Pensamiento lateral

El pensamiento lateral es una de esas cosas que es más fácil de entender que de explicar. Como el fuera de juego, Chiquito de la Calzada o los callos con garbanzos.

Vamos a poner ejemplos y vamos a dar algún truco para poner en práctica ésto que, contado parece una chorrada, pero que luego en la práctica es algo muy bonito.

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En el episodio 165 de Planeta Cuñao Entonces, Álvaro, dices que el tipo era de raza negra, ¿no? Negro, negrísimo, como el tizón. ¿Y que iba completamente vestido de negro? Completamente de negro. Zapatos negros, calcetines negros, pantalones negros, jersey negro y hasta un gorro negro. ¿Y además las farolas de la calle estaban rotas y no funcionaban? Ni una quedaba viva en la Capri. ¿Y dices que venía uno a toda velocidad en su coche, también negro?

En una calle estrecha, a toda velocidad, en un coche negro. ¿Y dices que aún así el coche pudo frenar a tiempo y no atropellarle? Imposible. Claro, muy fácil. Si es que era de día. Worst teatrillo ever. Bueno, pues ya me he planificado el viaje.

Voy en coche con la familia, es una previa de las vacaciones. Mira que bien. ¿Y has pensado dónde irás parando a repostar? ¿A repostar? No, donde caiga. Pero vamos a ver, como eres tan antiguo, no puedes hacer eso, hombre. Hay que calcular todo bien. Pues claro, yo me planifico siempre para parar en una estación BP, que me ahorro hasta 8 céntimos por litro. Claro, es con la app.

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Este ahorro lo tienes desde el 3 de abril al 30 de junio. Pues me viene perfecto para el viaje. A ver, dinos por dónde vas y hacemos un recorrido para cuadrar las estaciones BP. ¿Dónde estarás? Espera, un momentito que lo tengo por aquí. Es que yo precioso un pergamino. Anda, mira si hay dibujado un dragón ahí en un extremo. Lo he hecho con lápiz, con PA y Astrolabio. Del 3 de abril al 30 de junio, hasta 8 céntimos de ahorro repostando BP Ultimate con tecnología Active.

Más información en las notas del programa. Bueno, ¿qué pasa, chavales? ¿Cómo estamos? Estoy negro. No entiendo de qué estamos hablando hoy. Estoy negrísimo. ¿De qué va esto hoy? ¿De negro? Pues mira, un inciso. Haces todas las bromas ya de laterales de fútbol. Os dejo dos minutos. Podéis aquí decir lo que queráis.

Que si Miranda, que si Dani Alves, que si tal. Hablando de laterales y de negros, a Bali, ¿no? Te quiero, a Bali. Venga, ¿alguna más? ¿Ya está? Ya no quiero más, ¿eh? Pensamiento Sanchez-Jara se va a llamar. Ahí quería llegar. Podría decir un tuit de pensamiento lateral, pero ahí tampoco que lo guardo para el final. Los dos que hay lo va a guardar. Los dos que hay lo guarda para el final. Mejor, mejor. ¿Quién sabe lo que es el pensamiento lateral?

Rafa se refiere mucho, en algún episodio lo ha mencionado, lo de pensar fuera de la caja. ¿Verdad, Rafa? Out of the box. Que os despollasteis cuando lo dije, pero hoy mola, hoy mola. Está por un lado pensamiento lateral y por el otro chutar fuera del área. Out of the box. Y después está el box to box, ¿no? El box to box. Y después está box, box, box, box. Y es para que te metan en el garaje los coches de carrera.

It's a box, box, box, box. Los coches de carrera, no lo habéis escuchado nunca. La radio, radio del equipo. Los seguidores de Abascal, ¿no? Es box, pero vamos. Tiene razón Bozza. Cuando llaman desde la radio al piloto le dicen box, box, box. Box, box. It's a box, box, box, box. Me hacen mucha gracia. O sea, yo sueño con un día ir a la Fórmula 1 y que me dejen coger ese micro y decirle a Fernando Alonso, a Verstappen o a quien quiera, decirle box, box, box.

It's a box, box, box, box. Sin estar preparado. Sin estar preparado el equipo. Eso es nivel tocar la pandereta con Lenny Kravitz. Exacto. Hay que llegar a ese término de pensamiento lateral que se lo inventó un señor que se llamaba Edward de Bono. Bonísimo. Vaya por Dios. Yo estoy de los pan en ganas de los huevos ya. Igual que yo. Es de Bono, tío. No puede llamarse Courtois. Edward de Courtois. Y es pensar de una manera diferente a la habitual para resolver un problema.

Pues yo qué sé. Si tienes que hacer un puzzle, no solo pensar en colocar las piezas una entre otras, sino darle vueltas. Pues mira, os voy a explicar yo precisamente la diferencia que hay entre lo que es el pensamiento lineal o pensamiento vertical y lo que es el pensamiento lateral. Voy a empezar primero con un breve chiste. Porque yo creo que con esto se entiende mejor. Y seguro que uno se lo sabe. Que está la profesora de mates en clase y le dice, a ver niño, en una rama de un árbol

hay cinco pájaros. Y tienes una pistola, apuntas a uno y disparas. ¿Cuántos pájaros quedan en el árbol? Y dice el niño, pues ninguno porque a uno lo matas del tiro y los otros cuatro se van volando del susto. Y le dice, bueno, yo esperaba que me dieras cuatro, pero me gusta tu forma de pensar. Y entonces el niño le dice, señorita, pues yo tengo usted otra pregunta. Dice, en un banco en una plaza hay tres señoras comiéndose un cucurucho de helado cada una.

Una lo está lamiendo, otra lo está mordiendo y otra lo está chupando. ¿Quién de las tres está casada? Y la profesora se pone así colorada y dice, bueno, no sé, la que lo está chupando. Dice, no, la que lleva anillo en el dedo. Dice, pero me gusta su forma de pensar. Bueno, pues no hay ninguna forma de encontrar, de hacer un pensamiento exclusivamente lineal y exclusivamente lateral. Lo que sí que veréis es que muchas veces es directamente el enfoque inicial lo que

ya te da diferencia de uno de otro. Yo voy a poner un ejemplo. La importancia del proceso a seguir. Sabéis perfectamente que la gente que tiene ese pensamiento vertical, así muy lineal, lo importante es alcanzar la solución, pero siguiendo como unos pasos consecutivos. En cambio, el pensamiento lateral, lo que le importa es que sea efectiva la conclusión, no seguir unos pasos. Tú tienes que cocer un huevo.

Un pensamiento lineal, ¿cómo sería? Pues necesito una olla, necesito agua, necesito fuego. Sé que en cuatro minutos el huevo está duro. Tienes que seguir un proceso para llegar a una conclusión. Un pensamiento lateral diría, hostia, si meto el huevo en el microondas tres minutos, a ver qué pasa. El primer día lo revienta, después lo meto dos. Y de pronto llegas a la misma conclusión, pero saltándote los pasos y yendo como te

parezca. Después también sería el objetivo del proceso en sí. Porque el pensamiento vertical, o sea, encuentro una solución usando una única dirección. Y el pensamiento lateral se basa en encontrar todas las direcciones posibles que pueda para llegar a esa conclusión. Un ejemplo, si yo te digo, ¿cómo conseguirías tomates? Dices, pues compro semillas, planto la semilla, la riego, dejo que crezca la planta, la cuido

y cuando estén los frutos maduros, la cosecho. Voy al supermercado. Otro pensamiento lateral podría ser, le robo los tomates al vecino. A ti te da igual. Es pensamiento gitano, ¿no? Es una forma de conseguir el objetivo. A ti te da igual qué camino hayas utilizado. Tú mismo lo has dicho, puedes ir al supermercado a comprarlo, puedes robárselo al vecino. Al final lo que tú quieres son tomates, ¿no? En pensamiento vertical o pensamiento lineal, respeta mucho el tema de los pasos establecidos.

Por ejemplo, que haya una consecuencia de ideas. Tú, para conseguir una receta, sigues unos pasos. Primero sofrito. Esto lo cuece, esto le da la vuelta a la plancha y tal y cual. Un pensamiento lateral saltaría pasos. Y tú dices, pero nunca vas a conseguir hacer la receta que tú esperabas. Pero, ¿imaginais cuántos platos se habrán inventado, cuántas recetas se habrán inventado con gente que se saltó un paso, gente que hizo un paso antes que el otro, gente que lo hizo al revés, al derecho?

Al final, no has conseguido la receta que tú buscabas. El inventor pan, ¿no? Dime, dime. Cuando hablamos del pan, ¿no? Claro, claro, la cerveza y el pan, ¿no? ¿Qué diferencia había? Porque tenía más agua una cosa que la otra. El pensamiento lateral también se basa en eso, en que estás abierto a cualquier posibilidad. Por ejemplo, también, que estén relacionados otros temas con la solución que tú estás planteando.

Si tú dices, no, es que esto podría hacerlo de una manera. Si no está relacionado exactamente con el tema que estás tratando, ni te lo planteas. En cambio, el pensamiento lateral está abierto a cualquier posibilidad. Hay una anécdota de Henry Ford, que quería vender más coches en Reino Unido, pero ya se ve que tenía mucha competencia local. ¿Cómo haces para vender más coches? Tú te centrarías, vamos a hacer los coches baratos, vamos a mejorar el rendimiento de la producción,

vamos a poner más fábrica y tal. Pues tuve una idea. ¿Cuál es la mayor empresa de aparcamiento del país? Voy a comprar a esta empresa y solo podrán aparcar coches que sean de la marca Ford. ¡Qué poderío! No se llevó a cabo del todo, pero fue una idea que se quiso utilizar. Tesla llenó España de supercargadores que solamente podías utilizar si tenías coches Tesla. Son técnicas de pensamiento lateral que tú dices,

¿y cómo vas a obligar a la gente a que se compre un coche? Bueno, pues si pongo los cargadores más rápidos que existen, pero solo son para mis coches, pues ya es un aliciente más para decidirte por ese vehículo. Y por último, el pensamiento lateral y el pensamiento vertical se diferencian en el tema de la solución. Un pensamiento lineal y vertical, eso es, tengo que llegar a una solución. Es que si no hay una solución, ni me lo planteo.

Y en cambio, un pensamiento lateral puede decir, bueno, vale, muy bien, no hay una solución, pero mira cuántas formas se me ha ocurrido de hacer algo, incluso de mejorar lo que tú ya hacías. Imaginaros que vais a la Ikea y os compráis un mueble. Te falta un tornillo y una de las tablas viene rota. Va, pues no puedo montar el mueble, no tengo los pasos a seguir que es mi pensamiento lineal. Y el de pensamiento lateral diría, coño, mira, espera, pero si en vez de ponerle aquí un tornillo,

le pongo una puntilla y esta madera se la quito y en vez de ponerlo de pie, lo pongo tumbado, ahora tengo un mueble para la cocina para guardar allí las patatas y los tomates. El primero, como le faltan pasos en la cadena, el pensamiento lateral, como está abierto a todas posibilidades, bueno, vale, no lo voy a utilizar para zapateros en la entrada de casa, pero le doy la vuelta y lo pongo como un frutero en la cocina,

de forma de que la gente que está abierto a cualquier posibilidad. ¿Recordáis lo de los monos, el episodio del experimento psicológico de los monos, que si se subía la escalera le daban un manguerazo? Si os dais cuenta, al final, ¿qué pasaba? Que ningún mono había experimentado el manguerazo y ninguno se atrevía a subir a la escalera, ¿no? El pensamiento lateral hubiera ayudado a uno de esos monos a decir, vale,

¿y si consigo los platos de otra forma que no sea subirme a la escalera? ¿O si uso la escalera para romper la tubería de agua y puedo subir a robar los plátanos sin que nadie me dé un manguerazo? Entonces no sería un mono. Claro, pues a saber cuántas formas de pensar actuales no vienen condicionadas con este constructo cultural que pusimos en el ejemplo de los monos. Al final, el pensamiento lateral, entonces, es también, por así decirlo, promocionar la creatividad, ¿no?

Intentar buscar soluciones creativas. De hecho, Enrique, esa es uno de los elementos fundamentales. Correcto. Y, de hecho, os voy a decir una cosa, que para fomentar la creatividad, como hay muy pocos tuits de esto… ¿Es por una cosa y por la otra? Hombre, claro, pensamiento lateral.

En vez de meter tuits, vamos a meter… Ah, mira, qué bien. Unos acertijos. Ah, venga, vale, guay. ¿Parece bien? Venga, dale. Vamos a ir empezando facilito, a un poquito más de nieve. Uno. Dos personas de nacionalidad americana esperaban a la entrada del Museo Británico. Una de ellas era el padre del hijo de la otra persona.

¿Cómo puede ser? ¿Es que era su abuelo o qué? Era marido y mujer. Yo ya lo sé, pero no lo voy a decir porque lo sé y no voy a dar a vosotros ahora… Venga, es que pensadlo, oyentes. Era el padre del hijo de la otra persona. Yo estoy con algo, pero… Vamos a ver, si yo voy con mi mujer y soy el padre del hijo… Una de ellas era el padre del hijo de la otra persona. Claro. Pues el abuelo, abuelo y nieto también. Son marido y mujer.

¡Premio para Álvaro, marido y mujer! Venga, dicho. Nada, y este es más fácil. Madre mía, la que no esperaba. Yo es que jugaba de extremo derecho. Pero bueno, esto es un poquito para que vayamos viendo. Para abrir boca, ¿no? Venga, sigan.

Jueguen. Venga. Muy bien. Yo voy a decir cuáles son los elementos fundamentales del pensamiento lateral, que Enrique ya ha dado en el clavo, que uno de ellos, quizás el más importante, sea la creatividad, ¿vale? Pero vamos a empezar por orden. Y el primero sería comprobar las suposiciones. Se debe siempre comprobar y revisar todas las ideas y los conceptos convencionales que tienes respecto a un tema, antes de poder enfrentarte a esa situación, ¿no?

Y tener la mente abierta. Básicamente eso es lo que decimos, ¿no? Lo que estábamos hablando al principio del episodio, es el think out of the box, ¿no? Es decir, tener la mente abierta y no dejarse llevar por esos razonamientos que siempre son los primeros que se nos vienen a la cabeza, porque son los más normales en según qué situación, ¿no? Y también de personas, ¿eh? Que de pronto diga, bueno, ¿y este qué coño va a saber?

¿Cómo coño va a saber tú una solución si aquí ya están los más listos de la empresa, no? Y de pronto el más tonto, que eso lo sé yo, dice… Sí, ¿no? Después pasa a ir de él por ahí… Sí, sí, claro. Tienes que buscar siempre al más tonto y al más vago. Y ellos dos seguramente encontrarán una solución diferente. Después, el segundo elemento fundamental es realizar las preguntas adecuadas.

Porque el pensamiento lateral se alimenta de que para dar solución a un problema tienes que hacerte la pregunta acorde a ese. Entonces, en lugar de enfocarnos en la solución, lo que debemos, primero, es pensar qué pregunta nos va a llevar a esa solución. ¿Vale? Es decir… Eso es lo típico cuando montamos una página web y dices, pero ¿tú qué quieres hacer con esa página web? Pues yo qué sé. Pero ¿qué quieres hacer? ¿Vender?

Es que no lo sé. O que la gente cuando llegue te deje un comentario. Pues que es que no lo sé. Entonces, ¿para qué coño montar una página web? Espérate, ten claro lo que buscas y cuando sepas la pregunta, entonces te diriges al proyecto. Yo te digo, aquí hay que llevar la perspectiva siempre a la inversa. En lugar de pensar cuál va a ser la respuesta después de ahí hacer la pregunta, piensa cuál va a ser la pregunta para después de ahí obtener la respuesta.

El tercero, la creatividad. El pensamiento lateral se basa siempre en encontrar un punto de vista que desde la lógica directa no es útil para esa resolución de ese problema. Tienes que ser creativo. Y ya por último, el pensamiento lógico. Aunque este pensamiento no sea la lógica tradicional, aunque el pensamiento lateral no nos lleve por la lógica tradicional, es importante tener una lógica en la deducción de ese razonamiento.

Pero muchas veces yo creo que es porque se hace la pregunta correcta y entonces al tener la pregunta correcta es donde ven la lógica. Y el resto de gente que no hace la pregunta correcta nos dice ¿esto qué tiene que ver? Y la otra persona sí que lo ha encontrado. ¿Por qué tiene que ver? Claro, es que si el pensamiento no está ordenado, no es claro y no sigue una deducción lógica, no vas tampoco a encontrar la respuesta.

No vas a seguir la lógica tradicional porque entonces te llevaría la misma respuesta que la lógica tradicional. Pero ese pensamiento creativo, ese pensamiento fuera de la caja que decimos y demás, tiene que seguir también una estructura lógica para poder llegar a la respuesta. Entonces estos son los cuatro elementos fundamentales. Dime, Rafa. Me imagino que es como el tío que descubrió el fuego. O sea, ve algo ahí, dice, voy a poner la mano a ver cómo...

Y su puta madre que me quemó. Hostia, vos quemas. Y al rato se fue a su casa y dice, oye, me quemé la mano. Se me puso negra y después olió un poco bien. Y si en vez de con mi mano practico con este pedazo de cerdo que se me acaba de morir. Y a lo mejor el tío... Yo me he pegado un bocadito de churrucaíto en tu cara. Me he quitado el pellejito este y mira, está bueno. A lo mejor el tío ese pensó lateralmente con todos los cuatro elementos

que tú estás diciendo ahora mismo. Pues sí. Fue lógico porque planteó la lógica. Pensó desde otro punto de vista. No se acogió a las normales, ¿no? Me quemo, su muerto, huyo. No, no, el tío volvió y cogió un cochino... Se hizo la pregunta adecuada. Se hizo la pregunta adecuada. ¿Y si meto el cerdo desde aquí? Y montó el primer asado. Con esos cuatro elementos fundamentales que ya acabo de dar, en esos cuatro elementos, mejor dicho,

se basa el pensamiento lateral. Y de ahí podemos llegar a deducir cosas fuera de los contextos tradicionales que están establecidos y que es lo primero que a uno se le viene a la mente. También por nuestra construcción cultural y nuestra educación. De hecho, hay una cosa, quizás, si parece que es una cosa muy mística esto del pensamiento lateral o algo que requiere un esfuerzo muy grande para llevarlo a cabo o algo así,

por lo que estamos diciendo, pues hay un ejemplo que todos conocemos, que todos usamos y que casi todo el mundo ha usado alguna vez en su vida, que es los chistes. Los chistes son puro pensamiento lateral, ¿vale? Porque un chiste es un subgénero humorístico que es una ficción, es para que te rías, tiene intencionalidad cómica, suele ser corto y tiene un cierre, claro. La gracia está en el cierre, ¿no?

¿Cómo funciona un chiste? Bueno, con Chiquito, que tú con Chiquito te reías durante y el chiste final no se ve y qué coño va a ver el chiste porque tú te meabas con la interpretación. Hay gente que tiene gracia y ya, ¿no? Sin más. Bueno, entonces los chistes, la estructura habitual siempre es que primero los llevas por un camino lógico, lo que se llama el setup o la historia asumida y después viene ya el punch,

que es la parte sorpresiva, la que ya te sorprendes y es la que te hace gracia, ¿no? Pero, claro, ¿cómo suelen ser las estructuras finales? Te plantan una idea lógica, te cuentan algo lógico en la cabeza, pero, de repente, te refuta un problema de información y eso te produce tensión, ¿vale? Luego, la falta de razón o discordancia que te provoca la gracia, el final, la mente busca algo que case, que tenga congruencia con la primera parte,

pero ves que es absurdo y entonces ahí es donde hacemos pensamiento lateral y como ya tiene sentido pero está cambiado y es un poco absurdo o lo que sea, es cuando entran las risas y cuando nos hace gracia. O sea, que es un ejemplo claro de... Cuando te coge, que te coge a contrapié, vaya. Es de Eugenio, tío. Es que me ha recordado un chiste. A ver. Es antiquísimo. No, es que te habrá recordado a todos los chistes,

que todos los chistes se basan en esto. Sí, sí, pero... Bueno, se me viene uno que no puedo contar aquí porque no es posible. Por favor. Ahora lo cuenta. No, no, no, no puedo, no puedo. No puedo. Sí, sí, ahora lo cuenta. El del nota que entra en la pizzería con dos tías súper voluptuosas, estaban buenísimas las dos, se siente y dice «Ponme tres pizzas de las más grandes que tenga». Dice «¿Familiares?».

Dice «No, son putas, pero tienen hambre». ¿Sabes? ¿Qué es eso? ¿Ese es el que podías contar aquí? Es el que se puede. Es el que voy a contar. Yo creo que el humor de Eugenio, eso era puro pensamiento lateral. Lo de «A los cinco años descubrí que no me llamaba cállate». Y es simplemente corto y como al final el giro te explota, tú dices «Ostras, es tan absurdo que te acabas riendo». Porque no te lo imaginas.

Pero a su vez tiene cierto sentido para que el cerebro haga la conexión bien y te hace gracia porque ves lo absurdo. Es una pasada. Para mí el mejor chiste del mundo es el que contó Rafa en el episodio de «El abogado». O sea, ni Chiquito ni Eugenio se ponen la cara. El del que le huerca en la espalda a un dueño del cielo. El plomero fundido. Eso para mí está en el top uno de «Planeta de puños». Es el chiste.

No puedo acortarme de eso sin que me entregaran eso. Si yo fuera Montado, que no lo soy, yo aquí metí ese chiste sea lo que sea. Porque es que eso es... La pregunta de «El abogado» dice «¿Es cierto que usted, el día de los hechos, se cagó en todos los muertos del denunciante, en toda su puta familia, en la perra de su madre y en el hijo de puta de su padre, al igual que en todas?» No puede ni acabar. Dice «Al igual que en todas las cortes celestiales».

A lo que responde el otro dice «No, no, eso es mentira». Yo estaba tranquilamente trabajando en la fundición y entonces le decía a Antonio «Antonio, por Dios, ¿no te das cuenta de que me has echado todo el acero fundido por la espalda y en unas luchas sin muy desagradable?» Pues yo creo que es real. Pero ese chiste juega es con una hipérbole, no es agitación, pero realmente no hay girito. Hay un chiste del comandante Lara,

lo que pasa es que es muy largo y yo no sé si Dará cómo va a ponerlo en el podcast o no, si no lo mismo lo subimos al Patreon o si no para el grupo de Telegram o lo que sea, que va sobre pensamiento lateral puro y duro, dura dos minutos y pico, pero te descojonas desde el principio hasta la fina, porque además el comandante Lara, el que lo haya escuchado, sabe que tiene una gracia particular. Una hecha gracia.

Y no será el de «¿Te han regalado los botines? ¡Anda!». No, no, no. El del niño inteligente que quiere pasar el curso. Creo que decía el de «¿Me han regalado los botines?». Y dice «¡Anda!». «Me han regalado también una radio». Y ahora dice «¡Oye!». No, no, no. No, ahí separamos. Que si los montadores lo creen oportuno, que lo pongan. Lo que pasa de verdad que es muy largo para el podcast y si no, ya lo pondríamos por algún lado.

Paquito, ¿cuál es el problema? Dice «Lo siento, profesora, pero es que soy demasiado inteligente para estar en el primer grado con estos zoquetes. Mi hermana está en tercero y yo soy mucho más inteligente que ella y yo quiero ir a tercero también porque yo no hago nada en primero». El niño hablando con 5 o 6 años de esta manera, entonces la profesora se quedó así diciendo «Bueno, a ver, vamos a hacerle unas preguntitas.

¿Te hacen unas preguntitas, Paquito? A ver. ¿Cuánto es 3 por 3, niño? ¿Y cuánto es 6 por 6? Muy bien, Paquito. Muy bien, muy bien. Bueno, el director llegó allí también al clase. ¿Qué pasa aquí, hombre? Que es que me han hablado de que hay un niño aquí en la clase. Sí, sí, este niño es, señor director, Paquito, que por lo visto dice que tiene que estar en tercero en vez de en primero. Y dice «Bueno, bueno, vale, perfecto.

Y usted está haciendo algunas pruebas para poder saber si lo pasamos». Y dice «Ahora iba a continuar. Le he empezado con unas de matemática un poco fáciles, pero mira, voy a empezar con unas preguntas un poco más complicadas y a ver qué le parece el niño». Venga, vale, el director allí mirando al niño, el niño al director, el niño con la profesora, le dice a la profesora «¿Qué tiene la vaca? y yo solo tengo 2».

Y dice el niño «Las piernas o patas, ¿eh? El cazo de la vaca». Respondió Paquito. Y el profesor allí con la cara un poco asustado sintiéndose y dice la profesora otra vez «¿Qué tienes en tus pantalones que no hay en los míos?». Y el director, mira, el director ahí sudando un poco así, se quitó las gafas el director y está como diciendo «¿Me preguntas las chanillas?». ¡Ja, ja, ja! Y dice el niño

«Los bolsillos, señorita». Muy bien el director. Uy, mira, se seca el sudor el director. Y dice la profesora «¿Dónde tienen las mujeres el pelo más rizado?». El director allí ¡Ja, ja, ja! El pobre allí con una cara de asombro como diciendo «¿Me la pregunto al niño, hombre?». Y dice el niño «En África, señorita». Muy bien, muy bien Paquito. El profesor allí otra vez quitándose el sudor, mi cargo en la mano del niño.

Y dice la profesora otra vez «Niño, Paquito, ¿qué es blando y en las manos de una mujer se pone duro?». Mira, el hombre ya el profesor allí comiéndose las uñas allí ¡Están nerviosos! Y dice el niño «La pintura de uñas». ¡Ay, ay, ay! Muy bien, muy bien. ¡Ja, ja, ja! Muy bien, Paquito. El profesor allí está nervioso. Y otra vez le dice la profesora «A ver, Paquito, ¿qué tienen las mujeres en medio de las piernas?».

Mira, el profesor, el director ya mira por ahí está y se volvió mirando para la pared. ¡Uy, Dios mío de mi alma! Un sofoco que le iba a dar. Y dice el niño «La rodilla». ¡Ja, ja, ja! ¡Me cago en la madre! El profesor allí todo y le dice al final la profesora «Bueno, don Antonio, ¿qué cree usted? ¿Que puede pasar Paquito a tercero?». Y dice «Paquito, ¿qué pasa a tercero?». Y dice «Pero a mí ponme en primero

que yo he fallado en la respuesta». ¡Ja, ja, ja! ¡Ja, ja, ja! ¡Ja, ja, ja! ¡Ja, ja, ja! ¡Ja, ja, ja! ¡Ja, ja, ja! ¡Ja, ja, ja! ¡Ja, ja, ja! Voy con acertijo. Venga. Cinco trozos de carbón, una zanahoria y una gorra están tirados en el césped del jardín. Nadie los tiró en el césped y, sin embargo, existe una razón perfectamente lógica para que estén ahí. ¿Cuál es la razón? Un muñeco de nieve se ha derretido.

¡Eh! Mira el caballero. Los habéis mirado todos. No, no he mirado. Te lo juro que no. Este es fácil. Pero me sonaba, me sonaba. Este es fácil. Voy a tener que subir un poquito el nieve. Te juro que no lo he mirado. Sí, sí. Pues, ¿sabéis que para todo este tema del pensamiento lateral hay también subtécnicas para poder aplicarlo? O sea que, evidentemente, el pensamiento lateral también es un tema bueno. Pues eso me interesa a mí.

¿Cómo ganas más billetes lateralmente? Porque ya de frente los gano, pero lateralmente... Obviamente. Había explicada la técnica del reframing. ¡Ah! O reencuadre. Eso lo sacan petróleo, ¿no? Reencuadre. Se lo sacan petróleo de la arena. No, eso no es. Se nota que te pagan en promesa. Esto viene, esto viene de frame. También de frame, ¿vale? Sabéis ya lo que es exactamente, ¿eh? Amigo, en inglés. Frame es un marco, ¿vale?

¿Qué es lo que pasa? Pues muchas veces... ¿Has dicho? Que frame es amigo en inglés, dice. Yo quería decir que frame es el nombre de tu hijo en inglés. Why can't we be friends? Y la serie hace de baile, ¿no? Tu hijo se llama frame, Álvaro. Tu hijo se llama frame en inglés. No lo había pillado. No te había escuchado, no te había escuchado. En fin, bueno, pues evidentemente esto va de encuadre, marco, encuadre, frame, ¿vale?

¿Qué quiere decir esto? Bueno, pues que muchas veces en la misma situación lo único que tenemos que hacer es verla de otra forma. Hay varios tipos de reencuadre que se considera que son productivos y que se pueden aplicar a determinadas situaciones y que pueden ser útiles en un momento dado o puede aplicarla a cualquier situación en la que tengamos. Por ejemplo, hay varias técnicas de este tipo. La primera sería pasar

de un marco problema a un marco objetivo. Pasa algo y resulta que para nosotros es un problema. Muchas veces nos centramos en el problema porque nos centramos en los síntomas y en las causas que lo provocan. ¿Cuál podría ser aquí el tipo de reenfoque? Pues enfocarnos en el marco objetivo. No me centro en cuál es el problema o cuáles son las causas y los síntomas, sino en el objetivo y en las metas y resultados que yo quiero conseguir.

Ejemplo. Oye, pues las ventas están cayendo. ¿Vale? En... En... Iba a decir camaradería. Eso no pasa en camaradería. Bocatalia. Que se ponen allí a vender bocata al lado del campo objetivo. ¿Vale? Bocatalia. La verdad, ¿eh? ¿Qué es esto? Pues están cayendo las ventas de Serranito. Entonces, en vez de estar centrado en que están cayendo las ventas, ¿qué problema? No. Tienen que ver marco objetivo. Lo que tienen es que

aumentar las ventas y buscar los recursos necesarios para poder conseguir vender más Serranito. Cambias y en vez de centrarte en el problema, te centras en la solución. Y dirás tú, bueno, qué gilipolleo. Bueno, pues no. Es que pasamos toda la puta vida lamentándonos de los problemas, las heridas, las situaciones que tenemos en el día a día, los síntomas, en vez de centrarnos en el objetivo, qué es lo que quiero

y qué tengo que hacer para conseguirlo. Después hay otra, otro reencuadre que sería de marco fracaso a marco realimentación. ¿Este en qué se basa? En el aprendizaje. A ver, evidentemente, por el reencuadre, por lo que sea, el primer encuadre pues salió mal. Hemos tenido un error, un fracaso. ¿En qué hay que encuadrarse? ¿Qué dice esta situación? Que vamos a enfocarnos en el aprendizaje que hemos aprendido,

las lecciones aprendidas que podemos sacar de aquí positivo para que no vuelva a ocurrir. Y entonces, de una situación negativa a priori, con esta técnica, pues extraemos, oye, por lo menos aprendemos para que esto no vuelva a ocurrir. Coño, en el mundo de los emprendedores esto pasa muchísimo. La gente, de primera, casi nunca pega el pelotazo. Vamos, ni de primera ni de última. Pero para que les salga bien muchas veces

una empresa, pues han tenido que montar varias antepasadas. Otro marco, otro reencuadre, del marco imposibilidad al marco como si. ¿Y esto en qué consiste? Consiste en actuar como si ya hubiera conseguido lo que yo quiero. Hay un ejemplo muy claro. Marco imposibilidad, que es del que partimos. Soy incapaz de hablar en público. Y ahora, en el marco imposible, puedes imaginarse como si ya fuera un gran orador que centra en

qué postura, qué tono de voz tiene, cómo te va a dirigir a tu audiencia. Te salta el miedo que tiene directamente. Exacto. Es una barrera. Yo esto, no es que sea imposible hacerlo, no, no, yo es que esto lo voy a hacer y de hecho ya estoy yo pensando cómo lo voy a hacer. No, hay una película, ¿cómo se llama la película? El discurso del rey. El discurso del rey, sí. El discurso del rey, exactamente. El discurso del rey,

muy buena. Es una historia real. Y después pasa el objetivo. ¿Qué suele pasar muchas veces en muchas situaciones? Que partimos de un objetivo inicial muy determinado. Estoy viendo un ejemplo muy claro, Gabriel, ahora mismo. Cuando te dice que no es la que te gusta te vas por la mitad. En la discoteca con 20 años, ¿no? Tú te vas primero por el pibón, después te inoculas y al final acaba a las 6 de la mañana. Bueno,

es que puede ser un buen ejemplo, ¿vale? Puede ser. Tú partes con tu objetivo inicial que es el más exitoso. Acababa en el marco fracaso. De hecho, van de lateral a lateral. Aquí sería de costero a costero. El ejemplo es perfecto, ¿vale? Porque, claro, van pasando las horas y tú ves que va picando piedra y ahí no consigues nada. Pero, sin embargo, la amiga que te mira con... suena... Bueno, pues... Aquí hemos venido

a jugar. Vamos a cambiar al lateral derecho. Pasa el marco otro objetivo porque lo importante... En el mundo de los emprendedores del que tú estabas hablando antes, lo llaman pivotar. Exacto, exacto. Cuando montas un negocio de hamburguesa y terminas vendiendo pan. Cuando pasas de un pibón a la de al lado del pibón. Pivotar. Pivotando. Pivotando. El ejemplo sí es perfecto, Álvaro. El último ejemplo de reframe que voy a poner

es el de el cambio de tamaño del marco. Es una cosa muy simple, ¿vale? A veces lo que nos pasa es que nuestro marco parte de una situación con una perspectiva muy concreta, muy limitada, con un foco muy pequeño y, a veces, simplemente para poder hacer una evaluación de la situación, pues tenemos que abrir el foco para poder ver la situación completa y evaluar concretamente todo lo que nos está ocurriendo y cómo, ¿vale?

Esto también puede interpretarse en lo que son los cortos y largos plazos. A veces evaluamos algo a muy corto plazo y simplemente lo único que pasa es que tenemos que darnos un poquito más de tiempo para poder hacer una evaluación completa. Eso se puede desarrollar con el refrán este de que los árboles no te impiden ver el bosque, ¿no? Absolutamente. Absolutamente, ¿vale? Bueno, que lo importante del reframe es que son cosas

que sí, que todos decimos muy lógicas, pero cuando estamos en el ajo, metidos en un problema o ante una versión de una situación, a veces estás tan centrado y tan, a veces, hundido porque son situaciones que parten de un revés o de un cambio de orientación que simplemente, oye, enfocar las cosas de otra forma, ya que hay unas pequeñas pistas, pues nos pueden ayudar a verlo realmente positivo. En este caso, también vale

muchas veces lo de cuatro ojos más que dos, ¿no? Siempre. O sea, yo estoy intentando enfrentarme y no veo la solución o no la veo y llamo a otro, quillo, échame tú un vistazo, quillo, pues te falta esto de aquí. Hostia, pues es verdad. Claro, claro. Yo estoy experimentando eso profesionalmente. Hay una incidencia, ¿no? Sin detallar en la empresa y yo formo parte de ese mismo grupo humano, pero me han dejado mí aparte.

Están intentando gestionarlo entre ellos. Sí, sí, ¿para qué? Su bullying, ¿no? No, no, no, no. Eso es lo que te ha dicho a ti, ¿no? Escúchame a la gilipollas este echarlo para allá. Vamos a intentar grabarlo, tranquilo. Lo hacen ahora y dentro de un par de semanas vienes y ves lo que estamos haciendo a ver si tú lo ves normal o podrías verlo... Sí, ya lo he dicho, ¿no? Yo soy muy de pensamiento lateral.

Bueno, soy capaz de razonar con vosotros y entonces me quieren dejar aparte para dentro de dos semanas que yo vea y viéndolo como un jugador que no ha estado siguiendo la partida del día a día, ¿no? Una persona que ve una partida que lleváis dos semanas jugando y estáis atascados y uno lo llega con la mente fresca, ¿no? Para que no esté todo el equipo quemado, pues me dejan a mí fuera y yo dentro de dos semanas

voy a hablar del tema y diré, ¿y por qué no habéis pensado en hacer esto? Claro, después de dos semanas la gente ha acabado sin idea, ¿no? Y mantienes a una persona fuera para que se incorpore el equipo y esa persona no está cansada viene con la mente abierta a todas las posibilidades que sea, ¿no? Y puede enriquecer la situación o incluso deshacerla. ¡Acertijo! Venga, que soy muy listo. A ver si éste lo averigüa ahí.

Una mujer parió dos hijos a la misma hora del mismo día del mismo año. Sin embargo, no eran mellizos. ¿Cómo pudo ser? Pues son gemelos. No, no. Ni tampoco eran gemelos. O sea, una mujer parió a dos hijos. No eran ni mellizos ni gemelos. Pero, ¿parió a dos hijos? Repite lo que me... A la misma... Una mujer parió dos hijos a la misma hora del mismo día del mismo año. Sin embargo, no eran mellizos. ¿Cómo pudo ser?

Distinto mes. ¿Por qué de distinto mes? Pensadlo bien. Eran siameses. Venían un niño por la cabeza. Pensando. Era matrona. No. Venga. Una mujer parió a dos hijos, ¿no? Exacto, tal cual. Y cuando le diga va a decir ¡Ay, Zumuela! ¿Cómo no lo había pensado antes? O que era... Era granjera y estaba... No. Es una mujer. Los hijos eran de otra. Pues yo ya me doy por vencido. Me rindo. Yo creía que eran los de... Que era mismo día,

misma hora, pero de distinto mes. Os lo cuento ya. Sí. Los hijos eran dos de tres trillizos. ¿Cómo? Correcto. No eran mellizos ni gemelos. Eran trillizos. Eso no vale. Eso es trampa. Eran trillizos y solo sacaron dos. Vale, vale. Vale, sí. Eran los dos que nacieron, el otro nacería más tarde. Escúchame, que yo estoy en una discoteca o en un badeco por un sábado por la noche con un cubata en la mano y tú me vienes a contarme a mí eso

y de las dos bofetas que te meto. Te estampas contra el lateral de la discoteca. Claro. De ahí viene el pensamiento lateral. Te ha dicho el chiquillo este que eran mellizos. No, mellizos no, trillizos. Le estás apoyando en un ternicimo para quitarle los dedos. Acertado. No, coño, no. ¿Qué está diciendo? Que no eran mellizos. Bueno, pues lanza otro. Me ha picado. Venga, va. Otro más, otro más. ¿Otro? Sí, sí.

Una mujer se sienta a la mesa con dos hijos. Les habla y ellos le responden, pero entre los dos hijos no se cruzan palabras. Los chicos no tienen antipatía ni están enfadados entre sí. Aunque conversa el chico y le dice que no, ellos no están enfadados entre sí. Aunque conversan libremente con su madre, jamás se dirigen el uno al otro. ¿Por qué? Porque uno es sordo y el otro es mudo. O unos de un país y otros de otro.

Hablan un idioma diferente. Es un sueño de Resini. Porque no son sus hijos. No sé, caballito de hiargo, tío. No, no. Es que yo estoy dándole vuelta. Os dejo que vosotros tiréis primero a ver si aclaráis el terreno, pero... Porque no ha dicho que se han sentado a la vez, ¿no? ¿O sí? ¿Has dicho que se han sentado a la vez? Tiene que ser el idioma, tío. Porque están en habitaciones diferentes. Premio para Rafa.

Premio para Rafa. Son hermanos. Son hijos de distintos padres que hablan diferentes idiomas. Se han reunido con la madre. Se han reunido con la madre. Hablan a través de la madre que es la que tiene el idioma. La madre es la ligerita, ¿no? Es que puede ser cualquier cosa. Aquí dice que la madre era rusa. Hombre, si le hubiera dicho que la madre era rusa lo hubiéramos acertado, tío. Para que no se nos acerquen

a nosotros. No, no, no. No, no, no. No, no, no. No, no, no. No, no, no. No, no, no. Si le hubiera dicho que la madre era rusa lo hubiéramos acertado, tío. Claro. Es que has omitido datos. Claro, omites datos. Pero es que le pones la solución, Kone. No, omites datos, tío. La madre es rusa. Eso ya está claro. Entonces sí. Claro. Pues yo os voy a contar que una vez hice un curso sobre una técnica para… No es exactamente sobre pensamiento lateral,

para apoyo al pensamiento lateral. Fui con bastante reticencia. Fue un curso que me hicieron en un trabajo y fui con bastante recelo, no me apetecía mucho. ¿Pero tú tenías nociones de lo que era el pensamiento lateral o pensabas que era un puño entero o coñazo lo que te iban a soltar? El curso lo llamaban de creatividad y me parecía que era una cosa que no...

Fui con el morro un poco torcido, pero bueno, me lo pagaron y tal, pues yo fui. El caso es que era un curso que lo inventó el Eduard de Boro, este que hemos dicho, que inventó el término pensamiento lateral. Yo no lo sabía que era tan eminencia, pero resulta que sí. Era un curso bonificado. El caso es que el curso se llamaba, la metodología se llama seis sombreros para pensar y consiste en cuando hay que tomar decisiones de lo que sea, o sea, esto se puede aplicar a cualquier aspecto de negocio o de lo

que sea, es que te tienes que reunir con varias personas, si son seis mejor, si son más tampoco hay problema y cada uno se pone un sombrero de un color y cada uno tiene como un rol que tiene que ejecutar la sesión. Yo soy la ficha roja, yo soy la ficha azul. Está el sombrero azul que es el que dirige la sesión. Se supone que tienen que ser sesiones cortitas, de poco tiempo, y decir, venga, vamos a tomar la

decisión de, yo qué sé, supongamos que decimos queremos hacer una aplicación de móvil, pero no sabemos ni de qué, solamente sabemos que queremos hacerlo. Venga, pues el sombrero azul guiaría la sesión, ¿no? El sombrero blanco tendría que decir las cosas lo más neutral y objetiva posible, todo lo que digan de la sesión tiene que ser lo más aséptico posible.

Nada de opinión. Eso, solo datos. El del sombrero rojo tendría que decir cosas que se le ocurran, sentimientos sin justificación, puede decir lo que quiera, justo lo contrario que el otro. Como Álvaro. No, Álvaro es el sombrero negro, porque el sombrero negro tiene que ser siempre negativo, en todo lo que diga.

Todo lo negativo que tenga la decisión que se quiere tomar. Y luego está el sombrero amarillo, que es todo lo contrario del sombrero negro, que tiene que decir solo lo positivo, solo puede decir cosas positivas. Y luego el sombrero verde, que este ya es el que tiene que buscar, tiene que decir cosas creativas, aunque sean muy surrealistas, y cosas que se vayan, o sea, tiene que aplicar el pensamiento lateral y cosas que se vayan muy de lo que estamos diciendo, ¿vale? Yo cuando hice este curso fue eminentemente práctico,

porque era mucho hacer muchos casos prácticos. A mí me parecía que esto no podía funcionar, pero resulta que funcionaba. Si el tío del sombrero azul te dirigía un poco, cada uno iba soltando frases de estas que se apuntaban, y al final cosas súper inconexas.

Sacabas algo en claro al final. Y traían conclusiones. Claro, pero yo qué sé. En el ejemplo este de hacer una aplicación, por ejemplo, pues yo no acuerdo de lo que nos salió, pero pues el sombrero azul le daría la palabra al del blanco y le diría, venga tú tienes que dar datos objetivos.

Y el tío diría, pues hombre, sí, hoy en día hacer una aplicación está muy bien, porque es un mercado que funciona, hay muchos usuarios que tienen teléfonos móviles y tal. El rojo, que es el que tiene que decir los sentimientos o lo que sea, pues, por ejemplo, lo puede decir. Ah, vale, pues sí, a mí me parece que hace falta una aplicación para gestionar las actividades extracolares de los niños, que hay muchas y no... No, no, lo de los hombres que se disfrian en casa o no, tío.

Eso seguro que... Yo me estoy mandando a la Irene Montero con el sombrero verde, pero ya totalmente. A la ministra, ¿eh? Claro. Luego, el del negro, pues diría, claro, diría, eso es una puta mierda, las aplicaciones ya no dan dinero, esto es una pérdida de tiempo y tal, ¿no? El del blanco, digo, perdón, el amarillo, que es el positivo, diría, hombre, no, pero podemos conseguir un millón de usuarios en un mes, esto lo va a petar, no sé qué. Y el verde, diría, hombre, no, pero en vez de para las actividades extracolares, ¿por qué no lo hacemos que sea actividades extracolares, pero solo de cocina?

¿Vale? Y esto, que parece una tontería, volvemos a hacer otra ronda y ya pensando en actividades extracolares de cocina, se empiezan a decidir ideas y al final suele salir algo que no tiene nada que ver con lo que has empezado, porque por eso se utiliza el pensamiento lateral, y bueno, a mí sí que, al final sí que me gustó el curso. ¿Y citéis la aplicación al final, Enrique? No, no, era solo práctico, pero sí que utilizamos la metodología en varias tomas de decisiones en la empresa y sí funcionó.

En sesiones muy cortitas, 40 minutos como mucho, sí que se sacaban ideas bastante válidas o resolvías problemas que no tenías muy claros cómo resolver. Lo que pasa es que normalmente este tipo de reuniones, si somos siete, hay seis que quieren tener sombrero verde. Ese es el problema de las reuniones. Claro, por eso lo bueno, aquí como te obligas… Yo me quedo con el negro. Si tú quieres el negro, yo nunca te daría el negro. Te obligaría a poner de otro. Si yo fuera el que dirige el azul, te diría lo opuesto. ¿Te tienen que dar otro? Solo positivo, para que tengas que pensar distinto.

Claro, porque en una reunión en una empresa entiendo que al stopper, al que todo lo ve caro, todo lo ve inviable, todo lo ve imposible, no tenemos tiempo para eso, a ese le daría el amarillo. Vas a hablar nada más de lo bueno. Y al que es muy happy, muy que todo lo ve muy bien, pues es el negro.

Precisamente para que tengas que salirte de lo que sueles pensar y pensar cosas distintas. Os voy a contar yo un ejemplo rapidito y sencillo de una empresa, de una gran empresa, que creo que aplicó el pensamiento lateral para solucionar un problema que tenía. Un momento, un momento. Va a soltar un acertijo. Vale, vale. Un acertijo os voy a dejar con el culo doblado. Un hombre entró en un bar y solicitó al barman un vaso de agua.

Nunca antes se habían encontrado. El cantinero sacó un arma de debajo del mostrador y apuntó al hombre. Este le dijo gracias y se fue. ¿Por qué? Ese no juego porque me lo sé. Yo también lo sé. No juego tampoco. A mí me suena bastante, pero no me acuerdo ahora mismo del resultado, cómo era tío. ¿El que pidió el vaso de agua fue él o el camarero se lo puso? El hombre entró al bar y solicitó al barman un vaso de agua. Vale, tengo una idea.

¿Por qué? Tenía hipo y le quita el hipo de un susto con la pistola. Tú lo sabías. No, no, te lo juro. No, tú lo sabías. No, tío. Que sí. A eso me lo apunta mi dedo. Era eso. De hecho, se considera que es el mejor acertijo de pensamiento lateral porque es breve, sencillo y muy rápido. Se me ha ocurrido.

Yo soy de los que doy susto. Mi hija podría decir que siempre estoy dándole el susto. Tengo hipo. Y empieza, pero no me doy susto, no me doy susto. Y es que estoy esperando que se gire para darle el leñazo. Bueno, pues me dejáis que cuente yo. Por último, os voy a contar una historia de una empresa que, a solucionar un problema que tenía, para ellos bastante grave, aplicó el pensamiento lateral. Domino's Pizza.

Conocéis Domino's Pizza, ¿no? Domino's Pizza. La cadena de pizzería, que está muy rica. Yo siempre pido la pecado carnal y la sabrosa BBQ, se llama, creo. No, la cremosa BBQ. Esta gente, ¿han pagado alguna vez por patrocinar esa comida? A mí sí, me pagan a mí. ¿Qué coño hace hablando de Domino's Pizza? Que me han contratado para esto. Y aparte tienen un 2x1. Dos medianas te la llevan a tu casa. Perdona, que el sponsor tiene que llegar a todo el podcast.

O sea, ya te lo digo yo en serio. Tú es que no pido esas mierdas, boza. Yo como comida normal. Sí, tú comes brocoli ahora también. Comida de niño triste, como digo yo a mi cuñado. Y yo, déjame la comida de niño triste. Dale una pizza, dale chocolate, dale helado. Cosas de niños.

Bueno, os cuento. Me dejáis que cuente esta historia. Mira, los de Domino's Pizza tenían un problema. Y es que, bueno, esta gente de Domino's Pizza entregan 2 millones de pizzas al día dentro del mundo. Es una auténtica locura lo que esta gente vende. ¿Y qué problema tenían? Que las pizzas llegaban a casa de los clientes con el queso derramado, los ingredientes esparcidos por el cartón, muchas malas imágenes.

Cuando pedís una pizza a domicilio gusta abrirla y que la pizza esté impoluta. No que estén los trozos de bacon pegados al techo del cartón. ¿Por qué tenían este problema? Porque las carreteras estaban en muy mal estado. Las carreteras estaban muy malas. ¿Qué hizo Domino's Pizza? ¿Qué hacemos para solucionar este problema? Ustedes, en su lugar, ¿qué es lo que habríais hecho? Siendo una cadena de pizzas, ¿no? Que podíais hacer ciertas cosas.

Comprar aviones. Cambiar el transporte. Drones. Repartir drones. Comprar aviones también es pensamiento lateral, pero a lateral subidito. Flipado. Poner más mesitas de esas. Las mesitas, bueno. Eso sería un pensamiento vertical. ¿Qué hicieron esa gente? Dijeron, pues, ¿sabe lo que vamos a hacer? Vamos a arreglar los baches.

Y los tíos, el Domino's Pizza se ha puesto a arreglar los baches de las carreteras en Estados Unidos. ¿Y las curvas las han hecho rectas? ¿Qué es lo que pasa? ¿En una curva no...? Han arreglado, han arreglado, ojo cuidado, 5 baches en California.

Que California es pequeñito, como todos sabemos, porque allí hay 5 baches menos. 5 baches menos. Pero cogían siempre lo mismo 5, ¿no? Gracias al Domino's Pizza. Han arreglado 8 en Texas, que también es chiquitito, allí hay pocos baches, pero 8 menos tienen, gracias al Domino's Pizza, y 40 en Delaware.

Delaware no sé dónde está, pero sale mucho en las películas, ¿no? Sí. Tiene que haber algo de espía o de extraterrestre. Hay un paraíso fiscal, ¿no? Alguna cosa así. Pues en Delaware han arreglado 40. Mucho paraíso fiscal, pero allí se gastan poco en arreglar carreteras. Pero niño, ¿cómo sería en Texas? Todos grandes.

Esos socavones serían el cañón del Colorado allí, seguramente. En 8 pueblecitos, en 8 pueblecitos de Texas. Se cayó un muchacho por la moto y no salió. Han tapado 3 cataratas del Niágara. Escúchame. Claro que son americanos, tío.

Que el socavón lo han tapado con la gravina esta que echan aquí también los ayuntamientos, las carreteras. Que cuando llueve ya se ha quitado otra vez. Exactamente, que pasan dos camiones y otra vez está el agujero, pues guau, con un parche de estos. Pero qué es lo gracioso del tema, que cada parche que han puesto y cada bache que han tapado, le han puesto ahí un logotipo del Domino's Pizza, que es una frase que pone, oh yes, we did.

Lo hicimos. Oh yes. Los que están contentísimos son los alcaldes de los pueblos. No, están en Honduras, le están arreglando las carreteras por donde pasan las pizzas del Domino's y bueno, y las pizzas llegan a mejor resultado.

¿Desde cuándo están haciendo eso? Eso no lo sé, lo ponen ok diario, pero no sé yo decirte... Díchame que ya se tapaban 40 baches en todo Estados Unidos, los cabrones. No, pero cosas así, por ejemplo, en lo de los repartos de, ¿qué es? DHL o no sé cuál es, UPS, no sé cuál de ellas es, que también descubrieron lo de pensamiento lateral para agilizar las entregas, era que siempre tuvieran que girar a mano derecha. O sea, que jamás girasen a mano izquierda.

A las rutas. Otro diría, no, pues no, hacemos reparto y tal, y uno simplemente dice, oye, ¿y si siempre giras a la derecha? Nunca tendrás que cruzar, nunca tienes que parar hasta que se corte el tráfico en sentido contrario y se ve que agilizan muchísimo y recorren muchísimo menos distancia en un reparto.

Esto que os estoy contando, esto comenzó en 2018, pero ahora ya han pavimentado carreteras en 50 estados de Estados Unidos. O sea, una locura, ¿eh? Y bueno, de pizzas que se han salvado gracias a esto. De hecho, la gente puede votar, que yo, por ejemplo, si eso lo hiciera el Loopy Joey, yo votaría que en mi calle hay un bache para que el Loopy Joey me lo tapara. Sí, sí, sí, porque la gente vota y dice, oye, que aquí tengo un bache y por aquí

pasa la pizza y me llega a reventar. Entonces, si mucha gente vota, va a dar dos menos pizza y te tapa el agujero. Y eso es real y está ocurriendo hoy en día y no me lo estoy inventando. Qué curioso, tío. Bueno, pues voy a dejar el último acertijo. A ver si este os cuesta un poquito más. Este es muy alegre, ¿vale? Un hombre se arrojó del tren y murió. Se encontraba solo en un compartimento y lo único

que se encontró allí fue un pañuelo grande. Si hubiese viajado por otro medio de transporte que no fuera el tren, casi seguro que no se habría suicidado. ¿Por qué se quitó la vida? Vamos a darle al coco. Pañuelo blanco grande.

El color no es importante. Además, no he dicho que fuera blanco. Uy, casi te pillo. O sea, estaba en un tren. El tío coge y saltó del tren y se muere. Se tiró del tren y lo único que encontraron allí fue un pañuelo grande. Claro, la clave es que se tiró del tren.

Si se hubiera tirado de otro medio de transporte, no se habría matado. Si hubiera ido en otro medio de transporte, a lo mejor no se tira. Soy malísimo yo con esto. Este es muy complejo, creo yo. El señor Delipo ya debería saberlo, porque ha resuelto el más difícil. Delipo tiene lógica, tío. Este no tiene lógica.

Claro que tiene lógica. Ahora cuando te lo explique vas a ver. Esto es imposible de solucionar. Me acabo de leer la solución y esto no se le puede ocurrir a una persona normal. Bueno, escúchame. Estoy yo con tu guadallo. Puedo solventar esto y cosas más raras.

Si algún oyente cuando platica con la solución lo ha acertado, que vaya al médico. Pues voy a contar, ¿vale? ¿Qué le ha pasado? Una película de terror. La han secuestrado. El hombre acababa de finalizar un tratamiento para curarse de la ceguera. Tenía esperanza de que hubiera ido bien.

Viajaba de vuelta a su casa con un pañuelo cubriendo los ojos para protegerlo de la luz. No pudo esperar y decidió quitarse el pañuelo pero no vio nada. Y entonces creyó que el tratamiento había fracasado y se arrojó del tren en marcha desconsolado. En realidad el tratamiento fue un éxito. Solo que justo cuando se quitó la venda, el tren atravesaba un túnel. Así que todo estaba...

¡Un túnel! ¡Oh! Maravilloso. Maravilloso. Eso lo voy a hacer en una discoteca un sábado por lo menos. Muy bueno, muy bueno. No, tío. No, no, bueno. No, este no es bueno. Era imposible. Escúchame, hemos ido encrechendo. Cuando te he dicho lo de secuestrado yo me he imaginado a él tapado así como un secuestro.

No, le tapas los ojos con un pañuelo, sino que pinta un pañuelo ahí. Sí, sí, tiene su lógica. Hay uno que yo recuerdo haber leído hace mucho tiempo y lo estaba buscando ahora, que dice una mujer acude al funeral de su madre. Una vez allí, entre los asistentes, conoce a un hombre encantador, muy guapo, que nunca había visto anteriormente y se enamora de ella. Dice, tras acabar el funeral, intenta buscarlo, pero no lo consigue.

A las dos semanas esta mujer es arrestada por matar a su hermana. ¿Por qué asesina a esa mujer a su hermana? Era su cuñado. Porque era su cuñado. Pues su hermana es gemela y lo pilla acostándose con otro. No, ¿no lo sabéis? Porque era... Su marido era gemelo y su marido había muerto también.

Entonces se estaba acostando con su cuñado y entonces mató a la hermana para quedarse con su cuñado. No. Pero es buena, ¿eh? Podría ser. La mujer mató a su hermana con la esperanza de volver a ver a ese hombre en el funeral. Para que fuera al entierro. Esto es para los psicópatas. El que lo adivina es psicópata. Eso me suena a mí. Qué bueno, tío. El primero de un listado de esto se lo he dicho yo a mis hijos y no lo han acepto a ninguno.

Sin embargo, tiene su lógica. Un hombre que está en el décimo piso vive en un décimo. Y todos los días baja para ir al trabajo en ascenso hasta abajo del todo. Pero cuando vuelve del trabajo y va a subir a su casa, siempre sube hasta el séptimo y los tres últimos pisos lo hace andando. Pero eso me lo sabía yo de un chiste, tío. Yo también. Yo también me lo sé.

No puedo decirlo. ¿Y por qué es? Yo no me lo sé. Bueno, pues ese no lo digáis. Ese sí que es más ligerito. A ver si tenemos algún oyente listo. O bueno, o lateral, yo qué sé. O como se diga. Listo, lateral, o lo que sea. Creativo, ¿no? Puede ser creativo. Bueno, pues... ¿Tú sabes lo que va a ser cortito, de verdad? Lo tiene hoy, ¿no? Es que, tío, de verdad. A veces cogéis temas que es pa' matar o pa' ponerse a buscar los tweets.

Mira que es amarreado el tweet de p'arriba y p'abajo. Lo bueno es que aquí vale todo porque digas lo que digas tienes que decir. Es que hay que pensar lateralmente, ¿no? Puedes decir lo que quieras. No soy tan... ¿Tú sabes cuál vendría aquí de puta madre? ¿Cuál? El del hombre que se iba de puta.

Dice a ti, ¿qué te gusta? El jamón. Esos pensamientos laterales. Sí, todos los chistes. Sí, claro, puedo meter cualquier cosa. Pero no. Hemos hablado de cosas así de pensamiento. Venga, vamos con el primero de arroba propensa. Dice, he ido al rincón del pensamiento único y está lleno. Venga, vamos con el siguiente de usuario arroba, arroba su guión arroba.

Es que se pone así el nombre y el usuario y ya está. Dice, año 5.655 las mentes más brillantes del mundo intentan explicar la evolución del pensamiento humano con tweets de Pedro Sánchez y Ceballos. Venga, vamos con... Esto es un pensamiento que he descubierto que mucha gente ha dicho. Yo también tengo esto. Yo también lo he pensado esto mucho tiempo.

Es de arroba, es que eres un pesado. Dice, siempre he considerado que el agua del grifo de la cocina es diferente al agua del grifo del baño. Pero no veas la de gente respondiendo a eso diciendo que sí, que sí, que es diferente. Que es diferente. ¿Cómo que eso es así? Claro que no es así. Es la misma.

Que lo piensa, que lo piensa. Pero bueno, estás enfermo. Tú sabes que cuando degustas también huelen, ¿no? Entonces no es lo mismo oler en la cocina que oler en el bate, ¿no? Puede ser. Hombre, que de hecho el agua de la cisterna es exactamente la misma que la del fregadero, ¿no? Claro, sí, sí. La gente ahí discutiendo esto a muerte. Venga, el siguiente es de arroba dochanival.

Dice, comer muchos limones aumenta tu pensamiento cítrico. Venga, este es de arroba profetavaruk. Dice, este pensamiento de Sócrates tiene más de 2.400 años y está más vigente que nunca. Y ahora está la cara de Sócrates con la frase al lado.

Dice, si buscan la democracia plena, Soto cuesta luna plena, la morena. Me encanta. Venga, y terminamos con este de arroba Luis Lorenzor. Dice, ¿y a qué te dedica ahora? A la charla sobre pensamiento lateral. ¿Y eso qué es? ¡Toma! Eso ha sido una hostia, joder. Dice, sí, pero te da de lado, ¿lo ves? Eso es, te doy una hostia y te pongo a pensar, ¿no? ¿Por qué me habrá dado la hostia, no? Y te deja pensando. De lo que me estaba riendo,

era un tuit, tío, que estaba leyendo precisamente relacionado con la hostia. Me suena hasta que la hayas leído antes, pero es que me ha entrado a la risa floja. Dice, su currículum no mentía, es usted muy espontáneo. Dice, ¿quiere otra hostia? No, gracias. Creo que sí, que eso ha salido bien. Me encanta. Bueno. Ya están aquí los tuits de pensamiento. Muy bien, pero ha estado bien. Sí, muy difícil has conseguido, tío.

Pues nada, señores, vamos a ir ya pensando en a ver cómo nos despedimos, ¿eh? Y nos vamos yendo a cada mocholo a su olivo. Así que venga, Bozza, hoy tú primero. Pues nada, yo le doy buenas noches a todos ustedes, a Ferro Duque, que hoy no lo hemos nombrado en todo el episodio y me sentía yo malamente por eso.

Y ya está. Me voy a la cama y me voy a acostar de heladito. Ábalo. Adiós. Qué sosostá esta temporada, Álvaro. Sí, a lo día, a principios de temporada. A la próxima ya tienes que cambiar. Aquí le toca. El chiste, Rafa, el chiste de los abogados. Yo voy a leer una frase que... No, el chiste ya, no. Una frasecita de pensar, ¿no? Que como estamos hablando hoy de pensamiento, pues hay que pensar.

Esta es de Henry Ford, motivadora. Tanto si piensas que puedes como si piensas que no puedes, esta es lo cierto. ¿Qué ha pleado? Yo también me decí otra frase. De dos personas. De Ortega y Gasset. Es un diálogo. Yo conozco otras dos que se llaman así, Ortega y Cano. Otro gran pensador. Y gran conductor también. Dice, el pensamiento es la única cosa del universo de la que no se puede negar su existencia, porque negar es pensar.

Muy buena. Caballeto. Pues yo traigo una frase que dice, si llevas 10 años trabajando en algo de la misma forma, es que estás trabajando mal. Bien. Creo que la digo a diario, tío. De acuerdo. Y en lo nuestro, 6 meses prácticamente. Correcto. Llevo diciendo 10 años lo mismo, ¿no? Llevo 10 años diciéndolo mal. Llevo toda puta vida diciendo lo mismo. Más de 10 años. Bueno, señores, pues nada, recordad que nuestra web

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