser correspondido hasta que el crío tenga a lo mejor seguramente tres años? Ese amor, el amor anegado es a nivel biológico. A nivel biológico, yo por ejemplo, a mi hija fue desde que la tuve en brazos.

O sea, salió por la barriga de mi mujer y yo en ese momento ya estaba enamorado de ella. ¿Vale? Pero eso te llega o no te llega, ¿no? Hay gente que tarda más tiempo en conectar con un bebé. Al principio se ven desbordados y hasta que no desarrollan ese instinto, pues evidentemente no es amor lo que siente. Bueno, pues un bicho nuevo en casa y ahora me tengo que preocupar de que no esté... Un bicho nuevo en casa.

Que grita y ya está. Llora y grita. Teníamos uno y ahora tenemos dos. Otro puto bicho. Ya van tres. Bueno, y después ya, más rápido esto, que serían otros tres amores que hoy en día sí que se diferencian de estos cuatro clásicos de los griegos, que sería el pragma, su propio nombre lo indica, el amor pragmático, no el amor que sería, y a ver si estáis todos en esta misma onda. Cuando se pasa la fase de enamoramiento y ya tienes una familia

y dices, bueno, pues tengo un proyecto de vida, ¿no? Tengo una casa, una familia. No estás enamorado, enchochado como cuando conocisteis, pero no deja de haber un amor cómplice, ¿no? De decir, bueno, es que formamos parte de lo mismo, ¿no? Tenemos unos intereses comunes, un proyecto de vida, entonces ese es un amor, un amor práctico. No tienes mariposas, pero es un amor también bastante incondicional

y dura mucho más que la fase de enamoramiento de los primeros años. Y se puede tener hambre, ¿no? Y se puede tener hambre, evidentemente. Sí, sí. Vale, vale. Vos estás preocupadísimo por la comida, ¿eh? Ese es un termómetro. O sea, tú tienes amor por la alimentación. Otro tipo de amor sería el que los romanos llamaban ludus, que es el amor juguetón, el coqueteo. Pero hay gente que no pasa del coqueteo.

Hay gente que puede incluso llegar, digamos, a la aventura sexual, pero no pasa de ahí. Un coqueteo no es follarte a otra, ¿eh? Eso ya es otra cosa. He dicho que puede llegar. Sí, sí, hay gente que le gusta el coqueteo de por sí y respeta a su pareja. Pero porque le gusta el coqueteo, el juego. Eso es un amor infantil. Y, por último, un amor que no sé si mucha gente se lo ha planteado, pero también es necesario.

Se llama filautia y es el amor propio compasivo, pero no el egocentrismo. Amor propio compasivo, explica eso. Sí, sí. Por ejemplo, cuando dices, pues hoy me voy a ir a que me hagan un masaje facial. Hoy que me voy a tomar un copazo de vino a la puesta de sol. Hoy me voy a regalar un libro nuevo. Esos detalles que tienes contigo mismo que te hacen sentir bien, que no es egocentrismo, sino esos detallitos que te regalas a ti mismo.

Voy a dar un masaje. Es como cuando Capre dice, hoy me voy a comprar un iPad nuevo, aunque lo deje en el armario después de seis meses. Correcto. Con los botines que los tengo ahí. Exactamente. Pues eso es filautia. Yo soy malísimo. Sí, pero ¿qué pasa? Que dice que hay que intentar que no sea algo material, porque si no al final acabas eso, en aparentar y en el narcisismo. Pero siempre que sea una experiencia

que te hace sentir mejor a ti mismo, ese amor también es necesario. Hay que cuidarlo como el resto de tipos de amores. Esa es la clasificación que encontrar. No sé si estáis de acuerdo o queréis ampliarla. El amor platónico. Exactamente, el platónico. Es el de Boza, el amor al plato. El amor al plato. Exacto. Al plátano. El amor platónico. El platónico es el que sabes que es imposible. No va a ser correspondido jamás.

Que no va a ser correspondido nunca, porque tú lo sigues teniendo ahí. Caballito, a mí todo esto que tú me has contado me suena muchísimo a una teoría que desarrolla un psicólogo estadounidense que se llama Robert Sturman, que es la teoría triangular del amor. No sé si habéis oído hablar alguna vez de eso. Cuando tienes dos parejas. Es un triángulo amoroso. No, no, la teoría triangular del amor no tiene nada que ver con triángulo amoroso.

Eso ya hablaremos después seguramente. Vale, vale. De todas formas, antes de que empiece Álvaro, voy a leer un tuit de mi amigo Juancho P. M. R., que puede ser un buen libro para que lo tengamos nosotros en la mesita de noche. Dice, en mi próximo libro, cariño, tienes la sonrisa como la luna menguante y cuando te calzas mi polla le queda como un guante, hablaré de cómo mantener viva la llama del amor mediante el romanticismo.

Que no se nos vaya el programa por ahí. Que no se nos vaya este episodio por ahí. Que os veo venir. De momento lo estamos manteniendo a raya. Venga, voy a empezar a comentar la teoría, que de hecho en la teoría salen algunos tipos de amor de los que ya Caballeto más o menos nos ha desarrollado. Bueno, esto es una clasificación de las épocas de los griegos. O sea, que esto ya está todo inventado este tipo,

pero bueno, es una clasificación. Seguro que se puede detallar mucho más, ¿no? Correcto. Bueno, pues este hombre, el Robert este, el amor se caracteriza por una relación interpersonal según tres componentes. La intimidad, la pasión y el compromiso. Y la verdad es que, oye, pues sí. Si tú te paras a plantear una relación amorosa, esas tres patas tienen que estar sí o sí, ¿vale? Por cojones. La intimidad, pues serían los sentimientos dentro de una relación

que se promueven el acercamiento, el vínculo, la conexión mental, digamos, con la otra persona, el afecto, esas ganas de dar y de recibir de la otra persona. ¡Ojo! ¡Cuidado, cuidado, cuidado! De compartir con esa persona momentos de tu vida, ¿no? O sea, eso sería la intimidad. La pasión, pues obviamente es el deseo intenso, ¿no? De carnal, sexual, romántico, excitar, todo esto, ¿vale? Y después el compromiso, pues simplemente la decisión

de amar a otra persona y mantenerse en ese amor pese a los buenos o los malos momentos que puedan venir. Hay diferentes etapas o tipos de amor que pueden ser explicados según cómo se combina estos elementos y que una relación que solo se basa en uno de esos elementos tiene toda la pinta de que al final acaba cayendo. Bueno, lo que dices, si lo vendes como tres patas, es una relación con una sola pata, es más débil, ¿no?

Claro, pero ojo, dice que, por ejemplo, una relación basada en dos sí puede mantenerse por contra de manera bastante habitual, de hecho. Está apoyado sobre una pared, sí, a escaleras. Lo primero sería la falta de amor. Falta de amor, obviamente, es que no hay ni pasión, ni intimidad, ni compromiso, ¿vale? Básicamente, o sea, eres compañero de cuarto, ¿vale? Con otra persona que pasa por allí. O sea, ahí no tiene absolutamente nada que ver con esa persona,

ni la quieres tener cerca, ni quieres recibir, ni darle nada a cambio, ni compartir momentos de tu vida, ¿vale? Después está el cariño, que sería... El cariño puede ser, por ejemplo, una gran amistad, y aun así el cariño también debería ir acompañado de compromiso para mantener una amistad basada en eso, ¿vale? Pero bueno, obviamente que si no hay ni pasión física, ni un compromiso a largo plazo, solo por cariño

tampoco acabas estando con una persona. El encaprichamiento, que yo le diría encoñamiento, es solo pasión. Todo el mundo sabemos qué es lo que es, ¿no? O sea, cuando tú dices, o sea, esta persona no la quiero tener cerca, no esto, pero le daba hasta como un cajón que no cierra, ¿sabes? Sí, sí. Y después está el amor vacío, que es solo compromiso. Bueno, de hecho, el amor vacío son los matrimonios arreglados,

por ejemplo, que ha habido de toda la vida de Dios, ¿no? O sea, tengo un compromiso con esta persona por mi familia o por lo que sea, pero ni tengo sentimientos de cercanía y demás hacia esa persona, ni tampoco pasión alguna. Otra cosa que después se desarrolla es que el roce hacer cariño, ¿no? Pero en principio todos esos matrimonios arreglados. Y ya después están los tipos de amores combinados.

Que lleva patata frita y huevo, ¿no? Exacto, exacto. El combinado número uno sería el amor romántico. Es el que une la intimidad y la pasión. Tú tienes muchas ganas de estar con esa persona y de compartir tu vida y además de darle todo lo suyo y lo de tu prima. De todo menos miedo. Pero, por contra, tampoco tienes muchas ganas de tener compromiso con ella a largo plazo, ¿vale? Es decir, te quiero y mucho,

pero es que mañana a lo mejor la vecina le quiero más, ¿vale? Entonces ahí estaría el amor romántico. Sería, por ejemplo, el típico amor de verano o relaciones de corta duración. Bueno, corta a lo mejor no tan corta, ¿no? Llevarte un añito o dos con esa persona, pero después decir, yo con esta persona no me voy a casar para toda mi vida. Pero bueno, tienes ese amor romántico. Después está el amor sociable o de compañía.

¿Cuántos abuelitos no estarán en esta situación? ¿Qué es la intimidad más compromiso? Yo te diría que el 90% de las parejas de cierta edad se encuentran en el amor sociable. Al final, bueno, son matrimonios o parejas en las que la pasión ya se ha ido. O bien por la edad, porque físicamente ya eso ya pasa a otro segundo plano o incluso por otro tipo de circunstancias. Pero bueno, el cariño entre ellos es muy grande.

El compromiso con el otro también es enorme. Entonces, pese a que no haya deseo sexual ni físico, el amor sigue estando ahí. Esto de este amor maduro, así ya, me recuerda a un tuit de mi amigo, arroba, uzu-arroba, que dice, Luis de la Fuente, quien no sepa quién es el nuevo seleccionador nacional, dice, Luis de la Fuente, tiene pinta de presentarse un día en tu portal de la mano de tu madre y decir que por fin ha conocido el amor.

¡Hostia, qué pesadilla! Este amor sociable también se encuentra obviamente en la familia. O sea, tú a tu madre o a tu hermano o lo que sea, lo quieres con amor sociable. Es decir, tienes con esa persona compromiso a largo plazo y mantienes sentimientos de intimidad. Pero, obviamente, pasión hay, no hay ninguno. Y el amor sociable, en los amigos de toda la vida también estaría en ese punto. Que a lo mejor con alguno te pegues un rocetón

o como diría Lola Flores, ¿quién no se ha rozado la pepitita con una amiga? Pero que eso... Lo que pasó en Conil quedó en Conil, ¿eh? Exacto. O en Bilbao, ¿no? En Bilbao, que alguna pata rodó por encima de otra. Sí, verdad. ¿Te crees tú que en una pata? En serio. En serio, no te rías que no me ha vuelto a llamar. Y después estaría la última relación combinada de dos. Sería el amor fatuo o amor loco,

que es el compromiso más la pasión. Se da en la relación en la que el compromiso está motivado por lo bien que se dan uno al otro. Ah, amigo, sí. Que conocemos todos parejas que se basan solo en el sexo. Dices, pero ¿cómo pueden estar juntos esos dos? Porque están torneando la cama. Correcto. Pero que después, a nivel de relación sentimental, no hay nada. Pero, aun así, son capaces de mantener un proyecto a largo plazo

porque lo que se darán ahí en la cama será tan bueno uno para el otro que ya les compensa. Y ya por último estaría el amor consumado, que sería la forma completa del amor, el unir las tres patas del banco que estábamos hablando. Ah, entendí, consumado. Digo, ese también es el suadro. Consumado es ese facto también, creo. Que no, consumado, consumado. Mantener el amor consumado puede ser todavía más difícil que llegar a él.

Es decir, es difícil llegar a un amor consumado en el que las tres patas se junten, pero sobre todo lo que es difícil es mantenerlo en el tiempo. Que uno no se rompa, ¿no? Exacto, es cierto. Y todas las parejas, o vamos, no todas las parejas, pero un porcentaje muy grande de las parejas seguramente han pasado momentos jodidos en los que a lo mejor la pasión ha caído y después vuelve, o por lo que sea el compromiso flaquea durante un tiempo,

o simplemente que a nivel emocional desconectas un tiempo de tu pareja y tal. Puede ser que haya llegado en algún momento a ser amor consumado, pero que el tiempo lo desgasta todo y que no llegue a mantenerse eso para toda la vida. Entonces, claro, el amor consumado puede no ser permanente, pero eso no quiere decir que no sea otro tipo de amor. La combinación que quede después de ese amor consumado. Es interesante esto de tener el amor como si fuera las matemáticas.

Bueno, Boza, yo te he visto ahí preocupado por el hambre y yo no me ha pasado nunca que haya perdido el hambre. Te voy a contar, eso está relacionado con la fase de enamoramiento, que yo creo que es, sin duda, la más bonita de una relación de pareja. Pues el enamoramiento, para que tú sepas, es el momento previo al establecimiento de una relación de amistad. Es el momento previo al establecimiento de una relación de amor

y se produce cuando las dos personas todavía no se conocen del todo. Todavía no te has pedido, todavía no... Estas cosas que todavía no la roncan la oreja. No la has echado la linta de una papa por la noche en la cama. ¿Puedo contar una anécdota? Volviendo al tema del enamoramiento, el hambre y el peo. Todo relacionado con eso. La relación que viene Paco Gandía ahora. La anécdota. Esto es verídico.

Caso verídico, claro que sí. Verídico, verídico, verídico. Llevo yo con Hedra, una semana, no creo que llevará más. Estamos en nuestro momento árgido de enamoramiento y salimos por la Plaza de la Magdalena, esto es por el centro de Sevilla, y de pronto, tío, de pronto, la cruz de guía llamó la puerta. Pero de una forma terrible, o sea, una descomposición. Tú sabes, esto que te descompones te pone blanco.

La cruz de guía o el muñido. El muñido, todo. Todo iba a salir de golpe. Estaba Hamilton en vuelta rápida. ¿Estaba Jordan colgando del aro? Exactamente. Ese sudor frío por aquí. Hostia, ese sudor frío que no puede más. Y tú no sabes cómo decírselo. ¿Te pasa algo, chiquillo? Dice, la tortuga está quemando la cabeza. Lo más cercano, el Burger King, ahí en la esquina de la Magdalena, de Reyes Católicos de la Magdalena.

Me he ido pidiendo porque yo voy a entrar un segundo al servicio. Tengo que entrar un momento en el servicio. Entro en el servicio, entro en el de caballero, por supuesto, y el servicio de caballero, hijo de puta, no tenía bate. Nada más que tenía pamea de pie. Y tú allí hiciste... O sea, yo no sé si habéis sentido alguna vez que cuando uno se está cagando a tope, mientras más cerca estás del bate, más te cagas.

O sea, eso es así. No llegas. No llego. Tuve que entrar en el de las mujeres. Y la puerta no se cerraba, tío. La puerta se quedaba abierta. No había pestillo. La tuve que llamar, tío. Dice, mira, me pasa esto. Tengo una descomposición muy grande. Tú ya dijiste que es la mujer de tu vida. Tiene que entrar a su casa. Porque si no, aquí se van a encontrar a lo más grande. La primera gente. Yo me lo imagino a la pobre Aydra

sujetando la puerta y diciendo, en cuanto salga, me voy. En cuanto salga Dios que me ha llamado a mi prima, que me tengo que ir. Una de estas descomposiciones de estómago que de pronto suena... ¿No? Así... La mascletá. Exactamente. Intaste con pistola, ¿no? O sea, que imposible no escucharlo. Aquello... Hostia, qué mal rato pasé. Y me digo, si no me deja, me quiere. A mí me pasó algo parecido el primer día

que entré en casa a mi suegro, tío. Fue algo muy similar. Yo venía de Sevilla con Orga en el coche. Y por el camino entré los nervios, tú sabes, de que vas a conocer a tu suegro. Era normal. Yo empecé a notarme la barriga, esos sudores fríos, eso. Y yo estaba llegando y yo sin decirle nada a Orga. Digo, hostia, me estoy cajando. Pero vamos, que en cuanto entre... Fue entrar, saludar a mi suegro y decirle,

¿si me puedes indicar dónde está Armando? Porque no puedo. No puedo más. Hablo más. Es que me está quiñando. Y espero que ellos en el salón escuchan otro pedo, ¿no? Yo diciendo, ahora ya han puesto la música arte. Porque además, esas veces que hice tú y yo de aguante de marfina, eso sale con más potencia todavía. Sí, sí, sí. Pinta pistola enterito. Como Rafa cuando volvíamos de Segovia. Hostia, madre mía, tío.

Madre mía, tío. Madre mía, tío. Que atacó media ciudad real, eh. Atacó lo de encima el bate sin agua, eh. Dios santo, tío. Dios santo. Cuando yo termino ahí y le doy al botón y aquí ya clic, clic, clic, clic. Y aquí no sé, estoy en la gota. Dejo allí tres cochinitas. Y el tío esperando que yo saliera para arreglar el problema. Hostia, tío. Madre mía, pobrecito. Pero lo mejor fue salir. Lo mejor fue salir

y tomarme las manos y que me hayan puesto a la barra un donut de chocolate. Me habían ingerido el alcohólico. Nada, nada, nada. Nada, escúchame. Y cagué. Para mí, para de la gasolinera, para de la... Y para todas sus primas, eh. A ellos fue tremendo, tío. Coño, tres días en Segovia comiendo como dios. Comimos como comimos. Salió el cochinillo y el primer cochinillo. El muñeco, el muñeco. A todo esto yo estaba hablando

de lo más bonito que hay en el amor que es el enamoramiento, ¿sabes? El programa no está dedicado a la mierda, ¿eh? Es que estábamos hablando de las mariposas en el estómago. Sí, sí. Y acaban saliendo por el culo como gonzanos. En fin. Bueno, pues nada. Esto, como había comentado previamente, ¿vale? Pero bueno, esto, a medida que va pasando el tiempo, pues estas emociones tan bonitas, pues se van yendo

lo que viene siendo al carajo. Si es cierto que si la relación continúa, bueno, pues dejan espacio a otras emociones que son un poquito más tranquilas, pero bueno, igual de placentera, bueno, o no tanto, ¿vale? De todas formas, lo que define las características del enamoramiento lo había contado yo ahora. Primera característica, deseo de contacto físico. Evidentemente. Hombre, no. Evidentemente. Hay un fuerte deseo de contacto físico,

de intimidad con la persona de la que te has enamorado. Punto dos, deseo de reciprocidad. Tú también tienes... Yo quiero que me toque, pero también... En el lobo. Quieres que la otra persona también esté enamorada de nosotros. Punto tres, temor al rechazo. Exactamente. Hay mucho miedo a ser rechazado. Al final está hablando de los quinceañeros. Sí, bueno, es que este enamoramiento está quizá más relacionado con eso,

porque cuando tienes 15, 20 años y eres todo química, como ha explicado antes Enrique, ¿no? Todo hormona. Sí, sí. Cuatro, falta de concentración. Cuando uno se enamora, es bastante normal perder la concentración, desentrarse, tener despiste en sus cosas cotidianas. ¿No es el mejor momento para tomar decisiones cuando estás enamorado? No, no. ¿De ningún tipo? De ningún tipo. Después, muchos pensamientos frecuentes

sobre la otra persona. Estás todo el día dándole vuelta pensando en ella. Después, otra sensación muy importante son los nervios de ansiedad cuando tienes cerca a esa persona. Hay mucho nerviosismo, se te acelera el corazón, puede llegar a darte un alta... Tarta mudera. No lo he dicho bien. Mira cómo tú ahora. Hay incluso cierta incapacidad para hablar con claridad. Así que es lo que estamos contando antes.

Para tomar decisiones ni hablamos. Siete, intereses por los gustos de la otra persona. Te interesa mucho qué le gusta para intentar estar lo más alineado posible. Para intentar que a ti te guste lo mismo. Y después, idealización de la otra persona como último. Nada más que ve todo lo bueno que tiene. Al principio es todo lo bueno, todo maravilloso, todo lo que hace te parece bien. Hasta los peos le huelen bien. Aquí no había peo.

Y todo esto, ¿cuánto dura? Aunque bueno, ya Enrique ha estado contando algo. Había contado algunas cosas que creo que son muy interesantes. Aquí, lo cierto es que se data entre de seis a nueve meses o a dos o tres años. Como mucho, cuatro. De seis a nueve meses, de dos a tres años o como mucho, cuatro. O sea, muy científico. Porque puede estar ahí. O sea, la horquilla entre seis y nueve meses, dependiendo de la pareja,

entre seis meses... Si pasas de los nueve meses, ya llegas al siguiente punto. A dos o tres años. O a cuatro. En cualquier caso, más de cuatro años es muy complicado. O sea, los matrimonios de larga duración, ahí hay otras cosas. El enamoramiento, no, estaría súper bonito tenerlo, pero no porque, bueno, porque al final toda esta sensación tan bonita y nos tiene loco perdido cuando la tenemos y tal, es todo serotonina

y micapura. Y esto dura lo que dura. Así que esto es un poquito lo que es la fase del enamoramiento. ¿Qué pasa? Lo que yo no sé es si uno realmente puede llegar a enamorarse de muchas personas al mismo tiempo. ¿Eso puede pasar? De más de una, ¿no? Sergio, ¿tú qué crees? ¿Tú qué crees? No me des fraude. Yo creo que no. ¿Enamorarse? No. ¿Tú crees que no? Pues yo creo que sí. ¿Vosotros creéis que se puede estar enamorado

de más de una persona? A ver, el amor consumado este que yo hablaba antes, no lo creo. Ahora, ¿los otros dos tipos de amor? Perfectamente. Yo es que creo que confunden y no estamos hablando de sexo en ningún momento. Esto no es una cuestión de sexo ni de convenciones jurídicas como el matrimonio, la poligamia, es amor en grupo. Seguramente, el amor grupal hecho el poliamor, es verdad que la parte de la pasión tiene que estar por medio,

es decir, que no la puedes quitar del medio. Pero yo sí soy un creyente de que sí, que puedes enamorarte de dos personas al mismo tiempo. Yo creo que yo no, pero más que nada porque he sido educado en una cultura que me ha enseñado una cosa. Pensamos fuera de la caja, ¿no? Como dicen. Y replanteamos nuestras historias, nuestras relaciones desde los cimientos, igual si. Yo sé que yo no porque me he criado así, igual que me he criado

en la heterosexualidad porque socialmente era lo que tocaba. Yo no sé si a mí nadie me hubiera ejercido ningún tipo de influencia pues si esa noche me meto con Capri y con Caballeto en la cama allí en Corea. Ya está. El poliamor. Tres o multitud. Mira tú, yo no confío en el poliamor, el Capri a mí. Pues eso está mal. Todavía estás a tiempo de que te guste un tío. ¿Todavía estoy a tiempo? Bueno, no lo descarto.

De momento no me he cruzado con nadie, pero oye, no lo descarto. Guapo. Yo... Tú también. Yo voy a hablaros hoy del poliamor. ¿Qué es el poliamor? Policía. Policía, ¿no? Cariñoso, ¿no? Poliamor, como su palabra indica clarísimamente, poli-amor. En este caso es tres o más. Y ahora sí, os voy a contar los chipos, porque es que el poliamor también tiene su propia clasificación. Primero, el poliamor no equivale a poligamia.

La poligamia es otra cosa. Que hay culturas, hay países, hay estados, hay sistemas legales que permiten que una persona se case con varias personas. Si es un hombre con varias mujeres, pues tiene un nombre. Y si es una mujer con varios hombres, pues tiene otro nombre. Y todo eso se engloba dentro de la poligamia y no es de lo que vamos a hablar. Vamos a hablar de los chipos. El primero es el poliamor jerárquico. Aquí está muy claro.

Y además es la situación más común de relaciones de pareja de ese tipo. Mi pareja, mi mujer, mi mujer, o mi marido, mi marido, o lo que sea, lo que sea, ¿vale? Pero además vamos a abrir la relación a una tercera, a una cuarta persona. Pero hay una jerarquía. Primero nosotros. Y mi pareja me va a poder poner ciertos límites y me va a poder modificar un poco el comportamiento porque aquí hay una jerarquía que hay que respetar.

Se me viene a la cabeza el tema de intercambio de matrimonios así de swingers, ¿no? De intercambio de parejas y demás. Eso, por ejemplo, eso lo entiendo menos todavía que el poliamor puro, puro, puro, que después supongo que… Yo te voy a ser sincero, no entiendo ninguna de estas historias, ¿vale? No, a ver. Pero bueno. Partiendo de la base de que, lo mismo me equivoco, pero creo que ninguno de los seis nos hemos metido

en ningún jardín de eso, ¿vale? Pero el tema de, no, no, yo, mi mujer, la mía, no sé qué, pero después del poliamor también fuerte, yo creo, yo creo. Que tenga fuerte la del medio. Esa es la pata, esa es la pata importante para el poliamor, la del medio. No, quiero decir, o sea, yo en el poliamor podría entender un tío, una tía que dice, oye, es que yo quiero a estas dos personas por igual. Ahora, no, no, yo es que mi marido,

mi mujer, mi marido, mi marido, pero después, además, yo creo que va a ser un poliamor es un guarro. Al fin y al cabo también es, como ha dicho Rafa, es un constructo social el tema del sexo. Porque estamos educados en la monogamia sexual también, pero no sé, es igual que irte con un colega a ver fútbol. Es que realmente no, no es lo mismo. ¡Hombre! Álvaro, no digas eso, que mi mujer no me deja volver a hacer una quedada,

¿sabes? No puede comprarte en las relaciones sexuales. Yo he ido con Cappi al fútbol y no hemos hecho nada en los servicios. Pero quiero decirte, a ver, realmente, si tú lo piensas fríamente, ¿por qué no es lo mismo mantener relaciones sexuales con una persona que disfrutar de otra manera? Solamente es una cosa con la que disfrutas. Yo tampoco podría ver a mi mujer con otro hombre, ni mi mujer verme a mí.

Yo tampoco podría irme con otra mujer, pero no sé. Quiero decirte, hay mucho de... Tienes toda la razón, Rike. Porque nos han enseñado así desde pequeño. Eso es. La propia figura del matrimonio es antinatural. Es una herramienta que alguien se inventa para garantizarse que la descendencia es suya. ¡Ya está Artusiata! Ya ha salido Rafa Artusiata ahí. Que no es lo mismo, ¿vale? Después tenemos otro tipo de poliamor, que es la polifidelidad.

¡Hostias! Sí, sí, polifidelidad. Estamos hablando de que son relaciones íntimas restringidas. Una pareja de tres o, bueno, un trío, un cuarteto, pero que ellos tienen los límites tan acotados como los puedes tener tú ahora con tu pareja de amor tradicional y normal. Sí, que es lo que yo comentaba antes. Por ejemplo, que te puedes enamorar de dos personas y que da una convención, pero que fuera de ahí.

Que eso lo entendía yo más, por ejemplo, que el abrir la relación y venga aquí esto... Pero bueno, es verdad también lo que dice Enrique. O sea, que lo entiendo menos porque a mí me han enseñado desde pequeño que si tú quieres una persona, con quien te quieres acotar es con esa persona. La fidelidad es parte de esa relación. Pero quiero decirte, al final hemos pasado de no puedes tener sexo con nadie,

nada más que con tu marido o con tu mujer cuando estéis casados, a ahora se puede tener sexo antes del matrimonio y tampoco pasa nada, y a lo mejor en un futuro pues está... Sí, sí, a lo mejor está más que extendido. Oye, hemos terminado una reunión de trabajo y dice, echamos un polvito entre la reunión. Pues sí, pues ya está. Eso a lo mejor dentro de 30 años es normal. Para romper el hielo, ¿no?

Bueno, yo trabajaba en un sitio que era muy normal. Y hace ya unos 40 años. Y las cenas de Navidad siguen siendo normales, de vez en cuando. Sí. Tenemos luego otro tipo de poliamor, que quizás sea el más conocido porque es el que más hemos escuchado, que es el hippie, ¿no? El flower power. El amor libre. El amor libre. La comuna. Anarquía relacional. Aquí todo con todo. Yo te quiero, tú me quieres. No hay posesiones.

No hay ningún tipo de posesión. Estamos hablando de que es completamente desestructurada. Se basa en consenso. Tiene que haber cierto grado de compromiso. Eso es cierto. Pero que se construye ese compromiso desde cero cuando empieza la relación y no se basa en unas expectativas que se fundamenten en roles de género clásicos, en tradiciones, etc. Es una cosa completamente... Rafa, yo he conocido un grupo de gente así

y, además, los hijos que habían tenido fruto de esas relaciones múltiples, que vivían como si fueran una comuna, literalmente, los criaban los hijos entre todos. O sea, los niños eran de todo, aunque fuera de otra madre. Pero como eran todo el grupo, el padre podía criar y educar a cualquier niño de ese grupo porque lo sentía como suyo propio. Y que posiblemente lo fuera. Cuando llegaba el día del padre en el colegio...

¿De cuál? ¿De cuál? ¿Qué porcentajes de la población creemos que practica relaciones poliamorosas? Yo creo que ese era ínfimo. En Estados Unidos, entre el 4 y el 5% de la población. Joder, pues es mucho. Es bastante. Si hacemos esas cuentas en España... En Arkansas, es el que está enamorado de su prima y de la cabra. Si nos lo traemos a España, sube la cosa. Porque en Estados Unidos hemos dicho 4 o 5.

¿Así? En España nos vamos del 5 al 8% de la población que practica relaciones poliamorosas consentidas y conocidas. No vale lo del señor casado que tiene cuatro queridas. La infidelidad es otra cosa. La infidelidad es otro tema. Aquí estamos hablando de relaciones poliamorosas con consentimiento y conocimiento pleno de lo que se está haciendo. Unas veces de forma más libre y otras veces de forma menos libre.

Hay que decirlo también. Entiendo, Rafa, que ahí la mayoría serán parejas abiertas. ¿No? Más que otra cosa. Pues me imagino. Supongo que sí, claro. Son parejas que han decidido abrirse a otro tipo de... Porque han vencido una barrera social y cultural. La han conseguido tirar y están explorando otras historias. ¿A quién creéis que le interesa más el tema de las relaciones poliamorosas? ¿A los hombres o a las mujeres?

¿A las mujeres? A las mujeres. Hay un estudio hecho por Loive More, una organización de apoyo al amor libre. Participaron más de 4.000 personas, practicantes todas ellas de poliamor, de las cuales el 49,5%, prácticamente la mitad, la mitad, vale, 49,5%. El 35,4% eran hombres y el 15,1% eran personas que no quisieron o que no estaban identificadas con ningún género de los que más o menos conocemos, que cada día son más,

pero no es así. Bueno, esos son géneros. Exactamente. Y después de esto hay una cosa muy curiosa, que es que casi la mitad de las mujeres y casi el 18% de los hombres de ese estudio, personas que practican relaciones poliamorosas, han reconocido que en los últimos 12 meses han tenido sexo con personas de su mismo sexo. Sí, al fin y al cabo es lo que estamos diciendo. Si han roto un convencionalismo, ¿por qué no romper más?

Ya rompemos todo lo que haya que romper. Y hablar... Incluso culos. El pito. Como un conil, ¿verdad? ¿Qué problemas hay con el poliamor? ¿Cuál es el verdadero problema del poliamor? ¿A alguien le puede molestar que tres personas se amen profundamente y vivan en una casa y todas esas cosas? No debe. A ver, tenemos el pellejito fino y hay mucha gente protestando por todo, pero si lo piensas con profundidad no te afecta, no te...

¿Dónde están los dos problemas principales que se ven en el tema de las relaciones poliamorosas? Como muchos sabéis, muchos hemos sufrido, y seguro que si no os ha pasado a vosotros, le ha pasado a alguien cercano, hay un montón de gente que se convierte en dependiente de otra persona cuando tiene una relación de pareja, con lo cual muchas veces sacrifica su propia existencia, su propia personalidad y su propia capacidad de decidir

por tal de mantener esa relación. Entonces hay un montón de gente que acepta relaciones poliamorosas solo porque su pareja... Porque no está sola. Las acepta, le gustan y ella no quiere perder a su pareja, entonces pasa por el aro. Pero realmente no tiene una convicción importante. Eso es lo que pienso yo realmente del poliamor. Uno que quiere abrir la relación y el otro que no quiere perder a la persona.

Pues pudiérase. Y después hay otro problema. Por ejemplo, en España la poligamia está prohibida. Esto es un país monógamo. Tú te puedes casar con una persona, pero en cambio puedes tener una relación de pareja con una persona sin necesidad de casarte. Son las relaciones, las parejas de hecho. ¿Es legal una pareja de hecho entre tres personas? No. No, porque sería una relación poligámica. Entonces, ¿qué cobertura legal tendría

si una persona, como hay jurisprudencia y hay bastantes casos ya que han conseguido demostrar convivencia y han conseguido tener una paga de invalidez, perdón, una paga de viudeda... Vete tú a saber, ¿no? Un reparto quitativo de la herencia. ¿Cómo regulas eso cuando estamos hablando de una persona que dices no, pero es que éramos tres en la relación. Sí, pero es que en España la poligamia está prohibida.

Sí, pero es que no estábamos casados. Pero es que yo he convivido, he colaborado financieramente con los gastos de la casa, junto con otras dos personas, etc. Y ahí se va a generar un día, un vacío que alguien tendrá que completar con mucha paciencia. Mira, no te preocupes que lo rellenan. Un vacío lo rellenan. Un vacío se rellena. Rafa, yo le he preguntado a mi colega Bashir, el bereber, que ya me ha aparecido varias veces en el podcast,

porque me interesó el tema de la poligamia. El musulmán, le pregunté. Él, por ejemplo, es del norte de Marruecos y decía que él no sé de qué rama del musulmán es, que pueden tener hasta cuatro esposas. Y que tenía amigos que tenían más de una. Pero la religión les obligaba a que tenías que darle exactamente lo mismo a una que a la otra. El caso más cercano que tenía era que habían comprado dos pisos,

uno enfrente del otro, en el mismo rellano. Álvaro, Álvaro, ¿qué estás pensando? Para la seguridad está cansado. Exacto. Álvaro, es que es eso. Que si le regalas una lavadora, a la otra le tienes que regalar la lavadora. Pero si ese día has tenido sexo con una, ese día tienes que tener sexo con la otra. Qué disgusto más grande. Y la otra, ¿qué sabe de la una? Me imagino que no lo sé. Porque escucha los gritos.

Igual que tú estás educado en una cosa, pues yo estoy educado en la otra. Y eso tienen que hacerlo sí o sí. No es porque uno lo sepa, otro no lo sepa. Está claro. Pero que sí que me explicó que eso es lo que dice de la religión. El dogma que tienen que seguir, pero que después hay muchos sinvergüenza que eso, que lo que tienen son querías. ¿Habéis conocido a alguien que esté en una relación de poliamor?

No, yo no. Yo era Paolo... Fijaos qué cosa tan curiosa, tío, cuando se habla de matrimonio, para hablar de amor te tienes que ir a las palabras feas del matrimonio. Mi amante, mi querida, mi... Y es porque, desde los orígenes, como estaba intentando explicar antes, el amor era lo de menos en un matrimonio. Sí, no era importante. Sí, sí. Era ya surgirá, ya surgirá si surge. Si surge, surgirá, pero aquí lo que importa es que tú te cases con mi prima

porque tengo interés, y sobre todo en la nobleza, aristocracia, etc. No, Rafa, en los que tenían algo. Claro, en los que tenían algo. Los pobres podían tener amor. Exactamente. Los pobres se podían casar por amor, pero la gente rica no se podía permitir ese lujo, claro. Pero es que no había una relación. La gente pobre sí. De hecho, en la antigua Roma, había una figura que era la autocompra, porque, claro, tú tenías que comprar a tu pareja

las dotes, yo tengo tanto, tú tienes cuánto y demás. Entonces, las clases más populares, que no solían tener muchos, se compraban mutuamente con un pequeño detalle y eso les permitía convertirse en matrimonio, digamos, ¿no? Y era comprándose el uno al otro, y eso era porque sentían amor y les daba la gana ellos casarse. Pero en esa fecha, y al principio originariamente lo del amor en el matrimonio,

bueno, no tiene por qué. No iba de la mano una cosa o de la otra, y es muy curioso eso. Yo había introducido un concepto, que no sé si vamos a hablar de él o no, pero lo meto. Entonces mi amigo, arroba, Cancino Royal, dice, ¿de verdad soy tu crush? ¡Mi cruz! Bueno, como sea. Es que yo creo que ahora el amor platónico, a las chicas no le dicen amor platónico, le dicen mi cruz, porque mi hija tiene cruz, todos los futbolistas, es lo mismo.

Pues yo sí que he conocido a dos personas que han estado en poliamor. Los dos casos que he conocido directos, ninguno de los dos ha terminado bien en el sentido de mantener el poliamor durante... Oye, que eso tiene que ser un chocho montado, que no veas... Psicológicamente tiene que ser muy difícil de gestionar eso. En TikTok hay una pareja, que viven... O sea, una pareja, son cuatro, y explican su situación y demás,

y de vez en cuando, bajando, me han ido saliendo vídeos de ellos y demás, y yo es que pienso igual que Rafa. O sea, obviamente a mí me da igual, a cada uno que haga su vida lo que quiera, pero qué jodido tiene que ser llevar una casa así entre cuatro personas. Porque muchas veces... Sí, ya con dos es muy difícil. Muchas veces entre dos ya surgen, que sí, conflictos, historias, entre cuatro, cada uno en su padre y su madre,

y encima, todo rebujado y tal, tiene que ser complicado, la verdad. Pues sí. Bueno, que digo yo que de esto del amor habrá muchas historias y demás, de películas, canciones y demás, ¿no? Tú vas a hablar de eso, ¿no, Mozart? Voy a contarles yo una cosita cortita, porque ya... Tú vas a contar cosas de películas, ¿no? No, de películas no. Voy a contar cosas... De libros, ¿no? Porque son espectaculares, ¿no?

De libros tampoco. Bueno, pues antes de que diga eso, antes de que diga eso, porque no vas a hablar de canciones, ¿no? Bueno, a lo mejor sí, tú habla de lo que tú quieras. Porque voy a hablar yo de un par de cosas de canciones de amor, ¿vale? Venga, habla. Una de mis amigos Hank y Sonlo que dice, vale, abanibí quiere decir te quiero amor, pero ¿y aboebé? ¿Qué cojones quiere decir aboebé? ¡Hostia, que llevo tropeciendo años

haciéndome la misma pregunta! De eso previamente iba a hablar yo, de eso ya me has quitado uno de los temas que yo iba a tratar. Seguramente iba a hablar de eso, ¿vale? Y también mi amigo, que está cerca, dice, a ver, lo de te di todo mi amor, arroba love.com y tú me arroba, arroba, arroba do la razón de tan tango, de verdad que vamos a dejar que prescriba. Esa canción es mítica, te he visto. Me imagino que saldrán de fondo en algún momento.

Bueno, ya ha sonado en este podcast. Bueno, yo voy a hablar cuatro historias, algunas de ellas muy conocidas, cuatro nomás, cortitas, para ir terminando el tema, ¿no? La primera, yo creo que es la historia de amor más famosa de la historia por las películas, los libros, y lo que representa es la historia de amor entre Cleopatra y Marco Antonio. Historia real. La César ahí, eh. Ahí está el tío, eh. Cleopatra, era mucha Cleopatra.

Aquí puede que haya un poquito de poliamor en algún momento dado que no lo sabremos nunca. Ah, amigo. Marco y con Antonio, ¿no? Coincidió, coincidió la fe. Y Cleo y Patra también. No, porque primero Cleopatra se lió con Julio César. Ah, amigo, qué fresca. Se lió con Julio César, escaló en la textosocía allí en Roma y tal, pero realmente a él le gustaba, que le gustaba realmente era Marco Antonio,

porque cuando murió Julio César, Cleopatra se fue a Gisto para recuperar su poder, porque ella se había ido allí a Roma. Pero entonces comenzó su relación con Marco Antonio, que eran una sola persona, no eran dos. Pues, ¿qué es lo que pasó? Que Marco Antonio se enamoró de ella y ella vio que ella era una lagartona, un poquito, la Cleopatra. Vio que si se ligaba a Marco Antonio, que era un político y un militar potente,

podía conservar su poder. ¿Qué es lo que pasó? El romano, pues, no se resistió a los encantos de Cleopatra, nada más que creía en ella, fingía que era lo guapa que era, lo bonita que era, aunque le falte la nariz. Y al final, bueno, se enamoraron y tuvieron un romance de 14 años. ¿Qué fue lo trágico, qué fue lo que pasó con esto? Que, como si se tratara de una novela, ¿no? Marco Antonio se mató

porque le dieron la farsa noticia de que Cleopatra había muerto. Joder. El tío, en vez de llamar por teléfono, escúchenme, ¿esto ha pasado o no ha pasado? Le dieron se había muerto y se mató. ¿Qué hizo Cleopatra? Bueno, pues, intentó ligar al emperador que había en aquel momento, que era Octavio, pero no pudo. Y bueno, al final decidió, mira, pues si Marco Antonio, que ha sido mi amor de 14 años, se ha matado,

yo también me mato. Entonces hizo que una serpiente venenosa la mordiese y en el año 30 antes de su uso se acabó la historia porque murió Cleopatra y con ella el esplendor del antiguo Gisto. A partir de ahí, Gisto, se le cayó la nariz a la esfinge, todas las cosas ya que le ha pasado a Gisto. Segunda historia, también muy bonita. ¿Conocéis el Tal Mahal? Sí, claro. Tal Mahal. Si no lo pronuncio, habéis dicho Tal Mahal

y Tal no es. Es Tal Mahal. Pues es un amor de leyenda entre Shahanán, que tenía el parné, y Muhtah Mahal. Shahanán era el príncipe, ¿vale? Y cuando su esposa murió, levantó este majestuoso palacio que hay allí en Agra, ¿no? Creo que donde está el Tal Mahal, en la India, está en Agra. Esta historia es un poquito de leyenda, porque se dice que el Shahanán, en el año 1607, conoció a una joven llamada Arjumán

en un bazar. Quedó enamorada de ella pero no pudo tener una relación con ella hasta cinco años después y varios matrimonios. O sea, se casó varias veces en los cinco años, pero bueno, a los cinco años ya la Arjumán se convirtió en su esposa favorita. Era príncipe entonces y después pasó al rey. Era el amor de su vida. Por eso se llamaba Mumtaz, que yo el indio no lo pronuncié bien, Mumtaz Mahal, que significa la elegida del palacio.

Entonces, unos 19 años después, y de haber tenido 13 hijos, Mumtaz se encontraba otra vez embarazada. Madre mía. Por el 14, ¿no? Pero no lo llegó a ver nacer porque se murió. Se murió durante el parto. Entonces, el príncipe, el Shahanán este, estaba el hombre hecho polvo, mandó a construir su honor el Tal Mahal. Es una obra que duró 20 años en terminarse. Y allí, en la actualidad, descansan los cuerpos de los dos.

O sea, es muy bonito porque además es la historia de amor más famosa de la India. Boza, disculpa. Antes has dicho lo de la Esfinge y Cleopatra. Tú sabes que la Esfinge no tiene nada que ver con Cleopatra. Ya era para que se te diera cuenta. Tiene miles de años antes que Cleopatra, ¿no? 4.000 años, por lo menos. Tiene como 2.400 años más o menos. Pero empezó la decadencia y se le cayó la nariz a la Esfinge.

Se le cayó la nariz en 1700. Ya lo explicamos en el episodio de las pirámides que de Cleopatra al nacimiento del iPhone hay menos años que de Cleopatra a la construcción de las pirámides. Fíjate. Joder, macho. Hay que ver lo que se aprende. Me flipa con ese dato. Sí, sí, flipante. El duque de Windsor, Wally Simpson. ¿Os sabéis esa historia? Fue el que renunció a la corona. Exactamente. Ese era el príncipe Eduardo VIII,

que era el heredero de la corona británica. Wally era una joven americana. Es muy parecido a lo del príncipe pelirrojo este de ahora, el príncipe Guillermo. Con Harry. No, Harry. Bueno, es parecido, solo que no. Con la morenita, ¿no? Pero era el segundo. Bueno, no, pero me refiero que era con una americana. Que rompió con la casa. Una americana, Astrid también. Era una cosa... Eso sí. La cuestión. Conoció al príncipe Wally Simpson

en una fiesta en el año 33. Se enamoraron y hicieron una relación. Pero claro, fíjate tú, si hoy en día, en el año 2023, los británicos son retrógrados al máximo en ese sentido, pues imagínate tú en el año 33. Bueno, era una cosa que la sociedad británica no podía soportar. Un futuro rey de Inglaterra enamorado de una mujer americana y que se había divorciado dos veces, ni más ni menos, la Wally Simpson.

No lo aceptó nadie, incluso después de que este hombre fuera nombrado rey. ¿Qué es lo que pasó? En el 36, y trajo un reinado muy pequeñito porque apenas llegó al año, el rey renunció al trono y se casó con Wally Simpson. Él pasó a convertirse en el duque de Windsor y fue finalmente su hermano, que es el padre de la reina Isabel II. Fue el padre, la actual monarca. Bueno, la actual monarca ya está muerto.

O sea, ya no es la actual monarca. El abuelo de la actual monarca. El abuelo de la actual monarca. Exactamente. Es que estoy leyendo y no, la actual monarca ya no es. No. A la boda de la pareja no asistió ningún miembro de la familia rea, ¿vale? Todavía decían que aunque hubiera renunciado al rey, que no, que no, que no, que no. Y bueno, en el 72 fue cuando murió este hombre, el duque de Windsor con un cáncer de garganta

y ahí parece ser que ya hubo una reconciliación familiar pobre, es decir, cuando se murió. Así fue para olvidarse. Ahora os vais a dar carajo. Exactamente. Ah, ya no quiero. Y ahora voy a contar la última historia que es la más desconocida y yo creo que la más bonita de todas porque está seguro que no la conocéis. Es la historia de un amor prohibido entre Liu y Shu. Hay una historia de amor de chino, ¿no? Es una de las más famosas de China

y ojo, que es verdad porque tengo fotos de Liu y de Shu. O sea, tengo fotos de ellos. No se sabe si esto es leyenda o verdad. Yo creo que es verdad. Pero vamos, se ha difundido en diferentes medios chinos. De China. Sí, tú pones okdialio.com y te salen historias de China. Los derechosos de China, ¿no? Que son como los de Podemos de aquí. A los 19 años. El solo, el solo. Eso no lo tenía apuntado. Se me ha corregido sobre la marcha.

Eso es. Se me ha ido a hostia. Bueno, a los 19 años Liu Guiyang se enamoró de Shu Changqing, una mujer viuda 10 años mayor que él y con dos hijos, ¿vale? Entonces, la ciudad rural en la que vivían, pues, lo rechazaron, ¿no? Porque eso era inaceptable, ¿no? Una mujer viuda de 10 años mayor con dos hijos. Total, que la familia se fue. Decidió huir los dos, la pareja, y se vivió en una cueva en la montaña. Allí

se le regalaron para sobrevivir cultivando la tierra y formaron su propia familia. Y dicen que Liu, para que su mujer pudiera bajar al pueblo, construyó con sus propias manos, aquí viene la leyenda, una escalera para facilitar el paso, o sea, para bajar de la cueva a la ciudad. Seis mil escalonetas talladas a mano, o sea, no una rampita como la que pone aquí en Semana Santa para que el paso salga, no. Seis mil escalonetas

talladas a mano que han sido bautizados como la escalera del amor. La pareja no se separó ni un solo día hasta que Liu murió en el año 2007. Imagínate tú que al final murió el primero, que era 10 años más joven, pues, al final murió el hombre primero. Y su mujer dejó la montaña, dejó la montaña la mujer y se fue con sus hijos a vivir, a vivir al pueblo. Ese mismo año, también falleció, en 2007. No superó la pérdida

del gobierno local de allí, de aquella zona de China, cualquiera sabe quién es porque China es muy grande, ha preservado la cueva en la que la pareja vivió para convertirla en un museo. ¿Qué os parece la historia? Pues muy bonito. Pero bueno, eso es muy reciente, 2007, o sea que muy reciente. 2007, yo tengo fotos de Liu y de Chu. Liu se ve muy joven, pero Chu está la pobre, un poquito jodida. Y bueno, esa es la historia

que yo quería contar porque iba a contar otra que es la de Frida Kahlo, pero es que Frida Kahlo nunca me ha caído bien. Entonces, prefiero no contarla. Y la otra, la dependencia, era capaz de permitirle que el marido fuera un infierno. Y después el lío con Trotsky, Frida Kahlo tiene tela, nada más no se afectaba. Y con el inventor del futbolín, ya os lo conté yo eso. También es verdad con el inventor del futbolín.

Bueno, pues listo. Espero que os haya gustado. Muy bien. Pues nada, Caprián. Dime cariño. ¿Qué tal? ¿Tienes algo más por ahí que contarnos? Tengo, tengo bastantes tweets todavía amorosos. Estupendo. Vamos con ellos. Así que vamos al lío, ¿vale? El primero es lo que más me ha gustado. Que es que, vaya a ver, bueno, el primero, los tres primeros son de dos Hannibal. Es que el tío es muy amoroso. Dice, mi médico me ha escrito

una carta de amor. ¿Y qué pone? Yo qué sé. El siguiente dice, cariño, no nos ha tocado la lotería. Da igual, al menos somos afortunados en el amor. De eso quería hablarte. Y el último dice, no sé qué hacer, cuando hago el amor con mi mujer paso mucho frío. ¿Y has probado con una estufa? No, no, no, prefiero con mi mujer. A ver, ese que se quema. Hombre, daos de vuelta. Venga, vamos con este de arroba retrasado.

Dice, hoy mi mujer me ha preguntado, cariño, ¿me compras una alfombra? Y yo le he contestado, no, mi amor, si quieres volar en una escoba como tu madre. ¿Cuánto nos hemos reído? Post data, busco piso en Barcelona. Venga, este es de arroba John Vienes. Me alegro de que hayáis dado el paso de acudir a esta terapia de pareja porque, ¿sabéis qué significa eso? Significa que la ceniza de vuestro amor aún están calientes y basta un leve soplido

para avivar el fuego. ¿De quién partió la idea de venir a mí? De este azul normal. Este es de arroba palasrisas. La última vez que hice el amor lo grabé. Eh, podría verlo. ¿Tienes VHF? No, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no. El de de de venga este es de un tipo de amor que no hemos comentado que nos lo cuenta Hanky solo. Dice, nos conocimos en junio, nos amamos intensamente. La veía comer fruta y verduras mientras me

reñía porque yo comía carne en sepiembre me dejó. Tardé en aceptar que aquello solo fue un amor de vegano. Te he escrito un poema de amor, Marta. ¡Soy Julia! Dame un segundo para cambiar un par de rimas. Venga, este es de arroba guanchopemr. Le llamáis crash porque decir me pone las bragas como para plantar arroz era demasiado largo. Y bueno, ya que estoy voy a decir este de arroba garzari. Dice... Ese es bruto, ¿no?

Dice, soy sis aliado y tengo un crash contigo. Y yo de Soria y no te entiendo. Dice, porque te dejaba el coño como las orejas de Darth Takan. Bueno, hasta aquí los tweets. Muy bien, pues una maravilla. Así que bueno, amores míos. Venga, vamos a ir ya despidiéndonos. ¿A qué hora empezamos hoy? No, tú no. ¿O sí? Sí, sí, sí. No he buscado ninguna frase, porque la que haya buscado Caballito sobre el amor va a ser insuperable.

¿A qué voy a buscar? Es lo único que va a decir. Si queréis empiezo yo. No, yo estoy empezando. Estoy empezando yo ya. No me quiere quitar el protagonismo a mí para que me lo dé Enrique. Me quita todo menos a mi hater. Hater, mi hater. Hater, perdón. Yo hoy para despedirme tengo una cosita especial. Y es que, bueno, buscando todo este tema, tengo una cosa que me gusta mucho. Una cosa que es dentro del amor

que está súper guay, que son las pintadas de amor en las paredes. Y yo traigo algunas un poquito. ¿Qué son? Dale, dale. Hay una que me gusta mucho que dice No puedo vivir sin ti, Pablo. Echamos 27 polvos. El Pablo era... Es un fiera. Espero que no sea mi Pablo. Espero que sí. Vale. Después hay otro que dice Aún guardo el condón de aquella noche. JM. Joder. Y el mejor de todos que a más lo firma el colega dice

Puedes bloquearme, pero nunca podrás deschuparme la polla. ¡Sefir! Eso es desamor, ¿no? Es un poema de desamor absoluto. Una cosa grandísima esa. Y nada, ya... Como decía aquí en la comunidad, os quiero mucho yo también, aunque a unas personas mucho más que a otras. Rafa. Chiste. No, hoy ni chiste ni frase. Hoy poliamor. Un caso de poliamor es que os quiero mucho a todos. Oh, bonito. Álvaro. Yo solo quiero deciros adiós.

Y ya está, Álvaro. Y Caballeto. Pues que si te hay una frase corta, hoy que el día se me viene, así que venga, me vengo arriba. Una frase de Bárbara de Ángeles. El amor es una fuerza más formidable que cualquier otra. Es invisible. No se puede ni ver ni medir, pero es lo suficientemente poderosa como para transformarte en un momento y ofrecerte más alegría que cualquier posesión material jamás podría.

Ahora explícala, Caballeto. Es que Caballeto es que tenéis una frase muy larga, cojones. Yo me he perdido. Pero lo sabéis. Yo cuando he dicho prepárate, Ángeles, ya he desconectado. No lo he escuchado. Vale, pues quedaros con esta más cortita, que es de Tanto Andes, Anesu Pegui. El de Principito.

El amor es la única cosa que crece cuanto más se entrega. Muy bien. No, no, no. No estoy de acuerdo. Bueno, recordad que nuestra web es planetacunado.com Nuestro grupo de Telegram es telegram.planetacunado.com En todas las redes sociales del mundo entero estamos con el nombre de usuario, Planetacunado. Podéis buscarnos ahí y dejarnos algún comentario si os apetece y si no, pues tenéis la fe. Y nada, luego pues os recomiendo visitar

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