Cómo fue nuestro primer viaje a Japón tras la pandemia

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Tras nuestro primer viaje a Japón en casi tres años y medio, hacemos un resumen de cómo fue nuestra experiencia. Hablamos, entre otras cosas, de:

  • Cuánto conseguimos hacer del plan original que teníamos
  • La experiencia con la gente
  • Las mascarillas
  • La experiencia en los vuelos de KLM y lo amables y cariñosos que fueron todas las tripulaciones que encontramos.
  • El nuevo JR Pass (que puedes conseguir con Japonismo, como antes)
  • Los precios

Y más cosas, porque nos ha quedado más largo de lo normal. Por eso, en Japonismo mini hablamos de la palabra japonesa, que en este caso es algo que como turista vas a usar mucho en Japón, créenos.

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Transcripción

Teníamos otro tema previsto para este Japón a fondo, pero Laura, coincidirás conmigo en que yo creo que toca otra cosa. Totalmente. Parece mentira que ya haga casi dos semanas que volvimos de Japón. Nuestro primer viaje en casi tres años y medio. Exacto. Y nos han preguntado mucho los japonistas, tanto en redes sociales, en YouTube, comentarios al propio podcast, sobre nuestras sensaciones, sobre cosas que hemos visto diferentes o iguales,

los precios, etc. Así que yo creo que podríamos hablar de todo esto hoy. Totalmente. Vamos allá. Bienvenidos a Japón a fondo, el podcast sobre Japón de la mano de japonismo, patrocinado por Lexus. Experience Amazing. Bueno, pues aquí estamos, casi, casi tres años y medio sin pisar Japón, hace un par de semanitas. Se dice pronto ya. La espera ha sido dura, todos los que nos seguís lo conocéis de sobra, pero bueno,

al menos parece que las cosas se están recuperando, están volviendo a la normalidad, aunque hablaremos precisamente en este episodio de todo eso, de recuperación, de normalidad, de cómo se ve todo esto. Sí, porque es imposible no hablar de la pandemia si hablamos de ese primer viaje que hemos hecho a Japón tras la pandemia, y digo tras la pandemia, ponerle tres millones de comillas porque realmente y especialmente en Japón, pues todavía estamos en pandemia, realmente,

pero bueno, no quiero empezar este Japón a fondo ya hablando directamente de esto. Yo creo que podemos hablar antes, tenemos varios puntos de los que tratar, pero a lo mejor podríamos hablar un poco primero de, porque hicimos un episodio precisamente, de lo que esperábamos, de ese viaje, contamos un poco cuál iba a ser nuestro itinerario, nuestros planes. Podemos hacer, si quieres, una recapitulación rápida para ver qué cosas de las que pensábamos

que íbamos a hacer, pudimos hacer realmente, qué cosas cambiamos, cómo una planificación sobre el papel, que está muy bien y es muy necesario para aprovechar el tiempo máximo, recordad que estuvimos seis días nada más, pues cómo luego te tienes que enfrentar a la realidad y a veces cambiar esos planes. Pues la verdad es que salió muy bien, yo creo que pudimos hacer la gran mayoría de cosas que teníamos en nuestra lista, también es verdad que siempre pasa, cuando planificas

un viaje no tienes en cuenta el cansancio, el cansancio acumulado, porque el primer día anduvimos mucho, anduvimos mucho y más. Fueron más de, creo que fueron treinta y dos mil pasos, que encima estábamos fuera de forma, porque normalmente, claro, solíamos viajar mucho y cada vez que íbamos a Japón prácticamente cada día era una locura así, pero claro, es que llevamos un montón de tiempo sin hacer estos esfuerzos.

Llevamos tres años y medio, es que es mucho. Vale que hacemos nuestros paseos aquí en Málaga, especialmente los domingos por la mañana, pero no es lo mismo, además también el hecho de volver a estar paseando con la cámara todo el rato, con la cámara de vídeo, intentando sacar imágenes de todo, estar pendiente… Japón te lo pone fácil, porque al final te llama toda la atención y estás con los ojos abiertos.

Claro, todo es muy diferente. Pero es verdad que bueno, pues te genera ahí una tensión, entre comillas, tensión positiva, pero tensión, y creo que eso cuando planificamos viajes no lo tenemos en cuenta. A nosotros se nos había olvidado un poco. Sí, pensamos que todos los días son exactamente iguales. Se nos había olvidado un poco. Y tenemos la misma energía en todos ellos. Exacto, entonces el primer día, por ejemplo, hicimos absolutamente todo lo que queríamos

hacer. De hecho, bueno… Bueno, no sé si todo. Se nos quedó alguna cosilla. Bueno, estábamos ya muy cansados para quedarnos por la noche a hacer las fotos del bosque de bambú de Arashiyama, y además estábamos casi sin baterías. Es lo que iba a decir, que fue más porque habíamos petado las baterías de todo. De nuevo, se nota que hacía tres años y medio que no viajábamos a este ritmo, porque no éramos conscientes de lo mucho que petamos las baterías.

Yo claro, también hay que contar, yo estrenaba cámara nueva que tiene una batería que es de más capacidad que la batería de la cámara antigua, pero claro, la cámara nueva es una cámara sin espejo. Eso implica que cuando miras por el visor, lo que miras es una pantalla también, que eso gasta batería. No es como cuando miras por una cámara reflex, que al final es un espejo, eso no gasta nada, y la pantalla de detrás de la cámara está encendida mucho más tiempo, entonces gastas

mucha más batería. Por suerte esta cámara tiene la batería más grande, o sea, no quiero ni pensar si la cámara nueva que hubiera llevado a Japón en este viaje hubiera sido con el mismo formato de la cámara antigua que yo tenía, es que entonces a mitad de día ya me hubiera quedado sin batería. O sea, por suerte me duró prácticamente eso, hasta las 5 o las 6 de la tarde, que ya vimos que estábamos cansados, que ya empezaba a haber menos luz, que quizás no íbamos a

aprovechar tanto… Bueno, de hecho, el problema era también que todavía faltaba un poco, una hora, hora y media, para poder hacer esas fotos nocturnas, y era como ¿qué hacemos ahora? Estamos aquí en Arashiyama, estamos muy cansados, no queremos estar aquí tirados, a lo mejor en otro viaje, en otras circunstancias si lo hubiésemos hecho, pero en este fue como mira, cambiamos de planes, estas fotos nocturnas que queríamos hacer, bueno, pues ya las haremos

en otro momento… Y nos fuimos a un Yodobashi Camera a comprarme una segunda batería para mi cámara. Luego es verdad que también somos un poco locos, porque hacía tres años y medio que no viajábamos de esta manera, tú estrenabas cámara, yo estrenaba un estabilizador para el iPhone, o sea, para el móvil, con lo cual usaba el móvil. Yo normalmente uso el móvil cuando estamos de viaje por Japón, pues para mirar los mapas.

Yo siempre estoy con mis mapas… Los mapas del japonismo que son fabulosos. Yo estoy con mis mapas ahí, siempre tengo el móvil abierto, entonces claro, al móvil se le gasta un poco la batería, si tienes todo el rato el mapa abierto, ibas mirando y tal… Pero no tanto. No tanto, pero claro, si lo sumas con estar todo el rato grabando vídeos, yo tampoco… Y la batería va para abajo de una manera…

Claro, no era consciente de lo mucho que se petaba la batería, entonces claro, fue un poco como un golpe de realidad, por decirlo de una manera, ese primer día, pero a pesar de todo eso… Pero fue un primer día… Fue estupendo. Fue estupendo. Yo de verdad creo que se notó, pusimos un hilo en Twitter y stories en Instagram, el hilo en Twitter evidentemente está ahí, las stories están guardadas, lo podéis ver

y creo que se nota la emoción un poco de volver a Japón y especialmente de lo bonito que es Kioto. Yo en este viaje, porque nosotros hacía muchos años que sí que visitábamos algunas cosillas de Kioto, pero intentábamos visitar siempre cosas quizá menos turísticas y demás y me ha sorprendido para bien lo que tú estás diciendo, porque hay mucho hate actualmente con Kioto en general, porque está muy llena de gente, porque algunos sitios que son muy

típicos y muy bonitos, como el pabellón de oro, el kinkakuji o el río Anji, que tiene el jardín zen más famoso de Japón, yo diría del mundo, porque está muy lleno de gente, pero hemos vuelto después de 16 años, porque es que se dice pronto, hace 16 años que estuvimos en estos sitios y claro, queríamos volver para poder hacer fotos nuevas y contar las cosas con imágenes más actuales.

Y es que nos ha encantado, cuando vas a esos sitios, le preguntas a Eric por ejemplo qué ha sido su parte favorita del viaje, aparte de comer curry en Koko Chibanya, por supuesto, y te dice justo el kinkakuji y el río Anji, le gustaron mucho, porque son lugares que te fascinan independientemente de la gente que haya.

Entonces claro, todos esos que dice no, es que no merece la pena porque está muy lleno, pero si es que tienes lugares que no vas a ver en ninguna otra parte del mundo y que te van a dejar totalmente loco. La experiencia de estar ahí viendo a través, en ese estanque con el kinkakuji al fondo, a mí me parece una de esas visiones que nadie debería perderse. De hecho, estábamos ahí y yo una de las cosas que dije estando ahí es, no me extraña que este lugar sea uno de los más visitados y recomendados, porque es que aunque no quieran

tanto turismo, que yo puedo entender que puede cansar mucho cierto volumen de turismo, es que es precioso. Es que es muy bonito. Es que es muy bonito. Yo estaba ahí y decía pero qué belleza, qué bonito es esto. Es una maravilla. Y fíjate que nosotros lo hemos visto en varias ocasiones, que sabíamos lo que nos íbamos a esperar, lo que nos íbamos a encontrar, y aún así te impacta.

Totalmente. Entonces imagínate a alguien que va a Japón por primera vez y que ve esos sitios. Eso sí, recomendación. Claro, nosotros por ejemplo estábamos a las 9 en punto en el kinkakuji. En el momento en el que abren. Justo a las 9 y luego estábamos a las 10 ya en punto también en el ryoanji. ¿Qué quiero decir con esto? Luego, por ejemplo, estuvimos dando un paseo por la mañana a las 8 de la mañana por toda la zona de Higashiyama, que es evidente que todas las tiendas estaban cerradas.

Sobre todo todas las zonas de las cuestas Sanensaka, que son lugares muy bonitos. He visto fotos, he visto vídeos de esos mismos días en los que nosotros estábamos, que estaba muy petado. Claro, si vas a mediodía, evidentemente está muy lleno de gente. Nosotros ya hemos visto las tiendas.

Yo lo recomiendo también. Pero recomiendo también hacerse pequeñas, pequeñas excursiones, un poquito más pronto. Ir un poquito más pronto para ver esos mismos sitios con un poquito más de tranquilidad de gente, me refiero. A ver, también hay que decir que la fecha en la que se visita Japón te cambia la experiencia, porque incluso aunque tú vayas al kinkakuji a las 9, hay mucha gente que tiene esa misma idea precisamente para evitar las horas más tardías. Sí, pero hay muchos grupos de turistas, esos de los que viajan en grupo, que no están

a las 9 ahí. Van un poquito más tarde. Pero lo que quiero decir es que si tú viajas a Kyoto, por ejemplo, en plena floración de los cerezos, que es un momento en el que va a haber más afluencia de turistas a la ciudad que en las fechas en las que nosotros fuimos, que era un poco todavía a finales de invierno.

Es decir, eran fechas un poco extrañas, porque ya habían pasado las fiestas de Año Nuevo… Floración de los ciruelos, vamos a decir. Exacto, pero no es tan popular internacionalmente como para que la ciudad esté tan llena de turistas todavía. Entonces, claro, si tú vas a las 9, tienes menos gente con la que competir, mientras que si tú vas en abril, por ejemplo, es posible que haya más que piensen en eso mismo, aunque lo que tú dices es cierto, los grandes grupos suelen ir un

poco más tarde. Sí, sí, sí. Bueno, estamos hablando solo del primer día, avancemos un poco, si te parece. Sí, porque si no este episodio de Japón a fondo va a ser larguísimo, aunque creo que a mucha gente no le importaría. Da igual, hoy no miramos tanto la hora, tenemos aquí un montón de ideas de cosas que queremos comentar y ya está, aquí estamos.

Bueno, como decíamos, pudimos ver casi todo, pudimos hacer casi todo. Sí es verdad que, por ejemplo, cuando llegamos a Tokio estábamos un poquito cansados ya de esos cuatro días intensísimos en toda la zona de Kansai, en Kioto, entonces es verdad que nos lo tomamos con un poco más de calma. Sí, teníamos algún plan para Tokio de hacer alguna excursión relativamente cercana, Yokohama por ejemplo, y al final cambiamos los planes de Tokio para hacer todo dentro de la propia

Tokio. Eso es. Luego también es verdad que algunas fotos nocturnas, por ejemplo, también de excursiones que queríamos hacer por la noche, pues te baja un poco las ganas, ¿no? Y dices, bueno, mira, ya hemos hecho un poquito, ya hemos visto cositas de noche, pero… Sí, porque ya estás muy cansado.

Y también es verdad que cambiamos ciertos planes porque, por ejemplo, cuando llegamos a Tokio, que estábamos cansados, pues dijimos, queríamos subir al Shibuya Sky, el nuevo mirador que hay en el rascacielos Shibuya Scramble, pues como hacemos con casi todos los miradores, subir a última hora de la tarde para tener un poco de luz de día, tener la luz del atardecer, luego la hora azul y luego ya la noche.

Y en este caso nos venía mucho mejor hacer el Shibuya Sky por la mañana, porque encima estábamos alojados en Shibuya, ¿no? No necesitábamos ir ni con mochilas ni nada, solo con las cámaras, porque teníamos el hotel a cinco minutos. Y claro, no vimos el atardecer desde el mirador, pero nos encajó mucho mejor para planificar el resto del día. Bueno, también nos encajó porque la tarde que llegamos a Tokio, acuérdate, hacía muchísimo

viento. Exacto. Y de hecho dijimos, uf, no sé yo si va a estar abierto. No, de hecho lo comprobamos y el mirador exterior estaba cerrado. Ahí está, porque ya sabéis que en condiciones un poco así meteorológicas raras, pues cierran estos miradores al aire libre.

Claro, son miradores caros, ¿no? Entonces ¿para qué voy a ir si no voy a poder estar en la parte interesante del mirador? Exacto, arriba. Totalmente, totalmente, ¿no? Bueno, una excursión, sí que esto lo comentamos en el directo de YouTube, por ejemplo, muy brevemente, pero una excursión sí que se nos fue el garete.

Fue un desastre, fue un desastre. Es verdad que ya antes, a la hora de planificarla, yo ya dije, uy, esta excursión parece que está maldita, ¿no? Porque, bueno, ya lo podemos decir, ¿no? Supongo, queríamos subir al monte Hiei, ver el complejo de templos que hay en la cima del monte Hiei. La idea era subir desde Kioto y luego bajar hacia el lago Biwa, porque hay dos funiculares, digamos, diferentes.

Y el problema es que la subida desde Kioto se hace con tres medios de transporte diferentes. Un tren, que se seguía funcionando, luego creo que un teleférico y un funicular. Un funicular y un teleférico. Exacto. Y el funicular y el teleférico, por fechas invernales, estaban cerrados. Porque, claro, el monte Hiei está más alto de lo que parece, las condiciones meteorológicas estaban en unas fechas en las que lo habían cerrado.

Entonces dijimos, qué faena, porque no hay ninguna otra manera de subir. Estuvimos comprobándola, pero dijimos, bueno, podemos subir por el otro lado, por el lado del lago Biwa, en lugar de simplemente bajar por ahí, pues hacemos la subida y la bajada por ese lado. Luego llegamos a la estación, todos contentos y felices, y a primer aviso de que la cosa no iba a ir bien, y es que el autobús, es un autobús lanzadera, que nos tenía que

llevar desde la estación de tren hasta la estación del teleférico. Del segundo, desde el teleférico al que sube desde el lago Biwa. Pues había un aviso de que durante unos días no funcionaba. Esto ya nos tendría que haber dado señales.

Es curioso, porque les pasó a varios japoneses que estaban esperando en la parada también. También querían hacer la misma subida que nosotros, y de hecho nos lo dijeron. Mira, es que no sube, ellos mismos estaban allí esperando lo mismo. Pero bueno, lo bueno es que dijimos, bueno, el autobús te lleva, te tarda cinco minutos desde la estación de tren hasta la estación del teleférico, pero se puede ir andando, es un camino de una media hora, que tampoco es que sea excesivo,

y dijimos, igual que los señores japoneses que estaban ahí esperando también, pues tomamos la misma decisión, todos ir andando, porque el camino era bonito. Vamos andando, la verdad es que muy bonito el camino, y ya os lo contaremos todo en la web, porque merece la pena como pequeña excursión, y una excursión hasta diferente si estáis en Kioto.

Y además, es de estas cosas curiosas que te pasan, porque cuando quieres maximizar el tiempo que tienes y sacarle el máximo partido, lo normal es bajar del tren en esa estación, subirte al autobús, y entonces claro, te pierdes todo lo que hay en esa zona que nosotros estuvimos descubriendo gracias a que tuvimos que hacerlo andando.

Sí, pero bueno, el golpe duro vino cuando llegamos, estábamos llegando a la estación del teleférico, y yo ya veo ahí un cartel, y ya dije, caramba, esto pinta mal. Sí, y evidentemente, pues ya os lo podéis imaginar, durante unos días, pues ese teleférico también estaba cerrado porque estaba en mantenimiento, y claro, dices, qué fuerte, o sea, hay dos teleféricos para subir a la cima de un monte, por un lado por Kioto, por el otro lado por el lago Biwa, y hay unos momentos concretos

justo la semana en la que nosotros estábamos que no se puede subir de ninguna manera. Y claro, para que os hagáis una idea, esta excursión llevábamos queriendo hacerla desde 2020. Algunos de los viajes que tuvimos que cancelar porque se cerraron las fronteras por la pandemia ya tenían prevista esta excursión. Ya estaba el mapa hecho.

Laura había hecho su mapa, estos mapas que luego compartimos en Japonismo, de los que hablábamos hace un momento, como siempre decimos, primero los hacemos para nosotros, para tener toda la información de una manera accesible y fácil en nuestros móviles, pues esos mapas estaban hechos. Entonces nos dio una rabia.

Dio mucha rabia. Lo que pasa es que luego es verdad que vimos algún templo, un templo, por ejemplo, con 13 estatuas de Buda maravillosas. Ahí estuvimos hablando con un señor, el jardinero, sí, bueno, era un poco el encargado del templo, que fue súper majo. El señor tenía una centaza de kansai que no podía con él, también te lo digo.

Pero fue muy, muy majo, ¿no?, de asegurarse de que habíamos visto todo lo que había que ver en el templo. Claro, yo supongo que es eso, que no debe ver a muchos turistas, y menos occidentales, por ahí. Bueno, es que no había ni japoneses. No había nadie, no había absolutamente nadie. Estábamos más solos.

Luego es verdad que recuperamos un poquito la energía. Fue un bajón, fue un bajón, porque yo he de reconocer que era la excursión que más ilusión me hacía de todo este viaje. Ojo, pues vaya, vaya, vaya faena. Entonces fue un golpe, y como que tardas un poco en volver a decir, bueno, venga.

Por suerte hicimos otra excursión, también en la zona del lago Biwa, vistas espectaculares del lago Biwa. Y curioso también para los que les gusten los deportes de nieve. El esquí. El esquí, el snowboard, etcétera, porque está muy cerca de Kioto. Y a veces parece mentira, ¿no?, que puedas hacer esquí tan cerca de Kioto? Porque además se puede alquilar el ForFight allí, no necesitas ir con equipos si no quieres.

Sí, totalmente. Os podemos eso, lo vamos a poner en la web, pero recomendar un sitio para hacer esquí snowboard muy cerquita de Kioto que no os implique grandes desplazamientos, grandes cambios en vuestros itinerarios, etcétera, etcétera. Está muy guay. Me gustó mucho ese trocito de la excursión. Luego hicimos otro al final del día que a mí una parte me gustó porque tenía que ver con trenes.

Sí, eso fue un guiñito que yo puse justamente para Luis porque, bueno, ya también lo contaremos más en la web, pero es un sitio en el que los trenes van por las calles directamente. Exacto. Y dices, bueno, pero esto a veces es normal, ¿no? Hay veces que ves tranvías o metrones ligeros que van por la calle y comparten plataforma con el tráfico rodado, con los coches, camiones, autobuses y demás. En este caso, la diferencia es que este sitio al que fuimos es uno de los dos únicos lugares

en Japón en el que hay trenes normales, es decir, trenes pesados, no trenes ligeros, ni metros, ni tranvías, que comparten la plataforma, porque las vías están en mitad de la calle. Y la verdad es que sorprende mucho y nos gustó mucho. Luego, el resto del sitio, teníamos ciertas expectativas, pero nos dejó un poquito fríos. No, fríos no, congelados.

Fíjate lo que te digo, que yo cuando llegamos ahí dije que yo ya he estado aquí. Y es que había estado en ese mismo lugar hace 23 años. Y en ese momento, cuando llegamos ahí, ¿te acuerdas que te dije yo aquí ya he estado y tuve la misma sensación que acabo de tener ahora? Es decir, vaya mierda. De decir, vaya castaña del lugar.

Tal cual, fue de decepción. ¿Qué es esto? Vámonos de aquí, si esto no es nada bonito. Exacto. Y fue súper heavy porque recordé una sensación que había olvidado de hace 23 años y tuve exactamente la misma. Lo que pasa es que, al menos para acabar, se me ocurrió que ya que estábamos por allí podíamos cambiar la manera de volver y acabar en la estación de Kioto y comiéndonos un ramen en el callejón del ramen de la estación de Kioto.

Lo que pasa es que, de nuevo, yo iba con la idea de comerme un ramen de Kitakata, que es uno de mis favoritos, que ya hacía bastante tiempo que no lo comíamos, por no haber podido ir a Japón, evidentemente, y que además, en los últimos viajes en los que sí que habíamos estado antes de la pandemia, cada vez que pasábamos por ese callejón del ramen que hay en la planta 9 de la estación de Kioto, aprovechábamos para comer el ramen en ese restaurante y justo este restaurante

ya no estaba. Porque ese callejón creo que son 10, 11 restaurantes de ramen, una cosa más o menos así, pero no siempre son los mismos. A lo mejor hay algunos restaurantes que duran 5 o 6 años allí, pero luego les sustituyen otros restaurantes de ramen que también son muy buenos, pero ya son diferentes. Pero bueno, estuvo guay.

Estuvo guay acabar con un ramen, en este caso fue Black Ramen de Toyama, y estuvo muy chulo. Luego pasamos todo un día en Osaka, fantástico, maravilloso, lo exprimimos al máximo. Podríamos haber hecho alguna cosilla más, de ver un poco más de Dotonbori por la noche otra vez y demás, pero ya no podíamos con nuestra vida, de verdad, nos dolía todo.

Entonces, todo lo que realmente teníamos en nuestra lista de esto hay que hacerlo sí o sí, pues eso salió. Sobre todo porque Osaka, ya os lo contábamos cuando hicimos el episodio acerca del viaje que íbamos a hacer, es una ciudad que nos gusta mucho, es una ciudad divertida, es una ciudad donde hay mucha comida callejera, muchas opciones, pero como vamos muchas veces y lo hacemos al final del viaje y aprovechamos para quedar con amigos, nunca nos llevamos

las cámaras y nunca vamos a hacer recorridos turísticos, entonces si vosotros miráis la web en japonismo.com vais a ver muchísimo contenido de Tokio, es evidente, es la capital, es grandísima, vais a ver mucho contenido de Kyoto, pero en Osaka, aunque también hay, se nos quedaba un poco corto para nuestros propios estándares, incluso teniendo en cuenta lo que nos gusta la ciudad y el tiempo que hemos pasado allí.

Es que mis dos primeros viajes a Japón, yo no pisé Tokio, en mis dos primeros viajes estuve solamente en Kansai y en los dos estuve en Osaka como base de operaciones. Entonces dices, ¿cómo puede ser que Osaka no la tengamos más trabajada en la web? Y es por esto. Mira que solo fue un día, pero yo creo que lo que tú dices es muy aprovechado.

Muy bien aprovechado. Descubrimos lugares un poquito menos conocidos de Osaka y tenemos ganas de presentaros una Osaka divertida, de comida callejera y demás que nos gusta, pero luego también una Osaka yo creo un poquito diferente, quizá nueva para muchos de vosotros, con templos y santuarios espectaculares, con zonas de paseo maravillosas… Bueno, en fin, ya lo veréis todo prontito en la web.

Eso sí, tengo que decir que, como estábamos seis días solo, fue muy duro, pero dijimos que no íbamos a quedar con absolutamente nadie. Mira que tuvimos amigos que nos decían ¿Vais a venir? ¿Qué bien? ¿Podremos vernos? Y fue… Tener que decir que no fue complicado porque al final era un viaje de trabajo, claro. Fue muy duro porque estás en Osaka y dices ah, podríamos acabar y cenar, estar con nuestros amigos y tal.

Pero claro, ya dices cenar con amigos, japoneses, implica quedar probablemente a las seis o a las cinco y media o algo así. Nosotros a las cinco y media estábamos todavía afotando cosas. Sí, sí, nos quedaba todavía tiempo para terminar el afotamiento. Y entonces fue como no quedamos con ninguno de nuestros amigos japoneses, tampoco vamos a quedar con ninguno de nuestros amigos españoles en Japón.

Nos contactó bastante gente, varios españoles también que tenían ganas de conocernos, españoles que están viviendo en Japón, y lo sentimos mucho. A todos os dijimos lo mismo, no podemos porque es que si metemos a uno ya se abre un poco la puerta y no tenemos tiempo. Entonces eso fue durillo, pero a cambio es verdad que aprovechamos muchísimo el tiempo. Es un poco lo que decíamos, es un viaje de trabajo y la gente en la comunidad de Discord,

que recordamos está abierta a todo el mundo, tenéis el enlace en la descripción del episodio, del podcast, nos decía, ah, pero habéis disfrutado y demás. Y eso, hombre, ya que vamos pues vamos a intentar disfrutarlo porque al fin y al cabo nos gusta lo que hacemos, nos gusta hablar de Japón, hacer fotos de Japón, escribir de Japón, pero no deja de ser un trabajo y normalmente hemos intentado equilibrar la parte laboral, por así decirlo,

con lo que es la parte de disfrute. Y en este caso, de todas maneras, la parte laboral pesaba mucho porque solo eran seis días. Hacía tres años y medio que no íbamos y necesitábamos hacer mucho contenido nuevo. Sí, totalmente.

Luego, bueno, Tokio lo disfrutamos, ya lo hemos dicho antes. Hicimos una excursión, un par de excursiones súper chulas, muy diferentes y que tenemos muchas ganas de poner en la web para que las podáis disfrutar también vosotros. A mí Tokio hace años. Ya en 2019, cuando estuvimos dos meses en verano, a mí la experiencia en Tokio me ha cambiado desde hace años.

Tokio es una ciudad que me gusta mucho, siempre lo he dicho, y es verdad que los grandes centros turísticos de Tokio, igual que decíamos de los de Kioto, merecen mucho la pena. Y cuando vas una primera vez, ver esa locura de gente en Shibuya, ver los neones de Shinjuku, por ejemplo, ciertos sitios merecen mucho la pena, pero a mí cada vez más me encanta el Tokio de los alrededores.

El Tokio este donde ves a la gente pasear por las orillas del río, o ves zonas residenciales donde no hay casi turistas, donde ves galerías comerciales, estas calles techadas, las Shotengai, que a veces parecen casi de hace 30 o 40 años, pero que tienen un cierto encanto ahí bonito, no sé.

A mí cada vez me gusta más ese Tokio un poquito menos lleno de gente. De hecho yo lo comenté en Instagram, no sé si en el mío personal o en el de japonismo, pero estábamos en Shibuya de noche y solo cruzar ahí el famoso paso de peatones de Shibuya a mí me estresó, cosa mala. No sé si es porque ya llevo cuatro años en Málaga, bueno va a hacer cinco, va a hacer cinco años en Málaga.

Hemos dejado atrás esos años de vivir en Londres, años de vivir en Madrid, esto es un ritmo en Málaga, un ritmo de vida mucho más calmado, muy diferente. A mí lo de Shibuya me agobió, que digo, madre mía imagínate esto tener que estar pasando por aquí todos los días, es que me muero. Y en cambio las tres, de hecho, excursiones que hicimos, los tres planes que hicimos los disfruté como una enana, porque justamente era un estilo un poquito diferente de vida, lo que tú comentabas.

Así que bueno, en general, yo creo que menos ese plan del monte Hiei que se nos fue al carajo, el resto ha salido todo muy redondo. Y bueno, hasta el monte Hiei sacamos la parte positiva y sacamos una excursión que de otra manera probablemente no hubiésemos descubierto y no hubiésemos podido poner luego en la web, así que pues muy bien.

Luego también muy bonito porque era un viaje, claro, era muy emocionante por lo que decíamos, ¿no? Hemos pasado una pandemia que nosotros lo hemos pasado especialmente mal. Claro, porque al final hay que recordar que japonismo sobrevive cuando la gente viaja a Japón y utiliza pues japonismo para planificar su viaje, utiliza los recursos que ofrecemos en la web, pues el JR Pass, el seguro de viaje, la reserva de hoteles, ¿no? Todo esto a nosotros

nos permite seguir funcionando y seguir generando, creemos, el mejor contenido que hay en español sobre Japón. Todes, ha sido una temporada muy dura. Después de tres años y medio volvemos a Japón. Ya el viaje en sí era muy emocionante, pero más emocionante ha sido recibir literalmente es que no sé, habría que contarlo, pero yo creo que más de mil comentarios casi seguro que los hemos recibido de gente mostrando su cariño y muchos de vosotros nos decíais

que me hace más ilusión, o sea, que vayáis vosotros y veros a vosotros en Japón que casi… Que ir yo. Que ir yo. A mí me dejaba loco. Nos acompañasteis un montón durante todo el viaje y fue de las cosas más especiales de este viaje.

Todo el cariño, todos estos mensajes que recibimos, especialmente mensajes en Instagram, yo creo que es donde más, pero luego también había cosillas en Discord, en Twitter, en todas las redes, Facebook, todas las redes. Os lo agradecemos un montón porque este cariño que nos mostrasteis nos dio como mucha fuerza, ¿no? Mucha energía, sí.

Ha sido parte también de la energía para aguantar estos años sin negocio y ha sido energía también para darlo todo en este viaje. Total. ¿Puedes contaros un poquito de la llegada a Japón, te parece? Porque bueno, nos preguntáis mucho, ¿no? Cómo son los trámites, si fue rápido, si fue lento… Bueno, vamos a contar un poco nuestra experiencia y va a depender mucho del momento en el que vosotros vayáis a Japón. Claro, claro.

Tomaros esto con ciertas dosis de escepticismo, lo primero, porque estuvimos en una época que no era temporada alta del turismo, ¿vale? Entonces, si vais, por ejemplo, en abril, en época de floración de los cerezos, pues va a haber más gente. También, a medida que las cosas se normalicen, que las aerolíneas recuperen rutas, que recuperen frecuencias, etc., irá habiendo más gente.

Entonces, lo que nosotros hemos experimentado a finales de febrero de 2023 no tiene por qué ser lo mismo que lo que vais a experimentar vosotros cuando vayáis. Porque en algunos casos, por ejemplo, sabemos de gente en la comunidad en Discord que van a ir en agosto de 2023, ya seguramente será diferente. Hay algunos que ya lo han reservado sus viajes y los tienen para 2024, será muy diferente también.

O sea, pero bueno, al menos os vamos a contar lo que vivimos nosotros. Para poneros en contexto, cuando llegamos a Narita vimos que solo llegaban, solo había en ese momento planificados dos vuelos de llegada a Japón. Esto a nosotros fue un shock absoluto. Sí, porque cuando pasas inmigración, estás en la zona donde están las cintas donde salen los equipajes y esas pantallas que te dicen el vuelo tal, salen sus equipajes por la cinta

número 6, por la cinta número 7, lo que dice Laura. Solo había dos vuelos en la pantalla, el nuestro y otro más. Y en un aeropuerto como Narita, con lo que Narita ha sido, lo que nosotros recordamos, eso nos dejó totalmente locos. Pero es que luego subimos a la planta cuarta, que es donde está la oficina de correos, porque íbamos a recoger el pocket wifi, y en la planta cuarta están también los mostradores de facturación para la gente que sale de

Narita, que va a viajar o de vuelta a sus países, o los japoneses que viajan a cualquier lado. La planta cuarta, esos mostradores de facturación, a pesar de que eran las 10 de la mañana, no había nadie. Estaba vacía. Esto fue un shock, fue un impacto grande, porque dices, madre mía, se nota que todavía esto no está recuperado ni de lejos.

Entonces, no sé si por esto, probablemente, es verdad que nosotros todo el trámite del control de si tenías el tema de vacunas, PCR y demás, el control de inmigración y el control de aduanas, lo hicimos todo en aproximadamente 20 minutos. Y tardamos nada. Fue hiper rápido.

Es verdad que nada más bajarnos del avión, hay unos señores por ahí que van gritando que prepares la pantallita, esta famosa de la página Visit Japan Web, que si has hecho todos los pasos correctamente vas a tener una pantalla que está en azul, que es señal de que todo está correcto, todo está bien. Sí, ese azul es el verde japonés, con un semáforo, eso significa que está OK. Te dicen, te van diciendo, ve preparándolo.

Entonces, lo tienes en el móvil, que si no tenéis conexión a internet, ya la propia aplicación te dice… A pesar de que hay wifi gratuito en el aeropuerto. Pero bueno, por lo que sea, no tenéis, podéis enseñar la captura de pantalla. Un pantallazo y ningún tipo de problema.

Entonces, justo ahí hay unos señores que revisan los móviles y te dicen, tú estás en azul, tú también, en nuestro caso, estamos en azul y ya nos mandaron por un pasillo… Que es el típico pasillo por el que te lleva a la parte de inmigración, donde ya haces todos los trámites para entrar en el país.

Entonces, en nuestro caso, como nosotros lo teníamos todo en azul, fue súper rápido. Mientras que había mucha gente que la estaban apartando a un lado porque no tenían esos certificados subidos o no habían hecho los pasos correctos y tenían que rellenar información ahí mismo. Ahí se generó una montonera impresionante.

Había un montón de gente y, de hecho, ese pasillo, porque nosotros pasamos por el centro, parecíamos casi como famosos, por decirnos de otra manera, porque había sillas a ambos lados de ese pasillo y es donde dejaban, supongo, a la gente que no había hecho todo el proceso en la página web, esta de VisitJapanWeb, esperando a hacer luego las comprobaciones.

Con lo cual, recomendación, haced eso. Si lo hacéis, vais a ir mucho más rápido. Nosotros fuimos hiperrápido porque había dos vuelos de llegada, es decir, relativamente poca gente y la gran mayoría de gente, yo no sé por qué, pero la gran mayoría de gente no tenía toda esa documentación subida a VisitJapanWeb. Luis, ¿qué haces? Que tiras cosas por aquí, hombre. Tiro cosas por aquí. Entonces, recomendación, esto.

Llevar toda la documentación puesta porque fue vernos esto en azul y dejarnos pasar directamente. Nadie comprobó nada más de ahí. Nos fuimos directamente ya en migración, que evidentemente, como fuimos de los primeros, no tuvimos que esperar casi nada. La verdad, fue muy bien. La chica que nos tocó en migración era muy simpática también, sinceramente.

Muy bien. Muy rápido todo. También habíamos subido toda esa documentación, la disembarkation card, esta típica que tenías antes que rellenar a mano en el avión. Que, de todas maneras, en el avión se siguen dando los formularios para que lo rellenes a mano. Y en este caso sí que, al menos cuando estábamos nosotros, daba un poco igual porque tienes que pasar por la ventanilla de uno de los oficiales de inmigración igualmente. Entonces, si tienes el papel rellenado a mano, lo entregas.

Si tienes el QR de la aplicación, lo enseñas y la persona de inmigración lo escanea. Es decir, que no te ahorra realmente tiempo. Pero te ahorra estrés. Yo, de las cosas que más odiaba, de, espera, baja los pasaportes que están guardados en la mochila, que están en los compartimentos superiores en el avión. Estás con el medio cansado.

Espera, rellena, porque siempre me tocaba a mí rellenar todas las tarjetas de los tres. Pon todos los datos correctamente. No sé qué hay, cuál era la dirección del hotel. A ver, tío, pues es algo que pude hacer tranquilamente desde casa en el ordenador. Os lo recomiendo. Porque, además, luego sé que Luis dijo, oye, están repartiendo el papel.

Y le dije, no nos hace falta, ya está. Ya hemos puesto esa información online. No nos hace falta. Y no hace falta. Tú le enseñas luego ese QR a la persona de inmigración, foto, con ahí huellas y ya. Lo que sí que me pareció, de todas maneras, un poco más farragoso fue la parte de aduanas. Totalmente de acuerdo. Porque la parte de aduanas, la aplicación de Visit Japan Web, también te genera un código QR, con lo cual no tienes que rellenar ese formulario que antes rellenabas, que piensas,

bueno, es un paso adelante. Pero una vez que has recogido los equipajes y antes de pasar por esos mostradores donde están los oficiales de aduanas, justo antes de salir ya a la zona de la terminal, pues hay unas máquinas, de nuevo, donde tienes que escanear tu pasaporte y al mismo tiempo escanear el código QR.

Y entonces se abren unas puertas y ya pasas a esos oficiales de aduanas. Pero dices, si yo ya he hecho esto y ya lo he escaneado, pues ya está. Entonces se sintió como que estábamos duplicando esfuerzos. Sí, porque el oficial de aduanas nos volvió a pedir los pasaportes. O sea, muy amable también el señor, pero le dimos los tres pasaportes y ya dijo, ah, pues muy bien, adelante y pasadlo bien.

Y ya salimos. Entonces estoy de acuerdo. El proceso de aduanas no lo entendí muy bien. No entendí muy bien toda esa parafernalia, la verdad. Porque además no había tantas máquinas para escanear. No había tantas máquinas. Por suerte, llegábamos pocos vuelos en ese momento, en el momento en el que esto se recupere un poco.

Miedo me da a lo que pueda ser. Yo creo que van a tener que cambiar algunas cosas porque si no se va a generar ahí un lío tremendo. Pero es eso. En nuestro caso fue todo hiper rápido. Nosotros llegamos a Narita como a las diez menos diez o algo así. Y con toda la calma, porque fuimos a buscar el pocket wifi arriba.

Fuimos al konbini a comprarnos onigiris y demás. Calpis y estas cosas. Con calma. Fue un proceso de recién llegados a Japón. Luego fuimos a cambiar el JR Pass que estaba vacía. A la oficina del JR que no había nadie. O sea, hemos llegado a hacer colas de una hora, una hora y media. Y fue llegar a la planta donde están las estaciones de Narita.

Tanto la de K6 Skyliner como la de Narita Express, etc. Y el centro de atención al cliente de JR East, que es donde se intercambian las órdenes de intercambio del JR Pass, no había nadie. Nadie. Entramos directamente y el proceso fue relativamente rápido también. Ahora hablaremos un poquito del JR Pass. Fue curioso de todas maneras, ¿no? No, lo que iba a decir, perdona, antes que se me olvide, que es eso.

Llegamos como a las diez menos diez y entre salir del avión, hacer todo este proceso, calma chicha, ir al pocket, ir al JR Pass, cogimos en Narita Express de las once y cuarto. O sea, prontísimo. Es que fue súper rápido. De hecho, podríamos haber llegado a Kyoto incluso antes, porque había un tren en Shinkansen incluso antes, pero le dijimos al de la oficina de JR East que nos pusiera en un Shinkansen de después, porque queríamos tener tiempo para ir a la estación de Tokio, porque él

nos quería poner a Shinagawa, que hubiera sido más efectivo, para ir a una de estas tiendas que hay en la estación de Tokio, donde te venden oventos de varias partes del país. Lo que se rió el señor. Como cien, doscientas variedades de oventos diferentes, ¿no? Y claro, el señor se partía la caja. Me rió mucho porque me decía, no, pero podéis ir a Shinagawa, y le dije, no, no, si lo entiendo, entiendo que esto es mucho mejor, pero es que necesito que me dejes un poquito de tiempo

porque queremos ir a esta tienda concreta de oventos. Y claro, el señor se partió la caja porque decía, madre mía, esto no sé. ¿Qué frikis son estos señores? Así que bueno, este proceso, la recomendación especialmente, lleva todo metido en la web de Visit Japan, y así el proceso va a ser mucho más rápido. En nuestro caso, como solo había dos vuelos, pues fue hiper rápido. Si llegáis y hay mucha más gente, pues evidentemente va a ser un proceso más lento, pero si lo

lleváis todo hecho previamente desde esta web, va a ser mucho más sencillo. Así que súper recomendación. Bueno, ¿y qué podemos comentar sobre nuestra experiencia con el jet lag y con los vuelos de KLM? Pues fíjate, ha sido el viaje en el que no hemos tenido realmente jet lag ni a la ida ni a la vuelta. Exacto. Fue curioso porque, a ver, es un viaje que es en plan, nosotros teníamos semana, porque

Eric tenía fiesta, era la semana blanca en Málaga, una semana no lectiva, y éramos un poco inflexibles en las fechas. Teníamos que ir y volver en un momento concreto. Entonces, ahí ya tenemos un pequeño problema. Ya sabéis que cuando somos inflexibles en fechas, pues a veces hay que aceptar cosas que a lo mejor no son las mejores. ¿Qué quiero decir con eso? Pues que tuvimos que hacer, por ejemplo, por combinación de vuelos, hicimos un vuelo de

Málaga a Ámsterdam, dormimos en Ámsterdam… Porque el vuelo a Japón no salía hasta la mañana siguiente. Eso es. Entonces, a la mañana siguiente… Y nosotros habíamos llegado a Ámsterdam por la tarde. Eso es. Entonces, era un viernes, salimos a Ámsterdam. Pues fíjate que algo que de buenas a primeras parecía que era un, perdonadme la palabra, pero coñazo, de decir, ostras, es que sales el viernes, te vas a Ámsterdam, duermes el

viernes en Ámsterdam, sales el sábado hacia Japón, llegas el domingo por la tarde a Japón… Yo ya pensaba que, aunque perdiéramos un día, en cierto modo, que iba a ser mejor. Porque claro, haces noche, por mucho que… De hecho, nos pagamos una habitación de hotel en un hotel que estaba a cinco minutos en lanzadera del aeropuerto, el propio hotel tenía eso, la lanzadera, que hacía rutas cada 20 minutos, me parece, desde el aeropuerto

hasta el hotel y viceversa. No era gran cosa, las camas no eran gran cosa, pero el hecho de tener el vuelo largo al día siguiente, despertarte, poder ducharte, poder ir cómodamente, es decir, que no acumulas las horas de espera en el aeropuerto, no acumulas las dos horas y media más o menos que hay de Málaga a Ámsterdam en avión, no acumulas el estrés, nos hizo afrontar ese viaje largo, el viaje intercontinental de Ámsterdam a Tokio, de una manera mucho

más relajada. Luego el vuelo fue fantástico, tanto a la ida como a la vuelta. Es verdad que dijimos vamos a intentar descansar mucho los ojos, porque una de las cosas que nos pasaba siempre es que, claro, vemos películas porque dices no puedo dormir, nadie puede dormir en un avión a no ser que vayas en business y te tumbas ahí, entonces ahí estás roncas y todo, pero normalmente nadie puede dormir.

Pero ya no es dormir, dormir, sino descansar los ojos y descansar un poco, entre comillas, el cuerpo, de decirle a tu cuerpo ahora es hora de estar off. Y de hecho vimos mucho menos películas, cerramos los ojos y creo que nos vino muy bien. Nos ayudó mucho porque yo fui llegar a Japón y es la vez que estaba más despierta, tenía los ojos bien.

Normalmente cuando llegas después de un vuelo tan largo, como yo siempre digo, tienes como nubes ahí en el cerebro y en cambio esta vez estábamos súper bien. Y yo, por ejemplo, que suelo tener problemas con los ojos por mi rhinitis crónica, por alergia y demás, en esos vuelos acabo con los ojos rojísimos, fatal, y esta vez los tenía estupendos. Sí, y a la vuelta exactamente igual.

Es verdad que a la vuelta era un vuelo nocturno, aunque telita también, porque la vuelta, de nuevo, por esa inflexibilidad de nosotros tenemos que llegar este día como muy tarde, tuvimos que hacer un Narita-Seúl, Incheón, de Incheón-Amsterdam, que encima por los vientos que había de cara tardó el vuelo trece horas y media, y luego ya una espera muy larga, como cinco horas creo que fueron, y luego ya de Ámsterdam a Málaga. Pues llegamos a Málaga después de como treinta horas realmente estando despiertos, digamos,

de viaje. Y yo abrí maletas, puse lavadoras, vimos la Fórmula 1 y nos fuimos a dormir. Sí, evidentemente, a las nueve de la noche estábamos ya todos en plan a dormir. Exacto, pero bueno, que ya era por la noche. Dormimos toda la noche, al día siguiente trabajamos, yo fui a clase, trabajamos, Erick se fue al cole… Muy bien, muy bien. Sí, es verdad que esta primera semana, exactamente los primeros días, a las nueve de la noche

estábamos en plan no puedo más, tiene sueño, pero realmente durante el día hemos estado perfectos. Sí, sí, hemos estado muy activos. No ha habido nada de… Y no sé, no sé… Sí, sí, a mí este vuelo nocturno me ha gustado. Y mira que fue largo, porque de nuevo, ¿no? De Narita a Incheon, y ahí espérate un par de horas. Cómo se nota, Laura, que das clases de coreano porque has pronunciado Incheon.

Incheon, es que no es Incheon, pero bueno. A ver, repítelo otra vez. No, ahora me da vergüenza. Venga, dilo. No, ahora no lo digo. Dilo. Pues eso, que fue muy, muy largo, pero en cambio… ¿A dónde fuimos? Calla, a Seúl.

Que tampoco es Seúl, es Seoul. Bueno, lo he dicho, que fue genial, y he de decir que, oye, comimos muy bien también en KLM. Comimos muy bien. A mí me gustó muchísimo la comida a bordo. Pues sí, comimos súper bien, la verdad, muy bien, tanto a la ida como a la vuelta, muy, muy bien. Y luego, no sé, la gente en KLM… Las tripulaciones… Qué maravilla. Fueron una pasada. O sea, no penséis que sabían que éramos japonismo ni nada, nada de nada.

Bueno, de hecho, algunos se enteraron sobre la marcha. Ahí estamos. Porque recuerdo que a la ida, pues uno de los momentos que nos levantamos pues un poco a estirar las piernas, estas cosas que recomendamos en un Reels, en un TikTok, ¿no? En un shorts de YouTube también. De cómo llevar mejor todavía la experiencia del vuelo a bordo, pues estábamos en la zona donde ponen, entre horas, pues bebidas y algo de picar.

Algunos snacks. Las galletas estas típicas holandesas, las Stroopwafels, que a mí me encantan. Y nos estuvo preguntando, ¿no?, la tripulante de cabina, porque en ese momento no había nadie. Y nos decía, ah, ¿y cómo es que vais a Japón y tal? Y le contamos, le contábamos a qué nos dedicábamos. La historia de nuestra vida. Y se quedó, dijo, pues qué interesante, ¿no? Y al cabo de un rato se acercó a Laura y le dijo, es que, claro, resulta que varios de

los tripulantes que estamos en este vuelo va a ser nuestra primera vez en Tokio. Y cuando les he contado a los demás que he hablado con vosotros y a qué os dedicáis, me han dicho, ¿y no les habéis pedido, no les has pedido recomendaciones? Y entonces nos vino a pedirnos recomendaciones de qué cosas ver en Tokio, que a mí me dejó loquísimo. Le hicimos una listita en una hoja, además, recomendaciones, intentamos ponerle un poco

recomendaciones guays y de cosas exactas, que no en plan, ve a Shinjuku, no, sino, pues oye, ve a Shinjuku, puedes disfrutar de esto y de esto, pero también te recomendamos pues tomarte un cóctel en el bar, por ejemplo, en el Park Hyatt o… No sé, le hicimos ahí una lista, un montón de cosas, se la dimos, la chica súper agradecida, emocionada, se lo leyó todo diciendo, ah, pues esto lo vamos a hacer, qué chulo, no sé quiénes y cuántos.

Y al cabo, cuando ya estábamos aterrizando, casi, pues vino, nos dio una tarjetita dándonos las gracias por todas las recomendaciones, nos dio unas galletitas de estas que tanto le gustan a Luis, bueno, a mí también, pero son telitas, son potentes y fue como muy bonito, ¿no? Fue muy bonito y luego, además, en ese vuelo, a mí se me acercó el sobrecargo, el jefe de la tripulación de cabina, que el señor hablaba un montón de idiomas, porque me acuerdo

que a la salida, cuando está diciendo, lo normal, hablan en inglés, hablan en holandés y tal, y luego empieza a hablar en alemán, y dice, en esta tripulación también se habla alemán, entonces luego, en español, blablabla, en esta tripulación también habla español, y luego otra vez, italiano, en esta tripulación también habla italiano, y todas las veces era el mismo señor, ¿no? Y dices, madre mía, ¿pero cuántos idiomas habla este señor?

Y me contó, en perfecto español, que era una de las pocas personas del mundo que había visitado todos los países, ¿no? Y dices, madre mía, ¡qué locura! Entonces me preguntó, ¿hablas inglés bien? Y yo digo, sí. Y dice, pues si quieres, te voy a regalar el libro que he escrito y tal, y me regaló su libro, que he dedicado además, que además, claro, pone la fecha, el número de vuelo, ¿no? Y me pareció también un detalle súper bonito.

Luego a la vuelta, ya en el último vuelo, el de Ámsterdam-Málaga atrás, eso, 25 horas dando vueltas, 28 horas dando vueltas por el mundo, pues una de las también de tripulación de cabina estaba repartiendo como pinturitas y eso para los niños, y claro, vio a Eric y dijo, bueno, yo te lo doy, aunque sé que esto probablemente… Exacto.

Eres niño, pero ya no tanto. No tanto, ¿no? Y empezamos a hablar de esas cosas que yo creo que cuando eres amable con la gente, la gente también es amable, ¿no? O debería ser así siempre. Se genera ahí un entorno como bonito… Un entorno positivo, al final. Y estuvimos hablando y le contamos que veníamos de Narita… Que llevábamos 28 horas despiertos. Y claro, la chica decía, pero, ¿y estáis aquí con una sonrisa hablándome súper amables,

no? Majos y tal, y lleváis ahí tropodientos horas despiertos, ¿cómo lo hacéis? No sé qué. Bueno, estuvimos hablando un poquito de todo esto y de nuevo también, al cabo de un rato, pues viene una de las compañeras, que ni siquiera era ella, es decir, que habían hablado entre ellos, y también nos dio una tarjetita diciéndonos que olé nosotros, ¿no? Y nuestra resiliencia… Totalmente.

Fue súper bonito. Súper bonito. Para un primer viaje a Japón, después de tres años y medio, con todo lo que suponía de carga emocional para nosotros, la experiencia que hemos tenido con las tripulaciones de KLM… Maravilloso. A mí ha hecho que el viaje, tanto la ida como la vuelta, lo haya disfrutado muchísimo más, ¿no? Entonces mi recuerdo de este primer viaje es incluso más positivo gracias también a toda esta gente tan buena con la que nos hemos encontrado un poco al azar, porque es

eso, nunca sabes con qué tripulación vas a estar ni nada, ¿no? Pero es lo que tú dices, cuando tú tienes una mentalidad positiva y vas con una sonrisa en la cara y eres amable, al final todo se realimenta y se realimenta desde un punto de vista positivo. Totalmente de acuerdo.

Fue muy especial. No sé cómo vamos, seguro que llevamos un montón de rato ya. Creo que llevamos 50 minutos. ¡Madre mía! Bueno, vamos a ir un poquito más rápido entonces, ¿o no? Bueno, vale. Hablemos un poquito del JR Pass, ¿te parece? Porque nos han preguntado mucho. Nos han preguntado mucho.

Bueno, ya sabéis que el JR Pass ahora es diferente, es decir, vosotros lo compráis a través de Japonismo tres meses antes de vuestro viaje, lo intercambiáis al llegar a Japón, pero en lugar de daros una cartulina grandota que tiene en la parte de atrás como pegada una tarjeta con el tamaño de un billete de tren estándar, pues ahora simplemente os dan… El billete. El billete, que es del mismo tamaño que un billete de los que compraríais si no fuerais con JR Pass.

Y en vez de… Porque en el pasado teníamos que ir con esa cartulina y usarla de multipase, ir por los extremos donde está el personal de la estación a enseñársela para que nos dejaran pasar. Muchas veces se generaban muchas colas, había muchos turistas usando el JR Pass, todos teníamos que pasar por el mismo sitio, en fin, era un poco engorroso.

Ahora, como tenemos el billete tal cual, pues lo podemos pasar directamente por las máquinas. Esto sí, como este JR Pass te genera, igual que el anterior, te da reservas gratis en todos los trenes de JR, que es algo muy recomendable, os van a dar el típico billete que no sirve para viajar pero que tiene la información acerca del asiento que tenéis asignado y entonces podéis tener la duda de cuando pasáis por esas máquinas de acceso a las estaciones

de qué billetes tengo que meter. Porque si tú compras un billete de Shinkansen, por ejemplo, te van a dar tres billetes. Sin JR Pass. Sin JR Pass. Si tú compras un billete tal cual, sin JR Pass. Te van a dar varios billetes porque son varias tarifas que se suman unas a otras. En ese caso se meten los tres billetes. Los tres billetes hay que meter. Pero en este caso, cuando viajas con JR Pass, solo tienes que introducir el JR Pass en las

máquinas de acceso. Sí, yo creo que eso es lo más importante a recordar. Siempre, hasta Narita Express, por ejemplo, que es un tren con todos los asientos reservados, es decir, todos vamos a ir con esa otra cartulinita, ese otro billete en el que va a poner en qué coche y en qué asiento estamos.

Pues eso nos lo guardamos. No lo metemos en la máquina. Solo metemos el JR Pass. Exacto. Entonces lo metes, se abre el torno, lo recoges y accedes normalmente. Hay que tener cuidado porque te dicen muy claramente, nada más canjeas el JR Pass, que si lo pierdes o lo dañas, te aguantas. Sí, esto es extraño porque cuando tú tienes el comprobante de que has pagado y tienes un billete que te dura 7 días, 14 o 21, parece muy extraño.

Entiendo que lo quieren hacer para evitar chanchullos y gente que diga, uy, lo he perdido y así obtienen un segundo JR Pass que lo utilice otra persona. Pero desde el punto de vista de atención al cliente resulta raro que te diga que si pasa algo con el JR Pass que te aguantas. Tú has pagado un dineral por adelantado y es como, oh, se siente. Yo la primera vez que metimos el JR Pass por la máquina casi me hago pipí encima de los

nervios porque digo, imagínate que la máquina se traga este JR Pass y que queda invalidado o lo que sea. ¿Te entras miedo? Porque claro, el señor de la oficina te ha estado diciendo que si lo pierdes o le pasa algo, te aguantas. Vale, vale. Entonces, bien, está guay porque no tenemos que hacer colas para pasar por los lados.

En ese sentido, mucho más cómodo. Podemos hacer la reserva también nosotros desde las máquinas, aunque telita también. Ahora, si quieres, hablamos un poco de eso. Pero a la vez es mucha tensión porque primero es un billetito muy chiquitito que es mucho más fácil de perder que la cartulina. La cartulina era horrible porque no te cabía en ningún bolsillo, pero era más difícil de perder.

Sí, totalmente. Y luego lo que tú dices, con el JR Pass las reservas de asientos están incluidas. Normalmente, con el anterior, lo que hacías era ir a una oficina de billetes, esperabas la cola que hubiese y le decías al señor, pues mira, voy de aquí a aquí, en tal día, en tal hora y te daba la reserva sin coste adicional.

Ahora mismo, con este JR Pass, que lleva incluido un código QR, las máquinas de reserva de billetes que hay a los lados de las zonas de acceso, donde los japoneses normalmente reservan sus billetes para viajar, tienen una sección que es para el JR Pass nuevo. Entonces, cuando tú tienes ese JR Pass, puedes seguir yendo a la oficina de billetes y que un miembro, parte del personal de JR, te restea la reserva.

Pero si no quieres, puedes ir a una de estas máquinas, pulsas en la opción de JR Pass, esas máquinas tienen un lector de códigos QR, tú acercas el código QR que hay en tu JR Pass nuevo e inicias todo el proceso de reserva de asientos. Es un proceso largo, tedioso. Es un proceso un poco engorroso porque necesitas llevar el pasaporte, porque una vez que la máquina lee el código QR, lo primero que te pide es que introduzcas el pasaporte, el número de pasaporte asociado

a ese JR Pass. Y claro, cuando vas, por ejemplo, en este caso, tres personas, tienes que tener muy claro qué JR Pass corresponde a qué pasaporte. Y acaba siendo un rollo. Y luego, ¿a dónde viajas? Estación de inicio, estación de final. ¿Viajas con maletas grandes sí o no? Sí, no, en nuestro caso.

¿Para qué día haces el viaje? Para hoy, para mañana, para pasado, para tal. Estas opciones, venga, pan. Ahora reserva los asientos. O sea, es relativamente sencillo, pero nosotros, por ejemplo, claro, teníamos que sacar reservas para tres personas. Es un rollo. Se tarda un ratito. Sí. Yo creo que van a tener un problema, de nuevo, cuando se normalice un poco el turismo de fuera, no el turismo interno, sino el turismo que usa JR Pass, porque se van a petar.

Va a haber unas colas en estas máquinas. Y va a haber colas de turistas. Entonces los japoneses se van a enfadar porque van a decir, oye, yo también necesito usar estas máquinas. Sobre todo porque una de las experiencias que hemos tenido hablando con muchos lectores a lo largo de los años es que a la gente le daba un poco de reticencia acercarse a las oficinas de billetes, aunque el JR Pass tuviera incluidas las reservas.

Porque, claro, decían, es que no hablo japonés, no sé si ellos van a hablar inglés, tal. Se sentían un poco violentos y entonces preferían subirse a los asientos sin reserva en los trenes que los tuvieran, que son la mayoría. Entonces, claro, el hecho de que ahora la interfaz se puede poner en inglés, en español creo que no estaba.

Creo que estaba en chino, en coreano y en inglés. Entonces, el hecho de que se pueda hacer desde la máquina a mucho turista que viaja con JR Pass le va a resultar mucho más cómodo porque no va a tener que acercarse a la oficina de billetes a por la reserva de asientos. No tienes que hablar con nadie. No tienes que hablar con nadie, exacto.

No te pone tan nervioso. Entonces creo que va a haber unas colas para acceder a estas máquinas que van a ser una locura. Sí, a mí me da esa sensación. Veremos qué sucede si aligeran un poco. No entiendo que te pregunten el número de pasaporte porque al final ya es una comprobación que da igual. Si tú, por lo que sea, estás usando el JR Pass de otra persona de manera ilegal, esa persona te da su número de pasaporte y ya está.

O sea, ya te han comprobado el número de pasaporte cuando te intercambian la orden que tú llevas por el JR Pass propiamente dicho. Entonces ya está comprobado, ¿no? Para qué tienes que… Como mucho te lo podrían comprobar, por ejemplo, si hacer checks random en los trenes de pedirte el JR Pass y el pasaporte y comprobar esos números que concuerden y que tú seas la persona que dice.

Y si no, pues multa al canto. Porque evidentemente el JR Pass es personal. No lo podemos estar dando por ahí a otras personas. Eso desde siempre. Entonces, no entiendo muy bien que te pregunten eso. Creo que hace que todo el proceso sea mucho más lento y se va a liar. Pero bueno, en general, positivo, muy positivo.

El hecho de poder usar, tener libremente, poder usar las máquinas, va mucho más fácil. A mí, por ejemplo, me falló uno de nuestros JR Pass. Es mucho más positivo hasta que te falla. Sí, uno falló. No sabemos por qué. Porque los otros dos funcionaron. Sí, porque Laura cuando pasaba con su JR Pass por las máquinas de acceso… No era el mineral de Eric, pero bueno, lo usaba yo.

Cuando pasabas por esas máquinas, la máquina se cerraba y entonces Laura tenía que pasar como se hacía antes, pues por el lateral de la estación donde está el personal, enseñar el JR Pass y que la dejasen pasar. Y lo curioso es que está tan poco pensado el nuevo JR Pass. Es decir, es un paso adelante que nosotros llevábamos mucho tiempo diciendo, que considerábamos que era hacia donde debía ir el JR Pass, pero creo que no han sido capaces de pensar que pueda haber casos en los que falle y cómo

restaurarlo de alguna manera. Porque como no te hacen duplicados, como si te falla, pues te aguantas. Es como, te ha fallado, pues vale, pues pasas por el lateral como lo hacías antes, pero nadie se preocupa de decir, hay una manera de, no sé, de reactivarlo. Te hago un duplicado.

Destruyo el que te está dando problemas y te hago uno nuevo. No creo que sea tan complicado de hacer, pero en ningún caso, ¿no? Y eso, si yo en seis días acabé un poco harta de decir, joder, tengo el JR Pass nuevo y en cambio es porque me empezó a fallar al segundo día. O sea, fue un poco rollo. Porque imagínate 21 días que dices, bueno, pues tengo que seguir pasando por el lateral.

Es un poco rollo. No sé si en un futuro se cambiará o lo que sea. La verdad es que, bueno, en principio todo bien, menos en un caso que le enseñé el JR Pass al señor y me decía, no, lo tienes que pasar por la máquina. Y yo le decía, pero es que la máquina no me funciona. Y él, ah, bueno. La máquina hace pim pum.

Sí, yo le dije, la máquina hace pim pum. Y el señor dijo, ¿lo puedo probar? Y yo, sí, sí, sí. Pruébelo usted. Lo prueba y evidentemente la máquina hace pim pum. Y el señor, ah, es verdad, es verdad. Perdón, perdón. Pase, pase. Y es como… Pues ya es que se lo he dicho. O sea, me refiero, ¿qué problema hay en que me deje pasar? Incluso aunque yo sea un turista tan tonto, suponte que no soy consciente de que este nuevo JR Pass lo puedes utilizar en las máquinas.

Incluso aunque esté intentando pasar por la zona donde están los empleados. ¿Qué más te da? Si, además, en ese momento no había nadie esperando. ¿Qué más le daba dejarte pasar por ahí? Bueno, fue gracioso. Pero bueno, yo creo que algunos cambios bastante positivos. Te da un poco de miedo el perderlo, porque es tan chiquitito ahora que te da miedo perderlo, la verdad.

Pero bueno, yo creo que, en general, bastante positivo. Más cosillas que nos habéis preguntado es, por ejemplo, el tema de precios. Lo comentabas tú al inicio. Bueno, pues los precios. Está claro que la inflación ha subido también en Japón, no tantísimo como, por ejemplo, en España o en otros países, pero se nota. Lo que pasa es que, claro, cuando estás en Japón tienes que tener en cuenta también cuál es el cambio que hay actualmente.

Ahora mismo el yen sigue estando débil. Entonces, incluso aunque algunos precios sean más caros, por ejemplo, lo que pagas por una bebida en el conbiní, si te acuerdas de lo que se pagaba en 2019, pues dices, oh, es más caro. También hay que tener en cuenta que han pasado tres o cuatro años desde el último año normal y, claro, en cuatro años los precios suben.

Lo que pasa es que luego, al final, cuando cuentas cuánto te has gastado realmente, en nuestro caso, por ejemplo, en euros, pues resultaba bastante razonable. Ahí la verdad es que en el cambio salimos ganando. Recuerdo esa cena que nos metimos en el Kaiten Sushi, un restaurante de sushi en cinta transportadora. Nos pusimos hasta arriba y más. Además, con cuatro cervezas.

Siempre lo decimos que el alcohol en este tipo de sitios suele ser la parte más cara. Lo más caro. Si quieres ahorrar, no pidas alcohol. Bebes el tecito verde o el agua gratuita y vas muy bien. Tomamos cuatro cervezas, comimos un montón de platillos de sushi y pagamos que eran 58 euros.

56 euros entre el tres. Cuando pudimos pedir de platillos como 15 por persona. Una barbaridad. Eso es por el cambio, especialmente. Luego yo lo que sí noté es que había cosas más pequeñas. Ahí se nota que no han subido el precio, pero lo que te han hecho es hacerte la porción un poco más pequeña. Y en algunos casos se notó, sobre todo con el alcohol. Con las cervezas. Pero se notó doble.

Porque se notó no solo que las hacían más pequeñas, sino que en algunos casos habían subido incluso el precio de la cerveza. Porque yo la primera dije, bueno vale, pues en este local tienen los vasos un poco más pequeños. Porque a mí una de las cosas que me gusta beber cerveza en Japón es que tradicionalmente te daban unas jarras bastante gordotas, frías, muy bien echadas.

Era una gozada tomarte cerveza en Japón. Entonces en el primer restaurante, un vasito que dices, este ya es un vasito como el que tenemos aquí. Un vaso así un poco alargado. Y dije, bueno, ¿será que en este restaurante son así? Pero cuando te pasa lo mismo en el siguiente, dices, aquí algo falla. Bueno, esto es algo que ha sido muy típico en Japón, incluso en años pasados, lo de la reduflación.

A veces en Japón no querían subir los precios porque estuviera sido impopular y lo que hacían era disminuir la cantidad de producto que te ofrecían a cambio de mantener el precio, que al final es lo mismo. O subes el precio o reduces el tamaño. Y hay veces que son las dos cosas a la vez. Pero eso sí que lo notamos.

Bueno, yo al menos sí que lo noté y lo más lo comenté en directo de las cervezas aquí cada vez son más pequeñas, que ha pasado con la jarra de toda la vida. Pero bueno. Pero en general, ahora mismo hay que aprovechar el cambio. Hay que aprovecharlo a saco porque nos sale un poquito mejor. Tema de, por ejemplo, turismo, Luis.

¿Vimos mucha gente, poca gente? Pues vimos en zonas típicas como Shibuya, como Arashiyama, muchísima gente. Lo decíamos un poco al principio. Estuvimos, por ejemplo, en San Nenshaka, en Kioto, a horas muy tempranas, cuando vimos fotos de horas normales a lo largo del día, que ya había mucha gente. Nosotros, claro, ese día, el primer día completo en Kioto, lo que decíamos, estuvimos en el Kinkakuji recién abierto, no había mucha gente.

Pero claro, fuimos haciendo un recorrido y llegamos a Arashiyama a la hora de comer. Arashiyama estaba petadísimo de gente. La calle principal de Arashiyama estaba abarrotada. Y era un lunes, ¿vale? Abarrotada. Pero es verdad que lo que había es mucho japonés. Luego también había bastante turismo asiático, chino, coreano, etcétera.

Pero se vio relativamente poco turista occidental todavía. Totalmente. Yo creo que de lo que menos, menos, menos. Es verdad que no era temporada altísima para los occidentales. Porque al fin y al cabo, si tú vives en Europa, por ejemplo, en Latinoamérica, pues tú tienes tus vacaciones de Navidad, esas ya habían pasado, y a lo mejor tienes vacaciones en Semana Santa, donde te puedes plantear un viaje como el que hemos hecho nosotros, ¿no? Cortito, de una semana, en

función de las vacaciones que tengas. Y este viaje nuestro quedaba un poco en tierra de nadie. Normalmente, pues dices, no me planteo un viaje a Japón en esas fechas. Entonces, puede que parte fuera por esto, porque estoy seguro de que habrá más turismo occidental ahora en la época de floración de los cerezos.

Pero aún así, vimos bastante poco turismo occidental. También es verdad que fue llegar a Arashiyama, comer, y nos largamos de la zona central, de la zona turística. Nos fuimos a lugares muy poco explorados por los turistas, en los que casi, casi estábamos solos. Entonces, claro, tampoco tenemos… Y luego en otros lugares hemos ido a horas también para evitar a las multitudes.

Pero sí que es verdad que fue llegar a Arashiyama y decir, madre mía, pero lo que tú dices, mucho asiático, mucho chino y coreano vimos, y muy poco occidental. Y mucho japonés. Hubo un momento que dije, pero es festivo hoy o algo, ¿qué pasa? Porque esta gente no trabaja. ¿Qué hace tanta gente aquí? Pero bueno.

Y esto me lleva a tener que hablar de un tema que no me gusta mucho, pero creo que es bueno mencionarlo, que es el tema de las mascarillas. Sí, porque Japón, lo hemos dicho muchas veces, en ciertas cosas, vive casi en 2020 o empieza a vivir en 2021. Sin el casi. Porque una de las primeras cosas que te dabas cuenta, también por las propias recomendaciones del gobierno, que es, bueno, primero hay que comentar que por tal como está escrita la constitución japonesa, el gobierno nunca ha obligado a llevar mascarillas y nunca ha

obligado a distancia de seguridad, nunca ha obligado a ciertas cosas, solamente han hecho recomendaciones. Pero claro, en el caso japonés, una recomendación del gobierno se siente como una obligación. Se ha tomado como una obligación. Se ha tomado como obligación.

Y una de las primeras cosas que sorprende es que vayas donde vayas, cualquier sitio donde tengas interacción con alguien, de atención al cliente o lo que sea, siempre vas a ver o pantallas de plexiglas o vas a ver unos plásticos transparentes que dices, esto no sirve para mucho, pero que están ahí separándote de la persona que te está atendiendo. Pantallas en los restaurantes.

Pantallas en absolutamente todas partes. Es que eso, terrible. Pero dices, bueno, vale, gel, el gel hidroalcohólico, te obligan… Obligan. O sea, básicamente tú estás entrando a un restaurante y te viene la señora con el gel y tú tienes que poner las manos para que tú te muevas. De todas maneras, de esto hay que hablar también.

Porque se nota que han pasado un tiempo desde que empezó la pandemia. Se nota que, claro, ya prácticamente todo el mundo que ha querido vacunarse está vacunado y de todas maneras prácticamente toda la población ha pasado el COVID o ha tenido la vacuna o las dos cosas, con lo cual ya hay inmunidad. Porque incluso a pesar de que las recomendaciones del gobierno japonés cuando nosotros estuvimos seguían estando ahí, solamente en uno de los restaurantes en los que entramos nos pusieron gel en las

manos y solamente en otro de los restaurantes tuvimos que poner una mano que tomaba la temperatura. Porque es verdad que dispensadores de gel hidroalcohólico los sigue habiendo en todos los lados. Que termómetros para tomar la temperatura los clientes los sigue habiendo por todos los lados.

Pero lo curioso es que ya no te lo piden en casi ningún sitio. No, eso es verdad. Lo que pasa es que están ahí. Están ahí, pero ellos mismos, digamos, que han pasado página entre comillas, pero lo que no lo han pasado es con las mascarillas porque lo siguen tomando. Esa recomendación del gobierno la siguen tomando como una obligación y nos dimos cuenta de que mucha gente, porque lo veíamos, incluso caminando solos al aire libre, seguían llevando mascarilla.

Había gente que yo vi en su coche con las ventanillas abiertas, que tienes ventilación sin nadie más en el coche, que no era un coche de transporte público, no era un taxi, no era nada, y llevaban una mascarilla puesta. Absolutamente.

Todo el mundo, niños, niños hiperpequeños, todo el mundo durante nuestro viaje va con mascarilla. Es verdad que el lunes pasado, el 13, es el cambio. Sí, ahora lo contamos. Entonces, nosotros estamos hablando de nuestro viaje. A mí, y aquí dejadme que me ponga un poco personal, pero a mí me afectó mucho. Me afectó mucho ver absolutamente todo el mundo con mascarilla, el tener que ponerte mascarilla todos los momentos.

Psicológicamente a mí me afectó muchísimo porque me recordó… Me cuesta. Recordó los peores momentos que hemos pasado de la pandemia. Eso es verdad. Hay que decir también que, aunque poco, vimos cierta resistencia. Recuerdo precisamente el día que íbamos al Kinkakuji, subimos a un autobús urbano y se subió una mujer japonesa que iba a la oficina y se subió.

No es que llevara la mascarilla bajada, es que directamente no llevaba la mascarilla y nadie le dijo nada. Es decir, habíamos escuchado noticias así de occidentales que no se ponían la mascarilla porque sabían que solamente era una recomendación y sin embargo les llamaba la atención cuando iban en un transporte público sin ella. Y sin embargo vimos, aunque pocos, ya decimos, pero vimos a algunos japoneses que no la llevaban ni en trenes ni en autobuses.

Y en el Shinkansen había bastantes que no la llevaban porque con eso de que vas sentado y que no te mueves y que comes y demás… Yo una de las veces que me levanté a ir al baño en el tren Bala, porque cuando fui evidentemente toda la gente estaba de espaldas, no los vi, pero cuando volvía vi a toda la gente de cara. Había muchos que estaban sin la mascarilla dentro del tren. Es curioso porque, claro, yo no sé si voy a poder hablar, pero reconozco que el verano

pasado pasé por una depresión importante. Fue un momento hiperbajo y volver a Japón y encontrarte todo el mundo con esas mascarillas como que mentalmente me… Te llevó un poco a ese momento. Al final la mascarilla, y ha pasado también en Occidente, se ha convertido un poco en el símbolo pandémico.

Porque los propios japoneses, cuando llevas una mascarilla tantas horas, o mucha gente la lleva de tela o las lleva mal ajustadas o se las toca constantemente, pues ya sabes que no está sirviendo realmente. Y sobre todo porque la estás usando muchas más horas de las que corresponde encima en sitios, por ejemplo, al aire libre, donde dices ¿para qué? Es un símbolo que demuestra, lo hemos hablado incluso con amigos japoneses, que nos decían que tenían ganas de quitársela,

pero que el problema es que hasta que no se la quitara todo el mundo, pues claro, si se la quitaban ellos se sentían señalados por esa situación que hay en la sociedad japonesa, la presión social. Entonces no es tanto esto sirve o no, sino que esto es lo que se ha dicho que hay que hacer, y aquí todos cumplimos con la recomendación para que no seamos señalados. A mí eso me agobió mucho.

Me agobió mucho, perdón porque no puedo hablar mucho del tema sin emocionarme, pero me agobió muchísimo. Es como, pero si estás en medio de la nara, estamos paseando, porque es que encima estábamos en lugares, paseando por medio de las montañas, no había nadie, y de golpe te cruzabas ahí con un señor y iba con su mascarilla, todo el mundo con mascarilla.

Era una obsesión absoluta que a mí me trasladó a momentos que quiero olvidar. Pero bueno, ha habido cosas bonitas también, ¿no? Fijémonos en eso. Una de las dudas que había y que nos habéis preguntado también, no es que nosotros mismos teníamos ganas de comprobar en nuestra propia piel, era si había más odio, entre comillas, hacia el turismo.

Sobre todo por todo lo que se dijo de forma casi a veces no oficial, o a veces incluso oficial, de que eran los extranjeros los que traían el COVID y todas estas cosas. Y todo el cierre que ha habido incluso hasta a residentes extranjeros, pero con permiso de residencia en Japón al principio de la pandemia.

Y la verdad es que no, no hemos notado ningún tipo de mala cara por el hecho de ser occidentales. No hemos notado que la gente nos mirase raro, al contrario, ¿no? El señor este que tú decías en el pueblito a orillas del lago Biwa, cuando estábamos en este templo, fue súper amable con nosotros. Nos hemos encontrado también en diversos sitios con otra gente que nos ha hablado.

Hasta el señor borracho, este, en la zona este de Tokio. Hablando con él. Estaba ahí sentado en un parque bebiendo su cerveza. Nosotros estábamos haciendo fotos a unas estatuas de Capitán Tsubasa. Y el señor estuvo hablando un rato con nosotros, pues que sí, de fútbol, de esto, del Real Madrid… Que yo le decía a Luis, vámonos ya, que tenemos prisa.

Y el señor… Pues todos muy majos con nosotros. Incluso en sitios donde no están tan acostumbrados de normal a ver a turistas occidentales. Y han sido muy agradables. Y hasta en una ocasión que hicimos mal un transfer. Digamos que, como llevábamos el JR Pass nuevo, justamente es más fácil cometer un error.

Ahora os lo contamos. Luego fuimos a la oficina a que nos ayudaran a solventar ese error. Y también fueron súper majos. En plan de, claro, te ha pasado esto, no sé qué, no sé cuántos… No sé, en general, todo el mundo fue muy amable. Menos el autobusero de Kioto, cuando la Suica nos dio error.

Ay sí, es verdad. Porque el señor se puso casi medio a gritar en japonés. Yo no lo estaba entendiendo porque la Suica me dio error al intentar salir del autobús. Y básicamente dije, bueno, tendré que pagarlo con monedas. Y el señor extendió la mano como si fuera un pedigüeño, en plan de aquí, dinero, dinero.

Y como, ya señor, que voy a pagar, tranquilo, que no me quiero colar ni nada de nada. Sí, es verdad. Ese señor fue bastante desagradable. Se nota que autobuseros en Kioto tienen que estar un poco hartos de turismo en general, porque de hecho vimos a una chica también en un autobús que quería pagar con el JR Pass y el autobusero, que aquí no sirve el JR Pass.

O sea, tienen que estar un poco hartos en general. Sí, tienen que estar un poco hartos. Bueno, lo que nos pasó con el transfer, os lo podemos contar, y es que hubo un momento que teníamos que cambiar. Estábamos en Osaka, habíamos subido a la línea Kintetsu, que no se puede usar con JR Pass, con lo cual habíamos utilizado nuestra Suica, que tenía dinero precargado para entrar en la estación, y íbamos hasta la estación de Tsuruhashi, donde se cambiaba a la Osaka Loop Line, que esa sí que es de JR.

Pero había unas máquinas especiales que conectaban el vestíbulo de Kintetsu con los andenes ya de JR. Es decir, no tenías que salir de la estación de Kintetsu y luego entrar en la de JR si no querías, sino que simplemente tenías este transfer. Claro, nosotros no sabíamos, al ir con el nuevo JR Pass, ni nos planteamos, o sea, lo planteamos después, después nos dimos cuenta.

Nosotros en ese transfer tocamos con la Suica, con lo cual nos descontó el dinero del trayecto que habíamos hecho con Kintetsu. Hasta ahí ningún problema. Pero claro, eso detectó que estábamos haciendo el segundo. Entrando en la zona de JR. Ahí lo que tendríamos que haber hecho es tocar con la Suica, pero meter a la vez el JR Pass, que es algo que nos encontramos en otra estación, que ahí preguntamos, porque yo dije, esto es exactamente igual que lo que nos pasó en Tsuruhashi.

Preguntamos y el señor nos dijo, sí, sí, tenéis que picar con la Suica y meter el JR Pass a la vez, las dos cosas. Qué catalán te queda eso. Lo de picar. Bueno, lo del touch. ¿Cómo se dice eso? Acercar la Suica. Acercar la Suica.

Que es como, ala, qué curioso. Claro, porque así cierras la Suica y abres el JR Pass. Lo que nos pasó a nosotros es que íbamos a la zona del castillo de Osaka con la Osaka Loop Line, entonces la primera parte del viaje de Kintetsu al tocar con la Suica en esas máquinas de transfer, de transbordo, había quedado cerrado el viaje de Kintetsu sin ningún problema, pero se había abierto un viaje con la Suica en la Osaka Loop Line.

Y claro, como teníamos el JR Pass, salimos usando el JR Pass, con lo cual ese viaje se quedó abierto. Y cuando al día siguiente intentamos usar la Suica para pagar en el autobús en Kioto, la Suica daba error porque detectaba que había un viaje que estaba abierto. Que había un viaje abierto.

Entonces fuimos a la oficina, nos lo arreglaron en un PIS Pass sin ningún tipo de problema. Y luego ya en otro transfer que fue parecido fue cuando preguntamos y nos confirmaron eso, que teníamos que justamente poner, meter el JR Pass y tocar con la Suica las dos cosas a la vez. Que es algo que, claro, cuando llevabas el JR Pass de cartulina nunca podías hacer.

Tenías que hacer el transfer, tenías que salir del todo y luego volver a entrar. Ahora sí que nos lo permite fácilmente. Ahora nos lo permite fácilmente, pero hay que saberse este truco. Hay que saber que hay que hacer las dos cosas a la vez. Pero esto solamente es eso. Es si hay sitios donde se puede hacer un transbordo que no implique salir de una estación y entrar en otra.

Porque si sales de una estación y entras en otra, evidentemente usas el mecanismo normal. Luego también anécdotas que siempre os decimos. Hay que mirar hacia arriba, hay que fijarse en dónde están los restaurantes en las plantas superiores. Nosotros estábamos buscando un restaurante y ya miramos, pero mirábamos hacia otro lado.

Pero luego fue, claro, tenemos que mirar hacia la derecha y vamos a fijarnos en ese ascensor todos los pisos. Y efectivamente ahí estaba nuestro restaurante en el sexto piso de ese edificio. Mirad siempre porque tú buscas un restaurante en Google Maps y a veces te ponen qué piso está, pero a veces no te queda claro qué edificio es. Lo suelen poner de todas maneras, por ejemplo en este caso sería un 6F, la F de floor, de piso en inglés.

Entonces fijaros en las direcciones que aparecen en Google Maps, aunque os aparezca todo en japonés y no entendáis nada. Si está bien localizado ya sabéis dónde tenéis que ir y cuando veáis una F con un número delante eso indica el piso. Y bueno, Luis, nos está quedando muy largo. Yo lo dejaría aquí porque podríamos contar un montón de anécdotas y cosillas más. Es que bueno, en iVoox por ejemplo se pueden dejar comentarios, en el Discord también, en el canal del podcast.

Cualquier duda que no hayamos respondido aquí o que tengáis acerca del viaje, acerca de cambios que haya habido en Japón, ponednos un comentario, contadnos cosas y las respondemos. Y dejamos tiempo para el… Antes de comenzar el japonismo mini, Luis, yo quería solo pedir perdón porque me he emocionado mucho antes hablando de mascarillas.

Me gustaría poder hablar de esto con calma, pero se ve que todavía no estoy bien mentalmente para poder hablarlo. Y simplemente eso, pedir perdón porque estaba aquí llorando como una magdalena y no es plato de buen gusto estar escuchando un podcast. Bueno, ya veremos si la gente lo escucha o no, porque tendré que ver qué partes de lo que hemos grabado se quedan o no en la versión final. No, no estoy bien todavía, no lo tengo todavía superado.

Es algo que duele todavía bastante y me cuesta. Pero bueno, pues eso, perdón. Y ya que hablamos de mascarillas, tú querías justamente mencionar que el lunes se quitaron la recomendación de mascarillas, ¿no? Exactamente, Laura. El lunes 13 el gobierno japonés retiró su recomendación de forma que ahora mismo queda el uso de la mascarilla, en teoría, a criterio personal.

Esto es de todas maneras bastante extraño porque he leído periódicos japoneses hablar precisamente de esto y decir JREs, los operadores ferroviarios o los cuatro grandes centros o cadenas de centros comerciales ya no van a requerir mascarilla a los clientes o a los viajeros. Y es como pero si es que tampoco podían requerirla antes cuando no era una obligación.

De hecho, hace ya unos meses hubo una señora japonesa que subió a un autobús en Osaka y el autobusero la echó del autobús porque no llevaba mascarilla y la señora en este caso, pues en lugar de quedarse callada, pues protestó y lo denunció y le dieron la razón a la señora y le tuvieron que pedir disculpas y digamos que echarle un rapapolvo al conductor porque no podía haberla dejado fuera porque es eso no existía una obligación de mascarillas pero muchas

empresas se lo han tomado eso como obligación. Entonces si tú no la llevabas pues no podías entrar o no podías según qué cosas. Esto lo vimos también en el aeropuerto de Narita algunas tiendas que había para turistas de tax free y demás que te ponían requisitos a los clientes y te ponían mascarilla pero es eso es requisito lo ponía en inglés entonces es un poco esta palabra que es no parece que es casi obligación pero es lo bastante depende

de cómo la entiendas no son simplemente es lo que nos gustaría que hicieras. Bueno de todas maneras sabemos por amigos y conocidos en Japón que hay por ejemplo ciertos eventos posteriores al 13 de marzo en los que se está obligando al uso de la mascarilla ceremonias de graduación cosas de estas que vienen justamente ahora ya lo sabéis del año escolar termina en marzo en Japón y ya son varias las personas que me han comentado que han recibido notificación

de las escuelas e institutos pidiendo que por favor se use mascarilla cuando ya es posterior a ese 13 de marzo. Yo por ejemplo sí que he leído también eso que los cuatro grandes nombres de centros comerciales Daimaru bueno varios de los grandes ya no van a requerir mascarilla a sus clientes pero de momento las van a seguir obligando a sus empleados que dices joder qué cosa más curiosa y sobre los trenes una de las cosas también que fue

curiosa en el viaje es que por megafonía te recordaban que llevases una mascarilla aunque luego pues en el Shinkansen por ejemplo pues la gente no la llevaban bastantes de ellos porque también iba relativamente vacío y te decían incluso que no hablases que mantuvieses la voz baja y que no girases los asientos porque esto es algo que en Japón a veces se suele dar cuando viajas en grupos por ejemplo cuatro personas no tienes en el Shinkansen

mismamente pues dos asientos y las otras dos personas van en los dos asientos de delante como los asientos se pueden girar pues haces un grupo para los cuatro y te decían que no los girases también para evitar contagios y demás pues lo que he leído es que las empresas de ferrocarriles a partir del 13 desde este lunes pasado pues ya no requieren no hacen estos anuncios por megafonía no te requieren que lleves la mascarilla no te

piden que estés en silencio etcétera no es decir que vamos hacia hacia un poco una normalidad más normal es que estamos en marzo de 2023 y luego parece que están realmente en marzo de 2021 totalmente es que es tremendo y luego hay que hablar de que todavía queda un poquito pero para el 8 de mayo Japón considerará el COVID como la gripe estacional y está la duda de si esto significará la eliminación de todas las solicitudes de vacunación para

entrar en el país o todas esas medidas entonces habrá que ver qué pasa con la aplicación esta web de visitjapanweb porque en este caso si esto ocurre y retiran la obligación de presentar una prueba pcr negativa o tener pasaporte de vacunación que quiten esa parte de la web y dejen solamente la parte de aduanas y de inmigración porque eso es lo que decíamos puede ser útil presentar el QR más rápido y mucho más pero veremos veremos a ver qué

pasa eso lo contaremos cuando llegue cuando llegue el momento que hagamos del podcast en ese momento lo contaremos ahora de momento si vais a ir a japón ahora ya en el momento en el que estáis escuchando esto que sepáis que el uso de mascarillas se deja a criterio personal con lo cual no os pueden decir nada si vosotros no queréis llevarla si la queréis llevar la podéis seguir llevando evidentemente porque la decisión de cada uno una decisión

personal y bueno como este japón a fondo nos ha quedado ya muy largo creo que no hace falta mencionar comentarios quizá los mencionamos con más calma en el siguiente japón a fondo porque bueno tenemos muchos comentarios muchísimos muchísimos comentarios también en discord así que quizá mejor lo dejamos para el siguiente para el siguiente que hacer la palabra japonesa del episodio sí que yo la he cambiado porque mira me ha dado por ahí cambiarla y yo de

la que te había dicho antes de comenzar a la que bueno creo que no hemos hecho la palabra quiere y diría que aquí me encaja mucho porque porque es de las cosas que más dices cuando por ejemplo llegas a ese kinkakuji y te encuentras con ese pabellón dorado que se refleja en ese estanque maravilloso quiere y significa ahí va la hostia podría pero no significa qué bonito es el adjetivo de bonito pero lo usamos también como simplemente

expresión de aquí de alargas ahí el que de y quiere y entonces significa y qué bonito no con esa emoción aprenderos la porque además si lo decís cuando estáis viendo algo japonés que sea muy bonito y vais a ver muchas cosas que son muy bonitas los japoneses que estén a vuestro alrededor o sonreirán no porque no qué bien hablas japonés que me apetecía me apetecía poner esta palabra justamente para acabar de manera positiva ya que hemos

estado hablando de mascarillas y de un poco yo creo que pese a todo ha sido un viaje positivo ha sido un viaje positivo ha sido un viaje muy emocionante pero bueno yo sí que quería decir también la parte que en la habitación había que mencionar exactamente a mí hay una parte que a mí me afectó y reconozco que me afectó mucho y esto lo estuvimos hablando mucho durante el viaje por querer decir que nosotros teníamos un poco un pacto de silencio

de no hablar mucho de todo el tema de mascarillas medidas y tal fue en plan vamos a japón vamos a disfrutar y no vamos a hablar mucho de si hay cosas que no tienen mucho sentido si parece que estemos volviendo al pasado tal y cual no y en cambio yo personalmente hubo un momento que tuve que hablar con luís porque era como me puede no me puede este ambiente que hay me estaba volviendo parecido a la película aterriza como pueda o sea casi cuando están

ahí el doctor con la pasajera está histérica en plan de cálmese está bien porque me hace reír en vez de ponerme a llorar otra vez y luego la ristra de gente no uno con los guantes de boxeo otro con la llave inglesa más o menos porque claro yo hubo un momento de mucho agobio no por lo que os estaba diciendo de estar me está recordando un momento muy duro en un momento muy bajo en mi estado mental y emocional anímico y de todo y entonces

bueno hablarlo y digamos que luís ahí fue un gran apoyo de intentar buscar bueno pues eso la risa no intentar mirarlo de otra manera y por suerte pues gracias a eso al final el bueno un poco el resultado es positivo no de que disfrutamos fueron seis días hiper intensos pero bueno no lo hemos dicho en el episodio tenemos contenido para más de 20 pos nuevos y para rehacer más de 10 pos antiguos que cuando lo rehagamos es que no se van a

parecer en nada a lo que había con lo cual va a ser casi como si fueran nuevos en total son entre fotos de móvil fotos de la segunda cámara y fotos de la cámara nueva que yo llevaba creo que han sido un total de 4800 fotos en nada muy poquito o sea que creo que bueno ha sido muy muy positivo vale si vamos muy cargados nos metemos unas palizas pero bueno yo luego veo fotos sobre japón en otras webs y demás y digo mira me alegro de que

nosotros nos tomemos esto en serio porque visualmente cambia mucho y que sí y lo hemos disfrutado eric lo ha disfrutado ha comido mucho curry mucho curry por suerte había un día que yo dije a mí me apetece hoy sushi baratungo fuimos a comer sushi baratungo hubo otro día que decimos monjayaki fíjate ya sé que estamos acabando y que esto iba más en la parte del episodio de antes de japonismo mini este no tiene mucho orden yo lo que sí

que quería hacer un comentario con esto no cuando hablábamos al principio de qué planes han funcionado y qué planes hemos tenido que ir cambiando yo tenía muchos planes también de hacer mucho contenido de restaurantes de cadenas de restaurantes que se pueden encontrar por todo japón porque es una de las cosas que nos gusta hacer en japonismo también para daros ideas de dónde podéis comer porque evidentemente en japón hay tres millones

de restaurantes y es lo que tú decías laura si encima miras hacia arriba te vas a encontrar opciones por doquier pero cuando es la primera vez que vas cuando no hablas japonés cuando te estresas un poco saber que hay ciertas cadenas que por un precio contenido te dan pues un ramen un curry o lo que sea viene muy bien porque los puedes encontrar buscando en google maps por todo japón y te da cierta tranquilidad de que no te vas a morir de hambre

o no te vas a poner nervioso entrando en un sitio que no sabes si lo que tienen te va a gustar o no si vas a ser bienvenido o no lo que sea y en este caso no pudimos hacer muchos de los planes que teníamos en parte también porque eric claro estaba cansado al fin y al cabo esto para nosotros era trabajo el quiso venir no también tenía ganas después de casi tres años y medio pero el pobre pues tuvo que adaptarse a nuestro ritmo y él estaba

de vacaciones entonces hicimos muchas más comidas de curry precisamente por él para que estuviera feliz aunque nos no nos sirvieran a nosotros para generar ese contenido y aunque tuviéramos que dejar de lado ciertos restaurantes que queríamos visitar pero al final esos viajar en familia no y asegurarse de que todo el mundo pues tiene algo positivo todo el mundo disfruta de algo concreto y bueno pues que los planes también están muchas veces

para para tacharlos para para dejarlos para la siguiente ocasión exacta que es lo bonito de japón no es decir quería hacer 200 cosas he hecho 150 pues muy bueno me quedan las otras 50 más otras 200 que genere nuevas para la siguiente vez y en vez de pensar no he hecho 50 no pensemos hemos hecho 150 de esos 200 150 y encima me quedan cosas para seguir viendo el siguiente que es a mí me parece maravilloso bueno pues yo creo que

está bien acabamos ya no sé qué más decir así que más y Más información www.alimmenta.com Más información www.alimmenta.com Más información www.alimmenta.com

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